Tantei wa mou, Shindeiru (NL)

Volumen 6

Interludio 6: El Monólogo De Cierto Chico 3

“Y así es como recordé mi cumpleaños”.

Y con eso, finalmente terminé una vieja historia sobre cierto hombre.

Hace cinco años, murió un hombre llamado Danny Bryant.

Y luego, hace cuatro años, descubrí la verdad sobre la muerte de Danny Bryant.

Ambos eventos sucedieron justo en mi cumpleaños.

Después de que Natsunagi, Saikawa y Charl terminaron de escuchar mi historia, todos se quedaron calladas.

“Lamento que no haya resultado muy interesante”.

Es un recuerdo que volvería a mí todos los años en ese día.

Pero nunca se lo he contado a nadie. No había necesidad de hacerlo.

No tuve que hacerlo. No se puede olvidar.

Todavía podía escuchar la voz de Danny Bryant en mis oídos. La mirada de los Muertos siempre estuvo ahí, observándome. Solo para repetirme otra vez, no es una historia de terror, ¿sabes?

Pero el 5 de mayo recuerdo las palabras de Danny Bryant, junto con los sentimientos que dejó atrás.

Así que definitivamente no es una tragedia.

Superando la muerte, y conociendo su legado, miré hacia adelante.

Por lo tanto, si debo decirlo, esta fue la historia de cómo llegué a ser yo, Kimihiko Kimizuka.

Así que no debería ser una historia triste, pero lo fue.

“¿Por qué… sólo, por qué?”

En medio del silencio, fue Saikawa quien habló. Y luego… “¿Por qué nunca nos hablas de esas cosas, Kimizuka-san?”

Puede ser de mala educación decir que fue sorprendente, pero Saikawa estaba llorando.

“¡No, estoy enojada!”

Saikawa golpeó la mesa y se puso de pie, aparentemente quejándose.

He oído hablar de llorar de alegría, pero nunca he oído hablar de llorar de ira… tal vez el ídolo dejaría de llorar si hiciera una charla ligera.

“… Por favor, di más. No en tu conversación habitual, pero más de ese tipo de conversación, más…”

Lamento no haberte preguntado, dijo Saikawa, mirándome con resentimiento.

Saikawa había vivido problemas familiares más que nadie y quería compartir sus pensamientos.

“Mi culpa, Saikawa.”

Mientras se limpiaba las lágrimas con la mano, no pude evitar entrecerrar los ojos a modo de disculpa.

—Pero…

“Pero, Saikawa, no es una historia especial para mí”.

Eso es lo que Danny me dijo hace mucho tiempo.

No tenía familia, no tenía amigos.

No tuve esta educación, no tuve este duelo con él.

Todo no fue nada especial.

Me dijo que ni siquiera necesitaba incluirlo como parte de mi perfil.

Eso es lo que me dijo, y eso es lo que prometimos, así que yo…

“… Aun así, desearía que me lo hubieras dicho antes”.

Pero Saikawa miró hacia abajo y se sentó, dejando escapar una pequeña voz.

Y Natsunagi mostró una sonrisa irónica mientras acariciaba suavemente la cabeza de la chica.

“Eres un idiota después de todo”.

Esta vez, Charl apartó la cabeza.

Nunca mencioné mi pasado con Charl, a pesar de que nos conocemos desde hace más tiempo fuera de este grupo. Y además, no fui el único que no habló de eso.

“Tú también Charl, nunca mencionaste nada sobre eso”.

Sí, por ejemplo.

“Tus padres…”

“No ahora.”

La chica agente me interrumpió. Sopló una brisa, y su cabello rubio ocultó su perfil.

Sí, lo sabía.

Acabábamos de dar el primer paso para cambiar algo.

Natsunagi comenzó desde el pasado, Saikawa comenzó desde sus padres, Charl comenzó desde su misión y yo, desde los Muertos.

Cada uno de nosotros superó nuestras propias maldiciones y comenzamos a caminar.

Y, sin embargo, ninguno de nosotros cumplió verdaderamente el deseo que quedaba por delante.

Entonces, de ahora en adelante. Todo comienza desde aquí de nuevo.

“Gekka-san, ¿eh?”

En ese momento, Natsunagi de repente susurró su nombre.

Gekka Shirogane.

