Gyakusatsu Kikan (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: La tormenta había pasado

Parte 2

abandonados, incluso si algunos de ellos tuvieron éxito mientras duró. Basado en ideales cooperativos, emitidos por organizaciones locales con elevados objetivos socialistas, como el localismo “De vuelta a lo básico”. Por lo general, tenían bastante significado, pero, como la mayoría de las cosas basadas en el idealismo en lugar del duro

pragmatismo cotidiano, nunca despegaron realmente. Mientras que el dinero en mi bolsillo ahora proviene de un tipo de ímpetu muy diferente. Un Movimiento punk”

“¿Movimiento Punk? No estoy seguro de seguirte”, dije.

“Dinero que no se puede rastrear”. El gobierno no está muy contento con eso. Es una especie de espina en su costado, y hay muchos entre los poderes fácticos a los que les gustaría ver que se erradique. Pero nunca tuvieron éxito al aprobar una ley para prohibirlo. Incluso dentro del gobierno, no todos están a favor de reforzar aún más el estado de vigilancia, y supongo que el papel moneda es algo que ayuda incluso a las probabilidades en favor de la pequeña persona”.

Miré alrededor del club de nuevo. Esta vez noté, salpicado entre los jóvenes, un número de personas mayores, mayores que nosotros. Personas que recordarían un momento en el que no se verificaron ni rastrearon su identidad y movimientos y se corroboraron y corroboraron las 24 horas del día, los 365 días del año. Y entonces me di cuenta de que uno de los clientes más viejos nos saludó y se dirigió hacia allí. Llevaba una chaqueta deportiva bien cortada, casualmente llevada sobre un jersey de cuello alto de cachemira.

“Lucia ahoy!”

“¡Ciao, Lucius!”

Un conocido de Lucía, evidentemente. Ella lo invitó a pasar al bar y le ordenó que se sentara a mi lado.

“Lucius es el dueño de este club”, dijo Lucia a modo de presentación. “Un operador astuto, pero no dejes que te engañe, también tiene una racha introspectiva y es un caballero para arrancar”.

“Jaja. La única “introspección” que verás de mí en un día como este es cuando considero qué hacer con mi repartidor si no consigue mis barriles Budweiser aquí a tiempo” La suya era una voz profunda y firme.

“Este caballero aquí es el Sr. Charles Bishop”, dijo Lucia, completando las presentaciones. “Llegué recientemente a Praga, enviado aquí por su compañía de publicidad”.

“Bishop”, le dije, saboreando el anillo de mi alias.

“Llegaste aquí”.

“Oh, eres muy amable. No es nada.”

Por el momento nos limitábamos a una pequeña charla, no había nada más grande de lo que hablar aún.

“Entonces, Lucia, ¿qué te ha impedido estar con nosotros en el pasado?”, Preguntó Lucius.

“Lo siento, el trabajo ha sido una locura”, dijo Lucía. Una mentira. Ciertamente, durante los últimos días, mientras Williams y yo la vigilábamos, el tráfico hacia y desde su apartamento había sido bastante ligero.

“Bueno, es bueno estar ocupado”, dijo Lucius. “Pero te hemos extrañado aquí. Tyrone en particular. Él está locamente enamorado de ti, ¿sabes?”

“Si tú lo dices”, respondió Lucia, pero se estaba riendo.

Lucius señaló hacia el otro extremo de la barra. “¿No me crees? Solo ve y pregúntale a ti mismo. Está parado allí solo como un alma perdida “.

“Así que él es. Bueno, no podemos tener eso, ¿verdad? Lucia se levantó y comenzó a caminar hacia el hombre que Lucius acababa de identificar como Tyrone. Solo estábamos Lucius y yo en el bar ahora. Tomé un sorbo de Budvar.

Realmente estuvo bien.

