Watashi, Nouryoku Wa Heikinchi De Tte Itta Yo Ne! (NL)

Volumen 10

Capítulo 79: El grupo de Rango B

Parte 3

A la mañana siguiente, el grupo de rango B terminó su desayuno y partió. Como era de esperarse, se dirigían al bosque para completar sus deberes asignados. Tras eso, irían a las montañas que las miembros de Pacto Carmesí habían descrito.

Sin importar cuanta información hubieran recibido de las jóvenes cazadoras, compartir ese mismo reporte no sería suficiente para cumplir los requerimientos de la misión. Ellos debían al menos ir al sitio mencionado y confirmar bien que los dragones antiguos se hubieran retirado.

Sin embargo, había una muy grande diferencia entre no saber nada y tener suficiente información para partir con conocimiento certero del lugar donde los dragones antiguos habían “entrenado”. La diferencia entre saber exactamente lo que pretendían y deambular sin rumbo por el bosque era como la diferencia entre el cielo y la tierra. Ellos ya sabían lo que iban a reportar y simplemente habían salido a confirmarlo, así que el éxito de la misión estaba básicamente asegurado.

Además, considerando lo que Pacto Carmesí les había dicho, cabía la posibilidad de que, si todo salía bien, hubiera todavía trozos de escamas de dragón antiguo esparcidas por el sitio. La probabilidad no era pequeña. Sin importar cuán diminuto fuera el fragmento que encontraran, podían esperar venderlo por un alto precio. Después de todo, era una escama de dragón antiguo— ¡una escama de dragón antiguo!

Como era de esperarse, los comerciantes habían pensado lo mismo y habían preguntado a Pacto Carmesí más detalles sobre el sitio. Sin embargo, ellas se habían rehusado a describirlo, diciendo que los comerciantes alterarían el sitio, y causarían problemas para las personas asignadas a investigarlo. Por ello, los cazadores estaban muy agradecidos.

Sin embargo, luego de que los cazadores partieran, una predecible escena se desarrolló en la posada.

“Entonces, sobre la discusión de anoche…”.

Las miembros de Pacto Carmesí estaban rodeadas de comerciantes.

“Ah, sí, por supuesto…”.

Con el permiso de los trabajadores de la cocina, Mile puso una tienda en el comedor una vez terminaron de desayunar.

“Entonces, como dijimos anoche, será una por persona, sólo entre la fracturada y la quemada. ¡La escama completa y las casi completas no se venderán!”.

“Gngh…”.

Aunque todos los comerciantes gruñeron con decepción y arrepentimiento por el alboroto que habían causado la noche anterior, no podían esperar que una escama de dragón antiguo se les fuera entregada incondicionalmente. Por el contrario, ese era el tipo de comportamiento que haría que el precio volara por los cielos.

Así, para compensar las palabras descuidadas de Mile—y tras recibir la promesa de que nadie hablaría de este incidente de aquí en adelante—

Pacto Carmesí había aceptado vender la escama astillada y la quemada—en otras palabras, los bienes dañados, los cuales eran básicamente basura para Pacto Carmesí, pero que sin embargo eran escamas de dragón antiguo. No eran ítems comunes, ni se venderían por un precio común.

Incluso si solo una escama no es suficiente para hacer un escudo o algún ítem así, habían otras miles de aplicaciones— como un brazal, parte de una pechera, un cuchillo ligero, y demás. Además, obviando las armaduras, podían ser útiles para conjuros y herramientas rituales. En verdad, la escama de un dragón antiguo era más valiosa en términos de prestigio que en practicidad.

Pacto Carmesí, por supuesto, no iba a entregar los pocos especímenes valiosos en perfecto estado que tenían. Jamás venderían tales ítems a comerciantes de este calibre o siquiera al gremio. Si las guardaban y tenían la oportunidad de venderlas directamente a un noble de alto rango, podían esperar literalmente uno o dos “0” más en el precio de venta.

No había límite para cuánto podía pagar alguien por tal ítem si de verdad lo deseaba. Así eran este tipo de objetos.

Además, aunque habían mantenido esto en secreto de Mavis, las otras tres miembros de Pacto Carmesí habían aceptado quedarse con la más hermosa de todas las escamas. Sería un regalo para el día en que Mavis finalmente se volviera caballero, o si algún día llegaba cuando ella regresara a casa para casarse.

