Seiken Gakuin No Maken Tsukai (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: El Alboroto Del La Espada Demoníaca

 

 

Leonis se puso rápidamente el bañador en un vestuario adyacente a la piscina. Había invocado el par de pantalones cortos negros del Reino de las Sombras. Eran los que Lyseria le había comprado cuando le enseñaba a nadar en el Hyperion.

Ya había muchos espectadores observando la competición de pistolas de agua que se estaba llevando a cabo en la piscina. Chicos jóvenes, aunque de mayor edad que Leonis, saltaban libremente sobre las tablas flotantes como si fueran peldaños mientras se lanzaban chorros unos a otros. Eran todos muy atléticos; probablemente estudiantes de la Academia Excalibur.

Mientras Leonis observaba el acalorado encuentro, un extraño pensamiento cruzó su mente.

(Hubo una catástrofe tan grande, pero son tan pacíficos).

No se refería sólo al reciente caos con Veira. Hace apenas dos meses, Arakael Degradios había liderado una Estampida del Vacío, y los daños del ataque aún eran evidentes. Sin embargo, la población del Séptimo Assault Garden aún se las arreglaba para divertirse.

(Tal vez sea sólo el obstinado sentido del orgullo de la humanidad en funcionamiento).

La mayor parte de su tierra habitable había sido tomada por los Void, y se enfrentaban a la extinción. Aun así, se negaron a ceder a la desesperación, adaptándose para formar una cultura y una tecnología superiores en las que pudieran distraerse con este tipo de entretenimiento.

Quizás esa era la obstinación de la humanidad; su orgullo.

(Supongo que eso es algo que no ha cambiado en los últimos mil años).

Puede que fueran la especie más débil, incapaz de respirar fuego o de surcar el cielo, pero tenían la resolución y la determinación de sobrevivir incluso ante la ruina. Y debido a esa subestimación de sus cualidades por parte de los Ejércitos de los Reyes Demonio que finalmente perdieron ante los humanos.

Leonis se sumió en sus pensamientos mientras se apoyaba en una palmera trasplantada.

“Te he hecho esperar, ¿eh, Leo?”

Veira apareció finalmente, vestida con un traje de baño.

“… ¡!”

Leonis no pudo evitar tragar saliva. Veira había rentado un bikini negro. Su cabello carmesí se agitaba con la brisa como si fueran llamas oscilantes. Sus pechos eran de tamaño moderado, la curvatura de su estómago era elegante y atractiva, y sus piernas blancas eran largas y torneadas.

Los que estaban cerca echaron miradas furtivas a la forma perfecta del Rey Demonio Dragón.

“¿Qué? ¿Te has quedado prendado de mí?” Preguntó Veira, con una sonrisa pícara en sus labios.

Leonis apartó la mirada y murmuró por encima del hombro: “Hmph, eres una tonta si crees que lo haría”.

“Oh. Qué atrevido”. Dijo Veira, atrapando el cuello de Leonis bajo su brazo.

“¡¿Q-Qué estás haciendo?!” Leonis gimió, sintiendo que sus pechos le apretaban suavemente. “Ugh, nnng, d-detente… No puedo… respirar…”

“¿Oh? ¿El Rey No Muerto está jadeando?” Veira se rió con malicia. “Un cuerpo humano es tan inconveniente”.

“¡Te… maldigo…!”

Leonis se agitó infructuosamente, su fuerza inmadura era demasiado escasa

para quitársela de encima. Pero entonces…

“¡Deja de intimidarlo!”

Leonis levantó la vista con sorpresa.

“… ¿Seria-san?”

Curiosamente, Lyseria y Regina habían aparecido, vestidas con sus propios bikinis. Lyseria tenía uno blanco modesto, mientras que Regina llevaba un conjunto verde menta con un diseño elegante.

“¡No dejaré que sigas intimidando a Leo-kun!” Declaró Lyseria, mirando fijamente a Veira.

La chica de cabello carmesí liberó a Leonis y se encontró con la mirada de Lyseria sin inmutarse.

“Oh, ¿estás preocupada por él?” Preguntó Veira con una sonrisa de satisfacción. “¿No eres una linda sirviente?”

Lyseria pareció estremecerse por un momento ante la actitud confiada de la otra chica.

Ahora que estaba libre, Leonis preguntó: “¿Qué haces aquí, Seria-san?”

