Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 5

Capítulo 6: El Final Del Viaje Y El Comienzo Del Festival Del Solsticio

Parte 1

“Hemos vuelto”, dijimos mientras abríamos la puerta.

Por supuesto, no había nadie esperando en nuestra tienda.

Rit y yo nos miramos y sonreímos.

“”¡Bienvenido de nuevo!””

“Uf, ¿nos ocupamos de las bolsas?”

“Suena bien.”

Dejamos nuestras maletas y desempacamos la ropa sucia, las raciones sobrantes y todo lo demás.

“Nunca obtuve un zafiro azul…”, murmuré.

Mogrim había dicho que todo había salido bien, pero aún no había piedra para el anillo de compromiso de Rit.

“Pero fue divertido”, respondió Rit mientras me abrazaba. “¡Almorzamos juntos en los prados, entramos en aldeas de monstruos, vimos hermosos paisajes, conocimos a viejos amigos! ¡E incluso pudimos visitar juntos una fuente termal! ¡Había muchas sonrisas!”.

“Estás bien. Me divertí.” Le devolví el abrazo a Rit y luego vacilé, sin saber si decir lo que estaba pensando o no.

“¿Qué es?” Rit preguntó. Ella siempre sabía cuándo yo estaba en problemas.

“La cosa es que tenía la intención de usar el ágata azul que había puesto en espera si no podía conseguir un zafiro azul para tu anillo, pero…”

El zafiro azul le sentaba mucho mejor a Rit.

“Al principio, pensé que estaría bien. Sin embargo, después de ver a Mogrim negarse a comprometerse con Mink e ir hasta el Muro del Fin del Mundo y regresar con un rubí iridiscente…”

“Sí”, dijo Rit con un asentimiento.

“Empecé a pensar que una vida tranquila no es el tipo de cosa sobre la que hacer concesiones. Incluso si tomamos la ruta más larga y vamos a nuestro propio ritmo, el punto es pasar nuestros días de la manera que deseamos. Por eso… esperaba que pudieras esperar un poco más en el ring. No quiero hacer concesiones cuando se trata de algo para ti.”

“Entiendo”, respondió Rit de inmediato.

“¿Está realmente bien?”

“¡Por supuesto que lo es! Estás pensando mucho en eso, después de todo.”

“¿Cómo no iba a hacerlo? Esto es para mí Rit.”

“Eh-heh-heh. Entonces está bien. Esperaré. Y además.” Rit se detuvo para mirarme a los ojos. “Mientras espero, todavía estaremos juntos, ¿verdad?”

“Siempre.”

Los dos permanecimos abrazados por un rato hasta que Rit de repente levantó la vista. “¿Nos bañamos juntos? Ahora somos solo nosotros dos, así que está bien, ¿verdad?”

“S-Sí, vamos”, respondí.

Aunque acabábamos de regresar de un viaje juntos, ver la sonrisa feliz de Rit se parecía más a volver a casa que a cruzar la puerta de la farmacia.

***

El cielo invernal era claro y azul hasta donde alcanzaba la vista.

Hoy era el festival del solsticio de invierno para el continente de Avalon.

Era una celebración que se realizaba durante el día más corto del año. Fue una festividad en la que se expulsó al nuevo demonio invernal y se ofreció carne de cerdo, pan y vino a Demis y Victy junto con oraciones por la paz y una cosecha abundante.

“¿Estás lista, Rit?”

“Sí, voy a salir ahora”.

Ella asomó la cabeza desde el dormitorio después de cambiarse.

“¿Cómo me veo?”

Sonrojándose, realizó un pequeño giro para mostrar el vestido que llevaba puesto. El dobladillo de la falda se ensanchó un poco, dejando ver un muslo.

“Se ve muy bien en ti”, declaré.

“Eh-heh-heh”. Rit me abrazó felizmente.

Hoy, llevaba un pañuelo de seda alrededor del cuello en lugar de su pañuelo habitual. Los extremos que colgaban de su pecho estaban bordados con flores vibrantes que funcionaban muy bien con todo su conjunto.

“Tu abrigo te sienta bien, Red.”

“¿En serio?”

Al verme enrojecer un poco, Rit sonrió, deslizó sus brazos alrededor de mi cintura y presionó sus senos contra mi costado. Mi corazón comenzó a latir con fuerza por esa suave sensación y, cuando se dio cuenta de eso, la sonrisa de Rit se amplió.

