Jimi na Kensei (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: El Reino De Los Fuertes

Parte 9: Angustia

Había muchos entre los espectadores que estaban reprimiendo desesperadamente el impulso de gritar que estos duelos eran una farsa. Para todos los que miraban, estaba claro que los Arcanianos eran increíblemente poderosos. Bueno, si lo pensaban con calma, al menos, eran capaces de realizar ataques que podían perforar las defensas de un Invocador Espiritual. Ya sea cortando o explotando, una vez que los ataques golpean, no había forma de que un Invocador Espiritual resistiera el daño. Eso era algo sobre lo que ninguno de los presentes podía hacer nada.

El tercer combate fue entre Donzila Gayaou y Kazuno del Estilo de Golpe Borracho. Lo único que sintieron los espectadores al entrar en este partido fue la aprensión. Nadie sabía si un ataque rápido o esperar a ver cómo se movía el oponente era el enfoque correcto.

El enemigo sabía cómo luchaban los Invocadores Espirituales, mientras que los Invocadores Espirituales no sabían nada sobre el enemigo. Ninguno de los presentes, incluido Gayaou, había considerado esa posibilidad hasta este momento. Esta región había estado demasiado desinteresada en cosas de las que no sabían nada. La verdad era que, a pesar de saber que había un mundo más allá de sus fronteras, todos habían considerado que cualquier otro Arte era inferior a la Invocación Espiritual.

“Princesa de Donzila. Te agradezco tu hospitalidad cuando estuvimos en tu reino”.

“Silencio.”

Habiéndose transformado en un tigre gigante, Gayaou todavía no había encontrado una manera de atacar a su oponente.

“Como agradecimiento, seré gentil al derrotarte”.

“¡Cómo te atreves!”

Hubiera sido mejor luchar contra alguien más fuerte. Después de todo, con un oponente desconocido, ninguna información de los duelos anteriores fue de utilidad. Gayaou podía sentir el pánico creciendo entre sus compañeras princesas esperando su turno detrás de ella. El hecho de que los siete Arcanianos usaran diferentes artes de lucha hizo imposible que Gayaou se comprometiera con un enfoque en particular.

A este paso, la trampa que habían preparado era inútil. No solo las peleas no se habían convertido en peleas de dar golpes a largo plazo, sino que el enemigo también había despachado rápidamente a sus oponentes. Ninguna de las princesas había considerado siquiera la posibilidad de tal resultado.

El duelo ya había comenzado. Por supuesto, nadie más que Saiga o Sansui podía ver lo que realmente estaba sucediendo. Kazuno había activado su técnica. No había nada que Gayaou pudiera hacer.

“Lord Saiga, ¿puedes verlo? No puedo verlo con mis ojos, pero sin duda tú puedes verlo”.

“Sí, puedo… Ella ya ha creado su campo de energía”.

Solo los dos ases sentados en la tienda pudieron ver la esfera invisible formada por la Sangre Embriagada. Primero se expandió alrededor de Kazuno, y luego pareció rezumar, deslizándose hacia adelante. La esfera era lo suficientemente grande como para envolver por completo a Gayaou en su forma de bestia, pero se tambaleaba extrañamente mientras se movía.

“Esto también es una forma de arte marcial. Hay momentos en que la conversación con el oponente tiene una intención sería detrás”.

El campo de energía construido por Kazuno era algo peligroso, un espacio que deformaba el sentido del equilibrio del oponente. La esfera había aprovechado la precaución del oponente y ahora estaba lista para derribar al tigre gigante. En el momento en que el campo hizo contacto con la cabeza de Gayaou, pareció rezumar a su alrededor, envolviéndola. En ese mismo momento, se resolvió el resultado del encuentro.

“Guh… ¡¿Qué?!”

En comparación con caminar sobre dos piernas, estar de pie sobre cuatro piernas proporcionó una tracción y equilibrio sustancialmente mayores. Gayaou había estado de pie sobre cuatro patas, pero de repente comenzó a colapsar, como desorientada. De alguna manera se las arregló para mantener el equilibrio moviendo las piernas, pero su bamboleo gradualmente se hizo más pronunciado. Era como si de repente se hubiera emborrachado y, por lo tanto, hubiera perdido por completo el sentido del equilibrio.

