Fushi no Kami (NL)

Volumen 6

Capítulo 2: Documentos De Estrategia

Parte 2

“Realmente no podríamos haberlo hecho sin ti, Lady Seire. Nuestra gente no está bien versada en ese tipo de trabajo preciso”.

La Casa de Sacula tenía la reputación de no estar muy orientada a los detalles. Los nobles centrales lo decían con desdén, los regionales con cariño. Mi abuelo también me había dicho eso desde que era un niño. Sin embargo, después de venir aquí, descubrí que la reputación no era del todo cierta. Uno solo tenía que mirar los logros del laboratorio. Sin atención a los detalles, no podrían producir productos tan meticulosos.

La jefa del laboratorio, la jefa Reina, también fue muy cuidadosa y atenta. Al igual que su madre, la Sra. Rihn. El presupuesto de Lady Renge siempre fue preciso y los informes de Lady Suiren fueron extremadamente detallados.

En otras palabras, tenían la habilidad requerida, pero no tenían el margen de maniobra para aplicarlos a las relaciones interpersonales debido a la naturaleza de la ubicación de Sacula. Se centraron en las contramedidas contra los demonios y, en consecuencia, carecían de las habilidades sociales necesarias para un departamento de inteligencia superior. Por lo tanto, en su mayoría confiaban en su fuerza de combate.

Pero como lo demuestran los eventos recientes, con un poco de ayuda de alguien que haya perfeccionado sus habilidades de reconocimiento en Sukuna, podrían llegar lejos. Miré a Sir Fénix, quien personalmente había adquirido mis servicios. Nuestros ojos se encontraron y él me sonrió. Probablemente pensó que había llegado a un acuerdo. No pude evitar sonreír también. Sentí que mi motivación aumentaba aún más.

“Como jefe de la división de inteligencia, también me siento aliviado de que hayamos logrado controlar el caos en la ciudad de Itsutsu sin víctimas. Sin embargo, debemos anticiparnos a los daños sufridos en toda la región, lo que podría empeorar la situación nuevamente. Básicamente, debemos mantener la cabeza fría”. Insté a la cautela en mi calidad de jefe de espías.

“Estás absolutamente en lo correcto. Ash, ahora que la situación en la ciudad se ha calmado, asegúrate de que las tropas de reserva estén listas para desplegarse en cualquier momento”. Lord Itsuki reaccionó de una manera acorde al estilo Sacula. No pude evitar reírme.

“Eso estaría bajo la jurisdicción de Sir George”, respondió Sir Fénix, tratando de delegar el trabajo a su padre adoptivo.

“¿No puedes ayudarlo un poco? Está tan ocupado que ni siquiera pudo asistir a esta reunión”, dijo Lord Itsuki con una sonrisa irónica.

Actualmente, casi todas las tropas permanentes de Sacula están desplegadas y las reservas de Itsutsu también se han movilizado. Además, las tropas permanentes habían sido enviadas en pequeñas divisiones por toda la región. Por lo tanto, el oficial al mando tenía las manos ocupadas administrando y coordinando todas esas unidades dispersas. No había visto la cara de sir George en varios días.

“Yo también estoy bastante ocupado, pero si insistes. Informaré a los soldados que me ayudaron a apoderarse de los almacenes de Gochie y les pediré que se preparen para un eventual despliegue”.

“¡La piedad filial es importante!”

“Eso suena diferente viniendo de alguien cuyo padre anhela ver la cara de su nieta”.

Los vasallos de la Casa de Sacula se rieron del intercambio de Sir Fénix y Lord Itsuki como si no hubiera necesidad de preocuparse por cualquier daño potencial al resto de la región.

Mientras tanto, Lady Maika había regresado. La mirada de alivio en su rostro traicionó los resultados de su misión. No obstante, dio un informe adecuado.

“Estoy aquí para informar de mi misión. Fue un éxito perfecto”. Sin bajas en ninguno de los bandos. Moldo y su tripulación habían sido capturados vivos. Aunque probablemente sintieron que estarían mejor muertos en este punto.

Después de que todos terminaron de informar, estábamos listos para concluir la reunión con un resumen cuando, de repente, una nueva cara entró en la sala.

“Perdón por interrumpir. Tengo… He venido a informar noticias del laboratorio.” A juzgar por su comportamiento incómodo, no estaba acostumbrado a asistir a reuniones como esta.

“Vicejefe Hermes, ¿a qué debemos este raro placer? ¿Algo le pasó a la Jefa Reina?” Sir Fénix frunció el ceño.

“Ella está bien”, respondió el vicejefe Hermes. “Ella no está lesionada, pero parecía estar mentalmente agotada, por lo que está descansando en este momento. ¿Puedo hablar con Maika, me refiero a la Sra. Maika?” Parecía que normalmente no se dirigía a ella por su título, por lo que no estaba seguro de cómo referirse a ella en una ocasión tan formal. La Sra. Rihn, quien probablemente había estado a cargo de su educación en el pasado, negó con la cabeza, pero a Lady Maika no pareció importarle y lo instó a continuar.

“Lamento molestarte, pero ¿podrías venir a cuidar a Reina cuando tengas tiempo? Hubo un ataque en el laboratorio… que he venido a informar… y ya sabes que a ella no le gusta pelear. Tal vez solo está sorprendida, pero parece un poco fuera de lugar…”

“Entiendo. ¿Debería irme ahora?”

“Si no te importa.”

“Déjamelo a mí. Como jefe de la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio, es mi deber cuidar de mis subordinados si no se encuentran bien. Entonces, si me disculpa, tengo asuntos que atender”, se excusó Lady Maika creando un pretexto oficial para acudir en ayuda de su amiga.

La Sra. Rihn miró hacia el techo como si reflexionara sobre la educación de la niña, y Lord Itsuki, el presidente de la reunión, despidió a Lady Maika con un pulgar hacia arriba.

