Campione (NL)

Volumen 3

Capítulo 2: Destinos Encontrados

Parte 3

El resultado del partido fue muy sorprendente.

Godou fue capaz de golpear las primeras bolas e ir ganando al principio, pero empezó a perder todo el camino hasta el final.

El joven estaba lanzando la bola blanca con una postura muy descuidada.

Sin embargo, las bolas volaban con fuerza y rapidez. En términos de control, sus trayectorias también podrían ser descritas como no menos que perfectas.

Incluso entre los de la generación de Godou, ningún otro lanzador puede lanzar bolas de este tipo. Ni Miura de la escuela media, que superaba ampliamente a Godou en talento innato, así como los lanzadores monstruosos que conoció en sus viajes a Korea* y Taiwán, ninguno de ellos era capaz de siquiera imitar a este joven de la isla de Cerdeña.

(NOTA:  O Corea)

Su altura no llegaba ni a 1.70 m, además tenía una construcción poco desarrollada. Sin embargo, la fuerza de sus lanzamientos no podía ser igualada.

“¿Estás seguro de que nunca has jugado béisbol antes?” “Sí, hoy es la primera vez, y parece bastante divertido.”

Con más de treinta bolas lanzadas, la gran mayoría terminó en strikes.

La postura de pitcheo del joven era sin lugar a dudas improvisada, y no parecía tener ninguna formación previa. Sin embargo, sus acciones se veían bastante naturales.

Lanzando claramente al azar, sus movimientos eran muy elegantes, y el resultado eran bolas rápidas con asombroso poder.

Después de que el bate fallara, las bolas continuaban con su impulso que parecía querer romper la red de pesca.

“Maldita sea, esto no es bueno, ¿podemos tener un descanso? Déjame hacer una estrategia.”

Comenzando a jadear, Godou pidió un tiempo fuera.

¿Genio? ¿Era esto lo que se llama un verdadero genio? No, Godou sentía que no era eso. El joven frente a él que decía padecer de amnesia no era alguien que pudiera describirse fácilmente con un nombre común ― había una sensación de que algo fuera de lo ordinario aquí.

Pero sin importar cuán rápido volasen las bolas, no eran del todo imposibles alcanzarlas.

El primer paso es hacer que los ojos se acostumbren a ese nivel de velocidad. Dicho esto, incluso cuando era el cuarto bateador, Godou no pudo golpear bolas rápidas rectas lanzadas con ese poder. ¿Qué debe hacer?

“Hohoho, tú no te preocupes. Yo soy quien es más fuerte y derrota a todos sus oponentes. Yo sólo quiero tener una buena batalla, así que por favor tomate todo el tiempo para pensar que tú necesites.”

Era evidente la arrogancia en esas palabras, pero Godou no pudo decir nada.

Además, el joven lucia como si ni siquiera lo estuviese intentando ― ¡Godou no podía aceptar perder de esta manera, debe encontrar la manera de cambiar las cosas!

…Aunque los jóvenes estaban jugando fútbol a cierta distancia, la competencia entre estos dos eran demasiado sorprendente, y muy pronto, todos ellos se habían reunido junto a Godou para mirar.

Viendo a Godou tomarse un descanso, poco a poco lo rodearon.

Y entonces los jóvenes de Cagliari también tomaron parte en la competición.

Sin embargo, nadie pudo vencer al joven. Ni siquiera podían tocar el balón, y mucho menos hacer un buen golpe.

“¿Quién demonios era ese tipo? …Si alguien lo describió como inhumano, le creería.”

Luego de lanzar más de cien poderosas bolas rápidas, la respiración del joven se mantuvo regular.

Tampoco disminuía la potencia de sus lanzamientos.

Viendo al joven derrotar a los muchachos locales con tanta facilidad, Godou estaba muy sorprendido.

Poco después, parecía que se estaban preparando para jugar al fútbol. Los muchachos italianos pusieron sus brazos alrededor de los hombros de Godou y del joven y se dirigieron hacia la improvisada cancha de fútbol.

“Hey, ¿podrías hacerles una pregunta por mí? ¿Está bien para ellos no ir a trabajar? Parece que están jugando demasiado.”

“No te molestes por tales asuntos menores… Esta podría ser su manera de hacer las cosas,

¿no es aquel dicho ‘haz lo que vieres’? Entonces ve y diviértete con ellos.” Al ver la preocupación de Godou, el joven sonrió con franqueza.

“Bien, como sea.” Sintiendo esa enérgica atmósfera latina, Godou renunció en respuesta.

Tal vez fue porque se había acostumbrado a personajes ridículos como su abuelo y su madre, así como la influencia de sus amigos. Aunque Godou creía tener un carácter muy serio, notó que poseía una tolerancia bastante generosa encontrándose con personajes tan frívolos y extraños.

Si es así, solo haz lo que sugiere el joven y no pienses tanto las cosas, vayamos a divertirnos sin preocupaciones.

Vistiendo camisetas o chalecos, los muchachos italianos eran muy probablemente un grupo de trabajadores. En otras palabras, la mayoría de ellos poseía macizos brazos, cabezas y espaldas similares a la estatua de David. Por un instante, Godou se sintió intimidado, pero enseguida se acostumbró a ello.

