Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 6

Capitulo 1: Erupción

Parte 2

La compañía de la cuarta iluminación es mi tesoro irremplazable. Una unidad que entiende la forma en que pienso y puede ejecutar mis intenciones sin problemas no se puede alimentar en un corto período de tiempo.

“……”

“Y como mi adjunto, Suya, eres aún más especial. Ya eres capaz de tomar el mando en mi lugar al frente sin dejar que las tropas se confundan. Puedes dirigir la compañía en la que más confío sin ninguna caída en su potencial de combate.”

“Demasiado descuidado. Parece que has estado pensando en ti mismo.”

Suya replicó fríamente, e Ikta se calló con una sonrisa incómoda. Su expresión seca la molestó aún más, y ella levantó la voz emocionalmente:

“¿De qué sirve quedarse callado ahora? Si quieres arrastrarnos, ¡entonces convéncenos con la lógica adecuada! ¡Como decir que nuestro país enfrenta una grave crisis, o esta es la obligación de un soldado…!”

En respuesta al argumento agudo de Suya, Ikta sacudió la cabeza con la sonrisa incómoda en su rostro:

“Es cierto que se trata de una crisis nacional, pero estará bien si lo dejamos así. Porque las cosas no comenzaron a ir cuesta abajo ahora. Desde hace mucho tiempo, el Imperio había estado en un declive constante.

“¡……!”

“En cuanto a la obligación de un soldado, esa es una pregunta difícil. Proteger la vida y las propiedades de los ciudadanos y defender la paz. El mariscal de campo Igsem y el general Remeon están de acuerdo con esto. Su lealtad al Imperio es tan profunda que será una tontería compararme con ellos. Pero todavía se organizó un golpe de estado, lo cual es un dolor.

El joven dijo con un suspiro y se encogió de hombros:

“Para el choque entre esos dos, no tengo las agallas para lanzar mi nombre al ring como patriota, eso está demasiado fuera de lugar para mí. Dejando a un lado el problema nacional, tengo una razón más personal para interferir con este golpe.”

“… ¿Y eso es?”

“No quiero perder a Yatori.”

Ikta respondió sin ninguna pausa. Cuando lo escuchó decir ese nombre sin dudarlo, Suya sintió un destello de dolor en el pecho.

“En esta guerra, se le pedirá que juegue el papel de Igsem más estrictamente que antes. Si cruza la línea, no podrá volver a su antiguo estilo de vida, sin importar cuál sea el resultado del golpe de estado, ¿entiendes?”

Suya quedó estupefacta cuando le preguntaron eso. Ella misma lo había presenciado durante los disturbios en los territorios del norte. El ardiente peso sobre sus hombros que se había acumulado a lo largo de los años. Fue una carga pesada que el descendiente de un Igsem tuvo que soportar.

“Por eso quiero terminar la pelea antes de que las cosas lleguen tan lejos. Entonces ella puede matar a menos de nuestros camaradas, y podemos reñir y reír como en los viejos tiempos cuando nos encontramos de nuevo… Necesito tu ayuda para hacer esto. Por favor, ayúdame, Suya.”

Después de decir eso, Ikta dejó de intentar convencerla. No mordió sus palabras ni usó una gran ideología como excusas, y simplemente compartió lo que realmente piensa. Le dejó a la otra parte decidir si quieren escupir o pisotearlo. Esta era la forma en que el joven de cabello oscuro mostraba su sinceridad.

Un silencio tan cruel como el plomo fundido cayó sobre ellos. Suya fulminó con la mirada al joven con ojos furiosos, y tomó su decisión: si él apartaba la mirada, ella masticaría su garganta.

La rabia asesina en su pecho fue más fuerte que cuando conoció la relación de Ikta con su madre. Fue su culpa por ir por la borda y mencionar descaradamente el nombre de Yatorishino Igsem, y usar eso como la razón para que la mujer antes que ella… Suya Mittokarifu arriesgara su vida. Si ese chico no se dio cuenta del crimen que acababa de cometer, y solo se encogió por temor a represalias, entonces debería arder en el infierno.

Pero lo más irritante fue que el joven no desvió la mirada. No evadió la advertencia dirigida a él, y soportó esa tortura… así que lo sabía muy claramente, y aun así decidió ponerse de pie ante ella. El silencio tenso significaba que tenía la voluntad de no usar sofismas para alejar la responsabilidad.

Suya entendió que estaba esperando que se dictara un juicio sobre él por decir todo esto.

“…… Suspiro.”

Ella relajó sus labios apretados, y las emociones que estaban a punto de estallar fueron expulsadas con un suspiro de resignación. Este fue probablemente el suspiro más profundo de su vida.

“… Solo te importa tu propia conveniencia. ¿Qué pasó con la crisis nacional?”

“Si no prestara atención, podría olvidarme de eso.”

“Sí, sí, lo sabía. ¡Ah, realmente ahora! ¡Realmente, realmente, no puedo dejarte solo! ¡ Eso significa que tengo que recordar en tu lugar!”

Suya gimió y estampó sus pies.

