Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 4

Capitulo 2: Ceremonia De Ascenso

Parte 3

Sólo por hoy, Kelvin había dejado atrás el clon de Clotho que normalmente llevaba consigo en todo momento.

— ¡Ya está bien de reglas! ¿Los dos luchadores las entienden? Estoy seguro de que sí, ¿verdad? Así que, sin más preámbulos, ¡a sus posiciones de salida! ¡Rápido!

Nadie entendía la necesidad de la repentina prisa. —Hagamos un buen combate, Sylvia. Justo y limpio.

—Entendido. Y lo sé, iré a por todas.

Los dos intercambiaron un amistoso apretón de manos y se separaron.

— ¡Mira qué apretón de manos tan deportivo entre los dos contendientes! ¿Veremos hoy un combate justo y sin tapujos? ¿Qué opinas, Goldiana-san?

—También es la primera vez que veo pelear a alguno de los dos, así que tu suposición es tan buena como la mía. Supongo que tendremos que ver.

Ambos aventureros se giraron para dirigirse a sus respectivas posiciones de salida.

— ¡En el lado este de la arena está el aventurero que fue ascendido esta misma mañana, Keeeeelvin-san! Lleva una túnica negra y su arma parece ser un bastón. ¿Qué tipo de estilo de lucha nos mostrará hoy?

— ¡Tienes esto, Kel-nii!

— ¡Asegúrate de ganar, Kelvin!

— ¡Rezaré por ti, maestro!

Las voces que expresaban su apoyo a Kelvin sonaron con fuerza desde los asientos reservados de la primera fila.

—Y lo más importante, ¿cuál de sus compañeras es su favorita?

¿Por qué me preguntas eso ahora? pensó Kelvin, algo perplejo, sintiendo las punzantes miradas de los hombres de parth en su espalda.

—En el lado oeste del cuadrilátero está la aventurera de rango S que ascendió en último lugar, ¡Syyyylvia-san! En marcado contraste con su oponente, su color base es blanco y plateado, lleva una armadura ligera y su arma… ¡parece ser un sable! Sylvia-san no se presentó a su propia ceremonia de promoción, lo que significa que no sabemos absolutamente nada sobre la fuerza de ninguna de los dos contendientes. Este va a ser un enfrentamiento interesante.

—Es casi la hora, Ronove-chan.

— ¡Mi error! Muy bien entonces, demos inicio a este combate. ¡¿Están ambos concursantes listos?!

Los vítores se apagaron abruptamente.

Kelvin levantó su bastón, con la culata apoyada en su hombro.

Sylvia adoptó una pose de esgrima, con la punta de su espada apuntando hacia adelante.

— ¡Preparados… comiencen!

¡BOOM!

En cuanto se dio la señal de inicio, la mitad del escenario se convirtió en un lodazal y una columna de aire a presión se estrelló con el lanzamiento simultáneo de Kelvin de ‘Mud Bind Contaminated’ y Presión de aire. Sylvia se encontró con que sus piernas se hundían inmediatamente en la ciénaga sin fondo mientras un gran peso amenazaba con aplastarla.

Aun así, no se inmutó. Exhaló un fuerte suspiro y se lanzó a través del pantano. Su espada brilló una vez.

¡CLANG!

El sable chocó con la guadaña en la fracción de segundo en que Sylvia pasó al lado de Kelvin.

—Oh, voy a disfrutar de esto— murmuró Kelvin mientras levantaba una mano hacia el corte fresco de su mejilla. Hubo un débil destello de luz, y luego volvió a bajar la mano para revelar que la herida ya había desaparecido.

Usó tierra, viento y luz. Tres elementos a la vez, vaya. Es más…

—Parece que te estás divirtiendo— observó Sylvia.

—Oh, no tienes ni idea. Todo lo que he hecho por este combate… por fin está dando sus frutos— respondió Kelvin, con la cara llena de agradecimiento hacia su oponente.

—Ya veo. Como prometí, voy a matarte ahora.

—Um, Goldiana-san, ¿qué ha pasado justo ahí?

—Kelvin-chan trató de usar la presión del aire para lanzar a Sylvia-chan a un lodazal venenoso, pero ella se libró congelando el trozo de suelo que pisaba. Luego se dirigió hacia Kelvin-chan y trató de atravesarle el ojo derecho con su espada. A esa velocidad, su espada habría salido directamente hacia el otro lado, empalando su cabeza.

— ¡¿Su ojo?! Tiene una cara tan bonita, ¿y lo primero que hace es ir a por el ojo de su oponente?

—Parece que Kelvin-chan lo esquivó inclinando la cabeza. Luego usó su guadaña… ¿es una función especial de su bastón? Hmm, no importa. Intentó usar la guadaña para cortarle la cabeza.

— ¡¿Su cabeza?! Parecía un tipo tan agradable durante la ceremonia, y… ¿estoy viendo bien? ¡¿Está sonriendo?!

—Ambos tienen el hechizo de Colette-chan protegiéndolos, así que no hay peligro. Y ella logró esquivarlo agachándose…

Ronove interrumpió la explicación de Goldiana, gritando: — ¡Este combate es mucho más sucio de lo que esperaba!

***

— ¡NOOOO, MI ESCENARIO!

— ¡Cálmate, jefe!

