Slayers (NL)

Volumen 6

Capítulo 4: La Batalla Del Infierno

Parte 1

Los rugidos de los Lesser Demons llenaron el aire pesado. Sin embargo, más importantes fueron las otras cosas que llenaron el aire, a saber, cientos de Flare Arrows desde todas las direcciones.

Agarré a Gourry y me zambullí en la cabaña, ya recitando un hechizo cuando salté.

“¡Wind!” Grité.

Una barrera de viento se extendió desde mí, cubriendo a Gourry, Abel y Radok.

*¡Thwack!* *¡Thwack!* *¡Thwack!*

Podía escuchar flechas golpeando contra la cabaña de madera, pero entre la barrera contra el viento y las paredes de la cabaña, no sentimos nada más que un aumento inofensivo de la temperatura. El exterior de la cabaña estalló en llamas cuando las flechas de fuego golpearon la madera seca.

“¡Aaah!” Abel gritó, encogiéndose ante las llamas.

Mi barrera contra el viento era una protección decente, pero sabía que no sería suficiente una vez que el fuego comenzara a extenderse. No tuvimos tiempo que perder.

“Gourry!” Grité.

“¡Vámonos!”

“¡Bien!”

Solté la barrera contra el viento y comencé a recitar mi siguiente hechizo. Gourry desenvainó la Espada de Luz y saltó.

Habíamos sobrevivido al primer ataque de Mazoku, pero sabía que no debía contar con nuestra suerte. Tuvimos que reducir los números de los demonios tanto como sea posible antes de que dispararan su próximo disparo. Su fuerza radica en sus números: cuantos más nos dejaron para atacarnos con Flare Arrows, peor estaríamos.

“¡Dam Brass!” Grité.

Mi hechizo abrió un agujero en la pared trasera del albergue.

“Abel!” Grite, señalando el agujero.

“¡Voy por el Mazoku! ¡Toma a tu papá y escóndete en el bosque!”

No me quedé para averiguar si Abel siguió mi consejo. Recitando otro hechizo, estallé por la puerta principal.

Como era de esperar, Zelgadiss y Amelia estaban bien; probablemente habrían erigido sus propias barreras de viento. Corrieron hacia Gourry y se prepararon para luchar contra la horda Mazoku.

Intenté explorar el paisaje en busca de cualquier señal de Raltaak o Xelloss, pero el sol ya se había puesto, apenas podía distinguir a mis amigos de mis enemigos de los árboles que los rodeaban. Por suerte para mí, la oscuridad es uno de los problemas más fáciles de resolver para una bruja.

“¡Lighting!”

Disparé mi hechizo de iluminación amplificada hacia el cielo. Sumado a la tenue luz de la cabaña en llamas, definitivamente ayudó a la visibilidad. Y me dio justo lo que quería: sombras para todos. Comencé a recitar un hechizo de amplificación.

Mi plan parecía un poco menos brillante unos segundos después. Un gran grupo de Mazoku, sorprendido, dirigió su atención colectiva al enemigo indefenso que acababa de lanzar una gigantesca luz brillante.

Amañar.

Un aluvión de Flare Arrow voló hacia mí. Al darme cuenta de que no podía terminar mi magia a tiempo, intenté superar las flechas … pero eran demasiadas, venían desde muchas direcciones y no había manera de que pudiera …

¡Hssss!

Las Flare Arrow se disolvieron repentinamente en el aire. Parpadeé, preguntándome por qué no estaba muerta.

“No te cobraré por eso”, gritó la voz de Xelloss.

“Considéralo como algo especial esta vez”

¿Xelloss?

Todavía no podía verlo, y en ese momento no tenía tiempo para mirar. Tomé una nota mental para agradecerle por salvarme la vida y luego continué recitando el hechizo.

“¡Diskang!” Grité.

Mi sombra de repente se transformó en una masa de fauces de dragón. Las bocas sombrías de dientes afilados salieron de las sombras del Mazoku a mi alrededor.

Cada vez que mi sombra feroz mordía la sombra del demonio, la parte correspondiente del cuerpo del demonio brotaba sangre negra. Era una visión desagradable y perturbadora (los demonios fueron

destrozados por mandíbulas invisibles mientras se retorcían de dolor), pero al menos funcionó.

“¡Hah!” Gritó Zelgadiss mientras empujaba su espada. Había infundido su espada ancha con energía mágica de nuevo, por lo que su ataque fácilmente atravesó a un demonio menor. Otro Mazoku rugió de ira y lanzó una Flecha de Llamarada.

