Fushi no Kami (NL)

Volumen 6

Capítulo 1: Difusión Del Mensaje

Parte 5

Además, contó con el respaldo del Padre Folke. No estaba seguro de cuán útil era esa conexión, pero supuestamente disfrutaba de una reputación bastante buena en la Iglesia. No es que yo lo creyera.

Como resultado, ¡puedo ayudarte aún más ahora! Lady Alicia había concluido en su carta. Su amabilidad fue realmente deslumbrante. Todavía no había enviado mi respuesta, pero había reiterado mi disposición a devolverle su amabilidad como pudiera. Si alguna vez tuviera problemas, debería ponerse en contacto conmigo y yo la ayudaría de inmediato. Por el contrario, tampoco dudaría en pedir su ayuda. Había tomado esa decisión hace mucho tiempo.

Así terminé de resumir el contenido de las cartas al señor Quid, que no conocía a ninguno de los remitentes. Por supuesto, tuve que mantener ciertas partes en secreto. El ex vendedor ambulante parecía disfrutar escuchando mi resumen. Sin ninguna advertencia, casualmente abordó un tema diferente.

“Por cierto, recibí algunas noticias sobre la empresa Gochie de uno de mis comerciantes”, intervino. Tenía una tendencia a dar abruptamente noticias como esa sin tener en cuenta su entorno o el flujo de la conversación. “Parece que recibieron una gran entrega por primera vez en mucho tiempo. Tal vez algo raro.”

“¿Una gran entrega para esa empresa? De hecho, sería el primero en mucho tiempo”. Recientemente, no habían podido realizar correctamente sus negocios. Mi culpa. La empresa Gochie había conspirado con los dos funcionarios corruptos Manera y Doruo que habían sido el tema del día durante la fiesta de bienvenida de los estudiantes de intercambio.

Para hacer frente a la corrupción, había tomado medidas para desestabilizar la empresa hasta el punto de que casi con certeza quebraría en unos pocos años. No debería haber estado en ninguna condición para recibir grandes entregas. Además, no había oído ningún informe de su recuperación. El señor Quid me estaba haciendo saber de forma indirecta que unos asquerosos sinvergüenzas estaban planeando algo malo.

“Ahora que lo pienso, no he conocido a nadie de la compañía Gochie recientemente. Tal vez debería ir a enviarles mis saludos.” Le estaba haciendo saber al Sr. Quid que entendí su advertencia. Luego incluyó una botella extra de licor destilado gratis.

Perspectiva de Seire

Un paseo por la ciudad confirmó aún más mi percepción de que la región de Sacula era realmente muy segura. No era raro ver mujeres caminando solas sin ocultar sus rostros o moviéndose a paso rápido. Estaban tranquilamente dando un paseo. En términos de seguridad, Sacula rivalizó y posiblemente incluso superó a Sukuna, que, como región turística, hizo un esfuerzo considerable para mantener el orden público.

No era de extrañar que incluso a mí, un estudiante de intercambio de otra región, se me permitiera explorar por mi cuenta. Bueno, excepto por los guardias personales que caminaban unos pasos detrás de mí. Me metí en un callejón estrecho. Para mi sorpresa, estaba tan limpia como las calles principales. Mis espías me habían dicho que la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio estaba haciendo un esfuerzo para limpiar las calles, pero no esperaba que incluyera también los callejones traseros.

Con calles tan limpias, los incendios accidentales causados por basura al azar probablemente fueron pocos y distantes entre sí. Me pregunto si podemos lograr este mismo nivel de limpieza en Sukuna, reflexioné mientras caminaba por el callejón. No sería fácil. Primero, tendríamos que vestirnos con ropa vieja pero limpia para negociar con los habitantes del callejón.

En ese momento, un habitante de un callejón me bloqueó el camino. “Deténgase ahí, señora. Nada interesante que ver más allá de este punto. Si no quieres problemas…”

“¡Excelente! Apareciste antes de lo esperado. Fui directo al grano. “¿Podrías llevarme con tu jefe? Según mi información, es un hombre llamado Rohko. ¿Sigue siendo el caso?”

El habitante de los barrios marginales que había venido a darme una advertencia amistosa se quedó perplejo por mi repentina solicitud. “Espera un minuto. No lo vi venir…”

“Entiendo. Pero no tengo mucho tiempo libre, ¿podrías darte prisa?”

“Tienes agallas. Supongo que el joven maestro no tiene amigos normales”.

El “joven maestro” debe haber sido Sir Fénix. Según mis informantes, Sir Fénix había hecho arreglos con el jefe de este barrio pobre para dar trabajo a sus habitantes. Como resultado de esa conexión, incluso un extraño como yo podría caminar con seguridad por este callejón. Me había asegurado de avisarles a los criminales que uno de sus amigos visitaría su morada. Por lo tanto, lo más probable es que este hombre haya sido enviado para garantizar mi seguridad bloqueando mi camino.

