Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 3

Capítulo 7: Una Hija De La Casa Real

Parte 1

Inmediatamente envié un mensajero para felicitar a Talsha por su embarazo. La carta que le di al mensajero decía que lamenté no poder estar a su lado como esposo. Esos fueron mis sinceros sentimientos al respecto.

Pero no estaba tan inactivo como para dejar a Maust desatendido durante mucho tiempo.

Me estaban haciendo un censo de los territorios bajo mi dominio. Había muchas tierras en las que no tenía una idea clara de cuántos soldados podía reunir. Podría dejar que los señores individuales me declaren sus números, y ninguno informaría a propósito de más personas de las que realmente tenían, por lo que era necesario tener un recuento preciso.

“Es perfecto, ya que parece que solo estás lidiando con el gobierno interno en la superficie”, dijo Laviala mientras me ayudaba con mi trabajo.

“Sí, preferiría que la capital piense que estoy concentrado en administrar mis territorios. Además, vine a Maust para disipar sus sospechas, así que sería un problema si no pensaran eso”.

“Por supuesto, eso es solo superficial”.

Laviala sonrió divertida. No se sentía como el tipo de atmósfera en la que estábamos hablando de política, era más relajado.

“Esto hará que sus ejércitos sean mucho más fuertes, lord Alsrod. ¡Sí, lo convertirá en el ejército más grande y poderoso del reino! ¡Un ejército que eliminará a cualquier enemigo cuando Lord Alsrod le diga que luche!”

“Realmente espero que ese sea el caso”.

Comparado con la optimista Laviala, no pude evitar sentir que estaba siendo cauteloso, incluso conmigo.

Ha habido mucha gente sorprendida a pesar de ser la persona más poderosa que existe. Siempre puede haber algún problema o escasez que no haya tenido en cuenta.

Después de todo, Oda Nobunaga murió un paso antes de que pudiera terminar de unificar su país.

—No me metas en esto. Maldito bribón.

Mi profesión se quejó conmigo.

—Pero es cierto que morí cuando solo me quedaba un poquito por hacer. En verdad, una revuelta fue injusta. Nadie puede eliminar verdaderamente el riesgo de rebelión o asesinato. ¡Maldita sea! ¡Y maldita sea de nuevo! ¡Si hubiera tenido otra oportunidad, podría haber trabajado para evitar que Mitsuhide viniera por mí!

Bueno, no puedo hacer nada al respecto. Siempre puedes renacer en una nueva vida, pero no puedes rehacer la anterior.

—Sí, supongo que es una forma de pensarlo.

Parecía que Oda Nobunaga se había dado cuenta de algo.

—No se puede revivir la vida anterior. Eso es una verdad. Pero para decirlo de otra manera, he usado los recuerdos de esa vida y vivo dentro de ti. Puede que no tenga un corazón palpitante o brazos y piernas a mi disposición, pero sigo siendo una conciencia.

Cierto. Hasta el punto en que siento que a veces eres un poco ruidoso.

Aunque, en general, agradezco lo que has hecho.

—En otras palabras, quizás estoy tomando prestado tu cuerpo para volver a intentar unificar el mundo. Debe ser por eso que aparecí en este mundo como profesión, ¿no? Sí, debe ser eso. Al menos lamenté tanto cuando morí.

Era una teoría que no podríamos probar a menos que Dios saliera directamente y nos lo dijera, pero entendí lo que estaba tratando de decir.

Eso explicaría por qué Oda Nobunaga existía como mi profesión.

Teniendo en cuenta la proporción de nobles entre la población, a pesar de que Oda Nobunaga se había convertido en una profesión con su conciencia intacta, la probabilidad de que se convirtiera en la profesión de alguien sin estatus, como un granjero o un campesino que vivía en la ciudad, había sido mucha, mucho más alto. Y habría sido mucho más difícil crear un reino comenzando como un agricultor que como un señor regional.

—Si ese es el caso, explicaría por qué la chica enana que es la Mitsuhide de este mundo no te ha traicionado. Sin duda, Mitsuhide se arrepintió de haberme matado. Después de todo, todo su clan fue aniquilado como resultado. No me sorprendería que él deseara no haberse rebelado y haber continuado sirviéndome en silencio.

