Fushi no Kami (NL)

Volumen 4

Capítulo 2: El Papel Odia Los Espacios En Blanco

Parte 5

Perspectiva de Suiren

Me duele el estómago. Siento que no puedo respirar y estoy mareada. Ash daba miedo después de todo. En lugar de triturar los campos, todo este nuevo equipo agrícola que nos había empujado terminó destrozando nuestros espíritus. ¡Y esos seguramente no van a cultivar ningún alimento, no importa cuánto los ares! Parecía que estaba a punto de llorar cuando miré a Ash, pero su respuesta fue adornada con una gran sonrisa.

“Bueno, nunca lo sabrás hasta que lo intentes. ¿Qué tal si lo intentas? Yo me encargaré de preparar la comida mientras las pruebas. ¿Cómo suena eso?”

Para mí, eso sonó como “Si quieres comida, hazla”. Tan temible. La sonrisa de Ash era intimidante. Puede ser difícil de creer, pero me asustó más que al soldado más rudo del escuadrón de patrulla. Perdiendo mi miedo, hice lo que me dijeron y tomé el mando del arado. ¿Cómo diablos se supone que debo hacer esto? Nunca había hecho algo como esto antes…

Estaba tan ansiosa que tenía ganas de huir, pero estaba demasiado asustada incluso para hacerlo, especialmente dada la advertencia que habíamos recibido de que se trataba de un proyecto reconocido oficialmente por el conde. S-Si saliera corriendo de un gran proyecto como ese, no habría forma de saber lo que podría pasar. Por lo menos, ya no podría permanecer dentro de los límites del territorio de Sacula… Y entonces, realmente sería el final. Así que no tuve más remedio que hacer esto.

“¡M-Muy bien todos! ¡Hagamos esto!”

Por el momento, solo iba a hacer lo que Ash me había dicho y usar el caballo prestado para arrastrar el arado por el campo. Tomar el mando significaba que yo también tenía que ir al campo, ¿verdad? Ash también lo había hecho, así que seguramente no estaba mal. ¿Cómo esto? ¿En serio? ¿Lo estoy haciendo bien? Esta era la primera vez que interactuaba con un caballo en mi vida, así que no sabía cómo manejarlo correctamente. Mirando a mi izquierda y derecha, mis ojos se encontraron con uno de los aldeanos, que también parecía inseguro de sí mismos. Gracias a Dios, no fui el único que se sintió incómodo. Ambos parecíamos aliviados. Aunque todavía era demasiado pronto para sentirse cómodo.

“Lo estás haciendo genial. Sigue así. Lentamente. Mantén la calma”.

Ash nos animaba desde fuera de los campos. ¿P-Parece que todo va bien? Gracias a dios. Una vez que lo intentas, esto no es demasiado difícil. Quizás pueda hacer… ¡Espera, espera! ¡Señor Caballo, no vaya tan rápido!

¡C-Cálmate! ¡Detente, ve más lento! ¡Más lento! ¡¿Pa-whoaaa?!

“¡Cálmate, Suiren!”

Escuché la voz de Glen sonar dentro de mis oídos justo cuando había cerrado los ojos por miedo al caballo, que había sacudido su cuerpo mientras respiraba con dificultad. El gran cuerpo de Glen se acercó corriendo hacia mí y agarró con fuerza las riendas del caballo que tenía encima de mis manos.

“No te preocupes. Relájate. No tienes que tirar tan fuerte”. “¡Pero no estoy tirando!”

“Estás tirando con bastante fuerza en este momento. Si, como esto. Relájate un poco más”.

¿Relajarse más? ¿Así? ¿Pero no me iba a caer si me relajaba más como él dijo? Cuando hice lo que Glen me había dicho, terminé recostándome en sus brazos. Realmente no sabía qué había sucedido, pero el caballo se había calmado. ¡Como se esperaba de Glen!

