Jimi na Kensei (NL)

Volumen 6

Capitulo 2: La Era Del Apóstol De La Espada

Parte 3: En El Palacio

Por fin, finalmente llegamos a la capital real, que todavía tiene un bosque gigante flotando en el aire sobre ella.

A pesar de eso, la ciudad sigue siendo relativamente animada. Gran parte de eso probablemente se deba al hecho de que el bosque, a diferencia de las nubes de tormenta de hace unos días, no está haciendo ningún daño perceptible. Además, está tan alto en el cielo que las personas que viven justo debajo tienen que estirar la cabeza tanto hacia atrás que les dolerá el cuello si realmente quieren verlo.

“Es mucho más normal de lo que pensé que sería, papá. Supuse que todo el mundo entraría en pánico, pero parece que no es así”.

Como señaló Lain, no hay ningún pánico en particular evidente entre la gente, y mi regreso tampoco ha provocado ninguna respuesta en particular. No había pasado nada, a pesar de que el aprendiz del hombre que actualmente está levitando un bosque gigante sobre ellos había regresado a la capital. Sí, todo volvió a la normalidad.

“… Sansui, solo para confirmar. ¿Cómo es el interior del palacio?”

“Es un desastre. Específicamente, todos los que están allí nos miran directamente”.

Parece que Blois ya se ha dado cuenta, pero la paz de la capital se mantiene gracias a un enorme esfuerzo por parte de todos los involucrados. La gente dentro del palacio está extremadamente nerviosa, sobre todo porque mi maestro está en el palacio, esperando que llegue. Todos tienen miedo del hombre que había traído un bosque gigante levitando y lo había estacionado sobre la capital. Eso es completamente comprensible, dado que puede destruir la ciudad dejando que el bosque caiga cuando quiera.

“Todo el mundo le tiene más miedo a mi maestro de lo que pensaba…”

Había esperado que tuvieran miedo de su poder, pero no anticipé que incluso los señores que nos tienen a Shouzo y a mí como sirvientes se sentirían tan intimidados. Supongo que es porque saben que somos leales, pero ese conocimiento no se aplica a mi maestro.

“Bueno, por supuesto. Quiero decir, en tu caso, ya habías establecido una relación de confianza con Sus Señorías antes de revelar tu verdadera habilidad. Si hubieran sabido que podías derrotar a toda la Guardia Real por tu cuenta desde el principio, estoy seguro de que habrían sido mucho más cautelosos contigo”.

“Si eso es verdad.”

Aunque no tenían idea de dónde había nacido o cuán fuerte era, confiaban en mí por mi comportamiento y habíamos tenido una relación fácil entre empleador y empleado. Antes de que descubrieran que tengo quinientos años, de todos modos.

Pero, en el caso de mi maestro, ya ha demostrado que posee la capacidad de destruir fácilmente el reino, y no tienen información real sobre su personalidad para tranquilizarlos. Además, había confesado abiertamente haber destruido innumerables países en el pasado. Dado que había destruido esos países porque lo irritaban, era perfectamente natural que Sus Señorías se alarmaran por su presencia.

“Dadas las circunstancias, estoy aún más preocupado por Hermana Mayor y Hermano Mayor. Dado lo tensos que están todos, si algunos vasallos vinieran a visitarnos por diversión, bueno… realmente no puedo culparlos por la forma en que responderán a eso”.

“Sí, eso es cierto…”

“…Cierto.”

Los padres de Blois tenían toda la razón; si hubiera dejado inconscientes a Chette y Hetter cuando mencionaron la idea, nos habría ahorrado muchos problemas a todos.

Nos encontramos con los otros tres en la entrada del palacio y bajamos de nuestros carruajes.

“Bueno, bueno… Eso es realmente impresionante. Ser capaz de entrar al palacio así… es el sueño de toda una vida para un noble de un país como yo”.

Como temíamos, Hetter está en un estado de excitación nerviosa. Dado que siempre ha estado interesado en hacerse un nombre, no dudo que sea una ocasión feliz para él simplemente poner un pie en el interior del palacio real. Por lo general, nunca se le permitiría entrar, y si intentaba forzar el problema, simplemente lo arrojarían a la mazmorra. El hecho de que esté tan feliz de poder entrar al castillo es probablemente una señal de que realmente es un chico de campo en el fondo. Supongo que hubo un tiempo en que yo también era así…

“Así que aquí es donde el caballero que está haciendo levitar el bosque, el maestro del Maestro Sansui, se encuentra actualmente … Dado que puede hacer flotar un bosque tan grande, seguramente puede hacerme más joven…”

Pero dejando a Hetter a un lado, Chette estaba aún peor, completamente perdida en su propio mundo de fantasía. Sin duda se sentirá abrumada por sus emociones cuando vea que mi amo parece más joven que yo. Si bien no creo que mi maestra tenga un medio para hacerla más joven, probablemente perderá el control de sí misma si sus esperanzas se ven frustradas. Si eso sucede, no tendré más remedio que noquearla.

