Megami no Yuusha wo Taosu Gesu na Houhou (LN)

Volumen 1

Capítulo 5: Sólo Los Perdedores Hablan Tonterías Sobre Los Cobardes

Parte: 4

“¿Podrías explicar tu plan ahora?”, Preguntó Celes, emanando una presión fría y silenciosa como la de una ventisca.

Obligó a Shinichi a sentarse derecho en el suelo de la habitación de la posada.

“Bueno, es un plan para derrotar a la héroe”, respondió.

“Tú ya lo has resumido mucho. Apreciaría más detalles.”

Aunque sus palabras fueron educadas, la expresión de Celes era aguda.

“No creo que nos traicionarás en este punto, pero no puedo evitar preocuparme cuando dices que vas a derrotar a nuestro Rey Demonio, incluso cuando es una mentira”.

“Ah, bien, bueno…”

A pesar de su historial de dureza, Celes le había ayudado bastante, así que Shinichi había asumido que estaría bien si no le daba todos los detalles.

Había razones para que no revelara su plan completo.

“Así que he estado pensando en la estrategia “hazte amigo del héroe para derribarla desde adentro”, pero todavía no la he refinado. Lo estaba guardando para después de que nos volviéramos amigos”, explicó Shinichi.

“¿Tu estrategia es así de simplemente?”

“No, no es eso. Si no conozco su personalidad, no tengo forma de romperla.”

Shinichi buscó las palabras correctas para explicarle a la escéptica Celes.

“En este punto, no tenemos forma de entender cómo resucitan los héroes. Así que no podemos usar la fuerza física para defendernos, lo que significa que nos quedan los ataques psicológicos. ¿Entiendes hasta ahora?”

“Sí, hiciste lo mismo con los otros cinco héroes.”

“Cierto, pero si soy honesto, eso fue pura suerte tonta. No hay garantía de que la misma estrategia vuelva a funcionar”.

Consiguieron uno con su claustrofobia, uno con su miedo a los insectos, otro con un video embarazoso, y los dos últimos con el miedo de ver su grupo destruido. Fue capaz de aplastar las almas de cinco personas y asegurarse de que no volverían a atacar el castillo del Rey, pero Shinichi lo calificó como “buena suerte”. Tal vez esos héroes eran de mente débil.

“¿Estás diciendo que la gente que atacó al Rey era psicológicamente débil?”, Celes entrecerró los ojos, sintiendo que estaba insultando indirectamente a su amo por asociación.

Shinichi asintió sin dudarlo.

“Ellos lo eran. Estoy seguro de que son bastante fuertes si los comparas con una persona normal, pero nunca habían estado en ese tipo de situación antes”.

Beber agua sucia, comer carne podrida, empujar sus cuerpos a seguir adelante sin importar a qué fueran sometidos, matando a sus enemigos, incluso si eso significaba arrancarles la garganta con los dientes: Esos héroes no tenían nada de ese espíritu.

“Me imagino que lo hicieron al principio, pero lo perdieron en cierto momento”, dijo Shinichi.

“Por “un cierto momento”, ¿quieres decir cuando se convirtieron en héroes de la Diosa?”, preguntó Celes.

Shinichi asintió con la cabeza tan ligeramente a Celes, que se apresuró a seguir su pensamiento.

“No importa dónde o cuántas veces mueran, siempre vuelven a la vida en un lugar seguro. Pueden seguir intentándolo, no importa cuántas veces les lleve tener éxito… Incluso la hoja más afilada se oxidará y se aburrirá si se deja empapar en agua tibia.”

Para ser honesto, Shinichi estaba bastante envidioso cuando se enteró de estos héroes y su capacidad de juego para reaparecer.

“Dicen que el fracaso es la clave del éxito. Los humanos aprenden del fracaso y crecen, acercándose al éxito. En mi mundo, si mueres, eso es todo. No hay nada después de eso.”

Si no fallaste, no podrías tener éxito. Pero no había manera de que las personas que han cometido el mayor fracaso —la muerte— hagan uso de sus experiencias. Era ilógico.

“Por ejemplo, si alguien casi se ahoga en el océano, tomaría medidas para no volver a ahogarse, ya sea aprendiendo a nadar o nunca volver a acercarse al agua. Aprenderían y crecerían de alguna manera. Pero si mueres, eso es todo… Es una estupidez. Es irresponsable decírseles a los demás, no tengas miedo de fallar, sólo ve por él, y todo tipo de ideología. Eso…. whoos, lo siento. Me salí del tema.”

“… No hay necesidad de disculparse.”

Celes no lo empujó más, viendo al Sabio Shinichi, normalmente muy relajado, mostrando algunas emociones fuertes. Vio las cicatrices profundas en su alma, heridas que no podían ser curadas, incluso con el milagro de la magia.

“De todos modos, esos cinco eran arrogantes porque sabían que volverían a la vida. Era la razón por la que tenían grietas en su armadura y por qué caían ante amenazas tan pequeñas. Pero eso no garantiza que no haya héroes que puedan soportar cualquier cantidad de tortura, ¿verdad?”

