Campione (NL)

Volumen 9

Capítulo 4: Metrópolis Petrificada.

Parte 4

En términos de la historia humana, la siguiente historia ocurrió lejos en el pasado.

Debió haber sido más de quinientos años desde que el hombre conocido como el Mesías había muerto.

En la tierra que ahora se llama Europa, existia una serie de Reyes Demonios.

Los que habían matado a dioses y habían usurpado sus autoridades divinas. Los corazones de los guerreros asesinos de dioses habían sido consumidos por la batalla. Desde la perspectiva de la humanidad, tener a sólo uno de estos monstruos apareciendo en una época era un milagro.

Pero se trataba de un raro momento de la historia.

Una era apocalíptica cuando varios de estos personajes raros habían aparecido, compitiendo por la dominación entre sí.

Todo tipo de gente increíble se sintió atraída por estos Reyes Deonios. Ellos adoraban a los [Reyes], con la esperanza de servirles.

Un cierto [Rey] mandó tribus ecuestres incesantemente invadiendo el territorio de otras naciones.

Un cierto [Rey] era un Berserker puro. Estaba rodeado de tribus bárbaras feroces que lo admiraban y se convirtieron en sus seguidores.

Un cierto [Rey] estaba completamente dedicado a la investigación de la magia, con la esperanza de gobernar sobre la magia demoníaca, sacerdotes y astrólogos que habitaban los callejones sucios de la capital imperial de Roma.

Un cierto [Rey] no podía ser molestado con esas cosas, elegía un lugar para pasear entre las naciones, mostrando valentia sin sentido.

Por último, un cierto [Rey] había convertido a la isla de Gran Bretaña en sus propios terrenos de caza.

La isla se encontraba en un estado de caos en el momento. Aunque el Imperio Romano gobernaba originalmente esta tierra, la habían abandonado dejándola en manos de las luchas internas y la invasión constante de los bárbaros vecinos.

Las leyendas contaban que el [Rey] de la isla era un general romano soberano.

Con la tarea de vigilar Gran Bretaña de las invasiones bárbaras, había sido enviado allí acompañado por unos soldados.

Al llegar a la tierra de su nuevo cargo, mató a un dios y se convirtió en un rey demonio.

Siempre que los forasteros invadían la isla, los interceptaría inmediatamente y los derrotaría. Pero él nunca mató a sus enemigos por completo, lo que les permitia invadirle de nuevo. Siempre que se produjeron rebeliones internas, les suprimió inmediatamente. Pero siempre, permitió que el autor intelectual escapara, sembrando así las semillas para nuevas rebeliones.

Bueno, eso era básicamente cómo las cosas se repetian una y otra vez.

El [Rey] asesino de dioses amaba la caza más que nada, y su presa favorita eran los seres humanos donde vivía. En aras de esta afición, lo único que le importaba era caer en su placer cazar en las tierras de Gran Bretaña.

Como resultado, la antigua Gran Bretaña era un mundo apocalíptico. El fin de una era.

Mientras que la gente común había sido devastada por la incesante guerra, alguien apareció.

Desafió al [Rey] amante de la caza y obtuvo la victoria. Un héroe de verdad. Un valiente guerrero de hecho.

Los habitantes de Gran Bretaña le adoraron, llamándolo “Artos.”

Por otra parte, los otros [Reyes] en el continente comenzaron a dirigir su atención hacia el héroe que había matado a un Rey Demonio. Con la aparición de un enemigo digno, tal vez, si le podían matar con sus propias manos…

Este fue el comienzo de una serie de enfrentamientos de muerte no registrados en ningún libro de historia.

Con el tiempo, el nombre de “Artos” se modificó ligeramente en pronunciación de convertirse en “Arthur”, dejando así un rastro en la historia y leyendas.

El Rey que se manifiesta al final de las eras, él era el maestro de la reina bruja Guinevere.

“Guinevere se originó a partir de una diosa que luchó junto al Maestro y el Señor Caballero. Sin embargo, Guinevere ya no conserva recuerdos de aquellos tiempos y sólo puede aprender acerca de los grandes logros de la Maestra a través de los registros del pasado.”

Una joven belleza rubia estaba de pie en una playa en el Lejano Oriente. Naturalmente, era la Ancestra Divina Guinevere.

“Hmm. Sin embargo, después de una larga y difícil búsqueda, – O más bien, por tu encarnación anterior, finalmente encontraste el avatar del Maestro, la espada divina – descubriste esos restos.”