Cuando me sentí aliviada, Ash nos dijo desde un costado: “Me alegra que no estés herida, pero… Glen, Suiren. Lo diré como su supervisor, pero ¿podrían tomárselo en serio?”

“No estoy jugando…”

“Repite eso si puedes después de ver tu posición en este momento”.

Glen me miró. También lo miré a él y a mí. Glen me estaba abrazando con sus grandes brazos. Era un poco como en las historias donde el caballero sostiene a la princesa en sus brazos.

“No pretendo ser vulgar, pero actualmente es la mitad del día y estás trabajando, así que ¿podrías esperar hasta esta noche para continuar con su pequeño juego?”

“¡Lo-lo siento! ¡Me moveré de inmediato!”

Mientras trataba apresuradamente de alejarme de Glen, sobresalté al caballo, provocando otro alboroto.

Todavía quedaba trabajo agrícola incluso después de que Ash y sus tropas regresaran a la ciudad.

“O-Oye, ¿son malas hierbas? ¿O las llamadas plantas compañeras?” Le pregunté a uno de los aldeanos mientras miraba el brote verde que crecía en el campo. Sin embargo, parecían perplejos; no se conocían a sí mismos. “Nos dijeron que sacáramos todos los que no plantamos nosotros mismos, pero no esperaba que fuera tan difícil distinguirlos…”

Mientras dejaba caer mis hombros por la decepción, uno de los aldeanos miró por encima de mi hombro. “Esas son malas hierbas. Tienen una forma diferente a las de las imágenes de muestra que Ash nos mostró”.

“¿Oh? ¿E-Estás seguro?”

“Sí, tienen hojas diferentes a las de las muestras. Um… Si mal no recuerdo, los que crecen allí son los compañeros o como se llamen”.

Crecían diferentes brotes en el lugar que habían señalado. “Ahora que lo mencionas, de alguna manera recuerdo esos…”

¿O eran diferentes? No estaba segura en absoluto… Intenté preguntarles a otras personas, pero la mayoría no lo recordaba. Aun así, todos los que recordaban parecían pensar que eran malas hierbas.

“E-Entonces, sacaré estos, ¿verdad? Todos, por favor presten atención. No debes sacar los de allí, pero debes sacar estos de aquí. Asegúrate de recordar, ¿de acuerdo? No lo malinterpretes… No tengo mucha confianza en mí misma”.

Mientras murmuraba la última frase, más de la mitad de la gente estalló en carcajadas incómodas. Sí, tampoco tenían mucha confianza. Asegurémonos de controlarnos el uno al otro, ¿de acuerdo?

“Um… Por ahora, tendremos que seguir arrancando malas hierbas como esta y deshacernos de cualquier insecto en el trigo. Eso es mucho trabajo”.

Los insectos estaban por todas partes. No importa con qué frecuencia los alejaba, seguían regresando.

“Dime, Suiren, ¿tiene algún sentido hacer esto?”

No tenía idea de cómo responder a la pregunta del joven aldeano. “No soy la persona adecuada para responder eso”.

Honestamente, también pensé que todo esto no tenía sentido, pero según Glen, Ash había hecho grandes esfuerzos para encontrar este método. Él se había enseñado a sí mismo lo que ahora estábamos haciendo mediante grandes esfuerzos para aprender de él. No se había resignado a sí mismo diciendo que “no se podía hacer nada”, a pesar de que no había nacido en circunstancias especiales como Maika.

“No sé si tiene sentido todo esto, pero intentémoslo por ahora”. Por lo menos, Ash no se había rendido y había encontrado un significado para sí mismo. “Además, ¿quieres desobedecer a Ash, que está aquí por órdenes del conde?”