Una sola Flare Arrow, disparada por un demonio débil con la inteligencia de un ñame, no era nada de lo que preocuparse a un guerrero como Zelgadiss. El tiempo de los demonios era simplista y su objetivo no era particularmente preciso, por lo que Zelgadiss tuvo pocos problemas para evitar la flecha y enviar a su lanzador una mirada de desaprobación.

Zelgadiss corrió hacia el Mazoku que lo había atacado, recitando un hechizo en voz baja. Él fácilmente evadió una Flare Arrow y levantó su espada para matarla … antes de sacudirse hacia atrás cuando un guijarro de oscuridad pasó zumbando.

“Eres mío”, gruñó Dugld, corriendo hacia Zelgadiss.

Pero Zelgadiss ya tenía un ataque listo para irse.

“¡Elmekia Flame!” Gritó.

Elmekia Flame es casi una Elmekia Lance con más poder. Ya que inflige daño desde el lado astral, encerrar a un humano con él puede destruir fácilmente la mente de ese humano, y golpear a un Mazoku con él puede potencialmente desgarrar a ese Mazoku.

Por supuesto, solo puede hacer ese tipo de daño masivo si realmente golpea. Cuando Dugld vio que el hechizo se dirigía hacia él, lo esquivó y dejó que se estrellara contra un demonio menor que estaba detrás de él.

El cuerpo del demonio menor se estremeció violentamente antes de caer al suelo con un ruido sordo. Dugld recuperó el equilibrio y cargó contra Zelgadiss, quien se mantuvo firme y se preparó para detener el ataque.

Dugld de repente saltó a un lado.

Detrás de él había varias Flare Arrow, disparadas momentos antes por Mazoku con la esperanza de sorprender a Zelgadiss. Con Dugld fuera del camino, nada se interponía entre Zelgadiss y la muerte ardiente.

Zelgadiss puso en práctica sus buenos reflejos. Cuando vio a Dugld sumergirse a un lado, solo le tomó un momento seguir su ejemplo. Aun así, ese momento le costó: una racha de fuego rozó su brazo izquierdo, convirtiendo su manga en ceniza.

Dugld lanzó otro guijarro oscuro, pero Zelgadiss lo desvió con su espada. Estaba demostrando ser una pelea bastante unilateral.

“¡Se acabó!” Gruñó Dugld, levantando sus palmas.

Los guijarros oscuros que rodeaban su cuerpo se reunieron en sus manos, fusionándose en la forma de una espada.

*¡CLANK!*

El aire mismo se estremeció cuando la Espada de la Oscuridad de Dugld se enfrentó contra la espada infundida por la magia de Zelgadiss.

Las espadas se clavaron una en la otra, agotando la energía del otro mientras se tocaban.

Fue entonces cuando uno de los Lesser Demons preparó otra Flare Arrow para Zelgadiss.

Era malo, si el Mazoku soltaba su flecha, no había forma de que Zelgadiss pudiera esquivarlo y mantener a Dugld a raya. Afortunadamente, justo cuando el demonio menor sonreía con una sonrisa malvada, un rayo cegador de luz blanca le destrozo la cabeza.

Gourry jadeaba cerca, con la empuñadura vacía en la mano. Había disparado la espada de la Espada de Luz.

Aunque Gourry logró salvar a Zelgadiss de una situación desagradable, su acción había creado una aún más desagradable para él. La hoja de su Espada tardó varios segundos en reformarse, dejándolo temporalmente indefenso ante una serie de Lesser Demons.

*¡Swish!* *¡Swish!* *¡Swish!*

En una espectacular exhibición de originalidad, la horda Mazoku envió una descarga de Flare Arrows a Gourry, quien se agachó, esquivó y, por lo demás, mantuvo la cabeza gacha. La nueva hoja de luz brotó de su empuñadura justo a tiempo para que cortara una Flare Arrow en el aire.

* * *

Mientras tanto, Amelia tenía su propia multitud de Lesser Demons con los que lidiar. Con sus habilidades, ella era más que un rival para todos ellos, pero no eran lo único por lo que tenía que preocuparse.

“Así que nos encontramos de nuevo”, dijo Gduza con humor negro.

“¡No te equivoques, esta vez, eres mía!”

Amelia, obviamente, estaba familiarizada con el estilo de lucha de Gduza, y en particular sabía cómo explotar una debilidad: el amor de Gduza por los discursos de villanos.

Mientras Gduza soltaba una carcajada maníaca, Amelia estaba bien metida en su hechizo.

