Fushi no Kami (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Papel Odia Los Espacios En Blanco

Parte 6

Perspectiva de Suiren

El viento de finales de otoño sopló sobre los campos de Ajole. Me hacía cosquillas en el corazón cada vez que veía el grano dorado mecerse en el viento. Estaba maduro, el trigo estaba listo para la cosecha. ¡Los campos de trigo de la aldea de Ajole estaban pintados de oro!

Eso solo me hizo tan feliz que quería empezar a cantar. Después de todo, era todo nuestro. Con un espléndido campo de trigo como este, tendríamos más comida este invierno. Quería mostrárselo a Ash. Ya no necesitaba preocuparme de que se enojara. Su Excelencia el conde y el conde en funciones también deberían estar complacidos con este resultado. Quizás incluso íbamos a recibir elogios.

Mientras esperaba perdida en mis pensamientos, Ash finalmente llegó.

“¡Siento que hayas tenido que esperar tanto, Ash! ¡Supongo que has venido a inspeccionar los campos!” Le di la bienvenida.

“Sí, ese es el plan, Suiren”.

Ash tenía una mirada curiosa en su rostro. Detrás de él, Glen también inclinó la cabeza hacia un lado. Ahora que lo pienso, esta puede haber sido la primera vez que le di la bienvenida a Ash con tanta alegría. ¡Pero no pude evitarlo! ¡Nuestros campos en ruinas se habían vuelto tan hermosos!

“¡Echemos un vistazo ahora mismo! ¡Quiero que veas!”

“Suena bien. De esa manera, también podemos empezar a cosechar de inmediato”.

Ash parecía un poco cansado cuando asintió. Como Glen tenía el mismo aspecto, imaginé que el viaje desde la ciudad debía haber sido agotador. Pero una vez que hubieran visto los campos, ¡volverían a animarse!

“¡Aquí estamos! ¡Echa un vistazo, Ash!” Mi voz rebotó naturalmente.

Ash entrecerró los ojos y observó que el trigo se balanceaba con un crujido al ritmo del viento. Luego murmuró algunas palabras. “Hm. Mejor de lo esperado.”

“¡Cierto! ¡Nunca había visto un campo como este! ¡Estoy anonadada!”

En un instante, todas las luchas en los campos, los problemas con la distribución de alimentos y los comentarios sarcásticos de algunos de los aldeanos se esfumaron. Todo gracias a Ash, quien… Espera, esas cosas solo sucedieron debido al plan de Ash en primer lugar. De cualquier manera, incliné amablemente mi cabeza.

“¡Gracias! ¡Todo esto es gracias a ti!”

“No necesitas agradecerme. Todas las técnicas agrícolas fueron desarrolladas por nuestro equipo de laboratorio, y solo pude proporcionarles alimentos mientras tanto gracias a la aprobación del presupuesto por parte de Su Excelencia el conde. Todos en la Oficina de Promoción ayudaron a poner en marcha este plan”. Ash estaba muy tranquilo y humilde. “Ahora bien, ¿deberíamos echar un vistazo a los problemas con esta cosecha?”

Mi entusiasmo se interrumpió. ¿Problemas? ¿Qué problemas hubo? Mis ojos estaban muy abiertos por la sorpresa. Ash me ignoró a mí y a los demás aldeanos mientras caminaba hacia un poco de trigo que había crecido mal.

“Esto parece… Sí, la semilla no se sembró correctamente. Si no la planta con suficiente espacio para que cada planta crezca, se interponen entre sí y no crecen como se desea. Es por eso que no se pueden tomar atajos cuando se trata de la siembra de semillas”.

Mientras todavía estábamos allí estupefactos, Ash de repente comenzó a explicar. Esto no fue bueno. Si no escuchábamos con atención las explicaciones de Ash, seríamos nosotros los que terminaríamos metiéndonos en problemas más tarde.

Cuando corrimos hacia él por costumbre, nos saludó con un asentimiento antes de continuar explicando. “Al plantar semillas, manchas como esta no se pueden evitar por completo. Siempre que sepa que debe prestar atención, eso es más que suficiente. Y si notas que se apiñan una vez que empiezan a brotar, puedes cuidarlo raleando algunos cultivos. Por favor tenlo en mente.”

Ash sonrió mientras hablaba, pero no me pareció una sonrisa.

“Entonces por aquí”, continuó. “Esto parece un problema relacionado con los fertilizantes. Estas hojas se queman algo de abono desde antes de que estuvieran maduras. Lo más probable es que se haya concentrado demasiado abono en este lugar”.

Espera, ¿él está…? Intercambio miradas con los aldeanos que me rodean.

“Ya mencioné esto cuando les enseñé a fertilizar, pero es importante lograr el equilibrio adecuado con el abono. Puede ser difícil, pero debe tratar de aplicar igualmente la cantidad adecuada. Si no está seguro, es mejor usar menos, ya que eso reducirá el daño. No dude en volver a preguntarme la próxima vez si aún no está seguro con respecto a la fertilización. Por supuesto, también puedes preguntarle a tus compañeros del pueblo”.

Sí, sin duda. Nos estaba sermoneando sobre nuestros errores. “Esto es malo.” “Esto también.” “Aunemos esfuerzos”. Nos estaba dando un sermón cortés pero a fondo.

