Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Ceremonia De Ascenso

Parte 2

Oh, ella es otra Sera.

(Kel-nii, el beastkin parece estar bien, aunque por poco. Su compañera elfa lo está curando con magia ahora mismo. Parece que ha perdido algunos dientes).

Al escuchar el informe de Rion sobre el estado de Nagua, respondí: Entendido. Deja el resto a la elfa y vuelve.

(¡Bien!).

Muy bien, eso es una cosa resuelta. Ahora tengo que ocuparme de las cosas aquí dentro.

—Sylvia dice que Nagua está bien— dijo Ema titubeando. —Así que probablemente esté bien. Creo que esto sería una buena lección para él también. Así que, sobre todos los problemas que hemos causado a tu lado… um…

Le costó encontrar las siguientes palabras. Sin embargo, pude saber más o menos lo que estaba pensando. Un miembro de un grupo liderado por Sylvia, una aventurera de rango S, se había peleado con alguien sin nombre y había perdido la pelea. Había muchos otros aventureros que habían estado presentes y podían atestiguarlo. Esta era una situación que bien podría afectar negativamente al nombre de Sylvia. Probablemente Ema deseaba que el asunto se mantuviera en secreto, pero no tenía idea de qué hacer al respecto. Por suerte para ella, no tenía ningún deseo de convertirlo en algo importante.

—Hmm… Gerard.

— ¿Sí, mi rey?

Entonces envié un mensaje telepático al caballero, que estaba meciendo a su nieta dormida en su regazo. Realmente no quería que me lo recordaran, pero no había más remedio que pedirle que aprovechara ese talento que tenía para entretener a las multitudes, que tan bien había demostrado allá en la Aldea de los Elfos.

(Entendido, mi rey).

Tras pasarle Ruka a Rion, que acababa de regresar, Gerard salió al centro del espacio que había servido de ring. En sus brazos había una plataforma de madera, que puso en el suelo e inmediatamente se subió a ella. Se aclaró la garganta una vez.

—Vamos, todos, ¿qué les ha parecido el combate de exhibición entre Sera y Brutal Beast? Sí que ha parecido real, ¿no creen?

Se lanzó a hablar y siguió hablando y hablando. Le había pedido que hiciera parecer que la pelea había sido un combate arreglado. Después de todo, si no había forma de ocultar lo que había sucedido, al menos podíamos cambiar la forma en que se percibía el evento.

— ¡¿QUÉ?! ¡¿Todo eso fue una actuación?!

— ¡Fue tan rápido que no pude ver nada en absoluto! ¡Maldita sea, hombre, los aventureros del Rango S sí que son increíbles!

— ¿Ves, Clare? Realmente fue arreglado por Kelvin. Así que, por favor, perdóname ya…

—Oh, Dios. Así que, después de todo, era un programa para la fiesta. ¡Seguro que podría haberme engañado!

Bueno, la actuación fue bastante fiel a la realidad. Pero de todos modos, el pago por la mesa que pulverizamos… ugh, no creo que Clare-san lo acepte si tratamos de reembolsarle también el alboroto. ¡Correcto! ¡Paguemos todo de una sola vez y rellenémoslo un poco! ¡Incluso incluiremos un poco más para los costes del tratamiento de Uld-san!

— ¡Lamento haberte sacado de la nada! Como disculpa, yo pagaré la cuenta de todo hoy. Mañana es la importante ceremonia de promoción y el partido correspondiente. Beban todo lo que quieran esta noche, todos, y disfruten como locos.

— ¡¡¡MALDITO!!!

El grito más fuerte de la noche sacudió el edificio. No había nadie a quien no le gustaran las bebidas gratis. Y cuanto más bebieran, más entraría en los fondos de la posada Fairy’s Song’s. Eso haría más fácil para mí colar a Clare el dinero extra. Muy bien, ¡ahora también se ha resuelto todo en este lado!

Ema tenía una expresión confusa. —U-Um, ¿por qué te tomas tantas molestias por nosotros?

¿Qué ganas con esto?

—Bueno, ¿puedo pedirles una cosa?

La inquietud llenó inmediatamente los rostros de Ema y Kokudori. No se preocupen, no es que vaya a pedir nada descabellado. Es una petición totalmente sana.

—Sylvia, por favor, dalo todo durante el combate de mañana.

— ¿Darlo todo?

—Sí. Eso es todo lo que quiero.

—Sin embargo, ¿cómo se relaciona eso contigo?

—Eso… oh, lo siento, parece que mi amigo ha vuelto. Pregunta a cualquiera de los otros aventureros de aquí; ellos te lo dirán. Hasta luego, entonces.

—Espera, ¿qué? —Gritó Ema. —No puedes simplemente…

Pero Sera acababa de regresar de la arena, que ahora estaba ocupada con Gerard. El rojo de sus ojos era un poco más tenue, pero en cambio parecían ligeramente llorosos.

De todas las cuestiones que había que resolver esta noche, ésta era la tarea más hercúlea. Todo lo que quería decir a Sylvia y a su lado ya se había dicho. No podía permitirme prestarles más atención.

***

—Vamos, Sera, anímate ya. ¿Por favor?

— ¡Hmph! ¡Como si me importara!

Después de que Clare nos pusiera una nueva mesa en lugar de la que se había roto, reanudamos nuestra ingesta de bebidas. No de alcohol, por supuesto, sino de zumo. Estábamos bebiendo zumo.

Sera había llegado por fin al punto de hablarnos al menos. Inmediatamente después de la pelea se había tirado sobre la mesa y se negaba a decir una palabra. Los demás intentamos por todos los medios devolverle el humor, y sólo después de que yo le acariciara la cabeza con mucha ternura durante quince minutos seguidos y le prometiera ir a pescar con ella, empezó a mostrar cierta mejoría.