“¡No lo malentiendan! ¡Solo estoy preocupado por dejarte esto y ayudarte a regañadientes! ¡También espero que el primer teniente Yatorishino vuelva a nosotros también!”

Estaba poniendo desesperadamente un frente. El joven de cabello oscuro asintió y sonrió:

“Gracias, Suya. Estoy muy contento de que seas mi adjunto.”

“¡Gracias después de que todo esté resuelto! No hay tiempo, entonces, ¿qué debo hacer?”

Después de recibir sus órdenes, Suya se volvió para ocultar sus ojos llorosos y escapó de su oficial superior. Ikta la observó irse y caminó hacia la princesa Chamille, que la observaba desde cierta distancia.

“… Serás apuñalado algún día.”

“¿Qué estás diciendo de repente?”

La princesa no habló más y se quedó al lado del joven. Ikta se volvió hacia la entrada de la gran tienda para evitar la implicación detrás de su silencio:

“Espero que todo vaya bien para todos. Dependiendo de las personalidades de los oficiales y los sargentos a su cargo, no sería una sorpresa si tenemos una gran cantidad de detractores. Será demasiado ingenuo pensar que todos serán tan solidarios como Suya.”

“… Eso es correcto, pero no estoy demasiado preocupado. El número también es pequeño para la unidad anterior. La confianza que has creado con ellos a través de la batalla en vivo también es muy importante para ellos.”

“Yo también lo espero. Después de perder el respaldo de una orden oficial desde la cima, solo nos queda la confianza de los soldados. Si esa confianza no es lo suficientemente fuerte, no podemos quejarnos si nos disparan por la espalda.”

Él fue quien dijo eso, pero aun así Ikta sintió un escalofrío detrás de él… en este momento, un oficial de mediana edad se acercó a grandes zancadas, como si estuviera rompiendo la pesada atmósfera entre los dos.

“Comandante del regimiento, ¡tengo varios asuntos que consultar con usted!”

El mayor general Saba detuvo su supervisión de las tropas por un momento y le gritó a Ikta. Su voz alta y viva era completamente diferente de cómo era antes.

“Por favor dígame;” El joven respondió asintiendo, y el Mayor General habló nuevamente:

“Primero es el equipo de escolta de la Tercera Princesa. Están clamando por la princesa, ¿qué debemos hacer?”

“Puedo empatizar con ellos, pero no podemos acceder a su demanda. Como escoltas reales, todos son de la facción Igsem, y nunca estarán de acuerdo con nuestras acciones. Continúa manteniéndolos alejados de la princesa.”

“Eso es demasiado indulgente.”

“Estoy haciendo esto con el futuro en mente. Si los matamos en el calor del momento, eso significa que hemos abandonado la posibilidad de negociar con la facción Igsem.

Tratarlos con respeto es la mejor manera.”

“Incluso si lo hacemos, no creo que Field Marshal Igsem acepte más nuestras acciones. Déjame confirmar de nuevo, ¿está realmente bien? Mantenerlos a salvo podría dar una ventaja a las fuerzas enemigas en su lugar.”

Las palabras del mayor general fueron interrumpidas. La palma de Ikta se alzó hasta la nariz del mayor general, que era una cabeza más alta que él.

“…… Mayor general, tenga en cuenta sus palabras. Aparte del ejército de Kioka en las minas de mineral, no tenemos ningún otro “enemigo” en este momento. Nuestro objetivo es mediar el final del golpe pacíficamente, no derrocar el establecimiento o usurpar el control de los militares. No tenemos enemigos que tenemos que derrotar en el Imperio.”

El joven dijo en un tono firme. Cuando escuchó eso, el mayor general Saba asintió con la cabeza:

“Disculpe, comandante del regimiento. Tendré cuidado la próxima vez.”

Ikta se encogió de hombros ante esta interacción que tenía un profundo significado…no podía quejarse de ser examinado, dada la posición en la que se encontraba.

La realidad era que, con el poderío militar del Regimiento del Sol Naciente y la autoridad de la Tercera Princesa, tenía muchas posibilidades de usurpar el país. Solo tenían una garantía verbal de que Ikta no actuaría en esas ambiciones miopes. E incluso si eso fuera cierto ahora, nadie podría estar seguro de si eso cambiaría en el futuro.

¿A dónde lo llevaría la ambición de Ikta Sankrei? El mayor general Saba tenía la obligación de ver esto hasta el final… y el joven de cabello oscuro tenía la responsabilidad de responder a esta expectativa. Ese era el peso de la posición que había obtenido a través de la fama de Bada Sankrei.

“En este momento, tenemos que asignar a algunos de nuestros hombres para que sean las escoltas de la Princesa.”

“Entendido, eso será más seguro. En cuanto al próximo número.”

“¡Primer teniente Solork! ¿Está el primer teniente Solork aquí!?”

Justo cuando el mayor general Saba estaba a punto de cambiar de tema, alguien gritó

fuera de la tienda. ¿Que está pasando? Los oficiales a su alrededor fruncieron el ceño cuando el sonido de una discusión vino del exterior:

“¿¡Qué estás haciendo!? Ya te lo dije, ¡solo los primeros tenientes y superiores pueden ingresar!”

