Maou-sama Retry! (NL)

Volumen 8

Capitulo 10: El Gobernante De La Noche

Parte 4: El Efecto Mariposa

Mientras la capital de Euritheis estaba en éxtasis, los hombres caídos comenzaban a evaluar sus pérdidas. Uno de ellos era Jack, el antiguo tirano de Euri, y el otro era la desafortunada Compañía Gorgon. Podría decirse que la caída de Jack fue merecida, pero la Compañía Gorgon prácticamente había sido alcanzada por una bala perdida disparada desde el otro lado del mundo. Ambas compañías habían estado en curso de colisión durante algún tiempo; ahora que la chispa había volado, las llamas de su conflicto solo crecían.

El propio Gorgon subió al frente en las Ciudades-Estado, haciéndose cargo de la cacería.

“¿Jack no ha regresado todavía…?” Gorgon y su subordinado, el Encantador de Serpientes, luchaban por capturar los batallones guerrilleros de Jack of All Trades, que se dispersaron con el viento tan pronto como los hombres de Gorgon se acercaron a ellos. Como era el caso con toda guerra de guerrillas, los iniciadores tenían una ventaja sustancial.

“Don, los enemigos están actualmente…” Un joven que se acercó a Gorgon fue golpeado en la cara y volado.

“¡Un hombre joven! ¡Me das asco!” Gorgon se limpió el puño con el pañuelo y sus finos rasgos se contrajeron de disgusto.

“E-Entonces permíteme. Los enemigos son…” La joven recibió una patada en la cara y también salió volando.

“¡Una mujer joven! ¡Me das náuseas!” Limpiando su zapato con su pañuelo, sus finas facciones se contrajeron aún más. Tan absurdo como esto podría haber parecido, Gorgon hablaba completamente en serio.

Catherine, que había estado de pie junto a él, decidió evitar que todos los presentes sufrieran más traumas recuperando el informe y colocándose frente a Gorgon. “Don… T-Tal vez debería ser yo…”

“Sí, por favor, Catherine”. La expresión de Gorgon cambió de inmediato: ahora lucía una sonrisa encantadora, animando a Catherine a continuar. Parecía contento con sólo escuchar el sonido de su voz.

Sin embargo, las noticias urgentes de su espía en Euritheis parecieron sacudir la habitación: Rey había derrotado a Jack.

“¿Por qué Rey derribó a Jack…?” Gorgon murmuró en voz alta, inclinándose en una silla extravagante que había traído otra anciana. En cuestión de momentos, coloridas frutas decoraron las mesas a su alrededor, transformando el espacio alrededor de Gorgon en un glorificado resort tropical. Esta era una ocurrencia común para Gorgon; nunca se cansó de tratar de impresionar a sus abuelas que lo adoraban y no escatimó esfuerzos para hacerlo.

“¿Una apuesta por la fama…? ¿Una falsa rendición…? O si no.…” Varias

posibilidades cruzaron la mente de Gorgon. Si bien todos eran posibles, era muy poco probable que se lograran sin ayuda. La Sala del Cielo, sin importar cuán intrépido, era solo un grupo de mercenarios.

“Quizás son más sabios de lo que les di crédito…”, continuó Gorgon.

“¿Q-Qué significa eso? ¡Ahhh!” Una mujer joven fue volada una vez más, esta vez por un hechizo de viento.

“¡Cierra tu lengua, niña inmadura! ¡Mis oídos!” Gorgon llevaba muchos anillos en los dedos, cada uno de los cuales contenía su propio estallido de magia. Por escandaloso que fuera el don, sus subordinados nunca parecían aprender de sus errores.

Catherine habló tímidamente con Gorgon. “D-Don, ¿de qué se trata todo esto…?”

“Catherine, tal vez ese Rey… No, Sala del Cielo puede habernos hecho una ofrenda”.

“¡¿En serio…?!”

La Sala del Cielo habría estado loco por comenzar una pelea con la Compañía Gorgon, una de las compañías líderes en las Ciudades-Estado y que contaba con una amplia red comercial internacional. Si Gorgon así lo decidiera, podrían matar de hambre a la Sala del Cielo sin mover un dedo simplemente estableciendo un embargo clandestino de alimentos, armas y otros suministros.

“Al principio, pensé que podría haber sido una loca búsqueda de publicidad…” Se le ocurrió a Gorgon que la Sala del Cielo había ofrecido el Jack of All Trades como una muestra de buena voluntad hacia Gorgon. “Ya veo. Obtener nuestro favor es la forma más rápida y segura de expandir su influencia en el oeste…” Gorgon fácilmente podría eliminar cualquier competencia por la Sala del Cielo. Con el patrocinio dedicado de la compañía, la Sala del Cielo podría gobernar la industria mercenaria en el oeste. “¿Rey dejó a Jack allí después de derrotarlo…?” preguntó Gorgon.

“¡Sí, Don…! ¡Eso es exactamente correcto!” el hombre que había traído la noticia respondió desde lejos, aparentemente sabiendo que acercarse a Gorgon le daría un puñetazo en la cara.

“Ya me lo imaginaba…”

La reacción de Gorgon provocó cierta confusión en la sala. No entendieron por qué el Rey había enviado al líder enemigo solo para dejarlo en paz.

“Don, ¿por qué el Rey dejó libre a ese terrible Jack…? Esta vieja bruja no tiene ni idea.”