“Era casi el solsticio de invierno cuando dejaste Loggervia, ¿no?” recordé Rit asintió. “Ahora que lo mencionas, sí”.

“Me contuve entonces, pero realmente quería pasar el festival contigo en Loggervia”.

En ese momento, teníamos que pasar a la siguiente batalla después de haber salvado Loggervia. Nuestro viaje nos llevó a Seren, la puerta de entrada al Reino de Cataphract. Habíamos escuchado rumores sobre agitadores presionando para rechazar toda cooperación con Avalonia allí y necesitábamos resolver eso. Había sido un solsticio sangriento luchando con insurgentes azuzados por demonios, y preferí no recordarlo.

“Está bien, ¿vamos a disfrutar de la celebración?” Sugerí.

“¡Si!”

Rit soltó su agarre en mi cintura e inmediatamente deslizó sus brazos alrededor de mi cintura izquierda. “Mm… Está bien, ¡vamos!”

Dudé por un momento, pero nos veríamos bien durante las festividades como estábamos.

***

Se decía que si no lograbas expulsar al demonio del invierno, el frío duraría más y la cosecha de primavera sería mala. Los encargados de repeler al demonio de invierno eran un Jinete Dragón y un santo con la bendición de Victy.

En este caso, el Jinete Dragón era una persona en una carroza adornado con escamas brillantes y hecho para parecerse a un dragón dorado. El Santo portaba un tridente, el símbolo sagrado de Victy, y ahuyentaba al demonio de invierno, representado por alguien con una máscara de cabra. Los roles eran interpretados por los habitantes del pueblo, siendo esta una tradición que perduraba desde hacía muchos años.

Muchas personas jugaron al Jinete Dragón y el Santo durante todo el día, pero la persona que interpretó al demonio de invierno siguió siendo la misma. Llevaban un traje pesado y pasaban todo el día caminando, bailando salvajemente y corriendo como locos. Entonces, al final del día, estarían exhaustos y apenas podrían moverse. En ese momento, el Jinete Dragón apuñalaría al demonio de invierno con su espada, y el demonio saldría a trompicones de la ciudad.

Básicamente, todos tenían que pasar todo el día bailando, cantando y jugando para desgastar al demonio.

“¡Oye, Red! ¿Divirtiéndote?” Gonz llamó. Ya estaba con la cara roja y un poco borracho. Tanta estaba a su lado, luchando con entusiasmo para lidiar con un gran trozo de pan azucarado.

“Oye, Gonz, parece que estás de buen humor”, respondí.

“¡Por supuesto! es un festival Todos están fuera del trabajo. ¡Y me voy a tomar mañana libre por la resaca!”

“¿Mañana también?”

“¿Quién puede trabajar con este frío?”

Algunas personas decían que todos los semielfos eran diligentes, pero ese no era el caso de los de Zoltan.

Tanta parecía inspirado por la proclamación cordial de Gonz. “¡Diles tú, tío!”

Uh-oh, a este ritmo, Tanta crecerá y se convertirá en un adulto inútil.

“Voy a estar de vuelta en el trabajo mañana, Tanta”, le dije.

“¿Ehhh? Vamos, tómate el día libre. Quiero ir a pescar con todos”, se quejó Gonz.

La cara de Rit se iluminó ante eso. “Oooh, eso suena divertido”.

“¡¿Cierto?!” respondió Gonz.

“Uh, Rit…”, llamé, sin éxito.

La sugerencia de Gonz había captado su interés, y los dos y Tanta comenzaron a cantar: “¡Tómate un descanso!”

Déjenlo, muchachos; ¡La gente mirará!

Finalmente, cedí. “Lo tengo. Lo tengo. Todo Zoltan estará tirado mañana de todos modos, así que podemos ir a pescar al río”.

“””¡Hurra!”””

Gonz y Rit estaban retozando con las manos en el aire como Tanta.

Cielos…

“Hurra.”

En ese momento, escuché una voz tranquila detrás de mí, imitando los vítores. Al darme la vuelta, vi a Ruti y Tisse con las manos en alto, con la cara inexpresiva como de costumbre.

“Eh, ¿ustedes dos también se tomarán el mañana libre?” cuestioné “Por supuesto. Si el Hermano Mayor lo es, entonces yo también”. “Sería injusto que fuéramos los únicos trabajando”. Oh no. Ruti y Tisse se han convertido en inútiles. “Mañana se perfila para ser divertido”, comentó Rit. Relajé mis hombros y sonreí.

