Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 2

Capitulo 1: Black Wind (Viento negro)

Parte 2

Clack, clack, clack.

Con el sonido de las ruedas de nuestro carruaje traqueteando de fondo, pasé los ojos por la página del libro abierto que me tendían. Efil estaba sentada a mi lado, haciendo lo posible por leerlo palabra por palabra.

—Jefe, ¿no te enfermas intentando leer un libro mientras estás de viaje?

—Estamos acostumbrados a viajar. Esta cantidad de movimiento no es suficiente para hacernos sentir nada.

—Vaya, supongo que los aventureros están realmente por encima del resto de la gente.

Fue muy considerado por parte de nuestro conductor asegurarse de que estábamos bien, pero ni Efil ni yo éramos propensos al mareo. Durante nuestras batallas, nos movíamos aún más rápido y de forma mucho más errática.

—Maestro, esta parte…

—Aplica la misma técnica de pronunciación que acabamos de discutir.

Actualmente, nos dirigíamos de Parth a Toraj, el País del Agua, en un carruaje cubierto. Habíamos elegido Toraj principalmente por mi voraz necesidad de arroz. No es fácil de entender para alguien del Japón moderno que nunca ha salido del país, pero después de comer sólo cocina extranjera durante un período prolongado, inevitablemente surge un repentino y abrumador antojo de arroz.

Después de haber pasado varios meses en este mundo, me estaba acercando rápidamente a mi límite. Así que llevaba tiempo queriendo visitar Toraj ‘que se rumoreaba que tenía algo parecido al arroz’. Extrañamente, el maestro Rio nos dio permiso para hacer el viaje, así que decidí aprovechar la oportunidad.

En lugar de limitarme a mirar el paisaje del camino, aproveché el tiempo para enseñar a Efil a leer. Aunque había experimentado un enorme crecimiento en una gran variedad de áreas que iban desde el combate hasta las tareas domésticas, aún le quedaba bastante camino por recorrer en la lectura, la escritura y otros estudios académicos.

— ¡Kelvin! ¡Hay un río! ¡Un río está fluyendo por allí! —Gritó Sera.

— ¿Qué, quieres ir a pescar?

— ¿Qué es ‘pescar’?

—Ahhh… escojamos un día para ir a pescar juntos después de llegar a Toraj.

Sera, que asomaba la cabeza por la parte trasera del carruaje, se divertía contemplando el paisaje que pasaba. Llevaba un rato armando un gran alboroto por cada pequeña cosa que veía.

Aparte de mi desesperada búsqueda de arroz, había otra razón por la que nos dirigíamos a Toraj. Cumpliendo nuestra promesa a Viktor, le dábamos a Sera la oportunidad de ver más lugares del mundo. Esta chica había vivido una vida tan protegida que ni siquiera sabía lo que era la pescar, pero ahora estaba viajando y disfrutando a fondo de las vistas. Seguramente aprendería y experimentaría mucho en este viaje.

(Sera, muchacha, parece que te estás divirtiendo).

Resultó que a Gerard se le daban mal los viajes en carruaje. Poco después de salir de Parth, se había retirado a mi reserva mágica. Supuestamente, todo el rebote le lastimó las caderas mientras estaba materializado. Ahí no habría habido ningún problema si hubiera seguido siendo un espíritu dentro de su armadura, pero como hacía tiempo que no tenía un cuerpo, quería disfrutar de la sensación mientras estuviera invocado.

Justo cuando nuestro carruaje entró en una parte estrecha del camino que estaba estrechamente flanqueada por árboles, Sera se volvió de repente hacia mí.

—Ah, sí, Kelvin. Hay algo que me preocupa desde hace tiempo.

— ¿Qué es?

—Te das cuenta de que nos están observando en secreto, ¿verdad?

—Mhm, seguro que sí.

—O-Oh vamos, jefe. Por favor, no me asustes…

Nuestro conductor se esforzaba por reírse como si fuera una broma, pero mi detector de presencia estaba captando algo. Para ser más concretos, había un total de doce personas rodeando nuestro carruaje, igualando nuestro paso para mantener una discreta distancia con nosotros. Algunos de ellos incluso poseían Ocultación en un rango bastante alto.

—No lo decimos sólo para asustarte. Maldita sea, son tan molestos que no puedo concentrarme en disfrutar del paisaje.

