Jimi na Kensei (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: El Reino De Los Fuertes

Parte 3: Castigo Requerido

Es solo ahora, a uno o dos días del Reino de Magyan, que yo, Saiga Mizu, me siento a hablar con Zuger, Happine y Sunae. Um, y Eckesachs también participa en la conversación, supongo.

Todo el mundo está mucho más tranquilo de lo que esperaba mientras el carruaje avanza por la carretera. Sunae está casi aterradoramente tranquila, como si hubiera decidido que nada la alterará. Los otros dos parecen tranquilizados por su calma, dado que Sunae es la que más participa en esta conversación.

“Sé que me ha tomado mucho tiempo decir esto… Pero yo, Saiga Mizu, soy el as de la Casa Batterabbe. Tengo la intención… de vivir mi vida en el Reino de Arcana. Justo como lo he hecho hasta este punto, tengo la intención de entrenarme por el bien del Reino de Arcana, para luchar por el Reino de Arcana, y estoy bien con el resultado final de esa decisión”.

Happine parece realmente aliviada al escuchar esas palabras. Sí, debería haber dejado esto claro hace mucho tiempo. Honestamente, me avergüenza cuánto tiempo he estado hablando de esto.

“Por eso tengo una razón para ir a Magyan, pero no tengo la intención de asentarme allí. Entonces, si eso es algo que no puedes perdonar, Sunae, entiendo si quieres romper conmigo. Estoy dispuesto a que Zuger me maldiga para evitar que use mi Presencia Real y la Invocación Espiritual de ahora en adelante”.

Dejando de lado por un momento si eso sería o no un castigo suficiente por romper su corazón, dado que Sunae me había enseñado un Arte secreto que generalmente está reservado para la realeza, limitando mi uso de ese Arte si rompiera con ella es el único curso de acción correcto. Estoy seguro de que Zuger no lanzaría tal maldición, pero todavía es algo que tengo que hacer yo mismo.

“Pero si estás de acuerdo con mi elección, si estás dispuesto a vivir en el Reino de Arcana, Sunae, entonces haré todo lo que pueda para hacernos una vida allí. Voy a hacer lo que sea necesario. Ya sea que signifique suplicarle a tu papá, pelear o incluso perder”.

“Tus palabras no tienen sentido, Saiga. Tus promesas siempre son tan baratas”.

Sunae está sorprendentemente tranquila y serena a pesar de lo que estoy diciendo. Por supuesto, estoy seguro de que establecerse en Magyan habría sido su resultado ideal. Probablemente por eso parece un poco decepcionada a pesar de su calma. Al mismo tiempo, sin embargo, parece estar en paz con mi elección.

“No quiero decirlo de esta manera, pero ¿qué sentido tiene que no uses la Invocación Espiritual? Has aprendido a usar tu sangre contaminada. Eso por sí solo es suficiente para compensar el hecho de no utilizar la Invocación Espiritual”.

“Si, tienes razón.”

“Entonces no tiene sentido. Es cierto que protegería los secretos de mi familia, pero eso es bastante inútil como una forma de que me disculpes.

¿Me equivoco?” “No, tienes razón”.

“Entonces déjame hacerte la pregunta más importante. ¿Por qué… por qué elegiste Arcana y LA Casa Batterabbe?” pregunta con una seriedad mortal.

También necesito darle una respuesta adecuada sobre por qué no elijo a Magyan. Esa era mi responsabilidad, dado que evalué las tierras natales de Sunae y Happine y elegí una de ellas como mi hogar.

“Déjame decirte esto primero. No es que os haya comparado a las dos y decidí que me gustaba más Happine. Sé que esto suena mal, pero las quiero a las dos por igual”.

Incluso yo estoy un poco desanimado por mis propias palabras cuando las digo. El hecho de que las haya dicho significa que no soy nada parecido a un buen hombre. O más bien, el hecho de que me encuentre en esta situación probablemente significa que, para empezar, nunca fui un buen hombre. Esta situación se debe enteramente a mi indecisión.

No habría sucedido si hubiera dicho: “Ya estoy comprometido con Happine, así que no puedo casarme contigo”, cuando Sunae me propuso matrimonio. Estoy en esta situación porque mantuve las cosas vagas y me negué a tomar una decisión clara.

“Pero yo… yo quiero volverme más fuerte. Por eso quiero vivir en el Reino de Arcana. También le debo mucho a la Casa Batterabbe, al padre de Happine. Tengo que pagar esa deuda, y no puedo usarte solo como una razón para alejarme de todo lo que les debo. Esa es la razón por la que elijo Arcana como mi hogar”.

