Tatoeba Last Dungeon Mae no Mura no Shōnen ga Joban no Machi de Kurasu Yō na Monogatari (NL)

Volumen 8

Capítulo 1: Un Choque Reavivado — Supongamos Que Dos Rivales Por La Mano De Una Niña Terminaron En La Misma Reunión

Parte 1

“¿Entonces? ¿Qué es?”

En el vestíbulo del laboratorio…

El sol estaba más alto en el cielo y había más gente entrando y saliendo de las instalaciones. Seta había ido a la hielera por un poco de agua y se la llevó a Ishikura.

“¿Que es qué?” Los ojos de Ishikura brillaron.

Seta ciertamente encontró eso desalentador, pero hizo como un reportero de chismes persiguiendo un desliz de lengua. “No me des eso. ¡Empezaste a decir algo antes! Tu opinión personal sobre lo del meteorito.”

“¿No deberías estar tomando una siesta? ¿Ponerte en forma para la reunión de esta tarde?”

“¿Cómo puedo dormir ahora? Es como leer una novela en la cama, pero no puedo encontrar un buen punto de parada. ¡No me deje dando vueltas, director!”

“¡Podrías ahorrarte este dolor quedándote en casa! ¡No más cabarets!”.

Seta negó con la cabeza, como si el cabaret fuera una misión de Dios.

“¡Cualquier cosa menos eso, Director! ¡No puedo darles la espalda ahora! ¡Tony está detrás de la misma chica que yo! Llegó el otro día y dijo: ‘¡Nos compré el Dom Pérignon, bebé!’ ¿Cómo se supone que me quedaré en casa después de escuchar eso?”

“…………………”

“¡Se rumorea que ella podría hornearte galletas! Quiero decir, estoy seguro de que es solo para animarnos, ¡pero…!”

“…………”

El silencio sepulcral de Ishikura claramente lo estaba poniendo incómodo, y Seta estaba empezando a echar espuma por la boca.

“¡No me des esa mirada! ¡Tiene un hermano enfermo! Ella no quería el Dom Pérignon de Tony; ¡No tuvo más remedio que aceptarlo por el bien de su hermano! ¡Estoy seguro! ¡Principalmente! ¡Le rompió el corazón! ¡Quiero decir, ella dijo que me ama, así que…!”

“…………………”

“¡Yo—yo veo la piedad en tus ojos! ¿Para ella, supongo? ¡Esa pobre chica trabajando hasta los huesos por su hermano enfermo!”

“… No, eres tú de quien me compadezco”.

Pocas cosas más patéticas que un hombre engañado (anzuelo, sedal y plomo) por la primera estafa que le vino a la mente cuando pensó en el entretenimiento nocturno.

“¡Pero basta de mí! ¿Qué estabas a punto de decir?

“Por el amor de Dios”, murmuró Ishikura, como un padre al que molestan para que lea un libro ilustrado en voz alta. “Una vez más, esta es una preocupación personal. No lo difundas”.

“¡Mis labios están sellados! No te preocupes.” Seta levantó un pulgar hacia arriba, lo que le valió un suspiro de exasperación.

“Es solo un sentimiento”, comenzó Ishikura. “Me preocupa que lo de los meteoritos no se trate de metales raros, sino del acto mismo de invocar meteoritos”.

“Eh… ¿para qué?” Seta se desplomó como si el viento hubiera dejado sus velas. Claramente se había preparado para algo mucho más jugoso.

“¿Es tan difícil de entender?” Ishikura se quejó. “Ciertamente, si estos meteoros aumentan nuestro suministro de metales raros, eso solo sería un recurso valioso. Ayudaría a transformar este pequeño país en desarrollo en una superpotencia energética”.

“Correcto, y ayudar a prevenir el calentamiento global”.

Ishikura dudó en decir la siguiente parte. “Sin embargo, si no obtenemos metales raros y descubrimos que son solo rocas… bueno, eso aún puede generar ganancias”.

“¿Cómo? Son rocas.

El director se mantuvo atento a su entorno, eligiendo sus palabras con cuidado. Se inclinó sobre la mesa como si estuviera compartiendo un secreto. “Piénsalo. Podemos hacer que caigan rocas del cielo sin previo aviso. Con más investigación, probablemente podamos determinar la ubicación, la hora y el tamaño”.

Seta tragó saliva, finalmente captando la idea de Ishikura.

“Oh”, dijo. “Si lo pones de esa manera, es un arma que rivaliza con cualquier misil balístico intercontinental”.

