Slayers (NL)

Volumen 12

Capítulo 4: Los planes de la armada de Dynast.

Parte 1

-Parece… que se ha acabado…

-Al menos por ahora… – Respondió Millina al comentario de Luke.

Jade estaba de pie, mirando hacia el cuerpo sin vida de su padre. Si Grancis hubiera sido creado de un modo más similar al de un brass o lesser demon, una espada corriente habría bastado para matarle. Pero Gourry tuvo que lanzar una descarga de energía mágica desde su espada hacia el pecho de Grancis. Su cuerpo, como los de los otros mazoku de la habitación, se pudrió ante nuestros ojos, hasta no dejar rastro.

-Eh… Bueno… – Tartamudeó Gourry sin saber qué decir. Jade le miró por encima de su hombro.

-…Gracias por lo que has hecho.

-… – Al seguir sin saber qué decir, Gourry simplemente se quedó en silencio, arrascándole la mejilla. Jade levantó la cabeza y miró al resto del grupo.

-Vamos, continuemos. – Dijo con firmeza, como si toda duda hubiera desaparecido de su mente –. Vayamos al despacho del rey… hacia donde está Sherra.

***

UgoOOooooooHIIIiiiiiiiiii… GoooooouuuuAAaaaahhhh…

-¿Un… grito? – Comentó Millina ante el bizarro sonido que apareció mientras recorríamos el pasillo en dirección al despacho.

Nadie entraba en esta zona del palacio excepto el rey y aquellos más allegados a él, lo que le daba al lugar un aspecto sombrío. Las paredes estaban expuestas, sin ningún tipo de decoración, y con algunas lámparas encendidas aquí y allá. El sonido resonaba por todo el pasillo. Para ser sincera, era lo más escalofriante que había oído en la vida.

-¿No será sólo el viento? – Dijo Luke, quitándole importancia.

-Pero sonaba como una voz, ¿no crees? – Respondió Gourry en seguida, aunque tampoco parecía mostrar mucho interés.

-Los gritos del rey de Dills…

-¿Eh? – Exclamé al oír lo que Jade había murmurado.

-¡Ah! No, ¡sólo es un rumor que oí hace tiempo! – Dijo mientras agitaba las manos efusivamente –. Oí una historia de fantasmas. Se dice que el antiguo rey se encuentra cautivo en el palacio, vivo, pero bajo la maldición de un mazoku.

Aunque fuera un rumor, yo ya lo había oído. Hace unos veinte años, cuando se enfrentaba a los mazoku de las vecinas montañas de Kataart, Dills II fue transformado en una masa inmortal de carne mediante la maldición conocida como Raugnut Rushavna. Enfrentándose a una inmortalidad repleta de dolor, regresó al reino. Se supone que aún sigue encerrado en algún lugar del palacio, y sus gritos agónicos aún resuenan en sus pasillos.

-Probablemente sólo sea el viento al circular por los pasillos. Supongo que el rumor surgió a partir de este efecto creado por el viento.

No sería nada extraño que un rumor surgiese de algo tan común como el viento. Pero, al mismo tiempo… no es un rumor o, al menos, existe la posibilidad de que no lo sea. El antiguo rey de este país desapareció cuando intentaba enfrentarse a los mazoku. Eso es un hecho. Además, tanto los mazoku como la maldición Raugnut Rushavna existen, y eso también es un hecho. Para ser sincera, tenía curiosidad por descubrir si era un rumor o no, pero no era momento de ponerse a investigar.

-Ah, se me olvidaba. Gourry, saca tu espada un momento. Los demás, apartaos. – Dije antes de comenzar a recitar un hechizo –. Blast Ash.

Una masa oscura se arremolinó alrededor de la espada y, un momento después, todo volvió a la normalidad. La hoja espada se tiñó de un negro oscuro, pero también regresó a su tono plateado habitual.

“¡Vale, ya está cargada de energía mágica!”