Todos voltearon la cara en respuesta a mi pregunta. Ash da miedo, ¿no? Con una gran sonrisa, había proclamado que “los que trabajan duro en el campo tienen derecho a comer mucha comida”. Al principio, no lo había entendido realmente, pero lo que quería decir era esencialmente que “Quien no trabaja correctamente no obtiene comida”. Una vez me di cuenta de que habló en detalle sobre la erradicación del robo y los castigos reservados a los ladrones. Sus palabras fueron: “Si tomas más de lo permitido sin permiso, así será como te trataremos”. Gracias por la cortés advertencia, Ash…

Los aldeanos y yo intercambiamos miradas y asentimos con la cabeza. Tuvimos que obtener nuestra comida con nuestro propio esfuerzo.

La distribución de alimentos fue tan agotadora como el trabajo de campo. Me habían dicho que inspeccionara nuestro almacén de alimentos cada vez que Glen venía de visita. Personalmente, pensé que no había necesidad de inspeccionarlo con diligencia siempre y cuando nos apegáramos al plan, pero esas eran las órdenes de Ash, ¡y nunca podría haber ido en contra de sus órdenes! Entonces, por miedo, hice lo que me dijeron y…

“Espera. Esto no cuadra”.

Glen llegó mientras yo estaba ocupado contando por segunda y tercera vez, pensando que debía haber cometido un error.

“Suiren, ¿cómo te va?”

“¡Terriblemente ocupada como siempre!”

Las cosas iban terriblemente ocupadas todos los días desde la visita de Ash, así que esta había sido mi respuesta. Me alegró escuchar a Glen animarme al decirme que parecía estar bien.

“La cuestión es que solo conté los suministros de alimentos del almacenamiento y no suman…”

“¿Eh? ¿Cuáles? Déjame contar también”.

“Gracias. Los he contado varias veces, pero siempre es lo mismo…

¿Quizás me estoy olvidando de algo?”

Junto con Glen conté una vez más, pero como era de esperar, no cuadraron. Había menos alimentos de los que debería haber almacenado.

“¡¿He estropeado la distribución?!”

¡Ash se iba a enojar conmigo por arruinar su plan! Me puse pálida imaginando su reacción.

“Cálmate, Suiren. Quizás alguien tenía una razón para tomar más de lo asignado”.

“Pero no recuerdo a nadie así…”

“Vamos, preguntemos a los aldeanos si saben algo”.

Glen procedió a llevarme al campo para hablar con los aldeanos. Cuando aparecimos en los campos, sentí varias miradas punzantes en nuestra dirección. Recientemente, aquellos que recibieron menos comida me habían estado mirando todo el tiempo, así que inmediatamente supe quiénes eran. Pero, ¿qué sentido tenía mirarme? Solo estaba siguiendo la orden de Ash de ajustar las acciones de acuerdo con los logros del trabajo de campo de todos… Mientras protestaba por dentro, todavía terminé estremeciéndome ante sus miradas duras. Me duele el estómago.

Mientras sostenía mi estómago, Glen arqueó una ceja. “¿No crees que el ambiente es un poco incómodo?”

“Sí, un poco… Debido a los pedidos de Ash, la distribución de alimentos no ha sido igual”.

“Aun así, todo el mundo ha estado recibiendo su cantidad fija, ¿verdad? Por lo que escuché, aquellos que trabajaron duro solo recibieron un poco más como recompensa”.

Estuve de acuerdo con Glen, pero esas personas no estaban satisfechas. Independientemente, ahora no era el momento para eso. Necesitaba averiguar por qué las reservas de alimentos no cuadraban.

“¡Todos, por favor escuchen! ¿Alguien sacó alimentos del almacenamiento fuera del horario de distribución de alimentos?”

Al escuchar mi pregunta, todos los aldeanos miraron en la misma dirección, donde un grupo de aldeanos desvió la mirada.

“Parece que algo pasó”.

El grupo de personas que habían desviado la mirada eran los mismos que me habían estado mirando fijamente antes. Hubo bastantes—o debería decir muchos—problemas con ese grupo.

Uno de ellos habló. “Teníamos permiso”.