De pie al lado de Guinevere, el caballero habló con solemnidad. Lancelot du Lac.

Vestido con una hermosa armadura blanca, el rostro del caballero estaba oculto por la visera bajada del casco. Él llevaba una lanza en la mano.

La antigua espada Excalibur que había despertado y renacido como una lanza divina.

“Además, como la Guinevere de la generación actual, has avanzado gradualmente hacia los terrenos sagrados donde el Maestro duerme. ¡Mira!”

Lancelot señaló hacia la superficie del mar con la punta de la lanza.

Esta isla del Extremo Oriente había engendrado todo tipo de mitos, misterios y leyendas. De pie en la playa, el dios de la guerra blanco señalaba hacia el mar frente a él. La visión era tan brillante como el sol que se levantaba sobre el horizonte del mar.

La luz de la absorción del Santo Grial sobre fuerza vital de la diosa madre tierra podía ser vista.

“El joven asesino de dioses cayó en la trampa y despertó el Santo Grial en poder de Athena. Por supuesto, ella va a suprimirlo una vez más.”

“Sí. ¡Pero antes de que eso ocurra, Guinevere terminará la tarea correctamente!” Mirando la luz dorada, comenzó a convocar un poder mágico.

“Graal de la leyenda, te ruego que me dejes oír tu voz. La hija de la Diosa Blanca enciende siete candeleros. Recordemos su gloria pasada.”

El revestimiento de la imagen en su mente se convirtió directamente en energía mágica.

Guinevere ejercía la magia natural. Aquellos conocidos como antepasados divinos, eran capaces de usar la magia tan libremente como sus propios miembros.

En el momento en que el hechizo se había completado, la luz dorada ya era bastante débil.

Inicialmente había sido lo suficientemente alto como para llegar a las nubes como una columna de luz. Pero ahora, el haz de luz se debilitaba poco a poco y casi no se podía ver desde esta playa. Sin embargo, todavía había tiempo suficiente.

Antes de que Athena suprimiera por completo el Grial, Guinevere aprovechó la oportunidad para determinar la existencia del Santo Grial.

“¡Oh Diosa Blanca, a medida que el descendiente de su ser divino, esta chica le suplica. Otorge a la copa sagrada y la Espada Divina de la Salvación, el vínculo que une a estos dos buques una vez más!”

El “camino”, que conectaba la vida de absorción del Santo Grial con la espada divina rebanadora.

A través de esta invisible “vía”, la fuerza vital absorbida de Athena por el Santo Grial estaba siendo infundida en la lanza divina Excalibur que estaba en la mano de Lancelot.

El cuerpo de Athena ahora debía estar emitiendo muchas veces más luz que antes. “Hmm. Con eso, la hoja divina se puede completar sin ninguna duda.”

Lancelot señaló la punta de la lanza hacia el cielo.

La hoja de color platino destelló con un brillo radiante.

“Sí. Con el fin de conectar el Santo Grial con la espada divina, se utilizó el poder de Kusanagi-sama. Las cosas fueron bien tal como estaba previsto, que forma tranquilizadora.”

El joven Campione sólo había logrado despertar el Santo Grial por un breve período.

Aprovechando la interrupción, afirmó la existencia del Grial y de inmediato lo conectó a Excalibur. Esta fue una técnica mística que sólo la Reina Bruja podía realizar. Una habilidad divina superlativa.

“Hoo… Ahora bien, es claro que tu decisión fue correcta.”

Lancelot le dijo tranquilizadoramente a quien tenía bajo su protección.

Si él no llevara un casco, una sonrisa probablemente sería vista en el rostro del dios de la guerra.

“Dado que estos son los que pueden matar a los parientes de este caballero, los dioses, entonces no hay escrúpulos para hacer uso de todas las armas para asegurar la victoria… se puede expresar de esa manera, ¿verdad?”

“Sí, es cierto. ¡Después de todo, como un dios-asesino, él es un hijo bastardo del necio Epimeteo!”

Guinevere comentó con desdén.

Sin embargo, su rostro joven y hermoso estaba temblando de miedo.

“Pero, de nuevo, el hecho mismo de que son necios es por eso que plantean amenazas imprevisibles a nuestros planes, convirtiéndose en enemigos formidables. ¡Que grupo de personas impactantes!”

