Campione (NL)

Volumen 9

Capítulo 5: Donde Esta Espada Herirá.

Parte 1

“Por este incidente, la escala de la zona afectada es muy amplia. El trabajo requerido para el control de las consecuencias y la información sin duda va a ser muy molesto.”

Sayanomiya Kaoru le explicó a Godou en su tono claro de costumbre.

Esto fue en una playa en la ciudad de Kisarazu, el lugar donde Athena se había convertido a sí misma en una estatua hace unas horas.

“En cierto sentido, en realidad hay una solución muy simple. Todo depende de la voluntad de Kusanagi-san.”

Desde la playa, había una visión clara del océano iluminado de naranja por el resplandor del crepúsculo.

La estatua de la belleza joven estaba de pie y sola en este escenario. Esta belleza exquisita de otro mundo en su cara que no podría ser reproducida por cualquier artista vivo. Además, el infantil pero con orgullo hinchazón de su pecho mostraban la soberbia de la diosa y una chica que actuaba de esta manera probablemente no existia tampoco.

Godou y Kaoru eran las únicas dos personas que atestiguaron esta hermosa estatua.

Toda la zona costera ya había sido sellada por el Comité de Compilación de Historia, impidiendo que la gente común entrara.

“Mi voluntad, ¿Dices?”

“Sí. Ya hemos confirmado la identidad de la deidad causando todos estos fenómenos sobrenaturales. Todo lo que necesitamos es esperar un día entero para proceder, entonces, utiliza las palabras de hechizo de la [Espada]. Toma a Ena por ejemplo. Ella también puede enseñarte conocimientos sobre Athena”.

“¿Seishuuin?”

“Yo esperaba que ese tipo de preparación sería necesario. Hace unos meses, pedí que todas las Hime-Mikos estudiaran deidades occidentales. Por supuesto, no todas las deidades, pero sí las famosas como Athena fueron incluidas.”

Kaoru le explicó alegremente. Era bastante astuta con sus métodos.

No sólo como una Hime-Miko, sino que como la líder de la organización, también tenía talentos excepcionales como una estratega.

“A pesar de que Athena ha convertido todo en piedra desde la zona recuperada en Ukishima a través de la autopista Trans-Bahía de Tokio hasta la isla artificial Umihotaru, ella no causó una destrucción que en realidad fuera muy desafortunada. Siempre y cuando utilices tu poder de autoridad, Kusanagi-san, y cortes a Athena con la [Espada] a través de toda la zona, todo será restaurado”.

Eso es correcto. Sería lo mismo para los objetos, las personas, así como los animales y las plantas.

Incluyendo a Yuri y Liliana, todo lo que se había petrificado podría ser restaurado.

Actualmente el Comité de Compilación de historia parecía estar poniendo todos sus esfuerzos en el control de la información y estaban ocupados sellando las zonas afectadas.

Ya habían controlado todas las noticias y los medios de comunicación de hacer informes detallados. Durante este tiempo, se informó de un incidente fallido de fuga de gas tóxico cerca de Kawasaki… Una fuente de noticias fabricada.

Se emplearon todo tipo de métodos para dar a conocer aquello, en preparación para encubrir la ridícula verdad.

El mayor problema que enfrentaban ahora era cómo debían manejar las familias de las víctimas petrificadas. No importa lo que hicieran, al no regresar a casa sin ningún tipo de comunicación, harian que amigos y familiares se preocuparan y tomaran acciones.

Si había una manera de resolver el hecho de manera rápida, por supuesto que se debía tomar.

Personalmente, Godou quería ver a Yuri y Liliana restauradas tan pronto como fuera posible.

Sin embargo.

“Debido a la situación actual, creo que necesitamos la cooperación de Kusanagi-san no importa qué. Sería de gran ayuda si usted pudiera estar de acuerdo con facilidad. Sobe que además de salvar a las víctimas de la petrificación, por favor matar a Athena en su forma vulnerable de piedra. Si otro incidente podría prevenirse al golpear en su raíz, entonces todo va a estar bien.”

La solicitud de Kaoru envió a Godou en un profundo pensamiento.

Cierto. Si él tenía la oportunidad de matar a Athena entonces todo se resolvería.

Sin embargo, Godou todavía estaba allí con la mirada perdida. Desde que Athena se había convertido en una estatua, había estado petrificada en esta playa durante horas.

Esa estrella que había mostrado las blancas [Espadas] del terrorífico poder – Godou creía que quien las controlaba, Guinevere, probablemente tenía como objetivo a Athena.