“Entonces, ¿cómo conoces a Lucía?”, Preguntó Lucius. Miré hacia arriba, buscando signos de cautela o celos de su parte, ¿Estaba invadiendo su territorio? Pero no, a juzgar por su tono de voz y conducta, solo estaba hablando en voz baja, preguntando como amigo.

“Soy su alumno. Ella me está enseñando checo”.

Lucius hizo un espectáculo de simulacro de sorpresa. “¡Bueno, ¡qué sabes! Hay una primera vez para todo. Normalmente Lucia nunca trae a sus estudiantes aquí”.

“Bueno, hoy quería ver la tumba de Kafka, así que tuvo la amabilidad de actuar como mi guía, para ayudarme a encontrarla. Salimos de todos modos, así que aquí estamos, supongo “.

“La tumba de Kafka, ¿eh? ¿Justo enfrente de la estación de metro? ¿Es bastante difícil de encontrar, me imagino? ”

¿Me estaba probando? Mi guardia se levantó. Aun así, es mejor intentar y desviar cualquier sospecha u hostilidad en lugar de abordarlo de frente.

“Sí, hombre, me siento tonto. Aun así, es mejor prevenir que lamentar “. Sonreí ampliamente. El turista americano payaso por excelencia. Lucius sonrió también; mi historia parecía estarse lavando.

“Entonces, ¿cómo te gusta nuestra pequeña y humilde articulación? Pagando con dinero real y sin tediosos controles de identidad”.

“¡Es genial! ¿Es esto bastante normal para la República Checa?”

Lucius se rio y negó con la cabeza. “Apenas. El gobierno no está muy interesado en este tipo de lugar. Somos ovejas negras, demasiado lejos del radar para su gusto. No es que puedan hacernos nada legalmente. Espero que tengan algunos oficiales de seguridad pública vestidos de civiles mezclados con el resto de mi clientela para tratar de mantener la paz. ¡Como si tuviéramos problemas cuando la cerveza es tan buena! ”

“Bueno, esto es ciertamente nuevo para mí; no quedan lugares como este en Estados Unidos”.

“Sí, Europa tiene sus ventajas. Los EE. UU. Podrían ser el hogar de los libres, pero en estos días probablemente haya más con los que puedas salirte de este lado del Atlántico “, dijo Lucius. Atrapó la mirada del barman y ordenó un Cinzano seco sobre las rocas.

“Sacrificios necesarios en la guerra contra el terror, supongo. Sin embargo, debes admirar la sangfroid europea, perder a Sarajevo así y seguir siendo tan liberal como esto en lo que respecta a la libertad”.

“La libertad siempre involucra elecciones, ¿no es así?” Respondió Lucius, levantando su vaso de vermut a sus labios en el momento en que llegó. “Como el trabajador que voluntariamente se somete a perder su libertad individual mientras trabaja, pero a cambio gana las libertades que le da su salario. Él ahora puede comprar cosas. Ya no está atado a tener que labrar sus propios campos, cosechar su propia cosecha y buscar su propia carne. Puede pagarles a los granjeros para que hagan todo eso por él y disfruten de los beneficios de las verduras frescas que se entregan en su puerta, carne que ya ha sido minuciosamente descuartizada y deshuesada, incluso que todas sus comidas estén preparadas para él. ¿Es un esclavo asalariado o un luchador por la libertad?

“Al igual que en los Estados Unidos, ¿cómo el ciudadano ha renunciado voluntariamente a una parte de su privacidad para liberarse de la amenaza del terrorismo?”, Agregué.

Lucius pensó en eso por un momento. “Sí, creo que tienes razón. Es un continuo, y Europa está solo un par de pasos más abajo en el espectro hacia las libertades individuales. Dicho esto, no hay exactamente mucho en eso. Este tipo de articulación aquí es todo lo que podemos llegar “.

“Entonces, ¿te ves a ti mismo manejando este lugar para proteger tus libertades?”