Bueno, bien, supongo. Esto es Zoltan, después de todo. Ser perezoso de vez en cuando no es tan malo.

“Sí, debería serlo”.

***

Al verme asentir, todos los holgazanes vitorearon de nuevo.

“Se suponía que nos encontraríamos aquí, pero…”

Rit, Ruti, Tisse y yo estábamos mirando alrededor de la bulliciosa plaza.

“¡Ah, ahí!” Gritó una voz animada sobre la multitud cuando un mechón de cabello dorado se asomó entre la multitud. Yarandrala se abrió paso entre la multitud hacia nosotros.

“Uf, me alegro de que nos hayas encontrado”, la saludé.

Yarandrala respiró un poco de alivio. A diferencia de nosotros, ella vestía su ropa habitual. Tal vez al notar mi mirada, infló un poco sus mejillas.

“Tenía muchas ganas de ponerme un vestido, pero no había tiempo”.

“Sí, tratar de hacer algo en tan poco tiempo sería imposible. Pero tus aretes se ven hermosos en ti,” la felicité.

El rostro de Yarandrala se iluminó ante eso.

“Afilado como siempre, Red. Me alegro de que te hayas dado cuenta.”

La elfa noble todavía había tratado de adaptarse al estado de ánimo a pesar de no tener un atuendo listo cambiando sus accesorios. Pendientes con gemas incrustadas en ellos colgaban de sus largas orejas.

“Realmente hay muchos humanos aquí. No sabía que sería tan animado, dado lo lejos que está Zoltan en el campo”.

“Ah-ha-ha, incluso en los palos, las celebraciones son divertidas. Y no son solo los humanos, tampoco”. Señalé una carroza tirada por enanos locales en la que un enano representaba una pelea con un dragón. “Los enanos, los semielfos, los elfos nobles y todos los demás semihumanos que viven en Zoltan también disfrutan del festival”.

Mogrim estaba sentado encima del carruaje.

“¡Y luego el heroico enano clavó su hacha en el único punto débil en la piel escamosa del dragón demoníaco!” Tocó una campana mientras contaba cuentos de enanos. “¡Y luego!”

Giró la manivela del costado del carruaje. El dragón se partió en dos mitades que cayeron a un lado cuando emergió una mujer humana con un vestido. El héroe enano dejó caer el hacha que sostenía y un ramo de flores apareció en su mano.

“¡Como recompensa, el enano que se había convertido en un héroe recibió permiso de su rey para vivir con la mujer que amaba!” proclamó Mogrim.

Sonaron los aplausos.

Una carroza que podría cambiar de escenario. Eso fue enanos para ti.

Realmente fue una exhibición ingeniosa.

“No sabía que los enanos fueran tan grandes fanáticos del romance”, comentó Yarandrala.

“Los altos elfos y los enanos no tienen muchas oportunidades de compartir las culturas de los demás, ¿verdad?” Yo consulté.

“Ellos no. He vivido una vida larga, pero todavía hay muchas cosas que aún tengo que aprender”.

Señalando un puesto cercano, dije: “¿Le importaría saber cuál es el próximo sabor de las salchichas de ese puesto de comida de allí?”

Yarandrala asintió enfáticamente. “¡Sí por favor! ¿Están ellos buenos?”

“¡Sí, son exquisitos!”

“¡Entonces vámonos ahora antes de que la gente comience a hacer fila!” Yarandrala me agarró la mano con entusiasmo.

***

En el distrito del puerto, las tripulaciones de los diversos barcos amarrados celebraron a la manera de sus propias culturas, todos pasando un buen rato estridente.

“Oh, esa es una fiesta Veroniana. Probablemente sea de las tierras tribales de Kubashin”.

Un marinero de piel morena giraba un arpón mientras bailaba en un pequeño escenario. Era un baile realizado por la gente del sur de Kubashin.

“¿Sabes sobre Kubashin, Hermano Mayor? Sin embargo, nunca íbamos allí cuando viajábamos juntos”, dijo Ruti.

“Cuando estaba con los caballeros, tenía la misión de despachar a un dragón de polvo. Nos enviaron para lidiar con eso y apoyar a la facción pro-Avalonia en Kubashin”.

Cuando el Reino de Veronia estaba expandiendo su influencia y territorio bajo su rey pirata, muchos países vecinos más pequeños esperaban establecer relaciones amistosas con el Reino de Flamberge y el Reino de Avalonia para protegerse contra la agresión de Veronia.

Antes de la invasión del señor de los demonios, los nobles y las asambleas de muchos países creían que el Reino de Veronia era una amenaza para el continente de Avalon.

