Death March kara Hajimaru Isekai Kyusoukyoku (NL)

Volumen 16

Capítulo 3: Maquinaciones de Medianoche

“Aquí Satou. Creo que las conspiraciones suelen tener lugar por la noche. Si está lo suficientemente oscuro como para que ninguna de las partes pueda ver las caras de los demás, el ambiente es aún mejor.”

“Buenas noches, Su Majestad.”

Después de la improvisada fiesta de tempura con los nobles gastrónomos, comprobé mi mapa y descubrí que el rey y el primer ministro seguían trabajando, incluso después del segundo ciclo de la noche. Decidí visitarlos con un pequeño informe y una disculpa.

“¡Es el gran rey ances—, es decir, Nanashi el Héroe!”

Como siempre, el rey parecía pensar que yo, o al menos Nanashi el Héroe, era realmente el rey ancestral Yamato.

“¿Sir Nanashi? Ooh, rey ances—erm, ¡Sir Nanashi!”

También en la sala, el primer ministro y miembro de los Ocho Espadachines de Shiga, Sir Juleburg, se inclinó hacia mí junto con el rey. A juzgar por los papeles que había sobre el escritorio, parecían estar discutiendo sobre los candidatos a los Ocho Espadachines de Shiga.

“Por favor, levanten la cabeza.”

En ese momento, el rey y el primer ministro levantaron la vista y me invitaron a tomar asiento en el sofá del despacho.

“Siento interrumpir mientras estás trabajando.”

“¡Para nada, siempre eres más que bienvenido!” Respondió el rey con entusiasmo. “¿Qué estabas haciendo?” Pregunté.

“Revisando el papeleo de los futuros miembros de los Ocho Espadachines de Shiga.” El rey me mostró los documentos mencionados.

Me fijé en mi nombre escrito en una de las más o menos quince hojas de papel. La columna de recomendadores comenzaba con los nombres de Lady Helmina, la usuaria de pistolas de los Ocho Espadachines de Shiga, así como el Duque Ougoch y algunos otros nobles de la antigua capital, el virrey de Ciudad Laberinto Celivera, el General Erthal del ejército del laberinto, y bastantes otros.

“Este candidato acaba de cumplir la mayoría de edad, pero parece tener una habilidad y un valor considerables. Según Lady Helmina, la que lo recomendó, se entrenó mucho en el laberinto y subió mucho su nivel en muy poco tiempo.”

Como había cambiado mi nivel público en la columna de las redes sociales entre mi primer y mi último encuentro con Lady Helmina, ella parecía haberse hecho una idea equivocada.

“¿Eh, es eso cierto?”

Di un gruñido indiferente a la explicación de Sir Juleburg y hojeé el resto de los papeles.

La mayoría de ellos eran de nivel 45 o superior. La mayoría eran Caballeros Sagrados, aunque también había muchos caballeros reales y de otros territorios. Incluso vi algunos caballeros vagabundos y de otros reinos.

Los únicos exploradores del laberinto parecíamos ser el Noble Escarlata, el Baronet Jelil y yo.

“¿No crees que estos chicos encajarían mejor en los Ocho Espadachines de Shiga que un chico sin apenas experiencia?”

Intenté presionar por el Baronet Jelil y un usuario de katana de nivel 50 con el apodo de “Espada de Viento”.

Ambos eran nobles del Reino de Shiga con historias respetables. “Si eso es lo que siente, señor Nanashi…”

“Sí, la experiencia es importante.”

El rey y el primer ministro estuvieron de acuerdo conmigo, pero Sir Juleburg se opuso rápidamente.

“Espere un momento. El rasgo más importante de los Ocho Espadachines de Shiga es la fuerza. Puede que a Sir Pendragon le falte experiencia, pero tiene potencial para hacerse aún más fuerte con el entrenamiento. Creo que será un espadachín importante para el Reino de Shiga antes o…”

“Estás abogando mucho por Pen-Pen, ¿eh?” Interrumpí bromeando. Todos esos elogios estaban haciendo que me picara.

“Sir Juleburg, ¿es su deseo hacer a Sir Pendragon miembro de los Ocho Espadachines de Shiga?” Preguntó el primer ministro.