La visión del escenario erosionado hasta convertirse en un amasijo de barro por ‘Mud Bind Contaminated’ de Kelvin evocó un grito que salió de lo más profundo del alma de Caesar. Sus aprendices tuvieron que retenerlo mientras intentaba saltar al escenario en su frenesí.

—Cómo puedes ver, la mitad del escenario ha quedado totalmente arruinado y la lucha no ha hecho más que empezar. He oído que el propio Caesar visitó las minas para conseguir materiales de la mayor pureza y mejor calidad. Sin embargo, sus esfuerzos no han servido para nada, ¡el único récord que se ha batido aquí es la rapidez con la que su preciada creación ha sido totalmente destruida! A diferencia de Gaun, donde la mayoría de los combates se basan en la fuerza muscular y la destreza física, en otros países es común el uso de la magia. Quizá debería tenerlo en cuenta para su próximo trabajo.

—Querida, si Caesar consigue hacer un escenario que no pueda ser destruido ni siquiera por la magia, todos los países le harán ofertas. Pero este no es el momento para eso. Mantén tus ojos en el escenario – ¡el próximo intercambio está por llegar!

Tal y como dijo Goldiana, Kelvin y Sylvia estaban a punto de desencadenar sus siguientes movimientos.

— ¡Obsidian Edge!

— ¡Wintry Expanse!

Tras la espalda de Kelvin flotaban cuatro espadas negras de cuatro metros de largo hechas con el material del propio escenario. Kelvin estaba flotando en el aire gracias al hechizo ‘Vuelo’. Silbido.

—Eso estuvo muy cerca. Si hubiera sido más lento por una fracción de segundo, habrías tenido mis piernas.

—Lo dice la persona que trató de aplastarme en un lodazal.

—Touché.

El escenario en el que estaba Sylvia ya no era un pantano sin fondo. En lugar de eso, todo (el pantano y todo) se había convertido en un enorme bloque de hielo. De hecho, todo el terreno dentro de la barrera de Colette era ahora el territorio de Sylvia.

Un hechizo de Magia Azul de rango A, ¿eh? Si estoy en lo cierto, todo lo que toque el suelo será encerrado en hielo instantáneamente. Eso es problemático.

Puso sus pensamientos en pausa por un momento mientras activaba el Ojo Analizador.

Huh. Es la primera vez que veo que el nombre de alguien aparece en azul. En cuanto a sus habilidades…

Sylvia (16 años, Mujer, Humana, Espadachín mágico)

Nivel: 99

Título: Princesa del Hielo

HP: 1,088/1,088

MP: 1,332/1,620

Fuerza: 472

Resistencia: 316

Agilidad: 1.192 (+199)

Magia: 852

Suerte: 749

Habilidades: Armadura mágica (habilidad única), Dominio de espada (rango S), Magia azul (rango S), Detección de presencia (rango A), Detección de peligro (rango A), Ojo de la mente (rango A), Comandar ejército (rango B), Enseñanza (rango C), Cabalgar (rango C), Autocuración (rango S), Mejora Mágica (rango A), Apetito Abundante (rango A)

Efectos pasivos: Bendición del Rey Dragón de Agua, Bendición del Rey Dragón de Hielo, Ocultación (rango A), Comida/Aumento de Estadisticas (rango S)

He estado manteniendo Presión de aire sobre ella todo el tiempo, pero no parece que se vea perjudicada por ella en lo más mínimo.

Desde el comienzo del combate, Kelvin había estado utilizando la versión más potente de Presión de Aire de la que era capaz, cuyo objetivo era todo el escenario. Como prueba de ello, la plataforma congelada se hundía lentamente en el suelo, con la única excepción de la zona que rodeaba los pies de Sylvia.

¿Es este el efecto de su habilidad única, Armadura Mágica? A juzgar por la zona que no se hunde, es probable que la proteja de la mayoría de los ataques mágicos. Si es así, es la enemiga natural de todos los magos.

Después de ordenar rápidamente sus pensamientos utilizando Procesamiento Paralelo, Kelvin aplicó ‘Vortex Edge’ a sus cuatro espadas. Sin embargo, Sylvia ya se estaba moviendo para entonces.

— ¡Geiser Catarat!

El hielo del suelo se partió mientras el agua hirviendo estallaba con el impulso de una cascada, aunque al revés. El chorro de agua, lo suficientemente caliente como para quemar a alguien e imbuido de una cantidad significativa de magia, amenazó con disparar a Kelvin desde el cielo, pero en su lugar fue suprimido por la Presión del Aire.

—He oído que el agua de mi hechizo está bastante caliente.

— ¡Me lo imagino!

Al mismo tiempo, Kelvin juntó las cuatro espadas por sus empuñaduras como si fuera a formar un shuriken gigante. Lo que ahora colocaba frente a él parecía menos un arma y más un escudo.

—Gira.

Las espadas negras empezaron a girar a gran velocidad, repeliendo el chorro de agua hirviendo que entraba. Gracias en parte a Vortex Edge, el shuriken formado por las espadas no dejaron pasar ni una gota. En su lugar, el agua desviada chocó con la barrera abovedada y simplemente desapareció.

Mientras esto ocurría, Kelvin había percibido el rápido ascenso de Sylvia. Aunque su vista estaba muy oscurecida por ‘Geiser Catarat’, Detección de Presencia le indicó su posición exacta, así que le lanzó unos cuantos Disparos de ‘Wind Shots’ y un ‘flying slash’. ‘Flying slash’ fue más rápido que los ‘Wind Shots’, cortando la pantalla de agua a su paso. Parecía que estaba a punto de hacer contacto cuando…

—Hup.