Ishikura asintió en silencio. “Un arma que solo nuestro país es capaz de producir. El rendimiento de costos y el impacto ambiental son ambos verdes. Y es un meteoro. Podríamos argumentar que fue solo un desastre natural”.

Seta estaba empezando a sentir que había sido absorbido por una gran conspiración. Nerviosamente se aflojó la corbata.

“Y si otros países sospechan algo y tratan de emitir un juicio… los otros proyectos de investigación pueden encargarse de eso”, continuó Ishikura.

“Restauración biológica y manipulación de probabilidades… ambas ciertamente efectivas en la guerra”.

“Y si derriban las sanciones económicas, los experimentos de lluvia asegurarán nuestro suministro de agua, e incluso estamos investigando cultivos que se pueden cosechar mensualmente”.

“Si podemos cosechar trigo y soja una vez al mes, podemos sobrevivir incluso aislados del resto del mundo. La investigación destinada a acabar con el hambre en el mundo también puede…”

“Sean contramedidas si el mundo se vuelve contra nosotros”.

Seta se recostó contra el sofá, riendo. “Ha-ha-ha, algunas teorías locas, seguro. Pero, ¿realmente creemos que el presidente está pensando en el futuro?”

“Bueno, admito que estoy siendo un poco paranoico… No me delates, ¿de acuerdo? Ninguno de nosotros recibirá una disculpa por escrito”.

“No lo haré; Te lo prometo… ¡Cielos, me diste un susto! Ahora nunca dormiré.”

“Inténtalo… Esperemos que solo sean mis nervios los que hablan”, murmuró.

El tráfico peatonal en el vestíbulo aumentaba constantemente. Su susurro fue ahogado por el estruendo.

El Dominio Ascórbico: un río en el territorio del clan Kyounin.

El agua clara que fluía desde las Montañas Sagradas brillaba a la luz del sol.

Los cadetes de Azami estaban de pie en la orilla, blandiendo espadas de práctica de madera.

El tercer día de su entrenamiento. Lloyd había dejado volar una de esas espadas y destruyó una montaña emblemática; Phyllo había cortado accidentalmente un hermoso matorral de bambú; un cuarentón semidesnudo llamado Tiger los había asaltado; y una de las chicas había perdido la cabeza y casi había destruido todo el complejo del templo. Pero lo habían superado todo, y las miradas en sus rostros eran nuevamente robustas, posiblemente.

Con ellos alrededor, el clan Kyounin dominaría el Rito de la Montaña Sagrada, asegurando la posición de Anzu como líder del Dominio por otros cuatro años. ¡Buen trabajo, Anzu!

“Tengo que verlo de esa manera, o estaré demasiado triste para continuar…”

Sí, en su mayoría eran ilusiones. Anzu había visto atracciones turísticas, su propia base y su propia mente al borde del colapso.

Sus propios estudiantes habían sido envenenados, y ella trajo a Lloyd y a los otros cadetes para ayudar a ganar, pero demostraron ser cañones sueltos incontrolables, reduciéndola a un desastre desafortunado. Si ella también perdía el trono, entonces todo sería en vano.

“Tengo que proteger eso a toda costa. Tengo que proteger los secretos de ese santuario. Lo que significa que tengo que concentrarme en este entrenamiento. Correcto. ¡Bien! ¡Tus swings están mejorando!”

El elogio era importante. Anzu siguió de cerca su progreso, gritando aliento.

Después de un rato, Riho hizo una pausa y levantó una mano. “Um, ¿Lady Anzu…?” ella dijo.

“¿Qué pasa, Riho? ¿Cansada ya?”

“No es eso, no. Es solo que…” Ella buscó la palabra correcta.

“No, Riho. No puedes descuidar tus fundamentos. La clave del entrenamiento es poner los pies en el suelo y disfrutar del suelo”.

“Oh, lo sé. Pero, eh, ¿cuando dices suelo…? Riho hizo una mueca, luego miró hacia el cielo.

“¡Ven ahora! Tienes ese viento envuelto a tu alrededor, pero si no puedes controlarlo a esta altitud, ¡no significa nada!”

“¡Sí, Satán! ¡Hahhhh!”

¡Bam, bam, bam! ¡Pow! ¡Thwack! (Y otros ruidos de batalla en el aire).

“¡El combate aéreo viene de todas las direcciones! ¡Golpes de cualquier curso! ¡No hay arriba y abajo! ¿Sabes lo que eso significa, Lloyd? ¡Tienes que ser consciente de tu esencia!”