“¡Haz una excepción para que yo entre!!”

“Ridículo … ¡Sal de aquí! ¡¿Quieres que te encerremos?!”

“¡Eso no va a hacer! ¡Si estoy encarcelado, no podré proteger a la princesa!”

La familiar voz femenina hizo que Ikta y la princesa Chamille se miraran desconcertadas. Después de dejar a la princesa con los guardias adentro, el joven detuvo la conversación y salió, y vio a las partes discutiendo allí.

“… Suboficial Lucanti?”

Cuando vio a la mujer con armadura ligera, Ikta gritó perplejo. Estaba a punto de intercambiar golpes con un viejo oficial allí, pero su rostro se iluminó al ver al joven.

“¡Ohh, es el primer teniente Solork! ¡Eso es genial, quería verte!”

“No, en lugar de eso, ¿por qué sigues aquí? ¿No volviste al Imperio con Yatori?” El confundido joven inclinó la cabeza. Tal como lo sugirieron sus acciones, la casa

Hargunska era una familia tradicional que enfatizaba la caballería de los caballeros.

Lucanti también admiraba a Yatori, por lo que Ikta pensó que seguiría a Yatori y se uniría a la facción Igsem para este golpe.

“¡Si! Estaba planeando hacerlo, pero el primer teniente Yatorishino me dio una

sugerencia. Después de considerarlo, decidí quedarme aquí.”

“¿Yatori? ¿Qué fue lo que ella dijo?”

“”En lugar de seguirme, ¿puedes proteger a la Tercera Princesa en mi lugar?”. Como

esa fue la solicitud del primer teniente Yatorishino, no pude rechazar esto. ¡Proteger a la familia real que es la base del imperio es el mayor honor para un caballero!!”

El suboficial Lucanti hinchó su pecho con orgullo. Como si acabara de recordar algo, le entregó un documento sujeto bajo el brazo.

“¡Esta es la carta de recomendación! Para tu lectura.”

Ikta usó la luz de la linterna de Kusu para escanear el papel. Era la letra de Yatori, y el contenido describía la razón por la que recomendaba al suboficial Lucanti para ser la escolta de la princesa. Ella dejó la decisión y los detalles a Ikta.

Después de leer el contenido, el joven regresó su mirada hacia ella, iluminado. “Entiendo. Deseas quedarte aquí y proteger a la princesa, ¿correcto?”

“¡Así es! ¡Deseo dedicarme a la seguridad de Su Alteza!”

“Sí, gracias… de todos modos, ¿puedes preparar a tus hombres primero? Estamos reorganizando el regimiento para la retirada en este momento, y le informaremos la publicación asignada de su pelotón cuando estemos listos.”

“¡Sí señor! ¡Te dejaré los detalles!”

Después de saludar enérgicamente, el Suboficial Lucanti se volvió y se fue de inmediato. Ikta la observó irse con una sonrisa incómoda, luego regresó a la tienda. El mayor general Saba y la princesa Chamille lo esperaban con caras de sorpresa.

“Hmm. No soy bueno tratando con esa chica… ella y su hermano son demasiado entrañables para mí.”

“¿Qué está pasando, Solork? ¿El suboficial Lucanti me va a servir?”

“Así es, considéralo un regalo de despedida de Yatori. Incluso escribió una carta de recomendación.”

Mientras leía el documento que Ikta le entregó, las manos de la princesa temblaron. “Esto significa … ¿quiere llenar la vacante después de su partida…?”

“Esa es parte de la razón, pero probablemente estaba preocupada por el Suboficial Lucanti. Si participa como miembro de la facción Igsem contra este golpe, tendría que luchar contra sus camaradas. Sus antiguos aliados se convertirían en sus enemigos. El Suboficial es tan emocional como su hermano, y no podrá soportarlo. Dicho con más dureza, será inútil.”

“……”

“Para evitar que su menor sea forzada a arrinconar, Yatori intencionalmente la dejó atrás. Ella juzgó que “proteger a la Princesa” era la mejor posición para el Suboficial Lucanti, y nuestro campamento puede hacer eso por ella.”

La princesa Chamille miró la carta de recomendación y se mordió los labios en silencio. Ikta notó su reacción y luego se volvió hacia el mayor general Saba:

“Perdón por la interrupción. ¿Cuál es el segundo punto?”

“Sí, se trata del ejército de Kioka antes que nosotros. ¿Estamos renunciando a recuperar las minas de mineral?”

“Eso es correcto. No podemos darnos el lujo de luchar en dos frentes. No nos detengamos en esto y retiremos todo el regimiento.”

“Toda nuestra fuerza, eh… si nos retiramos a pesar de nuestra ventaja abrumadora, sospecharán que el Imperio tiene un problema interno. Cuando desistamos del asedio, enviarán un mensajero inmediatamente para informar a su cuartel general. ¿Eso estará bien?”

“Preferiría detenerlos si pudiéramos, pero eso significará dejar atrás unos pocos miles de tropas. Sin embargo, no aceptaré dividir nuestras fuerzas aquí. Después de todo, nos estaremos interponiendo entre Igsem y Remeon como una tercera facción.”