“Bueno, Vicejefe Hermes. ¿Podría darnos un informe sobre el ataque al laboratorio?”, dijo Sir Fénix, presionando con la reunión. Estaba empezando a encariñarme con estas reuniones de Sacula que de alguna manera estaban por todas partes y perfectamente equilibradas al mismo tiempo.

El Vicejefe Hermes sonaba mucho más tranquilo después de que Lady Maika hubiera salido de la habitación. Podía estar tranquilo de que la Jefa Reina sería atendida.

“De acuerdo, vamos. No estoy acostumbrado a dar informes, así que empezaré desde el principio. Por favor, perdónenme si entro en demasiados detalles”.

Perspectiva de Hermes

Tras la noticia de que las tropas de Sacula habían sido desplegadas para hacer frente al ataque simultáneo de bandidos en toda la región, el laboratorio realizó una reunión en el jardín para compartir información.

“Al igual que la ciudad de Itsutsu, el laboratorio estará en alerta máxima por el momento. Insto a todos a actuar de acuerdo con el plan de emergencia que presentamos anteriormente. ¿Alguna pregunta?”

Si bien no todos los miembros del personal estaban al tanto de los disturbios que se avecinaban, todos habían sido notificados del plan de emergencia. Dado que el jefe les había pedido que simplemente se adhirieran a él, no debería haber ninguna pregunta.

“Jefa Reina, tengo una sugerencia”. Alguien levantó la mano. O más bien, ya estaban hablando. El ambiente en el laboratorio puede haber sido muy informal, pero durante reuniones oficiales como esta, las reglas requerían el permiso del jefe antes de hablar.

Miré alrededor de la habitación para encontrar al infractor de reglas. Era el recién llegado, Torey. Como recién había comenzado a trabajar aquí, puede haber sido mera ignorancia, pero no me gustó su sonrisa confiada.

“Hay bastante gente aquí. Si tomamos las herramientas del laboratorio, podríamos ir a ayudar a defender la ciudad. Podríamos mejorar la reputación del laboratorio protegiendo a los ciudadanos de Itsutsu.”

¿Qué tipo de sugerencia fue esa? Tal vez sonaba bien en la superficie, pero era una completa tontería. Aparentemente, no fui el único sorprendido por eso. Reina sorprendentemente se tomó un momento antes de responder.

“No hay necesidad de eso. Lord Itsuki está a cargo de la defensa de la ciudad. Mientras no solicite nuestra ayuda, eso significa que pueden manejar la situación por su cuenta. Si interferimos sin ninguna orden, eso solo conducirá a una confusión innecesaria”.

“Por supuesto que tiene razón, Jefa Reina, pero no logrará ninguna gran hazaña simplemente esperando órdenes”. Torey se encogió de hombros. Se comportó como quien enseña a un niño pequeño. De hecho, Torey era mayor que ella, pero aún era solo un subordinado en el laboratorio. Sin embargo, tuvo el descaro de mostrarle tan poco respeto a la jefa del laboratorio.

“Parece que subestimas la importancia de proteger el laboratorio. Estamos fuera de las murallas de la ciudad. Eso nos hace mucho más vulnerables. Además, es nuestro deber como investigadores salvaguardar toda la tecnología de punta almacenada aquí”.

“Por supuesto, tiene razón, Jefa Reina. Este laboratorio contiene una miríada de nuevas tecnologías. Pero eso no puede reemplazar las vidas o los bienes de nuestros ciudadanos”.

“Como dije antes, Lord Itsuki está a cargo de protegerlos. Si está tan ansioso por ayudar, debería alistarse en el ejército”. Reina lo miró fijamente. “Mientras esté afiliado a este laboratorio, seguirá mis órdenes y protegerá nuestra investigación. Si no te gusta eso, puedes irte ahora”.

“Va a hacer que su personal se encoja si habla así, Jefa Reina. Tu tono debe coincidir con tu bonita cara”. Torey pareció pensar que ella no entendía lo que estaba diciendo. Me sentí lívido. Él fue el que no entendió que le acababan de dar una advertencia para conocer su lugar. Probablemente deberíamos decirles a los demás que estén alerta, ya que no se sabía lo que haría. Miré a Reina, quien, a pesar de su política de permanecer impasible frente a su personal, dejó escapar un pequeño suspiro.

Después de que terminó la reunión, fui a la oficina de Reina para hablar sobre Torey. Tan pronto como me vio, sostuvo su cabeza entre sus manos. “Perdón por lo de antes, Hermes”.

“No tienes nada por lo que disculparte. Además, fue una reunión interna”. Si Torey se hubiera portado mal afuera, Reina podría haber tenido que disculparse por el comportamiento de su subordinado, pero esto solo se refería al laboratorio.

“Tienes razón, pero probablemente yo sea la razón por la que vino al laboratorio en primer lugar”.

“¿Qué quieres decir? No es pariente tuyo, ¿verdad? No recordaba haber visto su rostro en su reunión familiar de Año Nuevo.”

“No estamos relacionados por sangre. Es un poco complicado… En resumen, ese tipo pidió mi mano en matrimonio.”

“¿Eh? ¿Estás bromeando?” ¿Cómo podía comportarse así después de proponerle matrimonio? Parecía que estaba dispuesto a pelear. Torey había tratado a Reina, la jefa del laboratorio, como su igual o incluso como si fuera un subordinado. Si toleraba esa actitud, existía el riesgo de que otros comenzaran a menospreciarla.

“No sé qué hacer. Rechacé su oferta de matrimonio, pero ya me trata como a su prometida”.

“Si te estuviera tratando como a su prometida, te estaría mostrando más respeto como jefa de laboratorio. Para mí, parecía que se estaba burlando de ti”. Yo nunca mostraría esa actitud al hablar con ella en su calidad de jefa de laboratorio, y éramos amigos cercanos. En la academia militar nos habían enseñado a honrar siempre la autoridad de un superior.