A través de la brecha que se había abierto en la cortina de agua, Kelvin vio cómo Sylvia esquivaba fácilmente ‘Flying slash’ y paraba las poderosas ráfagas de viento con su espada.

Sí que es ágil…

Al igual que había evitado el gran pantano congelándolo, esta vez se había asegurado el equilibrio congelando el agua hirviendo a sus pies. Estaba haciendo todo esto tan rápido que era sólo cuestión de tiempo antes de llegar a Kelvin. Parecía haber recibido una buena cantidad de agua hirviendo durante el proceso, pero, como era de esperar, no la afectó en absoluto.

Sin embargo, Kelvin no dio señales de moverse. La razón de eso fue…

¡KA-BOOM!

Un ‘flying slash’ de la Guadaña de la Muerte Boreas que Sylvia había esquivado había aterrizado finalmente, atravesando el bloque de hielo (antes llamado escenario) y el suelo que había debajo y que servía como fuente de hechizo ‘Geiser Catarat’. Con la erupción de agua interrumpida, Sylvia perdió el equilibrio y quedó al descubierto.

Kelvin rompió inmediatamente sus shuriken en cuatro espadas y las lanzó hacia delante como si fueran balas, todas ellas volando a una velocidad que incluso un aventurero de rango A no tendría ninguna esperanza de esquivar estando en tierra firme. Aunque los ‘Obsidian Edges’ estaban hechos con magia, eran, en última instancia, meras espadas increíblemente resistentes. Como tal, el daño que infligían era mucho más físico que mágico. Kelvin esperaba que esto resultara eficaz contra Sylvia a pesar de su resistencia a la magia.

La propia Sylvia había sido advertida por Detección de Peligro de la amenaza que suponían las espadas. Si las recibía de frente, la herida sería grave, si no mortal. Pero a pesar de la desesperada situación, no tuvo que pararse a pensar qué hacer. Sería más correcto decir que su cuerpo sabía automáticamente lo que tenía que hacer, gracias a su talento natural para la batalla.

Un chorro de agua salió de la mano derecha de la chica de cabello plateado, la que no sostenía su arma en ese momento… pero no dirigido a Kelvin, sino a un lado. Al hacerlo, consiguió apartarse del camino del primer ‘Obsidian Edge’, permitiendo que pasara volando inofensivamente. A continuación, utilizó el plano de la hoja que pasaba por allí como escalón para subir aún más.

En el momento en que su pie aterrizó, un gruñido de dolor involuntario escapó de sus labios. El encantamiento ‘Vortex Edge’ de la espada le destrozaba los pies y dejaba huellas sangrientas a su paso. Después de todo, su Armadura Mágica proporcionaba una alta resistencia, no una protección completa, y ella estaba en contacto directo con el hechizo. Pero sea como fuere, procedió a saltar sobre la segunda espada, la tercera, y para cuando estaba saltando sobre la cuarta, estaba justo en la cara de Kelvin.

—Este es el final.

Visto de cerca, el sable de Sylvia era hermoso como un espejo, permitiendo a Kelvin captar un claro reflejo de sí mismo en la hoja. Rugió y adquirió una tonalidad peligrosa mientras se lanzaba hacia delante a una velocidad vertiginosa. Su objetivo era su cuello.

— ¿Hm? —Sylvia encontró su espada detenida por una fuerza invisible. ¿Una pared? ¿Algo que giraba?

—‘Helix Barrier es un hechizo que bloquea tanto los hechizos físicos como los mágicos’ es como lo describió, si mal no recuerdo.

La Guadaña de la Muerte Boreas de Kelvin estaba a punto de ser blandida. Al mismo tiempo, Sylvia se encontró con que los ‘Obsidian Edges’ (de nuevo reformados en un shuriken gigante) se acercaban rápidamente a ella por detrás.

La túnica favorita de Kelvin, ‘Astarte’s Embrace’, estaba imbuida de muchas características especiales. Entre otras cosas, le ayudaba a reducir el coste de MP de sus hechizos, le proporcionaba resistencia a ciertas debilidades y era lo bastante resistente como para soportar los golpes de las famosas espadas forjadas por herreros de renombre.

Sin embargo, el efecto más destacable era que podía deconstruir* toda la magia con la que su portador entraba en contacto. Esto incluía los ataques, los potenciadores, la curación y cualquier otra cosa que rozara accidentalmente. No importaba la intención del hechizo ni el proceso que había llevado al contacto. Siempre que Kelvin tocara un hechizo, la túnica tenía el poder de desentrañar completamente su estructura y transmitirle ese conocimiento. Si poseía habilidades compatibles, podría aprender fácilmente a utilizar el hechizo por sí mismo con un poco de práctica. Si quisiera, podría incluso darle su propio giro al original. [N.T: analizar, descomponer en partes y volver a darle forma].

Además, gracias a su experiencia en la lucha contra Clive, había aprendido a percibir todos los hechizos que entraban en contacto con su magia como si estuvieran en contacto con él mismo.

Através de ‘Obsidian Edge’, había “robado” ‘Helix Barrier’ a Clive y lo había añadido a su propio repertorio.

‘Helix Barrier’ era a la vez un muro protector y un feroz viento helicoidal que picaba todo lo que se acercaba. Kelvin comprendía mejor que nadie la utilidad de este hechizo, ya que lo había recibido. La única forma de penetrarla era utilizar algo como ‘Blaze Arrow’ de Efil, que concentraba todo su poder destructivo en un solo punto.