Gorgon se rio entre dientes. “Eso, Catherine, es un intento desesperado de llamar mi atención”. Con una sonrisa amable, Gorgon pasó a explicar detalladamente sus pensamientos a Catherine. Rey había mostrado sus habilidades al derrotar a Jack mientras amenazaba con mantener estas batallas si Gorgon daba una respuesta desfavorable. Con una exhibición espectacular de sus habilidades, la Sala del Cielo había enviado a su bestia más fuerte al viento, una poderosa amenaza respaldada por una gran confianza. Gorgon no pudo evitar sentir una sensación de aprecio por sus métodos brutales. “La habilidad, el momento, las agallas… Hay algo en ello…” Como un grupo de mercenarios de larga data, la Compañía Gorgon tenía que respetar una muestra de fuerza directa como esta. Era como si el Rey incluso estuviera declarando que la fuerza lo conquistaba todo y que ninguna otra virtud tenía valor.

“Ajax Kong. Encuentra y contacta al Rey en Euri”.

“¡Sí, Don!” Una mujer con la cara pintada siniestra se puso de pie de un salto e hizo una reverencia. Tenía una figura imponente, sus brazos lo suficientemente grandes como para ahogar fácilmente a un oso. De hecho, una vez había estrangulado a un monstruo con sus propias manos.

“Y un mensaje… Que aprecio mucho su fuerza y consideración. Eso debería ser suficiente para el Rey.”

“¡Sí, Don!”

“Pero ahora tenemos una cuenta que saldar. Nos ocuparemos de todas las plagas en nuestra ciudad, junto con cualquier remanente del Jack of All Trades”.

El mensajero fue enviado al Rey mientras Gorgon se movía para acabar con la compañía de Jack de una vez por todas.

Mientras tanto, Jack partió de la capital bajo la protección de sus hombres y fue llevado a la fortaleza que defendía la frontera norte entre Euritheis y Milk.

“Rey… ¡Bastardo…!” Jack rugió, incapaz de levantarse de su cama.

Incluso después de desatar su poder oculto, Jack había sido asesinado en el Coliseo. Con una audiencia tan grande, podía contar con el final de su gobierno. Muchos de sus propios hombres habían huido al ver su forma monstruosa. Si bien ya había sido temido como un monstruo de antemano, esto bordeaba la ironía.

“¿Cuántos luchadores tenemos…?” gruñó.

“Algunos han desertado, señor, ¡pero tenemos por lo menos dos mil…!”

Aquellos que todavía siguieron a Jack deben haber sido aquellos sin los medios para sobrevivir sin la protección de Jack.

“Llama a todas las fuerzas y colócalas en la frontera contra las Ciudades Estado. Gorgon no dejará pasar esta oportunidad…” Jack gruñó la orden. “Deberíamos tener dos mil en total. Movilizar el ejército nacional que aún está bajo nuestro control. Reagrupaos mientras luchan.”

“¡Sí, señor!”

Las órdenes de Jack nunca llegarían al ejército real de Euritheis, ya que el rey revitalizado pronto retomaría el control de la fuerza. Incluso los miembros del ejército que habían sido comprados por Jack se habían dado cuenta rápidamente de su caída. Esas hienas tenían un poderoso sentido del olfato cuando se trataba de poderes cambiantes; la victoria es una amante voluble. Como era la ley natural en la política, cuantas más vidas arruina alguien, menos espera que su propia vida se arruine.

“¡Rey…!” La mente de Jack estaba ocupada por el hombre con una sonrisa intrépida. Había reclutado astutamente a los residentes de los barrios bajos y luego a la audiencia del Coliseo. Antes de que Jack se diera cuenta, el Rey estaba paseando por la ciudad capital como un verdadero rey. Jack se había enfrentado a muchos adversarios formidables en su vida, pero nunca a uno tan descaradamente siniestro.

Acorralado en un rincón, Jack recurrió a su último recurso. “Solicitar refuerzos de la tribu Tungya…”

“¡¿Q-Quieres dejarlos entrar de Milk?!”

“He pagado a la tribu. Ahora ve.”

“¡Si jefe!”

Una vez que su subordinado se fue, Jack hizo una mueca de dolor. Si bien su destronamiento fue desafortunado para él, traería la liberación al millón de ciudadanos de Euritheis. La historia había demostrado una y otra vez que un puño de hierro siempre sucumbía ante un puño aún más grande.

Mientras tanto, una guerra diferente se gestaba en el pueblo de Rabbi: una gran batalla fraternal entre dos graciosas mariposas.

——El pueblo de Rabbi, Holylight.

Escoltado por Tahara vistiendo su esmoquin, Buttersauce Butterfly se paró en la entrada del pueblo. Para ser precisos, el rabino hacía tiempo que había superado su designación como pueblo. La rica Buttersauce había viajado a muchas ciudades importantes, pero nunca había puesto un pie en un lugar como Rabbi.

Es tan vasto… Como si no hubieran pensado en una frontera en absoluto. Las ciudades de este continente se diseñaron para aprovechar al máximo una cantidad limitada de tierra, por lo que los ingenieros civiles se esforzaron por abarrotar tantos negocios y residencias como pudieron en la tierra árida y escarpada. Rabbi, por otro lado, mostró un diseño de la filosofía opuesta. Los caminos del pueblo formaban una cuadrícula masiva, cada uno de ellos ridículamente ancho y pavimentado.