“Todavía no sé qué está pasando, pero ¿dices que no estás perdido? ¿Viene a hablar con el jefe, señora?”

“Sí. Como ya sabrán, mi nombre es Seire Sukuna. Actualmente estoy buscando información sobre los funcionarios Manera y Doruo. Creo que su jefe puede ayudar”.

“Normalmente, diría que eso no es asunto tuyo…” El hombre chasqueó la lengua. Ni siquiera se molestó en ocultar su molestia. “Pero se dice que eres la invitada del joven maestro. No sé si puedo rechazarte. Eh, solo soy un matorral. Ven, le preguntaré al jefe.”

“¿Ese chico al que sigues mencionando es Sir Fénix?”

“¿Quién más?” se burló, como si fuera obvio. El hombre que se hacía llamar “matorral” parecía pensar en Sir Fénix como un benefactor. Entonces recordó que había alguien más que también podía ser llamado por ese título. “Oh, el hijo del conde, supongo”, murmuró en voz baja. “También haré una excepción para tus guardias, pero solo hoy. Simplemente no hagas nada estúpido. No tenemos muchas ganas de pelear con guardias y caballeros.

“Imagino. Aquí está el peaje”. Le entregué al matorral unas cuantas monedas.

“No eres solo una cara bonita, eh”.

“Soy un Sukuna.” Por supuesto, no esperaba que un plebeyo supiera por qué era conocida cada familia noble. Reconocida por sus habilidades de reconocimiento, la Casa de Sukuna no crio niñas completamente puras e inocentes. Como mínimo, nos enseñaron algunos trucos turbios. Me sentí un poco nervioso ya que era la primera vez que sobornaba a alguien fuera de Sukuna. Así que seguí el consejo de mis maestros: en caso de duda, simplemente muestre una sonrisa bonita.

Supongo que es mejor alguien que conoce bien el camino que una princesita pura. Nuestro jefe está bastante ocupado. Si él no puede verte hoy, asegúrate de perderte”.

“Entiendo que no estoy en casa. No forzaré nada.” “Espléndido.”

¿Estaba realmente tan ocupado el jefe de la barriada? Ni siquiera podía comenzar a imaginar cómo sería su vida. Todavía era una chica bastante protegida después de todo.

“Espera aquí.” El matorral entró en una casa que parecía tan destartalada como las demás. Sentí que la gente me miraba desde las ventanas de las viviendas de los alrededores. Este fue sin duda un lugar importante. Poco tiempo después, el hombre abrió la puerta.

“Está de suerte, señora. El jefe te verá. No tienes un arma, ¿verdad?”

“Por supuesto que no.” Eso es una mentira. Cuando llegaba el momento, blandía mis bolsas de regalo llenas de monedas y luego alcanzaba el látigo de cadena escondido en mi cintura. La Casa de Sukuna se especializó en pelear en lugares confinados. No me sentí particularmente amenazada, pero un poco de prudencia era sentido común para la hija de una familia noble.

Al entrar en la casa, me encontré en una habitación que hacía juego con el sucio exterior. Sin embargo, se volvió mucho más limpio a medida que avanzaba hacia atrás. Esto puede haber sido un barrio pobre, pero la base del jefe todavía se veía bastante bien. Un anciano me esperaba en un salón amueblado con sofás y una mesa.

“Parece que ya sabes mi nombre. ¿Entonces no hay necesidad de presentaciones?”

“Por cierto. Parece que Sir Fénix se me adelantó”.

“El joven maestro siempre se adhiere al procedimiento. Tiene nuestro respeto. Aunque todavía hace las cosas a su manera”. El anciano sonrió levemente. Irradiaba una fuerza que desmentía su edad.

“Permítanme también adherirme al procedimiento entonces”. Coloqué una primera bolsa de monedas sobre la mesa. Para mostrar que había más, intencionalmente hice sonar los demás.

“¿Un regalo de presentación?”

“Puede ser un poco exagerado, pero desafortunadamente acabo de llegar a la ciudad, así que no estaba seguro de qué más llevar”.

“No te preocupes. Mejor que traer un trapo”, me aseguró el anciano antes de continuar con la conversación. Parece que mi primera impresión no fue tan mala. “Me dijeron que querías preguntarme algo. ¿Qué quieres saber?”

“Quiero saber sobre Manera y Doruo. Investigué un poco y parece que ayudaste a Sir Fénix a negociar con la empresa Gochie, que obtuvo sus ganancias trabajando con los dos funcionarios corruptos.”

“¿No dijiste que acabas de llegar a la ciudad?”

“Bueno, soy un Sukuna”.

A juzgar por la mirada de sorpresa en el rostro del experimentado jefe, las habilidades de reconocimiento de la Casa de Sukuna también reinaron en la región de Sacula. Qué alivio. Incluso la poderosa Casa de Sacula no era todopoderosa.

