Shin no nakama janai to Yuusha

Volumen 5

Capítulo 5: Los Gigantes De Gemas Y La Bestia De Gemas

Parte 2

No había nada vivo en las minas: ni murciélagos, ni insectos, ni siquiera musgo.

“Red, no puedo escuchar las voces de los espíritus aquí… No podré usar mi magia”, dijo Rit con gravedad. Su bendición Espíritu Explorador extrajo la fuerza de los espíritus para permitirle lanzar hechizos. En un lugar ausente de ellos, su magia era inerte.

Yarandrala apoyó la mano en la pared y sacudió la cabeza. “Yo tampoco puedo sentir las plantas”.

“¿Eso significa que tus hechizos tampoco funcionarán?” Yo pregunté.

“Puedo producir vegetación, pero ninguna de mis otras magias”.

“Entonces, nada de invocar grandes espíritus,” comenté. “Tendremos que depender de ti para curarte, Ruti”.

“Déjamelo a mí. No hay problemas con mi magia o mi espada.” “Al final, el acero es el gran decisivo, no una brujería élfica”. Ruti y Mogrim parecían un poco presumidos. “¿Qué hay de ti, Mistorm…?” Yo consulté.

“No tendré ningún problema usando mi magia. Pero dentro de una mina, no puedo emplear nada demasiado llamativo”, explicó.

“Parece que tendremos que terminarlo a quemarropa, entonces”, respondí.

Sin embargo, nos enfrentábamos a un oponente que los gigantes de gemas, que se especializaban en combate cuerpo a cuerpo, no podían vencer. Debe tener algunas defensas poderosas.

“Aun así, nuestra fuerza de ataque tiene que ser más alta que la de ellos, ¿verdad?” Mistorm cuestionó.

“Bueno, sí”, respondí.

Ruti era la persona más fuerte del mundo, y Rit y yo éramos dos de los mejores espadachines. Incluso sin su magia espiritual, Yarandrala era lo suficientemente fuerte como para luchar contra un dragón, y Mistorm era una archimaga y una aventurera con décadas de experiencia. Y aunque el poder de Mogrim era menor, podía luchar al mismo nivel que un gigante de gemas. Un grupo tan fuerte como el nuestro era algo realmente raro.

“No te preocupes, no importa a qué enemigo nos enfrentemos, nunca perderé mientras estés conmigo, hermano mayor”, dijo Ruti con una mirada en mi dirección.

Sonriendo, respondí: “Sí, así es”.

Sin embargo, no pude evitar una vaga sensación de inquietud en el fondo de mi mente. Casi parecía que nos dirigíamos a combatir a un enemigo al nivel de uno de los cuatro reyes celestiales del ejército del señor demonio.

Continuamos a través de las cavernas, la linterna que sostenía iluminaba un camino desprovisto de toda vida.

Y entonces la bestia caída apareció a la vista.

***

Un túnel excavado por gigantes era lo suficientemente ancho para que los humanos pudieran caminar cómodamente. Sin embargo, el tamaño de esta cueva estaba en un nivel completamente diferente. Era lo suficientemente espacioso como para albergar el castillo de Loggervia. El brillo de mi linterna no llegaba al techo. La oscuridad nos rodeó a medida que avanzábamos.

“Es tan grande…”, murmuré.

En la penumbra había una sombra enorme, lo suficientemente grande como para hacer que esta cámara del tamaño de un castillo se sintiera estrecha. Los ojos brillantes de la cosa eran tan grandes como yo, y la cabeza que adornaban probablemente podría tragarse un gigante entero. Era casi como un dragón… pero no tenía alas en la espalda.

“¿Una tortuga?” Ruti inclinó la cabeza con curiosidad.

La bestia era titánica y su caparazón estaba tachonado con innumerables joyas. Sin embargo, Ruti tenía razón; se parecía a una tortuga.

“Nunca había visto un monstruo como este”, admitió Ruti.

