Fushi no Kami (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Documentos De Estrategia

Parte 1

Un mes después, nuestro nuevo jefe de espías me informó que el departamento de inteligencia había completado su análisis de la situación política actual. Después de hojear el informe, se lo transmití a los superiores y solicité una reunión de estrategia, que se convocó de inmediato con el Conde interino Lord Itsuki como presidente.

“Los reuní aquí hoy porque nuestro departamento de inteligencia dirigido por Lady Seire, la nieta de Su Excelencia el vizconde Sukuna, me presentó un informe que detalla la urgencia de nuestra situación actual. ¿Por qué siento que tenemos un problema antes de que lo tengamos? incluso empezó…” Lord Itsuki se detuvo y me miró a los ojos, pero no entendí lo que quería decir.

“Solo estás imaginando cosas. ¿Podemos empezar con el informe de inteligencia?” Yo pregunté.

“¿Ha entrado en la zona, Maika?”

“Sí, no podrás comunicarte con él sin importar lo que digas ahora”.

“No sirve de nada intentarlo entonces…”

Al presenciar el comportamiento poco profesional de mi superior, solo pude suspirar. Este no era el momento para una pequeña charla con su sobrina. Por lo general, era bastante confiable, pero por alguna razón, hoy estaba jugando. Por lo tanto, decidí continuar la reunión yo mismo.

“¿Podría por favor resumir el informe, Seire?”

“¡S-Sí! ¿E-Estás s-seguro de que está bien si lo hago?” Lady Seire se levantó reflexivamente con una mirada vacilante hacia Lord Itsuki, quien tenía una mirada distante en sus ojos.

“Uhm, sí, seguro. No hay problema. Ash te dio permiso y confío en su juicio.” Aparentemente, el gobernante de Sacula acababa de recordar que me había dado total discreción sobre los asuntos de personal del departamento de inteligencia. Había estado efectivamente a cargo desde el incidente del pueblo de Ajole.

“Es increíble cuánto confías en Sir Fénix. Normalmente, una decisión arbitraria y no sancionada como esa ameritaría una severa acción disciplinaria”, murmuró Lady Seire, incapaz de ocultar su asombro ante la laxa aprobación de Lord Itsuki.

“Normalmente lo haría, pero es Ash”, respondió Lord Itsuki.

“Sí, Ash tiene permitido hacer eso”, agregó Maika.

“Después de todo, es Ash”, intervino Sir George.

“Solo Ash siendo Ash” Incluso la Sra. Rihn tenía algo que decir.

Los administradores de Sacula comenzaron a charlar ruidosamente entre ellos.

“Cuando se trata de actuar bajo su propia autoridad, es un delincuente habitual. No tiene sentido empezar a castigarlo ahora,” dijo Lord Itsuki.

“Y obtuvo la aprobación. Aunque con algunos trucos turbios…” Maika murmuró.

“Desde que llegó, Ash ha estado haciendo las cosas antes de que te des cuenta de lo que está pasando. ¡Todos y cada día!” Sir George declaró.

“Y dado que el resultado siempre es abrumadoramente positivo, no hay ninguna razón real para detenerlo”, concluyó la Sra. Rihn.

¿No deberíamos hablar de la crisis en cuestión? Pensé que eran más maduros, pero por desgracia, me equivoqué…

“Todos, la reunión ha comenzado, así que deberíamos dejar la pequeña charla para más tarde y escuchar el informe de Seire”, interrumpí, pero por alguna razón, respondieron culpándome por descarrilar su conversación. Que absurdo. Como no había tiempo para más absurdos, decidí simplemente aplazar la reunión. “Maestro espía, por favor presente su caso”.

“Increíble… quiero decir, e-entendido. Ahora presentaré el informe del departamento de inteligencia”. Lady Seire se aclaró la garganta antes de comenzar a explicar los movimientos perturbadores en la región el mes pasado. “Es seguro asumir que los movimientos recientes contra Sacula provienen del Vizconde Yanga, con el Marqués Datara moviendo los hilos desde atrás. Su estratagema más obvia es el intento de desestabilizar la región enviándonos refugiados. Sin embargo, ese plan no ha tenido éxito hasta ahora”, dijo Lady Seire, analizando la situación.

Como la producción agrícola de Sacula había aumentado, pudimos recibir y alimentar a los refugiados. Y una vez que las personas tenían sus estómagos llenos, no tenían razón para causar ningún caos.

La tragedia del pueblo de Ajole se remonta solo a unos pocos años atrás. Su pueblo se había podrido lentamente por el abandono. No obstante, había logrado sobrevivir, aunque de una forma ligeramente diferente. Después de aprender los métodos y tecnologías agrícolas más novedosos, los aldeanos se habían dispersado por otros pueblos de la región, donde ayudaban a estimular la producción agrícola local.

La experiencia que habíamos ganado al alojar a los antiguos residentes de Ajole había creado una base que nos permitió recibir también a los nuevos refugiados. Después de su propia tragedia, los aldeanos de Ajole habían cultivado la fuerza para simplemente ignorar los planes absurdos de cualquier enemigo. ¡Me encantan las historias conmovedoras como esa! Me calienta tanto por dentro que probablemente podría generar algo de energía de vapor.

Otra estratagema obvia de Yanga y Datara fue camuflar a los bandidos y soldados como refugiados. Estaban apuntando a objetivos muy importantes, como el carruaje que transportaba a los estudiantes de intercambio. Según el informe de inteligencia, Manera y Doruo estaban filtrando la información necesaria a los espías enemigos. Da miedo pensar que hubo traidores entre nuestros propios círculos. Sin embargo, este plan tampoco tuvo mucho éxito.