¿Están todas las calles empedradas…? No es de extrañar que no haya visto ni una sola nube de polvo… La vista del rabino era infinita y limpia. En cualquier otro lugar de Holylight, este pesado tráfico de carruajes habría cubierto de arena a todos los peatones y toda la carga. Buttersauce también evaluó con precisión que el suelo debajo del pavimento había sido aplanado, con una precisión increíble, tal vez para proteger a los peatones de lesiones y a los carruajes de daños. Construir una ciudad de esta escala aquí… ¿Los señores vecinos aprueban a mi hermana…? Buttersauce se dio cuenta de algo inquietante. La tierra siempre fue un recurso limitado, naturalmente vecino a otros territorios gobernados por otros señores.

Rabbi fue diseñado como si no hubiera territorios a su alrededor hasta donde alcanzaba la vista.

¿Esa hermana parroquial mía construyó un espacio tan liberador…? Buttersauce frunció levemente el ceño ante la amplia vista que tenía delante. Siempre había visto a su hermana como alguien que lamentaba la maldición de su familia, luchaba en vano para combatirla y organizaba fiestas extravagantes para consolarse, solo para comenzar una dieta infructuosa tras otra. Su hermana siempre le pareció tan hueca a Buttersauce, pero no pudo evitar sentir un cambio en ella, después de haber visto finalmente el pueblo. Hmph. Conociendo a mi tonta hermana, habrá muchos hilos sueltos. Buttersauce buscó un lapso en el asentamiento en expansión, negándose rotundamente a la derrota.

Había venido al distrito comercial donde las marcas más conocidas del país se alineaban en la calle, cada establecimiento con mucho espacio para moverse. Ni siquiera en la Ciudad Santa había visto tanto espacio abierto. Ese es McBonald, el famoso coleccionista. Allí está Bingo, el prometedor comerciante de Yahooo. ¿Incluso reclutó a Artemisa…? Buttersauce observó con calma la fila de signos reconocibles; las finanzas y la influencia de su hermana le permitieron invitar a cualquier establecimiento a abrir una sucursal aquí. Cuando vio el templo dorado y reluciente más adentro del pueblo, Buttersauce finalmente se sintió cómoda burlándose de su hermana. ¡Esa llamativa monstruosidad…! ¡Un símbolo perfecto de mi hermana! No sabía para qué era el edificio, pero era el polo opuesto de lo que ella consideraba hermoso. Mucha gente común e incluso nobles se enamorarían del encanto dorado de tal construcción, pero ella conocía el arte lo suficientemente bien como para ver que su glamour era simplemente manufacturado.

Tahara captó el cambio en su expresión y desvió su atención. “Señorita Butterfly, ese es el Bosque Curativo que vio antes”. Señaló el bosque que desprendía un aura casi divina, donde muchos aldeanos se acostaban sobre sus mantas a su antojo. El bosque albergaba a trabajadores, comerciantes e incluso a algunos nobles que disfrutaban de su té sobre una costosa alfombra. El Bosque Curativo curó varias dolencias con el tiempo, y la gente solo tenía que sentarse debajo de sus árboles para curarse. Los terrenos estaban abiertos a la clase trabajadora de forma gratuita, pero cobraban a los patrones de clase media una moneda de plata y a los patrones nobles una moneda de oro, lo que complementaba considerablemente la tesorería del pueblo. Muchos nobles viajaron de todas partes para experimentar el bosque milagroso por sí mismos.

“¿Una declaración contra la clase?” Buttersauce gruñó, viendo a personas de todos los rangos y estados felizmente relajarse y reírse unos con otros. Su primer pensamiento fue conmemorar la vista como una pintura… Lo cual la picó con una ligera pizca de derrota.

“¿Lo ve allí, señorita? Un anciano noble que sufría de dolor de espalda. Está perfectamente curado ahora, incluso lo suficiente como para recuperar su fuerza en sus dormitorios, según me han dicho.”

“Q-Qué estás… ¡No hables de esas cosas!”

“Perdóneme, señorita…” Tahara se encogió de hombros y sonrió de una manera que parecía la de un bromista. Ningún otro hombre se habría atrevido a decirle algo así a Buttersauce. “Déjame mostrarte la Fuente de la Curación, el nuevo punto caliente en nuestro pueblo”.

Buttersauce casi se burló de la palabra “fuente”, imaginando un agujero en el suelo en el que habían vertido un poco de agua. Sin embargo, ella lo siguió en silencio.

Sin embargo, pronto se encontró con la estructura auténtica e impresionante. “¡¿Qué… es esto…?!”

La fuente emanaba una luz cristalina, moviendo a Buttersauce hasta su centro. Esta fue solo una respuesta natural: el agua de la fuente siempre fluía y era siempre pura; gradualmente curó a su creador cuando lucharon en el área que lo rodea. Akira Ono tuvo la osadía de diseñar esta fuente para bombear eternamente agua mineral natural de los Alpes. La fuente incluso había generado algunos beneficios inesperados para este mundo, como mejorar la calidad de los alimentos y el alcohol que hacía uso de su agua.

“¡¿Cómo es esta fuente divina en el páramo del este…?!”

“¿Dónde está este páramo del que hablas?”

“¡¿Dónde—?!” ¡Aquí, por supuesto! Buttersauce habría gritado si todo a su alrededor no hubiera sido todo lo contrario a un páramo. Ella comenzó a divagar en su lugar. “Mi tonta hermana no podría haber… ¡Ella no entendería la belleza si la golpeara en la cara!” Era como una niña pequeña haciendo un berrinche; su idea preconcebida de su hermana había comenzado a desmoronarse, y eso era simplemente inaceptable. Se enorgullecía de crear belleza a través del arte, a diferencia de su hermana, que solo organizaba fiestas vanidosas.