“Yo tampoco. Luché contra muchas criaturas en Loggervia, pero esta es la primera vez que veo una tortuga tan grande”, respondió Rit.

“En todos mis años, esta es una vista completamente nueva para mí”, agregó Yarandrala.

“Es seguro asumir que esto es lo que se está comiendo las gemas, ¿verdad?” preguntó Rit.

“Probablemente”, respondió Yarandrala con una mirada.

“Aun así, es un poco decepcionante que la bestia caída resultara ser una tortuga”, dijo Mogrim con un resoplido.

Mistorm entrecerró los ojos. “Ya debería habernos notado, pero todavía no hay indicios de que ataque”.

No.

“Parece que no está seguro de si ignorar a los pequeños insectos que vuelan a su alrededor o aplastarlos”, dije.

“¿Insectos? ¿De qué estás hablando?” preguntó Mogrim.

“En lo que se refiere, humanos, altos elfos, enanos, todos somos solo insectos. Esa cosa no tiene un nombre oficial, pero algunos se refieren a ella como una bestia de gema, debido a su apariencia.”

Rit se volvió hacia mí. “¿Sabes lo que es, Red?”

“Solo de cuentas escritas. Todos los registros son antiguos, así que supuse que la historia había sido embellecida. Nunca sospeché que un monstruo como este existiera realmente”.

Mis datos sobre la bestia de gema provienen de la era de los elfos del bosque. El guerrero que había liderado un clan llamado Irukwa, que había luchado junto a los elfos del bosque, había dejado un registro de una de esas criaturas.

Según ese relato, la bestia de gema fue responsable de la destrucción del bosque de los elfos del bosque. Para salvar su hogar, habían reunido a mercenarios humanos y elfos nobles para matar a la bestia de gema.

Los Irukwa habían estado entre los que se habían unido a los elfos del bosque, y si había que creer en la descripción de su guerrero, el ejército corrió hacia el horizonte.

Mogrim silbó. “Entonces, ¿cómo derrotaron esos guerreros a un monstruo como este?”

“No lo hicieron”, respondí.

“¿Qué?”

“Todos los elfos del bosque en la batalla murieron, y solo un puñado de Irukwa logró escapar. Eso es todo lo que sé sobre la bestia de gema.”

“¿Nadie ha derrotado a esa cosa?”

“No.”

Incluso los señores de los demonios habían caído ante el Héroe, pero nada en la historia sugería que alguien hubiera matado a una bestia de gema. Sin embargo, una bestia de gema nunca antes había luchado contra el Héroe.

“Rrrrrr.”

La gran tortuga parecía fuerte, pero su grito era claro. Cuando abrió su enorme boca, un hedor horrible llenó el aire y un intenso escalofrío me recorrió la columna vertebral.

“¡Algo viene!” grité.

Al instante siguiente, un rayo blanco y brillante salió de sus fauces.

“Está bien. Escudo Mágico Sagrado.” Ruti se paró frente a nosotros y formó un sello con su mano izquierda. La brillante barrera de luz desvió el ataque de la bestia de gema.

“¡¿Eso es—?!” exclamé. La pared que había golpeado el rayo estaba cubierta de brillantes diamantes. “¿Un rayo de diamante? ¡¿No, en realidad convirtió la superficie de la pared en diamantes?!”

Un ataque que transformaba todo lo que golpeaba en piedras preciosas.

Indudablemente los seres vivos no estaban excluidos de ese poder.

“…Esto no es bueno…” Ruti arqueó las cejas, luciendo un poco preocupada. Se estaban formando grietas en su hechizo. “Se está rompiendo”.

“¡Espera, tu Escudo Mágico Sagrado se está rompiendo!” Lloré con incredulidad.

La magia que había resistido incluso los hechizos de Ares se estaba desmoronando ante mis propios ojos. Justo cuando estaba a punto de agarrar a todos y salir corriendo…

“¡Atado de Espinas!”

• Yarandrala creó docenas de enredaderas espinosas que constreñían a la bestia de gema.

