Jimi na Kensei (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: El Reino De Los Fuertes

Parte 4: Monarquía (Parte 1)

Quizás no hace falta decirlo, pero en este mundo, en esta era en particular, las fronteras no están claramente definidas de un extremo a otro de un país. Además, simplemente no existe una propiedad clara de un terreno en los límites de un país.

Por supuesto, hay una “frontera” vaga que define la diferencia entre el Reino de Donzila y el Reino de Magyan. Pero, no es que haya fronteras claramente definidas como en la Tierra del siglo XXI, y hay una gran cantidad de tierra que simplemente se queda sin reclamar.

Por ejemplo, digamos que hay un desierto. Si bien puede haber escaramuzas territoriales a lo largo de las rutas que conectan los oasis en ese desierto, el resto del desierto es solo tierra vacía llena de arena, y nadie está realmente a cargo de ello.

Básicamente, las fronteras y los reclamos de tierras en este mundo se centran en lugares útiles como tierras de cultivo, y el área entre países que no es de utilidad para nadie simplemente se sienta allí, sin reclamar, sirviendo como una zona de amortiguación nebulosa entre los dos países. El hecho de que Magyan y Donzila se mantengan en términos tan amistosos probablemente se deba al hecho de que no hay una tierra útil ubicada en su frontera compartida por la que pelear.

En cualquier caso, hay un ejército bastante grande esperándonos en nuestra ruta planificada una vez que dejamos el Reino de Donzila propiamente dicho.

“¿Tus pensamientos, Sansui?”

“No emanan hostilidad de ellos. Muchos tienen la Presencia Real, pero no hay nada más inusual en ese grupo”.

“Ya veo… ¿Cuántos de ellos tienen la Presencia Real?” “Aproximadamente el diez por ciento del total”.

“Son bastantes. Por lo tanto, deben ser sus élites”.

Su paternidad, Tahlan, Sunae y Saiga se unen a mí a caballo mientras nos dirigimos hacia el ejército reunido frente a nosotros. Les informo a todos los de nuestro lado que el ejército no está aquí para ahuyentarnos. No es que pueda imaginarlos haciendo algo tan irrespetuoso.

Este viaje ya nos ha llevado varios meses llegar hasta aquí. Si nos rechazaran en la frontera, estaríamos perfectamente justificados al decirles a todos los países por los que pasamos en el camino de regreso hasta Magyan habían sido groseros y sin gracia.

Tahlan y Sunae ya les han dicho a innumerables personas en el camino aquí que se casarán con familias nobles de una tierra lejana, por lo que no es necesario que los magiares se desvíen de su camino para avergonzarse. Técnicamente, tenemos una gran cantidad de tropas Arcanianas con nuestra caravana, pero solo están allí para proteger los tesoros que llevamos para las dotes. No hay forma de que alguien pueda pensar que hemos llegado tan lejos para invadir, por lo que deberían dejarnos entrar sin muchos problemas.

“¡Príncipe Tahlan! ¡Princesa Sunae!”

“¡Ah, gracias por venir! Aprecio el hecho de que hayas venido a darnos la bienvenida. Finalmente puedo descansar tranquilo”.

“¡Estamos muy, muy contentos de que hayas regresado! ¡De ahora en adelante, nosotros, la élite de Magyan, los protegeremos!”

Un hombre a caballo, evidentemente el comandante de la fuerza mágica, galopa alegremente para saludar a Tahlan. Junto con su aproximación, gran parte de la fuerza se prepara para formar una escolta alrededor del convoy Arcaniano.

“¿Confío en encontrarte bien?”

“En cuanto a eso, tendremos tiempo para discutirlo en detalle en nuestro relajado viaje a la capital”.

“Ya veo. Luego, estas son listas que detallan a los miembros de nuestra delegación, un manifiesto de lo que llevamos y cartas de presentación. Envíelos a mis hermanos por mensajería”.

Hay una notable cantidad de respeto que emana de los miembros del contingente Magyan. Puede que Tahlan no tenga la Presencia Real, pero sigue siendo el mejor espadachín de este reino.

“Entendido, Su Alteza. Príncipe Tahlan, princesa Sunae, ¿puedo molestarlos para que nos presente a sus compañeros?”