“U-Um, Ash… ¿Sabías por casualidad acerca de estos problemas de antemano…?”

Me di cuenta de que mi voz temblaba. No porque estuviera nerviosa o asustada. No, estaba enojada. No pude mantener mis emociones bajo control. Quiero decir… quiero decir, si supieras de nuestros errores, ¿por qué no nos lo dijiste antes? ¡Podríamos haber aumentado nuestra cosecha aún más y hacer que fuera más fácil pasar el invierno!

“Sí, en su mayor parte, noté las irregularidades que eran visibles de antemano”.

Me quedé boquiabierta. Incluso después de escuchar mi enfado descarado, Ash continuó sus explicaciones con una sonrisa.

“Aquí también. Este suelo ha sido un poco duro incluso antes de plantar las semillas. Tienes que romperlo un poco más o es demasiado difícil cultivar malas hierbas”.

“¿A-Antes de plantar las semillas? ¿Por qué no dijiste nada?”

“Sí, si te lo hubiera dicho, es posible que hayas podido aumentar un poco tu rendimiento”.

¡Necesitábamos ese aumento de rendimiento! No podía creer que no obtuviéramos el mejor resultado a pesar de que trabajamos tan, tan duro. Me negué a admitirlo. No quise aceptarlo. Pero la gente bien alimentada de la ciudad no parecía entender.

“Aun así, si te lo hubiera dicho, no habrías podido ver tan claramente por ti misma lo que sucede cuando cometes un error”.

Ash acarició suavemente una pajita de trigo corta. ¿Por qué? Parecía incluso más educado con el trigo que yo.

“Puede permitirse una mala cosecha para enseñarle lo que sucede cuando falla. Dado que se trata de un experimento agrícola, Su Excelencia el conde seguirá proporcionándoles alimentos”.

“Eso puede ser así, pero… ¡Eso no significa que sea suficiente!”

Sentí que las comisuras de mis ojos se levantaban hacia arriba y mi mirada se volvía tan aguda como una flecha. Los aldeanos que me rodeaban comenzaron a lanzarse hacia adelante también. Habíamos trabajado duro. Tan fuerte que odiamos a cualquiera que se burlara de nosotros. Fue frustrante.

“En otras palabras, no puede permitirse desperdiciar un solo grano de trigo en este momento”, dijo.

“¡Por supuesto! ¡No podemos vivir sin comida y estamos desesperados por sobrevivir!”

La sonrisa de alegría de Ash fue agravante. Se estaba burlando de mí solo porque era una campesina.

“Entonces, ¿podría hacer el trabajo agrícola con la misma desesperación la próxima vez?”

Ash apretó los puños y lanzó una llama de rabia hacia todos los que habíamos estado lanzando puñetazos. Todo ello con una radiante sonrisa en su rostro. Su voz tampoco era áspera, pero sí intensa. Casi se podía sentir la ira que venía de sus ojos mirándonos. Sus ojos deben haber estado más calientes que el carbón de cualquier estufa. Sin duda, los otros aldeanos sentían lo mismo. Nuestros golpes no fueron rival para su ardiente mirada de muerte.

“Dado que están desesperados por sobrevivir, supongo que trabajarás sabiendo que los mismos errores pueden conducir a la muerte”.

Hablaba en serio. Nos quemaría hasta la muerte si volviéramos a cometer los mismos errores. Eso fue lo que quiso decir. Todo mi cuerpo, que había estado explotando de ira, ahora se sentía como si estuviera siendo quemado hasta los huesos. Sentí que ya no podía respirar correctamente. Espera. Esto… Esto fue extraño, ¿verdad? ¿Por qué nos hicieron sentir criminales? ¿Por qué Ash parecía un verdugo?

“Um… solo pensamos… no nos lo dijiste… así que…”

Mi voz temblaba. No con ira, sino con miedo y nerviosismo. O incluso puede decir terror.

“¿Estaban enojados con ustedes mismos porque no lograron lograr una cosecha de trigo perfecta?” Las palabras de Ash se aferraron a mi corazón. Ni siquiera podía cerrar los ojos e ignorarlo. “Te dije que podría terminar así cuando te enseñé cómo sembrar las semillas y cómo verificar el estado de las hojas. Pero me imagino que esto ha quedado grabado en sus recuerdos como un ejemplo de un fracaso después de observar cuidadosamente la situación y experimentar el dolor de un rendimiento reducido”.

Nos estaba diciendo que era nuestro descuido. Declaró que no fue un error inevitable y no dijo que “no se podría haber hecho nada”. Esa fue la actitud de Ash. Palabras que podía decir precisamente porque era Ash. Sus sencillas palabras fueron envueltas en un infierno de fuego. Esta era la pasión de alguien a quien no le importaba su lugar de nacimiento o su crianza y había hecho todo lo posible para lograr sus objetivos.

Fue un contraste tan marcado para mí, que había escapado de mis responsabilidades con la excusa de que “no se podía hacer nada”. Mi pasión ni siquiera se acercó a la suya. Nunca hubiera podido evocar tanta ira o tal intención de matar. Estaba realmente dispuesto a arriesgar su vida por cada acción que tomaba y cada palabra que decía.