Lancelot escuchó los suspiros de la querida niña mientras caminaban por la playa.

Esperando por delante estaba el caballo blanco divino. Era la bestia divina que él galopaba a través de campos de batalla.

“Chica, como este hereje caballero no sabe cuánto más tiempo puede ser gastado por su lado. ¡Creo que antes de que llegue el día en que nos separemos, este caballero jura que te llevará al lado del Maestro!”

La despedida era inevitable.

Esta era exactamente la preocupación de Guinevere y Lancelot.

Desviarse de su representación divina adecuada en los mitos, ya sea debido a la confusión, la locura o la obsesión, los [Dioses Herejes] eran encarcelados en la tierra.

El dios de la guerra había dejado de ser el guardian de la reina bruja por el bien de liberar todo su poder.

Todavía estaba bien por ahora. Lancelot se había convertido en el guardián de Guinevre a través de bonos falsificados por más de un milenio. Sin embargo, llegaría un día en el que sería devorado por las distorsiones de ser un [Dios Hereje], comenzando así un camino díscolo, dejando a la querida niña atrás.

Independientemente, Lancelot montó su querido caballo y comenzó a galopar a través del aire.

“O acero antiguo, conviértete en la fuerza de este caballero. ¡Vamos conviértete en la hoja que barre los árboles jóvenes de la conmoción desenfrenada!”

Deletreó palabras que se cantaban en el aire para despertar la hoja divina.

La esencia de la tierra fue impulsada en esta espada. El más puro de los mejores efectos.

Por razones obvias, una vasta llanura fértil estaría llena de mayores cantidades de esencia en comparación con un desierto estéril. Sin embargo, la fuente más ideal era la fuerza de la vida que habitaba en las diosas madre tierra…

“¡Por el honor del héroe, este Caballero muestra su divinidad de este modo!” La punta blanca de Excalibur produjo una esfera de color platino luminoso.

Mostró un brillo excepcionalmente intenso que era como si el sol hubiera caído a la tierra.

Este sol de platino voló a través del cielo.

Hacia el campo de batalla. El escenario donde la diosa Athena y el joven asesino de dioses se dedicaban a la batalla.

“¡¡Guh… Ooh!!”

La diosa Athena estaba luchando con el dolor ante Godou y Ena.

Su bello torso emitia una luz dorada mientras que rodaba sobre la superficie del mar petrificado.

Su torso era su forma habitual de una jovencita.

Sin embargo, debajo de la cintura era el cuerpo de una serpiente. Un cuerpo de serpentina muy largo, excepcionalmente largo. Probablemente de diez metros o más de longitud. Las diminutas escamas que cubrían ese cuerpo de serpiente eran de color plateado blanco. Después de haberse revertido en una forma monstruosa mitad serpiente y mitad humano, Athena estaba respirando pesadamente y revolcándose de dolor.

Este aspecto inusual era probablemente la verdadera forma de la diosa. Tanto una chica hermosa y una gran serpiente, al mismo tiempo.

Aterrador. Una existencia temible. Pero también sagrada y hermosa. Como una existencia así, ella estaba sufriendo actualmente en el dolor. El cuerpo serpentino desprendía una luz dorada mientras rodaba sobre si misma. Su hermoso rostro estaba distorsionado, haciendo ruidos lamentables y dolorosos.

El cuerpo de Athena brilló con una luz dorada.

Al principio era tan deslumbrantemente como el sol, y era imposible verla rectamente, pero pronto se hizo muy débil y ya no había obligado a que los otros desviaran sus miradas. Sin embargo, Godou sabía que el Santo Grial se había activado con éxito dentro de Athena.

Debido al Santo Grial dentro de la diosa madre tierra – Su vida estaba siendo drenada de una manera como de una sanguijuela chupandole la sangre.

A pesar de que Athena se supone que tiene un cuerpo inmortal, si esto continuaba ella se debilitaría y moriría finalmente.

“Ooh… De hecho, asi que esa sirvienta te enseñó las artes místicas para operar el Santo Grial”.

“Así que realmente conoces a la bruja llamada Guinevere… Y tú eres enemiga con ella.”

Godou le comentó a Athena mientras que ella gemía.

Él comenzó a reflexionar sobre la verdad de todo el asunto mientras observaba el sufrimiento de la diosa.

“El enemigo de mi enemigo es un amigo… Eso no está bien, debiste de haber sido utilizado como un peón.”