Como región fronteriza, siempre enviamos guardias junto con viajeros importantes en caso de un encuentro con demonios. Y desde que mejoraron las comidas empacadas, la moral había aumentado entre los escuadrones de patrulla. Los bandidos disfrazados no tenían ninguna posibilidad contra un equipo de soldados motivados listos para una pelea demoníaca. La diferencia en la capacidad de combate era tan grande que los soldados de Sacula a menudo lograban defenderse de los enemigos con un solo golpe.

Todos los puntos hasta ahora habían estado relacionados con los movimientos obvios que podíamos ver por nosotros mismos. Pero ahora era el momento de hablar sobre los esquemas que aún no habían llegado a buen término.

“Además de Manera y Doruo, también hemos identificado a otros sujetos que han estado en contacto con espías enemigos. Se trata de los soldados Moldo y Redeato, así como de la compañía Gochie. Tenemos testimonios que afirman que han expresado un fuerte descontento con la actual administración de Sacula”, explicó Lady Seire.

“En otras palabras, se ha formado una facción disidente”. Lord Itsuki había adoptado un tono de voz serio.

“Sería más preciso decir que alguien lo armó”, respondió Lady Seire.

“Ya veo. Continua.”

“Al analizar el contenido de sus quejas y los movimientos que siguieron a sus interacciones con los espías enemigos, pudimos identificar sus planes, o más bien los del marqués Datara”.

Los motivos de la tripulación de Moldo eran obvios. Sus celos de cierta persona los habían llevado a causar tantos problemas que habían caído en desgracia con el conde interino, quien posteriormente los colocó en un puesto aburrido.

Si bien simplemente habían cosechado lo que habían sembrado, los culpables parecían pensar de otra manera. Según ellos, el conde interino los había castigado injustamente porque tenía prejuicios hacia cierta persona. En consecuencia, para recuperar la posición que les corresponde, tendrían que borrar a esa persona determinada.

En resumen, me estaban apuntando.

“Si los escucharas decirlo, el conteo interino se ha desviado por la adulación de Sir Fénix. Conspiran para detener a la familia Sacula mientras ellos gobiernan como sustitutos. Supuestamente, esto sería hasta que los Saculas vuelvan a sus sentidos. Aunque sus verdaderos motivos no están claros, sus planes sin duda están influenciados por el Marques Datara”, concluyó Lady Seire.

Los objetivos de Manera y Doruo también estaban bastante claros. Según sus propios estándares, no habían hecho nada malo. Probablemente pensaron que un pequeño desfalco estaba dentro de sus derechos. Si sus puestos estaban en peligro por asuntos tan triviales, el colapso del gobierno era inminente. Y para colmo de males, un muchacho granjero estúpido y arrogante que no entendía de política, según ellos, había instigado la investigación.

Para guiar al gobierno de regreso al camino correcto, tuvieron que castigar a ese campesino. Un rencor infundado disfrazado de justa indignación.

En resumen, me estaban apuntando.

“Al igual que los demás, también esperan detener a la familia Sacula y gobernar como sustitutos hasta que el conde interino y su familia vuelvan a sus sentidos. Pero una vez más, presumiblemente es a instancias del Marques Datara. Así que no es como si ese fuera su motivo principal”, Lady Seire llegó a la misma conclusión nuevamente.

Finalmente, la empresa Gochie intentaba evitar la quiebra. En otras palabras, su objetivo era mejorar su negocio. Sin embargo, según el informe del departamento de inteligencia, de alguna manera habían llegado a la conclusión de que, para lograr su objetivo, necesitaban eliminar a la persona que los había llevado al borde de la bancarrota en primer lugar.

Era aterrador cómo la indigencia podía llevar a uno a pensamientos tan simplistas. No pude evitar sentir pena por mi enemigo. Sin embargo, incomprensiblemente, Lady Seire concluyó que su objetivo no era del todo irrazonable considerando lo excesivo que había sido su castigo.

Bueno, en resumen, me estaban apuntando.

“Además, los demás involucrados en la trama prometieron nombrarlos proveedores después de tomar el relevo de la familia Sacula, pero esa propuesta también parece provenir del Marques Datara. Así que ese no parece ser su motivo principal…” Lady Seire repitió la misma conclusión por tercera vez.

Así había terminado el informe. Lady Seire, Lord Itsuki, Sir George y la Sra.

Rihn me miraron.

“De alguna manera, ese informe da la impresión de que Ash es la encarnación, o más bien, la fuente, de todo mal…” comentó Lord Itsuki.

“Y, sin embargo, a pesar de todos esos rencores, ni siquiera estoy preocupado en lo más mínimo por Ash”, afirmó Sir George.

“Como un Príncipe de las Tinieblas que solo puede ser derrotado por el héroe con su espada sagrada”, comentó la Sra. Rihn.

Al escuchar el informe de inteligencia, los tres adultos actuaron como si el problema ya se hubiera resuelto sin necesidad de discutir contramedidas. Mi querida Maika, sin embargo, era diferente. Simplemente demostraba lo hermosa que era en realidad.

