Oukoku wo Tsukuru Koto ni Shimashita

Volumen 3

Capítulo 6: Un Nuevo Margrave

Parte 2

Talsha entró en la capital del margravate, el castillo de Wulhere, y recompensó a sus generales.

Fue entonces cuando finalmente apareció con un atuendo adecuado para el puesto de margrave.

“Esta capa de arrastre es algo molesta… Quizás me acostumbre a ella con el tiempo”.

Todos tomaron aliento.

Había un gobernante ideal parado allí, que combinaba elegancia, belleza y coraje.

A mí también me conmovió la vista.

“Sir Regente, pude asegurar mi título gracias a su ayuda. No sé cómo agradecerte”.

Talsha me inclinó la cabeza.

Ella me había estado llamando por mi nombre todo este tiempo, pero parecía que era capaz de dirigirse a mí por mi título después de todo.

“El reino jura apoyarte”, le dije. “Espero su contribución para traer la paz a las Tierras del Norte”.

“Escucho y obedezco. Por favor, dígale a Su Majestad que puede partir hacia su expedición occidental con la certeza de que mantendremos el norte”.

Fue un intercambio formal por espectáculo, pero Talsha y yo disfrutamos haciéndolo. Había algo entretenido en interpretar los papeles.

“Entonces, Lady Margrave, ¿a quién piensa traer como su novio?” Pregunté medio en broma.

“Habiendo asumido recientemente esta posición, todavía tengo que considerar estos asuntos. Sin embargo, si pudiera desear una cosa,” Talsha me miró a los ojos y sonrió, “ya sea un hijo o una hija, espero tener un hijo que sea fuerte como usted, Sir Regente.”

Los vasallos, que probablemente no estaban al tanto de nuestra relación, se rieron en respuesta.

Dado que se trataba de Talsha, probablemente hablaba en serio.

“Sin duda está cansado, sir Regente. Por favor descanse bien”.

Talsha tardó un poco en dejarme ir esa noche.

“Ni siquiera pude pelear una batalla adecuada. Para tener tantas batallas aburridas seguidas, no hay nada que apague las llamas dentro de mí…”

Talsha se había presentado en la habitación para los dignatarios visitantes en los que me estaba quedando.

Sentí que podría no ser una buena idea anunciar el hecho de que estábamos haciendo esto el día que ella se instaló en este castillo, pero Talsha no le prestó atención. Estaba presionada con fuerza contra mí.

En ese sentido, Talsha fue fiel a sus principios y a sus deseos. Se podría decir que su estilo de vida fue fácil de entender.

Nuestro tiempo juntos fue bastante intenso, y fue menos hacer el amor que un apareamiento desesperado.

“Quiero decir, conozco tu personalidad, pero ¿seguro que puedes hacer algo al respecto? No es que pueda estar siempre a tu lado…”, dije mientras me tragaba un bostezo. Por favor déjame dormir Estoy cansado de tanto viaje…

“Entonces podríamos tener un duelo con espadas si lo prefieres. Eso calmaría mi espíritu también. Pero eso corre el riesgo de matarte”.

Ella estaba asumiendo que ganaría. Esta señorita fue una obra de arte.

“Por mi parte, arruinaría completamente mis planes si murieras el día que te convertiste en margrave. Así que no hay forma de que pueda aceptar ese tipo de desafío”.

“¿Cierto? Así que esta es la única otra opción”.

Ella no escuchó mis quejas, así que simplemente respondí con un suspiro.

Por lo menos, pude dejar el norte en manos de alguien en quien confiaba.

Eso fue una gran ganancia para mi lado.

“Además… si puedo, preferiría que mi heredero sea un hijo tuyo”, dijo Talsha lentamente, como si pronunciara las palabras.

Parecía que tenía reservas sobre decir eso en voz alta. Ella era tímida con las cosas más extrañas.

“Margrave no es un puesto que pueda ser ocupado por virtuosos. Incluso la más mínima debilidad puede poner en riesgo mi título o mi vida… por lo que el único que probablemente podría seguir en la línea sería un niño con tu sangre. Por eso… por eso… ”

Oh, claro, recuerdo haber hablado con Oda Nobunaga sobre los hijos de Takeda Shingen.

Oda Nobunaga había derrotado al hijo de Takeda Shingen y había acabado con ese clan.

Además, el hijo de Takeda Shingen había estado tratando de encontrar una manera de convertirse en suegros con los hijos de Oda Nobunaga.

En otras palabras, tal vez Talsha me deseaba a un nivel subconsciente.

Por supuesto, no hubo una respuesta clara. Pero el hecho era que amaba a Talsha, eso era todo lo que me importaba.

