Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 14

Capítulo 3: Dándote esa Calidez

Parte 1

Alrededor de doce horas después de perder el contacto con Sazaruf, Ikta recibió la noticia de que las fuerzas de Kioka estaban cruzando el río.

「Mariscal de campo F señor──」

El Mayor Megu no pudo encontrar las palabras para consolar al silencioso joven que colgaba la cabeza frente al Espíritu. Después de un largo silencio, Ikta movió un poco sus labios.

「… Estará bien… Estará bien. 」

Dijo el joven como para convencerse a sí mismo, luego respiró hondo antes de exhalar. Repitió esa acción, cambiando enérgicamente su estado de ánimo al de un mariscal de campo.

「Moveremos el escenario a la línea de defensa final. Comuníquese con el General

Remeon. 」

「¡S-sí señor! 」

La Mayor Megu comenzó a hacer la llamada en su propio escritorio. Ikta estaba listo para hacer una llamada cuando Kusu le notificó de una comunicación entrante del general de cabello bermellón.

「Esto es Solvenares Igsem. Acabamos de rescatar a los aliados rodeados río arriba. 」

El joven abrió mucho los ojos. Los aliados rodearon corriente arriba…… esa era la unidad del Mayor Sarihasrag.

“¿Tuviste éxito?”

「Logramos sacarlos del cerco, pero sufrieron muchas bajas. Incluyendo KIA, MIA y cautivos, perdieron alrededor del 40% de sus tropas. Todavía estamos tabulando los números detallados. 」

「… ¿Qué pasa con las bajas de los oficiales? 」

Ikta pensó en el peor escenario y preguntó. Solvenares respondió de inmediato:

「El comandante de la unidad, el mayor Sarihasrag Remeon, está a salvo. El primer teniente Suya Mittokarifu del mismo sector está ileso. Sin emabargo… 」

Se sintió aliviado de que estuvieran a salvo, pero la inquietud se arremolinaba en su corazón cuando faltaba un nombre que debería interponerse entre ellos.

… El Capitán Sushuraf Remeon está gravemente herido. Lanzó un ataque para cubrir la retirada de sus camaradas, justo antes de que llegáramos. Recibió tres golpes en el pecho y la pierna. Lo enviamos urgentemente a un hospital de campaña, pero dependerá de él sí puede sobrevivir. 」

「… Ya veo… ¿Cómo está el Mayor Sarihasrag? 」「……」

Solvenares mantuvo abierto el canal con Ikta mientras miraba hacia atrás. Frente a su hermano menor que yacía junto al grupo de heridos, su comandante se desplomó en el suelo.

 * * *

「… Mayor, ¿está bien? 」

Suya acercándose por detrás dijo con cautela. Sariha le murmuró:

「… Toruru, y ahora Sushuraf… ¿por qué mis hermanos están tan ansiosos por correr hacia el peligro? ¿Por qué corren hacia la muerte como tontos? ¡Quédate detrás de tu hermano mayor…! 」

Los hombros del hombre temblaban de arrepentimiento y autodesprecio. Luego le dijo algo a la mujer detrás de él:

「… Oye, ¿por qué estás tan callado? 」

「¿Eh? 」

「Habla justo. Di algo…… que es vergonzoso estar protegido por tu hermano pequeño, y es una vergüenza que ni siquiera puedas vengarte. 」

La solicitud inesperada hizo que Suya se cruzara de brazos, pensativa. Después de dudar por un minuto, dijo sin mucha confianza:

「Tu… gusto en ropa casual apesta.」

「¿¡Por qué mencionas eso ahora!?」

Sariha se puso de pie de repente frente a ella. Suya levantó las manos y retrocedió.

「¡No porque…! Dejando a un lado los vítores y el consuelo, ¡no sé cómo hablarle a alguien que se deprimió porque su hermano está gravemente herido! 」

「¿¡Quién te pidió que me consolaras!? No me importa lo que sea, ¡haz algo para despertarme! 」

Suya finalmente entendió su solicitud después de escuchar eso, y lentamente levantó su mano derecha.

「… Puedo usar esto? 」

Al ver a Suya tomar una postura, Sariha resopló y volvió la mejilla hacia ella. Tomando esa acción como su consentimiento, ella lo abofeteó con todas sus fuerzas…… después de recibir ese golpe, el cuerpo de Sariha se dobló en un ángulo de 45 grados y colapsó en el suelo.

「¿M-Mayor──? 」「¡Oye, se cayó en un ángulo terrible! 」

「¡Oh no! ¡Accidentalmente usé un golpe con la palma abierta …! 」

El golpe inesperadamente fuerte hizo que Suya palideciera. Sin embargo, sus preocupaciones fueron en vano. Sariha yacía tendido en el suelo con una sonrisa en su rostro.