“No soy capaz de afirmar tal cosa.” Sir Juleburg negó con la cabeza. “Sin embargo, es uno de los pocos elegidos con los que me gustaría entrenar para comprobar su habilidad.”

Uf, así que no iba a insistir en que me uniera.

Si me toca hacer de sparring con él, me aseguraré de perder espectacularmente.

“¿Ah, sí? Buena suerte con eso.”

Intenté fingir desinterés, tratando de cambiar el tema a la razón por la que había venido.

Aunque Sir Juleburg no pareció darse cuenta, el rey y el primer ministro captaron mi indirecta y dieron por terminado el tema de los Ocho Espadachines de Shiga.

“He oído que la aeronave que te di hizo un aterrizaje de emergencia…” “Lo siento mucho, señor Nanashi.”

“Perdimos la aeronave tan pronto después de que nos la regalaras…”

Antes de que pudiera disculparme por el incidente de la aeronave, el rey y el primer ministro me pidieron disculpas en su lugar.

“No te preocupes por eso. Yo mismo he venido a disculparme por ello.”

Intenté evitar que se golpearan la cabeza contra el escritorio en señal de disculpa y les expliqué por qué había venido.

“… ¿Disculparse, señor Nanashi? ¿Pero por qué?”

“Sí, vine a echar un vistazo cuando me enteré de que la aeronave se había estrellado. Parece que estaba tan preocupado por la eficiencia que no tomé suficientes precauciones de seguridad en caso de problemas.”

Añadir más Hornos Mágicos habría sido imposible sin afectar a la capacidad de carga, pero al menos debería haber añadido unos pequeños motores de poder aéreo con un sistema de almacenamiento de magia tipo batería en caso de emergencia.

“¡No, no es culpa suya, señor Nanashi! El capitán de la aeronave también lo dijo. La aeronave fue atacada por innumerables monstruos voladores, y otros monstruos incluso causaron destrozos en la sala de máquinas, y sin embargo la aeronave no se deshizo en el aire, los Hornos Mágicos no explotaron, y los motores de poder aéreo no dejaron de funcionar hasta justo antes del aterrizaje de emergencia.”

“Señor Nanashi, es como dice el primer ministro. Sería absurdo pedir algo más.” “¿De verdad?”

“¡Claro que sí!”

Suponía que podían tener razón, ya que no era una aeronave militar, pero aun así quería añadir un poco más de elementos de seguridad, si era posible.

“¿Entonces no necesitan esto?”

Levanté los nuevos planos de la aeronave que había dibujado a la luz de los últimos acontecimientos.

“¿Planos?”

“Sí, he añadido seis motores más pequeños para que pueda aterrizar con seguridad incluso si los motores principales fallan.”

Había hecho estos motores más pequeños con el objetivo específico de crear más flotabilidad de lo habitual en un corto período de tiempo, en lugar de una cantidad constante pero menor durante un largo período de tiempo.

La aeronave transportaría un 20% menos de pasajeros que el modelo anterior, pero seguía teniendo una mayor capacidad de carga que las aeronaves que ya estaban en uso en el Reino de Shiga.

“No te preocupes, te daré gratis las piezas adicionales que acompañan a los grandes motores de poder aéreo.”

Los dirigentes insistieron en que pagarían, pero me negué a aceptar, pensando en la renovación de la aeronave como si fuera una retirada o un mantenimiento. Además, los había preparado con algunas piezas de repuesto que tenía por ahí.

“Por cierto, ¿por qué cayó la aeronave?”

Parecía una especie de lucha interna dentro de la familia del Duque Vistall, pero no conocía todos los detalles, así que pensé en preguntar.

“Me avergüenzo de cómo se refleja en mí como rey, pero…”

Con ese prefacio apologético, el rey y el primer ministro me dieron la información que tenían.

Evidentemente, fue el hijo repudiado del Duque Vistall el que intentó asesinarlo en la aeronave. La razón oficial que se dio para el repudio fue que era “incapaz de ser duque”, aunque ni siquiera el rey conocía los verdaderos detalles.

“Huh, así que era un asunto de la familia Vistall…”

Como la aeronave se había perdido por una pelea familiar sobre la herencia, el Duque Vistall debía pagar una multa que incluía el coste de la reconstrucción de la aeronave. Eso me pareció bastante razonable.