“Está bien. Entonces asegúrate de tener a mi hijo”.

Intercambié abrazos con Talsha una vez más. Había perdido la cuenta.

“Pero no te atrevas a morir en el parto. No quiero hacer infeliz a ninguna mujer con la que me he asociado”.

Dudaba que las protecciones de la profesión de santo de Seraphina llegaran a Talsha tan lejos. El número de mujeres que murieron durante el parto no fue bajo. No importa qué tan fuerte sea ella en el campo de batalla, todavía era una posibilidad.

“Viviré. Si muero, no solo tú plan se descarrilará, sino que también terminará la historia de mi línea de sangre. Nadie más en mi clan es capaz de tomar las riendas”.

Talsha ahora cargaba con todo el destino del clan Machaal sobre sus hombros.

Eso sería una carga enorme para cualquiera, no importa cuán fuerte sea.

En cierto sentido, era más difícil y severo que ser rey en una era estable.

Mientras me acercaba al final de mis planes, Talsha todavía estaba comenzando.

Después de que le pusieran el timón en alta mar, Talsha había decidido apostarlo todo por mí.

Lo único que sentí cuando ella me eligió fue alegría. No se me ocurrió nada más en ese momento.

“Talsha, te juro que te haré feliz. Me aseguraré de que el linaje de nuestros hijos continúe durante cientos de años. Espera un poco más”.

“Por supuesto. Alsrod, reclama el trono. Eres el más adecuado para acabar con esta dinastía moribunda”.

Después de discutir nuestro compromiso en la cama como camaradas, nos reímos a carcajadas.

“Primero, haré que los señores de por aquí doblen la rodilla hacia mí. No habrá un solo señor del norte que vuelva su espada contra ti. No se preocupe por cuidar su espalda”.

“Gracias. En realidad, ahora que lo pienso, solo quieres pelear más, ¿no?” Talsha se rio. Parecía que había dado en el blanco.

***

Como había prometido, Talsha, ahora margrave de Machaal, renovó su impulso para que los señores locales le juraran lealtad.

Sus rápidos logros me fueron transmitidos rápidamente en Maust.

Incómodo con la atmósfera sofocante de la oficina de gobierno, estaba en la habitación de Fleur, leyendo una carta que informaba que había logrado forzar a un señor del que nunca había oído hablar en medio de la nada a ofrecer un rehén.

“Parece que el margrave está haciendo un progreso notable. Parece que está trabajando sin apenas descanso”.

Fleur sonrió gentilmente. La razón por la que estaba en la habitación de Fleur era que Fleur tenía instintos políticos mucho más agudos que los de un estratega promedio.

“Por supuesto, es justo después de que ella se haga cargo. Es un período en el que tiene que demostrar su capacidad a quienes la rodean”.

“Exactamente. Sería un problema que otros la subestimaran. Aun así, dudo que haya alguien en el norte del reino que no haya oído hablar de la reputación de guerrero de Talsha”.

“Incluso si nos referimos al norte, la conquista de la prefectura de Misroux no ha progresado mucho antes de esto, por lo que probablemente tenga la intención de atraerla por completo a su área de influencia. Parece que completará la conquista de las dos prefecturas del norte en poco tiempo”.

La vasta región en el norte del Reino de Therwil se dividió entre la prefectura de Machaal en el este y la prefectura de Misroux en el oeste. Ambas prefecturas eran geográficamente mucho más grandes que las cercanas a la capital, porque alguna vez habían pertenecido a otros pueblos y habían tardado en quedar bajo el control político del reino. También tenían poblaciones relativamente bajas debido al terreno montañoso.

Originalmente, el Margravate de Machaal tenía su base en la ciudad más poblada de la prefectura de Machaal (y la más cercana a la capital real), Wulhere. La residencia del margrave había permanecido hasta la fecha en el castillo de Wulhere. Eso había significado que los margraves no habían ejercido suficiente control sobre los confines del norte de la prefectura.

El margrave recién había comenzado a extender su influencia a las regiones del norte de la prefectura de Machaal y la vecina prefectura de Misroux durante el reinado del hermano de Talsha, Seitred.

Seitred probablemente se había rebelado contra mí porque tenía confianza como líder de los señores del norte.

Sin embargo, en el proceso de expandir su esfera de influencia, Seitred había llegado a extremos bastante grandes. Por supuesto, eso no era algo que se limitara a Seitred, pero intentar forzar estructuras de autoridad donde no existían antes estaba destinado a crear fricciones y resentimiento.