“Ambos parecen… bueno, estúpidos. No deberían haber venido…”

Lyra parece intensamente avergonzada al ver a sus hermanos mayores. Más o menos de la misma manera que nos sentimos, en realidad.

“Maestro Sansui, ¿podría simplemente noquearlos y meterlos en el carruaje?”

“Pero no ha pasado nada todavía”.

“Será demasiado tarde una vez que suceda algo… A este paso, todo el arduo trabajo de Blois habrá sido en vano”.

Entiendo lo que siente Lyra. Realmente, realmente lo hago. Ahora que he visto a Hetter y Chette, su hermandad y su paternidad parecen bastante mansos en comparación. A pesar de todos sus problemas, todavía están tranquilos y serenos cuando es importante. Es cierto que los dos señores de la Casa Sepaeda tenían la tendencia a hacer travesuras cuando no había asuntos urgentes entre manos, pero los dos hermanos mayores de Blois parecen estar listos para cometer un error espectacular justo cuando realmente importa.

“Ser tan alegre cuando ni siquiera te han invitado… Sabes que si Su Señoría está de mal humor, ser decapitado será la menor de nuestras preocupaciones, ¿verdad?”

“¡Hahaha! ¡Te preocupas demasiado, Lyra!”

“Así es. La capital estaba tan animada, ¿recuerdas?”

“Hermano mayor, hermana mayor, ambos son tan ajenos. ¿Por qué estás haciendo suposiciones sobre personas que ni siquiera has conocido?”

Este es el punto en el que empiezo a lamentar haber traído a estos dos aquí. No tenía idea de que se emocionarían tanto con solo venir a la capital. Aunque le tengo mucho cariño a Hetter, es por esa misma razón que empiezo a preguntarme si no debería dejarlo de inmediato.

“¡Maestro Apóstol de la Espada! ¡Has vuelto!”

Con eso, el estacionamiento de carruajes de repente se llena de gente. Ha aparecido de repente un gran número de soldados que se encuentran en un estado de ansiedad, casi aterradoramente apresurada. Incluso Hetter y Chette están sorprendidos por la tensión que exudan.

“Sí, llegué hace unos momentos. Parece que Su Señoría y mi maestro están aquí, así que me gustaría reunirme con ellos”.

“Ya veo… ¡Entonces, por favor, ven con nosotros!”

“¡Su Majestad y los señores de las Cuatro Grandes Casas están esperando!”

Me tratan como si fuera refuerzos largamente esperados, que vienen a rescatarlos de una situación absolutamente desesperada. A pesar de que estamos a punto de tener una audiencia con el rey, me apresuran como si fuera un médico que se apresura a acudir a un paciente de urgencias. Acompañados por los soldados, caminamos rápidamente hacia la sala del trono.

“… Ahm, ¿estamos a punto de tener una audiencia con Su Majestad el Rey?”

Parecía que la situación se le había ocurrido a mitad del viaje, por lo que Hetter murmura la pregunta y el color desaparece de su rostro. Ya que nos acompaña, sí, eso es exactamente lo que está a punto de suceder. Por supuesto, si nos separáramos aquí, significaría que un vasallo de la Casa Sepaeda se quedaría vagando por el palacio sin rumbo fijo, habiendo llegado sin ser invitado.

“Oh cielos… Dime, Lyra, ¿mi maquillaje se ve bien?”

“Está bien, hermana mayor. Nadie está en ningún estado para darse cuenta”, le asegura Lyra a Chette, mientras esta última se preocupa por su apariencia de una manera francamente equivocada. Si va a preocuparse por algo menor como su maquillaje, probablemente debería estar más preocupada por la realidad mucho más amplia de que no debería estar aquí en primer lugar.

“¡Hemos traído al Apóstol de la Espada!”

Los seis entramos apresuradamente al salón del trono. No hace falta decir que el rey esperaba dentro, flanqueado por los jefes de las Cuatro Grandes Casas.

Todos los hermanos de Blois se congelan cuando notan que el rey y los Cuatro Grandes Señores están presentes. Esa reacción es probablemente la forma en que deberían reaccionar, dado que los cinco hombres formaban el liderazgo superior del Reino Arcana. Para bien o para mal, los tres – yo, Blois y Lain – los conocemos bien a todos y, por lo tanto, notamos rápidamente que todos parecen aterrorizados por algo.

“¿Pudiste disfrutar de tus vacaciones, Sansui?”

Incluso si está aterrorizado, no había forma de que mi señor dejara que se notara en sus rasgos. Su Hermandad mantiene la pretensión de que todo es normal y me saluda con una pregunta casual.