Los ojos de Lucius parpadearon, como si estuviera buscando una respuesta. “No creo que vaya tan lejos. Supongo que estoy tratando de articular un sentimiento que, por ejemplo, los niños en la pista de baile de allí no entienden. El hecho de que solo te das cuenta de las concesiones que haces para la libertad cuando ya la estás erosionando por todos lados. Se volvió para mirar a los jóvenes que giraban sobre el abismo. “Muchos de los jóvenes de allí creen en la libertad como algo puro y absoluto. Es una fase por la que deben atravesar, esta noción idealizada de libertad. De esa manera, cuando finalmente crecen y se les coloca en la posición de tener que tomar decisiones reales, aprecian la libertad “real” —los frutos de sus propias elecciones— aún más “.

“Parece que te ves como un consejero”, le dije.

“Supongo. Bueno, me gusta pensar que estoy iluminado, al menos, y siempre estoy feliz de difundir el amor.” Con eso, Lucius se sumió en el silencio mientras observaba la habitación de una manera deliberada y tranquila. Pude ver a qué se refería Lucía cuando lo describió como introspectivo. Él era contemplativo, un filósofo. Incluso su conversación había sido cuidadosamente elegida; habíamos tocado algunos temas profundos, pero él había dado muy poco de distancia. Este era definitivamente un hombre al que le gustaba pensar antes de hablar.

Decidí llevar la conversación un poco más allá. “Bueno, la Ilustración era un movimiento europeo después de todo. No es tan fácil para nosotros los estadounidenses simples con quienes nos relacionamos”.

“No diría eso. ¿No es Estados Unidos siempre instrumental en la exportación de su libertad y democracia en todo el mundo? ¿Tu propia y única marca de Iluminación?”

“Oye, no hay necesidad de ser tan sarcástico conmigo”.

“Sin sarcasmo”, dijo Lucius con cara seria. “Piense en cuánto se ha disparado el costo de la guerra moderna, incluso en comparación con hace algunas décadas. Los enormes costos asociados con las últimas armas de alta tecnología, los mayores costos de personal, el costo de oportunidad. La guerra ya no es rentable, no importa cuánto petróleo esté en juego. Y, sin embargo, Estados Unidos sigue siendo soldado, vigilando el mundo. ¿Por qué? Incluso se toma la molestia y el gasto masivo de contratar contratistas privados en todo el mundo para apagar incendios que no tienen nada que ver con los Estados Unidos. Claro, hay quienes critican tus acciones como Team America tratando de imponer su rectitud en todo el mundo, pero lo veo de manera diferente. Dado que es Estados Unidos quien está ganando, veo las guerras de Estados Unidos como una nueva forma de Ilustración, donde la guerra ya no es una extensión de la diplomacia; la diplomacia ahora es una extensión de la guerra “.

“¿Guerra … como Iluminación?”

“Si los estadounidenses lo ven de esa manera, sí. Yo diría que sus acciones militares son exactamente eso. La llamada guerra contra el terror es una guerra extremadamente basada en principios, dedicada, incluso, a ciertas ideologías; la humanidad, el altruismo, la Regla de Oro. Estados Unidos no es el único país que actúa de esta manera; la mayoría de las democracias modernas respaldan esta forma de pensar, en mayor o menor medida, pero Estados Unidos es el líder del grupo “.

“Uh, gracias, creo …” logré decir.

“No”, dijo Lucius sin rodeos. “No me malinterpretes. No estoy alabando ni condenando la política exterior de EE. UU. Lo estoy llamando como lo veo. Después de todo, ¿quién dice que la Iluminación siempre es algo bueno? Lo que puede parecer progreso para una persona puede ser una imposición de valores a otras personas por propia rectitud “.

Realmente no sabía qué decirle a este hombre. ¿De verdad era solo dueño del club? Decidí preguntarle directamente.