¿Qué? ¿Quién les había dado permiso? Yo no lo hice. O más bien, había estado ocupada distribuyendo la cantidad indicada por Ash, por lo que no podría haber respondido a ninguna excepción o demanda especial de los aldeanos.

“El jefe de la aldea nos dio permiso. Simplemente tomamos lo que nos permitió. Seguramente eso no es un problema”.

“¿Mi padre? No puedes hacer eso. Me han dejado a cargo del almacenamiento de alimentos, así que todo depende de mí. Además, es el plan de Ash, así que mi padre no tiene nada que ver con eso”.

“¡¿A quién le importa el plan de ese tipo?! Si el jefe dice que está bien,

¡está bien!”

“C-Como dije, mi padre no sabe sobre el plan de Ash, así que no puede darte…”

“¡No confío en ese diablillo! ¡Somos los únicos que comemos menos! ¡Nos está utilizando como chivos expiatorios porque no hay suficiente para todos!”

¡¿Están calumniando a Ash?! ¡Qué terrible! Puede que fuera más joven que yo, ¡pero era tan distinguido que el conde de Sacula lo había designado para su cargo! Según Glen, Ash estaba hablando directamente con el recuento de actores e incluso cenaban juntos con regularidad. ¡No podía creer lo confiable que era!

Si bien mi rostro se había puesto completamente pálido, junto a mí el rostro de Glen estaba rojo brillante. Esta fue la primera vez que lo vi enojado. “¿Acabas de llamar demonio a Ash?” él dijo.

No es de extrañar que estuviera enojado. Glen siempre se veía tan feliz cuando hablaba de Ash. Siempre se jactaba de su ex compañero de clase con una sonrisa en su rostro. El gran cuerpo de Glen parecía que iba a explotar en cualquier momento después de haberse burlado de Ash, su orgullo y alegría.

“El asistente Ash es la única persona que queda dispuesta a ayudar a esta aldea”.

Abrumados por la furia hirviente de Glen, los aldeanos se retiraron. Glen pudo haber sido de gran estatura, pero no era violento en absoluto. Era el hombre más amable que había conocido. Aun así, parecía que incluso él podía enojarse cuando no se trataba de él, sino de alguien más a quien se preocupaba.

Me recordó a mi pasado. La primera vez que mi tranquila y tímida amiga de la infancia se enojó no fue por su propio bien tampoco… Casi podía ver su pequeña silueta reflejada en la alta espalda de Glen.

“P-Pero la palabra del jefe es ley. No recibimos órdenes de un extraño”.

“El jefe no tiene derecho a esos suministros de alimentos, Ash sí. Y delegó ese derecho a Suiren”.

Ash nos había proporcionado la comida como parte de su trabajo en la Oficina de Algo Territorio. Sabía a quién pertenecían esos suministros de alimentos, pero los aldeanos no parecían entender completamente lo que decía Glen.

Glen también pareció darse cuenta de la confusión de los aldeanos y dejó escapar un suspiro antes de mirarme. Aunque estaba enojado, seguía siendo amable. No recurrió a ningún insulto, y mucho menos a la violencia.

“Informaré de esto a mi superior y me aseguraré de que nadie dé órdenes extraoficiales, incluido el jefe de la aldea. Y con respecto a la comida que falta ahora, intentaré conseguir un reemplazo, pero…”

“Gracias, Glen. Contamos contigo”.

Me imaginé que conseguir un reemplazo sería bastante difícil… Mi mirada vagó hacia los campos de nuestra aldea. Día tras día, derramaba mi sangre, sudor y lágrimas en esos campos junto a los aldeanos, pero el trigo aún no estaba listo para la cosecha. Por supuesto, no iba a estar listo antes del otoño, pero parecía injusto que no hubiera cosechas incluso después de todo este trabajo. Y los suministros de alimentos también procedían de alguien que había tenido que soportar esa misma injusticia. No fue fácil conseguir comida, en absoluto.