“Estás bien. Yo no construí esta ciudad.”

Buttersauce se volvió hacia la voz que venía detrás de ella. No podía creer lo que veía. Un escalofrío gélido recorrió su columna vertebral mientras el sudor frío corría por su cuerpo, drenándola rápidamente del calor del mediodía.

“Ha pasado demasiado tiempo, hermana tonta…”

Buttersauce incluso odiaba su voz, que era tan retumbante y dominante como siempre, pero de alguna manera ahora agradable para los oídos. Butterscotch estaba casi irreconocible después de todo el peso que había perdido. El color se desvaneció de la visión de Buttersauce, su mundo se desgarró por las costuras. Su hermana, una vez tan montañosa como ella, ahora lucía una figura esbelta y deslumbrante, con los hombros caídos en una atractiva curva. Incluso tenía una silueta de reloj de arena, lo que hizo que Buttersauce quisiera estrangularla. Nadie más que la propia hermana de Butterscotch podría haber reconocido su post-transformación.

“¿Qué hiciste…?”

“No puedo oírte, hermanita. Habla, como siempre lo haces.” La señora se rio, pero no de forma maliciosa. Ya no tenía necesidad de malicia ahora que se sentía tan en paz. Incluso a su hermana, a quien una vez había cortado, se presentó con serena gracia.

“¡¿Qué hicisteeee?!” Buttersauce bramó, cargando contra Madam, quien abrazó la estruendosa carga con una encantadora sonrisa. Buttersauce agarró a su hermana por sus hombros enloquecedoramente delgados y la sacudió. “¡¿V-Vendiste tu alma a un demonio?! ¡Dime! ¡Dímelo ahora! ¡Cuéntameeeee!”

Incluso mientras gritaba, una parte de la mente de Buttersauce seguía siendo racional. Ella sabía que la maldición sobre su clan no podía ser levantada por una sola alma entregada a su demonio. Si esa fuera una posibilidad, ella misma lo habría hecho hace mucho tiempo. La familia Butterfly fue maldecida por una antigua variedad de demonio mucho más poderosa que la iteración actual de la raza. El territorio de Hellion se habría congelado antes de que tal maldición se rompiera. La transformación de Madam se extendió más allá de la pérdida de peso, y Buttersauce se había dado cuenta. La piel de su hermana estaba completamente libre de arrugas, iluminada casi hasta el punto de brillar. Incluso su cabello estaba en otro nivel, como si un maestro artista hubiera pintado cada mechón con un brillo delicioso. Se partía como la seda cuando se tocaba.

La señora volvió a reír. “¿Demonio? ¿Es ese tu primer pensamiento? Qué patético, hermana”. Esta vez, ella se estaba burlando abiertamente.

“Le di mi alma al Señor Demonio. El que gobernó la noche en los días de antaño…”

“¿Demonio—?!”

La señora quitó las manos de su hermana de sus hombros y comenzó a alejarse. Buttersauce tuvo que admitir que, incluso desde atrás, Madam exudaba un encanto reservado solo para mujeres en su mejor momento. Volvió la cabeza hacia Buttersauce. “Sígueme. Te daré un recorrido por su mundo.” Sus ojos brillaban poderosamente.

Buttersauce tembló, tanto por esta abrumadora sensación de derrota como por la extraña sensación de que todo lo que alguna vez supo que era verdad se estaba desmoronando.

Aprovechando la oportunidad, Tahara colocó una mano sobre su pecho y extendió la otra. “¿Por qué no te relajas en las aguas termales, Buttersauce?” Eliminó la formalidad de servicio al cliente de su tono.

Esta descarada intrusión en su corazón sacudió aún más a Buttersauce. ¡Cálmate…! Todo esto es una ilusión. ¡Debe estar usando un objeto mágico otra vez! Tuvo que armarse de valor solo para permanecer de pie. Habiéndose estabilizado, Buttersauce permitió que Tahara la acompañara al complejo de aguas termales, mientras la frase “Señor de los demonios” resonaba en su mente. ¿Se ha vuelto loca mi hermana…? Pero su cuerpo…

¿Estoy seguro de que era una ilusión? Cualquier noble acomodado como Buttersauce usaba un objeto poderoso para desviar la magia que afectaba el estado mental. Después de todo, la nobleza no podía darse el lujo de hacer tratos basados en ilusiones. En el caso de Buttersauce, era un arete sutil. Mi objeto mágico no reaccionó… ¿Podría ser que ella realmente perdió tanto peso? La transformación irreconocible de su hermana, la fuente increíblemente grande en el páramo del este, un bosque con un brillo divino y un templo dorado que parecía eclipsar y burlarse del sol…

El hombre rumoreado que se hace llamar el Señor Demonio… ¿Realmente es el Señor Demonio? Era un pensamiento ridículo que cruzó su mente. Después de que su hermana afirmara que él era el gobernante de la noche, debería haber llamado a un médico de inmediato. Sin embargo, Buttersauce tenía alguna razón para considerar el reclamo de su hermana. La caja de música… Y el Anillo del Ángel… El primero había sido vendido para McBonald en una subasta, y ella misma lo había ganado. En ese momento, le dijeron que el artículo se originó en un hombre que se hacía llamar el Señor de los Demonios, pero ella lo había descartado como un cuento para alentar las ofertas en la subasta. Al presionar a McBonald para obtener respuestas, la única otra descripción que dio del misterioso vendedor fue que era “un caballero del otro lado del mar”. Y en cuanto al Anillo del Ángel… Un rumor desesperado e inverosímil que comenzó la Santa Iglesia… Eso es todo lo que se suponía que era… Ella había asumido que era propaganda de la Iglesia para recuperar su menguante apoyo. Lo último que esperaba era que el vendedor fuera el Señor Demonio de buena fe.