Lucius se rio. “¿Soy ‘solo’ un dueño del club? Supongo que sí, en el sentido de que Eric Hoffer era “simplemente” un estibador, o que su querido amigo Kafka era “solo” un burócrata insignificante. Los japoneses tienen un dicho que dice que todos los intercambios honestos son igualmente honorables. Y creo que fue Joseph Conrad quien dijo que el pensamiento no hace acepción de personas “.

“Lucius, ¿de qué están hablando ustedes dos?” Me volteé, Lucia estaba de vuelta.

“No mucho. Solo cómo la libertad es una moneda que gastamos, y cómo la guerra es la Iluminación … ”

“¿Solo la charla ociosa habitual entonces?” Lucia se rio.

Lucius sonrió. “En realidad, no hay muchas personas con las que pueda hablar como el Sr. Bishop aquí.

Tristemente, sin embargo, voy a tener que llamarlo un día y retirarme a la oficina. Mis deberes de estibando llaman, por así decirlo. Pero fue interesante hablar con usted, señor Bishop, y espero que vuelva a visitarnos alguna vez para que podamos continuar donde lo dejamos “.

“Me gustaría eso”, dije.

Lucía y yo miramos a Lucius mientras desaparecía en la oficina trasera.

¿Qué fue lo de la figura desaparecida que me hizo sentir nervioso?

3

“Bueno, no te equivocaste cuando lo describiste como de tipo introspectivo”, le dije a Lucía después de que Lucius se había ido. “Me pareció más el filósofo galo que el estereotípico empresario checo”. Tomé otro sorbo de mi Budvar.

“Te lo dije. Sin embargo, te mantiene entretenido, ¿no?”

“Sin embargo, no puede ser fácil lograr el éxito de un club como este”.

“Tal vez no. Pero mientras haya personas que recuerden cómo era la vida antes de la represión de la vigilancia, y mientras haya jóvenes que no recuerden, pero que todavía se sientan presionados y claustrofóbicos sin ser capaces de explicar por qué, habrá siempre habrá necesidad de lugares como este. Es solo un caso de oferta y demanda “.

“Entonces la gente que está aquí ahora es la gente que demanda su libertad, ¿es eso lo que dices?”, Le pregunté.

“Prueba, al menos. Tómame, tengo miedo de los terroristas, ¿por qué no debería serlo? Me alegra la guerra contra el terror, como lo llaman, y el hecho de que nuestra sociedad está ahora lo suficientemente organizada como para cortar de raíz las amenazas potenciales. En ese sentido, supongo que podría ser diferente de esos niños y niñas en la pista de baile. Pero eso no significa que a veces no quiera un respiro, un descanso. Solo de vez en cuando, es agradable poder relajarte y pasar tiempo en un lugar donde nadie sabe lo que estás comiendo, lo que estás bebiendo, con quién estás bailando, por cuánto tiempo … ”

Tiempo personal. En el verdadero sentido de la frase. Eso fue lo que Lucía obtuvo de este lugar.

Un lugar donde no se observa nada, nada registrado, y todo vale.

Y Lucia quería compartirlo conmigo.

“Fue muy amable de tu parte llevarme a este lugar”, le dije. “Gracias.”

“No es nada. Simplemente se sintió como lo correcto. No estoy seguro de por qué”, murmuró Lucía, mirando su vaso de cerveza.

“¿Hablar de John?”, Pregunté, mientras colocaba mi propio vaso sobre el mostrador.

“Tal vez. Yo no soy religiosa. No tengo un sacerdote con quien hablar. Y no creo en el asesoramiento “.

“Yo sé lo que quieres decir. Soy lo mismo.”

Los ojos de Lucia brillaron con la más leve señal de sonrisa. “Pobrecito, ¿eh? Ningún sacerdote comprensivo con quien hablar, y no tengo el hábito de llevar un diario para ordenar mis pensamientos “.

“¿Tal vez deberías escribir un libro? Están de moda, ¿no? Memorias confesionales. Una historia de madurez o algo así “.

“Simplemente no parezco tener el talento o la inclinación para ello. Es bastante patético, lo sé, teniendo en cuenta que estudié idiomas”.