Lo que significaría que cuando emergiera como profesión, aparecería en una posición en la que podría ser un leal sirviente.

Ya veo. Kelara me sirve con tanta fidelidad, tal vez porque se siente culpable y se arrepiente de haber traicionado mi profesión en una vida anterior. Es una teoría bastante atractiva.

—Si. Eso lo prueba. La razón por la que la mujer Shingen te desafió fue que Shingen siempre había querido pelear conmigo, y tendría sentido que se rindiera después de presenciar tu fuerza. Shingen había creído que él era el más fuerte, pero creía que yo era el siguiente más fuerte después de él. En el momento en que se enteró de que no podía ganar, debió haber elegido servirte. Sí, eso tiene sentido.

Oda Nobunaga parecía bastante complacido.

Realmente no podría decirlo ya que no sabía nada sobre las personas originales, pero…

Era cierto que personas de una época específica, de un mundo específico, estaban renaciendo en un grupo en esta era.

Al realizar el censo, tuve la oportunidad de verificar los registros del censo anterior para su confirmación. Hubo regiones que también registraron profesiones. Espadachín, Mago, Granjero, Ranchero: todos trabajos comunes.

Nunca hubo profesiones misteriosas que parecieran ser nombres de personas. Incluso entre la nobleza, para la que había más registros sobrevivientes que para el campesinado, no había habido ejemplos de nombres de profesiones tan extraños en el pasado.

Lo que parecía significar que había una alta probabilidad de que esto fuera algo exclusivo de esta época.

“—lsrod, Lord Alsrod.”

Laviala me estaba llamando.

“Oh, lo siento. Estaba pensando en algo”.

“Lord Alsrod, a veces parece que mira a lo lejos. No, esa no es la forma correcta de expresarlo. Es como si estuvieras tan concentrado que no pudieras escuchar el mundo exterior”.

Ni siquiera le había dicho a Laviala que podía hablar con mi profesión. Todavía tenía que conocer a alguien que hubiera experimentado lo mismo, así que sin duda sería difícil de creer para ella.

“Parece que Yanhaan ha llegado”, anunció Laviala. “Es probable que esté aquí con información sobre la capital”.

Eso me recordó: Yanhaan tenía una profesión llamada Sen no Rikyuu.

—Rikyuu era un hombre bastante interesante. Parecía iluminado, pero intrigante al mismo tiempo. El mundo era aún más interesante con alguien como él en él.

Me pregunté brevemente si reunir a personas así a su alrededor era la razón por la que a Nobunaga le sucedían cosas como rebeliones, pero eso sería solo una discusión en retrospectiva.

“Está bien. Haré los arreglos para verla de inmediato”.

Ya había construido un salón de té en el castillo de Maust.

Yanhaan, a quien no había visto en un tiempo, estaba vestido con ropa holgada que le correspondía a un comerciante.

“Ha pasado un tiempo, Sir Regente.”

Yanhaan se inclinó con una sonrisa tranquila y madura.

“¿Cómo está la capital? No, supongo que es grosero empezar con ese tipo de conversación. Primero, hay algo que quiero mostrarte. Ven conmigo.”

La llevé a un salón de té ceremonial lo suficientemente pequeño como para parecer casi una miniatura.

La entrada era tan baja que era necesario arrodillarse para entrar.

En el interior había una mesa, diseñada para que un anfitrión y un invitado pudieran uno frente al otro.

“Hice construir esto para difundir el arte de la ceremonia del té. Me gustaría escuchar tu opinión”.

“Es bastante adorable”. Yanhaan inmediatamente se arrodilló y entró al salón de té. “Ya veo, ya veo… El interior también está bien construido. Si tuviera que criticarlo, tal vez sea un poquito demasiado ostentoso. Los materiales más simples funcionarían mejor”.

“Fue porque los trabajadores temían hacerlo demasiado difícil. Sin duda temían ser castigados por mí. Les dije de antemano que no lo hicieran demasiado elegante”.