“Estilo Puño Borracho, Globo de Desorientación. Ya estás bajo mi hechizo”. “¡¿Q-Qué tienes…?!”

Kazuno se acercó con una caminata pausada, poniendo poco en el camino de la defensa. Gayaou trató desesperadamente de resistir el efecto del campo de energía a su alrededor. Pero, a pesar de su deseo de correr, ni siquiera podía caminar y, a pesar de querer atacar, apenas podía mantenerse erguida.

“Mi Estilo de Puño Borracho altera  el equilibrio de un oponente. Por supuesto, no funciona tan bien contra aquellos con la Presencia Real… Sin embargo, con la máxima fuerza, parece ser suficiente para neutralizarte”.

Lo que más temía Kazuno era que su oponente se moviera rápidamente, haciéndole imposible capturar a su objetivo. Por supuesto, existía la posibilidad de realizar un disparo afortunado a distancia, y dado que el enemigo no tenía forma de realizar un ataque a distancia, si desplegaba el campo a su alrededor, aún podría haberla atrapado en la trampa.

Sin embargo, su oponente era un Invocador Espiritual y había tomado una forma de Bestia Divina. El campo de energía creado por la sangre borracha solo podía alterar el sentido del equilibrio del oponente. Si su oponente cargaba y colocaba todo su peso detrás del ataque, incluso si colapsaban a mitad de la carga, aún existía la posibilidad de que pudieran derribar a Kazuno con su impulso.

Además, en forma de Bestia Divina, los Invocadores Espirituales eran increíblemente pesados. Hacer tropezar a su oponente solo para ser aplastado bajo su peso era algo que Kazuno quería evitar a toda costa.

“¡¿Neutralizado… yo?! ¡¿Impotente?!”

“Estás luchando contra mí y estás a punto de perder. Creo que impotente es el término correcto”.

Gayaou quería atacar, pero no pudo. Era como si el mundo girara a su alrededor y ella ni siquiera podía mantenerse erguida.

“Malditos extranjeros y sus extrañas artes…”

“Extrañas… Ya veo, supongo que son extraños desde tu punto de vista… Sí, de hecho, es bastante lamentable saber tan poco sobre el mundo. Ahora entiendo lo que los demás pensaron de nosotros cuando aparecimos por primera vez en Arcana”.

Kazuno se estaba burlando de sí misma, pero su burla de su yo pasado también se aplicaba a todos los espectadores aquí, quienes, sin darse cuenta del mundo en general, se habían permitido creer que no tenían igual. Aunque quizás diferente en escala de su propia falta de conocimiento, seguía siendo la misma arrogancia nacida de la ignorancia.

“Piense en usted misma como afortunada de que simplemente está perdiendo ante un Arte Extraño. Los luchadores quinto, sexto y séptimo de nuestro lado te enseñarán a desesperarte por cuánto más grande es el mundo que tu pequeño rincón. No tendrás que sufrir ese conocimiento. Realmente tienes suerte”.

Kazuno se puso guantes, cada uno de un color diferente. Fueron toscamente elaborados y hechos de paja, sin duda, pero también eran nobles tesoros elaborados por Suiboku para los portadores del Estilo de Puño Borracho: el Levantador de Montañas y el Atrapa Estrellas. El Levantador de Montañas hizo que todo lo que el usuario tocara fuera más liviano, mientras que el Atrapa Estrellas hizo que todo lo que tocaran fuera más pesado.

“Sentirás dolor, por supuesto… pero aún tienes mucha suerte”.

Gayaou trató desesperadamente de actuar, incluso cuando sus piernas amenazaban con ceder debajo de ella, pero su sentido del equilibrio estaba tan sesgado que ya no podía comprender en qué dirección estaba mirando.

Kazuno dio la vuelta detrás de Gayaou y la agarró por la cola. Con eso, incluso los espectadores vieron que el cuerpo de Gayaou ya no tenía ningún peso. Todavía estaba envuelta por el campo de energía pegajosa mientras flotaba hacia arriba como un globo. La princesa Donzilan agitó desesperadamente sus extremidades mientras flotaba en el aire.