Además, las comisuras de los labios de Ikta se tensaron mientras continuaba: “Incluso si dejamos atrás un destacamento, no veo a ese niño bonito y blanco que se

da por vencido en contactar con la sede de Kioka. Encontrará una manera de romper el cerco y enviar el Intel. Ni siquiera puedo estar seguro de si podemos ganar más tiempo con eso.”

“… Ugh.”

“Es mejor suponer desde el principio que esta será una carrera contra el tiempo. El chico blanco y guapo le informará a Kioka que el Ejército Imperial se retiró y confirmarán que se ha producido un golpe. Su Asamblea Nacional declarará la guerra y movilizará una fuerza punitiva de emergencia para atacarnos. El niño blanco bonito podría recibir a Intel de un espía dentro del Imperio por otros medios también.

Considerando todo eso, y con un cálculo más conservador, digamos que tenemos dos meses…”

Le duele la cabeza después de escuchar este número, pero Ikta continuó con determinación:

“Entonces tenemos que resolver este golpe y lograr que los militares se unan en dos meses. Es una tarea difícil, pero no imposible. Si Kioka nos ataca mientras nuestro ejército está fragmentado, el Imperio caerá, tanto el mariscal de campo Igsem como el general Remeon deberían entender que ese es el peor resultado.”

Ikta dijo todo eso a toda prisa, como si estuviera tratando de convencerse a sí mismo… el joven sintió una voz burlándose de su corazón. Mientras respiraba profundamente para sacudir estos pensamientos, la mano derecha del mayor general Saba le golpeó la espalda con fuerza.

“¿Uwah?”

“¡No te presiones, muchacho! ¡No lucharás solo, todos enfrentaremos esto juntos!”

El mayor general tenía una sonrisa firme en su rostro, lo que hipnotizó al toser Ikta, esa sonrisa brillante y confiable lo hizo darse cuenta de la fuerza del hombre que solía servir bajo su padre con el apodo de “Joyas Gemelas del sol.”

“Tos tos…! Sí, eso será de gran ayuda. Pero sé más amable con tus palmaditas la próxima vez.”

El joven gimió con lágrimas en los ojos. El mayor general Saba se río de su reacción por un momento, luego volvió al tema:

“Así que, para el tercer número, la armada en Port Nibong. ¿Qué se debe hacer con ellos?”

“Acabo de enviar un mensajero para informar lo que sucedió a la marina, para que podamos dejarlos solos por ahora. En este momento, es difícil atraerlos a nuestra causa, ya que son muy firmes en mantenerse políticamente neutrales. A diferencia de usted y los demás, Mayor General, no tienen vínculos estrechos con el “Regimiento del Sol Naciente”. Si queremos convencer a la señora jefa de la corrección de la marina pirata, el almirante Erynphin Jurgus, requerirá una amplia preparación.

“Sí, estoy totalmente de acuerdo. Incluso después de recibir nuestro informe, elegirán permanecer neutrales para el golpe. El mariscal de campo Igsem probablemente no insistirá en recordarlos. Si retiramos la armada, perderemos nuestro cheque contra Kioka. Incluso si cooperan, la armada sigue siendo inútil en tierra.”

“Así es. Me siento mal por volver justo después de llegar aquí, dejemos a la marina aquí como un bloqueo. Si Kioka intentara aprovechar esta oportunidad para invadirnos, su primer objetivo sería recuperar Puerto Nibong. La marina también lo entiende, y definitivamente cumplirá con su deber.”

“Entendido. El cuarto problema es la ruta de retirada. Queremos tomar la ruta más corta aquí.”

“Correcto. Espero volver por la forma en que vinimos aquí.”

“Esa será la mejor manera. Pero dada la situación, será demasiado ingenuo esperar que la facción Remeon no obstaculice nuestro camino de retirada. Hemos capturado varias fortalezas durante nuestra marcha aquí, especialmente este lugar…”

El mayor general Saba extendió un mapa y señaló un punto.

“este fuerte en el paso de montaña Kudra, que es difícil de evitar en nuestro camino de regreso. Si queremos evitar este lugar, tendremos que tomar un desvío de tres días a lo largo de la costa. Este puerto de montaña es el terreno perfecto para detener a un ejército, y la facción Remeon probablemente fortalecerá este lugar.”

“Hmm.”

“Podría ser posible para nosotros abrirnos paso a la fuerza, pero agotará nuestras fuerzas y perderá mucho tiempo. En mi opinión, tomar el desvío es la mejor opción: ¿ qué le parece, Comandante del Regimiento?”

Cuando el Mayor General preguntó eso, Ikta gimió con un “Hmm”. Miró el mapa con una mano en la barbilla:

“Recuerdo este lugar, hmm … hmm, ugh, está en la punta de mi lengua…”

Se cuidó las sienes con los dedos en ambas manos y miró a la chica a su lado por alguna razón:

“Princesa … Princesa, ¿qué sabes sobre el paso de montaña Kudra?”

“¿Eh… yo?”