“Pensé que te había secuestrado, Leo-kun”. Explicó Lyseria, frunciendo el ceño. “Ni siquiera pude ponerme en contacto contigo”.

“Lo siento por eso…”

Todo había sucedido tan repentinamente que Leonis había dejado su terminal de comunicación en su habitación.

Veira se burló. “Entonces, ¿qué, has venido a recuperar a Leo? Bueno, lo siento, pero en este momento…”

“¡T-Te desafío a un duelo!” Gritó Lyseria, señalando fijamente a Veira.

Seiken Gakuin no Maken Tsukai Volumen 5 Capitulo 4 Novela Ligera

 

“¡¿Qué?!” Exclamó Leonis conmocionado.

Veira entrecerró los ojos a Lyseria durante un largo momento. “¿Estás exigiendo un duelo conmigo?”

“Así es. Si gano, tienes que dejar ir a Leo-kun”.

“… Hmm”. Veira miró a Lyseria como si fuera una presa.

Un humano normal se habría desmayado por la mera presión intimidatoria de la mirada de un dragón, pero Lyseria se mantuvo firme.

“¡Go, go, Seria ojou-sama!” Regina susurró sus ánimos mientras se escondía a la espalda de su ama.

“Me gusta tu valor, chica. Eres divertida. Aceptaré el desafío”. Dijo Veira con seguridad, con las manos apoyadas en su cintura en una pose indomable. “Vengan hacia mí, los tres a la vez”.

Seiken Gakuin no Maken Tsukai Volumen 5 Capitulo 4 Novela Ligera

 

“… ¿Qué? Pero eso es…” Leonis intentó protestar.

Este era un duelo entre Reyes Demonio. Si Leonis se basaba en los números para superar a Veira, mancharía su reputación.

“Es un handicap para mí. Después de todo, tengo una ventaja abrumadora”.

Se jactó Veira.

“Nng…” Leonis refunfuñó.

Sin embargo, el alarde del Rey Demonio Dragón no carecía de mérito.

Leonis tenía el cuerpo de un niño de diez años, y además era un mal nadador.

“¿O qué, tu sirviente va a arrastrarte?”

“… ¿Qué acabas de decir?” Leonis era consciente de que Veira le estaba provocando, pero se sintió enfadado igualmente. Como maestro de Lyseria, Leonis no podía dejar pasar este insulto a su sirviente favorito. “… Te arrepentirás de haber dicho esas palabras, Veira”. Juró en voz baja.

“Entonces está decidido”. Afirmó Veira, lanzando una intrépida sonrisa a su compañero Rey Demonio. “Oh, esto va a ser muy divertido. Te haré suplicar piedad, Leo”.

Lyseria se apresuró a registrar su participación en el siguiente encuentro y regresó a la piscina. Una vez que los que jugaban terminaran su turno, podrían utilizar la piscina para su duelo.

“Siento que te hayas visto envuelta en esto”. Se disculpó Leonis.

Lyseria negó con la cabeza. “No lo sientas. Fui yo quien la desafió. Además, ¿cómo ibas a vencerla si no sabes nadar?”

“Fue un poco precipitado de mi parte” Admitió. “Pero a veces no puedes echarte atrás”.

Leonis tenía que considerar su honor como Rey Demonio, especialmente porque su eterna némesis estaba involucrada. Huir nunca habría sido una opción.

“Los chicos siempre serán chicos”. Afirmó Lyseria, sonriendo por alguna razón mientras le daba una palmadita a Leonis en la cabeza. “No te preocupes, Leo-kun. Yo te protegeré”.

“Y yo seré tu francotiradora, chico”. Añadió Regina, haciendo una pose con su pistola de agua rentada.

“Estaré contando contigo, Regina-san”. Dijo Leonis.

“Sé que estás acostumbrada a los rifles, pero ¿no es la primera vez que usas una pistola?” Preguntó Lyseria.

“Sí, es bastante diferente a Drag Striker”. Comentó Regina.

El alcance efectivo de una pistola de agua era de unos míseros cinco metros. Uno no sería capaz de derribar al oponente a menos que estuviera a corta distancia. Por supuesto, un simple chorro no derrotaría al poderoso Rey Demonio Dragón, pero Veira había prometido que respetaría las reglas del encuentro y mantendría su poder suprimido.