“Fu… ¿Usaste un hechizo de esa sirvienta para vencer a esta diosa? ¡Tú suenas como alguien que fue engañado…!”

Una sonrisa sin miedo apareció en el bello rostro de la Athen mitad humana y mitad serpiente.

Entonces se detuvo el revolcamiento del cuerpo serpentino. La parte inferior del torso cubierta de escamas de color blanco plateado, se acortó y se transformó poco a poco. Se convirtió en humano – en las piernas de una niña.

Athena había recuperado la forma de una chica joven y hermosa.

“Esto no está mal. Agredir la debilidad de un enemigo con una masacre despiadada.

¡Es el camino del guerrero! Hiciste un ligero progreso, espero que pongas en práctica el asunto…”

Aunque atormentada por el dolor, la diosa mostró una sonrisa tranquila y serena.

Esto debía ser como Athena exhibió su voluntad y espíritu al momento que restauró su torso de serpiente al volver a su forma humana. Precisamente porque se encontraba en una situación desesperada, no quería ninguna piedad como una diosa.

“¡Sin embargo, siempre y cuando la vida de una sea inextinguible, una deberá luchar hasta el final! Kusanagi Godou. ¡Esta diosa te otorga el honor de tener un duelo con Athena en su estado desesperado!”

“¡Basta! ¡Yo no planeo luchar en tales circunstancias!”

Godou le gritó a la Athena con guadaña en mano quien estaba repitiendo sus líneas habituales.

“Pareces estar bajo diversos efectos en la actualidad. ¡Mira tu cuerpo! ¡Si no puedes seguir luchando, entonces retirate!”

Si las cosas continúan, aun así la inmortal Athena llegaría a su fin. Era natural el persuadirla para que se rindiera.

Sin embargo, si se negaba a dejar de pelear entonces ella debía ser derrotada. Esta diosa en forma de una niña, quien estuvo bajo la guía de un misterioso destino, se habia encontrado con Godou muchas veces.

No había métodos justos y seguros de la victoria. Además que las verdaderas intenciones de Guinevere también eran una preocupación.

Sin embargo, dejando estas cuestiones de lado, era imperativo derrotar a Athena. Si la diosa arrasara aun más en esta situación, por no hablar de Kisarazu, toda la región de Kantou podría petrificarse.

¿Qué debo hacer? ¿Debería hacerlo? ¿Debo hacerlo así?

Athena balanceó su guadaña gigante fuertamente cuando Godou vaciló. En ese mismo instante.

“¡Su Majestad, tenga cuidado, es muy peligroso!”

Ena gritó. La Ama no Murakumo no Tsurugi estaba lista en su mano durante todo el tiempo.

Godou se sorprendió al ver en el cielo una esfera de luz volando que brillaba con un brillo platino y que se acercaba. El brillo era como una estrella estrellándose abajo sobre la superficie de la tierra.

“¡Divina Espada de la Salvación! ¿¡Debes cortar a una ahora!? ¡Es demasiado impaciente para esta diosa de la muerte!”

Tan pronto como habló Atenea, inmediatamente pasó.

A partir de la brillante estrella de color platino, un haz de luz atacó la superficie del océano petrificado.

Rebanando en un amplio alcance. Con un solo ataque, una zanja profunda fue tallada en la superficie del océano petrificado. Aproximadamente diez metros y más de longitud, y probablemente similar en su profundidad.

¿¡Qué tipo de ataque era esto!? Era similar a la [Espada] de Verethragna, era un arma controlada por los dioses.

¡Tenían que escapar de esa estrella!

“¡Tú huye primero Seishuuin! ¡Te seguiré!” “Sí. ¡Tenga cuidado!”

La Hime-Miko de la Espada corrió rápidamente como el viento.

Sin llevar ninguna carga, su velocidad le debía permitir escapar hasta un lugar seguro.

Sin embargo, Godou no podía. Más bien, había una necesidad persistente. Ena había obedecido las órdenes de inmediato probablemente porque no había tiempo para evaluar la decisión.

Por otro lado, estaba Athena.

Ella estaba extendiendo la oscuridad en su alrededor. Este era el escudo protector oscuro que había usado anteriormente para defenderse del [Caballo] de Verethragna – las llamas que descendían del sol.

La estrella de color platino emitió una luz brillante una vez más, golpeando hacia abajo en la oscuridad de Athena.