No pensaba que fuera suficiente para alguien del nivel de Sherra, pero aún así…

-Este hechizo tiene un rango fijo, más o menos del tamaño de un adulto con sus brazos extendidos. Es un área de efecto bastante grande, así que no lo uses, bajo ningún concepto, cuando estés cerca del enemigo. ¿Me has entendido?

-Sí, lo pillo. – Respondió Gourry sin mucho interés, mientras devolvía la espada a su vaina.

“¿En serio que lo pillas? Porque como nos alcances a uno de nosotros, pienso llamarte idiota sin parar durante el resto de tu vida.”

-Oye, ¿de verdad sabes dónde está el despacho? – Preguntó Luke a Jade cuando volvimos a ponernos en marcha. Jade asintió, pero sin decisión.

-Sí… seguramente.

-¿Seguramente…?

-Está en la habitación próxima a la cámara de audiencias, o la antecámara, pero no he visto ninguna indicación. Como sólo soy un caballero, no se me ha permitido nunca ir a un sitio tan importante como el despacho del rey… Así que no pienso escuchar ninguna queja si nos perdemos.

Aún así, por el momento, el camino consistía en un camino recto. Había algún desvío ocasional, pero ninguna intersección importante. No podíamos perdernos, y tampoco había motivo para pensar que el despacho era una habitación secreta.

-Ah, sí, Jade, tengo que contarte una cosa. – Dije mientras seguía caminando –.

El General Als dijo que Sherra estaría con el rey, ¿verdad?

-Sí, eso es lo que dijo…

-Cuando entremos en la habitación, quiero que mantengas a salvo al rey.

-¡¿Eh?! – Dijo parándose en seco, y elevando la voz con un tono bastante estúpido –. ¡E… espera un momento! ¡Yo también pienso luchar! ¡No seré una carga para vosotros!

-¡Ey, ey! Yo no he dicho que lo fueras. – Dije agitando la mano. Bueno, para ser sincera, si teníamos que enfrentarnos a Sherra, Jade iba a ser nuestro eslabón débil. Pero, en realidad, pensaba que con nosotros cuatro sería suficiente, no que Jade no fuera de ayuda, pero…

-Déjame explicarte algo, ¿vale? Si se convierte en una violenta batalla, ¿quién va a ayudar al rey? Si yo me quedase junto a él todo el tiempo, ¿podría ponerme a lanzar hechizos por toda la habitación? O quizás… ¿qué pasaría si cogiesen al rey como rehén? Si no lo haces tú, no habrá nadie que escolte al rey fuera del campo de batalla. Siendo franco, nosotros cuatro no tenemos ningún sentido del deber con el rey como para pararnos a hacer algo así. Nuestro deber no es otro que derrotar a Sherra, así que sólo quedas tú para ayudarle. Por eso te lo estoy pidiendo.

-Es verdad, ¡pero…! – Dijo Jade, pero yo ya estaba corriendo para alcanzar a los demás.

-Bueno, como no te preocupa que el rey viva o muera, te parecerá bien que luchemos cerca de él, ¿verdad?

-¡No! ¡Eso sería de bárbaros, y una estupidez!

-¿A que sí? Por eso has de hacer lo que te he dicho. Como el rey creerá lo que Sherra le diga, no creo que nos haga caso fácilmente… Si no tenemos más remedio, tendremos que dejarle inconsciente y sacarlo de allí a rastras, por su propia seguridad.

-… – Jade se quedó callado un momento –. Entendido, y una vez que su alteza esté a salvo, regresaré para participar en la batalla. Si te parece bien.

-No es eso…

“No importa lo que te diga, quieres luchar sí o sí, ¿Verdad?”

Pero el poder de Sherra era mucho mayor del que Jade creía. Había muchas posibilidades de que fuera incluso mayor del que Luke y Millina esperaban. Si alguno de ellos recibía el más leve arañazo de la espada mágica de Sherra, ya no sería nuestro aliado. Dejé escapar un leve suspiro.