“Aun así, servirá para una ceremonia del té. ¿Tomamos una taza? He traído las herramientas necesarias”.

Esa ya había sido mi intención. Prácticamente por eso había construido esta habitación.

Yanhaan comenzó silenciosamente los preparativos para el té. Un aire digno dominaba el pequeño espacio.

El té verde amargo no estaba mal incluso cuando se consumía fuera de la capital.

“El sabor del té se siente diferente. ¿Has cambiado algo?”

“Cada porción de té es un momento especial en el tiempo. Sin duda, cada ocasión ofrece un sabor diferente”.

Cuando estaba llevando a cabo una ceremonia del té, el cinismo mercantil en Yanhaan pareció desvanecerse. En cambio, me sentí como si estuviera sentada con una monja.

El hecho de que pudiera cambiar tan fácilmente la atmósfera a su alrededor se debió, sin duda, en parte a sus propias habilidades, pero probablemente también debido al pequeño espacio que ocupamos. Entrar en esta habitación me permitió restablecer mis emociones.

“¿A qué sabe?”

El rostro de Yanhaan estaba sereno, como el de una madre en un cuadro.

“Es amargo. Pero no una amargura desagradable. Tiene un sabor reconfortante”.

“Me alegra escucharlo.”

Yanhaan sonrió levemente, como si fuera una talla.

La habitación estuvo brevemente velada en silencio.

No fue un silencio incómodo.

Más bien, se sentía como si estuviera limpiando mi alma.

“Ahora, ¿puedo hablar sobre la situación en la capital?” Preguntó Yanhaan.

“Por favor, hágalo, y en detalle”.

Finalmente tocamos el tema principal. Por supuesto, el tema principal adecuado dentro de un salón de té debería ser la ceremonia del té en sí.

“Los planes para la campaña occidental finalmente se han resuelto. El Comandante Supremo será, de hecho, Su Majestad. En cuanto a sus comandantes subordinados, se eligieron tres de los duques y marqueses que son sus parientes”.

Yanhaan continuó presentando información adicional. Era una descripción inquietantemente precisa de la situación militar.

El hecho de que esta cantidad de información hubiera llegado a los oídos de Yanhaan era una prueba de que Hasse era malo en mantener el secreto de la información crítica. Me pregunto qué pensaba hacer si la información sobre los planes estratégicos reales se filtrara al enemigo.

“Sabía que los lores no querían participar, así que supongo que significa que al final lo ha clasificado entre los de sangre real. Y si fracasa, puede trasladar la responsabilidad a los generales subordinados”.

“Sí, parece que convenció a los señores de que colaboraran con sus fuerzas dejando en claro que incluso en caso de fracaso, la responsabilidad seguirá siendo de la familia real”.

Los miembros de la familia real no podían seguir rechazando las súplicas del rey y, en cierto sentido, estaban atados al destino del rey, por lo que estarían motivados para luchar contra el antiguo rey.

“Creo que es mejor que tener que depender de nobles cansados de la guerra. Pero solo mejor, no ideal”.

“Entonces, ¿es mejor considerar esta guerra como una guerra imposible de ganar?” Preguntó Yanhaan.

“Es posible que el enemigo sea incluso menos competente que las fuerzas de Hasse, pero los comandantes del ejército real son esencialmente aficionados. Si pierden el compromiso inicial, dudo que su impulso por luchar lo sobreviva”.

Si el ejército real podía ganar la primera batalla, podría tener una oportunidad; el enemigo probablemente también lo entendió. Y al menos eso no estaba fuera de su alcance.

“Atacarán a las tropas de élite desde el frente y romperán el impulso del ejército real desde el principio y, si es posible, eliminarán a uno o dos generales. Si pueden hacer eso, entonces la mayoría de los señores que han sido arrastrados a participar probablemente se darán por vencidos”.

“Sea lo que sea, el ejército real ha reunido de alguna manera veintidós mil, mientras que el enemigo es una alianza centrada en el vizconde de Kark de la prefectura de Orba. Su Majestad tendría aproximadamente el doble de ese número”.