“Sí, pude presentar mis respetos a los padres de Blois. Le agradezco su consideración al darme la licencia”, respondo, arrodillándome mientras lo hago. Había sido un viaje bastante divertido y realmente aprecié tener la oportunidad de conocer a la familia de Blois.

Mientras hablo, los hermanos de Blois me miran con cierta envidia por la simple charla que tengo con Su Hermandad. Como su hermana, también soy un subordinado directo de Lord Sepaeda. Si bien lo habían sabido naturalmente a nivel intelectual, verlo por sí mismos debió haberle dado un nuevo sentido de la realidad. El hecho de que nos hubieran llevado a la sala del trono inmediatamente después de nuestra llegada también es un poco absurdo, cuando uno se detiene a pensar en ello.

Sin embargo, este no es el momento de preocuparse por los hermanos de Blois.

“Sin duda ya te habrás dado cuenta, pero…”

“Sí. Sentí la presencia tanto del ki como del poder de Vajra en las nubes de tormenta que cubrían el reino y, por lo tanto, supuse que fue causado por un conocido de mi maestro”.

“Así es. El hermano aprendiz de tu maestro trató de matarlo, primero atacando la República de Domino antes de poner un pie en nuestro reino. Saiga, Shouzo, Tahlan y Ran lo interceptaron bajo el mando del Señor Ukyo, pero… al final, fue tu maestro, Suiboku, quien derrotó al intruso”.

No hace falta decir que no conocía esos detalles. Pude decir que el Maestro Suiboku y su conocido estaban peleando, incluso desde lejos, pero no tenía forma de saber que otros habían estado involucrados en la pelea. A pesar de que se habían desplegado tres ases en los que Su Majestad y los Cuatro Señores pusieron su fe, todavía no habían podido ganar. Y si Ran y Tahlan también habían sido parte de esa fuerza, ¿cuán grandes eran las alturas de poder que había alcanzado el hermano aprendiz del maestro Suiboku?

Podría decir sin lugar a dudas que, incluso si hubiera estado aquí, no habría podido hacer nada por él. Sin embargo, a pesar de eso, el intruso probablemente ni siquiera pudo arañar a mi maestro.

“Hablando prácticamente, no hubo daños reales. El sol desapareció durante varios días, pero los días brillantes desde entonces lo han compensado. Si bien es probable que haya algún impacto en la cosecha de este año, no es lo suficientemente malo como para que no podamos manejarlo. Teniendo en cuenta que el enemigo era un Inmortal, uno que tenía más de cuatro mil años, salimos con mucha ligereza”.

Teniendo en cuenta que mi maestro había destruido varios países en el pasado, salirse con la suya con solo perder algunas cosechas definitivamente puede considerarse una victoria.

“Pero, aparte de eso… Bueno, eso es. Ejem. Ve y charla con tu maestro”. “Muy bien. Gracias, señoría”.

Ahora, era mi turno de hablar con el hombre que tenía a los cinco grandes hombres aquí acobardados.

“Ha pasado un tiempo, Maestro. No pensé que volvería a verte tan pronto” digo, saludando a mi maestro. Él, por supuesto, está parado tranquilamente en un rincón de la habitación.

Fue solo después de que hablé con él que Lain, Blois y los hermanos de Blois se dieron cuenta de que mi maestro estaba aquí. Como yo, mi maestro no tiene mucha presencia. Si bien exuda un aura, está tan en sintonía con la naturaleza que si está quieto es difícil darse cuenta de que está allí.

“Sí, de hecho. Si bien estoy feliz de volver a verte, también tienes mis disculpas. Especialmente porque parece que le causé problemas a tu empleador”.

Lyra, Hetter y, más que nadie, Chette miran asombrados al ver a mi maestro. Si bien probablemente esperaban algo inusual, el Maestro Suiboku todavía parece ser más joven que yo.

“Todo fue mi culpa. No necesitas perdonarme”.

Mi maestro parece verdaderamente arrepentido; sin duda, todo esto ha sido extremadamente duro para él. Pero, como el Maestro Suiboku ya entiende, la persona que más había sufrido debe haber sido su hermano aprendiz. Si hubiera sido un conflicto entre dos japoneses, el peor resultado posible habría sido la víctima de un acoso entrenando duro para vengarse, solo para descubrir que el matón se había vuelto aún más fuerte que él y la víctima finalmente perdía.

“Maestro Suiboku, este es el Reino de Arcana. Como es un país de mortales, dejemos el juicio a Su Majestad el Rey. Simplemente me adheriré a su decisión”.

“Sí, tienes razón… Realmente les he causado a todos tantos problemas. Eso es cierto para mi amigo, mi hermano aprendiz, y cierto para ti, mi propio aprendiz. Si hay algo que pueda hacer como penitencia, tengo la intención de hacerlo. Aun así, si tiene la intención de tomar mi cabeza, me gustaría un poco de tiempo antes de que se ejecute la sentencia”.