“Bueno,  supongo  que  eso  deja  solo  una  opción.

Tendrás que contarme todo al respecto “.

Los ojos de Lucía se alejaron de los míos y hacia el abismo que amenazaba con atraer a los bailarines. Era como si anhelara ser absorbida por ese pozo sin fondo.

“Estaba en la cama con él cuando Sarajevo desapareció”. Así comenzó la historia de Lucía.

Su voz era completamente diferente desde ese momento. Un pequeño susurro. De verdad, no debería haber podido escucharla sin acercar mi oído a sus labios. La música debería haberla ahogado. Y, sin embargo, de alguna manera, podía escuchar cada una de sus palabras con absoluta claridad.

“La esposa de John había ido a visitar a su hermana en Sarajevo, llevándose a su hija con ella. John y yo estábamos aprovechando ese precioso tiempo juntos sin ellos. Cambridge fue nuestra ostra. Era un momento en el que no teníamos que preocuparnos, cuando John no miraba constantemente por encima del hombro. Fue un momento tan encantador. Yo era feliz. Tan feliz que ni siquiera podía sentirme un poquito culpable por lo que estábamos haciendo. Cada momento libre que tuve, lo pasé con él “.

Entonces Lucía se detuvo y se mordió el labio con fuerza. ¿Un acto de autoflagelación para castigarse a sí misma?

“Lo recuerdo claramente. Acabábamos de hacer el amor y me había ido a darme una ducha. Salí limpia y fresca para encontrar a John congelado, rígido, pegado a la proyección del nano-capa. La página principal mostraba una actualización parpadeando en la parte superior. Sarajevo había sido golpeado por una bomba nuclear. Estaba viendo el video clip vinculado.

“Estaba aterrado. Me quedé allí, todavía envuelta en mi toalla. Él también estaba paralizado, solo mirando el mismo clip una y otra vez. La presentadora del clip solo estaba leyendo la información que se le transmitió, y la subpágina debajo del clip estaba saturada de actualizaciones constantes, enlaces a nuevos clips. John no hizo ningún esfuerzo para mirar a ninguno de ellos. No estaba interesado en encontrar información nueva. Él estaba lo suficientemente sorprendido por lo que ya había visto, y todo lo que podía hacer era mantener sus ojos pegados a eso “. Lucía se detuvo para tomar un sorbo de su cerveza. Su voz era tranquila y desinteresada; era como si estuviera hablando de sucesos que le habían sucedido a otra persona. Casi esperaba que comenzara la siguiente parte de su historia con algo como “Había una vez, en una tierra lejana, donde vivía una mujer llamada Lucía Sukrova”. Pero cuando ella continuó, fue sobre cómo voló John Paul a Sarajevo.

“Quería ir con él, pero incluso yo tenía cierto sentido de la vergüenza; a una amante le sería difícil acompañar a su amante mientras viajaba para descubrir el destino de su esposa y su hija. ¿Habíamos estado John y yo en la cama riéndonos cuando estalló la bomba? ¿Estaba dentro de mí cuando su esposa y única hija fueron borrados de esta tierra? No sabía qué hacer, qué podía hacer. No tenía idea de cómo iba a actuar, cómo debía actuar, cuando regresó de Sarajevo. La peor parte fue que todavía amaba a John, con todo mi corazón. Me dolió por él tan pronto como tomó ese vuelo. Necesitaba sentir su cuerpo envuelto en el mío otra vez. Y quería mortificar la parte de mí que tenía estos sentimientos insoportablemente egoístas.

“Al final, no tuve que preocuparme por qué decirle cuando regresó. Él simplemente regresó silenciosamente, abandonó la escuela y se fue a algún lado. No intenté buscarlo. Tenía miedo de verlo de nuevo. Después de todo, se había convertido en la encarnación viviente de mi propio y terrible pecado. Y no tenía la confianza o la fuerza para enfrentar las consecuencias de mis propias acciones “.