De hecho, parecía que mi prometida se había tomado la información muy en serio. Estaba sentada boca abajo, contemplando un plan. Absorta en sus pensamientos, murmuró para sí misma. “¿Ahora no solo están tratando de obstruir nuestro matrimonio, sino que planean matar a mi Ash? ¿Qué demonios? ¿Es esto una mala broma? ¿Cuántos pecados más planean cometer? ¿Podría ser que son simplemente estúpidos? Tal vez debería compadecerlos. Pero no puedo encontrar ninguna compasión por ellos. ¿Qué tengo que hacer? No puedo permitirles respirar el mismo aire que Ash. Estoy enojado porque están vivos y bien en este momento. Pero también va a ser un dolor de cabeza lidiar con sus cadáveres. Solo pensar en ellos ya me da dolor de cabeza. Ah—”

La mano de Maika inconscientemente vagó hacia su cadera, donde usualmente guardaba su espada favorita. Al darse cuenta de su sed de sangre, los adultos finalmente dejaron de tomar a la ligera la situación.

“Muy bien, discutamos cómo frustrar los planes del Marqués Datara”, dijo Lord Itsuki en un intento de restablecer el orden en la reunión.

“Con todas nuestras fuerzas,” Maika se puso de pie para declarar.

“¿Qué quieres decir?” preguntó su tío vacilante.

“Aplastaremos al enemigo con todas nuestras fuerzas”, respondió su sobrina con voz fría y acerada. Su tono implicaba que no se necesitaba más discusión.

“Sí, por supuesto.” Lord Itsuki ni siquiera intentó objetar. Probablemente una sabia decisión. Maika estaba envuelta en un aura amenazante, muy parecida a una espada demoníaca que mataba a cualquiera que la tocara. El sabio Lord Itsuki me miró frenéticamente, como diciendo: Mi sobrina da miedo. Por favor haz algo. Ella es tu prometida.

Supongo que debería decir algo. Le sonreí a mi amada y sanguinaria Maika, encantada de ver su furia por mí. “También te ves linda cuando estás enojada, pero prefiero tu habitual sonrisa brillante”.

“¡D-Detente, Ash! ¡E-Estamos en medio de una reunión! ¡Todo el mundo está mirando! P-Pero creo que puedo sonreír si quieres que lo haga…”

Y ahí estaba: una súper adorable y acaramelada sonrisa de Maika lista para salir. Fui realmente bendecida de ser amada por alguien como ella.

Nuestras contramedidas estuvieron listas una semana después.

Perspectiva de Hermes

Otro día, otra explosión animada en el prestigioso sitio de prueba de nuestro laboratorio. Hoy, no era el departamento de fuerza motriz realizando experimentos, sino que los jóvenes caballeros estaban probando nuevas armas. Entre ellos estaban Glen y algunas otras caras conocidas, así que decidí hacer acto de presencia.

“¿Cómo está el nuevo arsenal?” Le pregunté al pequeño grupo de caballeros a quienes reconocí como del mismo grupo de estudio en la academia.

“No hay problemas. Mucho más fácil de usar que el modelo anterior”, respondió Glen en nombre de todos ellos. Estaba sosteniendo el arma conocida como “rifle”. Desde que obtuvimos azufre, Ash había encargado el desarrollo de armas que dispararan balas mediante la explosión de pólvora. Un arco y una flecha evolucionados, por así decirlo.

“¿Sería útil en el combate real?”

“Los hemos probado exhaustivamente y hasta ahora no ha habido ningún problema. No creo que tengamos que preocuparnos de que se rompan durante una pelea”. Tomé el rifle de Glen. Después de quitar las viñetas, verifiqué su funcionalidad. Sí, parece estar bien. “Sin embargo”, continuó Glen. “Si seremos capaces de dominar el arma durante el combate real es una cuestión diferente”.

“Sí, no puedes cubrir todo en el entrenamiento. En una pelea real, tienes que disparar a objetivos vivos”.

“Estas nuevas armas son fáciles de usar, pero realmente no puedes contenerte. Y no estoy seguro de cómo les irá en el combate cuerpo a cuerpo”.

“Sí, en el calor del momento, las balas pueden rebotar en todas las direcciones y golpear a amigos y enemigos por igual”, señalé.

“Los soldados sin entrenamiento solo usarán rifles para disparar al enemigo desde detrás de las amuradas. Y no tenemos la intención de usarlos en combate cuerpo a cuerpo, por lo que debería estar bien”.

Debería estar bien, pero el combate real era impredecible. Conocía muy bien la diferencia entre la teoría y la práctica. Tampoco esperaba que mi motor radial explotara. No importa cuán cuidadosamente planee y se prepare, no puede estar seguro a menos que realmente lo intente.

Le devolví el rifle a Glen. Luego procedí a revisar también el rifle de Horus, otro de mis antiguos compañeros de estudio. “¿Qué piensas del rifle?”

“¡Es genial! Avísame tan pronto como pueda tener en mis manos uno de estos”. Me alegra saber que te gusta. Horus era un niño un poco problemático, que estaba tan enamorado de la nueva arma que tendía a gastar todas nuestras municiones. En consecuencia, probablemente era el usuario de rifles más hábil.

“Quiero decir, ¿cómo se compara con los modelos anteriores?” Quería escuchar sus impresiones y predicciones sobre el combate real basado en todas sus pruebas.