“Heh. Esta es la mujer que será mi esposa y su padre”.

“Este es el hombre que se convertirá en mi esposo. Trátelo adecuadamente”.

“¡Ahh ya veo! ¡Entonces haremos todo lo posible para protegerlos!”

Parece que la noticia ha llegado a Magyan de los reinos vecinos. Aun así, el comandante confirma nuestras identidades como una señal de respeto y se mueve felizmente para proteger a nuestro grupo.

“Tu reino es más impresionante de lo que imaginaba”. “Me honras con tus elogios”.

Parece que su paternidad ha notado que las descripciones que había escuchado en Donzila no eran exageradas.

El comandante se aseguró de decir que tomaríamos una ruta de regreso tranquila, lo que significa que le han dicho que no se apresure a regresar a la capital. Eso solo puede deberse a que algo le ha sucedido al rey, pero también a que el reino en sí no ha sufrido a pesar de eso.

“Realmente son mis queridos hermanos”.

Tahlan siente vergüenza por haber estado fuera del país cuando algo le sucedió a su padre, al igual que Sunae.

“Permítame presentarme como es debido. Soy el general Abra, encargado de escoltar al príncipe Tahlan y a la princesa Sunae de regreso al palacio. Es un honor conocerlos”.

Como Abra indicó que tenía un asunto privado que discutir con Tahlan y Sunae, los tres—junto conmigo, Saiga, Lady Douve, Su padre y Happine— están viajando con Abra en su carruaje.

Abra es un hombre con rasgos finamente cincelados y un cuerpo extremadamente musculoso. Si bien tiene una daga en la cadera, no está armado de otra manera. Basado en eso, él es claramente un maestro de la Presencia Real, quizás incluso relacionado directamente con la familia real. La Invocación de Espíritus debe ser un Arte cuyos secretos se guardan de cerca dentro de la familia real y el reino mismo. Ese es casi definitivamente el caso, dado que Magyan estaría en desventaja numérica frente a sus vecinos.

“Ya he tenido noticias del rey de Donzila. Padre está enfermo, ¿no?”

“De hecho, Su Alteza. Incluso los médicos del palacio no pueden hacer nada más que rezar por su recuperación…”

Entonces, el rey está realmente enfermo. Aun así, según el tono de Abra, tal vez no sea tan malo como temía Tahlan.

“¿Padre lo está pasando mal?”

“Todavía tiene los sentidos y el apetito, pero su fuerza ha continuado debilitándose, y en este punto le resulta difícil pararse…”

“Padre, ¿está tan enfermo…?”

Sunae parece bastante sorprendida por la noticia. Tahlan no expresa su propia inquietud, pero su expresión delata sus sentimientos. Por supuesto, los niños que se regocijan al saber que su padre ni siquiera puede soportar más son peores que simplemente desalmados.

“Su Alteza, los rumores han hablado de que traes de vuelta a extranjeros que pueden usar Artes Curativas…”

“Sí. He traído a varios especialistas en ese arte. Además, como he enumerado en el manifiesto, tenemos Melocotones Enrollados y Ginseng Divino”.

“¿Eh?”

Abra parece completamente sorprendido con la última noticia. Aparentemente, los Magyans están más familiarizados con las Artes Inmortales, y Abra está tan sorprendido que olvida temporalmente sus modales. Supongo que no se puede evitar, ya que ninguno de ellos es un completo desconocido para él, sino más bien una fruta medicinal de la que solo se habla en las leyendas.

“M-Mis disculpas, Alteza… ¿Realmente tienes esas cosas?”

“Sí. Yo mismo me he comido el melocotón en espiral. Puedo garantizar sus efectos, pero… supongo que no puedo simplemente dárselo a mi padre”.

“En efecto…”

Permítame ser franco. ¿Quién dirige actualmente este reino?”

Abra duda un momento antes de responder a la pregunta de Tahlan. “Príncipe Heki”.

“Como yo pensaba. Él es la elección correcta. No tengo nada de qué preocuparme si Heki está a cargo”.

