NIER Automata Long Story Short (NL)

Volumen 1

Capítulo 8: Historia de 9S – Peregrinación

Parte 3

OTRO LADO “A2” 

“Buenos días, A2”

En el momento en que abrí los ojos, me desconcertó el saludo de la caja rectangular. Pensé que todavía estaba soñando. Pero he visto esta caja parlante antes. Cuando conocí a los números 2 y 9 en el castillo del bosque, esta caja flotaba junto a ellos. Había transmitido esa voz repugnante. Esa mujer que decía lo que quería, que yo era un traidor y que era un androide peligroso.

Sólo de pensarlo me molestaba, así que planeaba ignorar la caja.

“Soy la unidad de apoyo Pod 042. Ayudaré al androide A2 de YoRHa con apoyo de artillería”

“Yo no pedí eso”

“Afirmativo: No he recibido ningún pedido de A2. Esta acción fue dirigida por el usuario anterior, 2B, como directiva final”.

“No te preocupes por eso”

“El androide A2 de YoRHa no tiene derecho a declinar.”

Finalmente me cansé de resistirme y dejé que la caja hiciera lo que quisiera. Pero en realidad era una caja inútil en términos de su llamado “Soporte”. Cuando le pregunté sobre la identidad de la extraña estructura que induce a la fisura, lo único que dijo fue:

“No está claro, pero se especula que es obra de las máquinas”.

Incluso cuando le pregunté sobre el paradero del cadáver de 2B o 9S, se hizo eco de “Incapaz de responder”.

En todo caso, su función de artillería fue útil. Como no tenía los medios para realizar ataques de largo alcance, diversificó convenientemente mis maniobras de ataque, aunque estaba harto de que tratara de actuar como si me hiciera un favor, diciendo cosas como:

“Recomendación: Agradecimiento a esta unidad de apoyo por proporcionar al usuario las capacidades de ataque de largo alcance”.

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Estaba furiosa. Me enfurecí perpetuamente con las máquinas que mataron a mis camaradas. Tanto que no pude contenerme para no matarlos. Por eso, cuando conocí a este, había planeado matarlo inmediatamente. Declaré:

“Te haré pagar por el pecado de matar a mis camaradas”.

“¿Es eso cierto? Entonces no se puede evitar, si al hacerlo te apacigua”.

A pesar de ser una máquina, así es como respondió, con una dicción sorprendentemente sofisticada. Estaba inclinando ligeramente su cabeza, esperando pacientemente a que mi espada fuera bajada. Un sentimiento un tanto inquietante me invadió.

“¿No vas a matarme?”, preguntó con una voz desconcertada.

“Cállate”, le dije, espantando a la gente.

Me informó que se llamaba Pascal, y después de decir “Muchas gracias”, se fue volando.

¿Gracias? ¿Una máquina que usa palabras de gratitud? ¿Una máquina de poca monta?

Me molestó aún más… que perdonara a una máquina.

***

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“No. 2… Estás viva”

La reacción de Anemone a nuestro reencuentro fue tal como me imaginaba: que Anemone pondría la misma cara que yo cuando descubrí que Anemone seguía viva.

Yo vivía con la culpa de que era la única que sobrevivía de mis compañeros. Es muy probable que Anemone se haya sentido de la misma manera.

Anemone y yo habíamos llevado a cabo una misión juntas. Fue durante el plan de destrucción del servidor enemigo, en Oahu, en el Pacífico. Fue una batalla también conocida como el Ataque de Descenso de Pearl Harbor. Allí, tanto Anemone como yo perdimos aliados. Enviamos lo que parecía un sinfín de solicitudes de rescate al Comando. Pero ninguna fue reconocida, y nuestros camaradas cayeron uno por uno. Finalmente, yo había perdido a todos mis camaradas en el escuadrón YoRHa, y Anemone había perdido a todos sus camaradas en la resistencia. En ese momento Anemone y yo habíamos estado operando por separado, y ambos debimos asumir que éramos los últimos en pie.

Entonces descubrí la verdad y hui del campo de batalla.

El comando había estado planeando abandonarnos desde el principio. Éramos una flota experimental con el propósito de proveer datos de batalla hasta que el último miembro muriera.

Parecía que Anemone no era consciente de este hecho. Eso fue mejor para ella. Si se enterara, no sería capaz de perdonar. No podría perdonar al Comando, que abandonó despiadadamente a sus tropas en el frente.