Incluso con su nuevo brazo izquierdo, Mavis no tenía la fuerza de un hombre adulto y entrenado. Por esto, aunque blandía una espada coloquialmente conocida como espada “de mano y media”, la cual podía usarse con una o con ambas manos, ella normalmente la usaba con dos manos y era incapaz de usarla como escudo. Sin embargo, el día podría llegar en que necesitara un escudo, y blandir uno hecho con una escama de dragón sería un gran aumento para su imagen. El simple hecho de tener la escama debería serle útil. Esa fue la conclusión a la que las tres habían llegado juntas.

Si su brazo artificial hubiera sido el derecho, entonces fácilmente habría podido usar su espada sólo con su mano derecha, equipando un escudo pequeño en su izquierda, pero no tenía caso hablar de casos hipotéticos, y era un poco tarde para que ella tratara de usar su espada con la mano izquierda.

Estoy segura que si contacto a aquél dragón y le pido que se quite unas escamas, lo haría. Probablemente no duele mucho si es él quien las quita con sus garras…

Mile realmente era una terrible criatura.

Luego de que cada cliente escogiera su escama, gastando el dinero que tenían a la mano para esta oportunidad única en la vida, los comerciantes también dejaron la posada. Todos parecían tener prisa, probablemente listos para terminar cualquier negocio por el que vinieron a la capital en primer lugar.

“Apuesto a que van a algún sitio a sacar más dinero, para luego acampar y esperar a que aquellos cazadores regresen. Probablemente quieren comprarles el resto de escamas, una vez ellos las reúnan. Estoy segura que ese grupo no venderá nada hasta que las hayan llevado al gremio como prueba, así que supongo que los comerciantes tratarán de negociar y fijar un precio antes de que ellos hagan su reporte. Si se descubre luego del reporte que ellos tienen escamas, los comerciantes tendrán todavía más rivales.

“Dicho eso, esos sujetos son cazadores veteranos de rango B”, pensó Pauline. “Estoy segura que saben que mientras más comerciantes estén interesados, por más dinero podrán vender, así que dudo que acepten eso…”.

Por supuesto, ella tenía razón. Pacto Carmesí no andaba en la necesidad de dinero, e incluso esos bienes dañados les habían proveído una buena cantidad. Además, dada la conmoción de anoche, vender las escamas valió la pena para mantener callados a los comerciantes, ganarse su favor, y arreglas las cosas. Ganar una exorbitante cantidad por una pequeña astilla dañada…

Cazadores sin tales intenciones, en diferentes circunstancias, aumentarían aún más los precios.

“Eso no es de nuestra incumbencia. Que tengan suerte los

comerciantes”, dijo Reina. En cuanto a eso, eso fue todo.

***

“Em, las nuevas solicitudes, veamos…”.

Las miembros de Pacto Carmesí se paraban frente a la pizarra de misiones en el salón gremial. No había otros cazadores presentes, pero esto no era una sorpresa.

“Supongo que llegamos un poco tarde”, dijo Mile.

De hecho, ya llevaba rato desde que sonó la segunda campanada de la mañana. Los únicos grupos que no tenían trabajo a esta hora eran en su mayoría aquellos con reuniones pendientes con clientes o los perezosos. Las nuevas misiones eran colocadas durante la primera campanada de la mañana, así que obviamente no quedaría nada bueno a esta hora.

Dado cuan exhausto había estado el grupo el día anterior, no habían logrado realizar ninguna misión… aunque de todos modos tenían el gran botín por las especias y las escamas dañadas.

Y aun así, se sentía incómodo tomarse un segundo día de descanso, lo cual significaba que, aunque ya era extremadamente tarde, pensaron que debían al menos aparecerse por el gremio. Aunque no hubiera buenas misiones, podían simplemente hacer alguna de las solicitudes permanentes y/o reunir distintos objetos. Esos eran sus pensamientos, mientras veían fijamente, un poco aturdidas, la pizarra de solicitudes…

“¿Eh?”.

A pesar de lo tarde que era, notaron que una nueva misión acababa de ser colocada por los empleados del gremio. Como era de esperarse, sus ojos se vieron atraídos a esta de inmediato. Otros cazadores se reunieron alrededor también para ver lo que pasaba.

