Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Asesinos Y El Gremio De Asesinos

Parte 3

A pesar de sus acciones, no podía reprocharle que estuviera rogando por su vida. La idea de morir era aterradora, incluso para un asesino a sueldo. Sin embargo, no había forma de que pudiera permitir que un asesino callejero que empañaba el nombre del gremio escapara.

“Te diré quién nos contrató… Así que, por favor, déjame vivir”.

Cualquier empatía que sentía por Drog antes se desvaneció después de que dijo eso.

No revelar a tu cliente era el estándar mínimo para un asesino.

Drog había dejado el gremio para matar indiscriminadamente; hacía tiempo que había dejado de ser un asesino. Ahora solo era un asesino común.

“… ¿Quién te contrató?” Ahogué mi rabia.

Cualesquiera que fueran mis sentimientos personales, esta era información crucial para todos los demás.

Tenía una débil esperanza de que esto fuera solo un farol de Drog para tomarme con la guardia baja. Pero desafortunadamente, estaba equivocado.

“Es la almirante de Veronian, Lilinrala… Ella quería que matáramos a Misphia, la primera reina de Veronia… Se esconde en Zoltan bajo el nombre de Mistorm”.

“Así que fue la almirante Lilinrala”.

Aparentemente, el verdadero nombre de Mistorm era Misphia, incluso la Reina Misphia.

No conocía los detalles, pero eso la convertiría en la primera esposa del rey Geizeric, quien desapareció hace décadas. Entonces esa galera, Drog y Mistorm estaban todos conectados.

“Ya veo. Gracias por esa información.” “¡A-Así que entonces!”

“Sí, no voy a acabar contigo”. Suspiré mientras me alejaba.

A pesar de que le di a Drog una buena apertura, no hizo ningún intento de levantar su espada. En cambio, tomó una poción curativa y la bebió, contento de estar vivo.

Lo escuché toser y vomitar la poción.

“No acabaré contigo, pero esa herida te matará de todos modos. Una poción no te salvará ahora.”

“Agh… Espera… No puedo… ver…”

“Debes conocer los síntomas de la pérdida de sangre. Ya lo has presenciado muchas veces, ¿no?”

Empecé a alejarme, sin mirar atrás.

Drog había sido fiel a los impulsos de su bendición Asesino, llegando incluso a dejar el gremio por ellos. Sin embargo, el resultado estuvo muy lejos del asesino ideal.

Era un misterio.

“¡Tisse ha vuelto!” Rit gritó aliviada.

La chica se acercó tranquilamente con el Señor Crawly Wawly sobre su hombro.

Evidentemente, había logrado eliminar a su oponente. “Ya estoy de vuelta.”

“Buen trabajo.”

Le pasé una toalla y un poco de agua que tenía preparada para ella. “Gracias.”

Aunque Tisse era de alto nivel, perseguir a alguien que huía por el bosque y pelear contra ellos aún le pasaba factura. Lentamente bebió el agua y luego se secó el sudor.

“¿Qué hiciste con los dos que derrotaste, Red?” “Están atados en el cobertizo”, respondí.

“Ya veo…”

“Le explicaré las cosas a todos los demás, así que tú decides qué hacer con ellos”.

“Gracias.”

Tisse tocó la empuñadura de la espada y luego se detuvo para mirarme como si buscara una confirmación. Asentí. Se dirigió hacia el cobertizo, pero se detuvo abruptamente.

“… Lo siento, no debería haber hecho eso”, dijo Tisse. “¿Hm?”

“Si te consulto, te haré responsable de mi trabajo”.

Estaba a punto de ignorarlo como si nada importante, pero la expresión de Tisse era más seria de lo que esperaba.

“¿Quieres que te acompañe al cobertizo?”

Hice que todos los demás regresaran adentro antes de que fuéramos a lidiar con los dos asesinos.

“Sabes que solía ser un soldado, y también he matado a mucha gente. No tienes que preocuparte por mí” comenté.

“Lo sé…”

Tisse estaba preocupada porque me había consultado si matar a los dos asaltantes, y eso significaba que yo había decidido funcionalmente quitarles la vida. Parecía disgustada consigo misma por eso.

“No me arrepiento del asesinato en sí. Esta es la bendición con la que nací, y esta es la vida que he vivido. Pero también deseo tener una razón para el acto”, explicó Tisse.

“El trabajo de un asesino significa matar personas a pedido de otra persona, así que eso es natural”, respondí.

“Quiero más que eso”.

El cobertizo no estaba muy lejos de ninguna manera, y pronto estuvimos en la puerta.

“Los asesinos callejeros” susurró Tisse. “Fueron fieles a los impulsos de sus bendiciones. Es casi seguro que mucho más de lo que soy para la mía. Y sin embargo, como asesinos, eran impuros e incompletos. ¿Por qué?”