“Está bien, tengo lo que quieres. De hecho, podría ser capaz de ayudarte. Pero depende ¿Por qué debería decírselo a una joven señora como tú?”

En lugar de una respuesta, puse otra bolsa de monedas sobre la mesa, pero el digno anciano negó con la cabeza.

“Puede sonar extraño viniendo de un paria como yo, pero sigo siendo residente de Sacula y tú no. Ahora, no estoy diciendo que no te lo diré porque no eres de por aquí, pero… ¿no crees que esto es demasiado confidencial para un extraño?”

“La solidaridad de los habitantes de Sacula es realmente tan fuerte como la gente siempre dice”. Pero no esperaba que un habitante de barrios marginales que apenas disfrutaba de protección legal del gobierno cayera en esa categoría. había calculado mal. Dejé la bolsa sobre la mesa como pago por la lección.

“Nos ha ido bastante bien últimamente. Una vez que no tienes que preocuparte por poner comida en tu mesa, empiezas a pensar en otras cosas además del dinero”.

“Esa es una lección valiosa. ¿Eso también es obra de Sir Fénix?

“Si no fuera por el joven maestro, no estaríamos hablando en este momento”.

Que fascinante. Se sentía como si Sir Fénix tuviera un dedo en cada pastel. Si bien ya conocía su amplia red de operaciones antes de venir aquí, todavía me tomó por sorpresa. Había una diferencia entre verlo en papel y con tus propios ojos.

“Comprendido. Te diré por qué estoy haciendo todo esto. Entonces puedes decidir por ti mismo si me das la información o me envías de vuelta”. El jefe hizo un gesto con la barbilla, instándome a continuar. “En nuestro camino a Itsutsu, nuestro carruaje fue emboscado por bandidos”.

“Lamento escuchar eso, pero esos no eran nuestros”.

“No te preocupes. Ni Sir Fénix ni yo lo creemos. A juzgar por la calidad de su equipo y el hecho de que tendieron una emboscada a un carruaje de estudiantes de intercambio, asumimos que fueron enviados por otra casa noble.” Tan pronto como escuchó las palabras ‘otra casa noble’, la expresión facial del anciano cambió. Parecía que sabía algo.

“En la actualidad, el marqués Datara, uno de los nobles centrales, es el más hostil hacia la Casa de Sacula”, continué. “El marqués parece guardar rencor por la receta del jabón de Sir Fénix y su relación con Su Alteza”.

Y ese mismo marqués Datara se había involucrado con la remota región de Yanga. Había interferido en la lucha por la sucesión avivando las llamas del descontento e incitando a la insurrección. Un tipo verdaderamente despreciable. Al final, el vizconde Yanga reclamó el asiento, pero estaba en deuda con el marqués.

“Parece que el Marques Datara se ha estado comportando bastante hostil hacia la región recientemente, enviando refugiados de Yanga de esta manera. También parece que Manera, Doruo y la compañía Gochie han recuperado algo de influencia después de recibir la indiferencia por un tiempo”. Regresé el tema a los funcionarios corruptos.

En retrospectiva, los funcionarios del gobierno podían acceder fácilmente al horario del carruaje de los estudiantes de intercambio que conducía hacia la ciudad. Me pregunté si había alguna correlación con la emboscada. Si lo había, teníamos que ocuparnos adecuadamente del problema. A menos que quisiéramos que Sacula cayera en el caos como la región de Yanga, que se había vuelto bastante insegura tras la transición de poder inapropiada. Aparentemente, sus rendimientos fiscales se mantuvieron iguales a pesar de los disturbios, pero solo porque habían aumentado las tasas impositivas para los que se quedaron. Según mi inteligencia, las condiciones de vida se habían vuelto muy duras para la población local. Además, la región estaba en deuda con el Marques Datara.

Con el fin de evitar un destino similar para Sacula, actualmente estaba reuniendo y analizando información de todas partes. Mis esfuerzos a menudo no conducían a ninguna parte. Pero no eludí mi responsabilidad solo porque la información podría terminar siendo inútil.

“Entiendo sus motivos, señora. Pero quiero hacer una pregunta más.” “Por favor adelante. Responderé lo mejor que pueda”.

“Todavía eres un extraño. ¿Por qué te preocupas tanto por los problemas de Sacula?”

Una excelente pregunta. Esto puede haber sido un barrio pobre, pero aun así, no llegaste a estar en la cima de una organización como la suya sin ninguna habilidad. Estaba extrañamente impresionado.

“Por tres razones”.

Primero, la Casa de Sukuna se había aliado con la Casa Sacula para darle una buena paliza al Marqués Datara con la receta del jabón. Entonces, si el marqués albergaba sentimientos de hostilidad contra Sacula, era nuestro deber y privilegio estar a su lado. Si eludimos esa responsabilidad, nuestra confianza mutua se desmoronaría, y el Marques Datara seguramente usaría esa apertura para aplastar ambas regiones.