La princesa estaba un poco nerviosa ya que no esperaba ser arrastrada a la conversación. Pero buscó en sus recuerdos y encontró la información relevante con su talento excepcional:

“… Su nombre oficial es Alisshi 61 montaña fuerte. Solía ser una fortaleza imperio, y se construyó en los primeros años del siglo VIII imperial, como parte de la estrategia para fortalecer la defensa de los territorios orientales. El arquitecto de estructuras militares Alisshi Hanzen fue el encargado de construir este fuerte y muchos otros. Pero el fuerte no tuvo la oportunidad de ser utilizado, y no había ningún registro de batallas directas que lo involucraran.”

Antes de que la princesa pudiera terminar, la joven acarició su cabello rubio suavemente con ambas manos.

“Sí, ese es el uno. Su Alteza seguro es increíble.”

“Q-Qué…”

Dejándola rígida detrás, Ikta se volvió hacia el mayor general Saba con una expresión intrépida:

“Solo quiero confirmar, ¿ha habido intensos combates en ese fuerte durante esta campaña? ¿Fue gravemente dañado?”

“No. Recorrimos el largo camino a lo largo de la costa, que es donde tuvo lugar la mayor parte de la lucha. Después de pasar por alto el fuerte, perdió su valor como fortificación defensiva para Kioka. Fue abandonado por ellos, y lo retomamos sin daños.”

El general mayor implicaba que las defensas del fuerte no estaban comprometidas. Sin embargo, su reacción fue contraria a sus expectativas.

“Esplendido, el plan se establece entonces. No tomaremos un desvío e iremos por la ruta más rápida.”

“¿Qué? ¿Quieres tomar el fuerte y agotar nuestras fuerzas?”

“Eso tampoco es necesario.”

Ikta negó con la cabeza en silencio y luego declaró al desconcertado mayor general Saba y a la princesa Chamille:

“Yatori tomará el fuerte en menos de medio día.”

***

“¡Fuego!”

Doce cañones de viento salieron disparados del fuerte de piedra erigido en el paso de montaña. Una lluvia de bolas de hierro rodó cuesta abajo.

Los soldados que se acercaban al enemigo con cautela se vieron obligados a retirarse. “Bien, ahuyentarlos. ¡Artilleros, mantengan a sus guardias arriba!”

Por encima de los cañones que sobresalían del fuerte, había innumerables barriles que

apuntaban hacia las rendijas de las flechas y las almenas, haciendo que toda la estructura pareciera un puercoespín gigante. No pasarás, sin importar cuántas personas tengas. Como si su fuerte voluntad hubiera tomado forma física.

“… No sé quién es su comandante, pero la facción Igsem lo está tomando a la ligera. Es una tontería forzar su camino para pasar este fuerte con solo 2,000 hombres.”

El batallón de 600 miembros fue dirigido por el oficial de la facción Remeon, el Capitán Corsa Gazuriku, un soldado veterano que ascendió de rango y conocido por su perspicacia táctica en las defensas de base. El alto mando tenía en alta estima su cuarto de siglo de experiencia, y le asignó mantener a la facción Igsem bajo control para este golpe.

“Solo quédate allí y no te muevas. Su error táctico es para nuestra ventaja… sin embargo, a pesar de que ahora estamos en diferentes lados, disparar contra nuestros colegas no es una experiencia agradable.”

El capitán frunció los labios por el sabor amargo en su boca. Miró a su alrededor y vio a muchos de sus camaradas mostrando la misma cara.

“… Como se esperaba de un fuerte construido por el Imperio, es inexpugnable.”

Mientras observaba al enemigo a través de su telescopio, el oficial de la facción Igsem Mayor Nudakka Megu hizo una broma que ella misma sintió que no era graciosa.

Gruñó mientras observaba a las tropas huir del bombardeo de cañones:

“Es delirante pensar que podemos tomar esta fortaleza rápidamente con nuestros números y equipos. Tienen muchos cañones y armas, y el fuerte de piedra es impermeable al fuego, no hay puntos débiles. Si realmente queremos tomar ese fuerte, tendremos que pedir prestados los cañones de aire de Kioka.”

El mayor refunfuñó con resignación. Desde la vista de pájaro, el fuerte estaba cóncavo en el centro. Primero fue la pared que bloquea el camino, y en los extremos de esta pared, otra pared sobresale perpendicularmente, formando dos paredes más al frente y dos más atrás.

Cada muro estaba completamente guarnecido con soldados, y cualquier enfoque descuidado enfrentaría ataques desde tres lados. El bombardeo anterior fue solo un anticipo. Las bajas solo comenzarían a acumularse cuando los lamentables soldados marchen hacia el área cóncava del fuerte.

“Sin embargo, tenemos una forma de tomar esta fortaleza para hoy ¿no es así, primer teniente Yatorishino?”

“Es verdad.”

La chica de pelo bermellón respondió mientras su superior caía en pensamientos profundos. Después de pensarlo durante mucho tiempo, el comandante se volvió de repente hacia ella con los labios fruncidos:

“… Muy bien, inténtalo. Cuando el mariscal de campo me habló de eso, para ser honesto, todavía tengo mis dudas… Pero después de sopesar las pérdidas y las posibilidades de victoria, nos resulta difícil renunciar a esta posibilidad. Debemos apresurarnos de regreso al Imperio lo antes posible.”