“Así es, No. 2. Hay un YoRHa que es idéntica a ti. Su nombre es 2B, y…”

“Ella murió” “¿Qué?”

“La maté. Fue infectada por un virus lógico”

“Ya veo”

Anémona se quedó en silencio. Ella estaba siendo considerada, y yo estaba agradecido. Anemone y yo habíamos ejecutado a compañeros infectados por virus lógicos. Para minimizar su miseria y permitirles morir mientras tenían el control de su conciencia… por eso los matamos. No había palabras que pudieran consolarnos.

Percibiendo que probablemente era mejor terminar las conversaciones sobre el pasado, decidí ir directo al grano. Le pregunté si podía prescindir de un filtro de combustible. Mi filtro estaba obstruido por la lucha en el desierto.

Hasta ahora, había estado buscando partes de los cadáveres de mis perseguidores cuando necesitaba reparaciones o reemplazos. Las piezas no eran específicas de mi chasis, así que me veía mal, pero funcionalmente no había ningún problema.

Pero ahora todos los androides YoRHa fueron infectados por el virus. Si utilizara una parte infectada, yo también estaría infectado. Por eso decidí pedirle un favor a mi viejo conocido.

Pero el campo de la resistencia estaba agotado. Si no era capaz de conseguir el papel aquí, no había ningún otro lugar al que pudiera ir. Mientras debatía sobre qué hacer, Anemone sugirió algo increíble.

“El pueblo de Pascal hace filtros de combustible, así que deberías ir a comprarle uno”

“Pascal…”

“Ah, ya lo conoces” “¡Un enemigo!”

“Su pueblo es una excepción. No nos harán daño”

“Pero… aun así…”

“Formamos una alianza con ellos, e intercambiamos recursos cuando es necesario. Si necesitas algo, no tienes muchas opciones. Y…”

“¿Y?”

“No somos tan despiadados como para matar a los enemigos que se encuentran bajo banderas blancas”.

Aunque fuera Anemone la que hablaba, no sentí que pudiera seguir este consejo en particular… pero…

“Advertencia: Un filtro de combustible defectuoso puede causar problemas graves durante la combustión del combustible. Recomendación: Reemplazo inmediato”.

Ya lo sabía. A este ritmo, me vería perjudicado en la batalla. Ya podía sentir algunos impedimentos en las actividades normales también.

Mis articulaciones estaban rígidas y eran difíciles de mover. Como resultado, me drenaron de sólo caminar. También me dolía la cabeza. Al principio sólo había un dolor sordo en mi sien izquierda, pero que finalmente se extendió a la espalda y a la parte superior de mi cabeza. El dolor creció hasta el punto de palpitar como si hubiera un trozo de metal dentado retorcido en mi cráneo.

“Determinó las coordenadas de la colonia liderada por la Máquina Pascal. Ubicación marcada en el mapa”.

Me sentí invadida. Me habían leído como a un libro. Había pensado en visitar la aldea, si había alguna posibilidad de evitar ser inútil en la batalla. Anemone había dicho que esto era una “excepción”, así que tal vez yo también podría hacer una excepción…

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Era un pueblo lleno de máquinas. Era espeluznante ver máquinas que no atacaban a primera vista, y a su vez yo tampoco podía  irritarme  para  destruirlas.  No, probablemente estaba reacio a sacar mi espada porque no me sentía bien. Tenía que ser eso.

“Eres la persona que… Gracias por perdonarme en aquel entonces.”

Rara vez vi una máquina dos veces, porque eso significaba que no había podido matarla. Pero nunca me había dado las gracias. Tal vez fue por eso, pero incluso cuando Pascal preguntó con un desconcertado, “Uhm…” Todavía estaba demasiado asombrado para hablar. Entonces, de repente, la caja que estaba a mi lado empezó a cotorrear.

“Explicación”: El filtro de combustible del androide A2 de YoRHa está dañado. Acción: Obtuvo información del líder del campamento de la resistencia, Anemone. Objetivo: Visitar esta región para adquirir el filtro. Solicitud: Filtro de combustible”.

“Ah, ya veo. Así que ese fue el caso. La cosa es que ahora mismo estamos fuera de la corteza rígida que usamos para crear filtros. Recientemente ha habido máquinas violentas alrededor del área de cosecha”.