“Se ha vuelto más fácil participar en disparos rápidos y las balas se atascan mucho menos. Ah, y es mucho más ligero. Probablemente podría llevarlo durante bastante tiempo antes de cansarse. Tal vez podrías intentar mejorar su maniobrabilidad, pero si acortas su cañón, eso también disminuirá su alcance…”

¡Eso era exactamente lo que había querido oír! Gran análisis del hombre que siempre siguió disparando hasta que agotó todas nuestras balas y fue regañado por desperdiciar recursos. Sorprendentemente, tuvo pocos comentarios considerando cuánto tiempo pasó disparando los rifles.

“Sí, desafortunadamente, los tipos de cañón corto solo funcionan para distancias cortas. Puedo intentar ajustarlo un poco para que se adapte a tus necesidades.”

“No estoy seguro de lo que prefiero. Es divertido disparar desde lejos, pero también me gusta disparar a varios objetivos mientras me muevo”. Estaba preguntando qué es beneficioso en el combate, no preguntando qué prefieres personalmente. ¿Cómo alguien de espíritu libre como tú se convirtió en caballero? Suspiré y le devolví el rifle a Horus. La siguiente persona en la fila no era un caballero, sino Saias con su atuendo de montar.

“Estaba un poco confundido acerca de cómo usarlo al principio, pero una vez que te acostumbras, disparar es muy fácil”. ¿Cierto? ¡Exactamente lo que estoy diciendo! Sonreí al escuchar el elogio de Saias.

Las pistolas eran armas letales, más fuertes y fáciles de usar que un arco. Podrías atacar a tu enemigo simplemente insertando una bala y apretando el gatillo. La única desventaja era que requería más tiempo y recursos para producir que un arco y una flecha. De hecho, esas nuevas armas habían consumido una cantidad considerable del presupuesto de nuestro laboratorio, lo que me hizo sentir un poco en conflicto como alguien que necesitaba fondos para desarrollar mi avión…

No obstante, estoy de acuerdo en que fue la decisión correcta producir las armas ahora. Parecía que Yanga y Datara estaban tratando de entrometerse en los asuntos de Sacula. Esa fue también la razón por la que Saias participó en el entrenamiento a pesar de no ser un caballero. Para reducir los daños de los inminentes ataques de bandidos en las aldeas de la región, la administración había decidido reforzar sus defensas desplegando soldados armados con rifles.

Si bien algunos pueblos fueron defendidos por caballeros como Glen y Horus, no había suficiente personal para cubrir toda la región. Afortunadamente, había suficientes lugareños dispuestos como Saias que decidieron someterse a un entrenamiento con armas ellos mismos.

“Entrena bien antes de regresar. Entonces puedes volar a cualquier bandido con un movimiento rápido del dedo”.

“¿Estás seguro?”

“¡Por supuesto! ¡Dejé de desarrollar mi avión por esto! ¡Si usas esa arma y tu pueblo aún sufre daños, te golpearé!” Lo miré. Lo mismo se aplicaba a Glen, Horus y todos los demás.

Glen y Horus, que conocían las circunstancias, sonrieron irónicamente, pero Saias parecía un poco perplejo. “Estás terriblemente motivado. Pareces muy orgulloso de esta arma.”

“¡¿Por qué no lo estaría?!” me burlé. “Ash quería un arma que evitara bajas, incluso cuando se enfrentara a cien demonios, así que puse todo mi esfuerzo y financiación en este proyecto”.

Saias se echó a reír. Pero no fue el único. Todos los que conocían a Ash tenían una sonrisa en la cara. Desde fuera, puede haber parecido que se estaban burlando de sus grandes ambiciones, pero se habrían equivocado. Ash puede hablar mucho, pero nunca mintió. Entonces, si Ash realmente pensó que esos rifles podían lidiar con cien demonios, sin duda era un arma poderosa. Motivo más que suficiente para estar motivado.

Como ciudadano de Sacula, las bandadas de demonios eran una fuente constante de miedo. Como graduado de la clase más fuerte en la historia de la academia militar, ellos eran mis enemigos jurados, quienes casi habían matado a mi precioso e insustituible amigo Ash. Con esta arma, Ash no volverá a morir si se enfrenta a otro hombre lobo. Por lo tanto, me había vuelto bastante motivado. Tal vez un poco demasiado.

“Reina me ha estado regañando por usar demasiado dinero”. Fruncí el ceño. Por alguna razón, los demás se echaron a reír de nuevo. Para que lo sepas, las conferencias de Reina han empeorado desde la academia. Pero supongo que eso ya no es de tu incumbencia…

Aunque al final me había ayudado aumentando el presupuesto. En resumen, ¡esas nuevas armas fueron la suma de mis sentimientos, mis sacrificios y mi investigación!

“¡No me deshonres dejando que unos miserables bandidos causen estragos!” Esos rifles estaban destinados a derrotar a cien demonios sin que nuestro bando sufriera ninguna pérdida. Y probaría que estaban a la altura de ese ideal.

Perspectiva de Seire

Llegué a la conclusión de que las tropas de Yanga y Datara finalmente estaban comenzando a moverse. Sí, yo, Seire Sukuna, había llegado a la conclusión.

“¿Está realmente bien para mí hacer ese juicio?” Le pregunté espontáneamente a Sir Fénix en nuestro camino de regreso de una reunión importante.

“Oh, ¿tienes algunas dudas con respecto a la información?” Negué con la cabeza ante su pregunta ligeramente provocativa.

“Por supuesto que confío en mi juicio. Es temporada de cosecha, ha habido avistamientos de bandidos de pueblos de toda la región, y ha habido informes de espías de Datara deambulando por los barrios marginales. Sin duda, nuestros enemigos han puesto en marcha su plan”.