Reina mostró una sonrisa apreciativa. “Sí, me está dando dolor de cabeza. Logré consolidar mi liderazgo en los últimos años, y ahora podría flaquear debido a este tipo. Y me tomó un tiempo lograr que los miembros mayores del personal me reconocieran como su jefa…”

Afortunadamente, no todo nuestro personal se dejaba influenciar tan fácilmente, pero seguía siendo una molestia innecesaria. Conseguiría que algunos de los miembros más antiguos apretaran las riendas más adelante. Alguien como Belgo, que sabía lo aterradora que podía ser Reina.

“Ese tipo es de una familia de clase alta, por lo que Lord Itsuki no pudo rechazar su solicitud para unirse al laboratorio. Quería comenzar en una posición gerencial, pero afortunadamente, Lord Itsuki lo convirtió en un subordinado en su lugar. Sin embargo, eso fue todo lo que el conteo de actores pudo hacer”.

“Él no se comporta como un subordinado en absoluto. Ese tipo cree que es un pez gordo.”

“Su familia ha servido al conde durante varias generaciones, al igual que la mía, por lo que esa forma de pensar debe estar arraigada en él…”

La mayoría del personal del laboratorio eran plebeyos, descendientes de familias de artesanos como yo o exprisioneros como Belgo. Para que ese tipo se comportara tan engreído, debe haber pensado que el estatus social era la cualidad más importante aquí en el laboratorio.

“Ese bastardo no durará mucho aquí”.

“Estoy totalmente de acuerdo. Debería haberse dado cuenta él mismo, mirando a nuestros superiores de la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio”. La región de Sacula tenía fuertes tendencias meritocráticas, y este lugar podría considerarse una vanguardia en ese sentido.

“La mano derecha del jefe de sección de la Oficina de Promoción y jefe de planificación proviene de una familia de agricultores después de todo”.

Reina asintió con la cabeza y finalmente sonrió de nuevo. “Y el subjefe del laboratorio de una familia de artesanos”, agregó.

“Estoy feliz de escuchar que me comparas con Ash, pero no soy rival para él”. Me encogí de hombros, pero Reina negó con la cabeza.

“Lo eres. Al menos para mí.” ¿Qué significa eso? Mientras fruncía el ceño, Reina comenzó a reírse. Tsk, no puedo enojarme con una cara como esa.

Aparentemente, había habido algún movimiento en la ciudad. Los viejos amigos de Belgo y el jefe de sección habían sacado a un montón de espías de sus escondites. Mientras el laboratorio aún estaba en calma, yo estaba de pie en la oficina central. Como Reina había ido a hacer un recado, me quedé al mando y le ordené al personal que siguiera trabajando como de costumbre.

“Creo que sería beneficioso para el laboratorio mudarnos y demostrar nuestro valor…” Nuestro novato sabelotodo había comenzado a balbucear con una sonrisa amistosa en su rostro, pero era parte de mi trabajo decirle que se callara. y vuelve a su puesto.

¿Cómo sería eso “beneficioso”? No necesitábamos robar la gloria de nuestros soldados para estar en lo alto del favor del Conde Interino Lord Itsuki y Su Excelencia el Conde Sacula. Eso sería mezquino. Nuestra investigación diaria ya hizo ese trabajo. Todos nuestros logros quedarían anulados si los espías lograran colarse en el laboratorio y destruir nuestra maquinaria y modelos de aviones. Ni siquiera quería considerar la posibilidad de que tuvieran en sus manos la pólvora y los componentes eléctricos.

Ese tipo probablemente no entendió nada de eso. Después de todo, él no había puesto su sangre, sudor y lágrimas en la creación de esas cosas.

Probablemente  incluso  pensó  que  algo  fabricado  por  artesanos  y  ex prisioneros no tenía mucho valor en primer lugar.

Torey salió de la oficina mientras se quejaba de que no lo habían entendido. Al mismo tiempo, Belgo, que estaba esperando conmigo, mostró una mezcla de ira y disgusto en su rostro.

“Quiere demostrar su valor, pero ¿ese novato sabe dónde se esconde el enemigo y con quién estamos tratando?” él murmuró.

Gran pregunta. Probablemente sabía menos que nosotros. Belgo obtuvo información de los mensajeros de los barrios marginales, escuché rumores de mis ex compañeros de clase en el ejército y Reina recibió informes del departamento de inteligencia.

Parecía que Moldo ya había regresado de su expedición con un grupo de cautivos. Según el departamento de inteligencia, eran soldados de Yanga y habían planeado tomar equipo de los almacenes de Gochie para organizar una revuelta. Sin embargo, dado que incluso yo ya conocía su plan, el único equipo que probablemente encontrarían serían las cuerdas atadas alrededor de sus muñecas. Y dado que Ash había solicitado las granadas de destello, armas de pólvora extremadamente ruidosas y brillantes, del laboratorio, nuestros enemigos no tenían ninguna posibilidad.

Dado que Torey provenía de una ciudad más pequeña, habría tenido dificultades para acceder a esta información. Podría haber escuchado rumores de sus familiares que trabajaban en los pasillos administrativos, pero eso no justificaba su actitud. Me hubiera encantado interrogarlo sobre lo que sabía.

“¿O tal vez él sabe dónde se esconden porque trabajan juntos?” Belgo murmuró.

Sin embargo, eso era poco probable. Nuestro departamento de inteligencia ya había descubierto a los traidores detrás de los disturbios, y Torey no estaba relacionado de ninguna manera con ellos.

“Qué vergüenza. Podríamos haberlo echado fácilmente del laboratorio”, respondió Belgo al escuchar mi explicación. El exprisionero puede haber hablado con dureza, pero Torey tendría dificultades para hacer amigos con su actitud actual. Se suponía que nuestro departamento debía investigar y desarrollar armas, no usarlas para luchar contra el enemigo. Torey lo había entendido todo mal.

