Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 7

Capitulo 2: Dos En Uno

Parte 4

Había muchos objetos misceláneos alrededor de la cabina, por lo que probablemente había una piedra de moler por todas partes… mientras pensaba en eso, un grito salió de detrás de la cabina:

“¡Hay un lobo!”

La niña inmediatamente salió corriendo de la cabina cuando escuchó eso, con el hacha agarrada firmemente en su mano derecha. Por lo tensa que era la voz, claramente no era una broma.

Rápidamente dio la vuelta a la parte trasera de la cabaña y encontró a Ikta con la cara rígida frente a un lobo gruñendo. La niña jadeó. La pata trasera del lobo se abultaba mientras se preparaba para saltar.

“¡Ji!”

Yatori tomó la decisión de una fracción de segundo de lanzar el hacha en su mano. Su ataque sorpresa hizo que el lobo retrocediera en pánico, e Ikta escapó mientras el lobo estaba distraído. Los dos volvieron corriendo a la parte delantera de la cabaña a toda velocidad y se deslizaron por la puerta abierta.

“¡Hahh! ¡Hahh…! T-Eso da miedo.”

Ikta cerró la puerta e intentó estabilizar su respiración irregular. Yatori corrió hacia la ventana a la parrilla y observó el exterior de la cabaña con cautela.

“No sabía que había lobos por aquí.”

“Yo tampoco. Este lugar está a solo medio día de viaje desde la base a pie.”

Dijo el niño mientras miraba por la ventana. En ese momento, la cara de Yatori se volvió sombría mientras mantenía los ojos bien abiertos:

“… ¿Es eso así? Nuestro oponente no es un lobo solitario.”

Cuando escuchó su siniestra redacción, Ikta se levantó y miró por la ventana. Jadeó… había un segundo, tercer y cuarto lobo. Solo por lo que podía ver, había cuatro lobos dando vueltas afuera.

“Parece que estamos en un apuro.”

El chico murmuró con la comisura de sus labios. La chica a su lado frunció los labios.

Un poco más de dos horas después, los lobos que los rodeaban no mostraban signos de irse.

“No parece que se den por vencidos fácilmente.”

Yatori murmuró mientras estaba parada al lado de la ventana. En esta situación peligrosa, llevaba ambas cuchillas en la cintura. Aunque estaba lista para la batalla, Ikta era reacio a aceptar esto:

“… Qué extraño los lobos no son criaturas que atacarán activamente a los humanos. Básicamente se mantendrán alejados de lugares con presencia humana, y los casos ocasionales de ataques de lobos solo ocurren porque los humanos invadieron su territorio…”

“Todos los lobos se ven muy delgados. Debido a la reciente sequía, tuvieron tanta hambre que están buscando comida en las aldeas cercanas… Creo que eso es lo que está sucediendo.”

Yatori dedujo de la información que tenía a mano, y se volvió hacia el niño:

“De todos modos, dado que se niegan a irse, tenemos que pensar en una estrategia de contraataque. Esta cabaña no es en absoluto resistente, y los lobos podrían atravesar las partes más frágiles. E incluso si continuamos defendiendo obstinadamente…”

“… Sí, lo sé. Bajin-nii y los demás que regresarán a la cabaña mañana estarán en peligro.”

Ikta dijo, reconociendo que esta era la crisis más grave que había experimentado. Yatori también asintió rígidamente:

Hay cinco en el grupo de Bajin-nii, y hasta ahora hemos visto seis lobos. Los lobos tienen la ventaja en números. Si nos quedamos quietos hasta mañana, los lobos podrían atacar a los humanos que acaban de aparecer.

“Escuché que los lobos acecharán a la misma presa durante varios días. Creo que deberíamos abandonar la suposición optimista de que se irán mañana.”

El aire alrededor de la niña se volvió agudo. Ikta la miró y preguntó solemnemente:

“Yatori, solo para confirmar, ¿tienes alguna experiencia peleando con lobos?”

“No. Mi padre contrató a muchos artistas marciales en mi casa, pero eso no incluía animales. Estoy seguro de tratar con uno, pero hay al menos seis aquí… Además de eso…”

Ella volvió su mirada por la ventana y continuó:

“Uno de los lobos es de un tamaño más grande, y probablemente es el líder de la manada y parecía formidable. Tenía el aura de un guerrero experimentado, y probablemente sea realmente difícil.”

Analizó las fuerzas enemigas con los ojos de un soldado, mientras que Ikta solo sonrió:

“… Me siento aliviado. Tenía miedo de que dijeras seriamente que saldrías y los masacrarías a todos.”