Después de dar un saludo bien practicado, Yatori se preparó para regresar con sus subordinados. Al darse cuenta de lo que significaba su acción, el Mayor Megu la llamó frenéticamente.

“¡Espera, primer teniente Yatorishino! ¿Estás planeando ser el comandante de primera línea?”

“Sí lo soy.”

“¡Eso es demasiado imprudente! Eres el segundo después del Mariscal de campo en términos de ser el símbolo de la facción Igsem. ¡En tal situación, debe tener precaución y permanecer en la línea de fondo! No se preocupe, ejecutaremos su propuesta según lo planeado.”

“Disculpe mi descaro, pero es durante una situación como esta cuando un Igsem debe liderar desde el frente. Mayor, debe haber notado que los soldados están vacilando.”

Ughh, el comandante Megu estaba sin palabras. Yatori tenía razón. Desde que supieron que la facción Remeon había dado un golpe de estado, las tropas estaban muy conmocionadas. Dudaban de luchar contra sus camaradas y temían estar del lado de los perdedores: los soldados estaban confundidos y nerviosos.

“Les hemos hecho saber ahora que deben seguir a los Igsem. En ese caso, la única forma es para mí dar un paso adelante y mostrarles personalmente.”

“… B-¡Pero tus cuchillas dobles y tu cabello bermellón son demasiado prominentes! Serás un objetivo principal en este terreno…”

La Mayor Megu alterna su mirada entre el fuerte y Yatori mientras expresa sus preocupaciones. Yatori recogió su largo cabello con una sonrisa:

“No planeo suicidarme, Mayor. Esconderé mi cabello con una gorra y dejaré que mis camaradas resguarden mis cuchillas. Me armaré con una ballesta y una lanza corta. Desde lejos, no me vería diferente de los otros soldados. Sin embargo, los hombres podrán identificarme por detrás.”

Mientras contestaba, Yatori rápidamente se había peinado el pelo rojo en una gorra. Sin razones para detenerla, la Mayor Megu bajó la cabeza solemnemente.

“Bueno, entonces me voy.”

La chica de pelo bermellón tomó ese silencio como consentimiento y comenzó a moverse de nuevo.

“¿Ugh …?”

El Capitán Gazuriku que observaba cuidadosamente la batalla notó el movimiento del enemigo con sus agudos sentidos. Un gran grupo de soldados se había extendido frente al fuerte, y esa temeridad hizo que el Capitán frunciera el ceño:

“¿No aprendieron su lección …? ¡Todos los cañones, fuego!”

Con esa orden, los doce cañones que sobresalían del fuerte dispararon bolas de hierro. Los soldados de la facción Igsem no se sorprendieron por la gran cantidad de bolas de hierro rodando por la pendiente. Se pararon en los huecos entre las líneas de fuego y devolvieron el fuego con sus cañones de viento.

“Fútil…! Artilleros, ¡devuelvan el fuego! Cañones, ¡ajusta tu ángulo horizontalmente y sigue disparando!”

El Capitán tomó represalias con un fuerte ataque. Intercambiaban disparos a una distancia de 500 m, pero ninguno de los lados estaba demasiado preocupado por la precisión. La mayoría de los disparos se quedaron cortos mientras los artilleros seguían apretando el gatillo.

“¿Quieren hacer de esto una batalla de desgaste? ¡Ingenuo!”

Estaba seguro de eso. Como el puerto de montaña de Kudra era una de las bases intermedias para suministros, tenían muchas municiones y otros recursos. En un tiroteo, el suministro de la facción Igsem se agotaría primero. Confiado en la victoria, el Capitán Gazuriku continuó dirigiendo a sus hombres… sin embargo…

“¿…? ¡Eso es…!”

Momentos después, estaba claro que el enemigo no iba a una batalla de desgaste. Detrás de los soldados que se extendían frente al fuerte, un gran grupo estaba cargando detrás de muchos carros.

“””¡Woahh!”””

Dejando atrás la seguridad de la distancia, las tropas avanzaron hacia el fuerte.

El rugido del soldado sonaba más como su resistencia al miedo que como una muestra de su espíritu de lucha. Las balas de cañón rodando por el suelo y las innumerables balas que llovían desde el cielo… cualquiera de estos dos podría terminar con una mala tirada de dados.

“¡No entres en pánico! ¡Mantén la cabeza baja y avanza detrás del carro en tres columnas!”

En el grupo que conducía los ocho carros hacia adelante, Yatori estaba en la unidad en el extremo derecho. Los carros cargados de carga cumplían sus deberes como escudos contra las balas, brindando seguridad a los soldados, pero eso era solo para las balas.

“¡Entrante! ¡Prepárate!”

Hubo una fuerte explosión de aire. El fuego de cañón del fuerte golpeó a tres de los ocho carros, enviando astillas volando. Se abrió un agujero a través de un vagón y se desplegó un gran trozo de carga. A otro se le arrancó la rueda y se volcó. La pata del caballo que empujaba el tercer carro se fracturó, y los soldados comenzaron a empujar el carro.