En ese momento, nuestra jefa de laboratorio regresó con una mirada cansada en su rostro. “Ya estoy de vuelta. La sesión informativa transcurrió sin incidentes. El análisis previo del departamento de inteligencia parecía ser preciso”.

La gerencia lo tuvo difícil. Reuniones, sesiones informativas e informes además de su trabajo habitual.

“Tu momento podría haber sido mejor”. Debió haberse cruzado con Torey en el pasillo. E indudablemente la había hecho escuchar su perorata sobre probar nuestro valor. Por mi amarga sonrisa, Reina inmediatamente supo de lo que estaba hablando.

“Sí, estaba saliendo. Le ordené que regresara a su posición, ya que el enemigo podría atacar en cualquier momento”. Ella se encogió de hombros. Movimiento inteligente. Como era de esperar de Reina.

“Por cierto, ¿viene de una familia de caballeros? Llevaba una espada.”

“Parcialmente. Su familia ha servido al conde durante varias generaciones, a veces como caballeros, a veces como funcionarios civiles. Se sabe que son flexibles. Y ahora está tratando de colarse en el departamento de investigación”, dijo Reina mientras acariciaba su hermoso cabello negro. Me cautivó su suave movimiento mientras se mecía con el viento. Para mí, coincidía con la majestuosidad de un pájaro batiendo sus alas.

“Así que todo se trata de prestigio. Supongo que debería sentirme honrado de que haya elegido nuestro departamento”. El laboratorio era naturalmente atractivo ya que representaba todo un nuevo mundo de posibilidades. “Pero no me gusta que esté tratando de usarlo como un medio para ganar la mano de Reina en matrimonio”. Dejé que mi cabeza cayera a un lado.

“Él es lo opuesto al tipo de la Jefa Reina. No es ni inteligente ni ingenioso.” Belgo asintió y cruzó sus gruesos brazos.

“¡Belgo, cállate!” Reina se aclaró la garganta.

“Lo siento”, se disculpó instantáneamente Belgo con una sonrisa.

“Invité a Hermes a mi casa para evitar este escenario exacto, pero desafortunadamente ese tipo no puede leer la habitación”.

“Ha ha, había tipos como él en el barrio bajo. Por lo general, solo tenían algo de sentido común en ellos. Pero realmente no puedes hacerle eso a alguien de su estatus… así que no sé cómo ayudar”.

“Ensuciarlo con un puñetazo no suena como una mala idea”, comentó Reina con una sonrisa. Sonaba sorprendentemente seria. Todos nos echamos a reír. Estuvimos de acuerdo en que nos ahorraríamos muchos problemas si podíamos recurrir a la estrategia de Belgo.

Mientras bromeábamos, voces fuertes y vulgares de repente resonaron en el laboratorio.

“Uh oh. Parece que tenemos algunos problemas.”

Poco después, las voces enojadas dieron paso a explosiones y sonidos de metal chocando. Iban directo a ello desde el principio. Pero no iba a decirle a nuestra gente que se contuviera. Esta fue una lucha para asegurar años de investigación, el orgullo y la alegría de este laboratorio. Podríamos sufrir un pequeño daño a cambio.

Como jefa, Reina, por supuesto, había pedido muy responsablemente a sus subordinados que “limitaran cualquier daño al mínimo”. Pero le había dado permiso a nuestro personal para hacer lo que quisieran a sus espaldas, ya que de todos modos tendrían que reparar los daños por sí mismos. Mientras hubiera un subjefe irresponsable para igualar al jefe obediente, todo saldría bien.

Por el bien del motor de combustión interna, esperaba que el personal defendiera el taller con todas sus fuerzas. No hace falta decir que había posicionado hombres listos para luchar hasta la muerte. Los intrusos se llevarían una sorpresa.

Los sonidos de la batalla ahora provenían de todo el laboratorio, incluido el pasillo justo afuera de la oficina central. Belgo se levantó de un salto y preparó el arma que él mismo había modificado.

“¿El enemigo está haciendo todo lo posible? Hay muchos atacantes”.

“Las únicas personas familiarizadas con el diseño de este laboratorio son nuestro personal. Probablemente no sabían qué esperar, así que solo están usando la fuerza bruta”, explicó Reina.

Dado que este laboratorio había sido construido por el personal, era menos probable que se filtrara el plano de planta. Y si el enemigo no conocía el diseño, probablemente no tenían más remedio que recurrir a asaltar el edificio en masa. No obstante, deben haber adivinado la ubicación de la oficina central. Las áreas importantes y seguras generalmente estaban ubicadas en el mismo lugar en la mayoría de los edificios. Y este edificio no fue la excepción. En otras palabras, estaban apuntando a esta habitación. O más precisamente, la caja fuerte que contenía todos nuestros planes y resultados de investigación.

Mientras Reina y yo blandíamos nuestras armas, una voz familiar llegó a nuestros oídos. Se presentó muy cortésmente al agresor, diciendo cosas como “¡En el nombre de Torey Akis, no pasarás!”

Miré a Reina, que se sostenía la frente con exasperación. Parecía que mis sospechas eran correctas. Torey había dejado su puesto y estaba luchando contra un intruso justo afuera de la oficina.

“¿Qué está haciendo ese idiota?” Reina murmuró reflexivamente.

“Probablemente solo esté tratando de impresionarte de nuevo”, respondió Belgo de inmediato. Eso coincidiría con la diatriba anterior del idiota sobre probar su valor.

Pero no parecía ir demasiado bien para él. Hubo un grito acusando al oponente de ser un cobarde. Incluso si de alguna manera lograra vencer al intruso, no dejaría una gran impresión en Reina, quien se erizó de ira.

Entonces el pasillo quedó en silencio. ¿Qué sucedió? Miré a Reina.

“En el mejor de los casos, está muerto”.

“¿Peor de los casos?”

“Fue tomado como rehén”.