La historia de Lucía había terminado.

Yo había estado escuchando en silencio. No había nada que podría haber dicho. Después de que ella terminó, ella miró en silencio en el fondo de su vaso. No tenía idea de lo que se suponía que iba a decir a continuación. Qué decir para ayudar a aliviar la enorme carga que cargaba sobre sus hombros.

En particular, no pude decir nada porque su historia llegó tan cerca de casa.

Esa vaga sensación de vacío que recuerdo haber sentido cuando leí su perfil en la sesión informativa. Estaba cristalizando, uniéndose. Las lagunas se estaban llenando, el esqueleto se completó con la historia de Lucía.

La palabra escrita solo abarca tanto; La voz de Lucía fue mucho más reveladora.

Recuerdo que alguien dijo una vez que teníamos párpados, pero no audífonos por una razón. Puedes cerrar los ojos y no tener en cuenta las palabras escritas frente a ti, pero nunca puedes bloquear una historia que otra persona comparte contigo de su propia boca, con sus propios labios. No, a menos que puedas cerrar completamente tu ego de tu cuerpo.

Fue solo ahora que Lucía compartió su historia conmigo que este hecho realmente llegó a casa.

La voz humana agrega color a una historia.

El color de la penitencia. Losas gruesas y pesadas, oscuras y rojas como sangre seca, saturadas como un resumen de Mark Rothko.

La esposa y la hija de John Paul desaparecieron ese día en Sarajevo. Y Lucía no tenía manera de expiar sus pecados en contra de ellos. No hay manera de pedir perdón. Porque estaban muertos. Ni siquiera sus cadáveres permanecieron.

Perder el tema de sus sentimientos de culpa es perder la esperanza de que alguna vez pueda ser verdaderamente perdonado. Es por eso que el asesinato era un tabú en todas las culturas; no había forma de espiar a tu víctima. Sin posibilidad de perdón.

Los muertos no pueden perdonar.

Por eso Lucía estaba sufriendo. Ya había comenzado su descenso irreversible por esa pendiente resbaladiza y había aprendido demasiado tarde que sus acciones eran dolorosas, inquietantemente irrevocables. En su mente, no había nadie ni nada en este mundo que pudiera perdonarla por lo que le había hecho a la esposa y la hija de John Paul.

Dios está muerto. Lo que significaba que el pecado ahora estaba únicamente en el reino de la humanidad. Los humanos siempre fueron los únicos en cometer el pecado, pero ahora, en lugar de orar por el perdón divino, los humanos tenían que encontrar la manera de resolverlo por sí mismos. Cuando el espíritu ya no vivía, la carne ya no podía permitirse ser débil. Pero cuando el objetivo del pecado desapareció …

Esto debe haber sido por lo que estaba tan atraído por Lucía. Ella era un alma gemela, un compañero imperdonable. Como yo, ella estaba en deuda con los muertos.

Por eso decidí contarle acerca de mis propios pecados.

Era lo menos que podía hacer. Y mirando hacia atrás ahora, veo que era mi propia manera de reconocer que me gustaba.

***

Pregunté si mi madre estaba sufriendo.

El médico me explicó que no se trataba tanto de si sentía dolor, sino de si aún podía sentir dolor.

Pensé en el cadáver de la chica a la que se había abierto el cráneo por la bala del rifle, el cuerpo del niño al que le habían volado las tripas por detrás, los aldeanos asaban como pollos y el cadáver del ex general de brigada que había creado todas estas atrocidades.

El accidente ocurrió tres días antes de mi regreso a Washington de la muerte y destrucción de Asia central. No entré en pánico cuando el coronel Rockwell me contó la noticia; Sentí una extraña calma mientras me dirigía hacia el hospital.