Como alguien de Japón, mi creencia personal es que si alguien lo suficientemente fuerte como para destruir el mundo casualmente viene ofreciendo su cabeza como penitencia, es demasiado abrumador aceptar esa oferta. Estoy bastante seguro de que la gente del Reino de Arcana siente lo mismo.

“Pero supongo que no querrían la cabeza de este viejo. No alcanzaría ni un solo cobre”.

“¿Entonces tienes una propuesta?”

“Sí. Si bien no te las he enseñado, tengo una serie de técnicas que pueden crear varios elementos que tienen valor en el mundo mortal. Tengo la intención de ofrecer esos artículos”.

“¿Puedes hacer esas cosas?”

En realidad, no esperaba que existiera algo parecido al objeto de las fervientes esperanzas de Chette.

“No eran necesarios para ti, ya que querías ser el más fuerte, y nunca sentí la necesidad de hacerlos para mí”.

En cuanto a la razón por la que no había hecho ninguna, es exactamente como esperaba. Tenía sentido que, si eran artículos que la gente normal querría, nunca sintió la necesidad de fabricarlos aunque pudiera.

“Y al igual que con otras artes inmortales, se necesita tiempo tanto para aprender las técnicas como para preparar el objeto. Sin embargo, eso no es un problema esta vez”.

Luego, mi maestro desenvuelve el paquete de lino que había dejado en el suelo. Inmediatamente después, un aroma rico y dulce se esparce por la habitación. El aroma de la habitación cambia tan rápida y profundamente que es difícil creer que el Maestro Suiboku acaba de abrir un paquete de tela. Todos en la habitación que habían tenido miedo de mi maestro se sienten atraídos por los objetos que mi maestro presenta.

Aunque no siento hambre, el olor es casi suficiente para hacerme la boca agua. Por lo menos, sé que es algo delicioso.

“Cuando estaba deambulando, todavía tenía mucho que aprender, así que confié bastante en estos. Son el Melocotón Enrollado y el Ginseng Divino, considerados las mejores panaceas mortales”.

Son frutas: una es un melocotón, mientras que la otra tiene una forma extraña que se parece a un niño humano.

“El melocotón en espiral refresca la sangre del cuerpo y su poder, eliminando toda la fatiga. En cuanto al Ginseng Divino, puede volver a hacer crecer las extremidades perdidas y reparar los ojos y la nariz perdidos”.

Solo recuerdo esto vagamente, pero si lo recuerdo correctamente, las Artes Místicas no pueden volver a hacer crecer las extremidades pérdidas o incluso restaurar la vista perdida. La única persona que conozco que puede volver a hacer crecer las extremidades pérdidas o los ojos rasgados es Ran el Berserker, e incluso ella solo puede volver a crecer las partes de su propio cuerpo. Para una persona normal, perder una extremidad o un ojo es el final de su funcionalidad.

Si bien los efectos del Melocotón Enrollado pueden parecer humildes en contraste con el Ginseng Divino, sigue siendo notable. Hasta este momento, nunca había oído hablar de un objeto que pudiera recuperar maná o ki.

“Ambos son extremadamente potentes, por lo que comerlos en exceso puede matar a un mortal, pero no son tan poderosos como para que deban tomarse en dosis cuidadosas. No veo a nadie que necesite el Ginseng Divino aquí, pero cortaré el Melocotón Enrollado y cada uno puede comer una rebanada”.

Con eso, mi maestro comienza a cortar el Melocotón Enrollado con un cuchillo prestado y una tabla de cortar. A medida que corta la fruta mística, su aroma se vuelve más intenso y todos en la habitación no pueden evitar mirar fijamente a mi maestro.

“¡Ahí, disfruta!”

Un servidor recoge las rodajas de fruta que había preparado mi maestro y se las lleva a los demás. Si bien el servidor parece tentado a tomar un trozo, su sentido de profesionalismo le impide hacer algo tan grosero. Por lo general, no hay forma de que personas de alto rango coman una fruta desconocida sin antes tener una prueba de degustación para detectar veneno. Además, dado que mi maestro, que había traído y ofrecido la fruta, había notado que comer demasiado de ella te mataría, por lo que es difícil imaginar a alguien que quiera comerla.

Pero, bueno, este es mi maestro quien lo está ofreciendo, el hombre que hizo levitar un bosque gigante y lo estacionó en lo alto de la Capital Real. En realidad, sería más sorprendente si se tomara la molestia de usar veneno aquí para matar gente, ya que sería mucho más fácil para él simplemente golpear hasta matar a la parte ofensora. En ese sentido, rechazar un regalo de mi maestro es algo que requiere cierta dosis de coraje. Después de todo, podría sentirse ofendido por el rechazo de su regalo.