“Sí. Su Majestad eligió específicamente al príncipe Heki para que sirviera como regente cuando cayó enfermo, y también nos ordenó que nos mantuviéramos unidos bajo el liderazgo del príncipe durante la duración de la crisis. Su Alteza no ha hecho nada para traicionar las expectativas de Su Majestad y está haciendo un buen trabajo como regente”.

“Regente, no sucesor. Eso significa que no ha sido nombrado formalmente el próximo rey. Pero conociendo al padre, incluso si se recupera, probablemente dirá que ya no es lo suficientemente fuerte como para ser digno del trono. Sin duda, Heki será coronado pronto”.

Parece que Tahlan está bien con la selección. Como mínimo, cree que su hermano menor, Heki, es un digno sucesor al trono. Sin embargo, Abra, que ha estado sirviendo y apoyando a Heki todo este tiempo, parece tener sus dudas.

“Sin embargo… con Su Majestad confinado en su cama, el reino ha estado falto de unidad…”

“Eso es de esperar. No es un asunto sencillo reemplazar a un hombre tan grande como nuestro padre. Sin duda, Heki será comparado desfavorablemente con él al principio, pero así es siempre al comienzo de un reinado”.

Abra permanece en silencio por un momento.

“¿Qué es? ¿Alguno de mis otros hermanos ha disputado el reclamo de Heki al trono? Eso está perfectamente dentro de sus derechos. Si no puede contenerlos, entonces no tiene derecho a gobernar como rey”.

“Sin embargo, dudo en decirte… tu madre… tu madre ha argumentado que debes tomar el trono, incluso si eso significa cambiar las leyes del reino”.

Tahlan ya ha escuchado sobre el desarrollo, pero tenerlo confirmado es un duro golpe. Habiendo fingido ignorancia hasta este punto, responde con tristeza: “Ya veo. Escuché de la princesa Gayaou de Donzila, pero parece que mi madre está decidida a llevar a cabo su plan”.

“Creo que es porque tu madre está motivada por su amor por ti”.

“No hay necesidad de intentar consolarme. Perdóname por hacerte dar noticias difíciles. Puedes irte ahora”.

Tahlan envía a Abra, que se disculpa, fuera del carruaje y deja escapar un profundo suspiro. No es el único; Sunae también se ve extremadamente avergonzada por la noticia. Sin duda, ambos se avergüenzan de haber obligado a un leal criado a hablar mal de su madre.

No es que no entienda los sentimientos de su madre. A pesar de que ella era la Primera Consorte y dio a luz al príncipe mayor, ese niño no tenía la Presencia Real. Cuando finalmente tuvo una hija con la Presencia Real, resultó que su talento no era particularmente fuerte. Puedo imaginar fácilmente que su vida después había sido difícil, pero debería haber podido aceptar ese destino.

“Ah, sí solo fueran divagaciones… pero parece que está mucho más allá de ese punto. Sin duda, es agradable para ella soñar con glorias impropias, pero es una completa pesadilla para aquellos que se ven arrastrados a ella”.

“Como usted dice. Es una tontería que ella hiciera”, dice Tahlan, asintiendo con la cabeza en señal de aceptación de la declaración de arrepentimiento de su padre.

Si hubiera sido un complot corriente de princesas extranjeras o la reina consorte, el general no habría tratado la noticia con tanta seriedad. Abra está realmente preocupado de que esta situación pueda convertirse en una guerra civil, o incluso en una guerra mayor entre países vecinos.

“Sunae, necesito una opinión honesta. Si me convierto en rey, ¿crees que la gente lo aceptaría?”

“No todos, pero creo que al menos la mitad lo haría. También creo que ambas partes serían extremadamente celosas en sus posiciones elegidas”.

“Esa es la peor combinación posible”.

Tahlan se queda en silencio por un momento. Sin duda se está reprendiendo a sí mismo.

Lady Douve sonríe dulcemente y lo abraza. Ella se ve complacida pero comprensiva, ofreciéndole tiernamente su compasión. Está claro que siente un dolor tan sincero por su gente, y es por eso que ella lo valora y lo ama.

“Hermano, tengo algo que deseo pedirte”.

Y no es solo Lady Douve mirándolo de esa manera. Saiga y Happine miran fijamente a Tahlan mientras Sunae habla.