Sé que mis palabras corren el riesgo de molestar a Happine, y que estaría más que justificado si me golpeara mientras las digo. Por lo menos, si yo fuera una mujer en los zapatos de Happine o Sunae, estaría realmente enojada al escuchar lo que acabo de decir.

No es que esté eligiendo dónde vivir en función de a quién amo más; más bien, voy con el Reino de Arcana porque los términos son mejores allí. Al final, elegí a Happine por razones que no tienen nada que ver con ella como persona. Mi decisión se basa en una comparación de sus dos países, no en sopesar mis sentimientos por ellos dos.

Las amo a ambas y no puedo decir cuál amo más. Siento que tengo que decirles la verdad, incluso si eso significa que ambas me golpearan y termino perdiéndolas a ambas en el proceso.

“Habiendo dejado eso en claro, necesito disculparme contigo, Sunae. Aunque sabía que eras una princesa de una tierra lejana, no pensé muy en serio en tu país o en el hecho de que la Invocación Espiritual es un Arte exclusivo de tu familia. Solo pensaba en ti como alguien que podría enseñarme un nuevo Arte Raro”.

Esas son las palabras de un imbécil total. Incluso si son la verdad completa y no pretendo hacer daño al pensar en ella de esa manera, todavía es algo terrible haber dicho. Como la persona que dijo eso, lógicamente también me considero un completo imbécil.

“No sé lo que tú, Zuger y Happine pensaron de mí, pero nunca pensé tan profundamente en aprender un nuevo Arte de ti, o en estar contigo”.

“Ya veo…” “Lo siento.”

Inclino la cabeza mientras me siento en el asiento del carruaje. Es entonces cuando Sunae me agarra del pelo y me levanta la cara.

“¡Hrmph!”

Ella no me abofetea, exactamente. Sus uñas, no, sus garras, las que crecieron con su Presencia Real, me desgarran la mejilla. La sangre sale de las heridas y salpica el interior del carruaje. Mientras tanto, Eckesachs se sienta y observa. Lo entiendo, esto no es algo en lo que deba participar.

El color desaparece de las caras de Happine y Zuger, pero no pueden hacer nada más que mirar. Yo también lo entiendo. No es que ninguno de los dos tenga ninguna habilidad de lucha, y Sunae ejerce un Arte Raro que realmente brilla en el combate. Es cierto que no es tan fuerte como Ran, Sansui o yo, pero sigue siendo mucho más fuerte que una chica promedio.

“Sunae…”

“No he terminado.”

Sus ojos cambian de humano a felino mientras muerde mi hombro. Ella no solo rompe la piel; sus colmillos desgarran los músculos de mis hombros y rompen el hueso de debajo.

“¡Owww!”

“Patético. Lo mínimo que puedes hacer es soportarlo”.

Permitiendo que su Presencia Real retroceda, Sunae se limpia la sangre de la boca y los dedos mientras se sienta.

“¡¿E-E-Estás bien?! ¡¿Lord Saiga?!”

“Sí, estoy bien, Zuger… Puedo arreglar esto yo mismo”.

Activo mi sangre contaminada y mi cabello se decolora de blanco. No puedo regenerar fácilmente el músculo o la piel perdidos como Ran, que es un auténtico berserker, pero el dolor se desvanece y el sangrado se detiene lo suficientemente rápido. Una vez hecho esto, uso mis Artes Místicas para curar las heridas. Dicho esto, no puedo curar todo limpiamente. He arreglado las roturas de mis huesos, pero todavía quedan cicatrices en mi piel por los arañazos y los mordiscos.

“Eso será suficiente por ahora”.

“¡E-Eso es exagerar! ¡Has dejado cicatrices en Saiga!”

“Hrmph. Si quieres deshacerte de ellos, haz que Suiboku te ayude”.

Si hubiera sido cualquier otra persona, esto habría sido un asesinato, provocado por una pelea de amantes. Por otra parte, considerando que soy un hombre que ha engañado dos veces, incluso tres veces, probablemente sea un castigo apropiado para mí.

“Soy una mujer y una princesa. Preferiría no estar bajo el cuidado de otro reino, y quería llevar a Saiga de regreso a mi tierra natal. Siempre pensé que era lo suficientemente importante como para hacerlo, y fue porque quería llevarlo conmigo que le enseñé la Invocación Espiritual”, dice Sunae, expresando sus motivaciones perfectamente comprensibles.

