Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 2

Capitulo 1: Black Wind (Viento negro)

Parte 1

La celebración en la posada “Fairy’s Song” había transcurrido afortunadamente, sin contratiempos, y se prolongó hasta bien entrada la noche, despertándome a la mañana siguiente con una terrible resaca. Los aventureros, tanto los que llevaban más tiempo que yo en la industria como los que se habían incorporado recientemente, se habían acercado a mí uno tras otro para servirme bebidas de celebración. Como estrella de la fiesta, no pude rechazar a ninguno de ellos, y se convirtió en un bucle interminable en el que vaciaba mi copa para que me la volvieran a llenar poco después. Uf, pensar que tendría resaca incluso en otro mundo…

En cuanto a cómo le había ido a mi alegre grupo de camaradas…

En el caso de Efil, aunque tenía dieciséis años y, por tanto, la edad legal para beber, era bastante débil al alcohol. De principio a fin, sólo bebió jugo de frutas, mientras me atendía durante todo la fiesta. A la mañana siguiente, sus abnegados cuidados me permitieron recuperarme rápidamente.

Gerard, por el contrario, había bebido jarras y jarras de alcohol sin preocuparse por nada. Debió haber tomado mucho más que yo, pero aparentemente no era capaz de emborracharse. Cuando bajé a la taberna a la mañana siguiente, lo encontré bebiendo de nuevo. La vida era realmente injusta.

Tras entablar amistad con Uld-san, Gerard se lo pasó en grande intercambiando historias de heroísmo y otros episodios interesantes de sus pasados. Teniendo en cuenta que la pareja era uno de los aventureros más fuertes de Parth y un miembro del grupo que había subyugado a un demonio el otro día, todos los jóvenes aventureros habían acudido a escuchar las historias, embelesados.

La mayor sorpresa había sido Sera. Se volvía extremadamente pegajosa cuando se emborrachaba, y era el tipo de bebedora que no podía parar a pesar de no tener casi ninguna tolerancia. Al comienzo de la celebración, había corrido a mi lado, declarando en voz alta: “¡Yo te sirvo!”. Luego me había servido una copa torpemente y con cuidado. Eso estaba bien. Sin embargo, al no tener casi ninguna experiencia con el alcohol, le picó la curiosidad después de verme beberlo con tanto gusto. Así que le pregunté: “¿Quieres probar?” y le serví un poco. Un sorbo y su cara se puso rápidamente roja, sus ojos rasgados de color rojo rubí se volvieron vidriosos y… bueno, el resto es fácil de imaginar.

Para mi sorpresa, Melfina resultó ser el miembro más problemático del grupo. Al no haber podido unirse a la celebración, se puso un poco malhumorada. Vamos, eres una diosa, no te enfades por algo así…

(No estoy enfadada. He estado callada sólo porque he estado muy ocupada preguntándome cuándo es que finalmente podrás invocarme…).

¿No hablamos de esto el otro día? ¿Sobre cómo no tendría suficiente MP aunque subiera de nivel, la habilidad que aumenta el MP máximo, al rango S, a pesar de que mi MP máximo actual ya supera los dos mil?

(Oh, oops…).

¿Qué?

(Em… En realidad me había olvidado de esto, pero el MP necesario para Invocar a los que tienen una clase relacionada con los dioses es varias docenas de veces más costó que Invocar cualquier otra cosa).

Así que es así, oye, ¿quieres escuchar esta gran idea que tengo? ¿Qué tal si dejas tu trabajo? Empiezo a pensar que nunca tendré suficiente MP para invocarte.

(Sinceramente, no estoy totalmente en contra de la idea, pero… hm, supongo que no tengo otra opción).

¿Realmente vas a dejar tu trabajo?

(Oh, no, voy a usar un cuerpo artificial).

¿Me lo estoy imaginando o acaba de decir algo completamente fuera de lugar?

(En realidad no es tan raro que los dioses y diosas desciendan al mundo de los mortales para tomar un poco de aire. Y cuando lo hacemos, creamos un cuerpo artificial basado en nosotros mismos. Poseer ese cuerpo nos permite salir a la calle mientras ocultamos quiénes somos en realidad. Naturalmente, nuestras habilidades están muy limitadas mientras estamos en este estado… pero la apariencia será exactamente la misma, así que puedes sentirte libre de enamorarte de mí a primera vista una vez más).

No estoy seguro de que “siéntete libre” sea la frase correcta, pero no importa. Entonces, si haces eso, ¿la cantidad de MP necesaria para invocarte bajaría drásticamente?