Sorprendentemente, aunque el escudo oscuro consiguió bloquear el ataque, estaba impresionado. ¡Anteriormente, la oscuridad había sido capaz de defenderse del poder de fuego del [Caballo]!

… El ataque fue sólo el comienzo.

La estrella blanca brilló con la luz una vez más. Sin embargo, no fue sólo un haz en ese momento.

¡Varios, no, decenas de rayos de luz se pulverizaron en el momento con múltiples capas para asegurarse y una formación de espadas mortales tejidas con luces intermitentes blancas…!

Un haz de luz se acercó hacia la cabeza de Godou rápido como un rayo.

Sin embargo, esta velocidad extrema a su vez le permitió activar la séptima encarnación de Verethragna, el [Aguila].

Habiendo obtenido la velocidad como un dios, Godou intentó evadir la hoja de luz.

Todo dicho y hecho, la velocidad de un dios solamente era semejante a un rayo. No era la velocidad de la luz.

Por suerte, Godou logró escapar del rayo de la estrella blanca utilizando los límites de la velocidad como un dios. Desde que parecía más como si fuera un ataque de relámpago.

No había tiempo para verificar esta noción al azar. Huir era imperativo. Justo cuando se disponía a hacerlo, él lo vio.

La formación de múltiples espadas parecía que estaban a punto de cortar a Athena en pedazos.

Toda la oscuridad protegiéndola se había ido. Estaba indefensa y a punto de ser impotentemente cortada en rodajas.

Uno cosecha lo que siembra. Godou pensó.

A pesar de todo tipo de circunstancias especiales, ella era la culpable de la crisis actual. Ella había traído un gran desastre para la sociedad humana. Si ella no lo hubiera hecho entonces no estaría en peligro actualmente.

Sin embargo, la expresión de Athena era claramente visible.

La valiente diosa con orgullo levantó la cabeza en alto para contemplar la estrella blanca.

¿Si estuviera frente a una pena de decapitación, ella probablemente mostraría la misma expresión? Ella era quien abrazaba la dignidad de la antigua deidad matriarca y la diosa del reino divino.

“Maldita sea… ¿Por qué tienes que hacer ese tipo de expresión?”

Si su vida fuera salvada en este punto, la “batalla” inevitablemente se repetiría.

Sería mejor hacer caso omiso de ella. Ella había convertido a Yuri, Liliana, y muchas otras personas en piedra. Godou estaba furioso por esos actos de ella. Sin embargo, también era cierto que el Santo Grial estaba enterrado en su cuerpo como una bomba.

“¡Esto me está obligando a hacer cosas innecesarias!” Con la velocidad como un rayo.

Godou totalmente desató la velocidad como un dios y cargó hacia adelante. Hacia la diosa.

Él la alcanzó en el momento final cuando varias espadas de luz volaron desde el cielo, se llevó a Athena en sus brazos antes de que pudieran cortarla. Al igual que antes, continuó corriendo a toda velocidad.

Un instante más tarde, en el lugar donde habían estado Godou y Athena…

Las espadas brillantes de luz rugían furiosamente. No sólo cortaron la superficie del océano petrificado ahora vacío en mil pedazos, sino que lo rompieron por completo hasta no dejar rastro alguno.

Con eso, la estrella blanca había perdido su objetivo.

Pero entonces la estrella caída del cielo comenzó a moverse de forma activa una vez más. Trató de buscar a la presa que había escapado como el perro de un cazador lentamente siguiendo su olor…

Volviendo hacia la isla artificial de Umihotaru, después, a lo largo de la carretera que conecta hacia Kisarazu.

Después de pasar por el cruce Kisarazu, él se dirigió hacia la costa cercana.

Esta fue la ruta tomada por Godou mientras que sostenía a Athena en sus brazos. Sin embargo, la estrella blanca que había estado disparando las espadas de luz seguía flotando en el aire.

¡Y moviéndose lentamente hacia la playa, donde ahora se encuentra Godou! “Incluso con este nivel de velocidad, todavía puede sentir nuestra ubicación…” Godou gimió.

Con el fin de permitir que Athena se restableciera, había dejado de moverse a la velocidad de un dios.

“Eso es natural. Esta estrella [Espada] hecha por la Espada Divina de la Salvación devora la esencia de la tierra para alimentarse. Además, actualmente está usando el poder de la más pura esencia absorbida desde esta diosa a través del Santo Grial.”