Si ese tipo de personas existieran realmente, los demonios no tendrían forma de hacerles daño. Si los héroes continuaran luchando contra el Rey Demonio, poco a poco se harían más fuertes y lo derrotarían.

Irónicamente, serían capaces de derrotar al Rey Demonio debido a su inmensa fuerza mágica.

“Demostramos con mi cuerpo que es posible aumentar tu poder mágico absorbiendo hechizos”, dijo Shinichi.

“Eso…”, comentó Celes, pero las palabras le fallaron cuando se dio cuenta de su error fatal.

No parecía que los cinco héroes se hubieran vuelto significativamente más fuertes en un corto período de tiempo. Pero así fue como el Rey y Celes lo vieron, y sus percepciones fueron sesgadas por sus propias capacidades mágicas. En realidad, su poder mágico podría haber estado aumentando cada vez tan ligeramente. Afortunadamente, el Rey convocó a Shinichi después de diez días, pero ¿qué habría pasado si continuaran luchando durante un mes? ¿O seis meses?

“Un héroe que no tiene miedo a la muerte, nunca cede a la tortura, luchará hasta el último aliento… Suena como algo de un cuento de hadas. Pero hay gente así incluso en la Tierra: Rudel, Heyhá, Funasaka.”

“¿Eran humanos?”

“Algunas personas dicen que eran diablos, espíritus o demonios, pero eran humanos. Probablemente….”

Si despegaste las capas de la historia, definitivamente había personas que parecían usar códigos de trucos de la vida real. Qué aterrador.

Pero en este mundo, su civilización era similar a la Edad Media, con un poco de magia. Si sus niveles de población también fueran similares, no habría ni un billón de humanos en este mundo. Cuanto menor sea la población total, menor será la probabilidad de que nazca una persona extraordinaria. Y si pensaste en el tamaño de este mundo y la probabilidad de que alguien prodigioso en este continente escuchara rumores sobre otro país y viniera hasta el castillo del Rey para atacar… era casi tan probable como recibir un golpe directo en la cabeza con un meteorito.

“Nos hemos desviado de nuevo. Es bastante probable que nos encontremos con un héroe con una voluntad razonablemente fuerte. Con toda honestidad, Arian parece bastante fuerte”.

“Eso es cierto.”

La chica era una bola de buen humor con un fuerte sentido de la justicia.

Si a esto le añadimos que luchó sola antes de convertirse en un héroe.

No era muy fanática de su cuerpo inmortal, y había demostrado que tenía agallas y una buena comprensión de la realidad. Si le hicieran la misma tortura psicológica que habían usado en el caballero y su grupo, probablemente ella simplemente volvería a crecer.

“Ese tipo de persona no cederá ante el dolor o el miedo. Entonces, ¿qué puedes hacer? La respuesta es ser atractivo para su buena naturaleza y persuadirla.”

“… ¿Qué?”

Celes inclinó la cabeza hacia un lado en confusión mientras Shinichi sonreía, su expresión estaba lejos de la buena naturaleza a la que acababa de hacer referencia.

“Tal como dije. La convenceremos de que está mal atacar a los demonios y persuadirla para que se detenga”.

“Pero hemos estado luchando contra los humanos expresamente porque hablar no tiene sentido y ha fracasado en el pasado”.

“Sí, no ha funcionado hasta ahora, y fracasó con el rey del Reino Jabalí. Pero es por eso que me estoy acercando a Arian, para asegurarme de que funcione esta vez”.

“….”

Celes no hizo más preguntas. Su cerebro estaba a punto de reventar en confusión. A pesar de que Celes y Rino eran inteligentes, todavía no entendían las costumbres humanas. Debe haber sido un concepto difícil para las personas que piensan que persuadir se hace a los puñetazos.

“Celes, ¿sabes que es lo más importante y necesario para persuadir a alguien?”, Preguntó Shinichi.

“… No tengo ni idea”, respondió Celes.

“Es simple. La respuesta es que esa persona necesita gustarle”.

No era la exactitud de su argumento o la solidez de su explicación, sino tener una buena relación con la otra persona para que siempre prestaran una oreja, independientemente de lo que estuviera preguntando.

“No importa cómo se explique algo, los humanos piensan que sus amigos tienen razón y que sus enemigos están equivocados. A quién les gusta o no les gusta, con quién se sienten cómodos o incómodos, deciden el bien y el mal en función de sus emociones”.

Por supuesto, hubo algunas personas que examinaron con calma y objetividad la información para hacer una llamada de juicio. Aunque Shinichi sólo había hablado con él brevemente, el rey del Reino Jabalí parecía un intelectual. Tal vez por falta de ambición, había perdido su autoridad ante el obispo de la diosa, quien tomó todas sus decisiones basadas en su fe.

“De la misma manera que le explicamos al rey, podemos explicarle a Arian: Los demonios no tienen ningún deseo de luchar. Sólo actúan en defensa propia. Una resolución pacífica sigue siendo posible”.