“Yikes…”

Gayaou había perdido por completo su sentido del equilibrio y ahora estaba ingrávido, sin forma de tocar el suelo. Saiga no pudo evitar simpatizar con ella, recordando estar en una posición similar.

Sí, ni siquiera había necesidad de pensar en lo que iba a pasar a continuación. Los espectadores silenciosos no pudieron evitar cubrirse la cara. Todos sabían lo que le iba a pasar al gato que había sido levantado por la cola. Todo lo que quedaba era que ella se estrellara contra el suelo.

“¡Cae!”

De repente, Gayaou se volvió mucho más pesada de lo normal y cayó al suelo, incapaz de absorber el impacto debido a su falta de equilibrio. Si bien no estaba particularmente alta del suelo, debido a su completa falta de equilibrio y sentido de la dirección, cuando regresó a su forma humana, tenía múltiples huesos rotos.

Un doloroso silencio la rodeó. El tercer duelo también terminó con el Invocador Espiritual incapaz de hacer nada en respuesta.

El cuarto duelo iba a ser Deyiaoe Hinse contra Konoko del Estilo de la Sombra de la Niebla. Mientras observaba a la pareja a punto de pelear, Sunae le contó a su familia sobre el mundo más allá que había experimentado en sus viajes.

“Madre, los Invocadores Espirituales siguen siendo extremadamente poderosos. Sigo creyendo que ese es el caso”.

“¿Cómo te atreves a decir algo así después de lo que has hecho hoy?”

“Por supuesto que todavía puedo decir eso. Por lo menos, puedo derrotar a estas cuatro”.

“Eso es porque ya sabes cómo pelean”.

“Entonces, madre, ¿cómo lidiarías con un practicante del Estilo Cuatro Vasos?”

Sunae había humillado públicamente a Invocadores Espirituales y deshonrado a sus usuarios. Sukreen tembló de ira en respuesta, pero eso también fue como se esperaba. Sunae respondió con frialdad a la rabia de su madre.

En cuanto a cómo luchar contra el Estilo de los Cuatro Vasos… Sukreen se quedó sin palabras. Sí, las extremidades que podían cortar todo lo que tocaban eran muy superiores a las garras de un Invocador Espiritual. Sukreen nunca había considerado cómo luchar contra tal oponente.

“Es simple. Lucha a escala humana. Simplemente necesitas atacar la cabeza, el estómago, la espalda… cualquier parte del cuerpo que no sean las extremidades del luchador”.

“Eso es…”

“Sí, tradicionalmente, se considera una marca de debilidad para un Invocador Espiritual luchar a escala humana. De esa forma, podrían perder contra un Invocador de Sombras, y no hay forma de que alguien a escala humana pueda derrotar a una Bestia Divina. Sin embargo, eso es… solo relevante en peleas contra un Invocador Espiritual o un Invocador de Sombras”.

En esta región, las únicas artes raras establecidas eran la invocación de espíritu y la invocación de sombras. Por eso no había necesidad de que un Invocador Espiritual desarrollara ningún estilo de lucha que no fuera transformarse en una Bestia Divina. Sin embargo, diferentes oponentes requerían diferentes tácticas y enfoques.

“Madre, la invocación espiritual como arte es muy adecuada para luchar contra los Invocadores de Sombras. Sin embargo, ¿qué pasaría si un Invocador de Sombras promedio luchara contra un practicante de los Cuatro Vasos o el Estilo del Veneno Explosivo?”

Era bastante fácil de imaginar. El Invocador de Sombras usaría sus sombras para ver cómo respondía el oponente. Una vez que hayan visto cómo pelea el oponente, podrían usar sombras adicionales para atacar.

Sukreen llegó rápidamente a la conclusión que había querido evitar; Para ella era demasiado fácil imaginar el resultado de una batalla así. Al luchar contra un oponente completamente desconocido, Invocador de Sombras era un Arte superior a un Invocador Espiritual.

“¿Entonces estás pidiendo que admita que la Invocación de Sombras es superior a la Invocación Espiritual?”

“No… deseo que aceptes que son iguales”. “¡Semántica!”