De hecho, sería un dolor de cabeza, así que espero que esté muerto, me encontré deseando. A mi lado, Belgo parecía haber llegado a la misma conclusión. Ni siquiera tuvo que decir nada; estaba escrito en toda su cara. Desafortunadamente, nuestro peor escenario sería el mejor escenario del intruso, por lo que seguramente elegirían esa opción si tuvieran la oportunidad. Y esa oportunidad claramente se había dado.

“¡No te muevas si valoras la vida de este tipo!” gritó el intruso al entrar en la habitación. Su voz estaba amortiguada por la máscara que llevaba puesta.

Los tres probablemente pensamos lo mismo. No valoramos particularmente su vida. Sin embargo, nuestro sentido del deber nos impidió expresar esos pensamientos. Reina en particular necesitaba considerar su posición como líder. Sin embargo, había una persona a la que no parecía importarle la etiqueta social.

“¡No te preocupes por mí! ¡Yo, Torey Akis, preferiría morir antes que rendirme al enemigo!” rugió el rehén. Eso fue probablemente lo mejor que le había oído decir. Pero ¿por qué sus ojos estaban fijos en Reina? “Reina, no puedo causarte ningún problema. ¡Dispárame junto con este cobarde!”

Su actuación probablemente habría recibido elogios en el teatro. Pero Reina, que ya estaba bastante preocupada, no parecía impresionada en absoluto. Parecía como si hubiera mordido una patata a medio cocer.

Torey continuó su actuación cantando a todo pulmón líneas como “Pon una corona de flores en mi tumba”, pero simplemente lo ignoramos. Me pregunté qué cara estaría poniendo el intruso bajo su máscara. Como mínimo, debe haber estado deseando que su rehén se callara.

“Como ves, tu rehén es inútil, entonces, ¿qué vas a hacer?” Belgo preguntó con un arma apuntando al intruso. Estaba apuntando al intruso, ¿verdad? ¿No es Torey? Torey finalmente comenzó a comportarse como un rehén; su rostro se puso pálido. Esto parece divertido. ¿Tal vez debería apuntar mi arma hacia ellos también?

“¿Realmente no te importa?” El intruso probó las aguas presionando su cuchillo contra el cuello de Torey, pero Belgo no se movió. Reina o yo tampoco. De hecho, probablemente habría sido más peligroso para el rehén si hubiéramos reconocido sus amenazas y entrado en pánico. Probablemente. Aunque más del cincuenta por ciento fue nuestra reacción natural.

“Fue bastante ingenuo de tu parte pensar que podrías robar nuestra investigación tomando a nuestro personal como rehén. ¡No hay cobardes en este laboratorio que te obedezcan!” declaré.

“La investigación es el alimento y la bebida de todos aquí. Estamos preparados para sacrificar un par de vidas para protegerlo”, agregó Reina.

¡Gracias a esa actitud, seguimos realizando un peligroso experimento tras otro! Tan rápido que Reina tuvo problemas para hacer cumplir sus reglas.

En resumen, al intruso, que se había mostrado después de tomar un rehén descaradamente, no le quedaban muchas opciones.

“O liberas al rehén y luchamos uno contra uno, o te vuelo junto con tu rehén. ¿Cuál va a ser?” Le di a elegir. Aunque con un límite de tiempo. Usé una lámpara de aceite para prender fuego a la mecha de la bomba que estaba sobre el escritorio. “Torey, probablemente sobrevivirás, solo mantén los ojos cerrados”.

Esta bomba solo sería brillante y ruidosa, por lo que, a menos que tengamos mucha mala suerte, no debería matar a nadie. Más probable. Todavía no habíamos hecho muchos ensayos en humanos.

Tiré la bomba. Sabiendo lo que sucedería, los tres desviamos la mirada y nos tapamos los oídos. El intruso también había estado alerta, pero como no sabía qué esperar, no se movió. Torey tampoco parecía saber qué esperar. ¿Cómo es que usted, como miembro del personal, no sabe lo que hacen nuestras bombas? Deja que te enseñe.

Al momento siguiente, el sonido de una explosión inició mi demostración. Después de que terminó, los tres nos pusimos de pie y miramos al intruso, listo para disparar. Tanto él como Torey se habían desmayado. ¡Igual que los experimentos anteriores!

“¡Hermes! ¡Vamos a atarlos! ¡La Jefa Reina, nos mantiene cubiertos con un arma!” Belgo estaba acostumbrado a situaciones como esta.

Mientras seguía las órdenes del experto y me acercaba al intruso, cuatro asaltantes más entraron por la puerta. ¡Así que no habían sido tan estúpidos como para revelar toda su fuerza desde el principio! ¿Por qué Torey no nos lo dijo? Si tuviera suficiente tiempo para montar un espectáculo para Reina, al menos podría habernos dicho cuántos invasores había. ¡Las instrucciones de la jefa de laboratorio eran informar, mantenerse en contacto y pedir consejo siempre que fuera posible!

Sin dudarlo, Reina disparó un tiro. Belgo y yo corrimos detrás del escritorio y el sofá. Dos de los intrusos se encogieron, mientras que los otros dos ahora se centraron en Reina. Se dirigieron hacia ella. Estaba perdiendo la calma. Refugiarse ya no era una opción.

“¡Deja de mirar a mi Reina!” Grité lo que me vino a la mente solo para atraer la atención del enemigo. Al mismo tiempo, agité mi arma de fuego hacia él y le di un golpe directo con el metal pesado. Parecía que mi puntería había mejorado con las peleas diarias en el laboratorio. Entonces procedí a lidiar con el invasor. Probablemente debería haber disparado un tiro, pero ya había dejado caer mi arma. Así que seguí golpeándolos hasta convertirlos en pulpa con mis puños desnudos.

¡No subestimes al personal del laboratorio! Las peleas a puñetazos son un centavo la docena aquí. ¡Justo detrás de la herrería, mi especialidad era la técnica de lucha callejera que había aprendido de Belgo! Ese mismo Belgo estaba manteniendo bajo control al otro tipo que había apuntado a Reina.