Sera poseía aún más habilidades de detección que yo, probablemente por haber sido instada a aprender esas habilidades como una de las ideas de su cariñoso padre para ayudarla a protegerse.

—E-Espera, ¡¿entonces son bandidos?!

—Es difícil de decir. Y se rumorea que los bandidos sí aparecen en esta ruta.

—J-jefe, ¿sigue leyendo incluso en esta situación…? Esa sirvienta tuya también parece muy tranquila con todo…

Nuestras habilidades, por supuesto, habían superado hace tiempo el punto en el que las noticias de los bandidos que se acercaban nos causaban alguna preocupación. Si realmente tuviera que nombrar un problema, sería que nos habíamos vuelto un poco insensibles a nuestra habilidad de Detección de Peligro. Y ahora que había surgido este asunto, Efil y yo también nos encontrábamos demasiado distraídos para retomar el estudio.

— ¡Eh, eh, Kelvin!

—No hace falta que lo digas, sé lo que quieres decir. Oh, hey, parece que están empezando a hacer un movimiento.

Seis personas vestidas de negro salieron del lado de la carretera, deteniéndose justo delante de nuestro carruaje. El resto se quedó en la parte de atrás, continuando ocultos. Estaba claro que no tenían intención de dejarnos marchar.

— ¡Tú, el de la carruaje, detente donde estás!

Para mi sorpresa, el anuncio fue hecho con voz de mujer. Los seis bandidos tenían sus armas fuertemente empuñadas en sus manos.

— ¡Ohhh! Jefe, esta vez nos ha tocado el premio gordo. Hay dos bellezas aquí.

— ¿De verdad? Déjame ver… oho, tienes razón, parece que se venderían muy bien. El jefe estará encantado.

La mujer y los hombres que parecían ser sus subordinados nos miraron… no, miraron a Efil y Sera como si estuvieran evaluando un producto. ¿Va a ser esto una repetición del incidente con el príncipe Tabura?

— ¡¿Quiénes son ustedes?! ¿Se dan cuenta de que están infligiendo este atropello a un carruaje con aventureros a bordo?

Nuestro conductor levantó la voz como si quisiera intimidarlos. Sin embargo, al contrario de lo que esperaba, los bandidos respondieron riéndose tan fuerte que pronto se agarraron el estómago.

— ¡Bwahaha! ¿Aventureros, dices? Por supuesto que lo sabíamos. Ustedes vienen de Parth, ¿verdad? La ciudad que es famosa por tener el gremio más débil del continente, el gremio que no tiene un solo miembro de rango B o superior.

—Somos ‘Black Wind’, la banda de bandidos cuyo solo nombre hace que los hombres adultos se orinen encima. Los aventureros de rango C no son más que paja para nosotros.

Hah, así que nos están confundiendo con el rango C o inferior. Como mínimo, parecen estar totalmente seguros de poder vencer a tres aventureros de ese rango. Pero para que sepan de dónde venimos, deben haber tenido un ojo puesto en nuestro carruaje desde el principio del viaje.

— ¡¿‘Black Wind’?! ¡¿No se ha eliminado ya esa banda de bandidos?!

Bueno, de acuerdo, no se está meando del todo, pero parece que nuestro conductor sí ha oído hablar de ellos.

—Jefe, por favor, maneje esto con cuidado. ‘Black Wind’ es un grupo de bandidos que se hizo famoso hace un año. Por lo que he oído, eran tan fuertes que incluso los aventureros de rango C no podían hacer mucho contra ellos. Pero si la memoria no me falla, deberían haber sido destruidos por un grupo de aventureros de rango A, así que no estoy muy seguro de lo que está pasando aquí…

—Eso… suena sospechoso.

—Perdón, ¿qué acaba de decir, jefe?

—Oh, nada, no te preocupes. En cualquier caso, parece que no iremos a ninguna parte hasta que resolvamos esta situación, ¿no?

Muy bien, he terminado de usar el Ojo Analizador en los seis. ¿Cómo debemos manejar esto?

—Muaa ja ja ja, ¡mira cómo tiemblan de miedo sin decir palabras al oír nuestro nombre!

— ¡Karna, por favor déjanos divertirnos un poco antes de vender la mercancía!