“¿Sabes por qué atacaron la aeronave?”

Tenía curiosidad por saber por qué eligieron hacer su jugada en el territorio del rey en lugar de en su propio terreno. Si su objetivo era el asesinato, ¿no habría sido más eficiente utilizar métodos estándar, como matarlo mientras duerme o envenenar su comida?

“Dicen que matar a un señor en su propio territorio es tan difícil como cazar un dragón.”

Ah, eso tiene sentido.

Las palabras del primer ministro me recordaron que sería difícil matar a un señor en casa cuando podía utilizar el gran poder del núcleo de la ciudad.

“Primer Ministro, seguramente Sir Nanashi lo sabía.” Reprendió el rey. “Claro, por supuesto. Por favor, eche un vistazo a esto, señor Nanashi.”

El primer ministro sacó dos objetos envueltos en una tela azul: un aparato roto de algún tipo y un gran objeto en forma de tornillo.

“Se encontraron implantados en los malhechores y monstruos que atacaron la aeronave.”

El primero me resultaba familiar. Era un Corazón Demoníaco, la desagradable herramienta mágica que estaba incrustada en los terroristas que trabajaban dentro de la aeronave.

“¿Qué es esto?” Señalé el Corazón Demoníaco sobre la mesa. “¿Sabes lo que hace?”

“Estoy seguro de que lo sabes, rey ance —err, Sir Nanashi— pero es un objeto llamado Corazón Demoníaco que fue fabricado en el antiguo Imperio Flue durante las etapas finales de su guerra con el Imperio Orco. Es una herramienta asquerosa y maldita que contiene el corazón cristalizado de un demonio.”

Hay muchos casos de naciones que pierden su sentido de la ética en la guerra, pero éste parecía especialmente malvado.

“Una vez equipado, proporciona continuamente al usuario un efecto similar al de las pociones demoníacas, y no se puede eliminar hasta que el usuario muera. Al igual que una poción demoníaca, hace que el usuario pierda gradualmente su humanidad; el único final posible es que el usuario se transfigure más allá de la recuperación o se convierta en un monstruo, o eso dicen.”

En cualquier caso, no había ejemplos de nadie que sobreviviera más de medio mes después de haber sido equipado con uno.

Además, me enteré de que los tentáculos no eran una función normal del Corazón Demoníaco, sino más bien una irregularidad causada por el dispositivo que entraba en funcionamiento.

El rey y el primer ministro están investigando actualmente cómo los terroristas los han adquirido.

“¿Y esto?”

Tras solicitar el permiso del primer ministro, tomé el tornillo y lo miré con detalle.

Era un tornillo aplastado del tamaño de una botella de plástico de dos litros, con unos patrones desconocidos de circuitos mágicos grabados en las ranuras.

“Qué patrón tan extraño. Supongo que es una herramienta mágica, pero nunca había visto una así.”

“Según el laboratorio de investigación real, es una especie de collar de esclavitud, que se utiliza para tomar por la fuerza el control de monstruos salvajes que normalmente no pueden ser domesticados.”

“Oh, wow.”

Así fue como consiguieron controlar a monstruos fuertes como el ciempiés de muchas alas.

No pude saber, por la información del AR o por los resultados de mi habilidad “Analizar”, dónde se había fabricado el artículo.

“¿Es un arma militar?”

“Sí, hay rumores de que los domadores de monstruos del Imperio de Hombres Comadreja en la parte oriental del continente los utilizan.”

El primer ministro añadió que los hombres comadreja utilizaban estos tornillos y gólems especiales de un solo jinete para atacar y devastar los países circundantes, que posteriormente pasaron de ser pequeños dominios a imperios dominantes.

“¿Eso significa que el Imperio de Hombres Comadreja estaba detrás de este asunto de la rebelión?”

“Sí. Creemos que estaban tratando de causar el caos desde atrás.”

El primer ministro añadió que el Imperio de Hombres Comadreja probablemente estaba tratando de obstaculizar la capacidad de injerencia del Reino de Shiga antes de atacar a los países más pequeños del este.

“¿Una guerra, eh…?”

Supongo que tienen guerra incluso en un mundo de fantasía.