El autoproclamado Excéntrico Veinte Caras que pasó una semana conmigo hace más de cuatro años.

Gracias a ella, descubrí la verdad sobre la muerte de Danny Bryant y recibí el último regalo que me había dejado.

Me pregunto dónde estará ahora y qué estará haciendo.

“De ningún modo.”

Natsunagi parecía como si pensara en algo, pero luego negó con la cabeza.

“Pero, ya veo, así es como conociste a tanta gente, Kimizuka”.

“Sí. No es por casualidad”.

Cuando usé esa palabra, Natsunagi abrió mucho los ojos por un momento y luego sonrió.

Eso es lo que solía decir Danny también.

Seguí reuniéndome con las personas adecuadas cuando las necesitaba.

Es sólo la forma en que resultó.

Y quizás mi encuentro con el hombre mismo no fue una excepción.

Hace siete años, el autoproclamado [Maestro] vino a buscarme a la comisaría.

Un año después de su muerte, las [Veinte Caras Excéntricas] aparecieron ante mí.

No mucho después de eso, una [Famosa Detective] de cabello blanco me llevó de viaje alrededor del mundo.

Otro año después de su muerte, mi [compañera de clase] me despertó en el salón de clases después de la escuela.

Todo esto seguramente era inevitable para mí: Kimihiko Kimizuka.

“Pero no eres solo tú, Kimizuka. También somos nosotras”.

Natsunagi me miró, luego a Saikawa, luego a Charl.

“Así es como seguimos conociendo gente, conectamos nuestras intenciones, esperanzas y nombres, nos unimos y vivimos. Así es como siempre hemos sido y así siempre seremos”.

Siesta, Alicia, Hel. Nagisa Natsunagi, quien recibió sus testamentos, continuó sobreviviendo con su corazón latiendo, y miró hacia el cielo con una cara impertérrita.

“Ah, lo apuesto.”

Yo también miro hacia el mismo cielo que Natsunagi.

Sí, todo empezó con ese cielo.

Mi deslumbrante historia de aventuras comenzó hace mucho tiempo, a 10.000 metros sobre el suelo, en ese cielo azul.

Pero uno necesitaría una pista para volar allí. Uno necesitaba una pista para empezar a correr.

La última sonrisa de cierta persona que me había empujado a hacerlo apareció de repente detrás de mis párpados.

Fue hace cuatro años y medio. El día que nos separamos, había una cosa que no le había preguntado: Gekka Shirogane.

Dos días antes de separarnos, Gekka me había dicho por teléfono que “tengo algo importante que decirte”. Quería conocerme en persona, pero justo después de eso, Krone me secuestró y me puso en peligro. Debido a ese incidente, tanto Gekka como yo perdimos la oportunidad de hablar sobre esa “conversación importante” y nos separamos.

Me preguntaba qué estaba realmente tratando de decirme Gekka en ese entonces.

¿Qué quería decirme… y qué se abstuvo de decirme antes de irse?

El monstruo sin rostro y sin nombre que no mostró su verdadero rostro incluso hasta el final, nunca me dio una respuesta clara cuando le pregunté si podríamos volver a encontrarnos algún día.

Me prometí a mí mismo que rompería esa máscara algún día, pero desafortunadamente no pude cumplir ese voto. Han pasado más de cuatro años desde entonces, y todavía no la había vuelto a ver.

…No, incluso si lo hubiera hecho, no la habría reconocido. La cara, la voz, la forma del cuerpo, me dijo que todo sobre su identidad era falso. Si me hubiera cruzado con ella por la calle, no la habría reconocido.

Pero hay una palabra clave entre ella y yo.

No es sólo el pasado, sino ahora.

Ahora que podía hablar honestamente con Natsunagi, tenía la sensación de que la encontraría de nuevo con esas palabras. Desafortunadamente, no tenía pruebas, pero aun así,

“Tienes que mantener tu promesa, ¿verdad?”

Solté inconscientemente. Natsunagi, Saikawa y Charl me miraron con curiosidad. “No es nada.” Negué con la cabeza.

“Es un hermoso día.”

Pero hasta el día en que la vuelva a encontrar, continuaré mi viaje con mis ruidosos amigos aquí. Eso es lo que sentí cuando miré hacia el cielo azul que era diferente al de ese día lluvioso.