***

El sol de verano se había debilitado y se podía ver el viento soplar sobre los campos dorados desde lo alto de las murallas de la ciudad. Estaba atascado en mi escritorio procesando documentos mientras escuchaba el informe de Glen. Según Glen, que acababa de regresar de la aldea de Ajole, la maduración de sus cultivos estaba detrás del resto del territorio. Todavía estaban muy lejos de la cosecha.

“Así que esa es la situación. Varios aldeanos se han quejado de que los cultivos no crecen a pesar de que es otoño”. Mis ojos cansados levantaron la vista del informe que estaba escribiendo para Lord Itsuki. “¿Has estado midiendo los tamaños de los cultivos?”

“Sí, como me indicó.”

“¿Están dentro del rango estimado?” “Sí, todo está como debe ser”. “Entonces no veo ningún problema”.

Mi mirada se desvió de nuevo a los documentos. Dado que los cultivos se habían plantado bastante tarde en la temporada, era natural que no crecieran tan rápido como otros que se habían plantado en el momento óptimo. La cosecha tendría que esperar hasta finales del otoño o principios del invierno. Salvo que se produjera una ola de frío inusual, las temperaturas de este territorio no supondrían ningún problema para una cosecha tardía. No era necesario tomar más medidas, todo estaba explicado.

“Pero Ash, es un gran problema”.

Al escuchar la problemática declaración de Glen, dejé de escribir. “¿Ha habido un levantamiento armado?”

“N-No, por supuesto que no… Algunos de los aldeanos se han estado quejando y descuidando su trabajo”.

El problema no era grande en absoluto. Ni siquiera lo consideraría un problema.

“Es natural que algunos aldeanos reaccionen de esa manera. Por eso di instrucciones para aumentar los suministros de alimentos para quienes trabajan más y más duro que otros. Los que carecen de motivación no pierden, pero tampoco ganan nada extra. ¿Eso no está funcionando?”

“Suiren está haciendo todo lo posible para seguir tus instrucciones, pero… Parece bastante angustiada por todas sus quejas y agravios”.

De hecho, no fue un trabajo divertido. Ella jugó un papel ingrato en el que fue odiada a pesar de que no hizo nada malo. Además, estaba lidiando con quejumbrosos crónicos. Pero ese era su papel actual, y ella era la única que podía cumplirlo en la actualidad.

“Además, Suiren tiene que dar instrucción en el campo todos los días. ¿No es eso demasiada responsabilidad para ella?” Preguntó Glen.

“Sí, no es una tarea fácil. No hay duda de que es una gran responsabilidad”. “¿Entonces estás de acuerdo? ¿No puedes ayudarla?”

“Ya veo. Eso es lo que querías decir, ¿verdad?” Entiendo. “No hay necesidad de ayudarla. Si eso es todo lo que tiene que informar, puede descansar un rato. No podré hacer nada hasta que Ajole esté listo para cosechar”.

Incluso si Ajole aún no estaba listo, otros lugares estaban en medio de la temporada de cosecha. Todos los agricultores estaban ocupados y, como resultado, también lo estaban todos los que trabajaban con ellos. Personalmente, estaba muy ocupado. Si los aldeanos solo estuvieran descontentos y refunfuñando, entonces tendría que dejar eso a Suiren.

“Oye, Ash”.

“Sí, ¿hay algo más?”

Glen quería continuar nuestra charla, pero no levanté la vista de mis documentos. Tenía que terminar estos rápidamente y llevárselos a Lord Itsuki. Nuestro presupuesto futuro dependía de ellos. Dado que Lady Maika y Lady Renge también estaban ocupadas resumiendo documentos como estos o saliendo a negociar, ni siquiera tuvimos tiempo para tomar té tranquilamente mientras intercambiamos nuestras opiniones. Por fin, la Oficina de Promoción de la Reforma del Territorio también había entrado en el primer círculo del infierno.