“Eso es simple”, respondí.

Tisse me miró, un poco sorprendida por la prontitud con la que respondí. “¿Cómo es eso…?”

“Todo lo que hicieron fue obedecer sus impulsos. Pero piensa por ti mismo sobre el mejor curso de acción. Eso es realmente todo lo que hay que hacer”.

“Quizás. Sin embargo, aunque no me someto a mi bendición, sigo siendo un asesino de principio a fin”.

“¿Hm?”

“…Tú y la Sra. Ruti renunciaron y eligieron vivir una vida tranquila. Dejaste de ser un caballero y ella dejó de ser el héroe. No he renunciado a mi vida como asesino, pero todavía estoy aquí con ustedes dos.”

“Ah”.

“Hay momentos en los que me pregunto si realmente está bien que me quede en Zoltan”. Tisse miró hacia abajo.

“¿Por qué no sería?” Pregunté a la ligera. “Ruti disfruta de tu compañía, y tú sientes lo mismo por ella, ¿verdad?”

“Sí, la Sra. Ruti es alguien a quien puedo admirar, y también…” “Ella es como una hermana pequeña problemática, ¿sí?”

“Hah-hah. Sí. Es un poco grosero, pero así es como me siento. Es extraordinariamente fuerte y sabia y, sin embargo, si la dejas en paz, se mete en problemas… Es un placer estar con ella”.

“No hay muchas personas que reconozcan sus encantos. Gracias, Tisse.” “¿Eh? No hay gratitud necesaria. Me quedo con ella porque quiero”.

El rostro de Tisse enrojeció ligeramente de vergüenza. Sonreí ante la vista.

“Parece que no hay problema, entonces. Asesino o no, eso no cambia el hecho de que es divertido estar con tus amigos”.

“¿Estás seguro de que todo está bien?”

“No tienes que negar ese aspecto de ti mismo por nuestro bien. Puedes quedarte con Ruti sin dejar de ser Tisse el asesino. Lo importante es que eres amigo de Ruti”.

“Hmmm.”

“No creo que los intereses de nadie se alineen perfectamente. ¿Y qué? Ruti y yo somos tus amigos porque queremos serlo”.

“Eso es cierto. Supongo que ha pasado tanto tiempo desde que hice un trabajo de asesino adecuado que me hizo preguntarme. Gracias.”

“Mira, esta es solo mi opinión, pero…” Hice una pausa, mirando a Tisse, “No creo que tu forma de vida sea incorrecta. ¿No puedes quedarte cómo eres, un asesino que vive una vida tranquila?”

“Esa es ciertamente una forma extraña de decirlo”. Tisse sonrió y luego su expresión cambió. “Está bien, tengo un trabajo que terminar”.

“Por supuesto. Te estaré esperando.”

No hubo sonidos, pero dos de las presencias en el cobertizo fueron rápidamente extinguidas.

Tisse y yo regresamos a la casa de Mistorm. El interior estaba ennegrecido por el fuego.

“Lamento no haberme fijado en esos tres hasta que fue demasiado tarde”, se disculpó Tisse.

“Está bien. Tanto Shien como mi casa se recuperarán”.

El obispo Shien había curado su herida con magia, pero dada su edad, tuvo que acostarse en la cama para descansar de la pérdida de sangre.

“Si es culpa de alguien, es de él por no darse cuenta de que sus propios dracos de montar habían sido cambiados. Parece que tiene la cabeza sobre él, pero siempre ha sido propenso a equivocarse en el embrague”, comentó Mistorm. Luego se lanzó a contar algunas viejas historias sobre los errores anteriores del obispo Shien, lo que trajo una sonrisa agradable a nuestros rostros.

“Whoops, el agua debería estar lista ahora. Conseguiré un poco de té y golosinas”, dijo Mistorm.

“Ah, déjame ayudarte”.

Tisse comenzó a levantarse, pero Mistorm la despidió suavemente.

“Está bien, está bien. Eres un invitado, así que tómatelo con calma.” La anciana se dirigió a la cocina. Después de un par de minutos, regresó con una bandeja en las manos. “Ayúdense ustedes mismos.”

Dejó una botella de ron y unas copas sobre la mesa. Tisse, que no bebía, parecía curiosa y un poco sorprendida.

“Es una broma, querida”.

Había una sonrisa traviesa en el rostro de Mistorm mientras les daba a todos una taza de té negro. Luego mezcló una pizca de ron en cada uno y echó pequeños trozos de mantequilla que flotaron en la superficie del líquido oscuro.

“¿Ron con mantequilla caliente?” Yo consulté. “Sí. Tú sabes lo que haces.”