Bueno, sí, ese es el mejor resultado para Sunae, y al final eso es lo que decidí no hacer. Por eso siento que me he ganado este castigo. Debido a que acepté su respuesta, Sunae parece creer que estamos empatados, y adopta el tono de alguien que ha dejado de lado su ira.

“Al estar tan familiarizado con mi hermano, Tahlan, tu rostro es demasiado simple para que me enamore de ti a primera vista. Quería casarme contigo porque eras fuerte e inusual. Pensé que sería fácil alejarte de una mujer noble de un reino salvaje”.

“¡¿Eso es lo que pensaste de mí?!”

“Por supuesto. Estoy segura de que eso no es muy diferente de lo que pensabas de mí. Incluso parecías escéptico de que yo fuera un miembro de la realeza”.

“Bueno, seguro…”

Sí, por supuesto, y tampoco es que me haya tomado ese hecho muy en serio. Quiero decir, Happine tenía una gran mansión y muchos sirvientes, pero Sunae solo tenía el raro arte de la Invocación Espiritual. Había sido una pregunta abierta sobre si la Invocación Espiritual es en realidad el Arte de los reyes y su uso es una prueba de su herencia real. Además, hay que tener en cuenta que hay todo tipo de países en el mundo, incluidos los realmente pequeños.

“Pero… eso es simplemente lo que inició mi relación con Saiga. Entiende, Saiga, que si hubieras resultado ser patético, nunca te habría llevado a conocer a mi padre, el rey. Hubiera cortado mis pérdidas, te habría matado mientras dormías y me habría dicho a mí mismo que no estaba pensando con claridad cuando te conocí”.

Sunae fácilmente podría haber hecho eso si hubiera querido. Sansui podría ser capaz de lidiar con un ataque furtivo como ese, pero yo no puedo. Incluso si puedo ver el futuro, no hay nada que pueda hacer al respecto cuando estoy dormido.

“A diferencia de mi hermano, no eres un hombre perfecto. Eres un hallazgo raro, pero estás lejos de ser omnipotente, y ahora tampoco puedo considerarte el más fuerte. Pero, a pesar de eso, lo has soportado. Nunca te rompiste. Nunca permitiste que tus derrotas te aplastaran y nunca rehuiste la batalla”.

Ahora que lo menciona, no creo que alguna vez haya derrotado a un oponente digno. ¿Eso está realmente bien?

“Por supuesto, quiero que ganes. Sin embargo… sin embargo… esto también es importante. Sansui y Fukei son algunos de los guerreros más poderosos de este mundo, muy superiores a ti en fuerza. Sin embargo, a pesar de eso, nunca huiste de ellos, nunca evitaste luchar contra ellos, solo porque no tenías ninguna posibilidad de victoria. Creo que es mucho más importante luchar contra un oponente mucho más poderoso y sobrevivir, en lugar de luchar contra un oponente más débil y ganar”, dice, confesando que, en su corazón, quería que yo ganara.

Aun así, Sunae también me dice que siente que es importante que nunca me escape, que sobreviví a mis pérdidas y que seguí entrenando después. Sin embargo, da un poco de miedo, ya que todavía tiene sangre en los labios.

“Me derrotaste. Ese fue el comienzo de nuestra relación. Tus acciones después de eso siempre han cumplido mis expectativas. Su decisión aquí, hoy, también encaja en esa línea. Así que respetaré y estaré de acuerdo con tu decisión”.

“¡¿Entonces por qué lo arañaste y lo mordiste?!”

“¡Porque me cabreó! Ya sabía que eso era lo que iba a decir, ¡pero podría haberlo expresado con más tacto!”

Supongo que esto significa que, por el momento, Sunae me ha perdonado. Las heridas ya no duelen, pero apuesto a que mi cara parece un desastre. No estoy seguro de querer mirarme en un espejo ahora mismo.

“Ahm… ¿Estás seguro de que estás bien?”

“Sí, estoy bien, Zuger”.

Incluso desde mi propia perspectiva, el hecho de que haya tardado tanto en tener esta conversación es bastante poco convincente. Por supuesto que iba a estar enojada. Hemos estado viajando todo este tiempo, en un montón de carruajes cargados de tesoros, ¿y elijo este momento para tener esta charla? ¡Vamos! No se puede perdonar ser vago o poco entusiasta con mis compromisos. Eso era cierto incluso antes de este punto.