“Exterminio de dragón de tierra: mientras más rápido, mejor.

20 monedas de oro. Las partes cazadas las pueden vender”.

“¡Asombroso!”, gritaron las cuatro miembros de Pacto Carmesí.

Un dragón de tierra. No eran nada a comparación de los dragones antiguos, pero aun así, eran dragones. Una recompensa de veinte monedas de oro sin importar el número de cazadores era ligeramente baja para un objetivo tan raro, pero considerando por cuánto podía venderse el botín, no era un mal trato. El principio era el mismo que en aquellos países donde la industria de servicios recibía pagos bajos, pero podía más que compensarlo con las propinas. Los comensales en Japón jamás aceptarían que se les pidiera pagar los salarios de los empleados, pero a diferencia de los japoneses, los dragones de tierra no se quejarían por esto, así que no había problema.

En todo caso, este era el tipo de misión que normalmente sería tomada por cuatro o cinco grupos juntos, lo cual significaba un pago de alrededor de una moneda de oro para cada individuo, además de las ganancias por las ventas. En resumen, era decente, o de hecho, bastante bueno. Y si Pacto Carmesí fuera a tomar el trabajo por su cuenta…

Repentinamente, las chicas notaron a varios cazadores y trabajadores del gremio charlando entre ellos.

“No se ven dragones de tierra muy a menudo. Me pregunto si

habrán salido por aquellos dragones antiguos”.

“Probablemente. El momento es demasiado bueno para ser una coincidencia”.

“Y nosotros pensando que teníamos suficientes problemas solo con los dragones antiguos… ¡Maldición! Todos excepto aquellos de rango B, Tomorrow’s Glory, que tomaron el trabajo de investigación, han sido demasiado miedosos para aparecerse por aquí. Cobardes”.

Aparentemente, los grupos de rango B locales, usualmente un grupo de gente orgullosa, no había aparecido en el gremio por miedo a ser detenidos por los trabajadores e involucrados con la solicitud directa de investigar a los dragones antiguos. Ellos podrían, por supuesto, rechazar la solicitud, pero bajo las circunstancias, significaría un duro golpe a su reputación general y orgullo. Por lo tanto, probablemente habían evitado intencionalmente aparecerse por aquí.

Los cazadores que Pacto Carmesí habían conocido el día anterior habían sido la excepción.

Los grupos veteranos de rango C presentes sólo podían quejarse de la ausencia de los de rango B, ya que ellos mismos no tendrían interés en tomar una misión adecuada para grupos de rango más alto. El gremio, asimismo, jamás sería tan imprudente como para solicitar directamente a un grupo de rango C que fuera a cazar dragones de tierra.

“Hmm…”,

Mile vio el sitio descrito en la hoja de misión y luego miró el mapa para confirmar—aunque llamar a tal caricatura un “mapa” haría que Mercator se retorciera en su tumba. En todo caso, el dibujo indicaba un sitio completamente diferente al bosque que habían visitado antes.

“¿Creen que tal vez los dragones antiguos estuvieron en espera por allá? Ellos no sabían hacia donde iríamos cuando dejamos la capital hasta que los hombres bestia enviaron la señal, así que probablemente nos estuvieron esperando en el lugar equivocado”, se preguntó Reina.

“Ah, es verdad”, Mile estuvo de acuerdo.

De hecho, esto parecía concordar con la dirección de la que habían venido volando los dragones antiguos.

“Entonces, ¿lo hacemos nosotras?”, preguntó Reina. “¡Sí!”.

“Es imposible que ustedes tomen esta misión”, declaró la encargada, cuando las miembros de Pacto Carmesí se acercaron para inquirir.

“¿Eh? ¿Por qué? La publicación no especificaba rangos”,

respondió Reina.

Era cierto que la misión no listaba tales requerimientos. Era un caso de: No hay restricción de rango, así que si tienes las agallas, solicita la misión. Puede que te mates, pero eso es tu problema. Por lo tanto, era una misión que incluso Pacto Carmesí, de rango C, debería poder tomar. Y sin embargo…

“Esta misión se supone que la tomen varios grupos juntos— digamos, unos tres grupos de rango B y un grupo veterano de rango C… ¡No esperamos que un solo grupo novato de rango C pueda completarla solo, así que ustedes solas no la pueden tomar!”.