Con la boca cerrada, la fuerza del ataque explotó dentro de la garganta de la enorme criatura y la sangre comenzó a fluir de sus oídos y ojos.

“¡Oooh! ¡No está mal para un elfo!” Mogrim estaba genuinamente impresionado de haber causado un daño real a un monstruo tan enorme.

“Kh…”

Sin embargo, Yarandrala parecía adolorida y se arrodilló sin responder. Las zarzas que había creado se volvieron marrones y marchitas. La bestia de gema levantó su pata delantera derecha para pisotear a Yarandrala en represalia.

“¡Rit!” Grite.

“¡Entiendo!”

Rit saltó, sus shotels cortaron la extremidad levantada de la bestia. Reflexivamente se apartó del dolor. Sus grandes ojos se posaron en Rit mientras soltaba un aullido chirriante.

“¡Hiyaahhh!”

Ruti lanzó un ataque sobre la pata delantera izquierda de la bestia de gema mientras estaba distraída. Como se había estado apoyando en esa extremidad, se estrelló contra el suelo.

“No puedo ponerle tanto poder como Ruti, pero…” Preparé mi espada debajo de donde estaba cayendo la cabeza de la bestia de gema, mirando hacia el objetivo gigante sobre mi cabeza. Sincronizando mi golpe contra la caída de la criatura, combiné mi propia fuerza con la fuerza de su descenso. Mi espada penetró su dura piel, atravesando y cortando un vaso sanguíneo en su cuello.

Cada monstruo tenía algunos puntos vulnerables en su cuerpo. Esa era la naturaleza de los seres vivos. Una navaja diminuta podría resultar fatal para un ser humano si le abriera una arteria en el cuello.

Hubo un tintineo cuando algo explotó de la herida de la bestia de gema.

“¿J-Joyas?” Dije con incredulidad.

Gemas vibrantes de todos los colores se derramaban de la herida. De repente no estaba tan seguro de que realmente fuera una criatura viva.

“Oops.”

Salí corriendo de debajo de la cabeza de la bestia de gema con mi velocidad del rayo antes de que pudiera aplastarme.

“¡Ese es mi Red!” Rit me elogió.

“¡Fue solo por todo su apoyo! Me sentí como si hubiera dado un golpe limpio”.

Mogrim señaló a la bestia de gema. “¡O-Oye! ¡Se está recuperando!”

Las heridas que Ruti y yo habíamos infligido se curaban ante nuestros ojos.

“¡Ah, ghh…!” Yarandrala se derrumbó con un grito ahogado.

“Mrgh”. Ruti parecía igualmente debilitada, con el rostro dolorido.

¿Por eso se rompieron los hechizos de Ruti y Yarandrala? ¿Había absorbido la criatura el poder mágico del que estaban compuestos? Nunca había oído hablar de robar energía de los mismos lanzadores.

“¿Estás bien, Yarandrala?” Llamé.

“C-Creo que sí”.

Se había quedado sin poder mágico y sin duda estaba sufriendo una fatiga extrema. Su rostro se veía mortalmente pálido.

Miré a mi hermana. “¡¿Ruti?!”

“Perdurar las cosas es una especialidad mía”.

Debía estar sintiendo la misma debilidad que Yarandrala, pero solo parecía un poco molesta mientras preparaba su espada.

“¡Red! ¡Las joyas!” Rit gritó.

Miré a mí alrededor y vi que todos los diamantes creados por los ataques de la bestia de gema se atenuaban y se transformaban en plomo.

“¿Se está comiendo las gemas que hizo? ¡Es terriblemente conveniente!” exclamé. Los diamantes estaban impulsando su recuperación. En poco tiempo, la criatura se veía como nueva. “¡Ahora entiendo! ¡Me preguntaba por qué no había ningún cadáver de los gigantes de gemas y otros monstruos que lucharon contra él!

No solo consumió el mineral y las gemas en la tierra; también usó ese rayo para transformar criaturas vivientes en joyas y comérselas, transformando el diamante en plomo.