(No puedo asegurarlo. No hay precedentes de algo así. Nadie con la habilidad de Invocación ha intentado invocar a una deidad antes. Naturalmente, tendré que hacer ajustes teniendo en cuenta eso… y luego las habilidades…).

Um, ¿Melfina?

(Cariño, me estoy tomando un tiempo libre).

Espera, ¿otra vez?

(Necesito hacer algunos ajustes en el cuerpo que voy a utilizar. Si todo va bien, pronto podrás invocarme sin problemas. ¡No hay tiempo como el presente! ¡Ciao!).

Y con eso, Melfina abandonó de nuevo la Red de seguidores. ¿Cuánto tiempo va a estar fuera esta vez…? No podía hacer otra cosa que rezar para que todos esos “ajustes” sea lo que sea, se hicieran pronto.

Dejando a un lado los planes de Melfina, habían pasado un total de tres días desde la fiesta, y el resto estábamos reunidos en ese momento en mi taller asignado en el gremio. La orden del día de la reunión de este día era de suma importancia. De hecho, no era otro que…

— ¿Qué tal si empezamos la fiesta de celebración por el estreno del nuevo equipo?

—Hice lo que pude con la costura.

El estreno y entrega de varias piezas de equipo para los miembros de nuestro grupo. Gracias a los niveles que Efil y yo habíamos ganado en la batalla con Viktor, ambos habíamos alcanzado finalmente el rango S en nuestras habilidades de Costura y Herrería, respectivamente. Hasta entonces, por mucho que nos esforzáramos, sólo habíamos sido capaces de fabricar objetos de rango A. Sin embargo, ahora por fin teníamos la capacidad de crear el equipo de mayor rango de este mundo.

— ¡Mi rey, estoy al borde de la impaciencia!

— ¡¿Así que mi equipo de batalla también está terminado?!

Gracias al aumento de mi habilidad al rango S, la cantidad de tiempo requerida para fabricar todas y cada una de las piezas de equipo había disminuido drásticamente, y en sólo tres días había conseguido fabricar todo lo que necesitaba cada miembro de mi grupo. De hecho, ahora sentía que podía hacer absolutamente todo lo que quisiera, siempre que tuviera los materiales necesarios.

—Empecemos por nuestro miembro más reciente, Sera, que hoy experimenta una de nuestras fiestas de presentación por primera vez. Yo me encargué de tus armas, mientras que Efil se encargó del equipo de protección. Tal y como me pediste, utilicé el caparazón de Viktor para hacerle un par de guanteletes. Puede que sea un poco tarde para preguntar, pero… ¿estás segura de esto?

—Cien por ciento.

Era la primera vez que hacía equipo para Sera, así que le había preguntado si tenía algo en particular en mente. Haciendo honor a su petición, utilicé entonces el trozo de caparazón de Viktor que habíamos traído como prueba de subyugación para hacer “algo que usaría un pugilista (boxeador)”. Pero ahora que había llegado el momento de entregárselo, me encontré dudando ligeramente. ¿Los demonios están de acuerdo en utilizar partes de alguien de su misma raza, alguien que había sido cercano, nada menos de esa manera?

Sera se repitió a sí misma, hablando con un tono ligeramente firme. —Se sentirá como si Viktor me prestara su fuerza cada vez que lo utilice.

Este es su deseo, así que vamos a respetarlo.

—Muy bien entonces. La pareja de guanteletes se llaman “Arondight”. Pruébalos y hazme saber cómo se sienten.

En cuanto se los entregué, Sera parecía totalmente encaprichada con el color negro y el ribete dorado que abarcaba desde el puño hasta el codo. Se trataba de un artículo de rango S que, gracias a las propiedades especiales del caparazón de Viktor, presumía de una dureza increíble unida a una flexibilidad tan elevada que no interfería en absoluto ni siquiera con el más detallado de los movimientos de los dedos.

—Y esto es de mi parte. Espero que el diseño sea de tu agrado.

También le había pedido a Sera su opinión sobre su traje, pero me topé con un muro inesperado. Parecía que la propia Sera no sabía lo que le gustaba. Al haber estado encerrada en un castillo durante toda su vida, todo le había sido preparado ‘incluida la ropa’, por lo que nunca había tenido que elegir por sí misma. Para ayudarla, había subido a la Red de Seguidores los diseños de todos los tipos de ropa que conocía y le había hecho elegir uno de entre ellos.