“Entonces, madre, ¿puedes ver lo que se está desarrollando ante ti y decir lo mismo?”

En ese momento, un Invocador Espiritual no pudo hacer un movimiento contra un guerrero extranjero. Konoko había creado innumerables duplicados de sí misma frente a su enemigo.

“Oh, ella es solo un Invocador de Sombras”, Hinse resopló burlonamente, tranquilizada por lo que vio frente a ella.

Sí, era cierto que los Invocadores de Sombras no podían derrotar a un Invocador Espiritual. Esa era una ley de batalla absoluta para aquellos que provenían de esta región. Si todo lo que era diferente en el Estilo de la Sombra de la Niebla de Konoko era su nombre, entonces ella no tenía nada de qué preocuparse. Hinse no mostró signos de pánico y ni siquiera se molestó en moverse cuando los ataques sin sentido de Konoko la asaltaron.

Mientras las innumerables sombras de Konoko la asaltaban, alguien habló sobre lo que realmente estaba sucediendo.

“¡No! ¡Ella no es un Invocador de Sombras!”

Fue un grito de un espectador, algo que nunca habría sucedido en circunstancias normales. El grito, casi un grito, probablemente provino de uno de sus criados que era un Invocador de Sombras. Aquellos que habían alcanzado cierto grado de maestría en un Arte podían reconocer a otros practicantes de ese Arte. El Invocador de Sombras sabía que Konoko no tenía la Presencia de Sombras.

Eso era lo que la hacía tan aterradora. Ella pudo hacer algo similar a Invocación de Sombras a pesar de no tener la Presencia de Sombras. Existía la posibilidad de que sus técnicas funcionaran en un Invocador Espiritual.

“¡¿Qué…?!”

Hinse se puso en cuclillas a la defensiva al saber que Konoko no era un Invocador de Sombras… luego fue tomado completamente por sorpresa. Si bien Invocación de Sombras creaba sombras con masa, ninguno de los duplicados frente a ella tenía ninguna sustancia detrás de ellos.

El Estilo de la Sombra de la Niebla era un estilo de lucha que hacía uso de Ilusión de Sangre, y a diferencia del potencial destructivo del Estilo de los Cuatro Vasos o el Estilo de Veneno Explosivo, o la capacidad de influir en otra criatura viviente como el Estilo de Golpe Borracho, Estilo de la Sombra de la Niebla simplemente creaba ilusiones sin masa. . En este mundo, era un Arte que ni siquiera podía mover un pelo a una persona, un Arte que iba más allá de lo débil y entraba en el reino de lo inútil.

“O-Oh… Un tigre de papel…”

Si el oponente era humano, podría usarse para ejecutar una finta contra ellos y asestar un golpe durante tal apertura. Era un Arte extremadamente útil contra el Estilo Testudo, ya que el Arte se basaba principalmente en la precognición visual, pero era completamente inútil contra un Invocador Espiritual. Sin embargo, eso es solo si se usó solo.

“¿Lo llamas tigre de papel, mm?”

El Estilo de la Sombra de la Niebla incorporó el uso de armas ocultas para compensar su falta de poder ofensivo. Por eso se consideró un arte marcial de igual eficacia que los otros estilos en temple. Por supuesto, el poder de un arma depende en gran medida de su tamaño. Como tal, había un límite en lo poderosa que podía ser un arma oculta, y contra un Invocador Espiritual, un arma oculta era casi inútil.

Sin embargo, el arma que empuñaba era un tesoro noble que Suiboku había creado para un practicante del Estilo de la Sombra de la Niebla. La existencia de ese elemento hizo que todas esas suposiciones carecieran de sentido.

“Subestimas mi Estilo de la Sombra de la Niebla y lo llamas tigre de papel…”

Es cierto que las ilusiones creadas por el Estilo de la Sombra de la Niebla no tenían masa. Sin embargo, aún podría usarse para bloquear la línea de visión de un oponente y ocultar lo que el portador quería ocultar.

“Gracias. Eso hace que esta sea una victoria fácil para mí”.

El arma en cuestión no era rápida. Si Hinse quería evitarlo, probablemente podría haberlo hecho.

