Slayers (NL)

Volumen 3

Capítulo 4: Ciudad Fantasma- Todo Lo Que Queda Es El Viento

Parte 4

Entonces la espada de Zelgadiss destelló y el cuerpo del Sacerdote Rojo se arqueó. Mientras paraba la espada de Gourry, ejecutó una patada giratoria que golpeó la muñeca de Zelgadiss, golpeando la espada directamente de su mano.

Gourry aprovechó la oportunidad para hacer otro golpe pesado con su espada, pero el Sacerdote Rojo bloqueó con el bastón una vez más.

Zelgadiss, habiendo perdido su espada, también parecía haber perdido la cabeza, corriendo al Sacerdote Rojo mientras estaba armado con nada más que su fuerza.

En el momento en que sus cuerpos se encontraron, un destello de luz envió a Zelgadiss a volar.

“¡Ugh!” Un pequeño gemido se filtró de sus labios pedregosos. Sin embargo, Zelgadiss sonrió mientras trataba de ponerse de pie nuevamente. Su mano izquierda agarró una daga que había escondido en algún lugar. Había sangre en la hoja.

El Sacerdote Rojo dirigió una mirada de odio directamente hacia Zelgadiss. En ese momento, Gourry pateó directamente hacia la barbilla de Rezo. Saltó hacia el sacerdote caído sin dudar un momento. Los pies de Gourry cayeron sobre las manos de Rezo, con las piernas abiertas, la Espada de Luz colgando.

Copy Rezo luchó inútilmente para empujar a Gourry, pero la Espada de Luz lo derribó.

Parecía que la batalla se decidiría allí mismo … sin que llegara mi turno.

“¡Mátalo!” Ordenó Zelgadiss. Sin embargo, Gourry no se movió.

“Jura que cancelarás la recompensa y nunca volverás a perseguirnos”, exigió Gourry mientras se acercaba a Rezo.

“¡No! ¡¡Gourry !!” Gritó Zelgadiss.

“No me gusta pelear así”, dijo Gourry,

“Y no mato a los hombres si no tengo que hacerlo” “Tienes que hacerlo,” escupió Zel, disgustado.
“Lo soy”, dijo el Sacerdote Rojo, sonriendo, “¡Soy fuerte de lo que crees!”
Por un momento, creí escuchar un eco en su voz.

Gourry voló hacia atrás cuando sonó la voz. Se fue metros antes de aterrizar … no, cayendo. Rodó varias veces con el impacto, salpicando sangre roja en el suelo a su alrededor.

¿Que…?

La silueta roja se alzó lentamente.

“¡No!” Exclamó Zelgadiss involuntariamente.

“Esto es lo que Rezo el Sacerdote Rojo me hizo”, comenzó la copia.

Lantz gritó lo suficientemente fuerte como para sacudir el cielo. Sylphiel se quedó sin aliento.

Y luego lo vi, lo que Rezo le había hecho al rostro de su pobre creación.

Sus párpados se abrieron.

Los parpados… No … no del todo …

Las cavidades estaban forradas con pequeños crecimientos blancos, mientras que lo que parecían largos látigos escarlata brotaban de la oscuridad negra rojiza que había dentro. Con toda probabilidad, esto era lo que había rasgado en Gourry. Necesitaba un momento para absorber lo que estaba viendo.

No fueron los ojos los que se habían abierto, de verdad. Donde deberían haber estado los ojos, había dos bocas alineadas con colmillos pequeños y blancos … y estaban sonriendo.

¿Qué te hizo?

La capucha que se había puesto profundamente en su rostro ahora estaba levantada, y un gran ojo azul que se abría verticalmente nos miraba desde la frente de la criatura.

“Rezo el sacerdote rojo y la hechicera Vrumugun me hicieron esto”, dijo una boca.

“Fusionaron mi cuerpo con el de un Mazoku”, dijo el siguiente.

“Fue ese acto el que despertó mi orgullo, mi voluntad, mi odio. Hay una cierta ironía en eso, ¿no es así? “Las tres bocas de la criatura conversaban entre sí.

“Me pregunto si este orgullo es mío”, continuó la primera boca.

“Tal vez sea el orgullo del Mazoku”, ofreció el segundo.

“Incluso yo no sé”, dijo el tercero.

El ciego sacerdote rojo, celoso de su propia sangre, fusionó la imitación con un Mazoku. Por venganza … y probablemente por diversión también.

Entonces comprendí cómo la criatura era capaz de comandar hechizos de tan inmenso poder. Todas eran técnicas que estaban dentro de la enorme capacidad mágica de un Mazoku.

Sylphiel dijo que Flagoon había estado creciendo más rápidamente desde la llegada de la criatura. Tenía sentido si lo pensabas. La naturaleza misma de un Mazoku es el odio extremo. No es sorprendente que el aura maligna nacida de esa naturaleza estimule ese crecimiento.

Pero, en ese caso … Me moví a su lado. “Sylphiel,” susurré.
“Los vengaremos, tu ciudad y tu padre … lo prometo”

* * *

“Bien…Es hora de que la estrella suba al escenario”. Avancé lentamente.