-‘A salvo’ dices, pero… Si estás pensando en meterle en un armario dentro del palacio, o incluso en algún lugar protegido en la ciudad, te equivocas. Si Sherra se pone seria, no será una batalla, sino una aniquilación total. Y, si ese es el caso, no habrá ningún lugar seguro en toda la ciudad.

-…Estás exagerando.

-Es la verdad, piénsalo. Los mazoku que vencimos en la cámara de audiencias… ¿crees de verdad que son los únicos con los que contaban?

-Así que piensas que habrá más como ellos. ¿Eso es lo que dices?

-Es muy probable. Aún no sabemos sus motivos, pero tienen todo el reino en sus manos, por lo que seguramente también controla al rey. Si lo llevas a un lugar al que creas que estará a salvo, nuestros enemigos tratarán de perseguirte y recuperar al rey.

-Eso… bueno…

-Oye, el tipo ese… ¿Cómo se llamaba? El guarda de la puerta que nos ayudó a escondernos.

-¿Maius?

-Sí, ese. ¿No lo dejó muy claro? Aunque te expulsen, nunca debes olvidar el espíritu de los caballeros, y proteger al rey es el deber de un caballero. – Dije guiñándole un ojo.

-Uh… – Gruñó Jade mientras empezaba a sonreír un poco –. Supongo… que tienes razón. ¡Entendido! Yo, Jade Codewell, he de encargarme de la importante misión de proteger a su majestad, el rey Wells Zeno Gairia. ¡Ese es mi deber!

“Sí, sí… por fin.”

-Genial, entonces, te dejaremos ocuparte de tu ‘importante misión’.

Entonces oí la voz de Luke. Cuando alcanzamos al grupo, estaban frente a una puerta. La luz se filtraba por debajo de la puerta.

-Parece que hemos llegado.

***

-‘Despacho’

La placa junto a la puerta no dejaba lugar a dudas. Seguramente esta batalla no duraría mucho. El título de ‘general’ no era sólo para aparentar, Sherra tenía una increíble cantidad de poder en sus manos. Aunque consiguiésemos golpearla, no caería fácilmente. Con que sólo uno de nosotros fuese derrotado, no le costaría mucho acabar con el resto rápidamente. O bien Sherra acababa con nosotros al instante, o acabábamos nosotros con ella antes a base de ataques coordinados. Ese era el tipo de batalla que iba a ser. De todos modos, no iba a durar mucho. Y el último en pie sería, seguramente…

Todos nos miramos y asentimos en silencio. Con su espada preparada, Gourry forzó la puerta. La primera impresión que tuve era la de una habitación grande, con un escritorio negro de roble dominando la habitación. Sobre el escritorio había una montaña de documentos y, junto a ella, había un hombre y una mujer. El hombre, seguramente el rey Wells, parecía tener unos treinta años. Tenía el pelo largo y negro, y aspecto de duro, el típico aspecto idealizado de un rey. Pero no parecía seducido por los encantos de Sherra, o estar bajo su control, aunque eso podría ser a causa de que le estuviéramos molestando. A su lado, de rodillas, en un traje de gala de color azul con bordados plateados, había una mujer con el pelo recogido en una larga trenza, y una espada negra en la mano.

A simple vista podría parecer simplemente un rey atendido por una de sus soldados. Pero esa muchacha no servía al rey de este reino, sino al Señor Oscuro.

-¿Quiénes sois? – El rey, sin parecer molesto por nuestra presencia, se levantó de su silla, preguntándonos en un tono complaciente. Jade se arrodilló ante él.

-Soy Jade Codewell, miembro de los Caballeros Azules. Hemos entrado de sopetón ignorando los deseos de su majestad. Hemos sido unos maleducados y, por ello, le pido perdón.