Glen, que era uno de mis compañeros aquí en el infierno, golpeó el escritorio y levantó la voz. “¡Nada más! ¿Estás diciendo que no ayudarás a Suiren?”

Lady Maika y Lady Renge, que habían estado trabajando en algunos documentos, se detuvieron sorprendidas. Qué golpe tan duro romper la concentración de dos personas tan talentosas. Parecía que Glen estaba aún más dedicado a Lady Suiren de lo previsto.

Suspiré con resignación y le di una sonrisa forzada. “¿No pudiste salvarla tú mismo, Glen?”

“¿Y-Yo?” Glen fue tomado por sorpresa. “Bueno, te lo pregunto porque no puedo hacer nada”.

“Sí, es importante reconocer cuando no puedes hacer nada y buscar ayuda de otros”. O de lo contrario terminaste estresándote hasta la muerte. “¿Pero estás seguro de que no podrías haber hecho nada por Suiren? Cuando le enseñé, me aseguré de enseñarte también a ti siempre que fuera posible”.

Principalmente había enviado a Glen para relaciones diplomáticas y para aliviar la tensión de Lady Suiren, pero también debería haber sido perfectamente capaz de ayudarla si quería. E incluso si él no tuviera el conocimiento para ayudarla, aún podría haber asumido las quejas en su lugar o haber mirado a los aldeanos opuestos hasta que se quedaron en silencio. Por lo menos, estaba en una posición en la que podía reducir la carga que descansaba sobre los hombros de Lady Suiren.

“Tienes razón… Pero yo también trabajaba como mensajero…”

“Por lo que puedo deducir de tu informe de hoy, no hubo ningún mensaje urgente. ¿No podrías haber encontrado una razón para quedarte atrás?

¿Como si no se sintiera bien o uno de los caballos se hubiera derrumbado?” Seguí hablando de manera educada con Glen, cuya voz se había vuelto más tranquila ahora. “¿Qué tal si pides permiso para volver ahora? Me pregunto qué razón podrías utilizar para quedarte allí. ¿Has pensado sobre eso?”

En respuesta a mi pregunta, una mezcla de ira y vergüenza se reflejó en el rostro de Glen, como si alguien acabara de verter un balde de agua fría sobre él. Debo haber tocado un nervio. Glen parecía muy deprimido.

“Estás bien. Podría haber hecho algo antes de pedírtelo. Me enseñaste mucho y, sin embargo, ni siquiera pensé en hacer nada de eso. Lo siento mucho.” Glen realmente mostró su lado bueno al no enfurruñarse aquí.

“Pareces honesto, así que acepté disculpas. Además, probablemente eres el más frustrado contigo mismo”.

“Gracias. Seguiré haciendo mi mejor esfuerzo”.

“Cuento con eso. Sé que puedo esperar grandes cosas de ti”.

Después de expresar mis grandes esperanzas para el futuro de Glen, volví al problema de la aldea de Ajole y más específicamente de Lady Suiren.

“Así que estás preocupado porque parece que Suiren lo está pasando mal”.

“Quiero calmarme y considerar lo que puedo hacer. Quiero decir, yo también quiero ayudarla”.

Glen realmente parecía un hombre joven ya que asintió con mucha sinceridad. O mejor dicho, un joven enamorado. Qué encantador. Lady Maika y Lady Renge también lo miraron con una mirada cálida.

“Eso es muy amable de tu parte. Sin embargo, Glen, ¿eso sería realmente útil para Suiren?” Yo pregunté.

“Bueno, por supuesto que será útil para ella si la ayudo”. Glen se rascó la cabeza mientras daba una respuesta perfectamente lógica.

“Desafortunadamente, es la dura realidad del mundo que las cosas no siempre salen como esperabas”.