“Lantz, cuida de Gourry”, le dije, tomando prestada la espada bendecida de él mientras hablaba. “Sus heridas no son potencialmente mortales, pero necesitará una mano”.

La hoja plateada tenía varias grietas finas que la atravesaban, un resultado directo de su sintonía con el recién dañado Flagoon.

Eché un vistazo al Santo Árbol.

Espera, Gourry. Todo esto terminará pronto.

“¿Un concurso de magia esta vez?” La criatura se rio.

“Poseo la capacidad y las capacidades de un Mazoku en recompensa por este cuerpo asqueroso. Te doy una advertencia justa…Perderás”

“No lo sabremos a menos que lo intentemos,
¿verdad? Vamos a darle una oportunidad, Zelgadiss”

“Correcto”, respondió Zel, tirando a un lado su daga.

Ninguna daga sería suficiente contra una criatura que era mitad Mazoku.
“¡Lina!” Gourry me llamó.

“¿No vas a necesitar esto?” Preguntó, ofreciéndome la Espada de Luz.

“Dáselo a Zel”, dije, levantando la Bless Blade ante mí.

“Usaré esto”

“Lo tengo”. Gourry sonrió y lanzó la Espada de Luz a Zelgadiss.

“¿Has terminado tus preparativos?” Preguntó la criatura.

Zel y yo asentimos.

“!” Las tres bocas de Rezo recitaban hechizos separados simultáneamente.

La capacidad de un Mazoku y el hechizo …

Nosotros saltamos. El plasma azul se precipitó a lo largo de la superficie de la tierra. Habríamos caído presa de ello si no hubiéramos saltado. Terminé mi hechizo en el momento en que tocamos tierra.

“¡Goz Vu Rou!”

Una sombra negra avanzaba por el suelo hacia la criatura. Sufriría daño directamente desde el lado astral si lo alcanzara.

Podemos ganar esto …

“¡Eso es inútil!” Dijo la criatura mientras levantaba su bastón, preparándose para romper la sombra como lo había hecho antes.

No tan rápido, loco …

*¡CHASQUIDO!*

Creé una gran ola mientras chasqueaba mis dedos. La sombra cambió de rumbo en consecuencia. La criatura entendió a Goz Vu Rou como un hechizo direccional, y normalmente lo sería, pero era posible una modificación menor.

“¡¿Qué ?!” La criatura saltó hacia atrás. La sombra perseguida obstinadamente.

“¡… !”

Trazó un arco sobre el suelo con la punta de su bastón mientras lanzaba su hechizo.

¡Phzzt! La sombra se limpió cuidadosamente al entrar en contacto con el círculo.

Zelgadiss aprovechó la oportunidad y se lanzó hacia el flanco de la criatura. La criatura se retiró, impasible, mientras la Espada de Luz destellaba.

Zel cargó de nuevo a la criatura. Una nueva hoja de luz brotó de la empuñadura en su mano. Tenía la intención de atacar con la espada mientras el bastón de la criatura todavía se estaba recuperando del primer ataque.

¡La criatura, sin embargo, golpeó la espada mágica con su mano desnuda, balanceando su bastón a Zel!

*¡Sonido metálico! * Zelgadiss fue golpeado de lleno y voló hacia atrás.

Di vueltas alrededor de él, mi hechizo casi completo. Sintiendo esto, la criatura apresuradamente cantó un contador … pero yo era más rápido.

“¡Dynast Brass!”

Una lluvia de rayos cayo alrededor de la criatura en forma de pentagrama. Apenas se formó, los rayos de fuego empezaron a cerrarse y lo asaltaron por todos lados.

La criatura levantó su bastón mientras completaba su hechizo. Pero entonces…

*¡Crack!* Su bastón ruidosamente se desintegró.

Probablemente, entre mi hechizo de ataque y la energía defensiva de la criatura, simplemente no podía soportar la tensión.

¡El rayo golpeó a la criatura de lleno! “¡Gaaaaaah!”, Gritaron las tres bocas a la vez.
El símbolo del pentagrama explotó. Él había contrarrestado mi hechizo con la fuerza de su poder mental en bruto solo.

“No está mal”, dijo la criatura, dándome mi merecido.

Zel, ahora recuperado, se lanzó para otro ataque, extrañando a la criatura, pero obligándolo a retroceder más hacia Flagoon. Allí, la criatura comenzó a recitar de nuevo.

Como no teníamos ni idea de qué hechizo se avecinaba, nuestra única opción era salir de su camino. Pero como no sabíamos si sería un hechizo de superficie o un ataque aéreo, ¿cómo podríamos evadirlo?

Maldita sea.

Me quedé fija en el suelo, mi estómago en nudos. No tenía sentido tratar de leer a la criatura sin entender lo que lo hacía funcionar. Tuve que confiar en mi instinto.

” !” La criatura abrió sus brazos cuando completó su hechizo.