Esto me recuerda a cuando la conocimos. En aquel entonces, también fue un trabajo conseguir que dejara de llorar.

— ¡Sheesh! No pude darte el regalo, y apareció un tipo raro de la nada, y… ¡ARGH, todo salió tan mal!

—Sin embargo, has hecho un buen trabajo encargándote de él, Sera-nee. Sabes, mi corazón estaba literalmente en mi garganta— dijo Rion mientras usaba sus palillos caseros para recoger trozos de hueso con algo de carne y pasárselos a Alex, que estaba acampando a su sombra.

—Y estoy más que feliz de recibir regalos en cualquier momento— añadí. —De hecho, puedes dármelo ahora mismo.

—No quiero hacerlo ahora. Ya no es el ambiente adecuado.

—Eso es… bueno, es justo.

También estábamos compartiendo nuestra mesa, lo que no ayudaba. En cuanto a con quién la compartíamos…

— ¡Qué bueno… esto es tan bueno!

—Oh, vamos, Sylvia, te estás llenando la boca de salsa.

—Nn… Gracias, Ema.

—Mh-hmm, de nada.

Sylvia y Ema. En el momento en que Clare estaba preparando una nueva mesa para nosotros, Ruka se había desmayado por completo, así que Gerard se fue para llevarla a casa. En consecuencia, habíamos terminado con dos asientos vacíos en nuestra mesa. Al final me doblegué al ver a Sylvia mirando como un gatito abandonado y acepté que ella y Ema se unieran a nosotros. Nos pusimos a hablar y no tardamos en abrirnos un poco el uno al otro. ¡Y todo esto justo después de haberme despedido porque no podía permitirme prestarles más atención! Hablando de un reencuentro rápido.

Ariel y Kokudori se habían adelantado a su posada, llevando a Nagua con ellos. Según Ema, el Gremio de Aventureros ya les había conseguido alojamiento, pero habían llegado demasiado tarde y se habían perdido la cena. La mayoría de los puestos al aire libre ya estaban cerrados a esa hora, y debido a mi ceremonia, las tabernas estaban repletas. Incapaz de soportar por más tiempo la lamentable mirada hambrienta de Sylvia, Nagua había decidido obligar a un grupo al azar a ceder sus asientos. Pero, por alguna razón, en lugar de ir a por matones o delincuentes, había venido a buscar pelea con nosotros.

—Aun así, ¿por qué no nos dijiste que eras el oponente de Sylvia para mañana? —Preguntó Ema con un leve mohín.

—Lo consideré, pero…— Es algo que todos los demás en la taberna ya sabían, y quería centrarme en Sera en lugar de responder a sus preguntas.

—Así que… Nagua se enfrentó a un miembro del grupo del nuevo aventurero de rango S. Ahora tiene sentido que haya perdido. No, no la estoy culpando ni nada por el estilo. La culpa es suya por juzgar mal la fuerza de tu compañera y elegir una pelea que no podía ganar.

—Grr…— Sera gruñó, mirándoles con una clara muestra de hostilidad. Seguía desconfiando abiertamente de nuestros nuevos conocidos.

—Vamos, Sera, déjales ya en paz. Sylvia ha prometido ir con todo en el combate de mañana, y eso es lo que importa, ¿no?

—Quiero decir… si tú lo dices, Kelvin.

—Y ahí lo tienes. Buena suerte a los dos mañana, Sylvia.

Oh, hombre, no puedo esperar.

—No me importa, pero ¿por qué?

—No podemos morir durante el combate, ¿verdad? Poder luchar contra alguien poderoso sin ningún riesgo es una oportunidad que no tiene precio. Sería un desperdicio no aprovecharla al máximo.

Mientras Sylvia se atiborraba las mejillas con un plato de espaguetis llamado Pasta Napolitana, un signo de interrogación parecía aparecer sobre su cabeza. ¿Acaso no entiende esta emoción y este regocijo? Qué pena. De verdad.

—No lo entiendo, pero… tengo que ir con todo durante el combate, ¿no? Claro.

Ema miró a Sylvia con preocupación. —No te pases, ¿de acuerdo?

—Jajaja, bien por ti, Kel-nii.

—Gracias por esperar— dijo Efil, saliendo de la cocina con segundos platos para Sylvia y Melfina. —Aquí tiene sus pastas napolitanas.

Resultó que Sylvia también era una gran comedora. No estaba al nivel de Melfina, pero lo que podía comer seguía siendo bastante impresionante teniendo en cuenta que su complexión era más parecida a la de Efil.

Y hablando de Melfina, no ha dicho ni una palabra desde que Sylvia y Ema se unieron a nuestra mesa. ¿Me lo estoy imaginando o ha empezado a comer más rápido? ¿Se siente competitiva por esto?

—Ah, claro, aún no se conocen— apunté, presentando rápidamente a Efil a nuestros nuevos conocidos.

—Así que, eres la sirvienta de Kelvin-san, y has hecho estos platos y… espera, ¿por qué estás trabajando aquí como camarera, entonces?

—La propietaria, Clare-san, es mi mentora de cocina. Simplemente la estoy ayudando en la cocina hoy.

Sonreí con orgullo. — ¡La cocina torajiana que acabas de comer también la hizo ella!

— ¡Muy bien! —Ema me felicitó. —Estaba absolutamente delicioso, Efil- san. Extrañamente, hasta se me saltaron las lágrimas…

Sylvia agarró de repente las manos de Efil.

¿Qué está haciendo?