「Ja, jaja… ¡E-no es efectivo en absoluto! 」

Gritó antes de ponerse de pie. Este golpe podría ser una fuerte dosis de medicina que logró animarlo, o estaba poniendo una fachada…… sin importar qué, Sariha había vuelto a su rostro de oficial y le había dicho a su subordinado ante él:

「¡Primer teniente Mittokarifu! ¡Debido a la urgencia de la guerra, serás un Capitán interino y servirás como mi ayudante en lugar de Sushuraf! ¿¡Algún problema!? 」

「¿Eh? S-sí señor. 」

Suya saludó por reflejo. Sariha pasó junto a ella con un bufido, luego dijo como si acabara de recordar algo:

「¡Y quiero corregir una cosa! ──¡Mi gusto en la ropa está bien! 」

 * * *

Como si estuviera observando la condición del sujeto en cuestión, Solvenares hizo una pausa por un momento antes de responder la pregunta de Ikta:

「… No parece estar desanimado. Por lo que parece, debería poder seguir trabajando como oficial. 」

… Ya veo… El hermano mayor Sariha es realmente fuerte. 」

Dijo Ikta en voz baja. Terminó su llamada con el general de cabello bermellón y se volvió hacia el mapa.

「… Finalmente llegaron aquí. ¿eh? 」

 * * *

「── Finalmente estamos aquí. Finalmente es hora de la fase final, Miara. 」

Jean dijo con una cara de emoción. Miró el mapa que tenía delante, donde algunas piezas de ajedrez habían cruzado el río y avanzaban hacia la capital.

「Dado que su base de defensa más fuerte se ha abierto paso, los Imperiales ya no pueden retirarse. 」

「¡Sí…! 」

Miara asintió con firmeza. Cuanto más se acercaban a la capital, más desesperada era la resistencia del enemigo. Solo podrían terminar esta guerra reprimiéndolos por completo.

「Después de irrumpir en el centro del Imperio, nuestras rutas de avance serán más diversificadas y más complicadas… Hemos estado tratando de flanquear a la retaguardia del enemigo, pero a partir de ahora, el enemigo intentará lo mismo… Es obvio que pueden. No mantengas una batalla ortodoxa por mucho tiempo. Ese tipo debe tener más trucos bajo la manga. 」

「… No podemos bajar la guardia. 」

「Para mí, lo más importante es proteger la línea de suministro… Penetrar profundamente en territorio enemigo nos brinda grandes oportunidades y riesgos. Si nuestra línea de suministro desde casa se corta, la situación cambiará de cabeza. No podemos permitirnos el lujo de ser descuidados.」

Jean se advirtió intencionalmente a sí mismo que no sobrestimara su ventaja. Había decidido relajarse solo después de que la bandera de Kioka ondeara sobre la capital imperial capturada.

「Hablando a la inversa, nuestra victoria está asegurada si no pueden cortar nuestras líneas de suministro… Y no me permitiré cometer ningún error. 」

Jean declaró pesadamente, y se volvió hacia los Espíritus en la mesa.

「Continuaré dirigiendo todas las batallas── ayúdame, Miara. 」

 * * *

「──¡Dispara la salva! 」

Las balas volaron hacia el enemigo que se acercaba y se cubrió en los campos de trigo. Detrás de él está la línea de defensa final de la capital, el general Terushinha Remeon, que estaba a cargo de las defensas aquí, se sintió frustrado.

「Entonces, este lugar finalmente se ha convertido en un campo de batalla, ¿eh? … Es exasperante ver tropas enemigas en el centro del Imperio.」

En su larga guerra con Kioka, el Imperio nunca antes había permitido que Kioka penetrara tan profundamente. Esta sería la primera y última vez, pensó el general. Eso fue lo que significó la batalla final.

「Pero no los dejaré actuar como quieran. El título de 『Remeon de la pistola』 se avergonzará si solo dejo que mis hijos de la pistola salgan al campo. 」

El general murmuró con firme determinación. Su reputación ya había caído mucho, pero no permitiría que el apellido que heredarían sus hijos cayera aún más. Pensó en sus tres caras en su mente.

「… ¡No mueras antes que yo, Sushuraf…! 」

「… ¿No está mal la asignación de deberes? 」

Sus pesadas palabras resonaron en el campo de batalla. Después de recibir la noticia de que el general de brigada Sazaruf se quedó atrás y que se habían perdido las comunicaciones con él, el general Shiba experimentó un sabor amargo que no quería volver a sentir.