Sin embargo, sus esperanzas se vieron frustradas cuando Talsha, que se había ganado una reputación como guerrera, se estrelló contra el norte y se declaró margrave de Machaal. Muchos de los señores abandonaron a Seitred, que había perdido ante mí.

“Sin embargo, ella realmente no necesita tener tanta prisa”, dije. “Hasse ni siquiera ha ido todavía a su expedición occidental”.

Si bien el rey, el propio Hasse, estaba ansioso por partir, no había habido ningún progreso notable en ese frente. El hecho de que yo hubiera tomado mis fuerzas y me hubiera retirado seguía teniendo un impacto en sus preparativos.

“Incluso si Su Majestad sirve como el comandante supremo, habrá varios generales necesarios para servir como sus comandantes subordinados”, dijo Fleur. “No hay gente con ese tipo de habilidad en la capital. Todos parecen estar encontrando una excusa u otra para rechazar la cita”.

“Bueno, eso suena bien para el séquito del rey. Según los informes de Yanhaan, Hasse se está impacientando bastante con el hecho de que los planes de su Campaña de Pacificación Occidental no se están cumpliendo. Evidentemente, ha estado gritando a sus criados menos entusiastas”.

La información sobre la capital la suministraba principalmente Yanhaan. Dado que técnicamente era una burócrata al servicio de la corona, no había abandonado la capital real. Por supuesto, eso fue simplemente una excusa; había burócratas que me habían acompañado a Maust. En el caso de Yanhaan, también era comerciante, que era la verdadera razón por la que no podía salir de la capital.

“Aun así”, continuó Fleur, “está tardando mucho más de lo que debería. Parece que los que rodean a Su Majestad están haciendo todo lo posible para evitar la guerra”.

De hecho, Fleur fue tan aguda como pensaba.

“Probablemente quieran evitarlo. En un sentido extremo, al séquito del rey no le importa la reunificación del reino. Muchos de ellos ni siquiera han abandonado la capital. Se parecen más a las ratas que han hecho su nido en la capital que a cualquier cosa apegada al propio rey”.

Un ex vagabundo como Hasse no tenía sus propios burócratas ni vasallos. Una vez que entró en la capital, se había enfrentado a los que habían sido oprimidos por el antiguo rey, los que habían servido durante el reinado del padre de Hasse.

A esas personas solo les preocupaba que la monarquía no volviera al linaje del rey anterior. En todo caso, estarían en serios problemas si hubiera varias guerras y el linaje real fuera anulado. Si el ex rey regresara, todos se quedarían sin trabajo.

***

Los informes de victoria de Talsha continuaron a partir de entonces, y estuvo cerca de asegurar las dos prefecturas del norte.

No estaba planeando una alianza flexible, sino una estructura política con ella misma como máxima potencia en las dos prefecturas del norte. Básicamente lo había logrado.

Fue la llamada correcta. Los días de los pequeños señores que sobrevivían solos estaban llegando a su fin.

Yo había sido consciente de eso, al igual que los ahora derrotados Ayles Caltis y Brando Naaham. Por eso todos intentamos ampliar el alcance de nuestro propio poder.

Las alianzas ambiguas pueden traicionarte inesperadamente, como me había pasado a mí. Por el bien de la seguridad, lo mejor era simplemente expandir su propia fuerza.

Entre esos informes de victoria, hubo un aviso que se destacó.

“Hmm, entonces ella está esperando…”

Al parecer, Talsha estaba embarazada. La carta decía que el niño era mío.

Seraphina preguntó en broma si “tenía la intención de enterrar el reino en mis hijos”. Con su agudo olfato para los chismes, Seraphina había escuchado la información e inmediatamente vino a mi oficina.

“Eso es ir demasiado lejos. Al menos déjame defenderme”.

“Muy bien. ¿Qué tipo de excusa se te ocurrirá?”

¿Seraphina se había recuperado de la pérdida de su familia? ¿O fue este intercambio uno de sus actos menores de venganza?

“Había muchos reyes con peores libidos y más niños que yo desde tiempos inmemoriales. Por lo menos, no tengo hijos con chicas de la ciudad cuyos nombres ni siquiera recuerdo”.

“Eso no prueba que no tengas vetas de mujeriego, querido esposo. Solo demuestra que hubo quienes tenían una mayor veta de mujeriego”.

Seraphina fue la única en el castillo de Maust que se burló de mí de esta manera.

¿Cómo lo pongo? Se sentía como si, frente a Seraphina, pudiera escapar del pesado caparazón llamado regencia.

“Sí, me gustan las mujeres. ¿Pero qué hombre no lo hace? Aparte de los sacerdotes más excéntricamente piadosos y cosas por el estilo, eso es”.