En segundo lugar, entre aquellas regiones que se habían unido a la lucha contra el Marques Datara, Nepton actualmente parecía estar en mejores términos con Sacula que con nuestra región. Por lo tanto, estaba haciendo todo lo posible para ascender de rango.

“Finalmente, y personalmente lo más importante…” Me incliné y hablé en voz baja porque no quería que todos escucharan. “Sir Fénix es un hombre guapo y consumado, así que quiero congraciarme un poco con él. Soy consciente de que también hay mujeres fuertes y hábiles de su edad en Sacula, pero al menos quiero intentarlo”. Y si no capté su atención, también estuvo bien. Encontraría otro hombre guapo

“Lo que escucho es que has venido a buscar un marido”. preguntó el anciano con media sonrisa.

“Estoy buscando casarme con la familia de otra persona para ser precisos. Por varias razones, no encontré un prometido en casa. Aunque no soy un mal partido, si me atrevo a decirlo.” No creo que sea feo y hago un esfuerzo por mantener una apariencia elegante. Tal vez soy un poco quisquilloso cuando se trata de mis gustos y disgustos…

“Hm… En ese caso, cooperaré. Puede que no lo parezca, pero siempre he tenido un punto débil para ayudar a las mujeres”, dijo con una amplia sonrisa.

El jefe de los barrios marginales, Rohko, me dijo por qué llamaron a Sir Fénix “joven maestro”. Aparentemente no fue porque se convertiría en parte de la familia del conde debido a su relación con Lady Maika. La forma de hacer las cosas de Sir Fénix era bastante similar a la de las pandillas de los barrios bajos, por lo que lo consideraban uno de los suyos. Un “joven maestro” capaz de liderar a la próxima generación. Sir Fénix era un amigo de confianza para los habitantes de los barrios marginales.

“Al principio, obviamente no lo tomé en serio”. Rohko contó su primer encuentro con el joven maestro con un toque de nostalgia.

Cuando algunos de los antiguos habitantes de los barrios bajos que actualmente trabajaban en el laboratorio le dijeron que Sir Fénix quería hablar, Rohko aceptó sin mucha consideración. Sir Fénix parecía estar cuidando bien a los residentes de los barrios bajos, por lo que bien podría concederle una audiencia. Además, ese caballero aún era un joven y Rohko un criminal de temporada, entonces, ¿qué podría salir mal?

Naturalmente, Sir Fénix había quitado la alfombra de debajo de los pies de Rohko ante un enfoque tan casual. Era Sir Fénix después de todo. Y en ese entonces, todavía no tenía ninguna reputación en Sacula.

“No esperaba que fuera un joven caballero tan educado. Mis hombres me habían dicho que era el hijo de un granjero. Puedes imaginar mi sorpresa. Lo cual solo se duplicó cuando llegué a conocer su personalidad”. Rohko sonrió. Debe haber sido como ver a un hermoso caballo acercarse a ti, solo para darte cuenta de que estaba alborotado. Y luego ser pateado a un lado.

“Estaba muy sereno al venir aquí. Como tú. Y trajo regalos también. Una delicia llamada crepe. Pero probablemente ya lo sepas de Belgo”.

Naturalmente, Rohko no lo había comido frente a su invitado. Un regalo de un visitante primerizo corría el riesgo de ser envenenado. Sin embargo, a juzgar por el peso de la caja, Rohko se había dado cuenta de que también debía haber algo de dinero dentro, lo que cambió un poco su actitud. Había sido demasiado pesado para alguien que solo quería tener una pequeña charla.

“Por supuesto, no pensé que el chico hubiera escondido el dinero él mismo. Supuse que era obra de Belgo.”

“¿Pero lo había hecho él mismo?”

“Nunca lo confirmé, pero a juzgar por la conversación que siguió, no parecía que necesitara que nadie le enseñara trucos como ese”.

“Necesito algunas personas para un trabajo”, había dicho Sir Fénix después del saludo inicial.

“Depende de lo que sea”, había respondido Rohko. El trabajo siempre era bienvenido. Como gerente del barrio pobre, el trabajo de Rohko era asegurarse de que sus subordinados tuvieran suficiente comida en sus mesas. Un líder tenía que cuidar a su manada.

“Me gustaría que me ayudaras a cargar algunas cajas”. Asumiendo un trabajo manual regular, Rohko asintió tentativamente de acuerdo. La mayoría de los trabajos ofrecidos a los habitantes de los barrios marginales eran trabajos de baja categoría. Cualquiera capaz de trabajar el cerebro no habría terminado en los barrios bajos a menos que fuera extraordinariamente tonto o malicioso.