Ningún ataque a medias dejaría una marca.

Sin embargo, esta barrera era la menor de las preocupaciones de Sylvia en ese momento. Frente a ella, Kelvin estaba preparado con la Guadaña de la Muerte Boreas, oculto de forma segura tras su barrera, con las comisuras de la boca levantadas en una sonrisa. Detrás de él estaba el molino de viento de ‘Obsidian Edges’ envuelto en ‘Vortex Edge’. Y la propia Sylvia había perdido el equilibrio por el retroceso de su golpe de espada al ser desviado.

El público, a pesar de no entender del todo la situación, se esforzaba por captar cada detalle del intercambio que tenía lugar en lo alto. En cambio, Sera, Goldiana y todos los que podían seguirla habían llegado a la misma conclusión: el combate estaba decidido. Sera asintió satisfecha, Efil y Rion suspiraron aliviadas y Gerard y Goldiana aplaudieron mentalmente a Kelvin.

En medio de todo esto, las hermosas pupilas de Sylvia se limitaban a mirar el cielo claro y azul.

No había ni un solo cambio en su expresión.

Mm, altura exacta de la barrera confirmada.

La única cosa en la mente de la chica era cómo matar a su oponente. —Glacial Meteor.

En el momento en que las palabras salieron de su boca, una sombra gigante cayó sobre todo el recinto. Las mandíbulas de los espectadores cayeron al unísono, y Kelvin sintió que algo aparecía a sus espaldas. Como era de esperar, la espada de Sylvia estaba en el ángulo perfecto para mostrarle un reflejo.

—Espera, ¿tú no…?

Un enorme meteorito se asomó por encima. Lo suficientemente grande como para aplastar todo el escenario, quedó suspendido en el aire, apenas encajando dentro de la barrera, amenazando con precipitarse en cualquier momento.

—He confirmado usando ‘Geiser Catarat’ que esta barrera llega muy alto. Uf, usar un hechizo de rango S es agotador…

— ¿Planeas matarnos a los dos?

—Mmm… nuh-uh, creo que estaré bien.

Sylvia tenía la Bendición del Rey Dragón de Hielo, que aumentaba el poder destructivo de todo el daño elemental de hielo que infligía y le daba protección contra ataques similares. Si se combina con los efectos de su armadura mágica, podría salir viva.

No se puede decir lo mismo de Kelvin. Aunque tenía desplegada la Barrera ‘Helix Barrier’, el impacto de recibir un golpe así probablemente sería suficiente para activar la magia de Colette. Tampoco podía limitarse a aterrizar: ‘Geiser Catarat’ había destruido el escenario, lo que significaba que ‘Wintry Expanse’ aún podía estar activa. Salir de la barrera era la solución más segura, pero hacerlo significaría perder el combate.

Puedo cortarlo con la Guadaña de la Muerte Boreas, pero con este tamaño, cortarlo al azar sólo generaría una tonelada de fragmentos más pequeños que aún tendría que esquivar. Eso sólo me deja con una opción…

—Arctic Aegis.

Como si hubiera leído sus pensamientos, un escudo de hielo apareció en la mano derecha de Sylvia. En contraste con el Dreadnought de Gerard, este era mucho más pequeño y parecía mucho más maniobrable.

—Ahora todo lo que tengo que hacer es aguantar esto.

— ¡Realmente eres la mejor, Sylvia!

Mientras la gravedad empezaba a arrastrar a su oponente hacia el suelo, Kelvin la persiguió, haciendo caer su guadaña. Había decidido acabar con ella antes de que pudiera llegar al suelo.

Probablemente no debería dejar que esa guadaña me toque. Tengo que aguantar, pensó Sylvia mientras golpeaba con su sable tres veces el asta del arma de Kelvin en rápida sucesión para alterar su trayectoria a la fuerza. Él continuó golpeando, y ella siguió parando los golpes de la misma manera. El intercambio fue furioso en su intensidad, a pesar de durar sólo unos segundos.

¿Ella me sigue el ritmo a pesar de que está en caída libre y no tiene equilibrio? Esto va mucho más allá de ser ágil.

Kelvin sabía mejor que nadie que estaba en desventaja en el combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, esto era el cielo, no el suelo. Utilizaba ‘Vuelo’ para impulsarse mientras que Sylvia no tenía nada de eso. Las habilidades de dominio de la espada que utilizaban respectivamente tenían el mismo rango. La única diferencia, pues, era su propio potencial, y ese talento no podía medirse con números y rangos. Kelvin no podía estar más impresionado por la capacidad de su oponente para defenderse con éxito a pesar de las circunstancias.

Fue ‘Obsidian Edge’ el que finalmente inclinó la balanza, acercándose a Sylvia por la espalda. El shuriken gigante golpeó su flanco y se abrió paso, emitiendo ruidos apagados de desgarro y rotura a su paso. Incluso la chica, normalmente inexpresiva, no pudo evitar una mueca de dolor.

Sin embargo, no fue un golpe fatal. En el momento en que las cuchillas entraron en contacto, ella golpeó su escudo ‘Arctic Aegis’ contra ellas. En lugar de esquivar, se limitó a derribar el escudo con fuerza. El impacto le rompió varios huesos de la mano derecha y destrozó el propio escudo, pero los fragmentos brillaron de color azul y congelaron las espadas negras.