“La táctica estándar para cosas tan grandes como esta es sacar sangre de los puntos vitales para debilitarla. Sin embargo, la magia no funciona y puede recuperarse con las gemas hechas de su propio ataque. ¡Una estrategia típica no funcionará!” Rit gritó mientras preparaba su espada.

Ella tenía razón. Este era un enemigo más peligroso que cualquiera con el que había luchado antes.

“Rrrr.”

El cuerpo de la bestia de gema se estremeció mientras se movía hacia donde Yarandrala se había derrumbado, el suelo temblaba con cada paso. Sus meros pasos por sí solos parecían lo suficientemente pesados como para pisotear al guerrero más resistente.

“¡Para!”

“¡Cierto!”

Rit y yo cargamos contra el monstruo de nuevo. Nos miró. Sus enormes ojos negros brillaron rojos.

“¡¿Qu—?!”

Las vides brotaron a nuestro alrededor.

“¡La Atadura de Espinas de Yarandrala!”

El hechizo nos tomó por sorpresa. No pudimos esquivarlo y nos enredamos.

Ruti saltó sobre nuestras cabezas con la espada en alto. “Lo—”

¡Clang!

Hubo un fuerte estruendo. El ataque de Ruti se detuvo en el aire.

“¡Mi Escudo Mágico Sagrado…!”

Una barrera de luz había atrapado el golpe de mi hermana. La magia de protección humana más fuerte había bloqueado su propio ataque.

“¡No es bueno!”

Nuestros tres ataques habían sido bloqueados, y la bestia de gema no se detenía.

“¡H-Huye!” Yarandrala luchó por gritar, instando a Mistorm y Mogrim a escapar. Trató de ponerse de pie, pero no pudo reunir la fuerza y se movía demasiado despacio.

¡Ella no va a llegar a tiempo!

“¡¿Rrrr?!” la bestia de gema de repente aulló en agonía. Una flecha de hielo brotaba de su ojo derecho.

“Entonces, si uso magia de reserva, solo se absorbe la magia de nivel superior que se retiene. Supongo que tiene sentido ya que no estoy proporcionando el poder mágico directamente… ¡Un par de flechas de hielo por un solo hechizo de alto nivel no es un intercambio justo, pero no puedes hacer una tortilla sin romper algunos huevos!”

“¡Esta gema bestia no es tan diferente de un dragón! ¡Aplastar un hacha contra algo generalmente resolverá el problema!”

Mistorm sostenía su bastón mientras Mogrim estaba frente a ella, la vanguardia de su lanzador de retaguardia. Sin embargo, un mago anciano y un enano no se veían demasiado formidables cuando se enfrentaban a una bestia del tamaño de un castillo.

El daño que Mistorm había causado se deshizo rápidamente, y la bestia de gema continuó su marcha, pero los dos no corrieron.

“¿Quién diablos huyó de una configuración tan dulce?” dijo Mogrim.

“Un enemigo poderoso delante y un camarada caído detrás. ¿Cuándo mostraría un aventurero sus cosas si no es ahora?” comentó Mistorm antes de desatar varias flechas de hielo para frenar el avance de la bestia de gema. Sin embargo, detener a un monstruo tan grande con unos pocos proyectiles iba a ser difícil. “Ojos, nariz, oídos, boca… ninguno de ellos es suficiente, ¿eh?”

Incluso contra este enemigo abrumador, Mistorm respondió como una veterana consumada, golpeando con precisión cada punto débil que pudo con su magia de baja potencia. Sin embargo, aunque la bestia de gema se estremeció por los golpes, cada herida se curó rápidamente.

“¡Dorrrryaaaa!” Mogrim rugió mientras lanzaba su hacha con ambas manos. Hubo un silbido cuando cortó el aire y se estrelló entre los ojos de la bestia de gema.

¡Clang!

El arma rebotó. La bestia de gema inclinó ligeramente la cabeza, pero no mostró signos de haber sido herida por el impacto.