-¿Jade Codewell? Ya veo. Eres el hijo mayor del general Grancis pero, ¿no había prohibido la entrada a esta ciudad sin mi permiso?

-Así fue, su majestad. Pero sentí que el reino estaba en grave peligro y, pese a conocer sus órdenes, me atreví a…

-¡Silencio, insensato! – Dijo la mujer interrumpiendo a Jade con una voz que retumbó en toda la estancia. Entonces la mujer soldado… o más bien, Sherra, se levantó.

“¡Maldita sea, viene a por nosotros!”

-¡El tumulto del castillo ha sido cosa vuestra! ¿Qué queréis? No será… ¡¿La vida de su majestad?! – Dijo firmemente, la muy lista.

-Si pudiera dirigirme a su maj…

-¡No trates de engañarme! Mi señor, escuchar las tonterías de esta gente sólo deshonrará vuestros oídos. Dejadme juzgarles personalmente, y retírese por ahora.

-Claro, lo dejo en tus manos. Cuento contigo, Sherra. – Exclamó, aceptando fácilmente lo que Sherra había dicho, con un generoso asentimiento. Ella tomó entonces su mano y besó el dorso.

-Levanto mi espada por vos, mi señor. – Dijo Sherra tras volver a levantarse. Wells se dio la vuelta y puso la mano en la pared, manipulando algún tipo de control oculto.

Ggggggggg

Entonces oímos un sonido pesado, y la pared se abrió de repente. Algo típico de un rey, un pasadizo secreto para emergencias.

-¡Su alteza! – Dijo Jade, levantándose para seguir al rey Wells por la pared, pero Gourry le detuvo con su mano.

-¡¿Pero qué ha…?!

-¡Idiota! ¡Si sigues adelante morirás!

Exacto. Sherra estaba justo al lado de la entrada. Ggggggggg

La pared volvió a emitir ese sonido, y la puerta se cerró tras el rey Wells. Seguramente el pasadizo llevaba hacia alguna parte fuera del palacio, pero no teníamos motivos para perseguir al rey.

-¡Jade, ve a buscar al general Als, rápido! ¡Mantened a salvo al rey!

-¡Por supuesto! ¡Entendido! – Respondió Jade antes de darse la vuelta y salir corriendo de la habitación.

Como general, Als seguramente supiera de la existencia de los pasadizos secretos del palacio. Si Jade le explicaba las circunstancias, seguramente le echaría una mano.

-Bueno, pues… – Dije volviendo mi mirada hacia la mujer –. Por fin tenemos algo de intimidad, general Sherra.

Ella se giró lentamente hacia mí.

-Ya veo, le has enviado a Als.

-Ha sido muy de caballeros por tu parte, Sherra, ese beso en la mano. ¿Has pensado en dejar de ser un mazoku y hacerte actriz?

-¿Eso te parece un saludo apropiado después de tanto tiempo sin vernos? ¿Es que no tienes modales? Pero da igual… Me has causado muchos problemas, Lina Inverse.

-O quizás es que tus planes no son más que chapuzas. Puede que porque Dynast Grausherra te llamase Sherra. Un nombre chapucero, planes chapu…

-¡Cállate! – Gritó Sherra, furiosa, y yo me callé al momento –. ¡No digas eso de mi nombre!

“Oh, oh… Esto no va bien.”

Parecía estar muy enfadada sobre el tema. Esperaba poder meterme con ella un poco, pero me salió el tiro por la culata. Quizás le preguntase a Dynast el por qué de que le llamase así, y él respondiese algo como ‘pues no me lo pensé mucho ♥’.

-Dejando eso al margen… dices que te he causado problemas pero… – dije, cambiando de tema –. ¿Qué puñetas estás planeando? Prestando a Dulgofa por ahí, y causando ataques de demonios por todos lados… porque eso también es cosa tuya, ¿verdad?

-¡No tengo por qué responderte! – Dijo de forma áspera, justo antes de agarrar de nuevo su espada Dulgofa, que descansaba en su cadera.