Era raro ver a una encargada del Gremio de Cazadores, alguien que se esperaba que fuera calmada, tan enojada.

Si se juzgara por los rangos de edad de Pacto Carmesí, tendría sentido asumir que no eran especialmente habilidosas. El hecho de que apenas eran rango C era razón suficiente para dudar de ellas.

Reina estaba perdiendo el temperamento rápidamente, y la cara de Mile se contrajo al escuchar la bomba de tiempo empezando a hacer tictac, cuando se escuchó una voz desde detrás.

“¿Y qué tal si tomamos el trabajo junto con ellas?”.

Las miembros de Pacto Carmesí se giraron y vieron un rostro familiar.

“¡Señor Gren!”, gritaron tres de ellas.

“¿Quién?”, preguntó Mile.

Justo como en su vida pasada, era terrible para recordar caras.

“Somos Roaring Mithrils, de rango A. ¿Les dejaría la misión a estas chicas si nosotros la tomamos junto a ellas?”. “¡S-Sí, por supuesto!”.

La encargada parecía bastante aliviada. No era como si ella sintiera aprensión por rechazar a Pacto Carmesí; cualquier encargada de un Gremio de Cazadores estaba acostumbrada a ponerse al nivel de novatos tercos. Lo que la había aliviado tanto fue la aparición de estos salvadores, un inesperado grupo de rango A, cuando todos los grupos de rango B cobardemente los abandonaron cuando la capital estaba en la cúspide de una crisis. Todos estos dragones uno tras otro seguramente le costaría al gremio su nombre y reputación si no se hacía algo al respecto.

Ellos eran un grupo de rango A de seis miembros. Incluso si no eliminaban por completo al dragón de tierra, era muy posible que lo hicieran retroceder, particularmente si tenían dos o tres grupos de rango C respaldándolos. Si el dragón simplemente había sido despertado de su morada por la aparición de los dragones antiguos, todo lo que tenían que hacer era echarlo del lugar, y el peligro desaparecería. Además, si podían minimizar el daño de esta doble aparición de dragones, no solo la reputación del gremio no sería mancillada, sino que de hecho la reafirmaría inmensamente. Dado todo esto, el alivio de la encargada era natural.

“¿No les quitaron la oportunidad de subir a rango A luego de que perdieran contra nosotras?”, preguntó Reina.

Gren hizo una mueca.

“No. Recuerda, básicamente peleamos con desventaja. Fue algo así como una pelea arreglada, donde tratamos de dar un show mientras evitábamos lastimar a los estudiantes. Teníamos que sacar a relucir el potencial de todos, pero al mismo tiempo debíamos abrumarlos con nuestra diferencia en poder para que no se dejaran llevar. Es solo que uno de los dos bandos no sabía que se trataba de un acto. Pero cuando se trata de ustedes…”.

Con esas palabras, Gren miró con enojo a sus compañeros. Los dos magos y el joven espadachín bajaron sus cabezas con vergüenza. Ellos habían sido lastimados, casi asesinados, y al final derrotados. Sin importar cuanta desventaja se hubieran autoimpuesto, para un grupo de casi rango A, fue vergonzoso.

“¡Oh, tú no te hagas el fuerte, Gren! ¡¿No fue esa señorita la que te dejó ganar?! Y perdiste de inmediato contra la que le seguía…”, dijo un mago de mediana edad, uno de los dos miembros del grupo que no habían peleado durante el examen de graduación.

“Em…”, Gren se quedó sin palabras un momento. “B-Bueno, eso fue parte del espectáculo. Estoy seguro que todos los espectadores asumieron que fue una especie de favor especial para unos novatos prometedores que habían trabajado mucho más duro de lo esperado. Nadie pensaría que de verdad perdí…”.

Quizás desanimado por sus propias palabras, Gren dejó que sus hombros se hundieran.

“Como sea, dicho todo eso, un poco de tiempo después, logramos subir a rango A. Luego, partimos a ajustar algunas cuentas—reflexionar en lo que nos hicieron pasar ustedes, volvernos aceptables, y entrenar un poco”.