“Hmm. Eso hubiera sido suficiente para algo como un troll de roca” murmuró Mogrim decepcionado mientras alcanzaba la lanza que tenía en la espalda.

“Por favor… no tienes esperanza de ganar, así que solo corre”, suplicó Yarandrala.

“Hmph. Has sido demasiado fuerte durante demasiado tiempo, alta elfa” observó Mogrim con un resoplido.

“¿Qué estás diciendo…?”

“¡La gente común también tiene su propia forma de pelear!”

Cuando el enano hizo su declaración, Rit y yo subimos corriendo por las piernas de la bestia de gema.

“¡Gracias, Mogrim!” Dije. Su hacha había rebotado y desgarrado las enredaderas que nos ataban. “¡No debería ser capaz de convocar a Thorn Bind contra algo tan cercano a él!”

Rit cortó la parte posterior de la cabeza de la enorme criatura con sus shotels. “¡Difícil… pero puedo seguir adelante!” Ella cortó tenazmente el mismo lugar una y otra vez, y en poco tiempo, la bestia de gema no pudo tomarlo, deteniendo su avance para intentar sacudir a Rit.

“¡Ahí!” Balanceé mi espada contra el cuello de la bestia de gema. “Sin artes marciales o magia, tuve que desarrollar varios trucos para lidiar con monstruos como este donde las habilidades comunes no podían funcionar”.

Usar el peso de la bestia de gema para cortarle el cuello antes había sido uno de esos ejemplos, y este era otro: un ataque que envió una onda de choque a través de la armadura y la piel hacia las entrañas del oponente.

La bestia dejó escapar un chillido como si algo se rompiera y finalmente se detuvo. Podía sentir cómo se rompían los vasos sanguíneos dentro de su piel.

Sus habilidades regenerativas superaron con creces mi poder de ataque. No importa lo que hiciera, no sería capaz de derrotarlo con mi fuerza. Sin embargo, si su sistema nervioso estuviera dañado, se desmayaría como cualquier otra criatura viviente. Incluso si ese daño se curara, aún le tomaría tiempo a la bestia de gema recuperar la conciencia. Puede que solo sea por un breve momento, pero la criatura se detuvo y cayó al suelo.

“Hermano Mayor, ¿puedo usar todo mi poder?”

Y tal como esperaba, el Escudo Mágico Sagrado que bloqueaba a Ruti desapareció cuando el monstruo perdió el conocimiento.

“Sí, incluso si te ven, estoy seguro de que estará bien. Enloquecer.”

“Okay.”

Ruti siempre se contuvo por temor a ser revelada como la Héroe y que su vida lenta llegara a su fin. No es que ya no fuera sobrehumana, incluso cuando se contuvo, pero ese fue su intento de mantenerse dentro del reino de un aventurero normal.

No había ninguna espada en su mano. Ella simplemente apretó el puño mientras saltaba sobre la cabeza de la bestia de gema.

“Escudo Mágico Sagrado”.

Invocó una barrera de luz sobre ella en el aire, no para protección sino para comenzar. Y cuando lo hizo, Ruti salió disparada hacia la bestia de gema con tanta seguridad como una flecha.

“¡¡¡¡Haaaaaaaaah!!!!”

Su puño se estrelló contra la cabeza de la criatura, enviando una onda de choque atronadora.

El cadáver de la bestia de gema se derrumbó en el suelo cuando un río de gemas fluyó de la herida abierta donde había estado su cabeza. Un temblor sacudió la tierra y se formó un cráter cuando el lecho rocoso se hizo añicos por la fuerza del aterrizaje de Ruti.

“Eso es… Heh, no hay nada que hacer más que asombrarse, supongo.

¿De qué hacen los aventureros hoy en día?” Mistorm comentó.

Una niña pequeña había golpeado a un monstruo gigante del tamaño de un castillo en el suelo.