— ¡¿Qué?!

—Si me pasara demasiado tiempo lidiando con ello, ugh… me habrías cortado.

A pesar de la herida en el costado, los movimientos de Sylvia no se ralentizaron lo más mínimo. Más bien, Kelvin sintió que ella era cada vez más rápida, y esta constatación le hizo increíblemente feliz. En este momento, estaba dando todo lo que tenía, y aquí había alguien que podía manejar cada parte. Una cantidad colosal de presión golpeaba su espalda por el gigantesco trozo de hielo, pero no pudo evitar considerarlo como otro factor de diversión de la batalla.

Las cuatro espadas que se habían convertido en bloques de hielo en una fracción de segundo habían perdido su impulso y estaban cayendo al suelo. ‘Vortex Edge’ en el que se suponía que estaban camuflados no mostraba signos de atravesar el hielo, lo que probablemente significaba que la magia ya se había disipado.

—Ah, un punto de apoyo.

Hasta entonces, Kelvin había logrado mantener la distancia perfecta para permitirle asaltar unilateralmente a Sylvia con el mayor alcance de su arma, pero ahora ella había recuperado el equilibrio. No podía dejar que la usara para escapar, lo que hacía que el combate en sus posiciones actuales fuera mucho más complicado.

Kelvin desencadenó de inmediato ‘Hiper impact’ con la esperanza de revolver el hielo a su alrededor para que ya no pudiera usarse como punto de apoyo, comprendiendo que el hechizo no tendría ningún efecto directo sobre la propia Sylvia. Sin embargo, para su asombro, ella consiguió recuperar el equilibrio al apartar de una patada el shuriken congelado durante el brevísimo momento en que éste pasó junto a ella. La sangre ya había dejado de gotear de sus grebas, lo que indicaba que las heridas que había sufrido en los pies ya se estaban curando.

Sin mostrar ningún signo de dolor, con un rostro inexpresivo y sin inmutarse por los ataques de ‘hiper impact’ que la rodeaban, la chica se acercó a Kelvin en un instante. En lugar de elegir aterrizar, había optado por tomar la ofensiva.

— ¡Vienes hacia mí!

—Prometí matarte. No se sabe lo que harías si te diera espacio.

Una persona normal en esta situación se habría limitado a esperar la caída del meteorito. Pero Sylvia decidió no hacerlo. Kelvin no podía saber si había sido un capricho o era una decisión basada en el cambio de circunstancias. Lo único cierto es que no hubo vacilación en sus movimientos.

Ella esquivó su gran guadaña golpeándola hacia arriba con su sable, y luego se lanzó contra ‘Helix Barrier’. Sufrió bastante daño al hacerlo, pero la barrera no tardó en ceder y se desmoronó al chocar con su ‘Armadura Mágica’. En cuanto esto sucedió, lanzó todo su ímpetu detrás de su sable, atravesando la muñeca derecha de Kelvin.

Apretando los dientes ante el intenso dolor, Kelvin soltó su bastón al mismo tiempo que Sylvia retiraba su sable. En la situación actual, con su oponente tan cerca y su mano dominante herida, la guadaña sólo estorbaría. Igualmente, sería difícil disparar cualquier hechizo a esta distancia. Después de forzar al máximo Procesamiento Paralelo, la respuesta que le dio fue…

— ¡Hnngg!

— ¡Qué pena por ti, todavía tengo ‘Técnica de Combate’ de Sera!

…para usar la habilidad ‘Técnica de Combate’ que había copiado en mis guanteletes ‘Devoradores de habilidades’, para poner a Sylvia en una posición asfixiante. Ella había lanzado un ataque de seguimiento dirigido a su cuello, pero él lo bloqueó sacrificando su mano ya herida, y luego activó ‘Aceleración Sónica’ para dar un impulso explosivo a su estadística de Agilidad. Ahora que era más rápido que su oponente, dio la vuelta por detrás de ella y, aguantando el dolor, le rodeó el cuello con la mano para constreñirle la tráquea. La sangre brotó de su muñeca derecha con el esfuerzo, y su HP siguió bajando. Con el gigantesco meteorito también acercándose desde arriba, el tiempo se estaba agotando rápidamente.

Maldición, ‘Vuelo’ también fue disipado. ¿Es por Armadura Mágica también?

Con el hechizo que lo mantenía a flote perdiendo efecto, las dos figuras que estaban pegadas entraron en caída libre.

—Si ese gigantesco trozo de hielo me alcanza, tú ganas. Si consigo dejarte inconsciente antes de eso, es mi victoria. No importa cómo termine, gracias por la lucha, Sylvia.

De la boca de Sylvia no salió ningún sonido mientras luchaba desesperadamente por zafarse del agarre asfixiante de kelvin. Pero fue en vano. Su mente se estaba oscureciendo y su agarre del sable se estaba debilitando.

A este paso, seré la primera en morir…

Con su última gota de fuerza, agarró su sable con ambas manos. Afortunadamente, su mano derecha rota ya se había recuperado lo suficiente como para volver a moverse. Dirigió la temblorosa punta de la espada hacia su propio pecho. O para ser más específicos, su corazón.