¡Shshsh! ¡Snap! ¡Shpp! ¡Bash! (Sonidos de Lloyd recibiendo golpes de todas direcciones.)

“¡Aprovecha el aire libre, varía tu velocidad y ataca! ¿Puedes seguirme el ritmo?

“¡Lo intentaré! ¡Hahhhh!”

¡Vrooooom! (Ruidos cuando Satán y Lloyd vuelan como aviones de combate aéreo.)

Apartando los ojos de la vista de arriba, Riho trató de hablar con Anzu nuevamente. “Con ellos volando, es realmente difícil concentrarse en el entrenamiento”.

“¿Mmm? No sé de qué estás hablando, Riho. ¡No puedo ver nada!” ¡Ka-piiiiiiiiiing!

“¡Ese ruido sonaba loco! Como alguien que desencadena un ataque de rayos.”

“No escuché nada”.

Satán y Lloyd tenían los pies muy lejos del suelo, y su combate aéreo fue tan espectacular que Riho no podía dejar de mirar. Selen, Phyllo y Marie también miraban hacia arriba… como si estuvieran en un espectáculo de fuegos artificiales.

Mientras tanto, Anzu se negaba firmemente a levantar la vista por encima de la línea del horizonte. Preservando su ecuanimidad mental negándose rotundamente a permitir que este loco entrenamiento cruzara sus ojos.

Su sonrisa estaba definitivamente en el lado congelado.

Riho lo intentó de nuevo. “Um, Lady An—”

“No veo nada, y no escucho nada. Nadie está entrenando con un señor demonio en los cielos de arriba. ¡Todo lo que está encima de nosotros es una obra de ficción!”

Las palabras comenzaban a salir con un toque de pánico. Su mente no duraría mucho a este ritmo.

“Lo entiendo, pero tal vez es hora de que empieces a procesar la verdad. ¿Mmm?”

Alguien había saltado al fragor de la batalla de arriba.

¡Shhk! Una onda de choque se disparó hacia Satán.

“¡Whoa!”

Apenas pasó por alto su nariz. Miró la fuente.

“… Tan cerca”, siseó Phyllo, con las manos levantadas… y brillando. El nuevo ataque definitivo de Phyllo: ondas de choque generadas por sus golpes de kárate.

“¡¿Filo?!”

“… No es justo que solo el Maestro pueda entrenar”.

Phyllo estaba de mal humor. Los acontecimientos del día anterior habían desterrado sus preocupaciones y sus movimientos eran más agudos que nunca. Tenía hambre de ver qué tan bien podía hacerlo contra un señor demonio. Imagina que acabas de comprar un nuevo movimiento en un juego y no puedes esperar para probarlo.

Al verla incapaz de quedarse de brazos cruzados, Satán la llamó. “¿Dos contra uno? ¡Acepto! Hombre, nunca pensé que estaría arrojando líneas cursis como un personaje de manga…”

El carácter de Satán siguió decayendo; ahora era como un adolescente mayor jugando con los niños del barrio.

“¡Gracias!”, gritaron Lloyd y Phyllo.

Satán aterrizó en la tierra, levantó las manos y movió las muñecas. “Ven a mí”.

Seta estaba muy interesada en esto, al parecer.

Ambos oponentes se lanzaron hacia adelante. ¡Pow! ¡Thwack! ¡Bam, bam, bam!

“Ambos son ridículos. Practicando con un señor demonio…” “Caramba, ¿nadie restaurará la cordura en el mundo?”

Marie y Riho intercambiaron sonrisas. Esta fue la pelea definitiva, el clímax de un manga de batalla, y estaba justo aquí frente a ellos. Anzu, mientras tanto, tenía las manos sobre los oídos y los ojos cerrados. “¡La-la-la! ¡No puedo escucharte!” El elemento del menú secreto del campo de entrenamiento sagrado, “Sesión de práctica con un Señor Demonio”, había resultado demasiado para que el líder del Dominio lo manejara.

Lloyd y Phyllo estaban trabajando juntos a la perfección, golpeando a Satán con un combo increíble.

“¡Aquí voy!”

“………… ¡Mmm!”

La ráfaga implacable vino hacia él desde atrás, adelante, izquierda y derecha.

“¡Oh! ¡Esto es bastante duro…!”

Cuando Satán trató de saltar hacia atrás, las ondas de choque de Phyllo lo persiguieron.

“¡Oh!”

Esto le valió un gruñido real.

“¡Mantén la presión!”