“Kubashin es un estado dividido por el mar. Es a la vez una isla y un puerto en el continente. Los dos se combinaron en un solo estado debido a sus estrechas relaciones económicas y culturales. Hay al menos diez transbordadores de ida y vuelta entre la isla y el continente todos los días, transportando personas y mercancías”, expliqué.

El arpón que sostenía el marinero era el arma simbólica de su hogar. La región se había desarrollado en torno a la pesca y, a diferencia de los de otras tierras, los audaces pescadores de Kubashin incluso cazaban dragones marinos.

Era una práctica que había causado muchas muertes, pero hubo un tiempo en que solo aquellos que habían remado solos en los mares y habían matado a un dragón marino en solitario eran considerados dignos de convertirse en el líder de Kubashin. El arpón fue el armamento utilizado para aquellas empresas.

Hoy en día, la autoridad se otorgaba por votación, pero como parte de la ceremonia para asumir el cargo, el nuevo líder pescaba en las aguas costeras como capitán de un barco de remos en honor a las antiguas costumbres.

“Eh. Solo conocía el nombre como un lugar en un mapa, pero tiene bastante historia”, comentó Ruti.

Asintiendo, respondí: “Todos los pueblos lo hacen”.

Naturalmente, eso también fue para Zoltan.

“¡Ruti! ¡Tisse!” alguien llamó.

Un alto elfo saltó del establo del oden.

“Oparara”.

Era el alto elfo que dirigía la tienda de oden. Ruti y Tisse la habían ayudado hace un tiempo y seguían siendo amigas.

Oparara envolvió a cada una de las otras dos chicas en un cálido abrazo.

Y luego se fijó en Yarandrala.

“Oh, un alto elfo que nunca he conocido antes…” “Soy Yarandrala. Encantado de conocerte, Oparara.”

“B-Buenas noches, Sra. Yarandrala. Es un honor conocer a un elfo de la ciudad sagrada.”

Algo estaba un poco mal.

“¿Qué pasa contigo, Oparara?” cuestioné

Oparara agarró mi hombro con fuerza y me apartó de Yarandrala antes de cambiar a un susurro silencioso.

“¡Nunca me dijiste que conocías a un elfo Kiramin, jefe!”

“¿Un elfo Kiramin?”

“Nosotros, los altos elfos, nos referimos unos a otros por el lugar de dónde venimos. Nací en Zoltan, así que soy un elfo de Zoltan, y la Sra. Yarandrala es de Kiramin, ¡entonces ella es un elfo de Kiramin!”

“Me sorprende que puedas decir dónde nació”.

“¡Nosotros los altos elfos lo reconocemos unos en otros! De todos modos, ¡los elfos de Kiramin son especiales! Ella no va a pensar que solo soy un paleto de campo por haber nacido en los palos, ¿verdad?”

“Creo que estará bien. Yarandrala es una buena amiga mía, y ha estado viviendo fuera de Kiramin más tiempo que dentro”.

“¡Oye!” Yarandrala nos llamó. “Oparara, nací en Kiramin, pero eso no significa nada”.

“S-Sí, señora”.

“Además, me gusta Zoltan. Aunque vine aquí para invitar a Red y a los demás a venir conmigo a Kiramin, Zoltan les gustó lo suficiente como para decir que preferirían quedarse aquí.”

“¡Sí, señora! ¡Este es de hecho un gran lugar! No conozco ningún otro lugar, y estoy seguro de que no se puede comparar con la belleza y la valentía de Kiramin, ¡pero amo esta ciudad!” De repente, al darse cuenta de lo que había dicho, Oparara se sonrojó y miró hacia abajo.

Si no recuerdo mal, Oparara tenía unos cuarenta y cinco años. Se comportó con bastante madurez, pero evidentemente ese no era el caso en Yarandrala.

Era la primera vez que Oparara se encontraba con un alto elfo de un pueblo diferente, por lo que fue interesante ver su reacción.

“Yarandrala”, interrumpió Ruti, al ver que Oparara parecía preocupada. “Oparara es una elfa increíble que hace un oden realmente delicioso. Deberías probarlo.”

“¿En serio? ¡Me encantaría!”

“Sin embargo, no puedo decir si sería adecuado para el paladar de un elfo de la ciudad sagrada…”

“Está bien, Oparara. Yarandrala es mi amiga. No hay necesidad de que los amigos hablen así entre ellos”.