Dejando todo eso a un lado, el Melocotón Enrollado había llenado la habitación con un aroma delicioso, tan fuerte que creo que la gente lo comería incluso si entendieran que podría matarlos si comían demasiado. Todos los presentes no pueden resistir el aroma, por lo que cada uno de ellos se lleva silenciosamente una rebanada a los labios, masticando y tragando sin decir palabra.

Ahora, supongo que yo también debería comerlo. Después de todo, mi maestro había preparado una rebanada para el servidor, así que sería una falta de respeto si no me la comiera yo mismo.

“Mm.”

Como no tengo hambre, comer no es un acto agradable. Hace tiempo que olvidé los placeres asociados con comer algo sabroso y sentirme saciado después; al mismo tiempo, también he olvidado el sufrimiento asociado con el hambre. Nunca puedo decidir del todo si la compensación vale la pena. Pensando en eso, no puedo evitar sentir un rastro de tristeza.

Sin embargo, incluso yo puedo sentir los efectos del Melocotón Enrollado. Una poderosa ráfaga de ki se esparce por todo mi cuerpo después de tragarme el trozo. Al mismo tiempo, los cuerpos de todos los demás comienzan prácticamente a desbordarse de energía vital.

Cuando echo miradas alrededor de la habitación, todo el mundo está disfrutando en silencio del cálido resplandor de la felicidad. Sentirse tan satisfecho después de comer una sola rebanada debe significar que es así de delicioso. En cuanto a mí, no puedo disfrutar de ese sabor. Siento que me lo estoy perdiendo, que me están excluyendo, porque no puedo compartir esa sensación de felicidad.

“Vaya…”

Chette, que había estado disfrutando del resplandor de comer su rebanada, finalmente nota los efectos físicos del Melocotón Enrollado. Se toca la piel y se maravilla de su firmeza. Como esperaba, su cuerpo ha recuperado su flexibilidad.

Eso también es cierto para todos los demás; Independientemente del género, la piel de todos brilla. Por supuesto, el brillo es solo el efecto de superficie. Debajo de la piel, todo, desde los órganos internos hasta los vasos sanguíneos, había sido rejuvenecido y restaurado a su perfecto estado.

Ahora, esto también es cierto para mi cuerpo y el de mi maestro, lo que demuestra que el melocotón en espiral es realmente una fruta asombrosa. El hecho de que pueda ayudar a un mortal, incluso temporalmente, a alcanzar un estado físico cercano al de un Inmortal que había pasado incontables años obteniendo esa salud, es nada menos que notable.

“¡Vaya, vaya, vaya!”

Chette, que había obtenido los efectos que esperaba, no, más allá de lo que esperaba, se ve positivamente mareada de emoción. Por supuesto, eso no la distingue mucho de las demás, cada una de las cuales se encuentra en un estado similar. Sin embargo, considerando la compañía enrarecida en la que se encuentra, sigue siendo bastante vergonzoso.

Aun así, todo el mundo está recuperando lentamente sus sentidos. Deben sentirse revitalizados, tanto física como mentalmente, sin fatiga ni apatía. A medida que se percibe la realidad de ese efecto, algunos de ellos incluso sienten una punzada de miedo por lo que han experimentado.

Habiendo recuperado la compostura, los mortales miran una vez más a mi maestro.

“De hecho, este es un fruto extraordinario…”

Su Majestad el Rey, en representación de todos en la sala, expresó su honesta opinión con una voz llena de reverencial temor. Ahora que habían experimentado directamente los efectos del melocotón enrollado, no hay razón para que duden de la capacidad del ginseng divino para hacer crecer las extremidades. Dado eso, esto representa una forma tangible y sorprendente para que ellos realmente lleguen a comprender que mi maestro y yo somos realmente inmortales.

“Sin duda, son los elementos más apreciados por los mortales de todas las cosas que puedo crear. Hubo bastantes que buscaron estas cosas en el pasado”.

Mi maestro parece tranquilo y complacido de que sus dones penitenciales hayan sido bien recibidos. Tal como lo había notado mi maestro, parecen artículos que mucha gente querría obtener. Mirando lo feliz que parece estar Chette, imagino que serían particularmente buscadas por las mujeres.

“Sin duda…” Dice Su Majestad, de acuerdo con el sentimiento de mi maestro. Si bien Su Majestad todavía es demasiado joven para ser considerado un anciano, ciertamente se encuentra en una edad en la que puede sentir su propio deterioro físico.