Un pensamiento aterrador se deslizó en la mente de Buttersauce en este momento: rumores, rumores, rumores… Muchos, incluida ella misma, se habían reído de estos cuentos.

Ahora que había visto una aldea desolada transformada y su hermana reconstruida, el rumor del Anillo del Ángel parecía más cercano a la realidad que a la ficción. Y, si lo fuera, estos hechos sacudirían los cimientos de Holylight. Todo ha sido pintado mientras nos reíamos de esto… Buttersauce describió, fiel a su naturaleza artística.

Ella comenzó a pintar un lienzo mental con su imagen del Señor Demonio por primera vez. Se imaginó a un hombre temible, llevando a la Doncella Sagrada Luna en un brazo ya su hermana Butterscotch en el otro. Si todos los rumores eran ciertos, era seguro asumir que la Doncella Sagrada White también estaba bajo su control. ¿Podría realmente ser… Lucifer? El ángel caído de negro que desafió a la Gran Luz y fue desterrado del Cielo… El mismísimo Señor Demonio que gobernó la noche en la antigüedad. Si tal ser ha regresado a nuestro mundo ahora…

Como para respaldar aún más su conclusión, apareció una estructura asombrosa: una con una arquitectura completamente desconocida para ella. El edificio fue diseñado como cualquier ryokan de alta gama, pero no había arquitectura oriental en este continente. Buttersauce no pudo evitar sentir algo, moviendo su espíritu artístico. El techo… Parece escamas de pescado… Es hermoso. Las tejas azules que refractan la luz del sol deben haberle recordado el océano. Alcanzó su cuaderno de bocetos cuando una extraña melodía en su oído la congeló donde estaba.

“¿Eso es una campana…? No.…” Las notas misteriosas parecían resonar

en su corazón en lugar de en sus oídos, algo que le recordaba a una caja de música atesorada.

“Un carillón de viento”, respondió la señora, cerrando los ojos.

El sonido familiar llevó a Buttersauce a un día de verano en el pasado distante. Ella y su hermana se habían escapado de su mansión para robar una sandía del campo y comérsela. En esta escena de su infancia, sus rostros estaban manchados con semillas de sandía mientras se reían inocentemente.

“Tu cara incluso tenía la forma de una sandía en ese entonces”, dijo la señora como si hubiera echado un vistazo a la mente de su hermana.

“Esa es la olla llamando a la tetera…” Buttersauce no pudo terminar la oración mientras miraba a su hermana ahora. Pensó que rechinaría los dientes hasta convertirlos en polvo.

Por su parte, la Madama hizo algunas advertencias sobre etiqueta: quitarse los zapatos al entrar, usar su voz interior, no tocar las obras de arte expuestas… Como si fuera una niña de excursión.

“¡No te atrevas a patrocinarme…!”

“Pensé que causarías una escena si no te advertía”.

“Sabes cómo ponerme nervioso, ¿verdad?” Buttersauce gruñó. No habría mostrado sus emociones tan groseramente con nadie más. Extrañamente, fue una muestra de su cercanía.

“¡Bienvenida, señorita Butterfly!”

Buttersauce casi gimió ante la advertencia que acababa de recibir, mientras Kyon y Momo en trajes de conejo la saludaban. El atuendo revelador y la atmósfera encantadora casi la hacen estallar. Las chicas eran tan adorables que sintió odio por su propio ser. ¡Manteniendo a estas mujeres en la puerta…! Con lo miserable que la hicieron, tuvo que admitir que su hermana le había dado un golpe muy efectivo si esa era su intención.

“¿Cuánto tiempo vas a estar parada en la entrada, hermana tonta?” “… Perra”, escupió Buttersauce y siguió a su hermana.

Las puertas de cristal transparente se abrieron solas para dar la bienvenida a la pareja. Buttersauce examinó las sencillas puertas automáticas, buscando otro de los trucos de su hermana, pero tan pronto como entró, se encontró con un interior increíble. El piso completamente pulido brillaba como un espejo, por lo que Buttersauce no tuvo más remedio que seguir la orden de su hermana de quitarse los zapatos. Había varios estampados de telas teñidas cubriendo el pasillo y la relajante melodía de un arpa japonesa provenía del vestíbulo principal. Cada detalle era de otro mundo.

En preparación para la llegada del estimado invitado, el personal sacó tapices de varios patrones no vistos en este mundo (karakusa, botanryu, hittazakurachirashi) en una exhibición maravillosa.

Tahara sonrió cuando vio a Buttersauce en éxtasis. Incluso había colgado faroles que brillaban con luz ámbar por todo el complejo, enfatizando la estética oriental. Si bien Tahara no tenía conocimientos de arte, podía diseccionar las mentes de las personas como un cirujano haría con el cuerpo humano. Mientras muchos nobles exclamaban en el casino, él se dio cuenta de que un artista como Butterfly preferiría algo de wabi-sabi. Su trampa fue efectiva… Quizás demasiado efectiva.