—Um, ¡hola!

—S-Sí, hola. ¿En qué puedo ayudarle?

— ¡Por favor, dame tu autógrafo! Ese día, Efil se ganó un nuevo fan.

***

La celebración había concluido sin más contratiempos, y Efil, Sera, Rion, Melfina y yo estábamos de vuelta a casa. Mis piernas y mis caderas se habían recuperado notablemente, al menos hasta el punto de poder caminar por mi cuenta. Después de todo, no podía apoyarme indefinidamente en mi sirvienta. Sin embargo, Efil parecía un poco decepcionada por eso.

—Una vez que empezamos a hablar, resulta que son gente bastante agradable— comentó Melfina.

La miré de forma acusadora. — ¿Una vez que ’empezamos’ a hablar? Estuviste todo el rato atiborrándote de comida.

—Bueno, admito que no eran tan malos como pensaba al principio— concedió Sera. —Pero no se puede decir lo mismo de la persona perro.

Sera había llegado al punto de poder hablar con Sylvia y Ema con normalidad. Puede que sus puños sigan volando cuando vuelva a ver a Nagua, pero eso no es asunto mío.

—Maestro, ¿mi firma fue lo suficientemente buena? Era la primera vez que lo hacía.

—Sylvia parecía contenta con ella, que es lo único que importa, ¿no? Al menos, eso es lo que me dije cuando me pidieron un autógrafo una vez.

Fue, ¿cuándo, cuando acababa de ser ascendido al rango A, creo? Pero no recuerdo quién me lo pidió.

—Gracias por enseñarme a escribir, maestro. Y pensar que apenas sabía leer cuando estábamos en Toraj…

— ¿Kel-nii te enseñó? Pero yo sabía leer y escribir el idioma de aquí enseguida.

—Supongo que los transmigrados lo aprenden automáticamente. A mí me pasó lo mismo cuando llegué.

—Mhm, es un poco como un servicio postventa que ofrecemos a los transmigrados por motivos de calidad de vida. Sería bastante difícil no saber una palabra del idioma local después de haber sido arrojado a un mundo completamente nuevo.

Charlamos un rato más hasta que llegamos a la puerta de nuestra mansión. Ah, claro, todavía no he arreglado los gólems guardianes que Prettia medio destrozó. Supongo que tendré que redirigir a los gólems que están en el interior de la casa para que realicen tareas de vigilancia en la puerta durante un tiempo.

—Bienvenidos a casa, todos— dijo Ellie al salir por la puerta principal. —Siento mucho los problemas que ha causado Ruka. La regañaré como es debido cuando se despierte mañana.

Hice un gesto con la mano. —Mientras no lo haga de nuevo, está bien. Gerard disfrutó bastante cuidándola esta noche.

—Gerard-sama es demasiado amable con nosotros.

—Maestro, creo que aún no se ha bañado— dijo Efil, volviéndose hacia mí. — ¿Quiere uno ahora?

Oh, tiene razón. Lo único que hice fue limpiarme un poco. Mm, creo que he recuperado la energía suficiente para tomar uno ahora. —Sí, por favor. Me gustaría dormir bien esta noche.

—Entendido, Maestro.

¡Bien! Mañana es la ceremonia de promoción, finalmente. Y, lo que es más importante, el combate de práctica con Sylvia que tanto he esperado. También tendré que ponerme en contacto con el Oráculo, Colette. Va a ser un día largo. Tomemos un baño y vayamos directamente a la cama.

***

Al día siguiente, nos dirigimos a la enorme plaza multiusos situada en el centro de la ciudad, donde siempre se celebraban festivales y fiestas a gran escala. Se había habilitado un lugar especial sólo para el evento, siendo la zona para la ceremonia un camino central alfombrado y alineado con sillas para los VIP y, más allá, un espacio extra para que los invitados comunes pudieran observar desde allí.

Maldita sea, ¿algo de esta envergadura se hizo en cuatro días? Supongo que eso demuestra lo increíblemente poderosas que pueden ser las diferentes habilidades.

— ¡Oh, hola, Kelvin! ¡Ya estás aquí!

—Buenos días, Ange. Hoy estaré a tu cuidado.

— ¡Ahaha, qué honor es ser confiado a nuestro flamante aventurero de Rango S! Déjalo en mis manos; ¡te tengo cubierto!

El acuerdo era que Ange estaría a mi lado durante todo el día, actuando como mi asistente, guiándome a donde necesitara ir y proporcionando apoyo general cuando fuera necesario. Entre los que trabajaban en el Gremio de Aventureros de Parth, yo era el más cercano a ella. Tal vez la elección de ella para la tarea había sido la manera de Río de ser considerado.

—Bueno, ya que están todos aquí, podríamos repasar el programa. Es un poco pronto, pero no está de más— dijo Ange mientras sacaba varias hojas de su bandolera y nos las pasaba. —La ceremonia comienza a las 10 de la mañana. Son libres de hacer lo que quieran hasta entonces, pero sería de gran ayuda que estuvieran entre bastidores con antelación. El gremio ha preparado ropa formal para cada uno de ustedes, así que por favor pónganse eso en sus respectivas habitaciones.

— ¿Tenemos que llevar trajes formales? He pensado en ponerme lo mismo que llevaré para el combate de exhibición— Ya me he puesto mi túnica negra favorita, ‘Astarte’s Embrace’, para lucirme y todo.

—Lo siento. No es que haya una regla fija ni nada, pero nuestro jefe de gremio se ha puesto muy nervioso con todo esto y ha pedido trajes a medida para todos ustedes. No sé si les sirve de consuelo, pero estos fueron creados de acuerdo con las directrices oficiales, así que podrán llevarlos en cualquier otra ceremonia relacionada con el gremio en el futuro. Te los dejaremos gratis, así que ¿podrías aguantar por ahora? Espera, ¿dónde está Mel-san?