Aunque prepotente y tiránica, Veira no era cobarde ni tramposa. Leonis confiaba plenamente en ella en ese sentido.

“¿Sabes usar una pistola de agua, chico?” Le preguntó Regina.

“No, es la primera vez que empuño un arma como ésta”. Respondió Leonis.

“¡Bueno, deja que esta confiable onee-san te imparta su sabiduría!”

Como francotiradora oficial del grupo, Regina guio a Leonis en el uso de una pistola de agua. Leonis había leído en los libros que las armas de fuego surgieron hace sesenta y cuatro años, cuando la humanidad adquirió el poder de las Espadas Sagradas. Esencialmente, las pistolas normales y las de agua habían sido modeladas a partir de las Espadas Sagradas.

(Que historia tan desconcertante).

Las Espadas Sagradas en forma de armas de fuego habían sido otorgadas de alguna manera a la humanidad antes de que existiera el concepto de tales armamentos. Si una Espada Sagrada era la manifestación del alma de un humano, ¿por qué algunas habían adoptado formas distintas a las de sus propietarios?

¿Qué eran realmente las Espadas Sagradas? Leonis tendría que resolver ese misterio en algún momento.

“Estas cosas hacen que los pies se tambaleen bastante”.

Leonis y el resto se colocaron sobre las tablas flotantes distribuidas de forma desigual por la piscina. Tenían que derribar al otro equipo, pero no estaba permitido tocar directamente a alguien. Un concursante sólo podía derribar a otro utilizando su pistola de agua. Derribar a un enemigo en el agua les daba un punto. Aparentemente había otras reglas de puntuación, pero el Elemental Artificial que volaba por encima se encargaba de ello automáticamente.

“Intenta cambiar tu peso; te ayudará a mantener el equilibrio. ¿Ves?” Instruyó Lyseria.

Mientras Leonis se tambaleaba inestablemente, Lyseria demostró sus habilidades atléticas.

“Oye, ¿podrías mirar hacia aquí, Leo-kun?”

“¿Qué pasa?” Preguntó Leonis. Cuando se volvió para mirar…

*Om*

… Lyseria mordisqueó ligeramente el lóbulo de su oreja.

“¡¿Seria-san?!”

“Estoy reponiendo mi mana”. Explicó Lyseria con una sonrisa traviesa. “Esta es una batalla importante, así que tengo que tomármelo en serio”.

“… ¡N-No puedes hacer eso en público!” Le reprendió Leonis, agarrándose el enrojecido lóbulo de su oreja.

(¿Estoy imaginando cosas, o últimamente se ha vuelto más y más agresiva con sus mordiscos?)

“¿Estamos listos para empezar, Seria ojou-sama?” Preguntó Regina.

“Sí…” Lyseria asintió, mirando a Veira, que ocupaba una de las tablas flotantes del lado opuesto. “Vamos con la formación habitual del Decimoctavo Pelotón…”

“De acuerdo”.

“Entendido”.

De acuerdo con su formación habitual, Lyseria asumió la vanguardia. Si se tratara de un encuentro de práctica, también habrían contado con el poder de asalto frontal de Sakuya y el análisis de datos de Elfine.

Un prolongado pitido eléctrico llenó el aire, marcando el inicio del encuentro.

*¡Bwoosh!*

Lyseria dio una patada contra la tabla en la que estaba parada, saltando.

*¡Bwoosh, bwoosh, bwoosh, bwoosh…*

El rítmico sonido de sus ágiles saltos resonó a lo largo de la piscina. Usando su poderosa fuerza de Reina Vampiro, cerró rápidamente la distancia con Veira.

“Así que lo que quieres es un combate cuerpo a cuerpo. Bueno, eres valiente, lo reconozco”. Dijo Veira, con una sonrisa feroz.

El Rey Demonio Dragón respiró profunda y largamente. El agua a su alrededor tembló. Las ondas se extendieron a lo largo de la superficie de la piscina. Los estudiantes que observaban desde la barrera comenzaron a susurrar nerviosamente entre ellos.

(Veira va a intentar el enfoque de la fuerza bruta…)

Se enfrentaban al tiránico Rey Demonio Dragón. Ella nunca había sido de las que trazaban estrategias o hacían trucos. Lo que la impulsaba era el orgullo de un dragón, la mayor forma de vida que el mundo ha conocido.

Lyseria saltó hacia la tabla que ocupaba Veira.