“No estoy tan segura de mi destreza, lo siento por traicionar tus expectativas.”

“¿No te dije que estoy aliviado? Esto significa que yo también puedo jugar un papel.” El niño dijo alegremente y examinó la habitación desordenada de nuevo:

“Nuestras armas… primero son tus espadas y una ballesta en la cabina, es de uso no militar, y no tiene un accesorio de lanza y 17 pernos de ballesta. Hay tablones para reparar la cabina y necesidades diarias que pueden resultar útiles.”

Ikta tomó los materiales a mano y sus números, y le dijo a la chica de pelo bermellón en términos simples lo que él piensa que los artículos pueden o no pueden hacer.

“La misión es “Derribar a los lobos que rodean la cabaña”, que completaremos los dos. Retrocediendo el tiempo necesario para un viaje de ida y vuelta desde aquí a la base, el límite de tiempo es a las 9 am de mañana. ¿Algo parece fuera de lugar?”

Yatori se sorprendió de que el chico propusiera activamente este plan, pero no dudó y sacudió la cabeza.

“──No. Elaboremos los planes de batalla.”

Atormentados por su hambre, las bestias rodearon la cabaña.

Había un aire tenso alrededor de la manada de lobos. Fue imprudente que permanecieran demasiado tiempo en territorio humano. Además de los jóvenes lobos que no conocían ningún miedo, el líder de la manada entendía muy bien la amenaza de los humanos… sabía lo peligroso que podía ser este astuto oponente que no tenía colmillos ni garras.

Su hermano mayor fue asesinado por un trozo de plomo que salió disparado de un tubo de acero, y su madre y otro hermano murieron después de comer cebo envenenado.

Recordó los recuerdos que le pusieron los pelos de punta y comprendió que esta sabiduría era la razón por la que podía sobrevivir durante tanto tiempo. No pongas tus manos sobre los humanos y las criaturas criadas en sus territorios, o enfrentarás terribles consecuencias, esa era la regla que exigía estrictamente a su manada.

Sin embargo, no importa cuán temibles sean sus enemigos, no había elección cuando la comida escaseaba.

La larga sequía resultó en una fuerte caída en el número de herbívoros en esta área. Las plantas se habían marchitado, y los animales que se alimentan de ellas también morirían de hambre. Los lobos que estaban en la parte superior de esta cadena alimentaria no pudieron escapar de este efecto. Su última comida fue una liebre que atraparon hace cinco días.

Tenían que pensar en algo. La condición mínima para ser un líder era no dejar morir de hambre a su manada.

Incluso estaban listos para un conflicto contra los otros paquetes, y salieron de su amplio territorio. Cuando esto no arrojó ningún resultado satisfactorio, rompieron su tabú y se dirigieron a las aldeas cercanas. Fue entonces cuando el lobo principal se encontró con el cachorro humano.

El lobo no acabó con la presa y los dejó escapar a la cabaña, pero eso no se pudo evitar. Los lobos fueron cautelosos en una cacería, y la norma era que la manada cazara una presa. Lo que querían era los resultados de la manada trabajando juntos, no la valentía temeraria de enfrentar solo a un oponente.

El líder apretó los dientes mientras pensaba: ¿cómo deberían perseguir a la presa para que no se escondiera?

Dos cachorros humanos eran sus oponentes. Por el sonido proveniente de la cabaña, no había humanos mayores adentro. Pero después de ese primer encuentro, la presa se había vuelto cautelosa con ellos.

No creía que continuar el cerco produciría ningún resultado. Con esa conclusión, aulló para advertir a sus compañeros de manada que no perdieran la cabeza, y que todos los lobos, incluido él mismo, se alejaran de la vecindad de la cabaña. No importa qué tipo de ataque se usara, el primer paso era esperar a que los enemigos bajaran la guardia.

La noche caería pronto. Las bestias se escondieron en las sombras de las rocas y árboles para observar la cabaña, que de repente se iluminó. El líder sabía que esa era la luz de la pequeña criatura que convive con los humanos.

Los humanos tenían peor visión nocturna que ellos. En lugar de eso, esas pequeñas criaturas proporcionan luz a los humanos. A veces también producen fuego aterrador. Si quería atacar al abrigo de la noche, debía tener eso en cuenta.

En este momento, un destello de luz blanca de la cabina llamó la atención del cauteloso líder.

“¡……!”

El líder usó sus ojos agudos para contener a sus excitados compañeros de manada que casi se pusieron de pie y permanecieron quietos. La presa podría haber mostrado una apertura, pero ser demasiado apresurado lo estropearía todo.