—Mel-nee no se siente bien hoy, así que no puede venir. Ha estado mal desde ayer.

— ¿De verdad? Lamento escuchar eso. Tendré que visitarla más tarde.

Rion había excusado la ausencia de Mel con el argumento de que estaba enferma, pero por supuesto eso era una gran mentira. Nuestra diosa estaba actualmente escondida dentro de mi reserva mágica. Como habíamos discutido, era una medida necesaria contra la posibilidad de que se topara con Colette u otras figuras importantes de Deramis. No estaba seguro de que hubiera una verdadera necesidad de ser tan cuidadoso, pero había una alta probabilidad de que Colette la reconociera, así que era mejor estar seguro.

Supongo que la Oráculo está haciendo honor a su posición y a la bendición que recibió. Bien por ella.

(Quiero decir, sí, pero, eso no es exactamente…).

¿No es exactamente qué?

(Yo…creo que lo entenderás cuando la conozcas tú mismo).

Estás un poco raro desde esta mañana. ¿Seguro que no estás mal de verdad?

Ange continuó dándonos el resumen, ajena a nuestra conversación telepática. —Una vez terminada la ceremonia, habrá tiempo para almorzar, y luego será el combate de exhibición que todos esperan. Para ser franco, la mayoría de los visitantes de otros países probablemente estén más interesados en esa parte que en la ceremonia en sí. Al fin y al cabo, estas ocasiones son la única oportunidad que tiene la mayoría de ver a los aventureros de rango S enfrentarse.

—Kelvin, asegúrate de ganar, ¿de acuerdo? —Sera ordenó. — ¡No te perdonaré si pierdes!

—No hace falta que me lo digas. Me tomaré muy en serio lo de ganar.

Ange me susurró al oído: — ¿Soy yo, o Sera-san está muy nerviosa hoy?

—Ah, ya sabes, ayer pasaron cosas. Ha estado así toda la mañana; no te preocupes.

—Ya veo. ¡Supongo que tienes mucho que hacer! Si alguna vez necesitas ayuda, ven a buscarme.

—Gracias, Ange. Eso significa mucho— Ella es tan genial. Espero que podamos seguir siendo tan buenos amigos en el futuro.

—Maestro, todavía tenemos un poco más de dos horas antes de que comience la ceremonia. ¿Qué debemos hacer?

—Ah, hemos llegado demasiado pronto. ¿Deberíamos buscar un lugar para pasar…?

— ¡Bueno, yo lo haré! Si son Kelvin-chan y Gerard-sama! —Exclamó una voz áspera desde detrás de nosotros. Ni siquiera tuve que girarme para saber quién era; la inmediata mirada de ansiedad de Gerard a mi lado no dejaba lugar a dudas.

—Hola, Prettia.

El interlocutor era, por supuesto, Goldiana Prettiana. Iba vestido elegantemente y aún más maquillado que la última vez que lo vimos. ¿Así que este es su mejor momento? Maldita sea.

— ¡Por fin se celebra tu ceremonia! Te apoyaré desde las sombras. Da lo mejor de ti y buena suerte.

—Es alentador escuchar eso. Gracias.

—Aun así, hay algo de tiempo antes de que empiece, ¿no? Estoy planeando visitar mi café favorito. Quería leer un libro con una taza de té matutino, pero ¿quieren acompañarme, mis amigos? ¿Y tú, querido Gerard?

Prettia guiñó un ojo (con el signo de la paz de lado y todo) y envió un corazón volando hacia nosotros. Evidentemente, esto va dirigido a Gerard, así que no puedo entrometerme. Vamos a esquivarlo.

(¡¡Tampoco es mío!!).

Aww, incluso Gerard evitó el corazón. Míralo todo tímido. Bromas aparte, me gustó bastante la idea del café. Además, pensé que podría escuchar alguna información interesante de Prettia, así que decidí aceptar su oferta.

—No tenemos otros planes, así que, claro. Si no te importa que te acompañemos, claro.

— ¡Oh, Dios!, ¿en serio?

Ange, ¿qué pasa con tu… qué pasa? —Me había girado para mirar a Ange y la encontré mirando fijamente en estado de shock.

— ¡K-Kelvin, esta persona es el “Ogro Melocotón” Goldiana Prettiana del Continente

Occidental! ¿Cuándo se conocieron exactamente?

— ¿No recibiste el informe de lo que pasó con Sera y los demás?

— ¿Con Sera-san? ¿Te refieres a la nueva mazmorra de la que informó Rion- chan? ¿Qué tiene eso que ver con Goldiana-san?

¿Hmm? ¿No fue Prettia quien contactó con el gremio?

—Oh, lo siento, Kel-nii. Creo que nunca pude entrar en detalles. Fui yo quien hizo el informe al gremio sobre la nueva mazmorra y los monstruos que encontramos. Pensaba sacar a relucir también el nombre de Prettia-chan, pero él insistía en que no quería su parte de la recompensa. Nos separamos delante del gremio, y el abuelo y yo nos quedamos para hacer el informe mientras él se marchaba solo a nuestra casa.

—Ahh, así que por eso llegó a casa un poco más tarde— Y si Prettia estaba visitando nuestra casa por su cuenta, tiene mucho más sentido que nuestros gólems la atacaran.

— ¡Oh, qué vergüenza! Tonto de mí, adelantándome a los acontecimientos y todo eso— Prettia se sonrojó y le sacó la lengua.