「Sí …… Sé que los buenos chicos no durarán mucho en el campo de batalla. Ya sea

Hasa o el general Sankrei, todos son iguales. La guerra es tan maliciosa como siempre.」

Cumplieron con su deber antes de seguir adelante. El hombre había pensado por enésima vez lo agradable que sería que murieran por orden de edad. Sin embargo, este lugar no les daría tales consideraciones. El general Shiba apretó los puños hasta que sus huesos crujieron.

「… ¡Incluso entonces, eres demasiado joven para esto, General de Brigada Sazaruf…!」

Quería que Sazaruf siguiera viviendo. Dado que esta es la batalla final, quería que otros lo enviaran en su lugar. Los sentimientos de disgusto que ardían en su pecho le hicieron apretar los dientes y miró a las unidades enemigas que se extendían ante él.

「Soldados de Kioka que fueron enviados por esta ruta, ustedes recogieron la pajita corta. Estoy enojado…… ¡Nunca había estado tan enojado desde que mi buen amigo falleció! 」

「… Hay muchos más refugiados ahora…」

En la puerta oriental de las murallas que rodean la capital imperial Banhataal. Los ciudadanos pudieron ver a la multitud exhausta haciendo cola para entrar en la ciudad, y una vaga sensación de malestar se estaba extendiendo.

「Le pregunté a un vendedor ambulante que conozco y escuché que el enemigo ha invadido profundamente nuestros territorios. Escuché que han cruzado el gran río hacia el este. 」

Se rumoreaba que el enemigo se estaba acercando. Incapaces de sentir la realidad de esta situación, mostraron una sonrisa complicada.

「… Estará bien, ¿verdad? ¿Atacarán la capital…? 」

「E-Eso es correcto. Esos ricos comerciantes no están huyendo… Si cargan sus riquezas en carros y huyen hacia el oeste, entonces las cosas podrían ser realmente peligrosas…」

Expresaron las razones para no preocuparse y se rieron secamente. Para los ciudadanos de la capital, este era un pequeño estándar que habían establecido.

「… G-Bien, todo está en los vagones. 」

En el patio de una mansión cerca de las afueras occidentales de la capital. Dijo un hombre ansioso mientras miraba los carros completamente cargados frente a él. Era un comerciante rico y famoso, y uno de los estándares que usaban los ciudadanos para evaluar la situación.

「Podemos ir en cualquier momento. ¿¡Olvidaste algo!? 」

El hombre se volvió hacia su esposa detrás de él para comprobarlo. Sus dos hijos estaban al lado de su esposa, y ella sostenía a un bebé con rostro preocupado.

「No…¿Pero realmente tenemos que correr? La Emperatriz todavía está en la capital, ¿verdad? 」

「Ya te lo dije muchas veces … ¡Escuché de un socio comercial sobre la situación en el frente! ¡Esta vez, estamos en una situación muy desesperada! Quién sabe qué pasará en el futuro, pero para estar seguro──」

El sonido de una puerta al abrirse lo interrumpió. El hombre se volvió para mirar y vio a una chica rubia que conducía a su escolta entrando. La aparición de la Emperatriz hizo que su corazón se acelerara.

「── Perdón por mi intrusión. 」

La chica se acercó con los ojos mirando directamente a ese hombre, como si fuera la dueña de esta mansión. El hombre no dejaba que nadie tomara esa actitud en su propia casa, pero no podía quejarse de esta persona. Porque todo en el Imperio, incluida toda la riqueza que había acumulado, le pertenecía a ella. 「S-Su Majestad…」

「Perdona mi visita repentina. Voy a visitar a todos los comerciantes adinerados de la capital. 」

La Emperatriz dijo esto antes de mirar a su alrededor. El rostro del hombre comenzó a sufrir calambres. Todo el mundo tenía claro que se estaban preparando para huir al amparo de la noche.

「Oh, ¿qué está pasando aquí? Cargaste los muebles y otras cosas en los vagones, como si fueras de viaje. 」

「Ahh── No, eso es──」

Empezó a tartamudear buscando una excusa. Chamille ya lo vio y declaró con frialdad:

「… ¿Estás preocupado por quedar atrapado en la guerra y estás planeando huir? 」

「¡N-Para nada! ¡Nunca pensaremos en huir de la capital donde está Su Majestad…!」

El hombre negó con la cabeza desesperadamente para negar su acusación. Solo podía hacer eso mientras su cabeza todavía estaba conectada a su cuerpo. La Emperatriz resopló y asintió.