Incluso si la puerta estaba abierta, eso era solo el comienzo del problema. ¿Estaba saliendo la presa? Podrían hacerlo cuando nos vean renunciar y partir. En ese caso, solo necesitan atacar juntos cuando los humanos salen de la cabina.

O simplemente estaban revisando la situación desde el hueco de la puerta. Como la ventana era pequeña, los humanos dentro tendrían una vista limitada del exterior. Tal vez pensaron que no era completamente seguro y abrieron la puerta un poco para echar un vistazo.

En cualquier caso, la presa todavía estaba muy vigilada. No era hora de mostrar sus cartas, ya que estaba a punto de decidir, la luz ante él se volvió intensa de repente.

“¿……?”

Subvirtiendo la predicción del líder, la puerta de la cabina se abrió por completo y no mostró signos de cerrarse nuevamente. Hubo una ola de conmoción por parte de sus compañeros de manada, mientras miraban al líder… ¿no es esta una gran oportunidad?”

En contraste con sus excitados compañeros de manada, los líderes se sintieron dudosos sobre la situación sospechosa. Esto parecía una trampa para atraerlos. Sin embargo, era difícil dejar que sus compañeros de manada más jóvenes entendieran sus preocupaciones. Su cónyuge y él fueron los únicos en la manada que experimentaron cuán astutos eran los humanos.

La paciencia de sus compañeros de manada estaba casi al límite. Este largo período de hambre estaba agotando su cordura.

Sería casi imposible exigirles a sus compañeros de manada que mantengan la calma y dejar pasar esta oportunidad… el líder de la manada llegó a esta conclusión y decidió correr el riesgo.

***

“La presencia de los lobos se está acercando.”

En la cabaña tensa que estaba lista para la batalla, Yatori, de espaldas a la pared en el lado izquierdo de la puerta, advirtió en voz baja. Ikta que estaba en cuclillas a la derecha asintió nerviosamente.

“¡Se están acelerando! ──¡Están aquí!”

El lobo enfrente entró en la cabaña y mantuvo su impulso, pero fue bloqueado por la barrera apilada dentro de la puerta. Se detuvo ante la barrera, matando su inercia.

“¡Ji!”

En ese instante, Ikta tiró de las cuerdas en el momento correcto. La trampa improvisada se activó, apretando la soga en las patas traseras del lobo y suspendiéndola en el aire.

“¡Dispara a los más cercanos, Yatori! “¡Roger!”

Yatori disparó sin piedad con su ballesta a los lobos que atacaban para rescatar a su compañera de manada. Los aullidos dolorosos resonaron en la oscuridad, y después de que dos lobos fueron disparados, la manada dejó de acercarse desde el frente. Al ver que la primera ola había terminado, la niña de pelo bermellón informó los resultados:

“¡Dos lobos fueron fusilados! ¡Pero son heridas no fatales!”

“¿Qué pasa con el líder? ¿Puedes ver desde allí?”

“Vi tres lobos, pero no el líder…”

El informe de Yatori fue interrumpido por un crujido violento en la parte trasera de la cabaña. Los dos miraron hacia atrás con caras pálidas:

“¡Están embistiendo la pared allí para entrar!”

“¿Fue ese asalto frontal solo una distracción?”

Ikta dejó su puesto por el momento y corrió hacia la pared trasera que estaba bajo ataque. Yatori estaba a punto de seguirla cuando sintió una presencia y miró hacia la pared.

“──”

Miró hacia la oscuridad con la técnica de visión nocturna que le enseñó su padre. Y bajo la pálida luz de la luna, vio un lobo que era un tamaño más grande que el resto cargando desde unos diez metros de distancia. Era el líder de la manada grande.

“¿──? ¡El ataque principal está por aquí──!”

El líder corrió hacia la puerta, pisó a sus compañeros y saltó. Yatori juzgó justo antes de saltar que eliminaría los obstáculos, y cerró la puerta de un puntapié. Esa fue una decisión instantánea inteligente, que apenas detuvo la invasión del líder.

“Eso estuvo cerca…! Ikta, ¿cómo está la pared por allí?”

“¡Son solo medidas improvisadas, pero estoy reparando el muro! ¡Esta cabaña es más

frágil de lo que esperaba!”

El niño gritó mientras balanceaba su martillo. Yatori volvió sus ojos al frente y escuchó fuertes pasos al otro lado de la puerta cerrada. El lobo que estaba suspendido se había liberado de sus límites. La trampa de la cuerda se desarmó cuando ella pateó la puerta, por lo que no se pudo evitar.

Un momento después, hubo un aullido desde afuera. La presión del cerco de las bestias se relajó después de eso.