Maldita sea, ¿por qué no pueden ser las chicas de mi grupo las que hagan esa pose?

— ¡Eres tan despistada a veces, Prettia-chan! —Rion se rió.

— ¡En cualquier caso! ¡Vamos a la cafetería, queridos! ¡Podemos hablar allí!

***

Después de matar algo de tiempo en el café favorito de Prettia, nuestro grupo volvió a la plaza principal. Prettia nos dejó frente a la entrada y se dirigió a los asientos VIP mientras el resto nos dirigíamos a nuestra sala privada.

—La verdad es que era un sitio bastante bueno con un ambiente agradable— dijo Sera.

Asentí con la cabeza. —Lo sé, ¿verdad? Esperaba algo más… fuera de lo común, pero admito que Prettia tiene muy buen gusto— Aparte de su sentido de la moda, claro. Pero sigamos adelante. Es hora de ponerse nuestra ropa formal.

—Aquí están sus trajes— dijo Ange mientras nos pasaba paquetes separados a cada uno.

Los trajes eran todos de diseño único, siendo el mío un traje negro de tres piezas que parecía más bien algo que llevaría un noble. Tenía detalles elegantes, e incluso había un broche con el símbolo del ala que representaba al Gremio de Aventureros de Parth para que me lo pusiera después.

Efil, Sera y Rion tenían vestidos hechos a medida para reflejar sus propias personalidades. Al parecer, el personal del gremio había dedicado numerosas horas a estos diseños incluso antes de que se anunciara oficialmente la ceremonia. Al igual que mi traje, los vestidos llevaban el ala parth. Con una sólida calificación de A, eran trajes de una calidad sorprendente.

—Y éste es para Mel-san. Por favor, dáselo más tarde.

—Entendido. Gracias, creo que le encantará.

(¡Efil! ¡Este traje no tiene agujeros para mis alas y mi cola!).

(No hay problema. Clo-chan me está guardando un juego de mis herramientas de costura, así que podré arreglarlo fácilmente).

Sera parecía bastante nerviosa, pero estaba claro que Efil estaba al tanto de todo, como siempre. Gerard también había recibido una capa blanca con el ala parth, pero debido a la forma en que funcionaba su habilidad de modificación de cuerpo, equiparlo significaría perder el Manto Carmesí para siempre. Y, del mismo modo, después de ponerse éste, no podría volver a quitárselo.

¿Qué debemos hacer?

Gerard se aclaró la garganta torpemente. —Ange, siento decir esto, pero tengo razones personales por las que no puedo llevar esto. ¿Puedo salir con mi equipo actual?

—Está bien, Gerard-san. Sabemos que nunca te quitas la armadura, así que el Maestro del Gremio ya ha renunciado a la idea.

— ¿Ya… ves? Estupendo, gracias.

Una pequeña risa brotó en mi boca. Gerard, creo que de alguna manera te han malinterpretado.

—Kelvin, tu vestuario está por ahí. El vestuario femenino está por aquí. Iré a buscaros a todos cuando llegue la hora. Como dije en el café, lo único que tendrás que hacer durante la ceremonia es decir ‘Sí’, así que no te estreses. Bueno, entonces, ¡volveré en un momento!

Ange se dirigió a la salida, no sin antes empujarme apresuradamente a mi propio vestuario.

—Bien… entonces me cambiaré, supongo.

(Cariño, ¿es decepción lo que oigo en tu voz?).

***

Incluso antes del comienzo de la ceremonia, numerosos VIPs del extranjero y varios aventureros famosos ya estaban instalados en sus asientos. La zona para el resto de los espectadores también estaba a rebosar. Era difícil encontrar un lugar que no estuviera ocupado.

—Parece que la ceremonia se está llevando a cabo. ¿Recuerdas que la invitada de honor no apareció la última vez? Todavía no tengo ni idea de su aspecto.

—Vamos, no digas eso. Sylvia-dono es la que servirá de oponente en el combate de práctica de esta tarde. Así que no sólo veremos a ambos en persona, sino que incluso tendremos el honor de presenciar su combate. En mi opinión, eso es suficiente para compensar lo del año pasado.

Varias conversaciones dentro de la zona VIP, la mayoría de ellas eran entre los nobles, habían girado ya hacia el próximo combate. Algunos habían asistido con la esperanza de atraer a los nuevos talentos, otros estaban allí para calibrar la amenaza que suponían estas nuevas superpotencias. Había tantas intenciones como personas presentes, pero en la raíz de todo estaba el poder que sugería la designación de Rango S. Las autoridades de muchos países se habían apresurado a llegar a Parth en cuanto el Gremio de Aventureros había anunciado el evento. La ocasión era así de importante.

Como era de esperar, el lugar está completamente lleno. ¡Debo asegurarme de dar testimonio de la gallarda figura de Gerard-sama!

Por supuesto, había algunos espectadores que tenían pensamientos impuros, pero eran más bien una minoría.

—Silencio, por favor.

El clamor de la multitud se apagó bruscamente cuando la voz de Rio reverberó en el recinto.

Todos los ojos se volvieron hacia el escenario en el que se encontraba.

—Gracias por esperar, señoras y señores. La ceremonia va a comenzar. En este auspicioso día, el hombre que va a ser ascendido al distinguido Rango S es Kelvin, un aventurero afiliado al Gremio de Aventureros de Parth.

Los susurros se elevaron en varios lugares alrededor de las gradas.