Arian era honesta con un fuerte sentido de la justicia. Además del dueño de la taberna, mucha gente le había dicho esto. Su sentido de equidad era la razón por la que trataba de proteger a la humanidad luchando contra los demonios. Pero, ¿qué haría si se enterara de que los demonios eran realmente buenos y los humanos tuvieran la culpa?

Probablemente se disculparía con su honestidad natural y buscaría una manera de poner fin al conflicto por el bien de la justicia. Pero en este momento, ella estaba envuelta en su inquebrantable creencia de que los demonios eran todos malévolos.

“Básicamente soy un extraño para ella. ¿Crees que me creería si me acercase a ella y le dijera: Oye, los demonios son realmente buenos? No hay manera. Pero, ¿qué pasaría si superamos las dificultades juntos y si nuestra relación se fortaleciera? ¿Qué tal si nos convertimos en amigos cercanos o incluso amantes?”

¿Es realmente la verdad esta pelea?

¿Los demonios son realmente tan malvados?

Mientras le dicen esto y ella comienza a tener dudas, podrían empujar la idea con un poco de rendimiento. Por ejemplo, ¿qué pasaría si Shinichi cayera por una cascada y Arian lo encontrara siendo atendido por una amable chica demoníaca?

“Rino podría trabajar para ese papel. Es la hija del Rey Demonio y una buena chica”.

Las dos chicas honestas seguramente simpatizarían entre sí.

“Así que su única esperanza, la héroe en la que confiaron, aprenderá la verdad y volverá para sugerir una solución pacífica con los demonios. Me pregunto qué pensaría el obispo cuando eso suceda, ja-ja-ja.”

El obispo Hube era sin duda un fuerte usuario mágico, pero eso es sólo si lo estaba comparando con otros humanos. No era rival para Celes ni para el Rey. Como obispo, también se especializó en hechizos de sanación y apoyo, no en hechizos de ataque.

En pocas palabras, no había manera de que fuera un rival para el Rey Demonio. Probablemente lo sabía, por eso envió a Arian a luchar en su lugar.

Independientemente del resultado final, sería bastante interesante si dejara de luchar y forjara una relación con los demonios.

“¿Harán las paces con los demonios según lo solicite su héroe? Si eso sucede, las enseñanzas de la Diosa perderían toda credibilidad, y el número de seguidores sería conducido al suelo”.

Este fue el mejor resultado: La lucha entre los demonios y los humanos se detendría, y la molesta iglesia perdería su fuerza.

“¿O ahuyentarán a la héroe como hereje, a pesar de que ha demostrado sus habilidades y es una figura pública? Si lo hacen, la gente podría volverse más desconfiada de la iglesia, y lo que es más importante, perderían su única estrategia para derrotar a los demonios”.

En este resultado, la fuerza de la iglesia se dañaría seriamente, dando a los demonios una ventaja en cualquier negociación o batalla futura.

“Estarían balanceándose en una cuerda floja. No importa de qué manera caigan, terminarán en el infierno. Ha-ha-ha, no puedo esperar.”

“Estás retorcido”, dijo Celes, llevando su cara habitual, pero asintiendo con la cabeza en admiración.

Arian era la carta de triunfo del Reino Jabalí, y del obispo Hube. Al mismo tiempo, ella era su talón de Aquiles.

“Es lo mismo en un juego de shogi. La torre es tan poderosa que estás en una posición bastante mala si la envías y el enemigo la captura. Me encanta ver la expresión en la cara de alguien cuando te tienen en jaque y piensan que están a punto de ganar, pero giras las mesas, ¡y pierden! ¡Sí, nada sabe mejor que eso!”

“Estás enfermo y retorcido hasta el fondo de tu alma”, dijo Celes decididamente, a pesar de no entender nada sobre su referencia al shogi.

Se dio cuenta de algo.

“Así que vas a construir una relación con esa Arian, ¿verdad?”, Preguntó.

“Sí, voy a hacer que yo le guste, y luego voy a persuadirla.”

“En otras palabras, estás hablando de manipular y lavar el cerebro de una joven pura e inocente”.

“……”

Shinichi no respondió, evitando sus ojos.

“… ¡Engañando a una virgen y haciéndola tu esclava sexual! Despreciable.”

“¡¿He sido nivelado de enfermo a despreciable?! Pero…. usar métodos

sexuales….”

“……. No es lo que querías decir. ¿Pero estabas pensando que sería

efectivo hacerlo?”

“……”

Shinichi giro la cara hacia otro lado.

“Deberías dejar que te elimine. Por la amenaza que representas para todas las mujeres, independientemente de su raza, especie, o credo…”

“¿Ni siquiera vas a pedir permiso primero? Espera, no haré nada obsceno…”

“Por favor, espere un momento. Te haré prometerlo con un hechizo.”

“¡¿Realmente no confías en mí?!”

Estos eran los dos agentes que habían entrado con éxito en una relación con una héroe, pero sus disputas internas continuarían hasta el amanecer.