“Afirmativo: Recogida y entrega de corteza rígida”.

La caja ha explicado la situación y ha negociado por su propia cuenta. Estaba muy molesto, pero mi condición por el filtro dañado estaba empeorando. No tuve más remedio que cooperar y recuperar la llamada corteza rígida.

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“Informe: Se determinó que la hostilidad hacia la máquina promotora de la paz, Pascal, era ineficaz desde el punto de vista de los costes y beneficios. Recomendación: Iniciación inmediata de una relación amistosa”.

“¿Amistoso? Tienes que estar bromeando”.

¿Promoción de la paz? ¿Qué sabía una Máquina sobre la paz? Esto fue sólo una excepción. Esto fue una emergencia debido a un accidente imprevisto. No tenía intención de seguirle la corriente y ser “amigo” de una máquina.

Por eso le dije a Pascal, “Te ayudaré si necesitas algo”, después de que regresé a mi condición normal. Si no hiciera nada a cambio, estaría en deuda con una máquina.

“En realidad, hay algo en lo que puedes ayudarme. Recientemente, una violenta máquina ha estado secuestrando a los niños de su patio de recreo. Pido disculpas por ser tan descarado, pero me gustaría que te deshicieras de esa máquina. Eres la única con la que puedo contar. Por favor.”

Pensar que una Máquina me pediría que exterminara otra Máquina. En cualquier caso, destruir la supuesta “Máquina violenta” no fue un desafío para mí. Era conveniente para mí que pudiera pagar mi deuda tan fácilmente.

“¡Ah, muchas gracias! ¡Te deshiciste de ese robot por nosotros! Por favor, acepta esta humilde recompensa. Ahora, ahora, no seas tímido!”

Había destruido la Máquina para pagar mi deuda, pero esta recompensa me endeudó una vez más. No importaba cuantas veces tratara de declinar, o dijera que no estaba tratando de ser cortés, Pascal seguía llenando mis brazos con pociones y materiales.

“Somos defensores de la paz. Despreciamos la lucha, así que construimos este pueblo. Pero desde que desechamos nuestras armas, no hemos tenido los medios para defendernos de enemigos poderosos”.

La Máquina en el área de cosecha de la corteza rígida, y la “Máquina violenta” que acababa de destruir, cayeron bastante rápido a mi espada. Las máquinas de esta aldea no pudieron defenderse de enemigos de tal calibre. Las máquinas, responsables de la muerte de mis compañeros, estaban siendo aterrorizadas por la amenaza de otras máquinas. La vista de eso fue extremadamente extraña, cómica, e incluso triste en cierto modo… ¿Triste? ¿Por qué iba a pensar que era triste?

“Dentro de la aldea, hay individuos que creen que la mejor manera de perpetuar la paz es destruir a todos nuestros enemigos… A2­san, ¿qué debemos hacer?”

“No lo sé. ¿No deberías ser tú, Pascal, el que decida eso?”

No tuve respuesta. Por eso había redirigido rápidamente la pregunta hacia él. Destruir a los enemigos en nombre de la paz… Era hipócrita. No se me ocurrió ninguna respuesta. Pero… Pero yo…

“A2­san. Si te parece bien, deberías quedarte y explorar un poco el pueblo. Quiero que sepas más sobre este pueblo”.

Le dije a Pascal que lo haría si me apetecía, y le di la espalda. Ya estaba fuera de la aldea antes de darme cuenta de que había olvidado devolver la recompensa.

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“¡O­Oye! ¡H­H3rm4na!”

“¡¿Hermana?!”

“¡Juguemos! ¡Juega con nosotros!”

“No tengo tiempo para jugar con las máquinas”.

“¡N00! ¡Jueg4! Jueg4 con n0sotros!”

Tan pronto como puse un pie en el pueblo, fui invadido por los mocosos. Volví porque me sentía culpable de no haber devuelto el favor.

Por mucho que los apartara y evitara, los mocosos chillaban de alegría y me seguían.

“Soy un androide, tu enemigo. ¡Voy a destruirte si no escuchas lo que digo!”

“¡Ahhh! ¡Qué div3rtido!”

“¿Por qué eso te hace feliz…?” “¡H3erm4na, más!”

Hermana. Escuchar esa frase de repente me trajo un recuerdo.