—Hace sólo tres meses que Kelvin se inscribió como aventurero. Sin embargo, lo que ha conseguido en este corto periodo de tiempo es extraordinariamente impresionante. Después de derrotar al archidemonio que hizo una repentina aparición en las cercanías de Parth, él, junto con los Héroes de Deramis, fue a acabar con el infame grupo de bandidos “Black Wind”. Durante su estancia en el País del Agua, aceptó una petición de la Reina de Toraj para subyugar al terror que suponía un dragón maligno de Rango S. Hace apenas una semana, salvó con éxito la Aldea de los Elfos en Gaun de una invasión injustificada lanzada por la Orden de Monstruos Mixtos de Trycen. Nosotros, el gremio, confirmamos al mundo que Kelvin posee efectivamente el poder suficiente para ser considerado digno del rango “S”. Como tal, expresamos nuestra aprobación oficial de su ascenso.

Cuando Rio terminó de hablar, los focos giraron hacia las secciones del escenario situadas a su izquierda y a su derecha. En un lado estaba la bandera nacional de Toraj, en el otro la bandera nacional de Gaun, y delante de cada bandera había una bola de cristal.

—Soy Tsubaki Fujiwari, reina de Toraj. Reconozco la elegibilidad del aventurero Kelvin.

—Soy Leonhart Gaun, Rey de Gaun. También reconozco la elegibilidad del aventurero Kelvin.

Las voces de los dos jefes de estado emanaron con fuerza y claridad de las bolas de cristal, objetos mágicos de comunicación.

Río levantó ambas manos de forma dramática. —Y ahí tenemos el reconocimiento de dos monarcas de países del continente oriental. Con esto, el ascenso de Kelvin queda formalmente confirmado. ¡Que se sepa que este ascenso al Rango S es el más rápido en la historia del Gremio de Aventureros!

Los espectadores, la mayoría de los cuales eran de parth, gritaron y aplaudieron. Kelvin era el primer aventurero de parth en alcanzar el rango S, y no podían estar más orgullosos. Algunos de los nobles de la sección VIP parecían un poco extrañados, pero no había tiempo para pensar en asuntos triviales.

—Ahora, sin más preámbulos, ¡dejemos que el invitado de honor de hoy se una a nosotros en el escenario! ¡Kelvin, sube!

Las cinco personas que habían permanecido a la espera en el extremo más alejado del camino central comenzaron a caminar hacia adelante. Al frente del grupo estaba Kelvin, elegante con su traje negro. A su alrededor se agrupaban Efil con un elegante vestido verde, Sera con un vestido rojo intenso y Rion con un vestido blanco inmaculado. En la retaguardia estaba Gerard, que, a pesar de no llevar la capa formal, seguía desprendiendo un aura majestuosa gracias a su imponente armadura.

Su figura protegiendo gallardamente la espalda de su señor era la máxima muestra de nobleza.

—Qué bonito…

— ¿Esas chicas son miembros de su grupo?

—No puede ser, sólo las ha contratado para la cele… ¡¿Qué?! ¡¿Realmente lo son?!

— ¡Gerard-sama… tan maravilloso!

Comprensiblemente, eran las tres bellezas las que más llamaban la atención. Casi nunca llevaban maquillaje en su vida cotidiana; sus rasgos naturales eran suficientemente impresionantes. Hoy, sin embargo, Ange les había dado un ligero y digno cambio de imagen que servía para ofrecer una impresión ligeramente más madura. Además, llevaban los vestidos a medida en los que el personal del gremio se había volcado. Incluso los nobles, acostumbrados a ver tales galas en sus reuniones sociales, no pudieron apartar la mirada. Los suspiros de admiración se extendieron por toda la multitud.

— ¡Nuestros esfuerzos por fin han dado sus frutos!

—Lo sabía… ¡nuestro juicio fue acertado!

Los miembros del personal que habían formado parte de este proyecto paralelo intercambiaron choques de manos y se limpiaron las lágrimas de los ojos mientras los empleados más nuevos les miraban con una mezcla de diversión y exasperación.

—En serio, ¿qué están haciendo? Quiero decir, claro que han hecho un gran trabajo, pero… esperad, ¿se acaban de desmayar?

Según el relato de Ange, los que se desmayaron por el agotamiento de las noches consecutivas lo hicieron con expresiones de extrema satisfacción en sus rostros.

Después de recorrer todo el camino alfombrado, Kelvin dejó al resto de sus compañeros en la parte inferior de la escalera mientras él solo subía hasta donde le esperaba Río. Naturalmente, esto provocó que los espectadores desviaran su atención hacia él.

— ¿Ese es Kelvin-dono, el aventurero más rápido de la historia? Tú, asegúrate de grabar cada detalle en tu cerebro para el informe que enviaremos a casa. Y tenemos que intentar contactar con él de alguna manera.

— ¿Tan joven? Y no parece tan distintivo, ¿verdad?

—Bueno, no sé tú, pero a mí me gusta lo que veo. Por lo menos, parece que sabe cómo mantenerse.

Las reacciones de los nobles fueron diversas, con algunos sintiendo que se quedaba corto en comparación con sus compañeras, otros tratando de calibrar su potencial, y una amplia variedad de motivos ocultos, opiniones y especulaciones en medio. Al mismo tiempo, los vítores de apoyo de la multitud de plebeyos aumentaron otro decibel.

Seguro que están pensando todo tipo de cosas sobre mí, ¿no? Por favor, que sea ya por la tarde, pensó Kelvin con un suspiro interior al sentir todas las miradas sin reparo dirigidas a su espalda. Aun así, se mantuvo atento para mantener sus modales y dar la mejor impresión posible. Casi ninguno de los que le observaban se imaginaba que su cabeza ya estaba llena de pensamientos sobre el próximo partido.

Al llegar al lugar junto a Rio, Kelvin se giró para mirar al público. Fue allí, en ese momento, donde nació un nuevo aventurero de Rango S.