Una sola enredadera que había sido oculta por las ilusiones de Konoko trepó por la pierna de Hinse. Buscó el punto más vulnerable de todos los seres vivos: la garganta.

“Qué… Agh… ¡Guuhhh!”

La enredadera debería haber sido impotente contra un Invocador Espiritual, pero en cambio se enroscó alrededor de la garganta de Hinse, privándola de aire.

“¡G-Gaaaah!”

Hinse luchó desesperadamente, tratando de encontrar la ubicación de la enredadera y quitársela de la garganta. Sin embargo, no pudo encontrar la enredadera adecuada para cortar; era precisamente porque era una ilusión que no podía tocarlo para cortarlo.

“¿Puedes oírme? Déjame enseñarte la forma sencilla de deshacerte de esa enredadera”.

“Guh… Guh…”

No importa cuán poderoso sea el cuerpo, todavía no podría sobrevivir sin que la sangre fluya al cerebro. Además, estos duelos permitieron luchar a muerte. Con solo seguir apretando la garganta de Hinse, Konoko podría lograr la victoria. Sin embargo, la chica de Temperan le ofreció un consejo a su oponente de todos modos.

“Libera tu forma de bestia. Tu cuerpo se encogerá. Por supuesto, también podría soltarse cuando te desmayes”.

Hinse pareció escuchar el consejo, por lo que se encogió y volvió a su tamaño humano. De repente le resultó más fácil respirar y trató de recuperar el aliento.

“Se acabó.”

Sin embargo, Konoko agarró algo en su mano y le dio un golpe en la cara abierta de Hinse. Ese solo golpe fue suficiente para dejar inconsciente a la princesa sin aliento, tirándola al suelo.

Al mismo tiempo, la vid ilusoria desapareció. Todo lo que quedó a su paso fue algo tan delgado que apenas era visible a simple vista. Konoko luego recogió ese artículo. Sí, para empezar, nunca había habido una enredadera allí. Konoko no había llevado una enredadera con ella a la arena, después de todo.

“Este noble tesoro es la Hebra de Entrada. Esto es lo que realmente te estaba asfixiando. Es mucho más delgada que la enredadera que viste,

¿no? Cuando se usa para estrangular a una persona, le corta la piel y se vuelve difícil de sacar. Pero eso es todo lo que es”.

No era un artículo que pudiera hacer algo extraordinario; no podía moverse muy rápido, y si el objetivo se soltaba antes de apretarse, eso era el final. Si Hinse hubiera estado tranquila, probablemente podría haber lidiado con la situación. Esa era exactamente la razón por la que Konoko había usado su Estilo de la Sombra de la Niebla para distraerla de lo que realmente estaba sucediendo.

“Estoy segura de que hubo cosas que te confundieron, pero esta es la realidad”.

El vencedor dirigió palabras brutales al luchador que había sufrido las heridas más leves de todos los perdedores hasta el momento.

“Parece que este tigre de papel fue suficiente para derrotarte”, dijo Konoko triunfante.

La arena estaba en silencio. Sukreen, en particular, estaba en completa negación. Los cuatro guerreros de élite que había elegido habían perdido ante cuatro guerreros promedio. La realidad de la situación silenció tanto a la gente de Magyan como a sus invitados extranjeros.

La exhibición iba a constar de siete duelos y el equipo de Sukreen ya había sufrido cuatro derrotas. Como tal, no había forma de que el futuro que ella imaginaba llegara a suceder. Incluso si sus guerreros ganaran las tres batallas restantes, ella aún habría perdido la competencia. Esto significaba que no podía desafiar a Heki y a los demás después.

“Madre, esto aún no ha terminado. Este es sólo el preludio”, dijo Sunae, explicando la verdad a su madre conmocionada.

“Los que están a punto de pelear son verdaderas élites, dignas de reclamar el manto de los más fuertes”.

Aquellos que escucharon sus palabras sintieron que se les heló la sangre. Sintieron un escalofrío recorrer sus espinas y sus cerebros se congelaron de terror. Si los primeros cuatro guerreros habían sido un mero preludio, entonces el verdadero sufrimiento aún estaba por llegar.