—Chicos, ya está bien de charla inútil. Si quieren una recompensa, hagan algo que la

merezca— les amonestó la mujer, interrumpiendo la vulgar conversación de sus subordinados. —En cuanto a ustedes, aventureros, su suerte se acabó en el momento en que pusimos nuestros ojos en ustedes. Dicho esto, no es divertido si no dan pelea, así que hagan lo posible con las míseras habilidades que tengan, ¿de acuerdo? ¡Chicos! ¡Agarren la carga! ¡Agarren a las mujeres y maten a los hombres!

Cinco bandidos corrieron al frente. Los seis de atrás permanecieron escondidos, sin mostrar signos de movimiento.

—Sera, ¿quieres encargarte de ellos? Aunque probablemente no podrán poner suficiente resistencia como para que sea interesante.

—Claro, no me importa. Pero sólo confirmando, por “cuidar”, ¿quieres decir que puedo…?

—Parece que su banda fue supuestamente aniquilada a los ojos del mundo, así que no puedo decir con seguridad si tienen o no recompensas por sus cabezas, pero… parecen totalmente villanos, ¿no? Probablemente esté bien matarlos. Pero queremos información. Así que deja a la mujer viva.

—Entendido. ¡Ha pasado un tiempo desde la última vez que pude divertirme! No puedo esperar.

Sera chocó sus puños cubiertos con sus guanteletes “Arondight”, provocando un fuerte choque de metal contra metal para animarse. Por desgracia, no tardé en aguarle la fiesta.

—Ah, sí, tengo una idea: ¿qué tal si no utilizas “Arondight” para este combate? Inténtalo sólo con tus puños.

— ¿Ehhhh? ¿Pero por qué?

—La diferencia de fuerza entre esos tipos y tú ya es bastante grande. Usar los “Arondight” encima de eso contra un grupo de Matones promedio que sólo han aprendido un truco o dos llevaría a resultados extremadamente decepcionantes.

—Bueno, si insistes…

Sera parecía bastante infeliz, ya que le habían quitado el viento de las velas antes de comenzar*. Su deseo de probar su nuevo equipo en combate era casi palpable, pero realmente no era el momento adecuado para ello. [N.T: es quitar el entusiasmo o determinación a alguien que va a realizar alguna acción].

—Aaah, he perdido totalmente la motivación para hacer esto, pero no hay remedio, así que supongo que les haré compañía un rato— dijo, bajando lánguidamente del carruaje.

— ¡¿Qué, crees que podrás con los cinco tu sola?!

— ¡Bwahaha, ha dicho que nos hará compañía! Claro, ¡hagamos algo divertido!

Los bandidos cambiaron su mirada hacia la hermosa mujer que de repente estaba ante ellos, disputándose entre ellos el mérito de vencerla. No se veía ni una pizca de trabajo en equipo entre ellos.

—Qué tal si no.

En menos de lo que se tarda en parpadear, Sera ya se había acercado al hombre que había soltado esas desagradables palabras antes y le había asestado un golpe en el cuerpo. Su puño se hundió con fuerza en su torso, provocando dolorosos crujidos y chasquidos. No era difícil suponer por esos sonidos el daño interno que acababa de recibir. El impulso del puñetazo hizo que el bandido saliera volando por el aire varios metros.

Ooooh, aterrizó de cabeza. Eso no puede ser bueno, ¿verdad?

—Vaya, y yo que pensaba que me había contenido cuando di mi puñetazo. Supongo que todavía era demasiado.

(Murió instantáneamente, muchacha).

¡Pensar que la diferencia de fuerza es tan extrema! Parece que los bandidos no pueden seguir los movimientos de Sera en absoluto. Dudo que puedan siquiera verla.

— ¿Eh?

Incapaz de procesar lo que acababa de suceder, los bandidos quedaron congelados en shock.

En ese momento, la mirada molesta que tenía Sera se había borrado por completo.

— ¿Qué pasa? ¿No parecía que todos se estaban divirtiendo mucho hace un momento? Querían jugar conmigo, ¿verdad? Umm… Soft Wind (Viento Suave), ¿no?

Oh, esta chica es una sádica total.

—Ustedes seis de allí, ¿qué le parece?

Sera miró directamente a los seis bandidos que seguían escondidos. Ni siquiera tenía que decirle sus posiciones.

—Maestro, ¿has escrito mal esta frase?

—Uy, sí, bien visto… así es como debe ser— volví a centrarme en los estudios de Efil.