“Sobre este asunto… ¿Podrías dejarme persuadir a mi madre?”

No hay nada extraño en su solicitud. La madre de Tahlan también es la madre de Sunae, y la cuestión de la sucesión también es algo que le preocupa. Aun así, es sorprendente ver que se ofrece a ayudar a su hermano a llevar la difícil carga que pesa sobre sus hombros. Siempre pensé que lo veía como alguien a quien admirar.

“Sunae…”

Tahlan siempre ha considerado a Sunae como la hermana menor que está constantemente tratando de seguir sus pasos, que es exactamente la razón por la que él es el que más se sorprende por su solicitud.

“Vaya, vaya, parece que tu hermana está bastante motivada. Creo que dejar esto en sus manos es lo que un buen hermano debería hacer en esta situación, ¿no?” Lady Douve propone con una sonrisa divertida. Si Sunae tiene éxito, eso soluciona el problema; si fracasa, supongo que Lady Douve intentará reírse de ella. Realmente habla de su personalidad retorcida, pero lo que está diciendo en este caso es perfectamente correcto.

“Está bien. Sunae, te lo dejo a ti. Pero si las cosas salen mal, no dudes en confiar en mí”.

“No hermano. Ya tengo gente en la que puedo confiar”, dice Sunae con aire digno. A ambos lados de ella, Saiga y Happine asienten con expresiones serias.

“Está bien, entonces te lo dejo a ti”.

Parece que hay otras mujeres además de Lady Douve para las que Tahlan no tiene que interpretar un papel. Habiéndose dado cuenta de eso, los labios de Tahlan se curvan en una sonrisa de tranquilidad.

Llegar aquí ha sido todo un viaje. Supongo que no ha sido tan largo dado lo larga que ha sido mi vida, pero he sentido cada minuto de esta caminata en particular. Mientras tanto, cuando entro al palacio de Magyan, no puedo evitar preguntarme qué tipo de cicatrices dejó mi maestro en esta región.

Tahlan y su paternidad lideran la procesión, por supuesto, y justo en sus flancos están Sunae y Happine, con el resto de nosotros siguiéndolos. Esta es mi primera vez en el palacio de Magyan, pero no es tan diferente del palacio de Donzila, así que no siento ningún revuelo en particular al verlo.

Sin embargo, los otros miembros de la delegación de Arcana están todos agitados. Después de todo, este reino está en medio de una crisis de sucesión. Lady Douve todavía está alegre, pero he renunciado a hacer algo al respecto.

“Yo.”

Se nos lleva a la sala del trono. Hay una gran silla colocada sobre un estrado sobre un corto tramo de escalones y, como la de Donzila, está lujosamente decorada con tela. Sin embargo, el hombre que nos espera no está sentado en el trono en sí, sino en los escalones que conducen al estrado. Es un hombre gigante de hombros anchos, cuya constitución se parece más a la de un poderoso guerrero que a la de un apuesto príncipe.

“Cuánto tiempo sin verte, hermano mayor”.

¿Debo describirlo como irrespetuoso o humilde? Este hombre es el más cercano al trono de Magyan, pero ha decidido no sentarse en él, después de todo. Le sonríe a Tahlan.

Todos los demás miran desde Tahlan a ese hombre y viceversa. Hay más que solo el hombre y sus guardaespaldas en la sala del trono; los otros presentes son probablemente hermanos de Sunae y Tahlan, junto con las consortes del rey, y algunas personas que también parecen los principales sirvientes del rey. Los que están más nerviosos son las personas que parecen miembros de la familia real.

En particular, la mirada de la persona que probablemente sea la madre de Tahlan y Sunae es intensa, comparable en intensidad a la de Chette.

Algunos otros también dirigen miradas intensas a Tahlan, a pesar de no ser visibles desde donde estamos en la sala del trono. Probablemente sean princesas extranjeras de un tipo u otro. Debe ser bastante difícil ser un hombre atractivo.

“Sí. Ha pasado mucho tiempo, Heki”.

Tahlan y Heki se acercan y se abrazan sin ningún signo de artificio. Ambos sienten un sincero alivio al verse. Esa es al menos una gracia salvadora en toda esta situación.