—Hmm…

Dicho esto, la cantidad de diseños de ropa que había visto al vivir en Japón durante veintitrés años era bastante asombrosa. Sera revisando todas las opciones acabó tardando más tiempo que el que tardó Efil en confeccionarlo. Sólo dos días después, Sera exclamó por fin: — ¡Este! Este me gusta.

—Oh, ¿ya has elegido? Cuál es… oh, militar, eh.

— ¡Que sea negro, por favor! Quiero ir a juego con todo el mundo.

Al final, Sera se había decidido por un uniforme militar. No había traje más adecuado para la batalla, y con la belleza y las curvas perfectas de Sera, era una elección que le sentaría muy bien. Dejando a un lado el diseño… otra vez negro, ¿no? ¿Deberíamos seguir adelante y hacer que ese sea nuestro color característico?

Mi intercambio con ella fue transmitido a Efil, que a su vez se acercó con el traje que ahora le entregaba a Sera.

—El nombre de este traje es “Terror de la Reina”. Umm, lo siento mucho, pero no puedo cambiar el nombre…

Te entiendo muy bien, Efil. Al fin y al cabo, el nombre del objeto se determina por sí mismo justo después de terminarlo, ¿no? ¿Y ahora te preocupa que Sera se ofenda por el nombre que parece negativo? Pero puedes estar tranquila en ese aspecto.

— ¿Qué tiene de malo? ¿Terror de la Reina? Me gusta. Suena muy bien.

— ¿Eh? ¿De verdad? Um, ¿gracias… qué bueno que te gusta…?

Sera estaba en plena fase chuuni.

—Mi rey, ¿y yo qué? ¿Qué me toca? —Sin poder contenerse más, Gerard interrumpió la conversación.

—Espera, sólo… sólo espera. No es que vaya a huir.

Gracias a su Evolución, Gerard había conseguido una nueva habilidad única: La auto modificación. Se trataba de una habilidad increíble que no sólo le otorgaba la capacidad de asimilar nuevo equipo, sino que también aumentaba un rango cualquier equipo adquirido de esta manera. Gracias a esta habilidad, su armadura mejoró aún más. Sin embargo, el equipo asimilado no podía eliminarse, y la asimilación de una nueva pieza de equipo en una ranura* ocupada haría que el objeto anterior en esa ranura desapareciera para siempre. En resumen, no era posible intercambiar objetos a voluntad. [N.T: es como en los videos juegos donde tienes un inventario con un número determinado de casillas para el almacenaje de equipo, armas y demás].

—Esta vez te he hecho una nueva gran espada. La he modelado cuidadosamente basándome en la que estás usando actualmente, así que deberías acostumbrarte a ella en poco tiempo.

—Interesante. Incluso la decoración ornamental parece la misma. No puedo notar la diferencia entre las dos.

—Tal y como le dije a Sera, pruébalo y dime qué te parece. Te aseguro que es un arma de rango S grandiosa como la diosa.

Había fabricado la espada demoníaca Dainsleif seleccionando primero el arma maldita más poderosa del Almacén de Clotho, purificándola con el hechizo de Magia Blanca más potente que era capaz de usar y reforzándola para convertirla en una gran espada. Antes de la purificación, había líneas rojas que se marcaban por toda la superficie de la espada, pulsando como vasos sanguíneos. Ahora, sin embargo, habían desaparecido, dejando una superficie de color negro azabache tan clara y agradable a la vista que casi parecía estar bañada en una luz oscura.

— ¿Y qué han hecho para ustedes dos?

—Yo me he adquirido una nueva túnica (fabricado por Efil) y un par de guanteletes, y Efil un nuevo arco… (fabricado por mi) ya sabes, estoy deseando comprobarlo durante nuestro próximo combate.

— ¡¿Ehhh?!

Sera expresó su descontento en voz alta y clara, pero yo no estaba en condiciones de hacerle caso. Aunque la habilidad de herrería me había ayudado a acelerar el proceso de forma significativa, había tenido que trabajar durante toda la noche para terminar todo en un periodo de tiempo tan corto. Una vez terminada la mínima explicación, no podía esperar a meterme directamente en la cama.

—Te acompañaré…

Claramente, Efil estaba en el mismo estado que yo.

—Umm, en ese caso, entonces yo también… espera, ¡no me dejes atrás! —Sera salió corriendo del taller, dejando solos a Gerard y Clotho. —Parece que la Princesa tiene otra rival, ¿no crees, Clotho? —El slime se estremeció ligeramente en respuesta.