“Estoy de acuerdo. Tienes un juicio impecable. Bien hecho por analizar y resumir toda esa información”.

Había estado perfeccionando mis habilidades toda mi vida y ahora las usaba para ganarme el favor de la Casa de Sacula, o del mismo Sir Fénix, debería decir. Confiaba en mi juicio. Sin embargo, no pude enterrar mi sentimiento de sorpresa.

“Aun así, dejar una decisión tan importante a un extraño como yo… La Casa de Sacula es muy confiada”. Me sorprendió que no considerara la posibilidad de que yo fuera un traidor. Lord Itsuki y la Sra. Rihn ocasionalmente se detuvieron para considerar la naturaleza de nuestro acuerdo, por lo que debe haber al menos cierto nivel de preocupación. Pero Sir Fénix nunca mostró signos de preocupación. Y tampoco Lady Maika.

“La Casa de Sukuna no se beneficiaría en absoluto si nos traicionaras. Me he asegurado de eso. Sir Fénix sonrió con confianza resuelta. Mi corazón latió al ver la mirada ligeramente traviesa en su rostro. Al colgar el jabón y el licor como cebo, sin esfuerzo había atraído a la Casa de Sukuna para formar una alianza. “Creo firmemente que Sukuna es nuestro aliado. Aunque supongo que todavía es posible que usted personalmente sea comprado por una gran cantidad de dinero…” La sonrisa astuta de Sir Fénix sugirió que eso era aún menos probable. Pero eres muy inteligente. Incluso si fueras a traicionarnos, no lo harías en este momento. Sería inútil en este momento. Esperarías hasta que diera un mejor resultado”.

La explicación de Sir Fénix fue acertada. Involuntariamente asentí con la cabeza. “Estás bien. ¡N-No es que esté planeando traicionarte! Realmente, no lo estoy. Pero si yo fuera tu enemigo, este no sería un buen momento para que me vuelva traidor.”

Si lo traicionaba ahora, ganaría muy poco. La administración de Sacula ya había tomado las medidas apropiadas para contrarrestar el plan de Yanga y Datara. Cualquier truco barato en este punto tendría un efecto muy limitado.

“Lo sé. Confío tanto en usted como en Su Excelencia el Vizconde Sukuna. Nunca harías nada que perjudique tus ganancias. Sería ilógico. Los amigos y enemigos más problemáticos son aquellos que actúan en contra de sus propios intereses”.

Sir Fénix fue un excelente ejemplo de una persona a la que se le ocurrieron ideas locas. Sin embargo, en una inspección más cercana, esas ideas siempre fueron lógicas y rentables. No obstante, por lo general había una fase en la que la gente normal percibiría las acciones de Sir Fénix como irrazonables, porque superó su comprensión. Como emplear a un forastero como maestro de espionaje de la región.

“Está bien, Seire. Parece que el departamento de inteligencia estará muy ocupado. Estoy seguro de que habrá muchos informes de los pueblos y aldeas, y también de otros departamentos. ¡Estoy contando contigo!” Sir Fénix me sonrió, fingiendo ignorar mis sentimientos encontrados.

“Me ocuparé de eso a la manera de Sukuna”. Parecía que Sir Fénix confiaba tanto en mis habilidades como en las de la Casa Sukuna. No podía permitirme decepcionarlo.

Nueva información llegó a mi escritorio en rápida sucesión. Al ver los papeles amontonados en mi escritorio, no pude evitar asombrarme por la velocidad con la que se entregaron. No es de extrañar que las doncellas y los caballeros de Sacula tuvieran fama de moverse con rapidez.

La frescura era la esencia de la inteligencia. Por importante que fuera la información, si llegaba demasiado tarde, no valía mucho más que un trozo de pescado podrido. En algunos casos, cada día contaba. En ese sentido, Sacula contó con informantes sumamente competentes.

Primero, había recibido noticias de signos de un ataque inminente de los bandidos Yanga y Datara. El departamento de inteligencia había transmitido información a la administración que decía que las fuerzas enemigas habían comenzado su operación. Tan pronto como recibieron la noticia, enviaron tropas por toda la región, lideradas por los caballeros de Sacula. Con suerte, podrían evitar cualquier daño.

A continuación, los forajidos de los barrios bajos mostraron su ingenio rápido. Me hubiera encantado preguntarle a Rohko cómo había actuado tan rápido. En lugar de luchar por el enemigo, habían arrestado a los espías por nosotros. Dado que incluso los funcionarios y los caballeros habían sido comprados, solo habría sido seguro asumir que los habitantes de los barrios marginales, que tenían aún más razones para actuar en contra de la administración, también estaban en el bolsillo del enemigo. Pero no lo fueron. Sacula era verdaderamente un lugar extraño.

Aparentemente, los forajidos habían entregado a los espías atados a la sala de guardia y se habían ido, nuevamente enviando sus saludos al “joven maestro”. Supongo que esa es la influencia de Sir Fénix. Estoy empezando a entender la actitud de todos hacia él…

Después de ser expulsados de los barrios marginales, algunos de los espías habían corrido a las residencias de Manera y Doruo. Esa era nuestra oportunidad de atacar. Rápidamente preparé un informe para el consejo de emergencia y sugerí arreglar los arrestos legales de esos espías y los dos principales culpables que los albergaban.