Mientras Satán bloqueaba las ondas de choque, Lloyd salió disparado hacia adelante, envuelto en Aero, cerrando la brecha. Fantástico trabajo en equipo.

Satán estaba sobre sus talones. Incluso un señor demonio debe estar sufriendo, no, estaba sonriendo, mirando a sus estudiantes como un tío viendo cuánto habían crecido su sobrina y su sobrino.

“¡Buen trabajo! Muy bien, ¡te voy a mostrar uno de mis movimientos! Con eso, Satán se dejó caer en su sombra.”

Los ojos de Phyllo se abrieron de par en par y rápidamente examinó su entorno.

“¡Phyllo, a tus pies!” gritó Lloyd.

“……! ¡¿Debajo de mí?!” Phyllo vio una mano que salía de las sombras

debajo de ella.

“¡Hah!” Ella balanceó un puño hacia abajo, pero…

“Eso es una finta”. Satán retiró su mano y salió de las sombras detrás de Lloyd. “¿Pensaste que no iba tras de ti, Lloyd?”

“Oh n— ¡Aghh!”

Satán agarró a Lloyd por la nuca y se lo arrojó a Phyllo. Un tiro alto.

“¡Maestro! ¡¿Nn?!”

Cuando sus ojos se volvieron para seguir a Lloyd… Satán atacó desde las sombras a sus pies.

“¡Ambos son vulnerables a la lucha, ya veo!”

“…… ¡No!”

Cuando Phyllo perdió el equilibrio, Lloyd se desplomó hacia ella…

““¡Gah!””

Y ambos bajaron juntos.

Satán aplaudió como un maestro llamando a la atención. “Bien, es hora de un descanso rápido. Lloyd, estás aprendiendo a usar ese viento. Tu nuevo movimiento se llama oficialmente… Capa de Viento.”

“Viento… ¿qué?” Lloyd parpadeó. Claramente, no había escuchado el nombre antes.

“¡Sí, el nombre perfecto para un movimiento que canaliza la magia del viento para tomar vuelo! ¡Realmente tiene esa sensación de novela ligera!”

“¿Hay novelas ‘ligeras’?”

“Solo asume que significa ‘realmente genial’. Ha-ha-ha. ¡Si dominas Capa de Viento, entonces el último movimiento que practicamos ayer no estará muy lejos!”

“El último… ¡Está bien! ¡Me esforzaré mucho!”

Phyllo todavía estaba atrapada debajo de él. “… Los señores demonio son fuertes”.

“¡Waa, lo siento, Phyllo! ¡Me libraré de ti!”

“…… Mm.” Su cara estaba un poco roja.

“¡No esperaba las ondas de choque de tus manos!” Satán elogió. “Pero creo que ese movimiento en sí mismo todavía te está controlando”.

“……Correcto.”

“¿Supongo que acabas de aprenderlo? Lo mejor que puedes hacer es llevarlo batalla tras batalla, haciéndolo tuyo”.

“……Correcto.” Ella inclinó la cabeza.

Riho se volvió hacia Anzu con una sonrisa. “Oye, Anzu. ¡Este señor de los demonios te está robando el papel! ¿Quién es el líder de los campos de entrenamiento sagrados ahora?”

“¡No puedo oírte!”

Estaba demasiado ocupada escapando de la realidad para darse cuenta de que Satán se acercaba.

“¿Qué está haciendo?” preguntó.

“…Es mejor dejarla en paz. ¿Puedes culparla?”

“Justo. Nunca he sido bueno animando a las mujeres tristes… Soy más del tipo que se entristece con ellas. ¡Los hombres son más fáciles! ¡Conozco un lugar que puede animar a cualquier hombre!”

“¿D-Dónde? ¡Suena como magia!” dijo Lloyd, con los ojos brillantes.

Satán miró con lascivia como una mala influencia. “Bueno, Lloyd, se llama caba—”

“¿Caba?”

“…… Hngg. Lo siento, el resto es confuso. Es como… Mis instintos me

impiden recordar.”

Satán todavía no era completamente él mismo. Una vez más, metió los dedos en su peinado, rascándose la nuca.

Alguien más estaba observando a Satán desde la distancia. “¿Es ese…? Siento que he visto a ese señor demonio antes…”

Era Vritra. Poseyendo actualmente el cinturón maldito, movía la hebilla como la cabeza de una serpiente, siguiendo cada movimiento de Satán.

“Hmm, parece tan familiar… ¿El señor demonio de la noche? Dónde he oído eso— ¡Gah!”