—Espera, no estás…

Incluso Kelvin no pudo evitar alarmarse. La sonrisa desapareció de su rostro, pero no tuvo tiempo de reaccionar. El sable de Sylvia atravesó su propio corazón antes de ensartar también el suyo. Los dos se estrellaron contra el suelo y, una fracción de segundo después, quedaron aplastados bajo un enorme trozo de hielo.

***

El público había quedado en un silencio sepulcral, y en el aire resonaban los ecos del ensordecedor choque. El escenario en el que los dos aventureros habían luchado había desaparecido sin dejar rastro, sustituido por un enorme cráter que actualmente estaba ocupado por un enorme trozo de hielo. Sin embargo, las ausencias más llamativas eran las de los dos contendientes. No estaban en el aire ni en el suelo.

—Ummmmm… Goldiana-san, ¿puedes explicar lo que acaba de suceder?

—Parece una emergencia, así que seré breve. Mientras caía, Sylvia-chan se atravesó el corazón junto con el de Kelvin. Entonces el meteorito hizo boom encima de ellos.

—Uh, yo pensaría que una espada a través del corazón sería suficiente para activar el hechizo del Oráculo, ¿verdad? ¿O se activa dos veces?

— ¡Es un mecanismo de seguridad de un solo uso! ¡ES UNA EMERGENCIA! ¡HAY QUE SALVAR A AMBOS!

El grito de Goldiana hizo que todos volvieran a la acción. Aventureros de alto rango y hábiles guerreros de diversas afiliaciones saltaron a la zona de combate. Su respuesta inmediata fue encomiable, pero rápidamente se dieron cuenta de que no tenían ni idea de qué hacer con el enorme montaña de hielo. Cuanto más se acercaban, más desconcertados se quedaban ante el enorme tamaño de lo que había generado Sylvia.

— ¿Qué…? ¡Maldita sea, esto es grande!

— ¿Cómo se supone que vamos a romper esto? ¿Con un martillo?

— ¡No lo toques sin cuidado! Podrías hacerte daño.

— ¡Necesitamos fundirlo con Magia Roja! Que alguien llame…

Mientras todos se arremolinaban consternados, una figura se acercó corriendo, levantando una enorme nube de polvo tras de sí.

— ¡Apártense de mi camino!

Goldiana había saltado de su asiento de comentarista y convirtió su aura de combate, normalmente roja, en un tono rosa. La multitud se separó sin rechistar ante él, algunos capitulando ante su pura intensidad, otros porque sentían instintivamente el peligro de no hacerlo.

— ¡Todos, salgan de la barrera! Voy a mover esto… esperad.

En el momento en que hizo concentrar su aura alrededor de su puño derecho, el gigantesco trozo de hielo pareció moverse.

—Esto es… ¡Todos, retrocedan! ¡SE ESTÁ DESMORONANDO!

Mientras gritaba, varias líneas recorrían la superficie del meteorito. Cada fisura estaba siendo creada por un ataque de corte con un arma. Los cortes que salían volando subían al cielo, destruyendo la barrera de Colette y volando en la distancia. Unos momentos después, todo el trozo de hielo comenzó a derrumbarse. Ahora que la barrera había desaparecido, nada impedía que los trozos más pequeños se desparramaran más allá de la arena. Y todo el tiempo, los peligrosos cortes continuaron volando, reduciendo constantemente el hielo restante.

— ¡CORRAN TAN RÁPIDO COMO PUEDAN!

— ¡Magos, preparad una nueva barrera AHORA! ¡Protejan a los espectadores! ¡DEPRISA!

El desmoronamiento del gigantesco meteorito hizo que el recinto quedara en un estado de desorden aún mayor. Por suerte, aún quedaba bastante espacio entre el escenario y la primera fila de asientos, así que nadie había resultado herido todavía. Pero siempre es mejor prevenir que lamentar, así que todo el mundo entró en acción para contribuir de la manera que pudiera.

— ¡Pirohidra Octonary!

Una única flecha roja salió disparada de repente desde las gradas. En un abrir y cerrar de ojos, estalló en llamas y se transformó en un dragón de fuego con ocho cabezas. Las cabezas se separaron para formar ocho nuevos dragones que empezaron a dar vueltas alrededor del hielo, con sus órbitas superpuestas.

A medida que el hielo era continuamente raspado desde el interior por los misteriosos cortes voladores, se iba derritiendo rápidamente desde el exterior. Las llamas fueron estrechando su lazo, lanzando enormes columnas de vapor. Al poco tiempo, ya no quedaba nada del hielo. La crisis se había evitado sin una sola baja.

Efil, que había disparado la flecha, preguntó a través de la Red de seguidores.

(¿Ha sido suficiente, maestro?). El final de la frase fue pronunciado con bastante más fuerza de lo que era habitual en ella, insinuando su enfado.

Justo lo que necesitaba, gracias. Y vamos, no te enfades tanto, Efil.

Ahora que el hielo había desaparecido, el cráter estaba al descubierto para que todos lo vieran, revelando un agujero en el suelo. Todos los ojos se fijaron en ese agujero cuando surgió una figura.

—Aquí estoy, vivo y bien después de todo.

Kelvin apareció con Sylvia bajo uno de sus brazos. El recinto estalló en un estruendoso aplauso.

***

—Uf, me alegro de haber llegado a tiempo…

De hecho, había pensado que estaba acabado. Después de que Sylvia hubiera ensartado nuestros corazones, realmente morí por un momento. Sin embargo, el hechizo de Colette se había activado inmediatamente, llegando a devolverme a un estado sin espada en el pecho. Más que “recuperación”, sería más exacto llamar a lo sucedido “un salto atrás en el tiempo”.