Hace mucho tiempo, la resistencia a la que había luchado junto a mí se llamaba a sí misma una familia. En ese momento no tenía ningún concepto de familia, y ver a las tropas llamarse hermanas era extraño y…

“¡”¡O­Oye!    ¡H­H3rm4na!    ¡Haznos    un juguete!”

“¡Necesitamos jugu3tes para jugar!” “¡Necesitamos jugu3tes!”

“Vend3n algunos en la 4rmería en el pueblo!”

“¡Compr4 algo allí!”

Después de que empezaron a aferrarse a mis brazos y piernas, finalmente me rendí y acepté ir. Ellos vitorearon, y yo experimenté una sensación peculiar. Imaginé, en mi cabeza, los rostros sonrientes de la resistencia. Las caras de mis camaradas también.

¿Por qué ahora? ¿Por qué esos recuerdos volvían a mí ahora?

***

“Bienvenida. ¿Oh? ¿Juguetes para los niños? Ah, estamos fuera de la situación. Sólo uno tenía los materiales. Los materiales están mal aquí. Sólo si pudieras traerme estos materiales, los niños serían felices … ”

El  artesano habló mientras agitaba una pedazo de papel. Era una lista de materiales. Empezando por los niños de allí, todos en este pueblo eran muy agresivos.

Pero la única razón por la que busqué los materiales sin quejarme fue para poder distraerme del pensamiento. Pensando en… mis camaradas caídos.

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Los habitantes del pueblo de Pascal eran muy insistentes, pero ofrecían recompensas adecuadas cada vez que pedían un favor. Incluso si me negaba, me seguían dando recompensas en la cara.

Originalmente había planeado ayudar para no estar en deuda. Pero si me recompensaban cada vez, el ciclo era interminable.

“¡Ah, H3erm4na!”

“¡Gracias por hacernos juguetes!”

“¡Los tres son nuestra manera de decir gracias!”

Me apilaron las manos con minerales y semillas. Los niños probablemente los habían reunido alrededor del pueblo.

“¡Gracias H3erm4na!”

Con esto, me sentí en deuda una vez más…

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Ocurrió cuando iba del campo de resistencia a la aldea. Anemone me había pedido que entregara algunos materiales a Pascal.

“¿Puede oírme, A2­san?”

“Oh, buen momento. Pascal, estoy en camino para entregar…”

“¡A2­san! El pueblo… ¡Es horrible! Los aldeanos están… ¡Ahh!”

“¡Oye! ¿Pascal? ¿Qué ha pasado?”

La transmisión se cortó tan bruscamente como había empezado. La voz de Pascal sonaba urgente. Tuve un mal presentimiento.

“Hipótesis: Pascal, una valiosa fuente de información,   está   en   problemas.

Recomendación: Comprueba el estado del pueblo de Pascal”.

“Lo sé”, le dije a Pod cuando empecé a correr.

No tuve que ir muy lejos para ver la gravedad de la situación. Había humo que venía de la dirección del pueblo.

“¡Pod! ¡Una transmisión a Pascal!” “Transmisión no disponible” “¡Mierda!”

Cuando finalmente llegué, había fuegos ardiendo en varios lugares de la aldea. Pero el fuego no fue el único problema. Algo increíble estaba sucediendo frente a mis ojos: Las máquinas se comían a las máquinas. Los que comían y los que eran comidos eran todos aldeanos.

Me dirigí más lejos en el pueblo, golpeando a los que estaban comiendo. Escuché una llamada de voz quejumbrosa, “¡A2­san!” ¿Cuántos aldeanos… cuántas máquinas había matado antes de escuchar mi nombre?

“¡Pascal! ¡¿Qué ha pasado?!”

“No lo sé. Algunos de los aldeanos se volvieron locos de repente, y cayeron y empezaron a consumir a otros”.

“¿Qué pasa con los niños?”

“Los evacué. Pero los otros aldeanos son…”

“A este ritmo, también te van a comer a ti. Yo me ocuparé de esto, así que vete y escapa”

Después de forzar a Pascal a escapar, destruí las Máquinas desenfrenadas una por una. Aldeanos que, hasta hace poco, habían estado haciendo compras, chismorreando y viviendo una vida tranquila.

Aunque locas, estas fueron las máquinas que “Perdieron los medios para enfrentarse a enemigos poderosos”. No me llevó mucho tiempo destruirlos a todos. Pero era demasiado tarde para salvar a los aldeanos que habían sido presa. Ya no eran funcionales.