“¡Está muy impaciente! ¡No se parece en nada a como actuaba la última vez!”

-No podréis… ¡escapar de mí! – Entonces, sin venir a cuento, la sensación de sed de sangre se puso por las nubes.

“¡Aquí viene!”

Dulgofa cortó el aire, creando una onda de energía negra que se dirigió directamente hacia nosotros. Los cuatro saltamos a la vez en direcciones diferentes, y la onda de energía se estrelló contra el suelo.

-¡Fehlzareid! – Luke lanzó su hechizo, pero Sherra agitó la mano izquierda, y el hechizo desapareció.

-¡¿Pero qué…?! – Gritó Luke sorprendido al presenciar el poder de un mazoku de alto rango.

-¡Elmekia Flame! – Exclamó Millina, continuando con el ataque.

Si hubiera golpeado a un brass demon, con ese hechizo habría bastado. Pero Millina simplemente blandió su espada y extinguió el hechizo.

-¡¡Ooohh!! – Gritó Gourry mientras se lanzaba hacia ella desde un lado. Aunque había interceptado los ataques de Luke y Millina, ante el ataque de Gourry simplemente se quedó ahí parada con los brazos abiertos. Gourry le golpeó directamente en el pecho y, en cuanto lo hizo, dio un salto hacia atrás. ¡Sin cambiar la expresión de su rostro, Sherra disparó varios de energía mágica hacia Gourry! Él fue capaz de esquivarlos todos, pero su ataque… no había dado resultado. Se podría pensar que con un hechizo tan poderoso como el Blast Ash, tendría que haber causado algún daño.

-¡Venga ya! ¡¿Estás de coña?!

-¡Ya nos lo advirtió Lina! – Gritó Gourry en respuesta a la queja de Luke –. Entonces… – Gourry blandió su espada hacia Sherra, pese a estar muy apartado de ella. Entonces, una oscuridad se formó instantáneamente y envolvió a la mazoku… pero desapareció rápidamente. Gourry había liberado el Blast Ash cargado en la espada… y Sherra lo había anulado con facilidad.

“¿Qué tratabas de hacer, Gourry?”

Sherra no prestó atención a Gourry, y lanzó una onda de choque hacia mí, que esquivé saltando hacia un lado. Siguiendo mis movimientos, Sherra salió corriendo hacia mí.

“¡¿Quiere acabar conmigo primero?!”

¡El combate no iba nada bien! Si nos enfrentábamos físicamente, yo estaría en desventaja. ¡No iba a poder detener un golpe de un mazoku blandiendo a Dulgofa, usando mi espada corta! Pero, entonces, Gourry llegó corriendo desde un lado, y consiguió detener el la onda de energía del ataque de Sherra con su espada.

“¡Ya veo! ¡Quiere absorber el poder del ataque de Sherra en la espada!”

Pero el problema era… ¿podía la espada absorber algo así? La onda de energía se arremolinó alrededor de la hoja y…

¡Creack!

El sonido del metal al agrietarse no parecía una buena señal. Gourry retiró la espada, dejó que el resto de la onda de energía pasase de largo, y cargó contra Sherra. Al comprender la naturaleza de la espada de Gourry, la mazoku resolló y se retiró, entonces…

-¡Dynast Brass!

Mi hechizo amplificado hizo caer una lluvia de relámpagos sobre Sherra.

– ¡¿Eh?!

Sherra no pudo evitar gritar un poco mientras los relámpagos recorrían su cuerpo. Pero, entonces, con un sonido similar a algo que se abre de golpe, el hechizo se desvaneció.

-¡Oooooooooohh! – Gourry volvió a cargar contra ella.

¡Clang!

Dulgofa y la espada de Gourry chocaron entre sí, generando además un chirriante y afilado sonido. Las espadas entrechocaron una y otra vez, hasta que Sherra dio un gran salto hacia atrás.