***

—Estoy tan cansado…

Después de que la ceremonia terminara y yo hubiera lidiado con los aduladores, por fin tuve tiempo de comer algo. Se habían instalado puestos de comida por todas partes alrededor de la plaza, y estábamos rodeándolos e intentando decidir dónde comer cuando, de entre toda las personas, nos topamos con Sylvia y Ema.

—Buen trabajo.

—Yo, por mi parte, creo que lo has hecho bien.

Nos invitaron a unirnos a su mesa y aceptamos. Ya había varios platos vacíos apilados junto a la chica de cabello plateado, pero yo estaba tan acostumbrado a la vista (gracias a cierta diosa glotona que conocía) que apenas me di cuenta. De hecho, la pila me pareció poco impresionante, para ser sincero.

— ¿Dónde está el resto de tu grupo? —Pregunté mientras me sentaba.

—Kokudori se ha ido por su cuenta. Probablemente siga en algún lugar de los terrenos.

—Nagua aún no puede moverse. Ariel está cuidando de él.

Sera resopló suavemente. —Quizá debería haberle dado un golpe más.

No pude evitar soltar un “Ya, ya” como respuesta.

—Puede que haya sido capaz de soportarlo— dijo Sylvia, llevándose un dedo a la cara, pensativa. —O tal vez no. Es bastante difícil de decir, en realidad. Tenemos que entrenarlo más.

Una manera muy suave de manejar el golpe de Sera. Esta chica va a llegar lejos.

Fue en ese momento cuando un camarero se acercó a nuestra mesa, así que cada uno pidió lo que le apetecía. Por alguna razón, el tipo estaba tan nervioso que prácticamente temblaba en sus zapatos. ¿Por qué actúa así? ¿Es su primer día de trabajo?

—Silvie, ¿cómo te sientes ahora que ya casi es la hora de la pelea? —Preguntó Rion.

Hermana querida, tu rapidez para hacer amigos nunca deja de sorprenderme. ¿Ya te dirijes a Sylvia con un apodo?

—No sé por qué, pero hoy me siento muy bien. Pero como prometí, voy a ir con todo lo que tengo.

Vaya, creo que casi puedo ver una especie de aura de motivación rodeándola.

Ema se llevó una mano a la frente. —Está así desde anoche. Sylvia, ¿estás segura de que no has comido nada extraño?

—Sólo he comido lo mismo que tú— respondió Sylvia. Hizo un gesto con la cabeza hacia Efil. — Oh, claro, Efil-san. Tu comida de anoche estaba deliciosa. Me emocioné mucho. Atesoraré tu firma para siempre.

Efil bajó la cabeza en respuesta. —Me alegro de que te gustara. Por favor, ven a comer al restaurante de nuevo.

(Si ha comido la comida de Efil, eso significa que ha recibido un buff de ella, ¿no?). Comentó Sera a través de la Red.

Mis ojos se abrieron ligeramente al darme cuenta. Sylvia, si compruebas tu estado, encontrarás una maravillosa sorpresa esperándote. Pero además, yo tengo el mismo buff, así que estamos en paz. ¡Vamos a tener un maravilloso combate!

***

Junto a la zona donde se había celebrado el programa de la mañana había un coliseo simplista que sería el escenario del combate de exhibición.

Había una plataforma circular en el centro rodeada de gradas con asientos para los espectadores, y la ornamentación de la estructura era sorprendentemente elaborada para un lugar que se había montado para un solo combate.

El combate estaba a punto de comenzar, y todo el recinto estaba absolutamente lleno de gente. Todos los asientos estaban llenos y los vendedores ya estaban haciendo sus rondas. La emoción flotaba en el aire.

—Damas y caballeros, el combate de exhibición entre nuestros más recientes aventureros de rango S comenzará en cualquier momento. Su comentarista del día soy yo, Ronove, locutora oficial de la Arena de Lucha Mixta de Gaun.

La voz de una mujer de beastkin felina sonó fuerte y clara desde una caja cuadrada que colgaba del cuello de un pájaro gigantesco que volaba por encima de las gradas. La caja era un objeto mágico que se utilizaba a menudo en las arenas de Gaun y que servía para magnificar la voz del orador. Por ello, los que vivían en Gaun, así como los que tenían experiencia previa asistiendo a combates, estaban bastante familiarizados con el dispositivo. En cambio, los que lo encontraban por primera vez se sorprendían, como es lógico. Y hoy había muchas caras de asombro, ya que era la primera vez que se utilizaba el artilugio en Parth. Muchos de los presentes parecían dudar de sus propios oídos.

—Vaya, es un invento muy interesante. ¿Lo habías visto antes, Sylvia?

—Mhm. Cuando visité una arena en Gaun. Aunque no me gusta cómo suena en mis oídos.

Sylvia y Kelvin tenían un poco de tiempo antes del combate y estaban charlando en el escenario mientras esperaban. El motivo del retraso era…

—Gulp, gulp, gulp… burp. Uf, por fin he conseguido bebérmelo todo. Ahora te lanzaré el hechizo, Kelvin-san.

—Eh… sí, tómate todo el tiempo que necesites.

La Oráculo de Deramis, Colette, estaba luchando un poco con los diversos hechizos que tenía que realizar. Había empezado con el que evitaría la muerte instantánea de Sylvia, pero al hacerlo casi había vaciado su reserva de MP, haciendo que se le doblaran las rodillas. Los dos clérigos que se encontraban a su lado para este fin la sostuvieron en el momento justo, y uno de ellos le pasó una poción de MP. Era un frasco bastante grande, que requería cierto esfuerzo por su parte para terminarlo. Sin embargo, si no la bebía, su MP no se recuperaría lo suficientemente rápido. Si quería cumplir con sus deberes ceremoniales, no tenía más remedio que beberlo.