El tipo de peregrinación al que se refería, ese “ajuste de cuentas”, no era sobre venganza ni nada tan oscuro como lo hacía sonar. Era, como sugería la frase, más sobre ajustar las deudas pendientes. Los grupos tomaban estos viajes por el bien de compartir noticias y dar gracias a aquellos que los habían ayudado en el camino cuando iniciaron sus viajes como novatos. Ellos visitaban gente que habían conocido, y que desearan saber sobre su éxito al subir a rango A. Como era de esperarse, en el camino, había oportunidades para entrenar, justo como la primera vez.

A diferencia de la primera vez, sin embargo, estos viajes se concentraban en misiones con alto nivel de dificultad y sin suficiente paga, en pequeños pueblos y regiones con escaso personal y que solo tenían cazadores locales cerca. Un grupo de rango A no andaría corto de dinero, y ya que se encontraban en un viaje para dar gracias, no estaban tomando en cuenta sus ganancias exactamente… Aunque por supuesto, estos eran servicios especiales que proveían, limitados sólo a este viaje. Por lo tanto, eran bienvenidos a dondequiera que fueran.

Sin embargo, había relativamente pocos grupos capaces de ir en viajes como estos, especialmente cuando se comparaba con el número que emprendía los viajes de entrenamiento iniciales. La mayoría de cazadores se retiraban por heridas, enfermedad, o edad antes de alcanzar el rango A… asumiendo que lograban salir vivos de sus misiones.

Aunque, esperen— ¿y qué hay de los rango S? ¿No era ese el rango más alto al que podían llegar los cazadores?

Había tan pocos rangos S en existencia que bien podrían ser un mito. En la práctica, el rango más alto al que cualquier cazador podía apuntar era el rango A.

“Bueno, suena a que siempre y cuando tomemos la misión con ustedes, nosotras podremos formar parte”.

Aparentemente, incluso Reina podía ser un poco cortés frente a veteranos como estos.

“S-Sí, siempre y cuando la acepten junto a nosotros, un grupo de

rango A, y si nosotros aceptamos…”. “Está bien”.

Y con una palabra de Gren, la cacería de dragones comenzó.

Por supuesto, aunque la misión fue etiquetada como una exterminación, sería igual de aceptable echar al dragón de donde estaba. Aun así, era importante destacar que hacer eso significaría no tener ganancias extras por las partes que se podían vender, en cual caso, el pago de veinte monedas de oro no sería suficiente. Dado que las veinte monedas no eran por persona, sino el total de la misión, una vez lo dividías entre los varios grupos y tomabas en cuenta el costo de equipo roto, heridas, y otros factores negativos, sería más seguro y rentable ir a cazar orcos en los caminos. Por lo mismo, el pago de esta misión estaba en realidad en la parte de exterminar, con las veinte monedas de oro sirviendo solo como consolación en caso de que el dragón escapara, o quizás, como un agradecimiento por los esfuerzos generales..

“Muy bien, reunamos a dos o tres grupos más. ¡Estoy segura que algunos grupos veteranos de rango C estarán felices de viajar junto con algunos rangos A!”.

Sin duda, las ganancias de esta misión seguramente serían buenas, y con un grupo de rango A dirigiendo, y el resto simplemente siendo apoyo, no sería de sorprenderse que grupos de rango C habilidosos y experimentados estuvieran impacientes por unirse. De hecho, un número de grupos que habían estado comiendo o matando el tiempo en las mesas cercanas se levantaron. Era una hora lenta, así que estos no eran cazadores atascándose con la comida, sino unos que tenían un poco de tiempo libre… en otras palabras, en términos de cazadores de rango C, estas eran personas con confianza en sus habilidades. Seguramente, todos desearían tener un crédito de cacería de dragones de tierra en sus currículos para mejorar sus reputaciones. Sin embargo…

“No los necesitamos”, intervino abruptamente Gren. “¿Qué…?”. La encargada estaba desconcertada.

“Nosotros y estas señoritas seremos suficientes. No necesitamos a nadie más que nos retrase. Mientras más gente debamos cuidar, menos efectivos seremos”.

“Uh…”.

La encargada sólo podía quedarse ahí con la boca abierta. Los otros cazadores, sin embargo, no iban a ser objetivos tan fáciles con los cuales tratar.

“¡Oye, no puedes hablar en serio! Claro, no vamos a decir que ustedes de rango A no son suficientemente fuertes o hacer un berrinche al respecto. Ustedes se abrieron paso hasta la cima, al rango A, así que, que nosotros nos quejemos es como escuchar ladrar a unos perros. ¡Pero es imposible que seamos menos útiles que ese grupo de niñas!”, gritó uno de los cazadores reunidos.