La bestia de gema estaba inerte en el cráter, con el cuello sobresaliendo por el costado. Una pequeña montaña de gemas se estaba construyendo rápidamente detrás de Ruti.

“¡¿Lo hicimos?!” Mogrim se acercó con cautela, todavía con la lanza en la mano.

Mientras tanto, Rit y yo bajamos de lo alto de la bestia de gema con nuestras espadas aún desenvainadas.

“¿Qué opinas?” Rit preguntó.

“No sé. Las hidras pueden recuperarse después de perder una cabeza, pero no hay suficiente información sobre las bestias gemas para decir”, respondí.

La cosa enorme ciertamente parecía muerta.

“Está muerto, ¿no? ¡Ooooh!” Mogrim finalmente llegó al lado de Ruti, sus ojos atraídos por el río de joyas. “¡Mira esto, Red! ¡Tormenta! ¡Es cristal de tierra! ¡Nunca había visto uno tan grande!” Parecía que el enano iba a empezar a bailar de alegría mientras sostenía una gema de color amarillo oscuro del tamaño de un puño. Con eso, podría hacer un cuchillo y le sobraría un montón de cristales de tierra.

“¿Es esta una de esas cosas del tipo todo está bien, eso termina bien?” Rit cuestionó mientras lo observaba.

“Supongo que sí. Y con tantas piedras preciosas, probablemente también podamos encontrar el zafiro azul que estoy buscando. Y eso probablemente sea suficiente para que la aldea de gemas gigantes viva durante los próximos diez años.”

“Un final feliz para todos”, dijo Rit mientras nos sonreíamos.

“Espera”, gritó Yarandrala débilmente.

“Está bien, Yarandrala. Tú y Mistorm deberían retirarse un poco. La bestia de gema consumió tu poder mágico, por lo que te llevará un tiempo recuperarte.”

“No…”

“¿Eh? ¿Qué es?”

Hubo un ruido sordo, luego un silbido de algo que se deslizó a nuestro lado y corrió hacia la bestia de gema.

“¡Aaaaah!” Mogrim gritó. El cristal de tierra que había estado sosteniendo perdió su brillo y se transformó en plomo gris opaco.

“¿Todavía está vivo?” exclamé.

Empecé a atacar a la bestia de gema de nuevo, pero…

¡¡¡Bam!!!

Un violento temblor sacudió el suelo.

Mirando a mi alrededor, grité: “¿Qué pasa ahora?”

“¡Sobre nosotros!” Yarandrala gritaba.

Mirando hacia arriba, vi varias astillas de luz atravesando el techo alto.

“¿Qué es eso?” me pregunté en voz alta. Se escuchó un estrépito cuando la luz atravesó la oscuridad. “¡Eso es imposible! ¡¿Meteo?!”

Era la especialidad de Ares, un enorme hechizo que derribaba un meteorito. La luz del sol entraba a raudales por el enorme agujero abierto por el meteorito. Este no era un ataque para ser usado en un espacio cerrado, sin embargo, había atravesado la montaña para estrellarse contra nosotros.

“¡El techo se está derrumbando!” Advertí.

Con la magia de Ruti o Yarandrala podíamos defendernos, pero las probabilidades no estaban a nuestro favor. A este paso, iba a tener que usar mi último recurso. Pero antes de que pudiera actuar, Mistorm levantó su bastón por encima de su cabeza y lo dirigió hacia el meteorito.

“¡Supongo que jugaré el as bajo la manga!” El poder mágico surgió alrededor de la anciana. Fue tan intenso que superó el poder de un hechizo de primer nivel. Lo que sea que estaba intentando exigía cada onza de su energía. “¡Sangre ennegrecida, palabras de aniquilación, perfora la lanza del señor supremo del paraíso! ¡El tiempo de la destrucción ha llegado! ¡Llamarada del Demonio!”

Un oscuro infierno brotó del bastón de Mistorm. Las llamas se estrellaron contra el meteorito, envolviéndolo en una sombra arremolinada. Él y las rocas que caían se consumieron rápidamente.