“Oh, ahora ni siquiera estás tratando de justificarlo. Aun así, estoy segura de que la chica Talsha se siente aliviada de tener un heredero… No, supongo que uno está inquieto hasta que nace un niño, así que supongo que no puedo estar seguro de eso”.

Honestamente, no podía dar una opinión en ese frente, no siendo mujer, pero estaba segura de que todavía había algo de ansiedad. Todo lo que podía hacer era rezar para que ella diera a luz en un lugar limpio y que tanto la madre como el niño estuvieran sanos.

“La carta decía que nombraría al próximo margrave en caso de que ocurriera lo peor. Dado que el padre está en Maust, ella elegirá a un pariente que sea amigable conmigo”.

Si muere un gobernante, el cónyuge a menudo se desempeñará como cabeza de familia en funciones. Su autoridad se mantiene incluso si es un novio o una novia que no tiene parentesco consanguíneo con el gobernante.

Pero Talsha no estaba casada, lo que complicaba las cosas.

Si los vasallos me aceptaran como margrave de Machaal, eliminaría la contradicción en el papel. Sin embargo, eso sería difícil desde la perspectiva de los vasallos.

Yo era un hombre que ni siquiera se había casado con un miembro de la familia y simplemente había dejado embarazada a su señor. En cuanto a eso, estaba seguro de que Talsha había hablado con sus vasallos, pero seguía siendo un caso especial. Como mínimo, sería más seguro elegir al próximo margrave de entre sus parientes.

“Pensé que sería bastante brutal en ese sentido, pero parece que es bastante cautelosa. Estoy impresionado”, comentó Seraphina.

“Talsha es una mujer con el carácter de un gran señor. Eso es seguro. Por eso decidió que sería más eficaz afirmar que el niño es mío”.

“¿Oh? Suenas como si estuvieras convencido de que no es tu hijo”, dijo Seraphina con una pizca de disgusto.

“Bueno, la verdad es que necesita un heredero, y en su puesto puede tener un amante, ¿no? Además, no pueden probarlo, así que también puede insistir en que es mi hijo…”

“Sabes, oh valiente esposo, eres un político y un militar, pero no entiendes nada sobre las mujeres”.

Seraphina dejó escapar un suspiro exagerado. Así era como actuaba cuando estaba realmente exasperada conmigo.

“Esa mujer te ama de verdad, querido. Por supuesto, pensar en la política dinástica, tener un amante tiene sentido, pero dudo que ella hiciera tal cosa. Es tu hijo, querido esposo”.

“Tienes mucha confianza…”

“Lo sé, estoy hablando como alguien enamorada de ese mismo hombre”, dijo Seraphina con bastante orgullo. Cuando lo dijo así, no había forma de que pudiera discutir. “Cuanto más una persona haya sido autosuficiente toda su vida, más se enamorará de alguien que la derrota. No hay mucha gente que atraiga su interés, ¿verdad? Ese interés es el amor romántico”.

“Para el romance, seguro que exigió mi cuerpo con bastante rapidez”.

Al principio, pensé que Talsha estaba poseída por un animal salvaje o algo así.

“Significa que ella es así de apasionada. Independientemente, supongo que rezaré para que su hijo crezca sano en el norte”.

Como debería hacerlo una de sus profesiones de santa, Seraphina cerró suavemente los ojos, juntó las manos y ofreció una oración.

Mientras entrelazaba sus palabras con descaro, Seraphina era en realidad una mujer de muy buen corazón.

La profesión y la personalidad están, hasta cierto punto, relacionadas. Si no fuera capaz de desear la felicidad de otra persona, a Seraphina nunca se le habría dado la profesión de santa.

“Seraphina, tengo la sensación de que te estaré causando más dolores de cabeza a partir de ahora, pero cuento contigo”.

“No necesitas preguntarme. Seguiré apoyándote, oh querido esposo mío. No te librarás de mí tan fácilmente. Planeo apoyarte durante décadas todavía. El período antes de convertirse en rey es en realidad solo un error de redondeo”.

Puede que sea un mujeriego, pero tengo la bendición de los tipos de mujeres que atraigo.

“Seraphina, te amo.”

“Estoy segura de que les has dicho a todos tus otras consortes lo mismo, pero es agradable escucharlo. Si no me amaras a pesar de todo, estoy segura de que terminarías castigado por el cielo o algo así”.

Seraphina sonrió.

El Norte se había asentado antes de que sucediera algo en Occidente.

Ahora era el momento de continuar con los preparativos que podía hacer aquí en Maust.