Los seis de Roaring Mithrils hicieron una mueca, y Gren habló. “Ustedes ni siquiera tenían intenciones de unirse antes de que nos ofreciéramos a tomar la misión. Incluso esas ‘niñitas’ estaban a punto de ir a cazar al dragón por su cuenta… Para ser honestos, nosotros en realidad pensamos sacarle provecho a acompañar a estas chicas. Ya sabemos que ellas pretendían hacer el trabajo solas.

¿O puede ser que ustedes estén diciendo que estas chicas son peores que ustedes, cuando ustedes sólo quisieron unirse cuando nos vieron a nosotros? Estas chicas son fuertes. Siguen en rango C porque no han alcanzado la edad mínima para una promoción, pero puedo asegurarles que son tan capaces como un grupo de rango B”.

“Eh…”.

No había nada más que el hombre pudiera decir tras ser tan rechazado por alguien de rango mayor. Si los cazadores reunidos tenían más objeciones, su único recurso sería retar a Pacto Carmesí a un duelo fingido, y si ellos perdían, jamás podrían recuperarse. Tras la derrota, sus reputaciones se habrían deteriorado tanto que jamás podrían trabajar como cazadores en esta ciudad de nuevo. Tendrían que dejar la ciudad y mudarse a algún país lejano y cambiar el nombre de su grupo, para jamás regresar.

“Supongo que no tenemos más elección”, suspiró Gren. “Chicas,

¿qué tal si les enseñan ‘algo’? Estoy seguro que tienen algún truco bajo la manga para momentos así, cuando la gente necesita demostración de su fuerza”.

“¡Listo como siempre, Señor Gren! ¡Mavis, es hora de cortar algo

de cobre!”, indicó Mile.

“¡Entendido!”, respondió Mavis. “Si pueden hacerme un poco de espacio… Sí, así está mejor. Ahora, Señor Gren, por favor láncenos una moneda de cobre en una bonita parábola”.

El acto de corte de cobre precedió como siempre. Los cazadores locales miraron, congelados.

“Ahora, ¿podría lanzarme una moneda más?”.

Esta vez, según lo pedido por Mavis, Gren sacó una moneda más de su bolso y se la entregó. Mavis tomó la moneda con la orilla de su pulgar y dedo índice de la mano izquierda, sosteniéndola para que todos la vieran.

“¡Y… ahí está!”.

Aparentemente sin esfuerzo, dobló la moneda a la mitad.

“¿Qué…?”.

Finalmente, tomó la moneda doblada entre sus dedos de nuevo, y…

“¡Ha-yup!”.

La dobló de nuevo a la mitad.

El silencio se apoderó de la habitación.

Si una persona tuviera fuerza súper humana, o si era algún experto en su oficio, o quizás si usaba algún truco, entonces quizás, sólo quizás, podría doblar una moneda de cobre a la mitad. ¿Pero hacerlo dos veces? Imposible. ¡Absolutamente imposible! Y justo antes, cortar una moneda dos veces en cuatro partes, a mitad del aire, sin ayuda… ¡Bueno, eso era imposible también!”.

“Una demostración súper humana, como siempre… Y si mal no recuerdo, eras la más débil de las cuatro, ¿no?”, preguntó Gren. A esto, Mavis se desanimó ligeramente, pero asintió.

“Imposible”.

No había otra palabra que los cazadores locales pudieran decir.

***

“Entonces, ¿ustedes acaban de llegar a la ciudad?”, preguntó Mile.

Pacto Carmesí y Roaring Mithrils charlaban durante su caminata al sitio especificado en la misión. El sitio estaba a unas dos horas caminando desde la capital. Tenía sentido que fuera relativamente cerca, por supuesto, dado que era probable que los dragones antiguos hubieran estado esperando ahí para emboscar a Pacto Carmesí.

“Sí, acabábamos de llegar a una posada”, respondió Gren, “y les dijimos que éramos un grupo de rango A esperando tener un descuento, cuando dijeron: ‘¡Oh! ¡¿Vienen por lo de la exterminación del dragón?!’. No teníamos ni idea de a lo que se referían, así que decidimos pasarnos por el gremio, y fue ahí cuando las vimos y decidimos ver lo que ocurría”.