Esos trabajos serviles también tendían a implicar algunos juegos bruscos. O para decirlo de otra manera, la gente generalmente buscaba a Rohko para trabajos que implicaban violar la ley. Sin embargo, el jefe no había anticipado que el educado joven caballero caería en la misma categoría.

“Quiero que lleves las cajas del depósito de Gochie a la empresa Quid”. La sonrisa irónica de Rohko reveló que la solicitud del joven maestro lo había tomado completamente por sorpresa. Tanto es así que se había atragantado con su bebida. Probablemente habría reaccionado igual.

La compañía Gochie y el joven aparentemente no estaban relacionados. Y si bien la empresa Quid puede no haber sido un competidor directo, los dos definitivamente no estaban en los términos lo suficientemente buenos como para simplemente compartir productos entre sí. Entonces, la solicitud de  ‘llevar  cajas’  se  había  reducido  esencialmente  a  ‘robar  algunos productos de la compañía Gochie’.

Y no solo algunos artículos del escaparate. Había sonado como si quisiera vaciar todo su almacén. Ese no era el tipo de solicitud que Rohko esperaba de un visitante primerizo, especialmente de un joven.

“¿Qué diablos quieres?” Rohko había gritado con voz amenazante en un intento de disimular su confusión.

“Hay dos funcionarios del gobierno llamados Manera y Doruo”, continuó el joven con voz tranquila. “Han estado usando equipo militar para cometer fraude. Afirmar falsamente que los precios de compra subieron y cobrar de más por las reparaciones. Cosas malas, ¿verdad?” El chico había buscado el acuerdo de Rohko, quien también hizo bastantes ‘cosas malas’ en su línea de trabajo.

“Al investigar las cosas malas un poco más de cerca, descubrí que cierta compañía estaba implicada en estos crímenes”. La empresa Gochie. Rohko ya lo sabía. Al cometer delitos como ese, la clase alta generalmente empleaba a los habitantes de los barrios marginales a quienes luego podían convertir en chivos expiatorios.

Para Rohko, la empresa Gochie había sido solo otro cliente tacaño. Por un breve momento, había considerado que esta conversación podría conducir a su arresto, pero eso no habría cuadrado con la solicitud anterior del joven de llevar una caja.

“El dinero que robaron de los impuestos de todos debería ser redistribuido a la población. ¡Lord Itsuki está furioso porque los funcionarios del gobierno malversaron todo ese dinero!”

“¿Lord Itsuki está furioso?” Incluso los habitantes de los barrios marginales sabían cuán apasionada era la familia Sacula. No había nada como su furia.

“Desafortunadamente, la ley no está equipada para darles un castigo apropiado. Es bastante difícil probar la intención maliciosa en lugar de la mera negligencia”. Si alguien rompía un jarrón mientras lo limpiaba, era imposible saber si había sido a propósito o por accidente. Y si los castiga con demasiada dureza por lo que podría ser un error, la gente podría dejar de limpiar por completo. Para lograr el equilibrio adecuado, muchas sanciones terminaron siendo bastante indulgentes.

“Sin embargo, no creo que esto pueda catalogarse como simple negligencia. Y si alguien perdiera accidentalmente tanto dinero, ciertamente no es apto para ese trabajo. También es extraño que la empresa Gochie no haya notado nada. A menos que no puedan hacer matemáticas. Pero entonces probablemente no deberían estar dirigiendo un negocio”.

Al escuchar que el conde interino estaba furioso, Rohko se preparó, pero el discurso tranquilo pero implacable del joven también le provocó escalofríos. Puede haber habido un incendio forestal en la distancia, pero el fuego de la cocina se había encendido justo ante sus ojos.

“No es que pueda corregir todos los errores en este mundo por mí mismo. Estoy seguro de que no sería fácil rechazar una solicitud de los funcionarios del gobierno. Si tan solo hubieran admitido sus fechorías…

Desafortunadamente, no eran muy inteligentes. Me ofrecieron algo de cambio de bolsillo, y cuando me negué, me dijeron que vigilara mis pasos por la noche”.

Al ver la sonrisa falsa del joven, Rohko instantáneamente intercambió miradas con sus asociados cercanos. Anteriormente habían trabajado con la empresa Gochie. Si alguno de sus subordinados hubiera aceptado una solicitud para golpear a ese chico, tendría que golpear a esa persona en su lugar.

Había ciertas personas en el mundo con las que simplemente no deberías enfadar. Todos tenían un rasgo común: su ferocidad. Su fuerza se manifestaba de diferentes maneras, pero una vez que metías el avispero, no había forma de detener su ira.

Rohko había dejado de mirar al chico ante sus ojos como un simple mocoso. La empresa Gochie había tocado el nido de avispas y, como resultado, había buscado al jefe de la barriada con una pesada bolsa de monedas. ¿Hasta dónde había estado dispuesto a llegar?