“¡No vaciles! ¡No importa cuántos vagones destruyan, solo necesitamos uno para llegar al fuerte …!”

Los soldados detrás de los vagones empujaban con fuerza desde el principio, pero el material a prueba de balas en el vagón disminuyó su avance, y fueron golpeados por una segunda descarga de cañones. Otros tres vagones fueron alcanzados, con dos de ellos cayéndose, a 200 m del fuerte, el número de vagones se redujo a la mitad.

“¡Neighh!”

“¡Maldita sea, el caballo…!”

Con la pared justo en frente de ellos, la carreta de Yatori se encontró con un problema. El caballo se había vuelto loco después de ser golpeado en el cuello por metralla. El conductor trató de calmarlo, pero la bestia herida estaba fuera de control.

“¡Sargento, baje del carro!”

Al juzgar que ese era el límite, Yatori se precipitó hacia el asiento del conductor y cortó las cuerdas que ataban el caballo al carro con su lanza. El caballo liberado huyó y el carro se recostó sobre los soldados. Gimieron de dolor cuando sus botas se hundieron en el suelo.

“¡Solo un poco más! ¡Todos, empujen con todo lo que tienen!”

Yatori gritó, mientras ella y el sargento que conducía se unieron. Toda la unidad empujó la carreta con todas sus fuerzas. Cuando se acercaron al fuerte, la lluvia de balas creció en intensidad.

“”””¡Woooahhh!””””

La explosión del cañón del viento resonó desde el fuerte justo delante de ellos. Los soldados que escucharon eso sintieron que la muerte estaba respirando por sus cuellos, solo cuando el impacto del carro golpeando la pared les hizo darse cuenta de que el disparo del cañón los había perdido unos centímetros antes.

“¡Hemos alcanzado! ¡Rápido, escóndete a la derecha del carro!”

Los soldados respondieron cuando escucharon las órdenes, aseguraron rápidamente las ruedas y cargaron en la zona segura que acababan de crear. Estaban en la punta de la pared derecha que sobresalía perpendicularmente.

“¡Huff, huff…!”

“W-Estamos aquí…!”

Todos dejaron escapar un suspiro de alivio. La parte superior del muro sobresalía para evitar que el enemigo la escalara, y en este caso, se convirtió en un escudo para proteger al grupo de Yatori. El carro que empujaron hasta el fondo cubrió su izquierda, deteniendo todos los ataques desde el fuerte. Los cañones tampoco podían golpearlos, ya que el ángulo era demasiado empinado.

“Llegar aquí significa que hemos ganado. Todos respiren profundamente tres veces, recuerden contenerlo.”

Yatori inhaló y exhaló junto con sus subordinados, y después de que todos recuperaron la compostura, dio sus siguientes órdenes:

“Llevaremos a cabo el plan aquí. ¡Saca el martillo!”

Tres soldados sacaron los martillos atados a sus espaldas y se enfrentaron a la pared del fuerte:

“Divida esta área en tres, luego golpee cada punto de la pared. ¡Ahora!”

Siguiendo sus instrucciones, los tres martillos comenzaron a golpear las paredes sólidas. Pero el muro permaneció inmóvil a pesar del poderoso golpe del soldado. En cambio, sus manos empezaban a doler por el retroceso. Pero no se quejaron y siguieron balanceando sus herramientas en silencio.

“… Si el fuerte envió a su infantería, nos sacarán fácilmente.”

El sargento mirándolos trabajar murmuró en voz baja. Yatori sacudió la cabeza cuando escuchó eso:

“Tendrían que abrir la puerta para enviar a sus tropas. Quieren detenernos aquí, pero no creo que corran un riesgo tan grande en este momento. Si algo realmente sucede, el Mayor Megu enviará refuerzos de inmediato.”

“Ya veo. No, perdón por mi descaro. No tengo miedo, y cree que este es un buen lugar para morir. He decidido luchar debajo de ti hasta mi último aliento.”

Los soldados a su alrededor coincidieron con el sargento con una leve sonrisa. Todos aquí han tomado su decisión… Yatori recibió este fuerte mensaje de ellos y sonrió agradecido.

“… Gracias. Muy bien, entonces ordenaré a todos aquí de nuevo. ¡Debes sobrevivir!”

“”””¡Mdm, sí Mdm!””””

El grupo respondió al unísono. En ese momento uno de los soldados sintió algo extraño cuando su martillo golpeó la pared. Podría ser … miró de cerca el lugar donde golpeó … y vio que los ladrillos rectangulares se habían hundido en la pared.

“¡Primer teniente, bingo! ¡Lo encontramos!”

El soldado gritó de alegría. Con el segundo y tercer golpe, los ladrillos se hundieron aún más. Pronto, los ladrillos fueron golpeados en la cavidad interior. El otro lado de la pared estaba hueco y muy oscuro.

“¡Bien hecho! ¡Los nueve hombres responsables del trabajo dentro, saca a tu pareja!”

Los nueve soldados que observaban desde atrás intercambiaron lugares con el equipo de martillos. Todos ellos sostenían cuidadosamente al espíritu compañero que habían sacado de su bolsa.