“Su presencia se está alejando… Parecían haber hecho un retiro temporal.”

Yatori se asomó por la ventana. Después de enterarse de que habían superado la primera prueba, los dos exhalaron de alivio. Fueron solo unos minutos, pero la pelea fue más intensa de lo que imaginaban.

***

Era una trampa. Mirando a los dos compañeros de mana que fueron fusilados, el líder apretó los dientes.

Lanzó el asalto sabiendo el riesgo, por lo que se había preparado para una represalia. Sin embargo, los métodos de su oponente estaban más entrelazados de lo esperado. Construyendo un muro dentro de la puerta, colocando una trampa para atrapar a un lobo y disparando a los compañeros de manada que lo rescatan. Pensar de nuevo en la cadena de eventos le hizo reconocer nuevamente cuán astutos eran los humanos.

Pero también había lagunas, pensó. La presa estaba distraída por el sonido en la pared opuesta, y estaba a solo un paso de cargar. Justo antes de comenzar a cargar, los dos humanos adentro no se dieron cuenta de su intención.

Pero durante la carrera hasta el salto, el humano pelirrojo reaccionó a tiempo y pateó la puerta para cerrarla sin vacilar cuando vio a través de su intención. Nunca pensó que los humanos pudieran moverse tan rápido como el viento. El pensamiento de los humanos eran criaturas que compensaban su torpeza al ser astutos.

La presa fue más dura de lo que esperaba, no tuvo más remedio que reconocer este hecho. Y con eso, tuvo que tomar una decisión dura. ¿Deberían renunciar a su objetivo y buscar otra presa?

El compañero de manada que resultó levemente herido sacó el tornillo de su espalda, pero otro tornillo estaba incrustado profundamente en el otro lobo, que podría estar atrapado allí para siempre. Al igual que lo que le pasó a su hermano mayor. Pero incluso entonces, sucumbiría a su lesión si la herida llegara a sus intestinos.

Incluso si cuidaran a la presa, podría haber más sacrificios. ¿Sería más prudente rendirse y buscar otras presas? A medida que los pensamientos del líder tienden hacia la seguridad…

── Guau.

Una débil corteza llegó a sus oídos. Se dio la vuelta, como si estuviera empapado por agua fría.

Un lobo que era dos tamaños más pequeños que los otros lobos estaba junto con otro lobo delgado. Eran tan delgados que sus costillas se veían.

Eran su cónyuge e hijo que acababan de detener la fase de lactancia. En este momento, su familia que era su prioridad estaba muriendo de hambre… como un lobo macho, la idea de eso lo llenó de un dolor abrasador.

Su hijo tropezó con zancadas débiles y se frotó la nariz contra la pata delantera de su padre. El líder se lamió la cara suavemente y refutó la decisión que tomó antes.

En este paquete, este era el único cachorro que heredó su línea de sangre. Los otros cachorros murieron antes de madurar o se fueron para liderar su propia manada. Su esposo era viejo, y este definitivamente era su último hijo.

Tenía que dejar que este cachorro sobreviviera, o de lo contrario su línea de sangre se extinguirá en este paquete, y el próximo líder no sería descendiente de él y su esposa. El líder no podía aceptar este resultado, eso sería refutar el trabajo de su vida.

Sintió una mirada y se volvió hacia su esposa. Él vio en sus ojos que ella sentía lo mismo.

La voluntad de los dos lobos se extendió a toda la manada, y decidieron su propio destino.

***

“¿Crees que los lobos se han rendido?”

Ikta balanceó su martillo para hacer reparaciones de emergencia a la barrera dañada, y le preguntó a la persona a su lado:

“De esa pelea, el oponente debe darse cuenta de que estamos preparados, y tendrá que pagar si intentan atacar nuevamente. Lo que suceda después… dependerá de lo hambrientos que estén los lobos y su personalidad.”

Yatori respondió mientras ayudaba con las reparaciones. El chico gruñó y clavó un clavo.

“’Espero que hagas un juicio sabio’, ¿eh? El líder de la manada parece muy

inteligente.”

“Eso es exactamente por qué no podemos ser descuidados. Si se niegan a rendirse, quién sabe qué harán a continuación.”

Cuando la niña dijo estas palabras de precaución, sus estómagos gruñeron ruidosamente en la habitación estrecha.

“… Así es, no he comido nada desde el mediodía.”

“Comamos entonces, no tenemos que morir de hambre junto con ellos.”

Asintieron el uno al otro y sacaron provisiones de sus bolsos. Ikta mordió una envoltura picante de carne a la parrilla y habló como si de repente recordara algo:

“… Hay provisiones en esta cabaña, así que tenemos mucha comida.”