Esta diosa que había traído gran desastre para la sociedad humana, incluso si tuviera que abandonarla a su suerte, nadie se quejaría, ¿verdad?

El tiempo continuó avanzando y la noche había caído.

Godou seguía parado en la orilla del mar acompañando a la estatua de Athena.

Acababa de recibir una llamada de Amakasu, informándole que Ena llegaría más tarde para traerle algo. Él debió de darse cuenta de que Godou estaba agonizando sobre algo.

Sin embargo, Amakasu no trató de abordar el tema.

¿Tenía la intención de respetar la decisión del Campione? ¿O dejar que las cosas siguieran su curso porque él había renunciado a comprender el por qué Godou estaba preocupado? Esto último parecía cada vez más improbable.

De todos modos, incluso por sí mismo Godou no podía explicarle por qué se sentia tan preocupado por las cuestiones de Athena.

“Ella… ¿Está realmente a punto de morir?”

El engaño de Guinevere. El asunto del Santo Grial. Diversos comportamientos de Athena. Después de mucho pensar, Godou llegó a esa conclusión.

En una playa del temprano invierno, había una estatua encantadora contra la helada brisa del frío mar.

A pesar de que tenía la apariencia de una niña de once o doce años, no había inocencia infantil en ese rostro.

Ni impotente ni inofensivo. Ella era la reina dominante en los altos cielos, la generosa tierra y el oscuro inframundo. La diosa exaltada.

Con la muerte acercándosele, ella se había obligado a visitar a Godou. “¿Por qué iba a hacer eso?…”

Godou lo podía imaginar, pero no estaba seguro si había adivinado correctamente. Probablemente era demasiado difícil de llenar la brecha cultural a través de sus esfuerzos solitarios. Godou instintivamente sacó su teléfono celular.

Una reina guerrera de las civilizaciones de bronce y la edad de hierro. Lo que necesitaba era alguien cuyo cerebro estuviera atado con alambre de la misma manera.

“Dame un respiro, ¿¡No puedo hablar con ese idiota en serio!?”

Entre todos los amigos y conocidos de Godou, un joven en particular estaba claramente más alejado de las modernas formas de pensamiento.

El niño bendecido por los cielos en los extraños caminos de la espada. El caballero y asesino de dioses.

A pesar de los esfuerzos de Godou para olvidarle, era extraño que el hombre siempre se las arreglara para obtener una respuesta hostil. Siempre se sentia como si tuviera preocupaciones irrelevantes. Ese tipo era como un guerrero vikingo que se había conformado a la vida moderna, pero él no era un interlocutor apropiado. Lo mejor era reconsiderarlo.

Como resultado, Godou decidió llamar a otra persona.

Hizo una llamada internacional hacia Italia. Contabilizando la hora actual de las 18:00 con una diferencia de tiempo de ocho horas si esa persona había despertado o no era una pregunta bastante delicada.

“¿Qué está pasando, Godou? ¿Finalmente no pudiste soportar la soledad de mi ausencia?”

Conectandose de esta forma instantánea con Erica Blandelli, Godou decidió que estaba madrugando.

Sin embargo, ella estaba hablando de una manera alegre a diferencia de su habitual tono de voz al levantarse de la cama.

“Incluso cuando no estás cerca, todavía estoy muy animado y para nada deprimido en absoluto. No inventes historias extrañas.”

“Por Supuesto que no, no es como si fuera Lily. Solo estaba imaginando cómo alguien puede sentirse después de perderme a mí, una existencia tanto como el sol”.

Godou sólo podía reírse irónicamente en respuesta a su manera segura e imponente habitual.

“Vamos a dejar eso de lado. Tenemos una real crisis por aquí.” “. Sí. Y realmente parece una verdadera crisis”.

Después de una breve explicación, Erica comentó con indiferencia. Por otra parte, incluso añadió el siguiente comentario con calma:

“Bueno, cada vez que te sientes perdido, sabes que tu corazón ya ha tomado tu decisión. Sólo haz lo que sientes. Yo te apoyaré adecuadamente una vez que nos reunamos más tarde”.

“¿Mi corazón ya ha tomado la decisión?”

De ninguna manera podía estarlo. Al no estar claro sobre lo que debía hacer era la razón exacta por la que quería hablar con alguien.

Pero Erica continuó con indiferencia.

“Kusanagi Godou lo sabe, es una persona que actúa sin dudar de un momento cuando quiere derrotar a alguien. Sí, es imposible imaginar a alguien que creciera en el tranquilo Japón moderno tuviera una decisión tan audaz como tal.

“Yo soy un verdadero pacifista y miembro de la sociedad civilizada moderna. Deja de hacer estas extrañas descripciones.”

“¿Que esta mal? Siempre he pensado que Godou es similar a aquellas primeras tribus ecuestres enamoradas con la civilización. Actuando civilizadamente en tiempos de paz, pero completamente sin piedad en la batalla. Y a punto de estar acostumbrado a una vida errante que requiere gran decisión”.

¿Qué es lo que Erica está tratando de decir? Godou estaba enojando.

Si eso fuera cierto, entonces no era más que una persona desconsideradamente egoísta. ¡Esa sería una modificación masiva ante la descripción de los personajes!

“¿Me necesitas para señalar todas las similitudes entre tú y la horda mongol nómada que se extendió por China y varias naciones de Europa? En ese sentido, estoy seguro que Godou no necesita ninguna ayuda en la comprensión…”

“No es asunto tuyo. Pero en realidad, ¿cuando me siento perdido, mi corazón ya lo ha decidido?”

A pesar de que ignoró por completo las críticas que refutó sobre su afirmación de ser un humano moderno, guardó el otro pedazo de consejo en su mente.

“¿Cuando vas a volver?”

“No es como que necesite un permiso especial, pero no voy a ser capaz de subir a un avión inmediatamente. Con la situación actual, yo necesito volver a Japón tan pronto como sea posible. Vamos a reunirnos primero antes de ver cómo van las cosas desde allí. Antes de eso, por favor lucha como mejor te parezca.”

Ya veo. Godou asintió con firmeza, poniendo fin a la conversación con Erica.

No podía regresar de inmediato para apoyarlo, pero sin ningún tipo de preocupación o inquietud, esperaría al retorno de la compañera a quien pudiera confiar para ver su espalda.

En ese caso, realmente debo decidir por mi mismo sobre cómo manejar las cosas desde ahora.

Guiado por ese concepto, los pensamientos de Godou naturalmente cayeron en fila. Yuri y Liliana en ese estado debían ser salvadas. Todas las víctimas petrificadas debían ser rescatadas no importa qué. Y luego estaba Athena, si esa diosa problemático también tenía circunstancias atenuantes…

Abandonar a alguien por el bien de otro, no era el estilo de Godou para hacer las cosas.

Voy a cumplir con mis propios principios no importa qué.

***

“¡Lo siento por hacerle esperar, Su Majestad!”

Ena llegó hasta la orilla del mar media hora después de que la llamada a Erica había terminado.

Como de costumbre, llevaba el uniforme de esa escuela ubicada Dios sabe donde, con la bolsa de tela colgada del hombro llevando una espada japonesa. Además, había traído alimentos contenidos en bolsas de tiendas de conveniencia, así como equipos de aire libre tales como sacos de dormir.

“…Trajiste todo tipo de cosas.”

“Estaba pensando que quizá podríamos necesitarlas para pasar la noche aquí por si acaso. Por el momento, Amakasu-san también ha arreglado alojamientos cercanos.”

Ena ligeramente dejó el equipaje en la playa cuando Godou habló con sus ojos abiertos de sorpresa. Quizás debido a su entrenamiento de artes marciales y el estar corriendo en las montañas, las piernas y su espalda debían ser bastante fuertes.

“Estaba absorto en mis pensamientos y realmente no se me había ocurrido. Gracias y lo siento.”

“No se preocupe por ello. Vamos por algo de comer.”

Dicho esto, Ena inmediatamente se puso a trabajar en la recolección de ramitas caídas de cerca.

Ella parecía seleccionar ramas secas que no fueran empapadas por el agua de mar. Al darse cuenta de las intenciones de la Hime-Miko, Godou también hizo lo mismo.

Unos minutos más tarde, Ena usó un encendedor para encender un fuego con las ramitas y el papel que habían reunido.

Así, una fogata estaba lista. Debido a una excelente visión nocturna, la falta de luz no les suponía ningún inconveniente, pero aún así era bastante frío. Tener un fuego para calentarse se sentia realmente agradable.

“Seishuuin no fuma, ¿Verdad?”

“Así es. Pero los encendedores y los fósforos tienen todo tipo de usos convenientes, así que siempre los mantengo conmigo.”

Cierto. Eran herramientas con muchos usos en el medio silvestre.

Habiendo respondido como una hija de la naturaleza, Ena vertió el agua mineral comprada en una tienda de conveniencia dentro de un hervidor al aire libre, y comenzó a hervir el agua.

Entonces ella sacó dos porciones de tallarines de taza.

Colocó tofu frito en los fideos en claro caldo y preparó todo tipo de comida frita.

Snadwiches de cerdo fritos, sándwiches BLT, perritos calientes y hamburguesas. También había varios sabores de bolas de arroz, como el salmón, huevos tarako salados, algas kombu y ciruelas. Parecían ser un surtido de alimentos apropiadamente seleccionados desde los estantes de las tiendas de conveniencia.

“Comer al aire libre como ahora es bastante agradable.”

“Sí. Las ciudades son tan agradables y tan fáciles de recoger los ingredientes. Si esto fuera de las montañas, la recolección de alimentos sería una tarea mas difícil.”

Los dos se sentaron alrededor de la fogata y comenzaron a comer frente al otro.

Desde que tenía bastante hambre, Godou no se molestó con los modales y barrió todo.

Las algas en los fideos de su taza resultaron ser sorprendentemente sabrosas. El sabor parecía filtrarse lentamente en el fondo de su cansado cuerpo. Ena también estaba disfrutando de su comida con gran entusiasmo.

Ella parecía el tipo de persona que no podía resistirse a este tipo de comida chatarra.

Godou había oído antes que las hijas de la familia Seishuuin habían sido descritas como las nuevas damas de clase alta en el pueblo…

“He hecho esto antes, pero parece que ha sido un tiempo desde que me fui a las montañas.”

Godou recordó al ir en viajes con amigos que amaban el aire libre.

Pasar tiempo junto con Ena era como tener un amigo. A pesar de que Godou había crecido más o menos en acostumbrarse a llevarse bien con las chicas, todavía se sentia muy cansado la mayor parte del tiempo.

Aunque pareciera increíble, esta mujer de la naturaleza no le hacía sentir de la misma manera.

“¿Su Majestad ha visitado las montañas? Si ese es el caso, vaya con Ena. La próxima vez Ena planea escalar los terrenos sagrados de Ukokusan. Es un lugar donde incluso los lugareños no se aventuran a ir a menos que sean veteranos. Es un reto muy duro. Será divertido.”

“… Creo que nuestra experiencia con “montañas” son completamente de diferentes niveles.”

La invitación se sentia como si no fuera diferente de un viaje de ida hacia la otra vida.

Godou le sonrió irónicamente a Ena quien hizo su sugerencia con completa despreocupación.

“Si vamos, entonces iremos hacia algún lugar menos difícil. ¿Qué te parece una montaña más adecuada para principiantes, una que incluso Mariya pueda hacer su camino con esfuerzo?”

“… ¿Yuri también?”

“Sí. Si vamos a salir la próxima vez, vamos a traer a Mariya y Liliana también.” Godou afirmó.

Con las dos talentosas, ellos no tendrían que subsistir con comida instantánea todo el tiempo.

Tal vez ellas incluso prepararían alguna exquisita cocina al aire libre. Bueno, el comer tan casualmente hoy había resultado ser bastante agradable también. Sin embargo, no sería apropiado en situaciones donde Yuri y Liliana estuvieran presentes.

Ellas probablemente dirían algo así como la prohibición de este tipo de alimentos poco saludables…

Godou recordó la diatriba apasionada de Liliana contra los males de los aditivos alimentarios y los ácidos grasos.

“Vamos a rescatarlas mañana. Me ayudaras, ¿no? Seishuuin.” “Por supuesto. ¡Usted puede confiar en Ena!”

Godou comenzó a meditar mientras escuchaba la voz optimista de la Hime-Miko.

Él tenía que salvar a esas dos niñas así como a los demás. Esto ya se había decidido. El problema restante era cómo borrar toda la historia de la problemática diosa.

Desde que había caído la noche, había estado preocupado por estas cuestiones…

Godou estaba a punto de tirar la basura en la bolsa de tienda de conveniencia cuando se dio cuenta de algo.

“¿Que es eso?”

Había un pedazo de papel en la bolsa.

Unas palabras en inglés habían sido escritas en él.

La escritura garabateada se leía como “Cuidado. ¡Aquí viene ladrón!” “Proteganse del ladrón… ¿Algo así? ¿Cuándo ha entrado aquí?” “Enviado por un hechizo – hmm, no, definitivamente no.”

La Hime-Miko se quedó mirando la nota mientras se preguntaba.

Ahora que lo mencionó, Erica había usado ese tipo de hechizo antes, llamado algo así como correo. Era una magia conveniente que permitia que uno enviara cartas a cualquiera libremente. Ena también había enviado una carta de invitación a la mesa de Godou en su escuela una vez y muy probablemente había usado el mismo hechizo.

“La sensación de un hechizo… Completamente no se puede sentir. Probablemente alguien lo puso ahí, mientras que Ena viajaba hasta aquí. O tal vez se colocó mientras estábamos comiendo…”

“¿Qué?”

Godou estaba completamente sorprendido.

No importa si fuera Kusanagi Godou, pero para que alguien fuera capaz de eludir los sentidos de Seishuuin Ena.

¿Quién podría tener posiblemente esas habilidades? Para que la Hime-Miko de la Espada con su sensibilidad bestial no hubiera podido detectar nada.

¡Verdaderamente era un nivel de habilidad divino!

Ena también parecía desconcertada. Se quedó mirando la nota con una expresión de mala cara.

Dejando eso de lado por el momento, lo que se preguntaban era de “tengan cuidado” ¿de qué?

Godou de pronto recordó. Él había olvidado casi por completo esa cosa. Sacó su celular y llamó a Amakasu. Podría haberse perdido ya.

Los pensamientos preocupantes ocuparon a Godou en los minutos mientras esperaba.

“No, no. Sacudiendo a los acosadores seguro que es difícil. Bien, parece que tengo una llamada, ¿es así?”

“¡Amakasu-san! ¿¡Estás bien!?”

Godou se tranquilizó al escuchar la voz de Amakasu tal como estaba preocupado.

El agente especial del Comité de Compilación de historia había aparecido de repente en la playa con su traje descuidado habitual y estaba caminando.

Como correspondía a los ninjas, astutamente apareciendo y desapareciendo sin previo aviso.

“¿Podría ser que esa bruja Guinevere apareció?”

“Una excelente pregunta, Ena-san. Esa presencia ahora realmente fue esa señora. Tuve que usar cada hechizo y técnicas a mi disposición, y corrí con mi vida para llegar hasta aquí.”

Amakasu respondió a la pregunta de Ena con un rostro demacrado.

Luego sacó la Alabarda Inversa Celestial desde el bolsillo de su traje – el artefacto divino.

“Yo lo sabía, esto probablemente debería permanecer con Kusanagi-san… Creo que huir de magos a la altura de los antepasados divinos es demasiada carga para mí…”

“No. Lo siento mucho, pero voy a seguir confiándotela por ahora.”

Godou estaba muy preocupado y se compadeció de forzar una tarea problemática hacia Amakasu.

Sin embargo, él inclinó la cabeza.

“¿No que Mariya lo había dicho antes, mejor que no dejes que este pedazo de piedra esté cerca de Athena? A pesar de que parece estar bien actualmente mientras que ella se ha convertido en piedra, pero podría no durar para siempre.”

“… ¿Qué quieres decir?”

“… Su Majestad, yo lo sabía.”

Amakasu miró muy sorprendido, pero fue Ena quien dedujo la situación. Godou explicó asertivamente a los dos así como a la petrificada Athena. “Obviamente, yo salvaré a todos los que han sido petrificados, pero tengo que

terminar las cosas de manera decisiva con ella – No sé de qué manera, pero habrá una conclusión definitiva a ciencia cierta tanto que lo estuve pensando, si resulta en otra catástrofe grave… Entonces mis humildes condolencias.”

La gran diosa había dicho que su destino como Athena se había manchado.

Godou sentia que era una hipérbole. Sea como fuere, Godou era también alguien que apenas podía ser clasificado como civilizado. En realidad, apenas podía.

Amakasu dijo “¡oh, las cosas van a hacerse realmente peludas!” y miró hacia el cielo para luego inclinarse y expresar estar de acuerdo.

Ena generosamente asintió con total aceptación.

Sin embargo, Godou realmente se sentia como si al rascarse la cabeza fuera repulsado por su declaración, tan tipico de los Reyes Demonios, los Campiones.

“Dicho esto, ¿cómo debemos proceder en concreto?”

Ya era tarde en la noche.

Después de haber contemplado todo tipo de cosas, Godou murmuró para sí mismo.

“La petrificación de Athena puede ser liberada con mi espada, pero el problema es el Santo Grial…”

Él se encontraba actualmente en una habitación en el segundo piso de una residencia local a lo largo de la orilla del mar en los alojamientos que Amakasu había arreglado. Al día siguiente estaría lleno de problemas y era una bendición ser capaz de obtener una buena noche de descanso.