“¡El escuadrón de arresto está listo para salir!” Lady Maika, que se había sentado en silencio durante toda la reunión, declaró con una voz tan fría como el acero. Su tono era formal pero afilado como una espada. Envió escalofríos por mi espina dorsal. Hasta ahora, había evitado mirar en su dirección. Estaba envuelta en un aura aterradora. Una palabra o mirada equivocada, y podría explotar. Los otros miembros, incluido Lord Itsuki, también la habían evitado. La única excepción fue el hombre sentado a su lado, Sir Fénix.

Sin embargo, ahora Lady Maika había hablado ella misma. No hace mucho tiempo que se había ofrecido como voluntaria para arrestar personalmente a Manera y Doruo, así como a Moldo y su pandilla mientras estaba en eso. Por lo tanto, no fue una declaración inusual. Sin embargo, se veía aterradora cuando se levantó de su asiento. Como un monstruo que había imaginado de niño. Un caparazón humano con ambiciones inhumanas.

El sonido de un trago resonó en la habitación. No estaba seguro si venía de mí o de Lord Itsuki.

“¡B-Buena suerte, Maika! Y arrestarlos, ¿de acuerdo? No los mates. Por favor, tráigalos con vida, si es posible. Puedes hacerlo, ¿verdad?” Lord Itsuki repetidamente confirmó esto con ella. Compartí sus preocupaciones.

Puede haber sido un escuadrón de arresto, pero estaba rebosante de sed de sangre.

“Lo sé. Es un escuadrón de detención. Me abstendré de cortarles la cabeza”. Su respuesta cortés y su sonrisa forzada la hicieron parecer aún más aterradora. Ojalá fuera tan alegre como siempre, aunque probablemente todavía sería espeluznante además de su sed de sangre.

“B-Bien. Perdón por preguntar.” Lord Itsuki no se atrevió a advertirla más y se retiró con una disculpa. Desde el punto de vista de la inteligencia, también preferiría capturar vivos a nuestros enemigos, pero no me atreví a decir nada.

Lady Maika se dirigió a la puerta. Una buena elección. Estaba medio esperando que hiciera un agujero en la pared y trepara por él. De repente, se detuvo. O mejor dicho, se detuvo. Sir Fénix agarró la mano que empuñaba la espada de Lady Maika. ¿Estás seguro de que quieres tocarla ahora mismo? Mis ojos se abrieron de par en par con incredulidad.

“Buena suerte con el arresto, Maika.” Todo estuvo bien. Sir Fénix no parecía perturbado en absoluto por el comportamiento de Lady Maika. Simplemente la trató como su prometida, como cualquier otro día.

En respuesta, la expresión de Lady Maika se volvió un poco más suave.

Su mirada en blanco dio paso a una leve sonrisa genuina.

“Gracias Ash”.

“Y cuídate. Si te lastimaras, no estoy seguro de poder contenerme”.

El rostro de Lady Maika se puso rojo al escuchar las entrañables preocupaciones de Ash. También sentí un poco de vergüenza de segunda mano.

“¡No digas cosas así! Podría motivarme demasiado y cortar accidentalmente algunas cabezas”.

“Preferiría que cortaras algunas cabezas antes que lastimarte”. “¿E-En serio? Está bien, entonces… me voy”. “¡Buena suerte!”

La ira de Lady Maika se había calmado. En cambio, ahora estaba extremadamente llena de vida. Lo cual seguía siendo preferible a su anterior sed de sangre. Habíamos sido testigos de un intercambio digno de la pareja aclamada como la envidia de todos los amantes del reino. Lady Maika debería poder contenerse ahora.

Una vez que un suspiro de alivio recorrió la habitación, Sir Fénix siguió adelante con calma con la reunión. “Eso debería encargarse de Manera y Doruo. Solo tenemos que esperar el informe de Maika. Ya que hemos tratado con la mayoría de los espías ahora, probablemente deberíamos pasar a la compañía Gochie. ¿Alguna objeción?”

Como eso era parte del plan, nadie se opuso. O más bien, después de amortiguar el aura sedienta de sangre de Lady Maika, nadie tenía la fuerza para responder. Pero el conde interino finalmente apretó los dientes y se sacudió el agotamiento.

“Te dejaré eso a ti, Ash, como se discutió anteriormente. Pero asegúrate de informarme antes de irte y después de que hayas terminado”.

“Por supuesto. Usted es el oficial al mando, por lo que, naturalmente, informaré el comienzo y el final de mi misión”. La solicitud de Lord Itsuki puede haber sonado obvia para la mayoría, pero Sir Fénix era el tipo de persona que, cuando se le entregaba el control del personal, empleaba a un extraño como su maestro de espionaje. Buena suerte frenándolo, Lord Itsuki.

Menos de una hora después, Maika regresó a la sala de reuniones con una cálida sonrisa.

Estoy informando de mi misión. Con visible alivio en su rostro, se sentó junto a Sir Fénix. Me hubiera encantado escuchar un relato detallado de lo que había sucedido durante la última hora, pero todo lo que obtuvimos fue una frase: “Moldo es el siguiente”.

“Parece que el arresto de Manera y Doruo transcurrió sin problemas”, dijo Sir Fénix, complementando su breve informe.

¡Excelente! Me alegro de que todo vaya según lo planeado. De alguna manera, mi proceso de pensamiento había vuelto al de un niño. La sobrecarga de información estaba forzando mi cerebro. Hubo demasiada información inesperada, especialmente viniendo de nuestro lado. Necesitaba algo dulce. Tal vez no era mi lugar como forastero y recién llegado, pero tenía ganas de pedirles a los sirvientes un té con miel. Con un poco de bizcocho, si es posible. Pero antes de que pudiera intentar dar una orden, Sir Fénix anunció su próximo movimiento.