“Entonces, no saben nada sobre los dragones antiguos…”. “¿Dragones antiguos? ¿Qué dragones antiguos?”.

Aparentemente, Mithrils realmente no había escuchado nada sobre el incidente con los dragones antiguos, así que Mile tomó la iniciativa de explicar.

“Entonces, a lo que la gente de la posada se refería no era a esta misión, sino a la de los dragones antiguos… En serio, ¿qué rayos? ¿Acaso todos los grupos de rango B por aquí, excepto aquel, son así de cobardes?”.

Incluso en la capital, había pocos grupos de rango B que frecuentaban el salón gremial, ya que la mayoría de grupos de rango alto estaban en misiones a largo plazo, viajando para entrenar, o contratados para un servicio exclusivo. Así que no era totalmente imposible que no hubieran tenido ni la oportunidad de pasar por ahí. En realidad, incluso aquel otro grupo había pasado por el gremio por pura casualidad, aceptando esta directa, repentina y peligrosa solicitud a pesar de no querer hacerlo.

“Criaturas inteligentes como los dragones antiguos son una cosa, pero los dragones de tierra son básicamente lagartijas gigantes. No son problema”, dijo Gren.

Aunque los dragones de tierra se parecían a los dragones antiguos en nombre, sus habilidades tenían mundos de diferencia. A pesar de su respiración de dragón, su intelecto no era más que el de un lagarto común, y su piel tenía la resistencia normal, sin ser fortificada con magia. Uno podía pensar en ellos como una versión más o menos más grande que un lagarto rocoso normal.

En otras palabras, eran en su mayor parte grandes y fuertes, pero susceptibles a trampas, y si un grupo grande los atacaba constantemente, derrotarlos sería relativamente fácil. Por supuesto, eso era asumiendo que llevabas varios grupos de rango B o mayor. Bajo esas circunstancias, siempre y cuando tus patrones de ataque fueran ligeramente efectivos, el dragón caería tarde o temprano. Sin embargo, si tus ataques no surtían efecto, entonces sin importar cuanto lo intentaras, jamás llegarías a ningún lado. Por ello, que un grupo de rango C tratara de encargarse de un dragón de tierra por su cuenta era absurdo.

El soba que te da un vendedor callejero es soba. El soba que te dan en un restaurante de cuatro estrellas también es soba. Pero aunque las dos cosas tengan el mismo nombre, son platillos completamente diferentes. Es lo mismo a como los dragones antiguos y de tierra son ambos dragones, pero no son la misma cosa en lo absoluto, pensó Mile distraídamente.

“Ahora que lo pienso, ¿cómo son los dragones de tierra?”, preguntó Reina.

“Chicas…”.

Los miembros de Mithrils se veían horrorizados.

“Normalmente, cuando tomas una misión, te pones a investigar las características y debilidades de tu objetivo, cómo luchar contra él, y… No, no importa. Esta fue una misión apresurada. Aun así, todos los días deberían estudiar al menos la mínima cantidad de información sobre hasta las más raras de las criaturas en los registros del gremio…”, dijo Gren.

La cara de Reina se enrojeció ligeramente. Pero en lugar de gritarle, sin embargo, ella pareció reflexionar al respecto. Quizás realmente estaba madurando un poco.

“Quiero decir, en todo caso, esta es la primera vez que nosotros nos encontraremos con un dragón de tierra también. No te topas con dragones de tierra o fuego muy a menudo, y mucho menos con dragones antiguos. Hay muy pocos cazadores cerca que hayan visto a un dragón y vivido para contarlo, nosotros incluidos. Entonces, sólo sabemos lo que hemos leído de ellos en los libros. Al menos, no se parecen en nada a los wyvern. Esos vuelan, así que son fáciles de encontrar. Pero incluso con esos, sólo los hemos visto volando—jamás hemos cazado uno. Em, supongo que es un poco patético…”.

Todos los miembros de Mithrils, Gren incluido, dejaron caer sus hombros.

“Como sea, los dragones de tierra son básicamente lagartos rocosos grandes, y son igual de toscos, así que a menos que los golpeen en partes vitales o en la cara, los ataques no los lastiman. Entonces, deberemos seguir atacándolos con ataques fuertes en sus puntos débiles. Eso es lo que vuelve esta misión difícil para grupos sin ofensa fuerte. Si lo hacen mal, terminan derrotados”.