“Este es el sakura, ¿no? Lo he visto en las Ciudades Estado…

Espectacular…” Buttersauce murmuró.

El plan de Tahara de acompañar a Buttersauce a las aguas termales mientras la hacía disfrutar del ambiente oriental estaba a punto de enfrentarse a un obstáculo inesperado.

“Me pregunto qué es este símbolo blanco. Un remolino blanco sobre un fondo verde… ¿Será? ¡Es el océano!” Buttersauce permaneció inmovilizado en el pasillo. Rápidamente sacó su cuaderno de bocetos y comenzó a dibujar con la boca entreabierta como si el resto del mundo se hubiera desvanecido.

El tiempo transcurrió en silencio… Cinco minutos… Diez minutos… La concentración histórica de Buttersauce duró una hora.

“¡Es un bosque, no un océano!” finalmente dijo. “Es una hoja y una rama…” Tahara la observó y pensó: Es demasiado golpe. Manami es un ángel.

La Señora observó a su hermana y pensó molesta, ya quiero ir a disfrutar de las aguas termales.

Sabiamente, ambos se mordieron la lengua, seguros de que Buttersauce se amotinaría si la molestaban o la sacaban a la fuerza de la obra de arte.

“Ese es un tigre en esa pintura gigante allí… ¿Durmiendo debajo de un pino? ¡Qué inspirador…!”

Una pintura más ambiciosa que combinaba dos lienzos llamó su atención. El tigre fue dibujado con trazos agresivos, pero parecía estar durmiendo tranquilamente. El adorable contraste finalmente trajo una sonrisa a la cara de Buttersauce. Al momento siguiente, su sonrisa se congeló. La obra maestra de una generación había sido destrozada, los niños salían corriendo de entre las dos piezas.

“¡Tron! ¡Te lo dije, no puedes correr en los pasillos!”

“¡No puedes atraparme, Aku! ¡No tú o esos niños entrometidos!”

Aku y Tron habían atravesado la pintura en el proceso de su juego.

Mientras Buttersauce se quedó congelada, la señora sonrió suavemente y acarició el cabello de las niñas. “Ustedes iluminan mi espíritu, ustedes dos”.

Sacó dos monedas de oro de su bolsillo y le dio una a cada uno; era una pequeña fortuna para la mayoría de las personas en este mundo, pero era una cantidad aceptable de cambio de bolsillo para los niños a los ojos de la señora.

Tron no parecía entender el valor de la moneda, a diferencia de Aku. “¡N-No puedo aceptar tanto dinero…!” ella tartamudeó.

“Sí lo harás. Come mucha buena comida y usa mucha ropa buena. Eso lo complacerá.”

“¿Qué…? Hmm…”

“Pequeña Aku, eres una princesa. El Señor Demonio tiene un lugar especial para ti. Mejórate cada día para no terminar llorando.”

“¡S-Sí…!” Aku estuvo de acuerdo, con las mejillas sonrosadas.

Tahara asintió con la cabeza. Teniendo en cuenta lo importante que parecía Aku para el Señor Demonio, debe haber tenido un potencial increíble. Vigila a Tron también, como otra chica a quien el Señor Demonio había descubierto por sí mismo.

Después de que las chicas se fueron sonriendo, Buttersauce tembló, como si saliera de un shock. No entendía lo que su hermana les estaba diciendo a las niñas, pero ciertamente no se trataba de arreglar la obra maestra cortada.

“¿Qué estás haciendo? El cuadro… El tigre…”

La Señora cerró silenciosamente el fusuma, reuniendo ambas mitades del cuadro.

“¡¿Qué demonios estás haciendo?!” gritó Buttersauce, indignado y con los ojos llorosos. “¡¿Por qué cortarías una pintura como esta?! ¿Para hacer una puerta?”

La señora respondió a esto con bastante compostura, ya que esperaba la reacción de su hermana. “Solo conoces la belleza en la superficie. Siempre tuviste demasiado miedo para cavar en el barro, para que se rieran de ti. ¿Encontraste lo que defines como belleza después de excluir a todos y renunciar a vivir como una dama?” La Señora no esperó respuesta y reanudó su camino hacia las termas. “Mi hermana cobarde… Eres como el tigre. Tienes miedo de que te partan en dos, así que nunca te abres. Solo necesitas acercarte. El mundo se abrirá para ti”.

Viniendo de su hermana, el duro comentario resonó en Buttersauce, especialmente porque la compararon con la pintura magistral. “Yo… no me rendí”, murmuró. En lugar de tratar de hacerse hermosa, se había esforzado por crear belleza. Aun así, ella fue quien cerró la puerta al mundo. Mientras tanto, Butterscotch había abierto su puerta de par en par, sumergiéndose en la alta sociedad. Buttersauce había perdido todas las palabras para una refutación.

“Yo…” Buttersauce tartamudeó. Había sido golpeada con una revelación impactante tras otra desde que se reunió con su hermana.

Ahora, Tahara intervino. Aunque no habían coordinado sus roles de antemano, él y la señora tenían una coordinación excelente, alternando policía bueno y policía malo, como para romperle el corazón y abalanzarse para reclamarlo. Los dos eran inteligentes, de cabo a rabo. Con el poder y el dinero agregado detrás de ellos, estos gobernantes de Rabbi ya habían crecido más allá del control del Señor Demonio.