“Qué valiente. Leo no se merece un sirviente como tú”. Comentó Veira, levantando despreocupadamente su pistola de agua. Salió disparado un chorro de agua, pero no alcanzó su objetivo.

“¡Parece que no estás acostumbrada a usar una pistola de agua!” Observó Lyseria.

“Es una buena desventaja”. Respondió Veira, indiferente.

Lyseria volvió a disparar a corta distancia. Sin embargo, Veira lo evadió saltando a otra tabla, con su cabello carmesí surcando el aire tras ella.

“Voy a tener que pedirte educadamente que te caigas al agua… Drag Howl!”

Regina disparó con su pistola de agua en rápida sucesión. Siendo una tiradora entrenada, uno de sus disparos golpeó la pierna de Veira.

“… Whoa. ¡Eres buena!”. Dijo el Rey Demonio Dragón. Frustrada, Regina refunfuñó: “No acabó con ella…” Su ataque había hecho efecto, pero Veira seguía en pie.

“¡Ahora es mi turno!” Veira anunció, levantando su pierna hacia arriba y luego pisando fuerte. La acción creó una gran ola, que surgió hacia adelante y arrastró la tabla de Regina, volcándola.

“Huh, wai… ¡Aaah!”

Dejando escapar un adorable aullido, Regina se zambulló en la piscina. El Elemental Artificial con forma de pájaro que volaba por encima de ella señaló que se acababa de anotar un punto.

“… ¡Cómo te atreves a hacerle eso a Regina!” Lyseria disparó varias veces en represalia.

“Ha, ha, ha, ¿a dónde estás apuntando?” Se burló el Rey Demonio Dragón mientras saltaba con gracia de una plataforma flotante a otra.

“¡No te olvides de mí!” Exclamó Leonis mientras se movía alrededor de Veira.

“¡¿Eh?!”

El chico proporcionó fuego de cobertura para apoyar a Lyseria. Sin embargo, sus ráfagas estaban fuera del alcance efectivo del arma y salpicaban inútilmente el traje de baño de Veira.

“¡Ahora te toca a ti, Leo!” Gritó Veira con malicia, lanzando un contraataque.

Leonis saltó rápidamente para evitar su aluvión.

“¡Por aquí!” Lyseria se lanzó audazmente hacia adelante, disparando rápidamente.

Los ojos de Veira brillaron en dorado y retrocedió de un salto. La tabla se hundió como consecuencia de su aterrizaje, y una columna de agua salpicó, tragándose las ráfagas de Lyseria.

“… ¡N-No puede ser!”

“Así es como lucha un dragón”,

Mientras la columna de agua bañaba a Lyseria, haciéndole perder el equilibrio, Veira se abrió paso hacia ella. Apuntó la boca de su pistola de agua al estómago de Lyseria y apretó el gatillo, enviando a la chica de cabello plateado a la piscina, cuyo chorro de agua salpicó su cuerpo.

“Vamos, vuelve a la superficie. Todavía no he terminado de jugar contigo”.

Dijo Veira, mirando a Lyseria con las manos en la cintura.

“… ¡!”

Lyseria dio una patada contra el fondo de la piscina y saltó a la tabla más cercana.

“¡Estas siendo descuidada, Veira!” Gritó Leonis, disparando a sus piernas.

Mientras ella esquivaba, el Rey Demonio Dragón respondió: “¡Eso no es suficiente para golpearme!”.

Leonis se burló. “Sí, y eso está bien”.

“… ¿Huh?”

“¡Soy yo quien debería preocuparte! ¡Hyaaaaah!” Regina había emergido y disparó, soltando un tiro en un punto específico del cuerpo de Veira.

El ataque de Leonis sólo pretendía atraer a su oponente a su posición. “Crees que dispararme desde esa distancia podría… ¿Eh?”

Al principio, Veira sonrió con confianza, pero luego sus ojos se abrieron de par en par en señal de sorpresa. Los hilos de su top se deshicieron y revolotearon hasta sus pies.

“… Espera… ¡¿Huuuuh?!” Veira se cubrió apresuradamente sus pechos, con el rostro enrojecido.

El disparo de Regina había impactado en el nudo que sujetaba el top de Veira y lo había deshecho con éxito. “¡Excelente!” Se alegró.