Si bien Ferth Morrissey, el vizconde de Kark, no tenía mucho territorio, estaba al menos una cabeza por encima de los otros señores de su región en términos de habilidad. Esa debe haber sido la razón por la que fue elegido para liderar la colección de fuerzas reunidas por los partidarios del ex rey.

Sonreí.

“Míralo perder con más del doble de números. El ejército de Hasse colapsará de la noche a la mañana”.

Así que ya era hora de considerar el camino que tomaría el ejército.

“Una vez que el ejército real pierda y comience su regreso, solo necesito esperar aquí en Maust. Pero si Hasse muere, entonces necesito avanzar inmediatamente hacia la capital”.

“Ya veo que desea ver morir a Su Majestad en la batalla”.

“Yo no dije eso. Me preocupa que la facción del ex rey gane demasiado poder. No sé cuál sería preferible. Pero… solo voy a considerar todas las posibilidades cuando actúe”.

También recibí la confirmación de Yanhaan de cuándo partiría la expedición.

Aún quedaba tiempo. La expedición comenzaría un poco después de que Lumie diera a luz.

“Parece que estamos a punto de ver algunos combates a gran escala”. Yanhaan me miró intensamente a los ojos. “Dentro de tres años, estarás en un trono o en una tumba”.

“Rezo para estar en el trono. Pero rezar no será suficiente”.

Mientras todavía estábamos en el salón de té, no me había dado cuenta de que mis manos se habían vuelto un poco húmedas.

Parecía que estaba un poco excitado.

Su Majestad, estaré luchando en la distancia de alguna manera, así que por favor vaya y luche contra el enemigo al contenido de su corazón. Si no lo haces, el enemigo vendrá a buscarte.

Recuerde, no ponga frente a usted a aquellos en los que no puede confiar.

Recuerde los conceptos básicos de las tácticas.

***

Caminando por los jardines del castillo, me encontré con Altia y sus dos hijas mientras plantaban flores.

“Escuchen. Tendrás que regarlas todos los días. Si lo hacen, obtendrán bonitas flores”.

Una vez que Altia dijo eso, la hija mayor asintió y respondió: “Lo prometo”.

“Flores, ¿mm? Espero que obtengas flores grandes”.

Las dos hijas rápidamente se agacharon detrás de Altia al ver mi cara. Parecía que todavía me tenían miedo. Pero supuse que era mejor que odiarme como el asesino de su padre. Aunque me resultaría más fácil si me odiaran por ello.

Dado que había matado a innumerables personas, estaba seguro de que había muchos que me odiaban y que no conocía, pero eso nunca había sido algo en lo que hubiera pensado. Probablemente por eso había podido seguir luchando hasta ahora. A los que se sentían culpables cada vez que mataban a personas probablemente se les rompió el ánimo en poco tiempo.

Mientras tanto, Altia parecía haberse movido hasta cierto punto.

Me sonrió como solía hacerlo.

“Hermano, ¿no se supone que debes estar trabajando? ¿Estás seguro de que deberías estar deambulando?”

“Ya he dado las instrucciones necesarias. Ahora solo necesito ver cómo avanza la situación. Además, hay otra cosa de la que debo cuidar”.

Los ojos de Altia se entrecerraron mientras sonreía.

“El nacimiento de Lumie, ¿verdad?”

“Sí. El primer nacimiento es particularmente aterrador”.

“Sí, estoy bastante seguro de saber lo que Lumie se siente mejor que tú, hermano. Es tan difícil como ir a la guerra”.

Probablemente eso no fue una exageración. De hecho, había libros antiguos que describían el nacimiento de la misma manera.

“Si tan solo pudiera soportar algo de su dolor, pero no hay magia de ese tipo. A lo sumo, hay medicinas y magia que reducen el dolor”.

“El dolor físico es soportable. Es algo que puede justificar como parte del proceso”.

Altia pareció mirar a lo lejos.

“Estoy seguro de que Lumie también luchará con el destino de su familia mientras lucha. Eso tiene que ser mucho más difícil”.

Hubo un peso en esas palabras cuando Altia las dijo. Si bien había una diferencia entre la familia biológica y la familia por matrimonio, Altia había experimentado lo que significa perder a la familia.