“De todos modos, me alegro de que finalmente hayas hablado de esto, pero desearía que pudieras haberlo hecho antes. Todavía tenía la vaga esperanza de que pudiéramos vivir juntos en mi tierra natal… pero creo que esto es lo mejor”.

“¿Por qué? ¡Siempre me menospreciaste, diciéndome que soy un simple noble, mientras que tú eres un real en tu tierra natal!”

“No hay nadie como Sansui o Suiboku en mi tierra natal. Si Saiga se estableciera en mi reino, bien podría dejar de entrenarse. Si eso sucede, podría terminar siendo un caparazón del hombre que es ahora”.

Esas palabras suenan muy cerca de casa. Es cierto, no soy estudioso ni dedicado como el Maestro Suiboku o Sansui. No iría a esconderme en el bosque solo para entrenar. Si no tuviera a nadie que me desafiara, probablemente estaría feliz con cualquier nivel de progreso que haya logrado hasta ese momento.

“En este punto, dudo que haya alguien en mi tierra que pueda igualar a Saiga en fuerza. Sería fácil para él convertirse en rey de Magyan. Sin embargo, Saiga no tiene el temperamento para ser rey. He visto cómo es un verdadero gobernante en Ukyo, y ahora que sé la diferencia, no puedo imaginar a Saiga convirtiéndose en algo como ese hombre”.

Si estoy de acuerdo. Ukyo es definitivamente un emperador. No en términos de su título ni de su nombre, pero carga con todo el peso de las obligaciones de su país y su poder. No pude hacer eso. Siempre me he dejado llevar por la corriente. Dejo mis propios sentimientos en el aire, esperando a que alguien me dé indicaciones o instrucciones. Ese tipo de persona nunca podría ser rey.

“Por eso estoy en paz con la idea de instalarme en el Reino de Arcana. Si vas a casarte conmigo y gobernar una quinta parte de un gran reino como jefe de una de las Grandes Casas, entonces tendrás un rango digno de una hija de la casa real de Magyan. Por supuesto, todavía hubiera preferido que hubieras tomado esa decisión antes. Si soy honesta, siempre me preocupé por lo que podrías hacer”, dice Sunae, sonando un poco enojada.

Realmente me siento culpable por mi falta de decisión. “Sí, lo siento”.

“¡Espera! ¡Prométeme que también te casarás conmigo! ¡Ahora! ¡Aquí mismo!” Happine dice enojada. Bueno, claro, entiendo su enfado.

“Um, sí. Por supuesto que me casaré contigo, Happine, y también me convertiré en el jefe de la Casa Batterabbe. También me casaré contigo, Zuger”.

“¿No puedes hacer que suene un poco más pesado? ¡¿Cómo hiciste un poco antes?!”

“E-Eso puede esperar, ¿no es así, Lady Happine?! ¡Por favor cálmate!”

Zuger intenta calmar a Happine, pero ella no se calma fácilmente. Lo entiendo. Es como si la estuviera tratando como un completo aparte. Pero si le propongo matrimonio ahora, eso solo confirmará que ella es de importancia secundaria.

“Cálmate, segunda esposa”.

“¡¿A quién llamas segunda?! ¡Soy la esposa oficial! ¡La primera esposa!”

“Vamos a discutir eso más tarde. Mi padre tiene que guardar las apariencias en ese sentido, al menos”, dice Sunae, dejando en claro su postura de que todavía es una princesa de todo un reino antes de continuar. “Por eso quiero resolver adecuadamente el problema que ha planteado mi madre. Sé que mi hermano quiere lidiar con eso él mismo, pero yo también tengo un papel que desempeñar… No, hay un papel que solo yo puedo desempeñar”.

Recuerdo cómo Tahlan lamentó su impotencia en el palacio Donzila. Dependiendo de cómo se mire, es cierto que Tahlan en realidad no cuenta con que Sunae haga nada. Sin embargo, Sunae parece creer que ella, más que Tahlan, debería hacer algo para resolver este problema.

“Saiga. Aunque no pelearé, tengo la intención de cumplir con mi deber como miembro de la realeza. Por eso… cuento contigo en lo que respecta a los duelos”.

“¡Sí! ¡Déjamelo a mí!”

Estoy realmente feliz ahora que he trabajado tan duro para ser más fuerte, porque esa fuerza me permite responder a su confianza en mí con total seguridad.