“¡Hermes, la caja fuerte!” Mientras tanto, los dos intrusos restantes estaban a punto de huir con la caja fuerte de la oficina central. Reina disparó otro tiro, pero esta vez falló. No podía esperar que ella los persiguiera sola. Y yo estaba ocupado lidiando con mi oponente. Claro, estaba sentado sobre su espalda, golpeándolo tan fuerte como pude, pero aun así era bastante fuerte.

“¿Ustedes dos simplemente van a abandonar a sus amigos? ¡Lo van a pasar mal!”. Grité detrás de ellos. Aunque incluso si eligieran regresar y pelear, todavía estarían en un mal momento, ¡especialmente cuando se enfrentaran a Ash!

Por supuesto, no fueron tan estúpidos como para caer en mi provocación. Los dos intrusos a los que habíamos golpeado se habían recuperado e intentado escapar. Belgo y Reina dispararon sus armas por última vez, pero solo uno de ellos dio en el blanco. En total, tres de los intrusos habían logrado escapar. ¡Maldición! Se escaparon. Solo podía rezar para que algún otro miembro del personal los detuviera.

Ayer, había dado mi informe en la reunión de líderes. Hoy me hubiera encantado descansar, pero como la jefa del laboratorio estaba ausente, tuve que liderar los esfuerzos de limpieza.

“Ese es el lío que tienes aquí”. Saias se sorprendió al ver el papel y la porcelana rota esparcidos por todo el suelo del laboratorio. La mirada de lástima en su rostro surgió del conocimiento de cuánto trabajo requería la limpieza. En la academia militar, la Sra. Rihn había hecho que todos los estudiantes limpiaran y lavaran la ropa, sin importar cuánto se opusieran.

“Tenemos mucho personal, así que nos las arreglaremos. Además, nuestro jefe nos ha entrenado bien en lo que respecta a la limpieza”.

“Veo que Reina sigue siendo fuerte como la hermana mayor de todos”, bromeó Saias.

“¿Entonces por qué estás aquí? ¿Tu aldea está segura?”

“¡Por supuesto! ¡Fui miembro de la clase más fuerte en la historia de la academia! ¡Los enviamos a nadar al río!”.

Saias había protegido su propio pueblo durante los ataques de Datara-Yanga. Los refuerzos militares habían llegado tarde, pero parecía que lo habían hecho bien por su cuenta.

“Atacaron hace tres días y los repelimos el mismo día. Terminamos de limpiar también, así que vine a entregar mi informe. Tampoco tocaron nuestros campos, por lo que la cosecha de otoño no se verá afectada”. ¿En serio? ¿No hay daños en los campos? Eso es un milagro. Escuché que atacaron en esta época del año porque ese era su objetivo.

“¡Buen trabajo! Envíanos unas patatas de nuevo. Los de tu pueblo son deliciosos fritos.”

“Sí, las papas fritas son ricas. Personalmente, prefiero las croquetas, pero sí, te mando unas. Ese es un precio bajo por tus armas”, se rio Saias.

Me sentí aliviado al escuchar su brillante risa. No parecía que los aldeanos hubieran sufrido heridas graves. Así que le pregunté por sus impresiones de las nuevas armas. “¿Cómo eran las armas? ¿Supongo que no hay bajas de tu lado?”

“No te deshonré”, bromeó Saias. “Aunque también tuvimos suerte de que el enemigo no trajera sus arcos. Probablemente nos subestimaron como campesinos. Cuando llegó su caballería, estábamos preparados para una lucha prolongada, pero la granada de destello se encargó de ellos”.

“¿Supongo que los caballos se volvieron locos?” Cuando realizamos experimentos junto con los militares, sus caballos se habían asustado uno tras otro. Si bien algunos caballos se habían acostumbrado recientemente a los destellos, ninguno de ellos había sido capaz de lidiar con el fuerte estallido la primera vez.

Yo mismo no estaba seguro de qué pensar, pero Glen y algunos otros oficiales militares habían dicho que Sacula derrotaría unilateralmente a cualquier otra región durante bastante tiempo con esas nuevas armas. Qué pensamiento tan inquietante.

Pero, en general, éramos pacifistas, por lo que no iniciaríamos una guerra sin más. Desafortunadamente, nuestros enemigos no se abstuvieron de atacar. ¿Qué planeaban hacer esos bastardos Datara y Yanga si los demonios atacaban?

“¿Cómo estuvo el rifle?” Eso me interesó más que las simples bombas. Era difícil fabricar rifles, y hacerlo había llevado al laboratorio más allá de sus límites.

“Aterrador.” Saias habló en voz baja, como si hubiera visto un fantasma. “Con el movimiento de un dedo, derribé a un bandido que llevaba una espada fina, y nunca volvió a levantarse”. Un disparo para derribar a un soldado con una espada como esa. Eso fue impresionante. “Todavía requiere algunas explicaciones y entrenamiento, pero en comparación con espadas y lanzas, es estúpidamente fácil de usar”.

“¿Entrenaste más después de regresar a tu pueblo?”

“Como sabía que habría un ataque, releí las explicaciones y verifiqué cómo cargar el rifle. Luego hice un poco de tiro de prueba”.

“Y eso es todo lo que se necesitó para lograr este resultado”.

“Mucho más fácil que lanzar arcos o lanzar lanzas. Pero necesito practicar más si quiero alcanzar mis objetivos a propósito. Solo logré derribar al enemigo porque atacaron la aldea en grupo desde el otro lado del río”.

“Lo imagino.” Incluso los soldados que habían participado en nuestros experimentos desde el principio no podían dar en el blanco el cien por cien de las veces. Saias, que tuvo muchas menos oportunidades de practicar, no podría haber sido mejor que ellos. “¿Crees que los otros aldeanos podrán usarlos pronto?”