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Afortunadamente, los niños salieron ilesos. Lo más probable es que Pascal hubiera dado prioridad a su seguridad tan pronto como comenzó la revuelta de los caníbales. Los niños estaban todos acurrucados en la esquina de las ruinas de la fábrica. Fue difícil decirle a Pascal que no pude salvar a los habitantes del pueblo porque sabía lo que se sentía al perder a los camaradas también.

“Pregunta: No se pueden reconstruir las máquinas mientras los materiales estén a mano”.

“No. Tenemos una unidad llamada “El núcleo” dentro de nosotros. Es la unidad que contiene nuestros datos personales. Cuando eso se destruye, se hace imposible volver a nuestro estado anterior. Esta vez, las víctimas, incluyendo sus núcleos, fueron destruidos”.

“Ya veo…”

Cada vez que había luchado contra las máquinas en el pasado, sin importar cuántas había destruido, seguían surgiendo nuevas de la nada. Por eso tuve la idea equivocada de que eran inmortales. Pero, al igual que nuestros camaradas, que hicieron destruir sus cajas negras sin copias de seguridad de sus datos personales, Pascal y los aldeanos también tenían un concepto de la muerte…

“Informe: Inteligencia: hay múltiples máquinas hostiles en esta fábrica”.

“¿Inteligencia?”

“Adquirido de la red regional de Pods”. “¿Tú también tienes compañeros?” “Afirmativo”.

En cualquier caso, no había tiempo para llorar a los muertos. Dejando a los niños en su escondite, me enfrenté a las máquinas que se acercaban. El número de enemigos era abrumador, y no parecía que Pod y yo fuéramos suficientes para la tarea.

Así es. Las máquinas no tenían fin. Ese es el enemigo con el que estábamos tratando. Un sentimiento familiar de impotencia y desesperación me invadió…

“¡A2­san! ¡Yo me encargaré de estos enemigos!”

Un inesperado salvador apareció. Era Pascal montando un arma de tamaño inmenso. Probablemente había tomado el control del aparato abandonado.

El arma de Pascal acabó con una horda de enemigos. Los refuerzos enemigos llegaron en oleadas, pero Pascal siguió luchando, sin mostrar signos de retroceso.

“¡Yo… tengo hijos que necesito proteger!

Sus ataques fueron bastante feroces para un defensor de la paz. Escuché a Pascal gritar “¡Te mataré!” un sinnúmero de veces.

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Después de que finalmente demolimos el ejército enemigo y sus vehículos de combate, Pascal y yo volvimos al escondite de los niños. Pero esperarnos era algo inimaginable.

Lo que nos esperaba era ver a los niños en el suelo, quietos como la muerte. Habían destruido sus propios núcleos. En otras palabras… suicidio en masa.

“¿Cómo pudo pasar esto?”

“Les di a estos niños una educación, y les enseñé sobre las emociones y el conocimiento humano. Pensé que les ayudaría en el futuro”.

“¿Pero qué tiene que ver eso con el suicidio?”

“Miedo. Les enseñé a estos niños sobre la emoción del miedo. Sin miedo, habrían perdido sus vidas haciendo algo imprudente”.

Pascal había tardado mucho tiempo en volver con los niños. Probablemente escucharon los sonidos de la batalla desde fuera. Hubo sonidos de explosiones y choques, así como un furioso temblor. No pudieron soportar el terror. Eligieron la muerte para escapar de ese miedo.

Pascal se equivocó un poco. No debería haber enseñado a los niños el miedo, sino que debería haberle enseñado el miedo a la muerte.

Los humanos inicialmente diseñaron androides. Los humanos eran muy conscientes del miedo a la muerte. Por eso nuestros programas incluyen un miedo inherente a la muerte. Sin esa conciencia, como había dicho Pascal, seríamos propensos a morir imprudentemente por nuestras propias manos.

Pero las máquinas no murieron para empezar. Así que Pascal no entendía el miedo a la muerte. Fue difícil enseñar a los niños una emoción que él mismo nunca había experimentado. Para decirlo sin rodeos, era la muerte. La ignorancia de la muerte, y no la enseñanza de la muerte, fue la causa de esta tragedia.

“A2­san, se lo ruego. Soy incapaz de soportar este dolor. ¿Serías tan amable de borrar mis recuerdos? De lo contrario, por favor… mátame”.