“Ahora bien, dado que la mayoría de los espías han sido capturados, haré una visita a la compañía Gochie con un equipo de investigación”.

Con Manera y Doruo resueltos y el barrio marginal, la fortaleza de los espías, despejado, la transmisión de información al enemigo debería verse gravemente obstaculizada. De acuerdo con nuestro plan, era hora de poner en marcha adecuadamente nuestra operación en la ciudad. Pero… ¿no podemos tener un pequeño descanso primero?

Sir Fénix salió de la habitación en segundos.

“Maika, debes tener sed. ¿Qué tal si tomamos un té y un refrigerio ligero? ¿Alguien más?” La oferta de Lord Itsuki puede haber sido dirigida principalmente a Lady Maika, pero la acepté con mucho gusto.

Mientras disfrutaba de un delicioso panqueque hecho con frutas secas, una sirvienta entró en la sala de reuniones.

“U-Um, la inspección de la empresa Gochie se ha completado. He venido a entregar el informe. Lady Renge se inclinó al notar las miradas de todos. Puede que pareciera un poco tímida, pero Sir Fénix la había nombrado inspectora principal de su escuadrón. Su respaldo había afirmado que ella podía analizar datos y números tan rápido como un rayo. Teniendo en cuenta que ni siquiera había terminado mi refrigerio ligero en el tiempo que tardó en terminar la consulta, no había exagerado.

“Bien hecho”, elogió Lord Itsuki antes de animarla a continuar con su informe.

“Logramos confirmar que la empresa Gochie omitió algunas transacciones del registro que enviaron. Compraron espadas, lanzas, cascos, corazas y grebas de una empresa en la región de Datara”, informó. “Según Ash, era suficiente equipo de infantería para aproximadamente doscientos hombres”.

“Eso coincide con el análisis anterior del Maestro Espía Seire”. Lord Itsuki dirigió la conversación hacia mí. Me tragué mi panqueque. Perdón por tomarme mi tiempo para terminar mi comida, pero estos panqueques son demasiado buenos para comerlos rápidamente.

“Sí, es la misma táctica que usó el Marqués Datara para provocar una revuelta en la región de Yanga”, señalé.

Después de incitar al segundo hijo mayor de la Casa de Yanga, el marqués Datara le proporcionó suficiente equipo militar para organizar una revuelta. Y al igual que este nuevo intento, también se había asegurado de que el ejército regional se dispersara.

“¿Cree que puede usar el mismo truco dos veces? ¿Cuánto nos subestima?”

“No es sorprendente que un noble central menosprecie las regiones rurales…”

“Estás bien. Y te las arreglaste para predecirlo también.”

Cuando sugerí por primera vez que la Casa de Datara podría usar la misma táctica nuevamente, Sir George planteó algunas dudas y sugirió que no subestimáramos al Marqués Datara. Pero si bien la preparación del caballero Sacula era encomiable, las maniobras del marqués Datara siempre iban a ser limitadas.

La región de Datara estaba muy lejos. Cualquier orden dada por el marqués a sus tropas sufría un retraso en el tiempo. Y si bien este problema podría haberse resuelto colocando un comandante en Sacula, no había muchas personas capaces de ejecutar una operación encubierta como esa en territorio enemigo. Especialmente porque el marqués no quería arriesgarse a perder un personal tan valioso. No hace mucho tiempo, había perdido a un grupo de asesinos en Sacula cuando fueron tras la princesa.

Con eso en mente, era muy probable que el Marques Datara usara un plan que había tenido éxito en el pasado. Estaba convencido de que causar caos durante la temporada de cosecha de Sacula daría los resultados que buscaba.

“Si logramos incautar el equipo en la empresa Gochie, deberíamos poder mantener los disturbios al mínimo”. Miré a Lady Renge, quien asintió enérgicamente. Sus movimientos se parecían a los de una pequeña criatura adorable, uno de los gestos entrañables que se enseñan a las mujeres de la Casa de Sacula. Y su ejecución fue casi impecable.

“S-Sí. Ash ya está en camino para confiscar el equipo. Parece haber sido almacenado en el almacén de Gochie”.

“Es rápido, como de costumbre.” Lord Itsuki se cruzó de brazos y sonrió satisfecho.

Si me lo permite, Señor Itsuki. ¿Qué pasó con informarle? Puede que las cosas vayan según lo planeado, pero Sir Fénix fue al almacén sin avisarnos. La Sra. Rihn parecía estar de acuerdo conmigo; ella miró a Lord Itsuki con desaprobación.

“Todos ustedes lo escucharon decir que informaría el comienzo y el final de la misión. Considera que la confiscación es parte de una gran misión para tratar con la empresa Gochie. Deberíamos considerarnos afortunados de que enviara a Renge a dar un informe de estado”. Nadie tuvo objeciones. De hecho, Lord Itsuki estaba acostumbrado a tratar con Sir Fénix.

Moldo había regresado de su misión de sometimiento de bandidos en el campo. Se hinchó de orgullo al presentar las pocas decenas de bandidos que se le habían rendido. Por supuesto, no había forma de que Moldo, uno de los principales sospechosos, hubiera luchado y capturado a los bandidos adecuadamente. Sus cautivos eran todos tropas encubiertas de Yanga, y planeaban recuperar el equipo del almacén de Gochie para formar un ejército.