Dentro del sistema llamado realidad, los subconjuntos de fenómenos no solo tenían un grado de libertad demasiado grande, sino también innumerables variables aleatorias. Incluso si realizaba una acción que parecía perfectamente normal, era muy probable que terminara con un resultado completamente inesperado.

Dada esa premisa, le presenté el siguiente tema de discusión a Glen. “Al ayudar a alguien, ¿cuánto debería ayudarlo?”

Consideremos el ejemplo de un niño que se ha caído. El niño caminaba casualmente cuando se cayó. No parecía que el niño hubiera sido herido. Estaba llorando, pero lo más probable es que se debiera a la conmoción más que a un dolor real. Ahora, como adulto, ¿deberías correr hacia el niño y ayudarlo a levantarse?

“Eso creo, sí. Incluso si el niño no está herido, sigue llorando “, respondió Glen.

“Esa es una reacción natural”.

Incluso había un proverbio que decía que “Incluso el peor villano salvaría a un niño una vez”. La respuesta de Glen fue de sentido común.

“¿Pero ayudarías al niño a levantarse cada vez que se caiga? El escenario puede no ser realista, pero supongamos que hay un niño que siempre es ayudado por alguien cuando se cae”.

“Ese niño debe haber estado rodeado de mucha gente amable”, murmuró Glen con envidia.

De hecho, deben haber vivido en un mundo envuelto en una sedosa nube de bondad.

“Un niño rodeado de tanta bondad nunca experimentaría tener que levantarse solo”, dije.

“…Cierto.”

Una mirada amarga apareció en el rostro de Glen. Debe haber sentido algo inquietante en mis palabras. Y tenía razón: iba a burlarme de él con mi próxima hipótesis.

“Supongamos entonces que el niño ha crecido y se cae en un lugar donde no hay nadie más. Ahora, ¿podrá pararse por sí mismo?”

Glen dejó escapar un gemido después de adivinar lo que estaba tratando de decir. Al mismo tiempo, Lady Maika y Lady Renge, que nos habían estado observando, también alzaron la voz.

Glen se quedó allí, gimiendo hacia el techo durante un rato, antes de rascarse la cabeza y responder: “Me doy cuenta de que no puedes decir con certeza que se levantará por sí mismo solo porque ha crecido. Como mínimo, será mucho más difícil para el que para cualquier otra persona normal que haya tenido que levantarse por sí mismo antes”.

“Precisamente. En este caso, la ayuda que recibieron le quitó al niño la oportunidad de crecer”.

Ayudar a otra persona fue de hecho muy difícil. Esta puede haber sido una parábola extrema, pero cosas como esta sucedieron sin que nadie se diera cuenta. Por ejemplo, consideremos a un nuevo recluta que todavía no está acostumbrado a su trabajo. Es posible que uno de sus mayores no pueda simplemente verlo luchar, por lo que se ofrece a hacer el trabajo en su lugar. El recluta probablemente estaría agradecido y el trabajo se haría mucho más rápido, pero la próxima vez, el recluta aún no estaría familiarizado con esa tarea. A la larga, sería mejor no ayudarlos. Y si aún quisiera ayudar, tendría que idear una forma de enseñarles cómo realizar la tarea.

Pero eso no fue todo. Lo que realmente quería decir era lo siguiente: “Si el niño simplemente no sabe cómo levantarse, entonces no es un problema tan grande. Solo necesitan entrenarse a sí mismo en el futuro”.

“Lucharía, pero tienes razón”.

“El mayor problema es si el niño asume que es natural recibir ayuda siempre”.

En ese caso, la persona no solo tendría problemas, sino que incomodaría su entorno. Se podría decir que habían pasado por la vida sin tener que hacer nada por sí mismos. Como nunca lucharon por devolver los favores que recibieron, fueron insensibles a las luchas de los demás. Y tan pronto como se encontraban en algún problema, confiaban en los demás. Además, si nadie los ayudaba, perdían los estribos y tildaban a los demás de desalmados y de sangre fría por no ayudarlos.