“T-Tonta… ¡Ugh!” Veira resopló, con sus mejillas rojas de vergüenza. Su ardiente cabello carmesí se erizó. De repente, una ráfaga sopló a través de la piscina, volteando las tablas cercanas.

“… Whoa… ¡Veira, espera…!” Leonis perdió el equilibrio y se hundió sin contemplaciones en el agua. “¡Gah… Bwfha, bah…!” El chico empezó a sacudirse sin poder evitarlo. El agua le obstruía la garganta y le impedía respirar.

“¡Leo-kun!”

Inmediatamente, Lyseria se sumergió en la piscina. Rodeó con sus brazos el cuerpo ahogado de Leonis y lo llevó de vuelta a la superficie.

“Leo-kun, ¿estás bien?”

“¡Pfha…! Estoy bien… Aunque he tragado un poco de agua…” Respondió Leonis, todavía tosiendo.

“… Gracias a Dios”. Dijo Lyseria, claramente aliviada. “No te fuerces, ¿de acuerdo?”

“¡Oye, eso va en contra de las reglas!” Protestó Regina.

“Mis disculpas… ¡Pero lo que hiciste tampoco fue justo!” Veira le contestó tajantemente, aún colorada. “… Bien. No tienes que contar esa. Vamos a reiniciar el encuentro…”

Apenas Veira ofreció una mano para ayudar a Lyseria a salir del agua, un grito resonó en la entrada de la piscina.

“… ¡Te encontré…! ¡Finalmente te encontré, Lyseriaaaaaaaaaa!”

(¿Qué significa esto?)

Leonis miró en la dirección del grito y vio una figura que se acercaba. Era un joven rubio con el uniforme de la Academia Excalibur. Sus rasgos solían ser bastante apuestos, pero ahora estaban contorsionados por el odio.

(Lo recuerdo de alguna parte. ¿No es…?)

“¿Muselle Rhodes…?” Lyseria susurró su nombre después de mirarlo sorprendida por un momento.

(Sí, ése era…).

El hombre que fue lo suficientemente tonto como para desafiar a Leonis a un duelo el día que había entrado a la Academia Excalibur.

“¡Obedezcan mi voz y voluntad, esclavos! ¡Dominion!” Bramó Muselle, blandiendo su bastón por encima de su cabeza.

Al momento siguiente, la gente de los alrededores se puso rígida… y luego se giraron para mirar a Leonis y al resto con movimientos mecánicos y forzados.

“… ¿Qué está pasando?” Preguntó Leonis.

“Esa es su Espada Sagrada. Puede controlar a la gente…” Lyseria respondió con el ceño fruncido.

Leonis recordaba que Muselle había controlado a algunas chicas con ese bastón.

“Pero pensé que había perdido su Espada Sagrada después de que lo derrotara…” Dijo Regina.

Visiblemente perturbada, Lyseria respondió: “Sí. Además, su Espada Sagrada sólo podía dominar a las personas que accedían a ser controladas por él en primer lugar”.

“Hmm, no entiendo muy bien lo que está pasando aquí, pero… este debe tener bastante valor para interrumpir una batalla entre tú y yo, Leo”. Afirmó una divertida Veira. Levantó lentamente su dedo, y apuntó en dirección a Muselle.

Leonis se apresuró a detenerla. “… Espera, Veira”.

“¿Qué? Sólo voy a barrer ese pedazo de basura”.

“Te dije que no hicieras nada que te haga destacar”. Le recordó Leonis, entonando un hechizo de levitación y aterrizando encima de una de las tablas. “Estás en mi reino. Acata mis reglas”.

El tiránico Rey Demonio Dragón podría fácilmente hacer volar en pedazos a estas personas controladas. Sin embargo, Lyseria se entristecería y enfadaría si Leonis dejara que eso sucediera.

Veira enarcó una ceja en señal de disgusto por un momento, pero lo aceptó. “Bien. Hagámoslo a tu manera”. Se encogió de hombros y se llevó las manos a la cintura.

“Ah, ha, ha… Ah, ha, ha, ha. Han hecho de mí un hazmerreír, ¡mátenlos, mátenlos, mátenloooooos!” Muselle cacareó mientras balanceaba su Dominion hacia abajo. La horda de ojos vacíos se abalanzó sobre el grupo en respuesta.

“¡¿Qué significa esto, Seria ojou-sama?! ¿Algún tipo de rencor?” Gritó Regina.