Godou y el joven se unieron al equipo mismo, y comenzaron a jugar fútbol callejero. Incluso en el fútbol, nadie podía derrotar a ese joven.

Dribleando ágilmente con el balón a través de sus adversarios, asistiendo a sus compañeros de equipo cerca de la meta al pasar el balón a través de las más estrechas aberturas, y marcando goles espectaculares personalmente. Aunque él lo llamaba ‘mi primera vez’, solo ignoremos eso. De todos modos, ese era el tipo de rendimiento que dio.

Al final del juego, el joven llevó el balón pasando a cinco defensores y terminó el partido con un remate perfectamente curvo a la portería. Su figura era como la de un dios.

“¡Fantastico! ¡Fantastico! ¡Figlio Del Sole!”¹⁷ Un joven de lo más emotivo gritó.

Terminando el partido sin ningún remordimiento, el grupo rodeó al joven, animándolo con caras sonrientes y lágrimas emocionales. Prodigándolo con elogios de estilo latino como llamarlo un genio nacido del sol.

(NOTA: ¡Fantástico! ¡Fantástico! ¡Hijo del sol!)

Después de un tiempo, el cielo se oscureció poco a poco.

El sol lentamente le dio al puerto un tono naranja, y ambos se despidieron de los muchachos italianos. (Al final, ellos no mostraron signos de volver a trabajar, así que no tenía sentido preguntar.)

El joven intercambió miradas con Godou, y se sonrieron el uno al otro. “…A pesar de que fue un día extraño, fue muy divertido. ¿Qué tal tú?” “Yo también estoy feliz. Estos juegos no son malos de vez en cuando.”

Godou, que nunca se creyó del tipo sociable, se sorprendió al encontrarse a sí mismo siendo tan familiar con el joven en tan poco tiempo, sin saber siquiera su nombre.

Sin embargo, no era una sensación desagradable.

Se sentía como en los tiempos en que todavía estaba jugando béisbol y se llevaba bien con sus compañeros de equipo…

Ese era el tipo de sentimiento de amistad que recibió de este joven.

“Voy a viajar hacia el interior mañana. ¿Qué vas a hacer ahora? Si planeas quedarte aquí por un tiempo, reunámonos de nuevo cuando vuelva.”

“Sí, yo también tengo cosas que tengo que hacer…”

“¿No dijiste que perdiste tu memoria?, ¿qué piensas hacer? ¿Qué sucede?, sólo juega al fútbol con esa gente hace un momento. O tal vez incluso un apropiado partido de béisbol con nueve jugadores en cada equipo, aunque es necesario un espacio mucho más amplio que el de este muelle.”

“¿Oh? Tú has perdido el partido, ¿aún no has aprendido tu lección?” Los dos charlaron y rieron juntos.

La puesta de sol en una calle del puerto.

Un pequeño camino lateral al mar iluminado por una sombra brillante de color naranja.

Este día estaba a punto de terminar. Si fuera posible, Godou realmente quería pasar más tiempo con este joven. Pensando en ello, se volvió aún más locuaz.

Es por eso que no se percató de la sombra en la carretera. Esta sombra tenía la forma de una mujer joven y bella.

El momento en que Godou se fijó en ella fue después de que la conversación ya había comenzado.

“Disculpa, la persona que está caminando allí ― Siento mucho la repentina interrupción, pero tengo algo que preguntar.”

Esto fue dicho en italiano.

Por supuesto, Godou falló completamente en comprenderlo, pero en ese momento, su atención fue completamente atraída por la chica que apareció ante él.

Apenas poco más de 1.60 m, su altura no era especialmente alta para los estándares europeos. Sin embargo, hubo un cierto sentido de dignidad, ¿cómo explicarlo? Orgullosa como una reina, parada con una presencia tan imponente.

Su cabello largo y rubio revoloteaba contra la brisa del mar.

Vestida de rojo, bajo el resplandor de la puesta del sol anaranjada y en contraste con su pelo largo y rubio, la impresión de color rojo se intensificaba especialmente.

Rojo como una llama ardiente y su cabello del color del oro, era como la corona de un guerrero, posada majestuosamente sobre su cabeza.

Sin embargo, dejando todo esto de lado ― la característica más importante era la belleza de la chica, de la que Godou no podía apartar los ojos.

Con hermosos rasgos, como si fuera el resultado de la delicada artesanía, mejor proporcionada que cualquier muñeca, más vivaz que cualquier modelo o actriz, y completamente saturada con nobleza y autoconfianza, ese era un rostro que nunca se podría olvidar después de ver una vez.

“Por favor, díganme todo sobre el dios que ha aparecido en esta isla. Mi nombre es Erica Blandelli. Considérenlo como un regalo a cambio, ya que no hay necesidad de que ustedes dos me digan sus nombres.”

Después de unos días, finalmente le ocurrió a Godou.

Si él sabía que ella iba a decir algo tan arrogante, nunca se habría permitido sentirse atraído por ella.