“Hm, buena pregunta… Tendré que enseñarles a fondo, por lo que probablemente llevará algo de tiempo. Si tan solo pudieran leer las instrucciones…” Parecía que su aldea también sufría de una baja tasa de alfabetización. No es de extrañar que Ash se esforzara tanto en expandir la educación. “Pero, ¿realmente quieres dar esas armas peligrosas a los aldeanos? ¿No es eso arriesgado?”

“Por supuesto que es arriesgado”. Las armas también habían explotado repetidamente en el laboratorio. Eran la principal razón por la que nuestra enfermería había visto tanto tránsito peatonal recientemente. “Ocurrirán accidentes, y la gente podría usarlos para resolver discusiones. Pero si hay más ataques como este, o si, los dioses no lo permitan, una manada de demonios ataca, podemos usar toda la ayuda que podamos obtener”. Por ejemplo, si las murallas de la ciudad no aguantaban, los aldeanos que habían evacuado de los pueblos de los alrededores serían reclutados para defender a Itsutsu.

“No puedo discutir con eso. Incluso un campesino que nunca ha tocado una espada puede luchar con esos rifles.”

“¿Cierto? Mejor que lastimarse a sí mismos o a otros porque no saben cómo manejar una lanza”. El fuego amigo aún podría ocurrir, pero podría minimizar ese riesgo alineando a los fusileros uno al lado del otro en una fila y haciendo que solo disparen hacia adelante.

“¿Pero puedes producir suficientes rifles? Parecen más difíciles de hacer que las espadas.”

“¿Crees que no podemos?” No había problema si usábamos toda la maquinaria del laboratorio para fabricar armas. Además, los herreros de Itsutsu habían estado estudiando nuestros procesos, por lo que, si era necesario, también podíamos movilizarlos. En ese caso, incluso empezaría a preocuparme por el suministro de recursos como el hierro.

“¿En serio? ¿Cómo es este laboratorio tan productivo?”

“Solo hay una respuesta para eso. Nuestra jefa puede ser Reina, pero ¿sabes quién está por encima de ella?”

“Ash…” Saias murmuró con una mirada iluminada en su rostro.

Esa fue la respuesta. Mientras yo solo pensaba en hacer avanzar la tecnología, Ash se devanaba los sesos tratando de difundirla lo más ampliamente posible. Como parte de sus esfuerzos, había ideado planes para producir en masa las nuevas armas si fuera necesario.

“Es gracias a él que pudiste protegerte del ataque con tu rifle”.

“Siempre estoy perplejo por lo que está haciendo Ash. Me encuentro pensando en lo extraño que es, pero en retrospectiva, su extrañeza siempre nos salva el trasero”.

Bien dicho. Siempre nos mostraba el camino a seguir, asegurándose de que no nos perdiéramos y nos cayéramos por un precipicio o nos quedáramos atrapados dentro de una cueva.

“Quería un arma capaz de matar a cien demonios y evitar bajas de nuestro lado, y mirando los resultados, creo que en realidad podría ser posible”.

“Este rifle podría lograrlo. Incluso si algo así no tiene precedentes”, estuvo de acuerdo Saias.

“Pero ese es Ash. Siempre tratando de hacer lo imposible.” Motivó a todos a empujar más allá de sus límites. Y en comparación con hacer volar un avión, la mayoría de las cosas parecían bastante fáciles de lograr de todos modos.

“Este lugar realmente se convirtió en un gran desastre”, dijo Saias mientras miraba alrededor de la habitación. “¿Están todos bien? ¿Nadie resultó herido?”

“Puedes pensar que sí, a juzgar por todo este daño, pero estamos bien. Se ve mucho peor de lo que era. Saias me miró con incredulidad. “No estoy mintiendo. ¿De dónde crees que vinieron los explosivos y los rifles que usaste para proteger tu aldea?”

“De ninguna manera. ¿Los usaste adentro?”

“Ash me regañó, pero había demasiados enemigos. Estábamos protegiendo nuestra investigación. Así que usamos cualquier cosa que pudiéramos tener para contraatacar”. Como resultado, el laboratorio había quedado patas arriba, pero el personal había salido con solo heridas leves. “Aunque lograron llevarse la caja fuerte. Eran bastante tenaces y no sabían cuándo rendirse”.

“Espera, espera. ¿Tu investigación fue robada? ¿Cómo estás, bien?”

“No te preocupes. Es inútil para ellos.” Los intrusos habían robado una caja fuerte señuelo, que habíamos preparado para casos como este. Nos habíamos asegurado de que el señuelo comparativamente ligero se destacara. Contenía documentos falsificados, planes aleatorios y teorías elaboradas meticulosamente por el personal del laboratorio. La caja fuerte real estaba ubicada debajo del señuelo, y era demasiado pesada para que solo unos pocos humanos la llevaran.

“Entonces, ¿no hubo daños inesperados?”

“Con todos esos asquerosos espías deambulando, no hay forma de que no tengamos un contraplan”. Aunque idealmente el enemigo ni siquiera debería haber podido tocar el señuelo. Había más intrusos de lo esperado, y no habíamos prestado atención a los daños materiales, por lo que nos habían superado.

Además, parecía que habían robado unos documentos sobre las máquinas de vapor, que ese cabeza de chorlito de Rockel había dejado tirados a la intemperie. Ese idiota. Le había dicho que los guardara correctamente. Tendré que hacer que Reina lo regañe más tarde.

Al final, el laboratorio estaba formado por civiles y nos habíamos enfrentado a más enemigos de los esperados. En la reunión de líderes, habían dicho que habíamos hecho un gran trabajo.

“Por cierto, ¿dónde está Reina? Esperaba escuchar su voz animada diciéndole al personal del laboratorio que limpiara este desastre”.

“Ella está en casa de Maika”. Reina aún no se había recuperado completamente del ataque. Puede que sea fuerte, pero no estaba acostumbrada a pelear. Ella debe haber estado sorprendida por haber participado en el combate ella misma.