“… ¡Parece que ha perdido la cabeza!” Lyseria dio una patada a un grupo de hombres que se había abalanzado sobre ella, haciéndolos caer al agua con un chapoteo.

“¡Vienen más de ellos!” Le advirtió Regina.

“¡Leo-kun, no podemos hacerles daño; son civiles…!” Dijo Lyseria.

Haciendo una mueca, Leonis respondió. “Lo sé. ¡Mesta Mord!”

Unas manos negras surgieron de la sombra de Leonis, arrastrando a los que cargaban contra él hacia la piscina. Esto provocó múltiples y grandes salpicaduras que hicieron temblar las tablas.

(Es bueno que estemos en una piscina; nos permite deshacernos de ellos con seguridad. Pero…)

Leonis dirigió una mirada sospechosa al hombre que blandía su bastón cerca de la entrada. El hecho de que estuviera utilizando a civiles para ello era un poco problemático, pero unos oponentes tan débiles no suponían una amenaza para Leonis, ni siquiera para la propia Lyseria.

Pero entonces…

“¡Hi, hi, hi… ah, ha, ha, ha… ah, ha, ha, ha, ha! ¡Maten, maten, a esa mujer,

  • al mocoso, mátenlooooossssss!” “… ¿Qué?”

*Crack… Crack… Crack…*

Dominion estaba empezando a alargarse y a crecer, como las ramas de un árbol que madura rápidamente. Parecía que su punta llegaría al techo en poco tiempo.

“¿Su Espada Sagrada está evolucionando…?” Susurró Leonis con incredulidad.

<<… No, eso no es evolución. Se está saliendo de control y alborotando>>

Leonis levantó la vista ante esta nueva voz. Allí vio una esfera resplandeciente en lo alto. Era la Espada Sagrada de Elfine, el Eye of the Witch.

“… ¡¿Fine-senpai?! ¿Por qué estás…?” Exclamó Lyseria.

“Podemos hablar más tarde”. Dijo Regina. “Primero, tenemos que detenerlo”.

“D-De acuerdo. Espada sagrada… ¡Activate!” Con esas palabras, Lyseria manifestó la Bloody Sword12 en sus manos. Regina invocó su Drag Striker.

“Ooh… ¡Ooooh…!”

“¡Ugh, aaagh…!”

“Aaaah…”

La gente que había sido arrojada al agua resurgió y se aferró a las tablas flotantes.

“¡Leo-kun, encárgate de las personas que han sido controladas por él!” Le dijo Lyseria. “¡Yo me encargaré de Muselle!”

“Entendido”.

Lyseria saltó rápidamente hacia delante desde la plataforma en la que estaba. Utilizar sus grandes reservas de mana para potenciar su fuerza física era una habilidad de la Reina Vampiro. Su cabello plateado brillaba con un resplandor de mana, dejando una estela brillante a su paso.

“¡La cubriré, Seria ojou-sama!”

Mientras la gente se abalanzaba inconscientemente sobre Lyseria, Regina los derribaba con precisión. Sus disparos habían sido suprimidos, pero ser golpeado por ellos seguía doliendo. Aquellos que eran golpeados quedaban inconscientes y caían en la piscina. Leonis desplegó las manos de las sombras para sacarlos del agua.

Lyseria recorrió la piscina como un destello carmesí.

“¡Lyseriaaaaaaaaaaaaa!” Muselle Rhodes bramó de alegría. Agitó su Espada Sagrada, que ahora parecía un árbol gigantesco. Sin embargo, Lyseria no flaqueó.

“¡Haaaaaaaah!”

Se hizo un corte superficial en su propio brazo mientras corría hacia adelante. La sangre que fluía se convirtió en cuchillas carmesí que cortaron las ramas del arma de Muselle mientras se abalanzaba sobre ella.

“… ¡Es tu culpa! Todo es culpa tuya, yo, ¡aaaaaaaaah!” Aulló Muselle, agitando su bastón sobredimensionado.

“¡Muselle, cálmate! ¡Sólo escúchame…!” Suplicó Lyseria desesperadamente, pero fue en vano.

“¡Ah, ha, ha… ah, ha, ha, ha, nadie puede detenerme! ¡He sido elegido! ¡Soy el elegido de la diosa!”

“… ¿Diosa?”