“En efecto. Hace mucho tiempo, cuando estaba creando Melocotones Enrollados en lo profundo de una montaña aislada, una reina que reclamó las montañas como parte de sus tierras me envió un mensajero. Ella había confundido el Melocotón Enrollado con un elixir de vida eterna y exigió que se lo entregara. Como yo era quien había invadido sus dominios, y tenía algunos en mi poder en ese momento, le entregué aproximadamente la mitad de ellos. Tuvieron el efecto que la reina había esperado, pero evidentemente se le había ocurrido una idea equivocada y luego me exigió que le entregara el resto. No podía darle todos mis Melocotones Enrollados, y ya le había dicho que me tomó varios años hacerlos, pero ella no me creyó… “

Oh ya veo. Así que la eficacia de los Melocotones Enrollados es le había causado ese tipo de problema en el pasado.

“Al final, terminé destruyendo ese país. Supongo que las mujeres están tan obsesionadas con la belleza como los hombres con la fuerza”.

El problema había sido más grave de lo que pensaba. Su Majestad también se queda mudo, ya que claramente había sido un asunto mucho más serio de lo que había imaginado al principio.

“Bueno, por supuesto, no eran solo las reinas las que querían los Melocotones Enrollados. Muchos reyes varones también los exigieron. A menudo, querrían que les dieran de comer a sus esposas e hijas, además de a ellos mismos. Al final, intentaron frenarme porque los melocotones eran muy efectivos y, desgraciadamente, siempre terminaba de la misma manera”.

Si bien el Maestro Suiboku es tan informal acerca de los eventos que hace que parezca que le han pasado a otra persona, probablemente no sea por eso que es tan serio al respecto. Probablemente pensó que, dado que los países lo habían atacado primero, estaba plenamente justificado al destruirlos. No estoy particularmente en desacuerdo con esa postura.

“Nada en este mundo es eterno. Si alguien está preocupado por su belleza o su piel, entonces debe dejar de beber licores, comer granos y frutas y dormir lo suficiente. Realmente trabaja en eso”.

Puede mantener su salud mediante una dieta equilibrada y cantidades adecuadas de ejercicio. Por supuesto, simplemente decir lo obvio no funciona en la sociedad humana.

“Por otra parte, si tuviera que empezar con eso, entonces supongo que es mejor no luchar con una espada que aprender una técnica para curar una herida de espada. Sin duda, todo suena a hipocresía hueca viniendo de un adicto a la batalla como yo”, dice mi maestro en un tono jocoso, pero nadie más en la habitación pudo atreverse a reír.

“Ya veo… ahora entiendo, al menos en parte, por qué se dice que has destruido innumerables países”.

La comprensión de Su Majestad parece ir acompañada de una saludable dosis de miedo. Dudo que mi maestro se haya esforzado alguna vez por destruir un país. Al menos, esa es mi impresión sobre el tema.

Una de las razones por las que a menudo había terminado destruyendo países era porque había aprendido técnicas de Artes Inmortales extremadamente útiles. Tal deseo había estado presente en la reina que había exigido todos los Melocotones Enrollados de mi maestro, y según la forma en que Chette había actuado recientemente, sin duda un buen número de mujeres en cualquier momento de la historia codiciarían el secreto de la juventud de mi maestro.

Fue precisamente porque podía crear cosas que tuvieran el efecto deseado que mi maestro había recibido solicitudes y demandas de todo tipo, que luego se convirtieron en la necesidad omnipresente de poseerlo, una tendencia que sin duda se hizo más fuerte a medida que uno ascendía en el nivel social. Por lo menos, personas como los nobles emigrados del Imperio de Domino probablemente hubieran llegado a conclusiones similares.

Pero en el caso de mi maestro, él es lo suficientemente fuerte como para luchar y derrotar a todo un país si éste trata de restringirlo. Si el gobernante de un país moviliza a todo su ejército para tratar de asegurar a mi amo, mi amo tiene la fuerza suficiente para masacrar a toda la fuerza. Por eso todos esos países terminaron destruidos al final. Por supuesto, eso probablemente no sea todo.

Aun así, dudo que eso ocurriera con este Rey de los Arcanos, porque había aprendido del absurdo poder de mi maestro antes de haber descubierto lo útil que podía ser mi maestro.

“Aun así, preferiría que no me temieras tanto. No tengo ninguna intención de destruir este país. Este no es un intento de ganarse el favor, simplemente un artículo ofrecido en disculpa, así que acéptelo”.

Más que nada, mi maestro siente un cierto nivel de culpa totalmente justificado hacia el Reino de Arcana. Dado que mi amo generalmente actúa sin sopesar los costos y beneficios de antemano, a menos que el rey exija que mi amo declare lealtad eterna y sirva al reino para siempre, sin duda accederá a la mayoría de las solicitudes.

Si bien una reina en el pasado lejano evidentemente lo había enojado al exigir todos los Melocotones en espiral que había creado, en este caso particular, mi maestro había creado los Melocotones en espiral con la intención de dárselos todos al Reino de los Arcanos.

“Oh, eso me recuerda”.