Ligeramente desconcertados por la experiencia, Sylvia y yo intercambiamos miradas vacías, con signos de interrogación que prácticamente rondaban nuestras cabezas. Yo seguía abrazándola, pero todo había sucedido tan rápido que no creía que el público lo hubiera visto. Si hubiéramos estado congelados en ese estado y el señor ‘Brutal Beast’ hubiera estado presente, probablemente se habría vuelto loco de rabia. Ninguno de los dos tenía mucha elección en cuanto a cómo se desarrollaron las cosas, pero fue una suerte para todos que el perro loco Nagua hubiera estado en cama durante el día.

Aunque ambos nos habíamos despertado en un estado de confusión, la situación no ofrecía ningún respiro. En concreto, ‘Meteoro Glacial’ de Sylvia seguía cayendo, y estaba casi encima de nuestras cabezas. Ahora que el hechizo de Colette se había activado una vez, no tenía sentido continuar el combate, así que rodeé a Sylvia con un brazo, conjuré ‘breeze’ para que me trajera mi Báculo ‘black disaster’, que había estado cayendo a nuestro lado, y utilicé Magia Verde para cavar lo que era efectivamente un refugio antibombas tan rápido como pude, teniendo cuidado de no tocar accidentalmente los restos de ‘Wintry Expanse’.

Para estar más seguro, incluso reforcé las paredes con ‘Adamantite Rampart’ sobre la marcha. Sólo tras el impacto del meteorito y mi confirmación de que las cosas se habían calmado, comencé el trabajo de excavación desde abajo utilizando la Guadaña de la Muerte Boreas. No tenía ni idea de lo grande que era la cosa, así que ajusté la potencia de los cortes y los incliné para que volaran directamente hacia el cielo. Para asegurarme de que no hubiera bajas en la superficie, había enviado a Efil y a los demás mensajes telepáticos pidiéndoles que ayudaran en su lado.

Así nos habíamos mantenido con vida. Mi manejo de la situación había sido un poco improvisado, pero el resultado final fue satisfactorio, a pesar de todo. Ni siquiera tuve que activar mi salvavidas (la bendición de Melfina) delante de la multitud.

—Yo… no logré matarte. Es tan frustrante…

—Eh, no, ¡sí me mataste! — ¡Había literalmente una espada en mi corazón! Espera, estaba ella… — ¿Te acercaste a mí en medio de la caída porque planeabas matarme dos veces?

—Mhm. Prometí hacer lo mejor posible. En este caso, eso significaba tener que hacerlo dos veces. Eso es lo que se me ocurrió cuando pensé en cómo hacerlo durante el combate.

¿Cómo está diciendo eso con una cara tan seria? Sé que no estoy en posición de comentar sobre otras personas, pero esta chica está bastante fuera de lugar. Aunque en el contexto de nuestro combate, la idea errónea está definitivamente en línea con la dirección general de lo que quería.

En medio de los interminables elogios y ovaciones, dos voces se alzaron desde los asientos de los comentaristas.

— ¿No es un alivio que todo haya salido bien al final, Colette- sama?

— ¿Por qué me han hecho sentarme aquí? No me siento muy bien ahora mismo, de hecho…

Por alguna razón, el asiento de Prettia estaba ahora ocupado por Colette. — ¡Por el resultado absolutamente inédito del combate de hoy, por supuesto! La activación de su magia es nuestro criterio habitual para decidir el ganador, ¡pero hoy hemos visto su activación simultánea en ambos contendientes! Por lo tanto, ¡no tenemos idea de cómo calificar el resultado!

—Entonces, ¿me estás pidiendo que de un veredicto?

— ¡Eso es!

No podía verlos desde el cráter, pero casi podía imaginar a Colette suspirando.

—Para ser exactos, la activación no fue del todo simultánea. La diferencia de tiempo es casi imperceptible, pero cronológicamente hablando, la espada de Sylvia-san atravesó su propio corazón antes de atravesar el de Kelvin- san. Como tal, fue su hechizo el que técnicamente se activó primero.

—Así que estás diciendo…

—Así es. En consecuencia, el ganador de este combate es… ¡Kelvin-san! ¡Felicitaciones!

— ¡¡¡WHOAAAA!!!

Aunque la Oráculo había parecido un poco desordenada antes del combate, estaba claramente acostumbrada a hablar a grandes multitudes. La forma hábil en que pronunció el comunicado hizo que el público estallara en un estado aún mayor de vítores frenéticos.

— ¡Así que el ganador es Kelvin-san! Este es un combate que seguramente pasará a la historia. A pesar de que no entendí casi nada.

—Fue realmente un combate que valió la pena ver. Como representante de Deramis, también me encantaría inv… ¡ugh!

— ¿Colette-sama? ¿Por qué de repente te cubres la boca? ¡El micrófono! ¡Silencien el micrófono!

Vi a mis compañeros precipitarse hacia mí con sonidos verdaderamente trágicos de fondo.

Creo que nunca olvidaré este día.

***

Justo al sur de la plaza, en el corazón de Parth, había una torre de reloj que había estado allí desde la fundación de la ciudad por sus cuatro países vecinos. Símbolo del orden alcanzado con la firma del acuerdo de paz, la estructura se elevaba por encima de todo lo demás en la ciudad y era un famoso lugar turístico. Cerca de su cima había un mirador desde el que se podía ver toda la ciudad. El lugar solía estar abierto al público y, naturalmente, era bastante popular entre los visitantes.