Por un breve momento, esa palabra distrajo a Lyseria… Y en esa fracción de segundo, Muselle intentó aplastarla bajo su Dominion. Sin embargo, su intento falló.

“¡Farga!”

*¡Booom!*

Leonis lanzó un hechizo que hizo estallar la Espada Sagrada en astillas.

“¡Leo-kun…!”

“Seria-san, está completamente trastornado ahora mismo. ¡No desperdicies tu aliento tratando de convencerlo!”

“… ¡D-De acuerdo!” Lyseria asintió con decisión, sosteniendo en alto la Bloody Sword. El arma brillaba como una flor carmesí en pleno florecimiento, y el cabello plateado de Lyseria se iluminaba tenuemente con mana.

“¡Hi, hi, hi… ha, ha, ha, ha, ha!” Muselle Rhodes cacareó. En un abrir y cerrar de ojos, su Espada Sagrada se regeneró, ahora envuelta en un espeso miasma.

*¡Creak, creak, creak, creak…!*

Las enormes ramas se enredaron, produciendo un inquietante sonido que recordaba al crujir de dientes. Las ramas del árbol envolvieron todo el cuerpo de Muselle, y crecieron a un ritmo explosivo.

<<… Ah, qué…es … Eso es casi como… ¡un Void!>> Exclamó Elfine. “¡Lyseriaaaaaaa!”

Las ramas del árbol se convirtieron en afiladas lanzas que avanzaron hacia adelante, con el objetivo de ensartar a Lyseria. Sin embargo, ella no retrocedió… Pateando el suelo, se enfrentó al ataque.

“Sangre furiosa, retoza y corta… ¡Bloody Storm!13

Los ojos azules como el hielo de Lyseria adquirieron un brillante tono carmesí. Las cuchillas sangrientas giraron y cortaron como un tornado, atravesando la Espada Sagrada de Muselle. Al liberar el mana de sus piernas, Lyseria se impulsó rápidamente hacia delante y se acercó a su oponente.

“¡Haaaah!”

La punta de su espada penetró en las ramas enredadas.

“Aah, sangre, sangre, eso, aaaaah… ¡Duele, duele, duele, dueleeeee!”

Muselle gritó y se retorció, tras recibir un corte en el hombro. Lyseria retomó su postura y luego cortó a través de las ramas, apartándolas.

“Muselle Rhodes. Ríndete pacíficamente…”

“¡Túúúúúúúú, ¡cómo te atreves, mi Espada Sagradaaaaa…!”

“¡…!”

Muselle se lanzó contra Lyseria en su rabia, quizás esperando estrangularla con sus propias manos.

*¡Bang!*

Lyseria le asestó una potente patada alta en la cabeza.

“Ah… Ggh… Ah… Nng…”

Muselle cayó en la piscina con un chapoteo, y sus ojos giraron en sus cavidades. Un momento después, su desbocada Espada Sagrada estalló en partículas de luz y se desvaneció en el aire. Tras confirmar que Muselle ya no era una amenaza, Lyseria se dio la vuelta.

“Fine-senpai, ¿puedes contactar con el pabellón del hospital de la academia?” Preguntó.

<<Sí, ya estoy en ello>> Llegó la voz de Elfine desde el orbe que se encontraba arriba.

“… ¿Qué le habrá pasado?” Se preguntó Lyseria mientras miraba el cuerpo de Muselle.

<<… Una Espada Demoníaca>> Susurró Elfine, como respondiendo a la pregunta de la otra chica.

Lyseria arrugó la frente con confusión. “¿Eh?”

Mientras tanto, al otro lado de la piscina, los dos Reyes Demonio supervisaban su batalla.

“Hmm, tu sirviente es bastante buena, Leo”. Comentó Veira, aparentemente impresionada.

Leonis asintió con orgullo. “Hmph. Por supuesto que lo es”.

“Parece que Veira, el Rey Demonio Dragón, fue consumido por los Void y destruido”.

“Entonces eso simplemente significa que no era un recipiente adecuado para la diosa”.

La risa de un hombre viejo y arrugado llenó la catedral. Las llamas de las velas colocadas a lo largo de las paredes oscilaban de forma extraña, proyectando sombras sobre una mesa redonda de cristal negro.

Era una sala del Castillo del Otro Mundo, que existía en el intersticio entre los mundos.