Era una bebida caliente adecuada para los días fríos. Un chico que creció en el sur me lo contó durante mi mandato con los Caballeros de Bahamut.

“En Veronia, los marineros traían a casa las sobras de ron y sus madres o esposas lo usaban para cocinar o para cócteles. El sabor del ron se convirtió en sinónimo de armonía familiar”.

“Así que realmente eres de Veronia”, comentó Tisse.

“Estoy en ello.”

Tisse bebió un sorbo de ron con mantequilla caliente y luego exhaló. “Es delicioso.”

“Me alegro de que te guste”, respondió Mistorm con una sonrisa.

Tisse dirigió su atención al viejo héroe de Zoltan. “El asesino callejero con el que luché entregó al cliente que los había contratado para matarte”.

“”¿Qué?””

Tanto Mistorm como yo quedamos impactados por eso. “Era la almirante Lilinrala de la marina de Veronian”.

“Ahh, entonces ella es la responsable”. Había una mezcla de sorpresa y comprensión en el rostro de Mistorm.

Tisse parecía un poco insegura sobre si continuar, pero lo hizo de todos modos. “El asesino callejero también reveló quién solías ser”.

Mistorm tomó aliento y exhaló antes de asentir. “Si ha llegado a eso, entonces no veo ninguna razón para ocultártelo por más tiempo”.

“Gracias.”

Tisse pareció aliviada. Estaba particularmente unida a Mistorm, más que el resto de nosotros. Estoy seguro de que estar atrapado entre no querer ocultarnos secretos y no querer revelar a Mistorm sin permiso había sido estresante.

Mistorm sonrió amablemente al ver a Tisse tan aliviada.

“Puede que solo haya sido por un corto tiempo, pero todos viajamos juntos como camaradas, y me disculpo por hacer que te preocupes por mí. Sin embargo, no estaba tratando de engañarte. En lo que a mí respecta, Mistorm es mi verdadero nombre. Me han llamado así mucho más tiempo que cualquier otra cosa”.

Cierto. Había llegado a Zoltan a los veintitantos años. Mistorm había sido su identidad durante más de cuarenta años. Incluso si al principio era un alias, hace mucho tiempo que se convirtió en su nombre real.

Eventualmente, lo mismo me sucedería a mí también. Llegaría un día en que yo viviría como Red más tiempo que Gideon. Al ver la mirada en el rostro de Mistorm, tuve la sensación de que no sería tan malo.

“Entonces, ¿cuál es tu antiguo nombre?” Rit preguntó.

“Anteriormente me conocían como Misphia, esposa del rey Geizeric y la Primera Reina de Veronia. También me llamaban la Princesa Pirata Misphia, capitana del segundo barco de los Piratas de Geizeric.”

No era una historia tan loca que la reina que había desaparecido había terminado en Zoltan, hogar de todos los fugitivos. Pero incluso si no fue inesperado, todavía fue sorprendente.

Mistorm pareció disfrutar la expresión de nuestros rostros.

“Bueno, entonces, ¿por dónde debería empezar?” Mistorm se preguntó en voz alta.

“¿Qué tal desde el principio?” sugirió Yarandrala.

Me volví hacia la alta elfa. “¿Ya sabes lo que está pasando, Yarandrala?” “Más o menos. A decir verdad, no soy del todo ajeno.”

“¿En serio? Pero no tuviste ningún contacto con Mistorm cuando era reina,

¿verdad?”

Si lo hubiera hecho, se habrían reconocido cuando se conocieron por primera vez en Zoltan

“No directamente. Pero conocía a Geizeric y Lilinrala”. “¿Lo hiciste?”

“No es como si fueran amigos particularmente cercanos. Conocí a Lilinrala cuando era navegante de un barco de exploración. Yo era el primer oficial en ese momento. Mi bendición no es particularmente útil en los mares, pero sigue siendo parte del árbol druida, por lo que puedo sentir los espíritus del océano”.

“Huh, nunca te imaginé navegando por los mares”, admití.

“¿Quién no ha soñado con surcar las olas en busca de una aventura?” Yarandrala respondió.

“Es justo… Aun así, realmente has hecho mucho”.

Yarandrala sonrió con orgullo ante mi comentario. “¡He tenido una vida un poco larga después de todo!”

Había escuchado algunas de sus historias, por supuesto, pero parecía que había muchas más. ¿Cuántas búsquedas había hecho?

“De todos modos, un día, cuando luchamos contra unos piratas que atacaron nuestro barco, Lilinrala robó uno de sus barcos y se fue con él”.

“¿Hubo alguna razón?”

“En ese momento, hubo levantamientos y revoluciones en todo el continente. Mucha gente fue capturada durante los conflictos y vendida como esclava. Los altos elfos se vendían particularmente bien, y Lilinrala no podía soportar eso. Ella misma se convirtió en capitana pirata y persiguió todos los barcos de esclavos que pudo.”