Las miembros de Pacto Carmesí asintieron. Por supuesto, este no sería problema para ellas.

“Por lo general viven en cuevas o en grandes fisuras en acantilados o en el suelo. Es eso, junto con el hecho de que no vuelan, lo que les da el nombre de dragones de tierra— aunque en realidad, hay muchos otro tipos de dragones que no vuelan tampoco”.

Las miembros de Pacto Carmesí asintieron de nuevo.

“Y en cuanto a sus debilidades…”.

“¿Cuáles son sus debilidades?”, dijeron al unísono. “Si les cortas la cabeza, se mueren”.

“¡¡¡No nos digas!!!”.

Gren en serio era un cabeza de músculo al fin y al cabo…

El resto de miembros de Mithrils inclinaron sus cabezas, como si quisieran disculparse por esa idiotez.

Había pasado un rato desde que algún otro de los miembros de Mithrils, aparte de Gren, el líder, había hablado. No era como si tuvieran sus reservas en cuanto a Pacto Carmesí, pero las cosas eran un poco incómodas. Pero esto no podía evitarse. Cuando ellos eran rango B, estos cazadores habían perdido contra Pacto Carmesí antes de que ellas siquiera se graduaran y entraran a rango C. Ellos estaban desconcertados, inseguros de cómo hablar con estas novatas, todas con menos de veinte años, quienes los habían derrotado antes.

El mago, quien bien podría haber matado a Reina de no haber sido porque la suerte había estado de su lado, actuaba particularmente sospechoso. De hecho, de no haber sido porque Reina tenía un poder de un nivel impensable para una estudiante de la escuela de preparación, seguramente habría sido asesinada. Desde la perspectiva de Reina, él había intentado asesinarla por algo tan trivial como un examen de graduación. Con eso en mente, conversar no podía ser exactamente fácil…

El recuerdo de esa derrota dolía demasiado como para que los miembros de Mithrils pudieran actuar petulantes como dictaba su posición. Por otro lado, no sería exactamente correcto hablarles a estas chicas como si Pacto Carmesí fuera mejor. Y por eso, todos habían guardado silencio, con solo Gren teniendo la facilidad de hablar.

No, ellos no pensaban mal de Pacto Carmesí—en lo absoluto. Por el contrario, no podían sino regocijarse por el hecho de que habían sido testigos del nacimiento de un grupo tan prometedor, y se alegraban de poder seguir asociándose con ellas. Pero eso no cambiaba el hecho de que las cosas eran demasiado incomodas para conversar justo ahora. Así eran las cosas, nada más.

“Entonces, ¿ustedes chicas vieron alguna cosa interesante en su viaje de entrenamiento? ¿Qué tal si nos cuentan?”.

“Uhhh…”.

Justo ahora, la inminente batalla contra el dragón de tierra era la menor de sus preocupaciones

***

“Y entonces, esos dragones, los que estaban entrenando, nos dijeron: ‘Solo vinimos por unos recados y no queremos darles problemas a los humanos. Regresaremos a casa ahora, así que por favor comuníquenle eso al resto de humanos’”.

“………”.

Las quijadas de los miembros de Roaring Mithrils cayeron hasta el suelo conforme Mile les contaba todo lo que había pasado con Pacto Carmesí desde que partieron en su viaje, desde la batalla contra los demonios hasta los problemas con los nobles, la cacería de hadas, los secuestros, los bandidos y los aberrantes ogros. Por supuesto, ella no les dijo toda la verdad, sino la edición resumida y revisada que habían reportado al gremio, dejando fuera las partes menos buenas sobre las cuestiones en Ascham y sus batallas contra los dragones antiguos. Como era de esperarse, no había historias extra o capítulos bonus incluidos.

“Ustedes chicas…”.

Gren estaba decaído. No había otra forma de decirlo. Su corazón se había hundido a las profundidades del océano. Por el contrario, el joven espadachín y los dos magos parecían haberse espabilado un poco. De hecho, una especie de alivio palpable parecía emanar de cada uno de ellos. Bueno, por supuesto que habríamos perdido contra chicas así, parecían estar pensando. No es que seamos débiles, es sólo que ellas son anormales…