Incluso Rit no pudo ocultar su asombro. “Asombroso…”

Este fue un hechizo masivo como el que incluso un aventurero del calibre de Rit nunca había visto antes. Solo lo había visto una vez antes que yo.

¿Por qué puede usar esa magia? No, guárdalo para más tarde. Con tanto poder, debería poder contrarrestar a Meteo.

Desafortunadamente…

“Kh. ¿Incluso puedes absorber el poder mágico que no está dirigido a ti…?” Mistorm murmuró con disgusto.

El resplandor de ébano que tragaba el meteorito estaba siendo atraído hacia la bestia de gema. Aproximadamente la mitad del meteorito había sido quemado, pero aún era lo suficientemente poderoso como para destruir esta mina. Incluso sabiendo que no tenía sentido, Mogrim se paró frente a Mistorm con su lanza para protegerla.

“¿Es así como termina?” La desesperación comenzaba a mostrarse en el rostro del enano.

Ruti podría aplastar la roca que cae, pero los fragmentos aún aniquilarían todo lo que nos rodea. Necesitábamos magia para que todos saliéramos intactos de esto.

“… Supongo que realmente no hay otra opción…”, murmuré.

“¡¿Hay algo que puedas hacer, Red?!” Rit preguntó frenéticamente.

“Sí… No sé qué saldrá de eso, pero ahora apenas tenemos otra opción”.

Fortalecí mi determinación. “Rit, um, lo siento”.

“¿Eh?”

Corrí hacia Yarandrala con mi Velocidad del Rayo. Estaba apretando los dientes, mortificada por su impotencia.

“¡Yarandrala!”

“¡Red…!”

La tomé en mis brazos y presioné mis labios contra los suyos.

“¡¿Mhm?!”

Creé una imagen mental del calor de mi propio cuerpo y la fusión de su cuerpo tal como me habían enseñado hace mucho tiempo. Y luego imaginé una llama encendiéndose dentro de mí. El calor se vertió en Yarandrala.

Si mi cuerpo comienza a sentirse más frío, eso significa que está funcionando… ¡Allí!

“Haah”.

Una poderosa ola de agotamiento me golpeó cuando me aparté de Yarandrala para no interponerme en su camino. Sin embargo, sus brazos me atrajeron firmemente.

“Los espíritus han entrado por el agujero del techo. ¡Esto funcionará!” declaró la elfa noble, sus ojos brillando. “¡Fuente de maná, gobernante de todas las cosas! ¡Gran espíritu del poderoso árbol!”

Innumerables zarzas brotan del suelo, entrelazándose y formando una entidad gigante.

Como si respondiera a su estado mental, el espíritu rugió mientras pétalos blancos llenaban el aire.

“¡Y-Yarandrala! ¡No tengo tanto poder mágico! ¡No tienes que usar algo tan grande! ¡Solo lo suficiente para proteger a todos del meteorito!”

“¡No es un problema! ¡Esta es la fuerza que me diste!”

El gran espíritu envolvió innumerables zarcillos alrededor del meteorito.

“¡Gruoooooooh!”

Cuando habíamos estado aventurándonos juntos, Yarandrala había convocado a este espíritu antes, pero esta era la primera vez que lo escuchaba rugir. Mistorm sonrió al ver lo que estaba pasando.

“Ya casi llegué a mi límite… te dejaré el resto a ti”.

Su hechizo, que había estado manteniendo a raya al meteorito, se desvaneció. Cuando la masa de roca ardiente reanudó su descenso, el espíritu tiró de los zarcillos que la envolvían, cambiando el curso del meteorito para que cayera sobre la bestia de gema en lugar de sobre nosotros.

“¡¿Rrrr?!”

El monstruo metió la cabeza en su caparazón incrustado de joyas. El meteorito chocó con él y otra onda expansiva sacudió la mina. Un estruendo ensordecedor estalló mientras la tierra llenaba el aire, haciendo imposible ver.