“A decir verdad, que los humanos desenterraran a Veira Greater Dragon fue algo inesperado”. Un joven de cabello blanco y rasgos claros, vestido con traje sacerdotal, estaba sentado frente al anciano. Meneaba la cabeza con el ceño fruncido. “Si hubiera despertado en una forma completa, podría haber servido como un recipiente digno”.

“Realmente fue una situación irregular, por decir lo menos, Lord Nefakess”. El anciano estuvo de acuerdo. Su cabeza calva era extrañamente alargada. Se trataba de Zemein Vairel. Hace mil años, había servido como hechicero no muerto al servicio del Rey No Muerto. “Según la predicción de la diosa, hay cinco Reyes Demonio más que revivir”. Dijo Zemein. “Debemos buscarlos y despertarlos personalmente, antes de que lo haga la humanidad”.

Nefakess asintió. “Así es. Pero aún no sabemos dónde están más de la mitad de ellos. Además, el Rey Demonio de los Mares está en el fondo de una gran fosa, y el Rey Demonio de la Ira fue consumido por el Maestro Espadachín de los Seis Héroes”.

“Lo que significa que debemos revivir a mi maestro, que dormita en Necrozoa”. Concluyó Zemein, con una oscura risa graznante surgiendo de su garganta. “El héroe caído que se convirtió en el más grande de los Reyes Demonio… Leonis Death Magnus”.

“El Rey No Muerto. Sí, él debería ser un recipiente perfecto. Era uno de los pocos que podía igualar a mi maestro, Azra-Ael, en su profundo afecto por la diosa. Sin embargo…” Nefakess se pasó uno de sus refinados dedos por los labios. “Necesitaremos un número considerable de Espadas Demoníacas para despertar con éxito al Rey No Muerto”.

El sacrificio requerido para despertar a un Rey Demonio era una colección de Espadas Demoníacas, transformadas de Espadas Sagradas. Reunirlas era bastante difícil. El plan para reunir Espadas Demoníacas usando el Hyperion había fallado, y además de eso, habían desperdiciado un gran número de ellas reviviendo a la Santa de los Seis Héroes.

“Puede que tenga algo que pueda ayudar con eso”. Zemein sacudió el dobladillo de su túnica. Un momento después, una sombra negra con forma de hada apareció en su mano.

“¿Qué es?” Preguntó Nefakess.

“Un Elemental Artificial que he creado”.

El hada giró y bailó sobre la palma de Zemein.

“Elemental Artificial… La tecnología mágica altamente avanzada concedida a la humanidad por la diosa, ¿cierto?” Preguntó Nefakess.

“Efectivamente. A este, Seraphim, le fue implantado con éxito un fragmento de la diosa. Al utilizar el Astral Garden, hace contacto momentáneamente con un Espadachín Sagrado y lo conecta con la voz y la visión futura de la diosa”.

“Ya veo. Y eso hace que una Espada Sagrada se invierta”. Nefakess asintió, como si estuviera satisfecho con la explicación.

“Eso no es todo. Ya he ideado un plan para producir un gran número de Espadas Demoníacas”. Dijo Zemein. “Según parece, una ciudad humana repleta de Espadas Sagradas para invertir ha atracado cerca de Necrozoa, donde Leonis-sama duerme”.

“El Séptimo Assault Garden. ¿Qué planea hacer?”

“Tendrá que esperar a ver cómo se desarrolla mi plan, Lord Nefakess”. Zemein respondió con una sonrisa viciosa. “No voy a tropezar en el mismo obstáculo que usted con la Santa y el Rey Demonio Dragón”.

“Estoy fuera de toda expectativa, Sir Zemein”. Afirmó Nefakess con una sonrisa compuesta. Luego chasqueó los dedos. “Setsura, ven aquí”.

“A sus órdenes”.

Una pequeña sombra surgió de la oscuridad. Era una chica, vestida con el traje blanco de la Orquídea Sakura y con una máscara de color marfil en el rostro. Tenía una larga y brillante cabellera azul que le llegaba hasta la cintura.

“Sir Zemein tiene la intención de visitar Necrozoa. Escóltalo”. Instruyó Nefakess.

“… Entendido”.

“No necesito escolta”. Protestó Zemein encogiéndose de hombros.

“No, nunca se es demasiado precavido”. Nefakess respondió con una mueca, mientras una luz oscura brillaba en sus ojos.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios