Shijou Saikyou No Daimaou Murabito A Ni Tensei Suru (NL)

Volumen 3

Capítulo 47: El Ex-Señor Demonio En El Frente

Lydia pareció perpleja cuando vio mi inquietud. “¿Qué ocurre?”

… Todos allí parecían estar pensando lo mismo. No solo Lydia, sino también Ireena, Ginny y la Sylphy de esta época me miraban como si fuera una criatura extraña.

¿Habían sentido mi confusión?

Cualquiera se preguntaría por qué alguien normalmente compuesto actuaría de repente de esta manera. Respiré silenciosamente para calmarme, luego di mi sonrisa habitual.

“… Como pensaba, escuchar un nombre de tal renombre me ha puesto los nervios de punta. Pero estoy bien ahora. No puedo contener la emoción dentro de mí”.

“¡Hmph! ¡Ese lobo feroz será mío!” Sylphy se cruzó de brazos, respirando entrecortadamente por la nariz.

Acariciando el cabello de la confiada cabeza de Sylphy, Lydia sonrió para confirmar que estaba lista para la batalla.

“Estaba pensando que algo grande podría venir de esta manera… No puedo creer que el Rey Maldito decidiera aparecer de repente. No es que me esté quejando”, se burló Lydia, esperando la pelea.

Ireena corrió hacia mí. “O-Oye, Ard… ¿Cómo es este Rey?”

“… Así como los magos tienen un sistema de clasificación del Uno al Siete, los demonios también tienen un sistema de clasificación. El enemigo en esta próxima batalla es de la clase más elitista… Un rango conocido como Archidemonio”.

“¿Un Archidemonio…?”

Incluso en la actualidad, los que pertenecen a este rango poseían un poder increíble, y se sabía que habían arrinconado incluso a nuestros padres, los Héroes conocidos como los Grandes Magos y el Barón Heroico. Este poder fue suficiente para aniquilar una vasta región.

… Pero eso fue en la actualidad.

En esta era antigua, la fuerza de un Archidemonio en el campo de batalla estaba más allá de todas las palabras. El Rey Maldito Mevilas era especialmente poderoso, pero…

Creí recordar las tropas de Lydia y Verda luchando contra Mevilas más adelante en el futuro. Este debe haber sido otro efecto causado por la irregularidad. No había duda de que esta existencia estaba deformando la historia.

Pensé en mis próximos pasos… ¿No me haría esto igual que el Señor Demonio?

Miré el rostro de Lydia y mi corazón se decidió. Ese pequeño dios probablemente se quejaría, pero ese no era mi problema.

¡Solo por esta vez, no dejaría que la historia se salga con la suya…!

Las fuerzas enemigas ya habían comenzado su avance y comenzamos a movernos rápidamente.

De acuerdo con nuestra estrategia actual, Ireena y Ginny se quedarían fuera de esta pelea. Si por alguna casualidad… bueno, nunca lo permitiría. Pero… si la línea de tiempo que conocía se cumpliera, Ireena y Ginny morirían.

Por supuesto, me esforzaría por evitar que la historia se repita. Pero no era como si hubiera un riesgo cero. Por lo tanto, permanecerían en Aether.

“Entiendo. No quiero agobiarte, Ard”.

“Me siento igual. Por favor, da lo mejor de ti”.

Parecían estar bien con las cosas, pero debían haber estado lidiando con otros sentimientos en el interior: Ireena había estado tratando fervientemente de alcanzarme y Ginny había estado trabajando para superar su complejo de inferioridad.

Aunque indirecto, básicamente les había dicho: Serás inútil si vienes.

Sonreían por fuera, pero estaba dispuesto a apostar que eran incapaces de despejar el resentimiento que sentían por dentro.

… Sin embargo, tenía algo más que ellos en qué pensar en este momento.

Después de todo, este asunto estaba relacionado con la fuente de mi recuerdo más traumático.

Bueno, entonces, volvamos al presente.

Junto con Lydia y Sylphy, avanzábamos silenciosamente por las montañas. El tiempo transcurría entre el mediodía y la noche. Todavía era de día, pero debido a que el bosque de la montaña estaba oscuro, no se sentía así en absoluto.

En medio de nuestro camino a través del denso follaje, Sylphy dejó escapar una voz sin vida.

“Todo el mundo lo está teniendo en el campo de batalla ahora mismo. Pero estamos atrapados aquí escalando una vieja y aburrida montaña, gracias a cierta persona…”

“Es tedioso, pero trata de salir adelante. La emoción vendrá para nosotros eventualmente, nos guste o no”.

Yo fui quien propuso este plan. Si siguiéramos la línea de tiempo original, Lydia y Sylphy habrían estado corriendo por el campo de batalla en ese momento, al igual que todos los que desempeñaron un papel principal en su ejército.

Incluso Lydia no se había mostrado optimista sobre esta batalla. Como prueba, había llamado a todos sus jugadores principales dispersos de todas las áreas y trabajó para asegurarse de que todo fuera impecable, todo sin saber que sería la mayor causa de su destrucción.

“… Pero Lady Lydia. Le agradezco que tenga en cuenta las palabras de un novato”.

“Bueno, sí, supongo. Honestamente, estos sofisticados ataques furtivos realmente no son lo mío… pero tenía la sensación de que deberíamos aceptar lo que dijiste”, admitió Lydia, rascándose la cabeza mientras caminaba por la maleza.

Era tonta, pero su intuición era más fuerte que la de nadie. El hecho de que se tomara mi plan en serio significaba que yo había captado algo, lo cual era una gran noticia. Con esto, las posibilidades de que ocurriera el peor de los casos habían disminuido en gran medida.

… Históricamente, cuando los ejércitos de Lydia y Verda se enfrentaron con las fuerzas del Rey Maldito, no hubo ningún ataque furtivo. Al contrario, se decía que era una batalla sin tacto.

… Mevilas también había actuado de esta manera, porque el Rey Maldito creía que los demonios eran los elegidos. Mevilas era el supremacista de demonios por excelencia que despreciaba a los humanos como si fueran gusanos. No había necesidad de ingenio al luchar contra los gusanos; usar toda la fuerza de uno contra tales enemigos sería ridículo.

Debido a este ego inflado, Lydia y los demás habían logrado llevar a Mevilas a una esquina con éxito…

Y valorando la vida por encima del orgullo, el Rey Maldito había sacado una carta de triunfo: la técnica Original de Mevilas.

El nombre Curse King proviene del talento de Mevilas para lanzar hechizos. Y no había mayor maldición que la que poseía esta técnica original. Este poder repulsivo se extendió por millas… y envió a todos los tocados por él instantáneamente a la locura. Nuestros ejércitos comenzaron a matarse entre sí.

Y así, ambos ejércitos fueron destruidos.

Además de perder casi todo su ejército… Lydia había perdido a los amigos con los que había estado partiendo el pan desde que se conocieron. De los siete campeones principales que sirvieron a las fuerzas de Lydia, cinco se habían perdido. El ejército de Lydia estaba al borde de la extinción.

Y encima de eso… la propia Lydia había sido maldecida mientras trataba de proteger a Sylphy.

Debe haber sido gracias a su fortaleza mental de acero y la sangre de los Dioses Malignos corriendo por sus venas que pudo escapar de la locura y derribar a Mevilas con sus propias manos. Pero a partir de entonces… sufrió los síntomas de la maldición. A veces le asaltaban intensos dolores de cabeza y confusión. Era una aflicción que ni siquiera yo podía curar.

¡Debido a que continuó luchando en esa condición, Lydia había…!

… Si no hubiera sido maldecida en esta batalla… Si no hubiera perdido a sus queridos amigos en esta pelea, entonces tal vez nada de eso hubiera sucedido.

No habría tenido que matarla.

… No me apartaría de esta línea de tiempo claramente diferente. Ya lo había visto desde el mismo momento en que me enviaron a esta era: un futuro donde Lydia sobrevivió.

Haría cualquier cosa para que eso sucediera. Nadie se interpondría en mi camino.

“¡¿Pensaste que no esperaríamos un ataque furtivo?! Tu estúpido—” No mostraría piedad ni a los más débiles.

“Storm Blade”, lancé, materializando diez círculos mágicos ante mí. Ellos levantaron ráfagas, convirtiéndose en tornados que se precipitaron directamente hacia el enemigo.

“¡¿ACK?!”

Los enemigos intentaron esquivar a cada uno, pero fue en vano. Era imposible escapar de las rápidas y amplias palas de viento que se extendían. Ni siquiera pudieron lanzar magia de defensa contra él. La resistencia fue inútil. El enemigo fue cortado en pedazos con la vegetación circundante y enviado en un viaje a la próxima vida.

Sacar esos don nadie de esta manera iba en contra de mi filosofía, pero… ya no me importaba.

Aniquilaría cualquier cosa que se interpusiera en mi camino. Evitaría que Lydia muriera. Nada más importaba.

“… Bueno, pongámonos en movimiento”, dije en voz baja. Podía sentir un impulso asesino y un deseo de batalla en algún lugar de mi subconsciente.

Como si se diera cuenta de esto, Sylphy se estremeció levemente, mostrando algo de miedo. “¡No te pongas engreído solo porque tienes algunos trucos! ¡Golpear a los débiles no te dará ninguna medalla!”

No pudo ocultar su espíritu competitivo. Lydia, por otro lado…

“Realmente te estás metiendo en esto”.

Las palabras en sí expresaban admiración, pero el rostro de Lydia era incoloro, inexpresivo, con sus ojos claros fijos en los míos.

… Siempre había odiado esos ojos suyos. Parecían leer directamente a través de mí. Los encontré increíblemente desconcertantes.

Incluso ahora… probablemente se había dado cuenta de algo. Además de eso, dijo: “No hagas nada estúpido”.

Y luego, caminó hacia adelante como si nos guiara hacia adelante. Mirando su espalda, apreté mi puño.

… Nada de lo que haría iba a ser estúpido.

Nuestro ataque sorpresa giró en torno a poner fin al conflicto manteniendo intacto el orgullo de Mevilas.

¿Por qué uno tan engreído como Mevilas había terminado con todo su poder? Porque habíamos arrinconado al Rey Maldito por completo. Eso fue todo.

Según la historia real, Lydia había seguido sus tácticas habituales y se apresuró a atacar directamente. Esto había resultado ser un gran éxito… y fue el ímpetu que hizo que Mevilas desatara ese Original.

Para tomar la cabeza del comandante y evitar esto, había propuesto un ataque sorpresa. Lydia, Sylphy y yo atacaríamos el campamento enemigo directamente y limpiaríamos todo de una vez.

El objetivo, por supuesto, notaría nuestro acercamiento. Mevilas tendría que atraernos al campamento; después de todo, nuestro enemigo rebosaba confianza en sí mismo. Si enfurecíamos al Rey Maldito, imaginé que se convertiría en una pelea uno a uno.

En este momento, Mevilas tenía que estar ocupado con la entretenida perspectiva de molestar y matar a algunos monos inferiores: nosotros. Usaríamos ese ego y descuido para tomar su cabeza en un instante. Si pudiéramos hacer eso, habría muchas posibilidades de evitar una tragedia horrible para Lydia y para mí.

“… El campamento principal del enemigo ha aparecido a la vista”.

Mientras descendíamos de la montaña, pude ver la base de nuestro oponente escondida en una región montañosa que tenía un ligero pero notable cambio de elevación.

“¿Te apetece una fortaleza básica? El gusto caro de Mevilas está escrito por todas partes”.

“¡Por alguna razón, realmente no puedo soportarlo…!”

Ambos habían crecido en la pobreza, razón por la cual tendían a odiar cualquier cosa innecesariamente extravagante. Yo mismo había crecido en la pobreza, así que podía sentir empatía.

“Bueno, entonces, comencemos. Según el nivel de poder del enemigo, la magia de ocultación no nos servirá de mucho. Haremos una invasión directa antes de derribar al enemigo… y arrancarle la cabeza a su comandante superior. Eso es todo.”

“Entiendo. Bueno, agradable y fácil”. “¡Tengo muchas ganas de ir!”

Ninguno de los dos estaba asustado en lo más mínimo. Incluso vieron esto como una oportunidad para divertirse.

Moral suficiente. Potencia suficiente.

Todo lo que necesitábamos para la victoria estaba aquí. “Tendré el honor del primer golpe”, declaré.

“¡No, eso es todo mío!”

“¡No te lo entregaré ni a ti, hermana!”

Con nuestras voces resonando, nos abalanzamos sobre el enemigo. La puerta de la fortaleza estaba abierta como para darnos la bienvenida. Pasando directamente, entramos en el corazón del territorio enemigo.

“… Esto es extraño,” dije.

“… Sí, pensé que nos lanzarían magia de ataque llamativa tan pronto como entramos”.

“… Es demasiado silencioso”, observó Sylphy.

Nuestro buen humor se había convertido en sospecha. Había imaginado que seríamos recibidos con un aluvión de magia en el momento en que entramos… pero no sucedía nada en absoluto. Al contrario, no sentí el más mínimo contraataque.

“¿Quizás están esperando para tendernos una emboscada en algún lugar?” Yo ofrecí.

“Sí, quizás. Pero… tengo un mal presentimiento por alguna razón”.

En este campamento enemigo inquietantemente silencioso, Lydia y yo comenzamos a sudar frío.

¿Qué está pasando? ¿Había fallado en predecir algo?

… En cualquier caso, habíamos llegado tan lejos. Todo lo que pudimos hacer fue continuar.

“Vayamos al centro”.

Lydia y Sylphy asintieron con la cabeza y partimos.

… Algo definitivamente está mal.

Para empezar, no pude sentir un solo enemigo. Parecía estar completamente vacío aquí. No estaba desierto. No había manera. ¿Podría ser que tuvieran un plan bajo la manga?

Mi mente corría con infinitas posibilidades, pero… ninguna parecía una explicación plausible de lo que estaba pasando.

A medida que nos acercábamos al centro del campamento enemigo, las cosas se volvieron aún más inexplicables.

“Este olor…”

“Conozco esto. Me he acostumbrado tanto a este olor”. “Me siento enfermo. Huele a acero oxidado… Esto es… ” El olor a sangre.

… El campamento vacío. A medida que nos acercábamos a su centro, el olor a sangre fresca se hizo más fuerte. Lydia y yo tuvimos un mal presentimiento en la boca del estómago mientras continuamos.

Finalmente, llegamos al centro del campamento, un espacio que debió ser utilizado como punto de encuentro. Cuando llegamos a la escena, no pudimos evitar mirar con asombro.

Lo primero que llenó nuestra visión fue un rojo negruzco.

Pintado en todo el suelo estaba… una serie de cadáveres de demonios esparcidos por la tierra. Ninguno tenía rastro de su forma original. Todos habían sufrido un final violento; La sangre, las entrañas y la sangre se amontonaban a nuestro alrededor como montañas.

Y entre esta escena demasiado espantosa… La cabeza de un hombre giró en el aire. Era un rostro de aspecto amable con un distintivo bigote de manillar y aire aristocrático.

Él era nuestro principal objetivo: el Rey Maldito, Mevilas.

Excepto que ninguno de nosotros había sido el que bajó la espada. Y pensé que era seguro adivinar… El culpable no era un aliado.

“Llegaste un paso demasiado tarde”, tronó una voz profunda que hizo que mi estómago se agitara cuando resonó. Con los demás, giré mi cabeza hacia el hombre que lo produjo.

Su edad, raza, apariencia, todo sobre él era desconocido. Estaba cubierto de pies a cabeza con una armadura de tono negro. Esa silueta siniestra parecía revelar su verdadero carácter…

“¿Qué eres tú?” Yo pregunté.

El caballero de la armadura negra resopló con desdén. “Tienes alguna idea, ¿no? Soy exactamente quien me parezco. En otras palabras—” la figura habló en un tono que sonó con firmeza, desde el otro lado de su afilado casco. “Soy el Señor Demonio. Un monstruo cruel y vicioso, y el enemigo del mundo”.

Esta figura pomposa hizo que mi ansiedad se disparara por las nubes. Este hombre tenía que ser fuerte. La multitud de dignos oponentes que nadaban en mis recuerdos no se podía comparar.

… Había pasado mucho tiempo desde que me había sentido así de eufórico. Pero no podíamos apresurarnos tontamente. Mientras miraba a mi vigilante oponente, esperé a ver qué haría.

“Heh, entonces eres el Señor Demonio, ¿eh? Me pareces bastante fuerte” se burló Lydia.

“En efecto. Incluso si luchan juntos, no tendrían ninguna posibilidad”.

“¿Si? Tu bocaza te meterá en problemas. Yo soy la Campeona y tú eres el Señor Demonio”.

“La realidad no irá según los cuentos. No hay ninguna razón por la que tu poder tenga algún efecto contra mí, el Señor Demonio”.

“Oye, vamos… No lo sabremos hasta que lo intentemos”.

En ese instante siguiente, un ansia por participar en la batalla pareció brotar de todo el cuerpo de Lydia. Ese impulso por sí solo haría que cualquier soldado normal se desmayara. Era un espíritu que era tan grande, su propia aliada, Sylphy, ni siquiera podía temblar.

Incluso entonces, el Señor Demonio se lo tomó con calma, y no titubeó en lo más mínimo.

“¡Ha-ha! ¡Muy bien, ha pasado un tiempo! ¡Parece que finalmente podré hacer todo lo posible!”

Con una sonrisa salvaje, Lydia convocó a su amada espada, Vald- Galgulus. Agarró su empuñadura con fuerza en su mano derecha.

“Arstella. Brilla, Oh Alma. Fotoblis. Conviértete En Mi Luz. Tenneblicke. Y Disipa La Oscuridad”.

Golpear el aire fue un encantamiento escrito antes de tiempo. El cuerpo de Lydia estaba envuelto en una deslumbrante masa de energía… que finalmente se transformó en una armadura plateada y brillante.

Fue una situación grave; Lydia tenía toda la intención de hacerlo, con toda su fuerza. Ella aceleró sus pasos, y en ese momento siguiente…

“Eres imprudente. Te apruebo personalmente… pero actualmente no tengo ninguna intención de enfrentarme a ti”.

“…… ¿El infierno?”

Arrojando su espíritu al borde de la carretera, el Señor Demonio nos dio la espalda. “Dile esto a tu líder: tomaré las tierras que quiero. Si deseas recuperarlos, reclámalos por la fuerza”.

“… ¡Bastardo! ¿Estás intentando declarar la guerra?

El Señor Demonio se burló de la pregunta de Lydia. “He estado declarando la guerra desde hace mucho tiempo. Soy el Señor Demonio. En otras palabras, mi existencia es una declaración de guerra a todas las cosas grandes y pequeñas”.

¿Por qué? ¿Por qué esas palabras parecían autocríticas? “Adiós, Campeonas. Y… tú, chico tonto”.

Por un momento, se sintió como si estuviera dirigiendo su rabia hacia mí. Finalmente, sin intentar comenzar nada, lanzó magia de teletransportación y desapareció en un abrir y cerrar de ojos.

Dejados atrás en ese lugar espantoso, nos quedamos en silencio durante algún tiempo.

¿Qué estaba pensando Lydia? ¿Qué estaba haciendo Sylphy?

Deben haber estado tratando de procesar lo mismo que yo. No había duda de que las cabezas de todos estaban repletas de las mismas tres palabras.

“¡El Señor Demonio…!”