“Todo el país es un hervidero. Sigues siendo popular aquí, hermano mayor, a pesar de que te has ido por un tiempo”.

“Todo eso se debe únicamente a la autoridad del padre. Es solo porque la familia real está firmemente establecida que un príncipe puede salir vagando”.

“¿Vagando, mm? ¡Ha! ¡Sigues siendo un hombre más grande que yo, hermano mayor!”

Pasan de un abrazo a un apretón de manos, intercambiando un agarre firme. Puedo decir que ambos están simplemente felices de verse. Es una hermosa demostración de amor entre hermanos. Hay varias otras personas mirando la escena con disgusto, pero para Tahlan y Heki, es un momento significativo.

“Ahora, preséntame a la dama de acero que se las arregló para conquistar tu corazón”.

“Sí, por supuesto… Este es Douve Sepaeda, mi alma gemela”.

Mi capacidad para sentir el aura se entumece momentáneamente cuando la habitación se desborda de intensa emoción. Es como si mirar al sol te ciega temporalmente. El puro resentimiento que fluye hacia la habitación es tan obvio que no hay una sola persona en la habitación que no lo note.

Estos son probablemente los sentimientos de las mujeres que están enamoradas de Tahlan, y la pura fuerza de su ánimo es inquietante.

“Es un honor conocerte. Douve Sepaeda, a su servicio”.

“Maldita sea, has encontrado a una mujer con agua helada en las venas”.

La sonrisa de Lady Douve ni siquiera vacila ante el resentimiento dirigido a ella. De hecho, no puede ocultar el puro placer que está obteniendo de toda esa atención negativa, sus labios se arquearon en una sonrisa alegre. A pesar de que hay suficiente hostilidad dirigida hacia ella como para matar a todo un país, está rebosante de alegría.

Solo ver su expresión es suficiente para impresionar a Heki, junto a mí. “Este es el hombre que se convertirá en mi suegro”.

“Yo… soy el Señor Emérito de la Casa Sepaeda, una de las Grandes Casas del Reino de Arcana. Vine aquí para sellar el matrimonio entre mi hija, Douve, y el príncipe de su reino”.

“¡Ahh ya veo! No detecté ningún indicio de capacidad de lucha por parte de Lady Douve, pero… puedo decir que tú, su padre, eres un hombre que ha luchado en muchas batallas. Somos un reino de guerreros y valoramos la destreza en la batalla. Pensé que mi hermano mayor tenía la intención de casarse con una familia débil, ¡pero parece que mis preocupaciones eran infundadas!”

Magyan es un reino donde tanto hombres como mujeres son juzgados por su destreza en la batalla, razón por la cual hay muchas personas aquí que desprecian a Lady Douve. Su paternidad dando un paso adelante en realidad ayuda mucho a aliviar la tensión en la habitación.

“Oye, Sunae”.

“¿S-Sí, hermano Heki?”

“¿Qué tienes que decir por ti misma, eh?”

Sunae se ha puesto rígida de ansiedad y Heki agarra su cabeza, sacudiéndola de una manera u otra.

Ah, como pensaba. Supongo que no fue bueno que Sunae, una princesa con derecho al trono, dejara el reino por su cuenta.

“¡Padre, tu madre y todos nuestros otros hermanos estaban preocupados por ti! ¡Imagínese irse sin decírselo a ninguno de nosotros!”

“¡M-Mis disculpas!”

“¡Asegúrate de ir y recibir tu paliza! Tsk… Entonces, ¿eres el prometido de Sunae?”

El sujeto luego se vuelve hacia Saiga. Estoy seguro de que puede soportar ser atacado físicamente, pero me preocupa su capacidad para hacer frente a los saludos diplomáticos. Quiero decir, parece ser el más nervioso aquí.

“¡Sí! ¡Soy Saiga! ¡Saiga Mizu!”

Hay un largo período de silencio del príncipe de Magyan. “¡Um, bueno…!”

Cuando Heki le da una mirada evaluativa, la voz de Saiga se quiebra durante su saludo. Su ansiedad lo ha superado y está claramente nervioso.

“¡Por favor, permíteme casarme con tu hermana!”