Mientras reflexiono sobre estas cosas, mi maestro se vuelve para mirarme. O más bien, nos está mirando a Blois y a mí.

“Esto es algo de lo que debería avergonzarme como Inmortal. Olvidé mencionar algo”.

Me pregunto qué es lo que había olvidado. “Sansui.”

“¿Sí?”

“No tienes ningún deseo sexual, ¿verdad?”

¿Por qué necesita sacar esto a colación frente a todos? Quiero decir, él y yo podríamos haber dejado de lado nuestros deseos físicos, pero al menos esperaba que hubiera conservado algún sentido de decoro.

“No, yo no.”

Aun así, no tiene sentido mentir al respecto, así que decido responderle con sinceridad. Por su parte, Blois parecía muy avergonzada. Teniendo en cuenta que estamos frente a personas realmente importantes, así como a sus hermanos, realmente desearía que mi maestra no hubiera sacado este tema en particular en este momento en particular.

“Sí, es cierto que un Inmortal que ha entrenado durante mucho tiempo pierde sus deseos físicos. Sin embargo, existe una técnica para restaurarlos”.

“… ¿Eh?”

Blois parece sorprendida por la revelación. Yo también estoy muy sorprendido.

“O más bien, sin usar esta técnica, un Inmortal no puede tener hijos”. “¿Qué?”

Al escuchar la explicación de mi maestro, Blois deja escapar un gemido desmoralizado.

Espera, eso significa… Entonces, ¿cuál había sido el punto de todas nuestras luchas, vergüenza y esfuerzo…?

“La técnica se llama Bálsamo de Oro y te permite manipular tu edad física… Pero… Bueno, ha pasado mucho tiempo desde que tuve motivos para pensar en ese efecto secundario…”

No era de extrañar que mi maestro se hubiera olvidado de una técnica que podría restaurar su libido, considerando que había pasado siglos entrenando solo en medio de un bosque. O más bien, habría sido un poco triste si el joven Maestro Suiboku tuviera una libido tan fuerte como el impulso para luchar, y hubiera estado constantemente persiguiendo mujeres, así que tal vez sea mejor así.

“Ahora, un Inmortal es aquel que atrae el ki de la naturaleza hacia sí mismo. Como tal, manipular el cuerpo de uno también es parte de las Artes Inmortales”.

El Maestro Suiboku comienza a juntar su ki alrededor de su vientre y su cuerpo comienza a cambiar. Mi maestro, que había aparecido anteriormente como un niño no mucho mayor que Lain, rápidamente se vuelve claramente más alto que yo. No solo es ahora más grande que yo, sino que también parece mayor.

“Como ves, la técnica Bálsamo de Oro te permite controlar tu cuerpo. Esta vez, lo creé dentro de mi cuerpo, pero también puedo manifestarlo externamente para formar una pastilla para que la tomes. Ahora, ten en cuenta que si un mortal consume esto, actuará como un veneno mortal, dándole una oleada temporal de energía antes de matarlo. Ten cuidado con eso”.

“Oh gracias.”

Tomé una pastilla pequeña y redonda del ahora adulto Maestro Suiboku. Pensar que finalmente había llegado el día en que miraría a mi maestro. Realmente nunca se puede saber lo que sucederá en este mundo.

Esta medicina de bálsamo dorado no parecía particularmente extraña a simple vista, pero contenía enormes cantidades de ki de mi maestro, al igual que el melocotón en espiral y el ginseng divino.

“Entonces… ¿Si toma esto, papá también se hará grande?” Dice Lain, mirando expectante a mi maestro ahora adulto.

“De hecho, funcionará exactamente de la misma manera”, dice mi maestro, sonriendo con sus rasgos de adulto. Es cierto que había probado los efectos de la técnica.

“Entonces… si toma esto, ¿Sansui me verá como una mujer?” Como Lain, Blois mira expectante a mi maestro, que ahora es más alta que ella.

“Bueno, no puedo garantizar eso”, dice mi maestro con el tono despiadado de un adulto. “O, mejor dicho, ¿no depende de ti hacer que eso suceda, al final?”

“¡S-Sí, tienes razón!” Blois responde con convicción, aunque después de primero retroceder un poco.

Así es como se ve cuando mi maestro le da un consejo romántico a una mujer. Esa es otra sorpresa, de verdad.

“Ahora…”

Cuando estoy a punto de tomar la medicina, Blois y Lain comienzan a mirarme expectantes. Es un poco difícil tragar la píldora cuando me miran con tanta atención. Quiero decir, claro, esto me convertirá en un adulto, pero crecer no siempre es tan bueno como parece…

Miro alrededor de la habitación y no puedo evitarlo, pero me doy cuenta de que todos los demás también miran con intensa curiosidad.

“Muy bien.”