Mientras le mostraba el documento inacabado a Glen, asintió con torpeza. “Suena como yo antes. Tú también pareces estar bastante ocupado”.

En efecto. En este momento, no tenía mucho tiempo, o más bien, casi no tenía tiempo libre a mano. Sin embargo, pensando en el futuro, consideré importante hablar adecuadamente con Glen en este caso, por lo que detuve mi papeleo.

“En mayor o menor medida, todo el mundo es así. Incluso yo confío mucho en todos los demás aquí”.

En ese sentido, realmente no estaba en posición de llamar a otros. Una vez que las cosas se hayan calmado, debería asegurarme de mostrar adecuadamente mi gratitud hacia todos en la Oficina de Promoción de la Reforma Territorial.

“En cualquier caso, esos son los peligros de ayudar a otras personas. Ahora volviendo a Ajole… Esos aldeanos realmente parecen dar por sentado que otros deberían ayudarlos”.

Ese también fue el origen de mi plan de carga infernal. Lady Renge me había hablado de los hechos de Lady Suiren.

“Adele le había proporcionado una cantidad considerable de la comida que ayudó a Ajole a evitar la inanición. Sin la ayuda de Adele, su aldea ya habría desaparecido hace mucho tiempo”.

Adele incluso había ido más allá en sus esfuerzos y propuso acoger a los aldeanos para que los cuidaran. Un golpe mortal de buenas intenciones que debería haber movido a cualquiera a ahogarse en sus propias lágrimas.

“Aun así, Suiren dijo que esa gente amable ‘abandonó la aldea de Ajole’.”

No habría dicho nada de eso si se hubiera dado cuenta de lo precioso que había sido cada grano de trigo de Adele.

“El pueblo de Ajole ha tenido suerte hasta ahora. Si bien sufrieron pérdidas de cosechas durante los últimos veinte años, aún contaban con el apoyo de Adele. Y una vez que su apoyo llegó a su fin, fueron elegidos como un sitio de prueba para experimentos agrícolas, lo que significó que recibieron ayuda del gobierno”.

Realmente fue un milagro. Un milagro que había descendido sobre este mundo, donde no era raro que todo un territorio fuera destruido, y mucho menos una aldea remota. Y no fue una intervención divina, sino el resultado del esfuerzo humano.

“¿Pero crees que su suerte durará para siempre?” Yo pregunté. Glen negó con la cabeza.

En efecto. Cualquiera que esperaba que su suerte continuara no era ni idealista ni soñador, sino delirante.

“Esta será la última oportunidad para que los residentes de Ajole aprendan a levantarse. Por lo menos, no tengo la intención de acercarme a ellos por segunda vez”.

En todo caso, planeaba dar el golpe final yo mismo. Incluso si la gente terminaba llamándome el villano o temiéndome como el diablo, no podía permitir que se desperdiciaran más recursos. Esos recursos también podrían haber ayudado a evitar que otros murieran de hambre. Si la aldea de Ajole no era capaz de demostrarme que valía la pena invertir en ellos, iba a hervir de rabia.

“Por lo tanto, quiero que ayudes a Suiren después de una cuidadosa consideración”.

¿A quién quieres salvar? ¿Y cuándo los consideras salvarlos? Eran preguntas difíciles. Y no hubo una sola respuesta.

Aquí había otra palabra de sabiduría para la oveja descarriada que recordaba de alguna parte. “Según el dicho, ‘La bondad no es lo mismo que el amor’. Si realmente te preocupas por alguien, puede ser una expresión de amor ser duro con ellos de vez en cuando”.

“Creo que de alguna manera entiendo lo que estás diciendo”. Glen asintió con una expresión seria.

Aun así, parecía que las dos chicas en la habitación estaban aún más impresionadas que él. Debieron haber apreciado mi charla sobre el amor.