“¿Estás pensando en usarlo para la próxima trampa?”

“Eso también funcionara… Pero me sentí un poco incómodo. Incluso después de

excluir nuestras porciones, hay suficientes alimentos para alimentar a los lobos.” El niño miró la comida dispuesta a sus pies. Yatori sacudió la cabeza sin dudar:

“… Incluso si lo compartimos con ellos, se volverían arrogantes y pensarían que hay otra comida aparte de nosotros dentro de la cabaña.”

“Si lo sé. Pero si podemos comunicarnos con nuestros oponentes, podemos evitar el derramamiento de sangre y llegar a un compromiso.”

“Siento lo mismo, pero es imposible comunicarme con las bestias salvajes. Además, incluso para los humanos que hablan el mismo idioma, también será difícil. Si atacan con pistolas de viento o fuego, no podemos defender la cabaña tan fácilmente y tenemos que prepararnos para lanzar un ataque.”

La chica de pelo bermellón que estaba completamente tranquila declaró la realidad de la situación. Ikta asintió de acuerdo:

“Eso es cierto… Al final, inteligente o no, todos los animales hambrientos actuarán de la misma manera.”

“Incluso en una guerra entre humanos, solo hablarán cuando ambas partes hayan agotado sus municiones. Mi padre siempre dice que este orden nunca se puede revertir.”

Aceptando su opinión con un corazón sombrío, el niño levanta la cabeza y mira por la ventana:

“Entonces esta batalla continuará hasta que rompamos los colmillos de los lobos, ¿ verdad?”

“El otro final será cuando hayamos agotado toda nuestra energía.”

Yatori respondió directamente. Cuando escuchó eso, Ikta dio un gran mordisco a la comida en su mano, masticó la carne y los envoltorios, y tragó. Su garganta hizo un trago muy fuerte.

“Ese es el único final que quiero evitar── no se puede evitar, rompamos sus colmillos.”

Cuando los cielos del este comenzaron a ponerse blancos un poco después de las 5 am, las bestias vieron que la luz de la cabina se apagaba y la puerta principal se abrió con un crujido.

Después de intercambiar miradas con sus compañeros de manada, el líder acostado boca arriba se puso de pie. Ninguno de sus compañeros de carga cobraría imprudentemente ahora. Con la lección del fracaso anterior en mente, la manada dejó a un cachorro joven y se acercó a la cabaña con cautela.

Como la pequeña criatura había dejado de emitir luz, no había forma de ver el interior de la cabina a través de las ventanas. Incluso si miraban por la puerta, no había nada más que oscuridad total. La manada de lobos se acercó tanto como fue posible mientras se mantenían ocultos, pero no podía escuchar nada.

Y, por supuesto, no creían que los dos humanos se hubieran quedado dormidos. A medida que se avecinaba el silencio y la oscuridad, el olor del peligro se hizo más espeso. A pesar de sentir su cabello erizado, el líder tomó la decisión de apretar el cerco con su mochila.

Dejaron a dos lobos en la entrada, enviaron a otros dos a la parte trasera de la cabaña, mientras que el líder y su cónyuge se quedaron en un lugar que podía ver a ambos lados. Difundir sus fuerzas fue similar a la última vez, y el éxito de este método en las cacerías anteriores fue la razón de su confianza.

Ganarán si un lobo se infiltra en la cabina. El líder estaba seguro de eso, según su experiencia, las herramientas del ser humano, las flechas y el tubo de acero eran una amenaza desde la distancia, y no lo eran cuando se usaban dentro del alcance de ataque de sus colmillos. Si se aplastan el tobillo y arrastran al humano hacia abajo, podrían morder sus tiernos cuellos. Además, la presa esta vez eran cachorros humanos.

Tal vez las presas asustadas planearon escapar cuando los lobos entraron, pero eso también estaba bien. Las llanuras abiertas eran su territorio, y cuidar a dos humanos lentos en un lugar sin cobertura no llevaría mucho tiempo.

Cuando el líder imaginó su camino hacia la victoria, en el siguiente instante, vio un rayo golpear la frente de un compañero de manada.

“¡──!”

La primera víctima fue uno de los dos lobos que fueron a la parte trasera de la cabaña. Sus extremidades perdieron la fuerza para sostenerse, y su delgado cuerpo cayó tambaleándose al suelo.

Cuando vio que un compañero de la manada respiraba por última vez, incluso el hambre extrema desapareció de la mente del líder. Aulló desde el fondo de sus pulmones; la batalla final entre el hombre y la bestia estalló en este momento.