Como no tengo la opción de no tomarlo, trago el medicamento. No me molesto en saborearlo ni nada, y en el momento en que lo trago, mi cuerpo lo absorbe por completo. El enorme poder contenido en su interior se extiende rápida y completamente. Puedo sentir un calor corriendo por mi cuerpo, despertando cosas que habían estado dormidas durante mucho tiempo.

Por cierto, esto es bastante similar al efecto que Tainted Blood tiene en el cuerpo.

“Mmm…”

“¿Entonces, cómo es eso?”

“Sí, esto definitivamente mataría a cualquiera que no sea un Inmortal si lo tomaran…”

Puedo sentir el ki, el poder de la naturaleza, correr por mis venas. Puedo observar cada parte de mi cuerpo, incluso mientras trabajo para contener la poderosa energía que me hace daño.

En este punto, mi cuerpo comienza a crecer, tal como lo había hecho mi maestro. No solo mis extremidades crecen más, sino que mis músculos se hacen más gruesos. No termino siendo particularmente alto, solo lo suficiente para estar en el extremo superior de lo normal. Cuando miro a mí alrededor después, puedo ver el mundo de una manera diferente, ya que mi perspectiva ha cambiado notablemente hacia arriba. Además, incluso cuando miro de manera diferente, otros me miran con nuevas expresiones.

“Um… Maestro, parece que mi voz también ha cambiado”. “Sí así es.”

“El crecimiento repentino me hace sentir extraño, incluso inquieto. ¿Cuánto tiempo durará esto?”

“Debería desaparecer mañana por la mañana más o menos”.

No soy tan bajo como mi maestro, por lo que no estoy particularmente insatisfecho con mi altura. En ese sentido, volverse más alto no es algo que me haga particularmente feliz. Sin embargo, puedo sentir el calor que irradia las miradas que Blois y Lain me están enviando. Ambas se ven realmente felices mientras me miran.

Sí, ahora soy más alto que Blois.

“Entonces, este es el verdadero Sansui…” “Entonces, este es el verdadero papá…”

Blois y Lain parecen llenos de alegría al presenciar mi crecimiento temporal inducido por las medicinas. Es decir, un físico falso que había ganado con el dopaje. Honestamente, que se vean tan enamorados de este falso y temporal cuerpo mío es una especie de golpe para mi confianza.

“¡Sansui! ¿Qué sientes cuando me miras?” Blois pregunta con entusiasmo, evidentemente olvidándose de todos los que nos rodean.

Hasta hace unos momentos, naturalmente había considerado que Blois era hermosa, pero era el tipo de aprecio por la belleza que uno siente al mirar una flor silvestre. Ahora, sin embargo, puedo sentir que mi corazón late más rápido de una manera que no lo ha hecho en mucho, mucho tiempo.

“Wow…”

Siento una punzada de nostalgia, incluso mientras lucho por procesar los cambios que han sucedido dentro de mí.

Yo recuerdo esto. Este sentimiento es… “Blois, podrías gritarme por decir esto, pero…” “¿Q-Qué es?”

Parece que Blois espera que diga algo mientras me mira. Ella no está en el estado de ánimo para registrar mi prefacio porque podría enojarse por mi próxima observación franca.

“Estoy muy…”

“¿De verdad estas… qué?” “Realmente hambriento.”

Un gruñido increíblemente fuerte resuena desde mi estómago, indicando claramente al mundo que se muere de hambre. Sí, esta punzada es sin lugar a dudas una punzada de hambre. Ahora he recuperado la sensación de hambre por primera vez en quinientos años.

“¿Err?”

No es que no sienta ningún deseo por Blois. Lo hago. Es solo que estoy tan cerca de morir de hambre que no puedo concentrarme en nada más.

“Esta es la primera vez que veo a Sansui parecer tan débil”, murmura Su Hermandad bajo el sonido de mi estómago retumbante.

De hecho, tengo tanta hambre que me desmayo. Al parecer, recuperar mis deseos físicos significa que también siento hambre y sed. Evidentemente, este es el precio que tengo que pagar.

“Sansui…”

“Papá…”

Aunque me siento mal por decepcionarlos, tengo tanta hambre que ni siquiera puedo hacer un gesto en ese sentido.

“Mm… todavía necesitas más entrenamiento.” “Mis disculpas…”

Evidentemente, es posible evitar sentirse hambriento después de usar el Bálsamo Dorado. Supongo que tendré que tener cuidado para asegurarme de que esto no vuelva a suceder.

“Bueno, vale la pena experimentar que las cosas no salgan como se esperaba cuando las prueba por primera vez. Si no estás acostumbrado a tus extremidades adultas, es muy posible que te pillen desprevenido ante el más mínimo desliz”.

El rostro de mi maestro, el que había estado mirando antes, ahora tiene aproximadamente la misma altura que el mío.

“Una vez que hayas comido, ven a verme. Es hora de que te dé más instrucciones”.