Tahara habló alentadoramente. “La vida es una bolsa mixta, ¿no es así? No puede ser todo malo. Tú, al menos, tienes un camino que tu hermana allanó antes que tú. El hecho de que puedas seguirlo es un privilegio reservado para la familia, ¿eh?” Le dio una palmada a Buttersauce en la espalda.

Estaba furiosa. ¿Cómo se atrevía a tratarla así a ella, la reina de las artes? “T-Tú… ¿Quién crees que soy?”

“No. Eres igual que cualquier mujer alrededor.”

Buttersauce se estremeció ante su insolencia, pero Tahara hablaba en serio. Para bien o para mal, vio a todas las mujeres, excepto a su hermana, simplemente como un conjunto de puntos de datos: sus habilidades y alianza. Incluso las hermanas Butterfly, que eran dos de las celebridades más destacadas de Holylight.

“Solo síguela, ya. Es lo que hacen los hermanos menores”.

“¡Ella simplemente nació un poco antes que yo!”

“Exactamente. Eso te convierte en la hermana pequeña. ¿De qué hablas?” Tahara sonaba genuinamente curiosa. Una hermana menor, a sus ojos, era alguien a quien proteger, sin importar las circunstancias. Vio cualquier relación entre hermanos como anormal si una hermana menor no estaba protegida por su hermano mayor.

Buttersauce miró la espalda de Tahara por un momento antes de comenzar

“O-Oye, dónde estaba este jarrón—” “Sigue así. Vamos.”

Buttersauce trató de detenerse en cada cuadro, jarrón y arreglo floral, pero Tahara la obligó de la mano hacia las aguas termales, para que no las mantuviera de pie en el salón durante horas y horas.

“¿Caballeros y damas…?” Buttersauce leyó los letreros en la partición del vestuario.

“Algún tiempo de hermana de calidad, ¿eh?” Tahara la empujó al vestuario.

Cada accesorio del edificio le había robado los ojos como si estuviera caminando a través de una nave espacial.

“Te tomó bastante tiempo, hermana tonta”. La señora ya se había desvestido y doblado su ropa en un cesto de paja.

Había taquillas en el vestuario, pero eran completamente inútiles. Los clientes del balneario de aguas termales eran magnates elegidos personalmente por la señora, y ninguno de ellos se preocupaba por los pequeños robos aquí.

“¿C-Cómo conseguiste… esa piel…?” Buttersauce gimió una vez más. Ahora que su hermana estaba desnuda, se vio obligada a prestar atención a su tez clara y clara.

“Este es el paraíso de una mujer. Sígueme”, declaró la señora con total confianza que enfureció aún más a Buttersauce. Se quitó la ropa y la siguió.

A través de la puerta de al lado, fiel a la predicción de su hermana, Buttersauce fue recibida por un mundo completamente nuevo.

“¿Qué es esto, vapor…? ¿Agua caliente? ¡¿Qué?!”

“¿Por qué no dejas de gritar y te enjuagas la arena?” sugirió la señora con calma, habiendo experimentado este tipo de reacción. Aun así, sus labios se curvaron para la ocasión especial de mostrar a su hermana.

“Esto se llama ducha. Todo lo que tienes que hacer es presionar este botón

• produce agua caliente infinita”.

“¿Agua caliente infinita? ¿Has perdido la cabeza…? ¡Whoa!”

El potente chorro de la ducha enjuaga Buttersauce con una sensación revitalizante.

En Holylight, sumergirse en agua era un lujo, incluso para los nobles. Los plebeyos solo se limpiaban con un paño húmedo, y los pobres solo limpiaban cuando llovía. Era impensable desperdiciar agua de esta manera.

“Cuánto tiempo vas a… ¿Cómo sale agua caliente de esta cosa?”

“Mira alrededor. En el mundo del Señor Demonio, el agua es simplemente infinita.”

“¿El mundo del Señor Demonio…? Tu estas…”

En realidad, como había dicho la señora, el agua caliente estaba en todas partes, llenando una palangana gigante, tinas de piedra y hasta grandes jarrones por cualquier motivo. Peor aún, había filas y filas de boquillas de ducha. Si todos produjeran la misma cantidad de agua caliente, Buttersauce no podía imaginar cuánto costaría mantener este lugar.

“Vamos. Hay un baño que creo que te gustará. Un considerado regalo del Señor Demonio.”

“Un regalo…” se burló Buttersauce.

Pronto llegaron a la sección de baños de hierbas. Normalmente, se rotaban cinco infusiones diarias; hoy, los baños eran Bosque Verde y Rayo Amarillo. El primero era un baño de tranquilidad, que recordaba a un bosque ventoso, mientras que el segundo era un baño más activo que estremecía los sentidos de quien se mojaba. Los baños de hierbas fueron un gran éxito entre las esposas nobles, tanto como el spa de piedras calientes y los baños de jarrones.

“El color no está mal… ¡Oooh!” Buttersauce entró en el agua de su color favorito, amarillo. Tan pronto como se hundió, todo su cuerpo comenzó a vibrar sutilmente. No como si fuera el impacto tecnológico de un baño eléctrico, sino un rayo mágico de energía que desenrollaba el núcleo de uno. Buttersauce no pudo evitar cerrar los ojos ante la agradable sensación. Akira Ono lo había descrito como la vibración de un tren o un autobús con efecto soporífero. Como si eso no fuera suficiente, una almohada metálica con un sistema de circulación de agua fría le dio ganas de quedarse dormida en ese mismo momento.

“Puedes irte a dormir, ya sabes”, dijo la señora, luciendo eufórica ella misma.