Athena comentó desde su lado.

“Esa [Espada] se mueve por el bien de capturar la vida de una. ¡En ese caso, es natural que pueda sentir la ubicación de una debido a que el Santo Grial oculto dentro de este cuerpo está conectado con ella!”

Las características blancas de su hermoso rostro estaban más pálidas que de costumbre. Una sombra también se veía por debajo de sus ojos.

Athena estaba llendo claramente más lejos.

A pesar de ser incapaz de soportarlo, ella todavía miraba hacia la estrella blanca inflexiblemente.

“Si ese es también el propósito de Guinevere entonces ella debe estar cerca. ¿Sabes dónde está?”

“… ¿Qué? ¿Cuál es tu intención, Kusanagi Godou?”

“A pesar de que tu estado actual es tu merecido, sigo siendo parcialmente responsable. Debo encontrar a Guinevere y eliminar esa [Espada]. Si bien esto significa que debo actuar con violencia, no se puede evitar.”

Godou explicó su plan.

Su corazón no le dolía. Eso significaba que todavía había tiempo antes del límite del [Aguila].

Si él encontraba rápidamente la ubicación y corría con la velocidad de un dios, entonces debía ser capaz de atrapar a esa bruja.

“¿Qué estás diciendo? ¿¡Estás diciendo que deseas salvar a esta diosa!?”

“Tú me ayudaste una vez durante ese tiempo contra Perseo. Si mueres antes de que pueda devolverte el favor, yo estaría muy preocupado.”

Athena sacudió la cabeza ante Godou mientras reía y se dispuso a continuar explicando su plan.

“Tú eres tan débil como el primer día… Al parecer, no has aprendido a discernir tus propias debilidades…”

La diosa estaba molestándole con esos comentarios de desaprobación de nuevo. Sin embargo, su expresión severa disminuyó gradualmente.

Como la hierba de la primavera se mecía suavemente con la brisa, Athena ejerció ligeramente una fuerza en su hombro.

Su mirada se volvió hacia Godou, llena de interés y curiosidad, como si estuviera mirando una pieza favorita de algún tesoro o ilustraciones.

“Una sugerencia interesante, pero por desgracia, no es muy apropiado. Ese objeto no puede ser detenido por una estrategia apresurada.”

Athena comentó mientras volvía su mirada hacia la estrella blanca.

Ya no está rociando [Espadas]. Lo más probable es que sea debido a la velocidad de un dios exhibido por Godou. En lugar de atacar a la ligera y evadirlo, era mejor avanzar lentamente para asegurar cierta aniquilación.

“Dicho esto, morir por los esquemas nefastos de esa sierva, sería verdaderamente molesto. Más que nada, más que ser incapaces de resolver nuestra rivalidad con decisión, esto es aún más desconcertante.”

“Todavía planeas pelear conmigo…”

“Por supuesto. De lo contrario no podría ser la diosa Athena.” Un espejo de repente se manifestó en la mano de la diosa.

Era un pequeño espejo de mano como los utilizados por las mujeres al aplicar el maquillaje.

“El destino donde Athena miraba ya se ha ennublecido. Una tenía la intención de esperar a que esta larga vida llegara a su fin en una forma acorde con la inmortalidad de una. Pero ahora, la mano de una se ve obligada a utilizar pequeños trucos para prolongar su vida en la tierra.”

Athena habló mientras miraba en el espejo.

Y así, la belleza infantil de otro mundo de repente se transformó en una hermosa estatua. ¡Usando el espejo, ella había usado la mirada del mal de la diosa serpiente Medusa sobre sí misma!

Además, la estrella blanca flotando en el aire desapareció repentinamente también. Ya veo. Godou lo entendió.

La maldición de la petrificación era el poder de traer a luz la muerte temporal. Athena había entrado en un estado de muerte falsa, deteniendo temporalmente su vida. Como resultado, el Santo Grial fue incapaz de absorber la fuerza vital. De esa manera, la [Espada] también perdió su fuente de energía y ya no podía sostenerse.

Al final, Athena tomó represalias espléndidamente contra la conspiración de Guinevere.

Sin embargo, ¿qué debería hacer Kusangi Godou? La ancestra divina, Athena, calles e instalaciones petrificadas, las personas petrificadas, Yuri y Liliana quienes ya habían caído.

Godou contempló ansiosamente sus próximos movimientos.