“¿Cuál es tu nombre otra vez?”

“Ash.”

“Está bien, Ash. ¿Cuántas cajas quieres que saquemos del almacenamiento de Gochie?”

“Tantos como puedas llevar”. Se había demostrado que las sospechas de Rohko eran correctas. Una vez enojado, el chico no tenía intenciones de contenerse. “Los militares tampoco ven con buenos ojos a la empresa Gochie, ya que se apropiaron indebidamente de fondos del gobierno. Se rumorea que la empresa Quid se hará cargo de las rutas de Gochie, así que me imagino que pronto tendrán que reponer sus existencias”.

A pesar de su enfado, Ash había presentado un plan perfectamente organizado. Realmente no querías enojar a alguien como él. En otras palabras, les había asegurado que no serían arrestados por robar a la empresa Gochie. Y el Sr. Quid había accedido a comprar cualquier excedente de los bienes robados. Se habían hecho todos los arreglos necesarios.

El niño puede haber parecido un joven caballero cortés por fuera, pero por dentro, era un verdadero monstruo.

“Matar a alguien con ira no es nada inusual. Incluso las mujeres y los niños pueden quedar atrapados en el momento y atacar si pierden la calma. Pero está acabando con toda una empresa. Y está poniendo su dinero donde está su boca. Poner a bordo a los militares, a otra empresa y a un grupo de forajidos como nosotros… Es increíble la determinación que puede contener un cuerpo pequeño como el suyo…”

Además de todo, el chico había preparado un trato que Rohko no podía rechazar.

“En una nota no relacionada, tengo otra propuesta que me gustaría discutir mientras ya estoy aquí. Todavía están en las etapas de planificación, pero hay un par de otros proyectos para los que me gustaría solicitar su ayuda”. Luego había presentado un plan para cultivar nuevas tierras fuera de la ciudad y un plan para limpiar Itsutsu. “En particular, necesitaré ayuda regular para el último proyecto de limpieza durante un período prolongado de tiempo. Al limpiar la ciudad, espero disminuir la propagación de enfermedades. Según mi investigación en el templo, esto debería mejorar significativamente las condiciones sanitarias”.

Rohko realmente no había entendido el ferviente discurso de saneamiento del monstruo, pero había tomado nota de su sugerencia de que proporcionaría trabajo regular a largo plazo para los residentes de los barrios marginales. Eso sería de gran ayuda. Rohko también había entendido que esta propuesta actuaba tanto como una recompensa como una amenaza para obligarlo a aceptar el trabajo de Gochie.

O dicho de otro modo, era un señuelo. Si Rohko se negaba, otro jefe de barrios marginales aceptaría en su lugar, lo que posiblemente podría conducir a un cambio en la dinámica de poder de los barrios marginales. En el momento en que Rohko se sentó con el monstruo, ya había perdido todo poder de negociación.

“¿Planeas asfixiar a Manera y Doruo? ¿Y Gochie?” Rohko había pedido confirmación. Las amenazas de muerte casuales pueden haber sido omnipresentes en los barrios marginales, pero cuando se trataba del trato real, tenía que asegurarse.

“¡De ninguna manera! Nunca les quitaría la vida. Solo he venido a arrancarles las extremidades.” Sir Fénix lo había restado importancia con una sonrisa.

La cuenta de Rohko terminó como una historia de fantasmas. ¡Qué intrigante! Las partes en las que Sir Fénix mostró su lado más rudo me tocaron especialmente.

“Puede parecer un buen tipo por fuera, pero tiene un lado retorcido”.

Sí, es muy encantador.

Por lo tanto, había logrado obtener la información que estaba buscando. Por supuesto, todavía no podía estar seguro de su veracidad, pero fue un buen comienzo.

Como cualquier otro trato secreto seguramente habría despertado sospechas, decidí jugar con las manos abiertas e informar mis hallazgos a Sir Fénix, incluso si la mayor parte seguía siendo una conjetura. De todos modos, algo andaba mal, y estaba seguro de que no rechazaría mi ayuda si se la ofreciera.

En mi búsqueda de Sir Fénix, terminé en las salas de administración. Alguien lo había visto aquí, pero no pude encontrar piel ni pelo. Le pregunté a un miembro del personal que me envió arriba, pero cuando llegué, me informaron que Sir Fénix acababa de bajar las escaleras. Dos interacciones similares después, había rastreado todo el edificio y aún no lo había encontrado. Qué persona tan ocupada…

Mientras caminaba por un corredor al azar, finalmente vi a Sir Fénix en la distancia. Ocupado hablando con un grupo de tres caballeros. Parecía que estaban a punto de salir de patrulla.

“Parece que ha habido una nueva afluencia de refugiados de la región de Yanga. Por favor cuídense.”

“No te preocupes por nosotros”, se burló el líder de los tres caballeros.