Como estaba en medio de sus pensamientos, Selen le dio un tirón. “¡Vritra! ¡Sin holgazanear! ¡Tenemos que compensar nuestros fracasos esta mañana! ¡Todos están trabajando duro y debemos estar ahí para ellos!”.

La culpa por su alboroto matutino significaba que Selen, por una vez, se estaba dedicando a apoyar a los demás. Estaba preparando toallas mojadas y bebidas como el director de un equipo deportivo… y arrastrando a Vritra tras de sí, furioso con él.

“¡No estoy holgazaneando!” se lamentó. “Además, esto era originalmente tu—”

“¡No hay excusas! ¡Voy a dedicarme a disculparme a esta tarea hasta que Lloyd se dé cuenta!”

Parecía que su culpa y arrepentimiento venían de la mano con motivos ocultos. Selen seguía siendo… Selen.

“¡Mwah! Estoy tratando de recordar, pero simplemente… ¡no puedo! ¿Qué es esto?”

Todavía molesto por sus vagos recuerdos, Vritra se apresuró a cumplir las órdenes de Selen.

Mientras Selen y su cinturón hacían su parte, Marie aprovechó la oportunidad para prodigar a Lloyd en cumplidos.

“¡Realmente eres algo, Lloyd! ¡La mayoría de la gente no puede pelear así! ¡Realmente me estás impresionando!”

“Sí”, intervino Riho. “¡Fue una pelea de alto nivel!”

La razón por la que habían venido aquí en primer lugar era para darle a Lloyd algo de confianza y ayudarlo a darse cuenta de su propia fuerza. Estaban tan interesados en ese resultado que estaban siendo más que un poco falsos.

“¿S-Sí?” dijo Lloyd, desconcertado por esto.

Riho cruzó los dedos para que esto lo ayudara a ver la luz. “Sí, la gente normal no puede volar, Lloyd. ¡Ni siquiera puedo creer que esté diciendo eso!”

Criarse en Kunlun le había dado expectativas infladas y problemas de autoestima, lo que lo hizo eternamente humilde.

“Solo puedo hacerlo por poco tiempo, y el jefe puede volar durante días, así que apenas estoy comenzando”.

“Oh, Jefa Alka… cierto”.

“………Esa abuela niña realmente debería controlarlo un poco.”

Los estándares de Lloyd se basaban en el más sobrehumano de todos los superhumanos, y eso dificultaba la discusión. Cuando tenías que empezar por convencer a alguien de que volar no era una actividad humana normal, era difícil mantener la motivación.

Es posible que no hayan logrado que se dé cuenta de su propia fuerza, pero parecía significativamente más confiado.

“¡Pero me siento más seguro de mí mismo!” él afirmó. “¡Capa de Viento no es mi único movimiento nuevo! ¡Mira este!”

Con una sonrisa, demostró su nueva técnica como una suave brisa. Un Aero muy pequeño.

“Um… ¿qué fue eso?”

“¡Aero! ¡Puedo controlarlo ahora!”

¿Eso es todo? pensaron, pero él parecía muy satisfecho.

“¡He estado queriendo hacer esto por un tiempo! ¡Parecía una excelente manera de secarme el cabello más rápido! ¡O barrer las hojas en otoño! ¡Una pequeña ráfaga de viento para juntarlos a todos en la esquina haría el trabajo mucho más fácil! ¡Esto solo hace que valga la pena el viaje al Dominio Ascórbico!”

Su alegría infantil puso una sonrisa en los rostros de ambas chicas.

“Heh-heh.”

“Bueno, eso es muy Lloyd”.

Él siempre colocaría las tareas del hogar en primer lugar, y eso seguro les calentó el corazón.

“Es una cosa pequeña, pero si sigo dando pasos como este, ¡algún día seré el tipo de soldado que puede proteger a todos!”

Un poco de Aero fue un gran paso para Lloyd.

Su nuevo maestro, Satán, parecía completamente complacido. “Es difícil creer que no conoce su propia fuerza, pero me alegra ver que ahora tiene un poco de confianza. ¿Qué diablos le está enseñando Alka? Ella nunca fue exactamente del tipo de mentora, pero…”

Satán negó con la cabeza, pensando en su colega ausente.

“……” Marie lo miraba fijamente.

Este señor de los demonios era muy humano, nada como los otros que había encontrado. La duda en su mente era lo suficientemente fuerte como para preguntar: “Entonces… ¿eres realmente un señor demonio?”

“Um, ¿supongo que sí?” Satán respondió. Eso parecía significativo.