-¡Ha!

¡Entonces, Gourry lanzó una estocada al aire, y la onda de energía que había absorbido de Sherra salió disparada hacia la mazoku!

-¡No te burles de mí! – Gritó Sherra, y la onda de energía desapareció en el aire.

Sherra creó entonces varias esferas de energía mágica a su alrededor.

-¡La Tilt!

Millina creó un pilar de energía azul alrededor de Sherra, engulléndola. Gourry corrió entonces hacia ella y clavó su espada en la sombra que se percibía en el centro del pilar.

-¡¿Lo hemos conseguido?! – Preguntó Millina.

“¡Aún no!”

Gourry sólo había atravesado una sombra. Es la especialidad de los mazoku, dejar atrás su “cola de lagarto”. Un fragmento de su cuerpo espiritual, a modo de señuelo, mientras se retiran al plano astral. Teniendo eso en cuenta, Sherra seguramente aparecería ahora…

“¡¿A mi espalda?!”

O, al menos, eso pensaba. Pero en vez de eso, la sombra apareció tras Millina.

-¡Detrás de ti! – Gritó Gourry.

Sherra lanzó entonces una esfera de magia. Rápidamente, presa del pánico, Millina se retorció, consiguiendo evitar un golpe directo. Aún así, su hombrera izquierda quedó totalmente destruida. Estaba claro que ahora iba a por Millina…

-¡Ruby Eye Blade!

Luke generó una espada de luz, como antes, y atacó a Sherra.

“¡¿La está usando dos veces en el mismo día?! ¡Va a agotar su poder mágico!”

Cuando Dulgofa colisionó con la espada mágica generaron una onda de energía. Si estuviéramos hablando sólo de capacidad para cortar, seguramente la Ruby Eye Blade era mejor. Pero era la mismísima Sherra quien usaba a Dulgofa, y la espada tenía la habilidad de regenerarse infinitamente. ¡A este paso la energía de Luke se agotaría muy pronto!

No tenía más remedio, no podía perder ni un momento mientras Sherra estaba ocupada. Recité rápidamente el hechizo de la espada del vacío, la Ragna Blade.

“¡¿Me dará tiempo?!”

Seguramente no. La espada de luz que Luke había creado empezaba a desvanecerse, y yo no había terminado mi hechizo. Entonces la luz roja de la espada despareció, y Dulgofa, libre de obstáculos, siguió adelante.

– ¡¿…?!

El cuerpo de Sherra se dobló hacia atrás.

“¡Gourry!”

Al parecer Gourry había conseguido cargar su espada con el La Tilt de Millina cuando ambos atacaron a Sherra un momento antes.

“¡Vaya, Gourry! ¡Qué listo! ¡Hoy estás que te sales! ¡De todas las batallas que hemos tenido con mazoku de alto rango, esta está siendo relativamente indolora!”

Sherra dejó escapar a Dulgofa, que cayó directamente en las manos de Luke.

-¡Ey, ey!

-¡Qu…! – Gritó Sherra, sorprendida, cuando Luke atravesó su cuerpo con Dulgofa.

-…ha… – Jadeó débilmente.

Rápidamente, Luke soltó la espada y dio un paso atrás.

-Ah…

Sherra estaba ahí de pie, con su propia espada atravesando su estómago. Empezó a caminar hacia Luke y, entonces…

-¡Hah!

Gourry liberó el hechizo La Tilt que tenía almacenado en su espada pero, incluso tras recibir el hechizo, Sherra seguía ahí de pie. ¡Pero no por mucho!

-¡Ragna…!

Sherra me miró por encima del hombro.

“¡¿…?!”

Entonces tuve un instante de duda, ¡pero no era momento de pararse a eso!

-¡…Blade! – Exclamé, invocando la espada de oscuridad… y el cuerpo de Sherra, general de Dynast Grausherra, se separó en dos a la perfección.