Los Lesser Demons que rodeaban a Amelia intentaron despistarla con una descarga de Flare Arrows, pero Amelia los esquivó fácilmente. Ese fue el momento en que disparé mi hechizo de iluminación amplificada hacia el cielo.

La sonrisa grotesca en la cara de Gduza se ensanchó. Ella hundió su cabello en la sombra que apareció a sus pies; Como lo había hecho en la taberna, el cabello salió de la sombra de Amelia y se envolvió con fuerza alrededor de los tobillos de la chica.

Esta vez, sin embargo, Gduza tenía un ejército de Mazoku para fuego de respaldo.

“¡Cógela!” Gritó Gduza.

El enjambre de Lesser Demons rugió y llenó el aire con docenas de Flare Arrow. Las flechas estallaron en explosiones de fuego y envolvieron a Amelia donde estaba.

Cuando el humo se disipó, Amelia permaneció decididamente inmóvil. Ella ya estaba recitando su siguiente hechizo.

Gduza gruñó.

“¿Un hechizo defensivo?” Ella espetó.

Los hechizos de magia blanca para curación y defensa son acciones de una sacerdotisa. Dado el tiempo para recitar un hechizo defensivo lo suficientemente fuerte como para ahuyentar a algunos Flare Arrows es un pedazo de pastel para una sacerdotisa como Amelia.

Gduza se enojó y elogió la inminente muerte de Amelia, sus zarcillos de pelo asesinos deslizándose sobre el cuerpo de Amelia. Pero antes de que el Mazoku pudiera llegar muy lejos, Amelia completó su hechizo.

“¡Elmekia Lance!” Gritó, apuntando directamente al cabello que sostenía sus pies.

Fue un tiro a quemarropa. El Elmekia Lance rompió las cerraduras por completo, liberando los tobillos de

Amelia. Gduza gritó mientras rápidamente se quitaba el cabello de la sombra.

Para un Mazoku, cada parte de su apariencia física es parte de su “cuerpo”, esto incluye colas y otros apéndices creativos, ropa, accesorios y cabello. Algunas partes del cuerpo de un demonio pueden ser desprendidas y descartadas por el mismo demonio, pero mientras esas partes aún están vinculadas, cualquier daño que se produzca en ellas constituye un daño para el Mazoku. Destruir una sección del cabello de Gduza era equivalente a arrancar uno de sus dedos en términos de dolor e inconvenientes.

“¡Pequeño mocosa!” Gduza se enfureció con frustración.

Ignorando el comentario en curso de Gduza, Amelia corrió hacia el Mazoku, recitando un hechizo mientras corría.

“¡Ustedes tontos incompetentes!” Gduza gritó a los demonios que lo rodeaban.

“¿Por qué no están atacando?! ¡Quiero que la maten, ahora!”

Por orden de Gduza, el Mazoku soltó otro bombardeo de Flare Arrow. Amelia, sin embargo, tenía otra sorpresa en la manga.

“¡Visfrank!” Gritó ella.

Fue un hechizo del que nunca había escuchado. Soltó las Palabras de Poder, saltó fuera de la mitad de la volea de Flare Arrow, luego aterrizó y giró para enfrentar a la segunda mitad de frente. Ella sacó una palma.

¡WHAM!

Las Flare Arrow se dispersaron en todas direcciones. La mandíbula de Gduza, si pudiera considerarse mandíbula, se dejó caer.

A diferencia del Astral Vine de Zelgadiss y la espada ancha, el hechizo misterioso de Amelia había infundido sus manos desnudas con un poder mágico concentrado. Corrió hacia Gduza sin pestañear.

Gduza chilló de frustración.

“¡Un simple humano nunca me destruirá!” Gritó mientras su cabello se hinchaba y se hinchaba.

Un extraño sonido llenó el aire, uno que parecía, extrañamente, provenir del propio cabello. Era un zumbido bajo, como el zumbido de las alas de un insecto gigantesco.

Repentinamente…

*¡BOOM!*

Una onda de energía mágica palpitó del cabello, corriendo directamente hacia la carga de Amelia.

* * *

Cuatro Lesser Demons ahora muertos cayeron al suelo en un montón, sus mentes y cuerpos fueron destruidos por mis dragones sombra. Mi propia sombra regresó rápidamente a su forma normal, no extraña.

Cuatro abajo, más de las que puedo contar.

Me las arreglé para diluir un poco la manada, pero todavía no había hecho nada para darle un giro decisivo a la batalla. A pesar de que solo he destrozado horriblemente a sus compañeros, varios de los Lesser Demons decidieron atacarme a la vez.