Buttersauce casi siguió la sugerencia de su hermana, pero decidió que eso significaría la derrota y salió del agua. “¡N-No voy a dormir! ¡Todo esto es un truco de todos modos!”

“Tú y la pequeña Luna. Ambas están tan ansiosas…” La señora también se puso de pie, con una leve sonrisa, mirando a su hermana como si fuera una niña con una rabieta. En cierto modo, la mirada en el rostro de su hermana provocó en Buttersauce una peor sensación de derrota que sucumbir a la comodidad de la bañera. “Tengo otro lugar que sería perfecto para ti”, agregó la señora.

“¡Cállate la boca! ¿Qué es este lugar, de todos modos? ¡Algún tipo de ilusión que un estafador que se hace llamar el Señor Demonio conjuró con magia incompleta! ¡Nada de esto es posible!”

“Deja de alejarte de la realidad”. La señora estaba perfectamente tranquila sin una pizca de ira o tristeza en su voz. Este era el lugar donde había roto su maldición ancestral; ningún otro lugar era más real para ella.

“Ven, sígueme.”

La señora tomó a su aturdida hermana de la mano y la llevó al área de la sauna que albergaba varios tipos de habitaciones, incluido el popular en la Tierra jjimjilbang. Específicamente, la señora había elegido la cámara de gemas para llevar a su hermana.

“Acuéstate aquí”, ordenó.

“¡E-Está oscuro! Espera un minuto… ¡¿Qué es esta piedra?!”

Sin iluminación, la habitación estaba llena de vapor suave y oscuridad. Tampoco yacía sobre gemas ordinarias, sino sobre un lecho de gemas medicinales: ágata, cristal negro, madera petrificada, turmalina, ónix verde, germanio negro, amatista y más.

“¿H-Haciendo una cama de joyas…? No puedes ser—” “Tranquila.”

Por supuesto, las piedras hicieron más que verse bonitas. Emitían frecuencias electro UV que reducían el estrés y aumentaban los poderes curativos naturales del cuerpo. Estos aliviaron suavemente el dolor de Buttersauce en el cuello, los hombros y la espalda.

“Esto se llama una cámara de gemas. Mira hacia el techo.”

“¿El techo…? ¡Oh!” Buttersauce miró hacia la interminable extensión de estrellas en el techo.

El techo representaba el universo observable, otro de los diseños inútilmente intrincados de Akira Ono. Era un cielo nocturno mágico cuyas constelaciones cambiaban con el tiempo.

“Un lecho de joyas y un cielo lleno de estrellas… Glimmer es lo único que encontrarás aquí”.

“¿Cómo podría esto…? ¿Cómo es esto…?”

Las estrellas formaron constelaciones, mostrando cometas ocasionales e incluso impresionantes auroras boreales.

“¿Qué es este lugar?… No entiendo…” Las lágrimas brotaron de los ojos de Buttersauce mientras yacía en un lecho de joyas, sintiendo un pulso curativo recorrer su cuerpo mientras observaba cómo la galaxia se extendía sobre ella. Para el líder del mundo del arte, esta fue una experiencia demasiado perfecta.

“No necesitas entender nada. Este mundo pertenece al gobernante de la noche…” El comentario de la Señora era demasiado apropiado para el espacio en el que se encontraban. No fue calculado esta vez, pero el efecto de invocar al ángel caído en un espacio que iluminó todo el universo fue increíble.

“E-Él realmente existe… Lucifer…”

“Así es. Y todo lo que dice… se hace realidad”.

“¿Se vuelve realidad…?”

“También dijo… Hay algunos grandes enemigos de la belleza, pero todos cederán ante el trabajo duro y la dedicación”.

Antes de este día, Buttersauce se habría burlado de tal comentario. Ninguna cantidad de trabajo duro o dedicación había cambiado nada para ella, razón por la cual había tomado un camino diferente en la vida. Pero, ahora que había visto a su hermana transformada y experimentado este espacio místico, las palabras le sonaron de manera diferente.

“Mi querida hermana. Es hora de que derrotes a tu mayor enemigo. Tú misma.”

Ahora que el antiguo demonio que maldijo al clan Butterfly se había ido hace mucho tiempo, la única batalla que le quedaba a Buttersauce era, de hecho, una larga y dura contra ella misma.

Buttersauce entendió esto ahora. “¿Tendré… suficiente tiempo…?” Ella sollozó.

“¿Tiempo…? Nuestras vidas van a comenzar hoy”, susurró la señora con total confianza mientras continuaba mirando las estrellas arriba. Estaba decidida a brillar aún más que ellos.

Era natural que al Señor Demonio le hubiera gustado la Señora. El hombre que había construido el resplandeciente imperio tenía una gran afinidad por aquellos con determinación. Tenía una debilidad en su corazón por personas como la heroína desinteresada Luna, que creó sus propias oportunidades, y Aku, que sobrevivió sola a pesar de su discapacidad.

“No puedo esperar a su regreso”, agregó la señora.

“Sí… Me encantaría conocerlo. Tengo muchas preguntas.”

Uno podría preguntarse qué pensaría el Señor Demonio de todos estos comentarios. En cualquier caso, las hermanas Mariposa hicieron una reconciliación histórica dentro de este microcosmos de joyas y estrellas.

Mientras el pueblo de Rabbi continuaba expandiendo su influencia, el hombre que gobernaba la noche (lo que sea que eso realmente significara) estaba lidiando con una samurái borracha, un vergonzoso contraste como de costumbre.