No parecían estar tan centrados en las guerras entre naciones como la Tierra, ya que este mundo tenía la amenaza de los monstruos y la ayuda de las zonas de amortiguación infestadas de monstruos, pero evidentemente seguían teniendo conflictos militares.

“Como rey, me avergüenzo de no haber logrado aún la paz eterna que el rey ancestral intentó crear.”

Vaya, no sabía que tus objetivos eran tan elevados…

“No hay nada de qué avergonzarse, Su Majestad. Sólo tienes que hacer lo mejor que puedas.”

Yo también preferiría no tener guerras, pero no sería bueno que el rey estuviera tan preocupado por esos ideales que se distrajera.

“Grabaré tu directiva en mi corazón y trabajaré hasta los huesos, oh Rey Ancestral.” “No es necesario ir tan lejos. Además, no soy el rey ancestral.”

“Sí, por supuesto, lo sé.”

Puedo decir por tu cara que no.

“¿Va a enviar fuerzas de castigo al Ducado de Vistall?”

Como todos los señores feudales estaban reunidos en la capital real en este momento, no quería que me convocaran para hacer algo así, de ahí la pregunta.

“… Sí, planeamos enviar el Tercer o Quinto Regimiento de Caballeros, ya que pueden ser enviados de inmediato.”

“Sé que va en contra de sus preferencias, Sir Nanashi, pero ya que el propio Duque Vistall lo solicitó, me temo que no puedo negarme…”

Al darse cuenta de que no me gustaba la guerra, el primer ministro y el rey respondieron a regañadientes.

Por ahora, sólo estaba aliviado de no tener que hacer nada como vasallo del Barón Muno. “No, lo entiendo. ¿También irán los Ocho de Shiga?”

“No tenemos planes de hacerlo.” Dijo sin rodeos Sir Juleburg. “Existimos como las espadas del Reino de Shiga para proteger la tierra sólo de las mayores amenazas.”

Uf. En ese caso los candidatos a espadachines de Shiga probablemente no serán alistados.

“El Duque Vistall ha solicitado que Sir Gouen también sea enviado.” “Ah, claro. La familia de Gouen es vasalla del duque…”

Sir Juleburg hizo una mueca ante las palabras del primer ministro.

A juzgar por el contexto, el señor Gouen debe ser uno de los Ocho Espadachines de Shiga.

“Va en contra de los ideales de los Ocho de Shiga, pero si el propio Sir Gouen desea participar por su fuerte lealtad al Duque Vistall, no sería correcto impedírselo.” Señaló el primer ministro.

Supongo que no había ninguna norma que estableciera que no podían participar en una guerra civil.

Ahora que la conversación había derivado hacia asuntos privados, decidí apartarme del camino del rey y compañía. Ya me había quedado más tiempo del previsto.

“Será mejor que me vaya, Su Majestad.” Me levanté del sofá. “Hasta luego.”

Con un gesto casual, salté por la ventana, y luego usé Retorno en el aire para teletransportarme de vuelta a la mansión del Barón Muno.

***

“Bienvenido, Amo.”

Arisa se sentó en la cama y me saludó en voz baja.

Las orejas de Tama se agitaron, pero en lugar de despertarse se limitó a enterrar la cara en Pochi.

“Remover el Sensor de Campo.”

Después de usar un hechizo en silencio, Arisa me dio una taza de su Caja de Objetos. “Parece que has tenido un largo día. ¿Por qué no dejas de ser un adicto al trabajo y te

tomas un trago de esto y duermes?”

Acepté la taza, que olía caliente y dulce. Parecía ser leche azucarada. “Ahora, duérmete en los brazos de la Santa Madre Arisa…”

A mitad de su condena, Nana volvió del baño, capturó a Arisa y la arrastró a la cama.

Se suponía que Nana iba a dormir con sus hermanas, pero debió de venir aquí mientras estaba medio dormida. Normalmente utilizaba a Mia como almohada para abrazarla; quizá había confundido a Arisa con Mia.

Una vez que me he bebido el contenido de la taza y la he guardado, me he deslizado también por el borde de la cama.

“Buenas noches, Arisa.”

Mientras Arisa luchaba por no asfixiarse por la presión del pecho de Nana contra ella, yo me quedaba dormido en cuanto cerraba los ojos.

Supongo que estaba más cansado de lo que pensaba.