Sabía que si me quedaba mientras el Mazoku me atacaba, mis únicas opciones serían perder tiempo y energía en otro hechizo defensivo o confiar en la falta de estrategia de los demonios y en mis propias habilidades de esquivar. Decidí que un retiro táctico era una mejor idea.

Corrí hacia el bosque, esperando esconderme en los árboles. Si el Mazoku no podía verme, no podrían golpearme con Flare Arrows. Y luego recordé que los árboles son inflamables. Y que cualquiera que me extrañara estaría golpeando árboles.

Decidí reconsiderar mi estrategia para que no implicara morir en un incendio forestal masivo.

Irónicamente, mi siguiente mejor opción de escape fue volver corriendo a la cabaña en llamas, no es un lugar ideal para esconderme, pero necesitaba cubrirme y lo necesitaba rápidamente. Cambié de dirección, esquivando una Flecha de Llamarada antes de lanzarme al infierno.

Lo primero que me golpeó cuando corrí adentro fue un estallido doloroso de aire caliente. Cada superficie de la cabaña de madera bailaba con llamas. Radok y Abel habían huido en algún momento, probablemente a través del agujero de cortesía que les había lanzado en la pared posterior, demostrando, al menos, que no tenía que pasar la mano por todo.

Sin mí para disparar más, el Mazoku de afuera envió sus Flare Arrow al lado de la cabaña. Las paredes ya debilitadas se sacudieron con la fuerza y comenzaron a desmoronarse; Aguantando la respiración, me sumergí en el agujero justo cuando las paredes de la cabaña en llamas finalmente colapsaban en un enorme pilar de llamas.

Me giré sobre mis talones. Ya que la búsqueda de cobertura no funcionaba realmente, decidí hacer lo que mejor hago; Cargué al grupo de enemigos más cercano mientras cantaba un hechizo.

“¡Blast Ash!” Grité.

*¡FOOM!*

Dos Mazoku se desintegraron inmediatamente en pilas de polvo negro.

¡Van seis!

Desde el punto de vista de las cosas, mi grupo y yo habíamos derrotado en algún lugar alrededor de una docena de Mazoku … lo que podría haber sido impresionante si no hubiera habido otros veinte demonios más. Lo más frustrante fue que sabía que podía acabar con todo con un buen Drag Slave. El hechizo podría destruir al resto de los Lesser Demons y dejar un impresionante cráter en la ladera de la montaña. El inconveniente fue que lanzar un Drag Slave probablemente mataría a todos mis amigos, por lo que me fue fácil quitar a los Mazoku con mis hechizos más débiles y menos geniales.

Comencé a recitar para mi próximo ataque. Antes de que pudiera terminar, una presencia de repente corrió por detrás de mí.

¡Mierda! Me di vuelta para enfrentar la pared de árboles, mi hechizo estaba en la punta de mi lengua.

Pero era Abel. Jadeó y me miró fijamente, con los ojos muy abiertos por la sorpresa.

“¡Oye!” Grité.

“¡No se supone que estés aquí!”

Abel no respondió; él solo agarró mi mano y me sacó a través de la maleza del bosque. A juzgar por su comportamiento ansioso, algo malo había sucedido.

“¡¿Qué está pasando ?!” Exigí, tropezando para seguir el ritmo.

“¡¿Qué le pasó a tu papá?! ¡Y no puedo correr cuando me arrastras!”

Abel finalmente detuvo su loca carrera, doblándose mientras trataba de recuperar el aliento. Se frotó un puño en el ojo.

“Después de que … dejamos la casa en llamas”, jadeó,

“Padre me dijo que me alejara de las flechas. Me empujó al bosque y me dijo que corriera” Tenía una expresión de pánico.

“Nunca lo vi después de eso. Miré por todas partes, pero él … pero … ”

¿Mi cliente ha desaparecido? ¡Alguien me está jodiendo!

“Tu padre está bien”, le dije sin idea alguna.

“Una vez que terminemos esta pequeña escaramuza, podemos poner toda nuestra energía en encontrarlo. Pero por ahora, tienes que salir de aquí”

Le di un pequeño empujón lejos de la lucha, esperando que él entendiera la idea.

Sin mirar atrás, corrí al campo de batalla. Estaba buscando un objetivo para mi próximo hechizo cuando vi a un demonio menor agazapado detrás de mí.

“¡Dynast Breath!” Grité.

El Mazoku golpeado por mi hechizo se congeló, luego se rompió. Me limpié la frente húmeda con la manga antes de regresar a la refriega.