Al enterarse de estos hallazgos, un aura aterradora irradió desde Lady Maika a través de la sala de reuniones. ¿Quizás podría despejar un poco el aire abriendo las ventanas? Tenía que hacer algo ahora que Sir Fénix no estaba aquí para calmarla.

“¿Qué pasa si Lady Maika tomó algunos soldados y se quedó en la residencia de estudiantes de intercambio?”

“¡Eso suena como una gran idea, Lady Seire! ¡Escuchemos lo que ella piensa!” Lord Itsuki exclamó en voz alta. Una mirada bastó para comprender que compartía mi desesperación.

Mi plan era simple. Habíamos arrestado a la mayoría de los espías del Marqués Datara durante la ausencia de Moldo. En otras palabras, su ignorancia nos permitió proporcionarle desinformación a través de nuestros falsos espías Datara.

“Originalmente, planeábamos arrestar a la tripulación de Moldo junto con los otros soldados de Yanga en los almacenes de Gochie, pero dada nuestra ventaja actual, podríamos idear un plan para separarlos del resto”.

“¡Tiene sentido! ¡Ya que conocemos su objetivo, podemos atraerlos fácilmente!”

“Y no sería exagerado suponer que creen que su objetivo está en la residencia de estudiantes de intercambio”. No me atrevía a llamar a su objetivo por su nombre. Después de todo, esa era la razón de la ira de Lady Maika. Y no tenía intención de jugar con fuego cerca de un fardo de paja empapado en aceite.

“¿Qué tal si difundimos información de que la familia Sacula cenará con los estudiantes de intercambio esta noche?” Sugerí. Parecería natural organizar una reunión para actualizar a los estudiantes sobre la situación actual. “Nos aseguraremos de que Moldo y su equipo sigan ese ejemplo mientras las tropas de Yanga están ocupadas recogiendo el equipo de los almacenes”. ¡Juro por mi entrenamiento de reconocimiento Sukuna hacer que esta misión sea un éxito y devolver la paz a la sala de reuniones! Miré fijamente a Lord Itsuki, y ambos asentimos el uno al otro.

“¿Qué dices, Maika? ¡Si este plan funciona, Moldo y su pandilla serán todos tuyos!”

Si seguimos con nuestro plan de capturarlos en los diferentes almacenes, Lady Maika solo podría cuidar de uno de ellos. Pero de esta manera, podría disfrutar al máximo de su corazón.

“Por supuesto. Con mucho gusto acepto sus órdenes. También debería facilitar la captura de los soldados sin la presencia de sus oficiales al mando”. Lady Maika analizó con calma la situación con una sonrisa que probablemente me perseguiría en mis sueños.

Así se aseguró nuevamente la paz de la sala de reuniones. Por supuesto, Moldo y su tripulación se enfrentarían al infierno, pero no me importaba sacrificarlos. ¡Disfruta de tu sufrimiento!

Sir Fénix había regresado a la sala de reuniones.

“He regresado de mi misión. Subyugamos con éxito a las tropas de Yanga y tomamos el control de los almacenes de Gochie. Los almacenes se han convertido en una prisión improvisada y hemos colocado guardias afuera. No sufrimos víctimas mortales, pero hubo algunos heridos. Todavía estamos evaluando la situación del lado del enemigo”. Sir Fénix inspeccionó la habitación al terminar su informe. “¿Maika no ha regresado todavía?” Debe estar preocupado por su prometida. “Con suerte, ella no está exagerando las cosas…” Oh, solo estaba preocupado por la sed de sangre de su prometida. Tal vez no había atrapado a Moldo y su tripulación con vida. Pero de hecho no había necesidad de preocuparse por Lady Maika.

No obstante, era impresionante que la crisis de Itsutsu se hubiera resuelto en un solo día. Incluso si Moldo hubiera escapado de alguna manera de Lady Maika, eso no habría cambiado la situación. No quedaban tropas que ellos pudieran liderar. Se había evitado el peor de los escenarios de un gobierno derrocado.

Sin embargo, todavía nos enfrentábamos a la tediosa tarea de lidiar con el caos fuera de las murallas de la ciudad. Por ahora, tendríamos que esperar para escuchar sobre las bajas de nuestros soldados y las aldeas que se les había asignado proteger. Dependiendo de la situación, es posible que el vizconde Sukuna y el barón Nepton deban brindar apoyo. Si las defensas de Sacula se volvieran inestables ahora, no podrían enfrentar con confianza al Marqués Datara, o peor aún, una invasión demoníaca de las Montañas del Dragón Rugiente.

Fue un momento desafortunado. Estábamos en los talones de un repunte económico causado por la muy amable revelación de Sir Fénix de las recetas de jabón y licor. No podíamos dejar que sus esfuerzos fueran en vano. Después de dejar escapar un suspiro, levanté la cabeza y vi que yo era la única persona con una mirada sombría en su rostro.

“¡Esto salió mejor de lo esperado! Prácticamente no hay bajas de nuestro lado,” dijo Lord Itsuki.

“Todo gracias al departamento de inteligencia. Esta fue la primera vez que pudimos predecir los movimientos de nuestro enemigo con tanta precisión. Asegúrese de expresar su gratitud al vizconde Sukuna e informarles sobre el excelente trabajo de Lady Seire como nuestra maestra de espías”, instó Sir Fénix al conde interino.