「Bien. Pero sus acciones pueden provocar malentendidos. Los ciudadanos observarán cómo se mueven los comerciantes, por lo que, si no corren, pensarán que la situación sigue bien. En momentos como este, debes mostrarles una actitud tranquila. 」

「¡Sí…! 」

El hombre se arrodilló junto con su esposa e hijos. La Emperatriz se cruzó de brazos con satisfacción.

「Es genial que entiendas── Oh, el número de refugiados en la ciudad ha aumentado. ¿Por qué no les demuestras tu generosidad como ricos y les distribuyes comida? 」

「¡Tienes razón, haré los arreglos de inmediato…! 」

「Bien. En lugar de huir con sus posesiones, obtendrá más si se queda atrás y contribuye a las masas… ¿Qué tipo de reputación obtendrá con sus acciones? Ya sea bueno o malo, ¿debes tenerlo en cuenta en todo momento? 」

Después de una severa advertencia, la Emperatriz abandonó la mansión del hombre. Ella misma se subió a un caballo y preguntó a su escolta.

「… ¿Cuántas casas quedan, Lucanti? 」

「Once. Hay alrededor de tres horas antes del atardecer, deberíamos acelerar el ritmo. 」

Lucanti respondió rápidamente. La Emperatriz miró hacia el sol en el cielo y asintió levemente.

「Afortunadamente, podemos terminar nuestra inspección hoy. Dar vueltas personalmente es menos molesto de lo que imaginaba. Hay muchos comerciantes adinerados como el 『Padrino del Mercado』 Bhada que tomaron medidas para evitar cualquier caos en la capital por su propia cuenta. 」

Chamille dijo mientras tiraba de las riendas. Confirmó nuevamente su deber en su mente.

「¿Alimentar a los refugiados, no permitir que el flujo de mercancías se detenga y evitar que los ciudadanos de la capital se amotinen debido al malestar? Las tropas están luchando en el frente, así que nunca diré que esta es una tarea difícil … ──」「──¡Los dos batallones de refuerzo llegarán en aproximadamente una hora! ¡

Puedes usar todas las municiones que tienes a mano! 」

La voz de Ikta hizo eco en el cuartel general imperial. La orden de librar la guerra que había entrado en su fase final hasta el final se transmitió a todo el campo de batalla a través de los Espíritus.

「¡Notifíqueme si le faltan recursos o mano de obra! ¡Hemos hecho los preparativos y haremos todo lo posible para responder a sus solicitudes! ¡No olvides que nunca caminas solo! 」

Ikta ordenó con actitud firme, y pensó en un rincón de su mente. La historia muestra a los generales o estrategas famosos como si todos lo supieran, pero al final, el deber del comandante en jefe era trabajar entre bastidores. Preparar el equipo para las tropas, darles de comer, colocar las camas y dejar que se desempeñen en sus mejores condiciones. Formular estrategias y dirigir tácticas fue solo una extensión de eso. Los que luchaban estaban en primera línea.

「¡Siempre que no te desvíes de tu misión, el mando de las defensas dependerá de tu criterio! No es necesario pedir permiso para ningún contraataque, ¡solo informa los resultados después de haberlo ejecutado! ──¡Escucha, no tengas miedo al fracaso! ¡ Tu campo de batalla no es el único! ¡Compensaremos los errores menores! 」

Ikta no estaba ansioso ni asustado. Porque nunca caminaría solo.

「──¡Evite tomar decisiones usted mismo! ¡Lanza el ataque como uno solo a mi señal! ¡Si sigues mis órdenes, nunca perderemos! 」

 * * *

Jean siguió imponiendo, impulsado por su absoluta confianza. Fue tan natural que no le dio ni un segundo pensamiento. El ejército que ejecutó los planes finamente detallados sin muchas demoras…… Así fue como se ganaron las guerras. La comunicación con Espíritu redujo los errores durante la transmisión de órdenes. Y ahora, Jean Arkinex podría ejercer su voluntad en cada rincón del campo de batalla.

「¡Comienza el bombardeo en veinte minutos y envía a la infantería 50 minutos después! ¡Se estima que sus defensas caerán en 270 minutos! ¡No pierdas el tiempo, el enemigo también se está moviendo mientras tanto! 」

En este momento, sus órdenes no fallarían en ser transmitidas ni se retrasarían. La decisión de Jean se reflejó en el campo de batalla y los resultados serían una retroalimentación para él. Su cerebro se agitaba a una velocidad diferente a todo lo que había experimentado antes, lo que incluso lo asusta a sí mismo. ¿Era así como se sentía al ser el cerebro de todo un ejército?

「¡Mayor general! ¡Un informe de la Marina! 」

Recibió más información. Este fue el factor más grande y último para soportar la victoria de Kioka.