Su respuesta me frotó por el camino equivocado. Bajo cualquier otra circunstancia, puede haber sido solo un intercambio casual entre amigos cercanos, pero el caballero irradió hostilidad hacia Sir Fénix. Parecían tener más o menos la misma edad que él, así que asumí que estaban actuando por celos.

Definitivamente no quería casarme con ninguno de ellos. Menos aún después de que ignoraron mi cortés reverencia. Acababan de pasar junto a mí sin ningún tipo de saludo. Tal vez no era mi lugar para quejarme, pero todavía era un invitado de la Casa de Sukuna. Si no podían mostrarme ningún respeto, eso se reflejaba mal en la Casa de Sacula. Incluso la camarera en prácticas que me dijo dónde encontrar a Sir Fénix había mostrado la etiqueta adecuada.

Para empeorar las cosas, me habían mirado la cara, los senos y las caderas. No creas que no me di cuenta. Me aseguraré de recordar sus nombres. Con el ceño fruncido, me acerqué a Sir Fénix.

“¿Quiénes   eran   esas   personas,   Sir   Fénix?    Parecían                                demasiado…

amistosos contigo.” Seguramente, él entendería lo que quise decir con eso.

Pareció bastante arrepentido al notar mi ceño fruncido.

“Esos tres son antiguos compañeros míos que son imanes de problemas. Su líder se llama Moldo”. Qué manera tan interesante de decirlo. Su mera existencia parecía causar problemas. Tener compañeros de clase así debe ser agotador.

“Oh, son ex compañeros de clase. No es de extrañar que parecieran tan casuales.” Tenía curiosidad por saber qué problemas habían causado esta vez, pero reprimí el impulso. Yo tenía otro negocio.

Sin embargo, cuanto más hablaba de ellos, más sospechaba que estos tres podrían estar relacionados con mi otro negocio. “Dicho eso, no he hablado con ellos en los últimos años”, continuó Sir Fénix. “La última vez que los vi debe haber sido hace cinco años”.

“Cinco años es mucho tiempo”.

“Causaron algunos problemas que se salieron un poco de control. Por suerte, se resolvió pacíficamente. Y parece que aprendieron la lección”. No mencionó si voluntariamente mostraron moderación o si se vieron obligados a mostrar moderación. Supuse esto último. Ya que habían mencionado patrullar áreas rurales, imaginé que se habían puesto del lado equivocado de alguna persona poderosa que los mantenía en posiciones bajas.

Y ahora habían venido a hablar con Sir Fénix por primera vez en varios años. Eso no podría haber sido una coincidencia dada la reciente intriga del Marques Datara. Me encantaría saber que piensa Sir Fénix sobre esta situación. Lo miré y nuestros ojos se encontraron. Para mi deleite, parecía que Sir Fénix tampoco lo consideraba una coincidencia. Ahora era la oportunidad de vender mis habilidades.

“Sir Fénix, he escuchado algunos rumores curiosos que podrían interesarle. Puede que no sea mi lugar interferir, pero ¿me escucharías?” Mi sonrisa debe haber parecido bastante agresiva. Mi abuelo me habría sermoneado sobre cómo controlar mejor mis emociones. Pero estaba hablando con Sir Fénix y no con mi abuelo.

“Por supuesto”, respondió con una sonrisa aún más agresiva. “Sacula y Sukuna ya formaron una alianza. No hay problema con que des tu opinión sobre nuestros asuntos si lo consideras necesario”. Hablaba tan suavemente que casi parecía una trampa. “Aquí, sígueme”.

Sir Fénix me llevó a una pequeña habitación dentro de la sala de administración. Estaba lleno de montones de papeles desordenados. Parecía una habitación de referencia.

“¿Qué rumores escuchaste?” Sir Fénix dijo, interrumpiendo mi estudio.

“Dada mi afiliación anterior, se ha convertido en un hábito para mí mantener los oídos abiertos en todo momento”. Como miembro de la familia Sukuna, la recopilación de información era una habilidad básica. Ahora era el momento de jugar con las cartas sobre la mesa. “Entonces, no pude evitar escuchar rumores de que algunos comerciantes y funcionarios, que estaban al borde de la bancarrota financiera y social, comenzaron a hacer algunos movimientos audaces en los últimos meses”.

“Tienes un oído excelente”, elogió Sir Fénix, lo que implica que no había perdido el objetivo. “¿Qué crees que están planeando?”

“En esencia, quieren causar disturbios en esta región”.

“¿Qué te hace pensar eso?”

“Para que puedan hacer movimientos tan audaces, necesitarían respaldo financiero. Sin embargo, según mi investigación, ni los comerciantes ni los funcionarios parecen gozar de mucho apoyo dentro de Sacula”. Incluso habían logrado poner en contra de ellos al mediador de la favela. Habían tocado fondo. Y no tenía dudas de que Sir Fénix los había llevado allí. Muy impresionante.