Naturalmente, no vendió a nadie que rescató, pero eso significaba cuidarlos. No pasó mucho tiempo hasta que sus fondos se agotaron. Sin otra opción, también se dedicó a robar en los barcos mercantes y, finalmente, se convirtió en una feroz bucanera que robaba a la gente buena y honesta”, relató Yarandrala.

Mistorm parecía particularmente interesada en la historia de la alta elfa. “No lo digas. En realidad, nunca habló mucho sobre su pasado. Así es como terminó convirtiéndose en pirata”.

“¡No podía soportar que se convirtiera en una vida delictiva y causara problemas a todos! ¡Así que conseguí un barco yo mismo y peleé con ella y los Corsarios Elfos!”

“Eso es totalmente propio de ti”, le dije. Esa intensidad definitivamente fue uno de los lados de Yarandrala. Ella era del tipo de la que no querías convertirte en un enemigo. “¿Fue así como conociste a Geizeric?”

“Geizeric era un esclavo en uno de los barcos que asaltó Lilinrala. No sabría decirte por qué, pero ella se interesó por él.”

Levanté una ceja. “¿Era un esclavo? Ese es un comienzo de vida bastante duro”.

“Sí. Ya era bastante malo que Lilinrala me enviara una carta solicitando un alto el fuego temporal porque un chico que había recogido estaba al borde de la muerte. Me sentí mal, así que envié un medicamento para ayudar”, explicó Yarandrala.

Entonces Yarandrala también había salvado a Geizeric, en cierto modo.

“Geizeric se convirtió en miembro de la tripulación de Lilinrala y finalmente se convirtió en pirata. Sin embargo, nunca hubiera imaginado que sería lo suficientemente grande como para robar un país.

“Antes de que se hiciera un nombre, los gigantes de hielo comenzaron a invadir Kiramin, así que vendí mi nave y formé una banda de mercenarios para ayudar. Después de eso, nunca más volví a tener contacto con ellos”.

“Espera, ¿entonces guiaste a una banda de mercenarios a la guerra? He pasado por más de lo que me corresponde como caballero y miembro del grupo del Héroe, pero tu vida era locamente tumultuosa cuando eras joven”, dije.

“Eh-heh-heh”. Yarandrala se sonrojó como si pensara que era un cumplido. “De todos modos, si hubiera derrotado a Lilinrala y Geizeric, la vida de Mistorm habría sido completamente diferente. Así que siento que soy en parte responsable de todo esto”.

“La vida es una cosa rara. Justo cuando pensaba que había llegado a una buena edad y todo lo que quedaba era esperar a que Lord Demis me llamara a casa, nuevas caras y viejos amigos comenzaron a aparecer y me hicieron perder el control”. La expresión de Mistorm parecía muy conflictiva. Sin embargo, si tuviera que adivinar, diría que en su mayoría se sentía agradecida.

Rit asintió para sí misma. “Está bien, entendemos tu conexión. Así que ahora podemos llegar al meollo de la cuestión”.

“Supongo que te refieres a por qué me persiguen”, respondió Mistorm mientras dejaba su taza vacía.

“El príncipe Salius te está buscando, ¿verdad?”

“No tengo forma de saberlo con certeza, pero creo que ese es el caso”. Mistorm se detuvo un momento para encogerse de hombros. “Una opción podría ser simplemente rendirme y entregarme por el bien de Zoltan”.

“¡Mistorm!” Yarandrala respondió bruscamente.

Pensé por un momento antes de continuar. “Pero si él te está buscando, entonces ¿por qué Lilinrala te quiere muerto?”

“Sí”, agregó Rit con una especie de cara amarga. “Lilinrala actúa como un vasallo leal del Príncipe Salius, pero sus objetivos están claramente en desacuerdo”.

“Así es. El príncipe Salius está tan desesperado por encontrarte que está presionando a la santa iglesia, pero esos asesinos sabían dónde estabas y qué aspecto tenías” dije, fijando mi mirada en Mistorm. Me miró a los ojos y exhaló lentamente.

“Antes de decir más, me gustaría preguntar, ¿qué tan profundamente tiene la intención de involucrarse?”

“Eres un amigo que viajó con nosotros hasta el Muro del Fin del Mundo. Si estás en peligro, estamos preparados para ayudarte”, respondí.

“Eso es exactamente lo mismo que dijo Yarandrala. Sheesh, fue solo un pequeño viaje… Tal vez así es como son los aventureros. Parece que he estado retirado el tiempo suficiente para olvidar.”

Mistorm apartó la mirada y luego sonrió un poco.

“Muy bien, entonces, supongo que es hora de una vieja historia”.