Había sido un Cadillac de la vieja escuela que había atropellado a mi madre, una verdadera porquería que nunca había sido modernizada con modernos dispositivos de seguridad. Un retroceso al siglo XX. Era rosa casi parecía hilarante. Excepto que, en algún momento, tendría que enfrentar el hecho de que no era una broma. Mamá realmente fue atropellada por un cliché de Hollywood Cadillac rosa. Para completar la broma, el conductor había sido un borracho de libros de texto que no tenía ningún interés en instalar el tipo de comprobador automático de la validez de la mente que ahora viene de serie en los vehículos modernos. ¿De qué otro modo el Caddy rosado habría tenido la libertad de lanzarse sobre la acera donde mi madre estaba caminando, llevándola junto con el conductor adicto a las bebidas alcohólicas y un par de otros peatones por si acaso?

Dejando de lado lo absurdo del hecho de que un automóvil de este tipo todavía se consideraba apto para circular en la actualidad, el resultado final fue que el Cadillac rosado finalmente se detuvo cuando su impulso murió al estrellarse contra el costado de otro automóvil. en el camino que había estado ocupándose de su propio negocio en un semáforo. El impulso del Caddy rosado no fue lo único que se mató en ese momento; la vida empapada en bebida del conductor se apagó al instante.

Mi madre también murió. Sus pulmones habían dejado de moverse cuando llegaron las ambulancias, y aunque se había puesto un respirador, se la declaró DOA en el hospital.

Pero luego ella fue devuelta a la vida. El hospital tenía el equipo adecuado y realizó los procedimientos médicos correctos. Mamá recibió el mismo tratamiento que nosotros después de ser herida en la batalla; el proceso de sus órganos internos se suspendió, las nanomáquinas le impidieron la hemorragia interna y finalmente su corazón comenzó a latir nuevamente.

Ella volvió a la vida por una razón; para que ella pudiera obligarme a decidir su destino. Para castigarme por unirme al ejército.

No era nada más que mi propia madre, ahora pisando esa delgada línea entre la vida y la muerte. Y, sin embargo, no podía obligarme a correr al hospital; no tenía ningún sentido de urgencia, ni compulsión por apresurarme. Gracias a mi ocupación, la vida cotidiana estaba tan saturada con el color de la muerte que ahora estaba acostumbrado a ella. Mi inoculación había comenzado incluso antes de unirme a las Fuerzas, por supuesto, con la desaparición de mi padre un día cuando era joven, y gracias a mi amigo que murió de cáncer cuando era un niño. Entonces, ¿se suponía que debía revolcarme en el lujo de inquietarme acerca de si otra persona cercana a mí iba a morir?

Caminé. Durante toda la duración del viaje desde mi alojamiento hasta el avión a Washington, luego al trayecto en taxi hasta el hospital, no hubo ni un solo momento en que comencé a correr. Mi corazón estaba lleno de tristeza, pero era de un tipo más crónico que agudo, no tanto una respuesta a esta última tragedia, sino un cansancio mundial ante mis ideas preconcebidas sobre la naturaleza dolorosa de la vida reconfirmada. Nada me sorprendió más. Tal era el camino del mundo.

Fue verano. Salí del sol de agosto en el aire fresco del área de recepción del hospital y entré. Solo cuando la recepcionista me preguntó si quería subir una guía del hospital para mis contactos de realidad alternativa, me di cuenta de que había dejado mis RA en casa. En ningún punto del aeropuerto o en el taxi, incluso me di cuenta de que los echaba de menos. Le dije a la recepcionista que no tenía mis RA, así que activó el faro del hospital para que me llevaran automáticamente a mi destino. Un faro negro apareció en el suelo, nadando a través de las almohadillas de suelo presurizadas como un pez dorado en un cuenco, lo que me lleva hacia la UCI. El piso del hospital parecía casi una obra de arte.

Caminé a lo largo del corredor del hospital, guiado por el faro negro que se movía lentamente a medida que avanzaba por las salas y los espacios públicos. Cada uno de estos fueron claramente marcado para