Esta casa había sido construida en un lugar que había ofrecido una amplia vista de la costa.

Si Athena hiciera un movimiento de inmediato sería capaz de reaccionar. La ventana de Godou daba hacia el mar. La estatua de la diosa continuaba de pie majestuosamente en la playa del invierno. Los policías locales y empleados del Comité ya habían acordonado la zona.

Ya se había decidido que Godou se alertaría por el teléfono celular si se observara algo fuera de lo común.

Como nota al margen, toda la casa se había adoptado para la comodidad del personal relacionado con la policía. Hubo otras familias que querían organizar alojamientos, pero fueron rechazados con excusas aleatorias.

El único en esta habitación era Kusanagi Godou.

Ya era de noche. Sin embargo, todavía no tenía idea de cómo “llegar a una conclusión” con Athena… Sin encender la luz, Godou estaba en la ventana, sin dejar de contemplar el paisaje.

La luz de la luna y las estrellas brillaban por la ventana. Era más o menos tan brillante como las farolas. Pero debido a que Godou poseía una excelente visión nocturna, le era más que suficiente.

Kacha. La manija de la puerta se giró y alguien entró.

“¿Todavía despierto, Su Majestad?”

Era Ena. Pero Godou se sorprendió por lo que llevaba puesto. “¿Qué está pasando, Seishuuin? ¿Por qué apareces en eso?” “Uh, sí. Ya era hora de dormir así que me cambié.”

En un raro momento, Ena estaba hablando con vacilación.

En lugar de su uniforme escolar habitual, estaba vestida como una sacerdotisa con un top blanco puro y un hakama rojo brillante.

Ahora que recordaba, había visto la aparición de Ena como miko brevemente durante la batalla contra el Gran Sabio que Iguala el Cielo.

“¿Llevas un traje de miko en lugar de pijama?”

¿No es ese algún tipo de blasfemia?… Godou desvió la mirada mientras hablaba. Esto hizo que la líder Hime-Miko explicara frenéticamente.

“No siempre es así. Pero sería vergonzoso visitar a Su Majestad en ropa sucia. Sin ninguna otra ropa en mano, no tenía otra opción.”

“¿De qué estás hablando? ¿No acabas de llevar el mismo uniforme todo el tiempo?”

“Sí… Pero esta noche, estamos teniendo una aventura.”

¿Acababa de escuchar un lenguaje alienígena? ¿Qué era lo que esa chica Ena estaba tratando de decir?

Godou negó al instante la realidad. Pero, por supuesto, las cosas no se resolverían tan fácilmente.

“En esta noche tan especial, yo estaba pensando que debía limpiarme un poco primero. Ah, Su Majestad, la cama se ha preparado. E-Entonces, voy a estar a su cuidado.”

Ena mostró una expresión timida cuando hizo una declaración sorprendente. Por otra parte, se acercó ante la ropa preparada en la cama y se sentó muy formalmente en seiza.

“¡QQQQQ-Qué clase de tontería estás hablando! ¡No tiene ningún sentido en absoluto!”

“Al contrario.”

Ena ya no era timida, sino que llevaba una expresión decidida. Sus ojos estaban llenos de clara determinación. Bañada bajo el claro de luna, un brillo blanco se podía ver en su hermosa cara formal y correcta.

“Los planes de Su Majestad son para luchar contra Athena de nuevo mañana, ¿no? En lugar de matar a Athena en su forma de piedra.”

Eso era correcto. Era la única manera de hacer las cosas con una conclusión apropiada.

Un duelo cara a cara para determinar al vencedor.

Por supuesto que hay otras opciones. El Santo Grial que había robado la inmortalidad de Athena. Si tan solo un camino se pudiera encontrar para eliminarlo y desactivarlo…

Pero teniendo en cuenta lo que Athena realmente deseaba, esto era todo.

“Su Majestad ha estado vacilante todo este tiempo, ciertamente que el desastre descenderá a muchas más personas, pero todo se puede solucionar -… Sí, todo se resolverá. En ese caso, es hora de que Ena muestre cierta determinación.”

Godou se sorprendió. Una vez más, se acordó de lo adorable que Ena podía ser.

A pesar de que él había sido consciente todo el tiempo, esta Hime-Miko era una Yamato Nadeshiko de pelo negro rivalizando con Yuri, además de ser una chica muy atractiva.

Esta verdad ahora de repente se le había sido presentada.