Ahora, sin embargo, la cima de la torre del reloj parecía vacía y abandonada. Al fin y al cabo, los habitantes de Parth estaban inmersos en sus fiestas desde primera hora de la mañana, y en ese mismo momento se estaba celebrando un combate entre dos aventureros del Rango S. Los turistas que normalmente iban y venían no se veían por ninguna parte, ya que todos ellos habían sido atraídos por lo que estaba ocurriendo en la plaza central.

Pero el mirador no estaba totalmente vacío. Había una figura solitaria que miraba el coliseo desde su posición.

—Así que, realmente es…

La mirada del hombre de armadura se dirigía a la oponente de Kelvin para el combate, Sylvia.

Asintió varias veces como si acabara de confirmar algo.

— ¿El gran general de la Orden de los Caballeros de Acero está de espectador hasta aquí, sin un solo guardaespaldas a la vista?

—Esa voz… ¿eres tú, Kokudori?

El hombre se giró tranquilamente, sin alterarse lo más mínimo por haber sido identificado. El que le había llamado era el miembro enano del grupo de Sylvia. Y como Kokudori había discernido, el hombre que había estado observando el combate era, efectivamente, Dan D’Alba, general de la Orden de los Caballeros de Acero de Trycen.

—Qué honor que un personaje tan estimado recuerde el nombre de alguien como yo. Aunque no creo que nos conozcamos personalmente.

—Me empeño en recordar las caras y los nombres de los luchadores poderosos.

—Es un comentario interesante para alguien de un país que odia a otras razas con tanta pasión.

—Puede que la postura del país sea como tú dices, pero nadie suscribe realmente esa idea. Y de vez en cuando, hay gente como yo. Sobre todo, si pretendes llevar esa lógica tuya al extremo, entonces todo lo que me digas a mí, tendrías que decírselo a ella ahí abajo, ¿no? — dijo Dan, señalando hacia el coliseo. En ese mismo momento, un enorme trozo de hielo había aparecido en el aire. —Bueno, así será. ¿Lunoir ya tiene un hechizo de rango S? Sí que ha crecido en los últimos dos años. Ah, no, lo siento. Ahora se hace llamar Sylvia, ¿no? ¿Y es Ashley la que veo en las gradas?

—Lo has descubierto, entonces.

—Se ha dejado crecer el cabello y se ha quitado la bufanda que siempre llevaba. Pero como dije, me empeño en recordar las caras de los luchadores poderosos.

— ¿Qué piensas hacer con ella?

El aire que rodeaba a Kokudori cambió, convirtiéndose en una presión que se abalanzó sobre Dan. El viejo general, sin embargo, parecía imperturbable. Levantó las manos y se encogió de hombros para indicar que no estaba allí para luchar.

—Vamos, no te pongas tan nervioso. No estoy aquí para obligarla a volver a casa, si es eso lo que te preocupa.

— ¿Qué, entonces? —El ambiente se suavizó, sólo un poco.

—Esta es una carta de Shutola-sama. Por favor, pásala a Lunoir.

— ¿Una… carta?

Dan le pasó a Kokudori un sobre que llevaba el sello de cera de la familia real de Trycen.

—Cuando Lunoir y Ashley desaparecieron hace dos años, Shutola-sama se entristeció terriblemente. Siendo su posición la que era, Lunoir era la única persona con la que Shutola-sama podía hablar franca y abiertamente. Shutola-sama movilizó a los ‘Black Ops’, pero no pudieron encontrar nada y finalmente no tuvo más remedio que llamarlos.

—No me sorprende.

—No tengo ni idea de por qué aparece ahora como aventurera, y no pienso hacer nada al respecto, no después de todo este tiempo. Las únicas personas que han descubierto su nueva identidad son Shutola-sama, yo mismo y algunos otros en los que sé que puedo confiar. No deseo hacer nada que haga que Shutola-sama se enfade más.

— ¿Qué estás sa…?

—Lee esa carta; estoy seguro de que responderá a muchas de tus preguntas. Bueno, ya es hora de que regrese. Parece que mi edad me está afectando bastante estos días. ¿Puedes comprender lo duro que fue venir hasta aquí a caballo? Nadie quiere envejecer, ¿eh? —Dan hizo una mueca y se golpeó la cintura varias veces.

— ¿No vas a preguntar por qué se fue Sylvia? —Preguntó Kokudori de repente cuando el otro hombre llegó a las escaleras. Aunque el enano ya no emanaba un aura de hostilidad, todavía tenía la guardia alta.

—Si se lo pido, ¿volverá? Probablemente no, ¿verdad? Hacerlo sólo reavivaría mis sentimientos de arrepentimiento. Desapareció sin decir una palabra ni siquiera a Shutola-sama, su amiga más cercana. Imagino que sus razones fueron lo suficientemente poderosas como para reflejar esa elección, y que la decisión no fue tomada a la ligera. Por ello, estoy dispuesto a aceptar las cosas como son. Shutola-sama también la ha perdonado. Su sucesor no ha sido más que un problema… oh, espera, no, él tampoco está ya con nosotros…

Sin decir más, Dan se dio la vuelta y desapareció por las escaleras, levantando una mano en señal de despedida despreocupada, pero sin molestarse en volver.