Por lo tanto, actualmente estaba descansando con la increíblemente fuerte Maika. Con suerte, ella se recuperará pronto…

Perspectiva de Reina

“Reina, ¿estás bien?” preguntó Maika.

No pude responder adecuadamente a la pregunta de mi amiga. Estaba acostado boca abajo en la cama de Maika. Después de un tiempo, mis cuerdas vocales temblorosas finalmente lograron sacar algo.

“¡Ha, ha ha, ha ha ha…bwa ha ha!” Rompí en carcajadas. No pude contener mi alegría por más tiempo. “Él dijo ‘mi Reina’. He he… mi Reina… ¡he he he!”

Después de que los intrusos ingresaron a la oficina central, Hermes gritó esas palabras cuando me atacaron. ¡Hermes, ese tonto que solo piensa en sus motores! Por lo que pude ver, lo había dicho de improviso, ¡pero eso solo significaba que esos eran sus pensamientos sin filtrar!

“Dijo que yo era su…”

Había repetido esas palabras innumerables veces desde que Maika me había llevado anoche. Sabía que probablemente debería parar. ¡Pero quería decirlas! ¡Una y otra vez! La voz de Hermes todavía resonaba en mis oídos. Podría desmayarme de nuevo.

“Sí, aún no estás lista para irte. Te quedarás otra noche”, declaró Maika con voz exasperada y suspiró.

No estaba aquí porque no me sentía bien. Por el contrario, ¡estaba demasiado eufórica para que me dejaran salir!

¿Me sentí mal por no ayudar durante un momento tan crítico? No, era mi derecho legítimo disfrutar de esta alegría. Siempre estuve dando todo como jefa del laboratorio afiliado de la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio, ¡así que me merecía un tiempo libre! ¡No iba a arruinar este momento, que duró veinticuatro horas y contaba, con trabajo!

“Lo entiendes, ¿verdad, Maika? ¡Debes haberte sentido así cuando Ash te dijo por primera vez ‘mi Maika’!”

“Entiendo. Casi demasiado bien. En el trabajo, sigo encontrándome con una amplia sonrisa cada vez que recuerdo ese momento. ¡Y tampoco pierde ningún impacto la segunda vez!”

“¡Por segunda vez! ¡Estoy temblando solo de pensar que él lo dice de nuevo!”

Esos dos idiotas que habían dedicado toda su vida a sus sueños. Por lo general, solo hablaban de lograr sus objetivos. Así que escucharlos profesar su amor no tenía precio. Aunque fuera una sola palabra. ¿Te das cuenta de lo raro que es eso? Hermes solo miró hacia el cielo, soñando con obtener esas alas de hierro. Apenas podías mantener una conversación adecuada con él. Nunca se dio cuenta cuando cambiaba mi peinado o usaba ropa nueva. A pesar de que saltó ante cualquier cambio menor en la mezcla de aleación de sus alas durante el desarrollo. La percepción de ese idiota estaba distorsionada.

“Finalmente, después de todo este tiempo… ¡ese idiota me notó!” Asumí el cargo de líder del laboratorio, apoyé sus sueños, siempre lo apoyé y me deshice de cualquier obstáculo en su camino… y él nunca se había fijado en mí hasta ahora. A menudo me preguntaba por qué tenía que pasar por tantos problemas. Era un misterio para mí.

“Solo por qué. ¿Por qué tuve que enamorarme de…?” Mis lágrimas no dejaban de fluir. Cuanto más lo pensaba, más lloraba. “¿Por qué tuve que enamorarme de alguien como él?”

No me gustaba jactarme, pero podría haberme jactado fácilmente de la cantidad de personas que pedían mi mano en matrimonio. Incluso ahora, tenía muchos pretendientes. Venía de una buena familia, y estaba bien educado y entrenado. Claro, era bastante obstinada y no tan adorable como Maika, pero confiaba en mi apariencia.

Normalmente, si hubiera hecho un movimiento, no debería haber tenido que preocuparme de que me rechazaran. Pero debido a que me había enamorado de Hermes, incluso involucré a mis padres en mi plan de un año para ganármelo.

“Sí, es un idiota denso”, susurró Maika mientras me abrazaba suavemente.

Asentí repetidamente.

Era un idiota. Pero yo también era una idiota. Siempre había pensado que sabía nadar con la marea. No sabía que era el tipo de tonto que se obsesionaría con una persona. Incluso retrasar mis planes de matrimonio y emocionarme con ese tipo diciendo: “mi Reina”. Si Hermes supiera lo estúpida que soy, probablemente me odiaría.

“Pero amas a Hermes, ¿verdad?”

“Así es. Lo amo mucho…” Cada vez que Hermes se involucraba, simplemente no era yo mismo. Al igual que Maika con Ash. Odiaba el hecho de que me hiciera sentir tan ansiosa, pero de alguna manera también amaba eso de él.

“Entonces no tienes que preocuparte”, me aseguró Maika mientras me frotaba la espalda. “Hermes te necesita para equilibrarlo, y tú lo necesitas a él. Eres una pareja perfecta”, declaró. Esas eran las palabras que quería escuchar por encima de todo. Sentí una sonrisa en mi rostro. Sin embargo, Maika seguía siendo una persona muy competitiva. “Incluso si no eres tan perfecto como Ash y yo”, agregó mi amiga más joven.

Por lo general, daba un paso atrás y dejaba que Maika tuviera sus pequeñas victorias. Después de todo, yo era su mayor. Y además, ella era la nieta del conde y futura líder de la propia Sacula, mientras que yo era la hija de los sirvientes del conde. Pero. Pero.

“¡No puedo dejar que te quedes con eso!” Esta era la única cosa que no estaba preparada para dejar ir. Lloré y la abracé tan fuerte como pude. Sé aplastada, mi querida amiga. A cambio, ella me abrazó aún más fuerte y concedí en el acto. No era rival para su fuerza de lucha.