“Entonces, si no pudieron encontrar ningún apoyo dentro de la región, deben tener un benefactor de afuera. Al mismo tiempo, ha habido ataques de insurgentes extranjeros vestidos como refugiados. Es probable que estén relacionados”.

La Casa de Sacula no podía simplemente ignorar la insurrección en la región de Yanga. Necesitaban prepararse para un evento similar en casa. Sir Fénix probablemente pensó lo mismo.

“En otras palabras, los instigadores externos están tratando de incitar una insurrección avivando las llamas de la insatisfacción en Sacula”.

“Sí, no sería la primera vez”. Lo sabía. Entonces es hora del siguiente movimiento.

“Teniendo todo eso en mente, creo que se debe recomendar la máxima precaución por ahora”. ¿Qué dices, señor Fénix? ¿Estás preparado para lidiar con todas las intrigas que se avecinan? Si tiene alguna duda, estaría más que preparado para poner a su disposición mis habilidades de reconocimiento de Sukuna. ¿Cuánto estás dispuesto a pagar por mis habilidades?

Con una sonrisa tentadora, incliné ligeramente la cabeza. Según las espías de la Casa de Sukuna, este gesto fue un golpe de gracia extremadamente lindo. Me preguntaba cómo reaccionaría Sir Fénix.

“Espléndido. Realmente tienes un oído excelente, Seire.” Su espléndido elogio me hizo sentir victorioso. Esto podría ir de acuerdo al plan. Sir Fénix recogió un paquete de papeles del escritorio.

“Este es un informe de nuestro departamento de inteligencia, que llegó a la misma conclusión. ¿Quizás podrías realizar un análisis aún más detallado si lo lees?” Un informe de inteligencia… ¡¿No deberías mantenerlo en secreto?!

Sentí que mi cara se ponía pálida. ¿Era esto, por casualidad, la sala de almacenamiento del departamento de inteligencia? Sabía que la Casa de Sacula no estaba poniendo mucho esfuerzo en sus actividades de reconocimiento, ¡pero esto era ridículo! ¡Si manejaras información secreta tan descuidadamente en Sukuna, perderías la cabeza! ¡Quería ganarme la confianza de Sir Fénix, no ascender juntos al cielo!

Mientras estaba considerando una forma de evitar mi muerte imaginaria, Sir Fénix me entregó los documentos a la fuerza. Mi corazón dio un vuelco cuando su mano tocó la mía un poco.

“¡No puedo aceptar esto! ¿Tiene el permiso de Lord Itsuki, o más bien de Su Excelencia el Conde Sacula, para entregarme estos documentos?”

“Lord Itsuki me dio permiso para repartirlos a mi discreción si encuentro a alguien capaz para el trabajo.”

Supuse erróneamente que se estaba excediendo en su autoridad. Parecía que Sir Fénix disfrutaba de la plena confianza de la Casa de Sacula. De lo contrario, no le habrían dado la libertad de elegir personal para el departamento de inteligencia. Su relación debe ser bendecida por el Dios Mono. Aun así, ¿no necesitaría un permiso adicional para alguien de una región diferente?

De repente sentí una ola de calor de pasión en mi camino.

“Para ser honesto, ya casi me cansé de esas personas”, pronunció Sir Fénix con una sonrisa ardiente. “Han estado entrometiéndose conmigo y con mis amigos durante los últimos diez años”.

Estaba furioso. No importa cuánto trató de ocultarlo, su ira se mostró. Esta era la ferocidad que había mencionado el jefe de los barrios bajos.

“Diez años. ¿Puedes creerlo? Y todavía están causando más problemas”. Su discurso apasionado redujo mi vacilación a cenizas. No dejó lugar para mis objeciones.

Me pregunté qué habían hecho hace diez años. Entonces me golpeó. Su Alteza la Princesa Alicia. Si no recuerdo mal, la princesa había sido el catalizador de la disputa entre Sacula y Datara hace diez años.

Se rumoreaba que Arthur todavía vivía en la residencia de Sacula en la capital. Y parecía que intercambiaban correspondencia regularmente. Debían de estar bastante cerca. No es de extrañar que Sir Fénix estuviera tan enojado.

“Nuestro departamento de inteligencia necesita un jefe de espías. ¿Podemos contar con sus impresionantes habilidades, Su Excelencia Lady Sukuna?”

Parecía que mientras yo había estado tratando de vender mis habilidades, Sir Fénix había estado tratando de comprarlas. Por el bien de su buena amiga, la princesa, estaba dispuesto a involucrar a un extraño en su lucha contra el marqués Datara.

Como había planeado ofrecer mis servicios de todos modos, no tuve ningún problema con el resultado. Probablemente debería haber sido feliz. Solo tenía una pequeña queja: estaba ardiendo de celos.