Los dedos de Marie apretaron los extremos de sus mangas. Escogió sus siguientes palabras con cuidado.

“He conocido a varios señores demonio… pero pareces mucho más humano que ellos. Como… eres un humano.”

“Te conocí en Kunlun”, dijo Riho. “Y tú eras un súper señor de los demonios en ese entonces. ¿Qué pasó?”

Se rio de la palabra señor demonio, pero no parecía seguro de cómo responder… como un padre cuyo hijo acaba de hacerle una pregunta incómoda.

“Supongo que algo sucedió. Aunque no sé si lo creerás. ¿Seguro que quieres saber?”

“Si no te importa compartir”.

“Verás, una vez fui—” Pero antes de que pudiera decir otra palabra…

“¡Mwa-ha-ha! ¡Volveré! ¡Glúteos e isquiotibiales!”

Una voz muy sudorosa resonó desde arriba. Todos los ojos se volvieron hacia el acantilado.

“Gah, ¿él otra vez?” Riho frunció el ceño.

Ajeno al ambiente extremadamente poco acogedor, Tiger Nexamic siguió posando. “¡Ante sus propios ojos, contemplaron un espécimen físico no menos magnífico que el gran felino mismo! ¡Era nada menos que el líder del clan Tiger, famoso por sus isquiotibiales palpitantes, Tiger Nexamic (43 años)!”

“¿Por qué está narrando?”

“¡Mirando con entusiasmo a la vista de este cuerpo glorioso, lo desearon para ellos…!”

“¡No hay rapto aquí!”

“Aw”, dijo Nexamic, y luego saltó por el acantilado. “¿Sin participación de la audiencia? Al menos podrías escucharme. ¡Tenía todo un Tiger Heart Haiku planeado!”

“Podrías sobornarme con oro, y aun así no los escucharía”.

Viniendo de Riho, eso fue mucho. Él realmente molió sus engranajes.

“De todos modos, ¿qué pasa, todos? ¡Soy yo! ¡Tiger Nexamic!”

El otro día, apareció para desafiar al contingente de Azami, con el objetivo de asegurar su victoria en el Rito de la Montaña Sagrada. Ninguno de ellos había esperado que apareciera de nuevo tan rápido.

“…… ¿Vuelve por más? ¿Ya?”

Phyllo estaba listo para pelear, ella había sido quien lo ahuyentó la última vez.

“Vamos, vamos.” Hizo un gesto para aplacarla. “¡Tiger Stop! Me encantaría volver a intentarlo en algún momento, ¡pero no hoy! También porque estas son mis medias cortas favoritas y no quiero que las cortes con tus tajadas afiladas”.

“……Tienes favoritos…”

“Y Renge estaba furiosa conmigo por la exposición y el derrame. Fue un accidente desafortunado, pero ella fue testigo presencial de la jornada de puertas abiertas, y las imágenes quedaron grabadas a fuego en su cerebro. ¡Dudo que haya pegado un ojo!”

Todo esto definitivamente estaba en la categoría de demasiada información, y el discurso terminó con un Renge con la cara roja atacándolo por la espalda. “¡Cállateeeeeeeeeeee! ¡No me lo recuerdes!”

“¡Oh, ahí estás, Renge! Estás dejando que el acento se escape de nuevo.”

“…Vaya, qué poco elegante de mi parte. Debo recuperarme con un poco de té.”

Renge comenzó a desempacar su juego de té de la caja que tenía en la espalda. Satán pareció encontrar esto fascinante.

“¿Oh? ¿Es eso té de verdad? ¡Este mundo tiene té negro! Siempre prefería eso al café. Realmente me trae recuerdos.”

Renge lo notó mirando y frunció el ceño. “¿Quién es este caballero de pelo puntiagudo? ¿Un nuevo profesional del clan Kyounin? Mirar a alguien con los ojos está lejos de ser elegante”.

Nunca se le ocurrió que él simplemente no había visto té en cientos de años.

Anzu finalmente dejó de gemir “No puedo escuchar nada” el tiempo suficiente para notar su llegada. Ella se acercó.

“¿Por qué estás aquí, Renge? ¡El clan Kyounin está ocupado haciendo un entrenamiento de última hora para el Rito de la Montaña Sagrada mañana!”

“Sin embargo, parecías estar encorvado con las manos sobre los oídos. ¿Supongo que esos lamentos fueron porque sabes que no puedes ganar?”

“Eso no me haría llorar. Estaba… comprometido con el pensamiento filosófico sobre la naturaleza del hombre y la división entre las especies”.