Comprendí el dolor de perder a los camaradas. Conocía mejor que nadie la agonía de vivir con los recuerdos de los seres queridos. Así que dirigí a Pod para que borrara los recuerdos de Pascal.

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Después de apagar el circuito de memoria de Pascal, el Pod puso un temporizador de reinicio. Esto nos permitiría irnos mientras Pascal todavía estaba durmiendo.

Pascal, con sus recuerdos borrados, podría confundirse si me viera, y yo tampoco sabría qué tipo de cara poner. Pod probablemente estaba siendo considerado en ese sentido.

“Pod. ¿Por qué las Máquinas emboscaron a Pascal, aunque son parte del mismo pueblo?”

“Desconocido. Pero la posibilidad de un error es innegable”.

“¿Error? ¿De qué?”

Pero mi pregunta fue ahogada por una voz desconocida.

“¡Hola! ¡Este es el servicio del sistema de la torre! Tengo noticias emocionantes para todos hoy”

Era una voz infantil. Se enunciaba mal, pero al mismo tiempo parecía que se burlaba de nosotros.

“Activación de la unidad masiva de la máquina detectada al este”.

“¿Unidad masiva? Esa debe ser la llamada torre. ¿Qué es lo que está pasando?”

“Desconocido. Recomendación: Recopilación de información adicional”.

No tenía que decírmelo. Después de hacer que Pod determinara la ubicación, decidí echar un vistazo a la mencionada unidad masiva con mis propios ojos.

Los aldeanos se están desbocando, y la aparición de la unidad masiva. El hecho de que ocurrieran más o menos a la misma hora no fue probablemente una coincidencia. Y la hipótesis de Pod de que hay algún tipo de bicho…

Originalmente, las máquinas fueron hechas por extraterrestres como armas de destrucción masiva. Era hipócrita que a esas armas no les gustara la lucha y amaran la paz. En el mundo de las máquinas, Pascal y su pueblo eran los que más se alejaban.

Cuanto más se desvían del propósito de la máquina, más se alejan de sus instintos naturales. ¿Podría ese hueco haber sido la razón del fallo? ¿Y la aparición de la estructura masiva había sido un catalizador?

Al final, esto fue una suposición. Era sólo mi hipótesis. Por eso iba a confirmarlo.

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La unidad masiva estaba en las ruinas del parque de diversiones. Era un edificio feo, como si estuviera hecho de partes aleatorias de máquinas unidas.

Una vez dentro, el interior también parecía estar construido con partes de la máquina. El edificio fue definitivamente hecho por ellos.

Sin embargo, había restos de la máquina por ahí. Parecía que había tenido lugar una batalla, y cada piso apestaba a un hedor ardiente. Los cuerpos también estaban llenos de agujeros de bala. Al tocar los restos, descubrí que aún estaban calientes. Fueron destruidos recientemente.

Cada máquina fue dañada más allá del reconocimiento, casi se hizo pedazos. Era evidente que los ataques habían continuado mucho tiempo después de que la Máquina había dejado de funcionar.

Corrí hacia el piso superior. No era demasiado tarde. Podría ponerme al día.

“Por favor… m4tame…”

“Operadora… Bien… ¡Está bien!”

En el último piso, dos androides de YoRHa seguían luchando. Uno que había sido infectado por un virus lógico y… 9S. Parecía que la batalla había durado bastante tiempo, ya que tanto 9S como los YoRHa infectados luchaban por mantenerse en pie.

Un golpe de 9S envió a los YoRHa infectados al suelo. 9S probablemente pensó que la había derrotado. Pero era ingenuo. Ese tipo de momentos dieron paso a la oportunidad. Los rapaces eran más vulnerables cuando se abalanzaban sobre el enemigo.

Tal como esperaba, el YoRHa infectado se lanzó hacia 9S. Pero, por el mismo axioma marcial el infectado YoRHa era vulnerable mientras atacaba. No perdí la oportunidad.

La apuñalé por la espalda con mi espada militar. No podía dejar que mataran a 9S. 2B no querría eso. De los favores que 2B me había pasado, 9S fue mencionado en la mayoría de sus solicitudes.

Una vez que el YoRHa infectado cayó al suelo de nuevo, me aseguré de que era inoperable destruyendo su caja negra. 9S me miró con desprecio, su malicia se desbordó, mientras yo clavaba una lanza en el cuerpo una y otra vez.