Las pociones de recuperación eran imprescindibles en las misiones de subyugación, ya que eran una forma segura de recuperar rápidamente el HP y el MP. Sin embargo, no eran adecuadas para el combate. La cantidad de pociones que podían recuperar y su sabor variaban en función de los ingredientes utilizados, pero lo que tenían en común era su volumen y el hecho de que el usuario debía beberse todo el frasco para que la poción surtiera efecto. El único tipo de aventurero que disponía de tanto tiempo en medio de una batalla sería un novato en su primer día, o eso decía el refrán. Si un aventurero necesitaba desesperadamente recuperarse en el acto, correspondía a los demás miembros del grupo proteger al que bebía la poción.

Quería hablar con ella antes del combate, pero tendrá que esperar, pensó Kelvin. Tendré que elegir un momento en el que no parezca estar tan al límite.

Después de lanzar el mismo hechizo sobre Kelvin, Colette se desplomó una vez más, fue atrapada por sus asistentes una vez más y, por supuesto, le pasaron otra poción de MP… una vez más.

— ¡Ya casi has terminado, Oráculo! ¡Sólo queda levantar la barrera!

—S-Sí… ya casi he terminado… lo tengo…

Con la cara pálida, se llevó la siguiente botella a los labios. Mientras Kelvin la animaba mentalmente, Ronove seguía manteniendo al público ocupado con su charla desenfadada.

—El escenario de hoy fue creado por el famoso artesano Caesar-san y sus aprendices. Le pedimos un comentario y, cito: ‘¡Nos hemos volcado en hacer un escenario que nunca se rompa!’. Por lo que parece, también se puso mucho cuidado en la decoración.

Una parte de las gradas llena de hombres de aspecto solemne asintió.

—Y hoy, se une a mí como invitado nada menos que el aventurero de rango S conocido como ‘Ogro Melocotón’, ¡Goldiana Prettiana-san! Goldiana- san, ¡contaré contigo!

—Es un placer estar aquí. Y no dudes en llamarme ‘Prettia-chan’, querida.

—De entrada, permíteme aclarar que sí contaré contigo porque, al fin y al cabo, ¡no voy a hacer comentarios!

Muchos de los espectadores hicieran reacción tardía ante el descarado abandono del deber.

—Mhmm, lo mismo de siempre, ¿eh?

— ¡Así es! Estoy orgulloso de la cantidad de combates que he comentado, pero mis ojos no pueden seguir los movimientos de los aventureros de Rango S. ¡No tendría la menor idea de lo que está pasando! Pero los que estén escuchando, no se preocupen. ¡Goldiana-san aquí es más que capaz de explicar las cosas cuando surge la necesidad!

—Siempre me lo pregunto, pero ¿para qué estás aquí, entonces, querida?

—Este artículo de aumento de voz es un préstamo de nuestra propia arena, así que mi presencia aquí es una especie de beneficio secundario del que puedo disfrutar. Pero bueno, ¡al menos haré de maestro de ceremonias!

Como si quisiera interrumpir las bromas, una barrera de color blanco azulado surgió de repente. Una vez que se expandió lo suficiente como para cubrir completamente el escenario, su color se desvaneció, dejándola transparente.

Jadeando fuertemente, el Oráculo dijo: —Con esto, los… preparativos han terminado, así que…

rezo para que los dos… burp, para que los dos tengan un gran combate… — y bajó del escenario, con las manos apretadas sobre su boca.

Pobre chica. Espero que no vomite, pensó Kelvin con seriedad. Las pociones hacían efecto en el momento en que se terminaba el frasco entero, así que no había problema en vomitar el contenido después.

—Parece que los preparativos están hechos. Entonces, repasemos las reglas por última vez.

—Adelante, Ronove-chan.

—El combate se llevará a cabo en la parte superior del escenario circular. La condición para ganar es forzar la activación del hechizo de protección del Oráculo, ¡o hacer que la otra persona caiga del escenario! La barrera circundante bloqueará todos los ataques mágicos, pero los seres vivos pueden atravesarla sin problemas, así que tenedlo en cuenta. Todos los que estén en las gradas, siéntense y disfruten del espectáculo. Al igual que yo, ¡lo más probable es que no tengan ni idea de lo que están viendo!

— ¿Te han dicho alguna vez que tienes una lengua bastante afilada, Ronove-chan?

Ronove bajó repentinamente la voz a un susurro. —Esto es sólo entre tú y yo, pero los nobles que actúan como si supieran lo que está pasando en realidad tampoco pueden ver nada. Apuesto a que sus guardaespaldas les están explicando todo en secreto a medida que las cosas avanzan.

Con una voz baja similar, Goldiana la reprendió: — ¡Las buenas damas saben guardar esos secretos para sí mismas!

— ¡AHEM! Pues bien, amigos, ¡hablemos a continuación de las reglas para el equipo y los objetos! Es breve y sencillo: todo el equipo está permitido, independientemente del rango, ¡pero todos los objetos utilizables* están prohibidos! [N.T: aquellos de un solo uso].

— ¡Eso es! Ya hemos inspeccionado todo lo que cada combatiente tiene actualmente en su persona.

Kelvin y Sylvia habían tenido que presentar solicitudes detallando lo que usarían durante el combate, y los organizadores habían inspeccionado a los dos basándose en esas listas antes de que subieran al escenario. Ni que decir tiene que ambos habían sido autorizados sin problemas.