“Pero eso es un hecho. Así es como luchan las mujeres”.

Altia sonrió gentilmente y colocó una flor en mi túnica.

“Solo necesitas seguir luchando para terminar con la guerra. Habrá gente como yo que acabará llorando, pero no pasará nada si te detienes cada vez que eso pasa”.

“En realidad, no espero que me perdones”.

Tenía mis razones. Pero eso no fue suficiente para que ella me perdonara por matar a su esposo.

“Perdón, resentimiento… esas cosas son cosas menores cuando se trata de ti, hermano. Por eso no tienes que pensar en eso”, insistió Altia. “No es algo de lo que un rey deba preocuparse”.

Altia se había vuelto mucho más fuerte cuando no estaba mirando.

Me pregunté qué lo había hecho. ¿Fue porque era madre de dos hijas? Independientemente, no había señales de la frágil chica que solía ser. Era lo suficientemente digna como para creer que era un señor por derecho propio.

“Toma el trono, hermano. Lo que más me preocupa ahora es que te preocupes por las pequeñas cosas y acabes perdiendo el gran objetivo. Si hay quienes se interponen en tu camino, solo necesitas matarlos. No hay otra manera.”

Esencialmente fue una orden.

“Si terminas sin convertirte en rey, entonces es cuando me sentiré resentida. Porque terminaré sintiendo que si no pudiste tomar la corona, deberías haber dejado que mi esposo te matara”.

Ah, entonces ahora estaba cargando las vidas de los muertos sobre mis hombros.

Entonces, si fallaba en lograr mi objetivo, sus vidas carecerían de sentido.

“Está bien. Te juro que me convertiré en rey, pero necesito que esperes un poco más. No creo que nos lleve mucho tiempo”.

Altia sonrió.

Parecía que mi respuesta no fue tan mala.

“Ah, y otra cosa”, agregó Altia. “Hermano, estás subestimando constantemente la fuerza de las mujeres. Probablemente sea porque juzgas todo en términos de guerra. Pero no es necesario que sea demasiado protector”.

Ahora tenía la expresión de una hermana advirtiendo a su hermano.

“Piénsalo. Seraphina, Fleur, todas son muy fuertes. Todos tienen agallas de acero. Todas te aman”.

Cuando lo dijo de esa manera, simplemente pude asentir con la cabeza.

“Es cierto”, respondí. “Ninguna de ellas ha vivido una vida tranquila”.

Las únicas personas que quedaban a mí alrededor, hombres y mujeres, eran fuertes. La conquista no se logró solo. Al final, tendría que confiar en mis consortes y mis vasallos.

Si no pudiera confiar en ellos, perdería el equilibrio. “Altia, estoy orgulloso de que seas mi hermana”. “Sí, porque soy la hermana de un rey”. “¿Puedo abrazarte?”

“Adelante, hermano.”

Lentamente di un paso hacia adelante y abracé a Altia.

Su cuerpo era tan delgado y frágil como siempre lo había sido. Pero entonces, supuse que su fuerza provenía de su espíritu.

“Siempre eres tan cálido, hermano. Pero tal vez un poco demasiado fuerte”.

“Solo aguanta por ahora. Esa es una orden de un futuro rey”.

Altia se rio suavemente para sí misma. Yo también me encontré riendo.

Las dos hijas de Altia, que se habían apartado de mí, empezaron a palmear ligeramente mis piernas. Quizás ahora confiaran un poco en mí.

Espero que ustedes dos crezcan fuertes. Como su madre.

Para cuando tengas la edad suficiente para casarte, me aseguraré de que no pierdas a tus maridos en la guerra. Eso te juro que lo lograré.

Después de dejar Altia, Oda Nobunaga me habló.

—Es muy similar a mi hermana menor. Ella es dura, mucho más fuerte que un guerrero promedio.

Eso no es sorprendente en la hermana de un conquistador.

—Si. Debes convertirte en rey. Y haz felices a las hijas de tu hermana.

Me encontré de acuerdo con Oda Nobunaga bastante a menudo ese día.