“Cuento contigo, Himno….. ”

“Lou, está en tus manos ahora.”

“Maka, creo en ti, haz tu mejor esfuerzo.”

Después de compartir una palabra tranquila, los soldados enviaron a sus compañeros a través de la pared a la oscuridad. Los pequeños cuerpos del espíritu con bolsas de cuero en la espalda marcharon sin miedo a la oscuridad.

Al mismo tiempo, el Capitán Gazuriku que estaba en la cima del muro defensivo no podía entender cuáles eran las intenciones de su oponente.

Detuvieron a la mayoría de los carros cargados con fuego de cañón, y solo un carro llegó a la pared. Ese fue un gran resultado, pero no pudo librarse de la sensación de que algo andaba mal. ¿Por qué enviaron esos vagones?

“¿Qué están tratando de hacer enviando esos vagones al fuerte ? Son demasiado cortos como escaleras de asedio. No, si quieren atacar, deberían enviar una torre de asedio. Algo tan simple debería quedar claro con una mirada ”

El Capitán miró al único equipo de carretas que hizo pasar el bombardeo y frunció el ceño. Esto era demasiado descuidado para un escuadrón suicida. ¿Qué tipo de daño podrían infligir solo veinte hombres? Lo mejor que pudieron hacer fue pegarse a la pared y asfixiarse.

“¿Su comandante ha perdido sus canicas?”

Al mismo tiempo, los espíritus que se habían infiltrado en la pared marchaban a través de un túnel oscuro bajo los pies del desconcertado Capitán. El Himno Luminoso de un espíritu abrió el camino con su luz de Linterna, con sus otros compañeros siguiéndolo. El túnel se inclinó suavemente hacia abajo y pasó justo debajo del fuerte.

Después de caminar durante unos diez minutos, el alcance de la luz de la linterna reveló un gran espacio. Salieron del estrecho túnel y entraron en esta vasta área. Himno cambió su luz de linterna a una luz de búsqueda, y escaneó el lugar. Encontró un rayo que se extiende horizontalmente en todas las direcciones.

Una vez que supieron que estaban en el lugar correcto, los nueve espíritus se dividieron en tres grupos, cada uno compuesto por un espíritu Luminoso, de Fuego y de Viento. Encontraron la base de la viga, luego sacaron los trapos empapados en aceite de su mochila y la envolvieron sin apretar alrededor de las bases. El Espíritu de fuego luego lo incendió con su agujero de Fuego, y el espíritu de viento sopló el aire de su Túnel de Viento para hacer que el fuego fuera más fuerte. La llama intensa luego se extendió al rayo y lo envolvió…

Casi una hora después de que el equipo de Yatori comenzara su trabajo, un soldado en el fuerte notó que algo andaba mal. Cuando fue a los niveles inferiores para reponer munición, pudo ver humo y un fuerte olor a quemado en la habitación.

“¡Fuego! ¡La habitación de abajo está en llamas!”

Este informe también llegó al Capitán Gazuriku quien dirigía las defensas en la pared. Su rostro se puso rígido cuando escuchó la noticia, pero aun así envió soldados para apagar el fuego. Sin embargo, había más sorpresas por venir.

“Oye, ¿dónde está el fuego? ¿¡Cómo comenzó!?”

Como no había habido ningún informe sobre el progreso del incendio, el Capitán le preguntó a uno de sus hombres que había regresado de los niveles inferiores.

“¡W-No podemos encontrarlo …! ¡El humo es el más grueso en el alijo de munición, pero no hay fuego allí…!”

La cara del Capitán se puso pálida por la confusión cuando escuchó eso:

“¡Deja de bromear, el depósito de munición está en el nivel más bajo del fuerte! Si el fuego no comenzó desde allí, ¿de dónde vino el humo? Peina el área de nuevo.”

Antes de que pudiera ordenar otra búsqueda exhaustiva, el Capitán perdió el equilibrio. Se las arregló para estabilizarse, pero un escalofrío le recorrió la espalda.

“… Oye, ¿qué fue eso…?”

El Capitán Gazuriku preguntó desconcertado. Su subordinado respondió con una cara temblorosa:

“¡C-Capitán … el piso de allí…!”

El soldado señaló los pies del capitán con un dedo tembloroso, donde el piso de piedra se hundía a través de los huecos. No era solo ese lugar, el piso alrededor del Capitán se inclinaba mientras la almena se derrumbaba…

“¿Q-Qué está pasando … Uwahh?”

Eso fue todo el tiempo que tuvo que hacer su pregunta. Un ruido diez veces más fuerte que el gruñido de antes sonó, y después de un violento temblor, el piso comenzó a derrumbarse. El Capitán y los demás comenzaron a caer desde una altura letal, como si fueran tragados por el suelo.

“… ¡Esta aquí! ¡Empuja el carro y retírate!!”

Yatori sintió el temblor de su espalda que se apoyaba contra la pared y ordenó a su equipo que se retirara. El grupo y los espíritus que habían regresado después de terminar sus tareas se alejaron rápidamente del fuerte.