La sala del trono queda completamente en silencio en lo que parece pura exasperación. Por supuesto, es algo que habría tenido que decir con el tiempo, pero no aquí y ahora.

Heki resopla. “¡Hahahaha! Has traído a casa uno puro, ¿no es así, Sunae? No sé cómo es él como guerrero, pero como hombre… ¡es adorable!”

“Hermano Heki… Saiga no es débil…”

“Podemos asegurarnos de eso más tarde. Espero verte en acción, el hombre elegido por O Sunae”.

“¡S-Sí señor!”

Bueno, sí, en realidad es muy fuerte. Incluso sin Eckesachs, probablemente pueda vencer a la mayoría de los oponentes. No tengo ninguna preocupación sobre esa área en particular, pero…

“Aun así… El Reino de Arcana. Las Cuatro Grandes Casas. Nunca había oído hablar de la Casa Sepaeda o la Casa Batterabbe antes, pero… mirar el manifiesto y los tesoros reales realmente me abrió la mente. El mundo es realmente grande; Nunca esperé que existiera un reino tan poderoso tan lejos. De todos modos, una vez más, déjame darte la bienvenida a nuestro reino, ¡oh gente de tierras lejanas! ¡Deja que todo nuestro reino te dé la bienvenida!”

La actitud de su padre se ha relajado un poco después de ese discurso, probablemente porque se le ha asegurado que Heki realmente parece ser una opción decente para el trono. No ha dicho nada fuera de lugar y se está comportando de una manera digna de un regente. Tampoco ha tomado ninguna decisión precipitada todavía.

“Hemos preparado un banquete, así que dejemos que sus invitados descansen hasta entonces. Hermano mayor y Sunae, vayan a tener una audiencia con Su Majestad. Déjale ver los rostros de tu prometido”.

“Un momento.”

Quien detiene el proceso con una declaración repentina, como se esperaba, es la mujer que parece ser la madre de Tahlan y Sunae. Claramente posee la Presencia Real y se parece a Sunae, así que probablemente tenga razón en mi suposición. Su interjección cambia toda la atmósfera del salón del trono.

“Me dijeron que el Reino de Arcana tiene Artes Curativas avanzadas y que Tahlan ha invitado a los portadores de esas Artes a nuestro reino… Me informan además que hay frutas legendarias entre los tesoros que has traído contigo”.

“Sí. Eso es correcto, madre”.

“Entonces, ¿no deberías llevarlos contigo cuando conozcas a Su Majestad?”

Ella realmente va al grano, ¿no es así? Bueno, claro, supongo que es comprensible, ya que tanto su hijo como su hija pueden terminar abandonando el reino.

“Sin duda, Su Majestad estará complacido con los obsequios”.

“¡Hahaha! ¡Exageras, madre! Por lo que escuché de Abra, todavía está en su sano juicio, ¡e incluso puede mantener conversaciones! Si le llevo médicos y medicinas a mi padre, ¡me gritará por tratarlo como a un inválido!” Tahlan dice, riendo.

Heki se une y dice: “De hecho. Estoy seguro de que el padre se recuperará con solo ver al hermano mayor y a su novia, y sin duda, en el momento en que vea a Sunae regresar de su viaje sin previo aviso, ¡se levantará y comenzará a sermonearla!”

Los dos hermanos claramente están tratando de enturbiar las aguas, ofreciendo su cercanía como hermanos y la propia reputación de su padre como distracciones de la interjección.

Saiga mira con gran admiración su habilidad. Esta es una de esas cosas que ninguno de nosotros puede hacer, ya que situaciones como estas son en las que la inteligencia básica y la crianza tienen mucho impacto.

“Ya veo. Entonces te esperaré en la sala de recepción. Sunae, prepárate para mi conferencia. Tahlan, tienes invitados aquí para verte desde los reinos vecinos. Asegúrate de saludarlos”.

“Sí, por supuesto.” “Estaré allí en breve”.

Sigue siendo una situación tensa. Aunque la madre de Sunae y Tahlan hace todo lo posible por manejar con gracia la situación, es imposible ignorar la tensión en sus gestos. Esto es bastante claro para todos los demás, y ciertamente no necesita la habilidad de un Inmortal para leer auras.