“Pero—”

“Ruti tiene razón. Me gustaría disfrutarlo al máximo”.

“¡S-Sí, señora! ¡Sería un honor!”

“Así no es como hablas normalmente mientras diriges tu tienda, ¿verdad? No me hagas caso, prepara tu comida como lo harías normalmente. Si no lo haces, ¿cómo voy a saber cómo es realmente el oden en Zoltan?”

Cuando escuchó eso, la expresión de Oparara se tensó. Se había hecho cargo de este carro de su antiguo maestro porque lo amaba y no quería verlo desaparecer una vez que el maestro se retirara. Su dedicación no fue en modo alguno insignificante.

“Entendido… Si vas a decir tanto, ¡sería de mala educación no hacerlo! ¡El puesto está justo por aquí! ¡Tomen asiento!”

Oparara todavía parecía un poco nerviosa, pero al menos había logrado volver a su estilo normal.

Yarandrala sonrió, evidentemente disfrutando mientras nos sentábamos en el puesto.

“¿Así que estás estacionado aquí hoy?” Yo consulté.

“Las decoraciones del festival ocupan el lugar donde suelo instalarme”, respondió Oparara.

“Eh.”

“Entonces, ¿qué vas a tener? Tengo un buen pulpo hoy. Y las bolas de pescado también son particularmente buenas”.

¿Pulpo oden?

“Interesante. Intentaré eso. Y un poco de bardana también” dije.

Mi hermana habló a continuación. “Tomaré el pulpo y un poco de huevo”.

Luego vino Tisse. “Tomaré lo mismo que la Sra. Ruti, además de bolas de pescado, bolas de calamar, daikon y dos chikuwa, por favor”.

Rit luchó por decidirse antes de decidirse por pulpo, bardana, huevo, albóndigas de pescado, albóndigas de calamar, daikon y tendón de res.

“Ese es un pedido bastante grande”, comenté.

Rit hizo un ligero puchero. “Todos parecían tan buenos”.

“¿Y tú, Yarandrala?” Yo pregunté.

“Tendré lo que Red está pidiendo. Pulpo y bardana, y también unas albóndigas de pescado, por favor.”

“¡Entendido!” Oparara reconoció.

Pedimos algo de alcohol también. Rit estaba un poco borracha mientras masticaba ansiosamente. Tisse disfrutó con entusiasmo su chikuwa a su manera. Parecía satisfecha.

“Delicioso”, comentó Ruti.

“¡Realmente lo es! Este es un sabor que no puedes encontrar en Kiramin”, intervino Yarandrala.

Oparara mostró una sonrisa de satisfacción ante sus cumplidos.

El plan había sido tener una visita rápida, pero antes de que me diera cuenta, habíamos pedido una segunda.

“Eso me recuerda que últimamente tienes más mariscos en el menú”, comenté.

“Sí, más ha estado pasando por el puerto recientemente, por lo que he podido obtener ingredientes de buena calidad a un mejor precio, lo que ha sido de gran ayuda”, respondió Oparara.

“Eh.”

“El pescado de invierno tiene un sabor fantástico. No es oden, pero te puedo asar un poco si quieres.”

“Eso suena genial.”

Fue un curso de almuerzo completo.

Pasar el rato en un puesto de oden, relajarse y disfrutar de una bebida y comida: ¡habla de una vida lujosa y lenta!

Oparara sacó algunas de las brasas que calentaban el oden, las metió en una estufa y colocó una malla metálica encima. Luego preparó hábilmente un pescado graso isaki, lo secó con un paño y lo espolvoreó con sal. La sal de zoltan no era famosa ni nada por el estilo, pero era de bastante alta calidad si me preguntas.

Luego colocó un trozo de pescado salado encima de la malla. Hubo un silbido de vapor cuando el aroma de un delicioso filete de pescado asado llenó el aire.

“Ordena.”

La carne en el plato fue asada a un delicioso color marrón.

“Se ve muy bien”, dijo Ruti, interrumpiendo rápidamente un poco con su tenedor para intentarlo.

“¿Qué opinas?” Oparara cuestionó.

Los ojos de Ruti vacilaron en silencio.

“¿En serio? ¡Genial! ¡Prepararé otro para ti, por cuenta de la casa!”

Oparara entendió solo por eso.

Ella ya estaba trabajando duro cocinando más.

“Eso es bueno”, comentó Rit, mirando a Ruti y a los demás con una sonrisa amable.

“Sí, seguro que lo es”, estuve de acuerdo.