Mahouka Koukou No Rettousei (NL)

Volumen 21

Capitulo 3: Aprender Para el Actual Yaguruma

Parte 5

Aunque no tenía ninguna experiencia, a menudo veía el entrenamiento de sus hermanos y de Saburou, por lo que sabía esas cosas. Saburou no negó el comentario de Shiina.

“No siempre es posible manejar la situación con ukemi. Usando alfombras para evitar preocuparme por las lesiones, estoy estudiando cómo reducir el daño de las caídas.”

“¿Por qué de repente empezaste a hacer algo así?”

A la asombrada pregunta de Shiina, Saburou repentinamente retorció la cara con enojo.

“Hoy he sido entrenado por el presidente del club de kenjutsu, Aizu…”

Shiina pensó que, aunque parecía irritado, Saburou estaba muy feliz. “Fui atacado, cayendo al suelo, no tuve la oportunidad de pensar en un contraataque. El instructor también dijo que a menudo, en el espacio abierto el daño de los lanzamientos es mayor que el de los golpes con los puños o patadas, y hoy lo pude comprobar.”

“¿Kenjutsu, entonces…? murmuró Shiina con voz pensativa. Le interesaba preguntar ¿El club de kenjutsu practica lanzamientos?”

Saburou sabía que era normal pensar así, por lo que no dudó en responder. “Entre las habilidades de combate que utilizan la espada, el Iaijutsu parece contener un gran número de habilidades tomadas de técnicas avanzadas del

jujutsu. Dicen que el estilo de “Sekiguchi Shinsin-ryu” del clan Tokugawa del Principado de Kisyu es una escuela que une jujutsu, kenjutsu e Iaijutsu. Dado esto, el uso de técnicas de lanzamiento por parte de los miembros del club de kenjutsu no parece extraño. En particular, el Presidente Aizu parece estar familiarizado con el Iaijutsu.”

Saburou explicó esto con entusiasmo a Shiina. Pero, desafortunadamente, ella no estaba muy interesada. Para ella bastaría con deducir que “los lanzamientos en el kenjutsu, no son tan extraños”. Escuchando la historia de Saburou, Shiina reflexionó sobre otra cosa.

“Saburou-kun.”

Tan pronto como Saburou terminó, Shiina dijo su nombre, como si quisiera preguntar algo.

“Shiina, ¿qué pasa?”

Sin embargo, esta importante pregunta era difícil de formular. Naturalmente, Saburou se sorprendió de ver tan nerviosa a Shiina.

“¿Es esto algo difícil de decir? No tienes por qué ser tan reservada conmigo.” Animada por Saburou, Shiina, reuniendo sus pensamientos comenzó a hablar.

“¿Es cierto que te reuniste con Chiba-senpai y que tuviste una cita durante las actividades del club?”

“… ¿Ja?”

Para Saburou, quizás fue suerte que estuviera sentado en el suelo. Si estuviera sentado en una silla, probablemente se habría caído.

“¡No, no, espera, espera, espera! ¿Quién te dijo eso? ¿No estuvo Shiina en la sala del concejo después de la escuela?”

“Sí, lo estuve…” Ella asintió. “Me lo dijeron Kasumi e Izumi.”

Ella revelo fácilmente a las culpables. “… Estos pequeños demonios.”

Saburou también estaba familiarizado con las gemelas de la familia Saegusa por Shiina. Imaginándose a las dos con la misma sonrisa, Saburou agarró su cabeza.

“Saburou-kun, no hables así de Izumi-san y Kasumi-san. Ellas, en todo caso, son tus senpais.”

Saburou, en verdad, quería decir “¡Shiina, estas dos te mintieron!” Pero era imposible decir esas cosas. Sabía bien que Shiina, de edad lejana de sus verdaderos hermanos, estaba muy apegada a Kasumi e Izumi.

“… En cualquier caso, esta historia es una locura.”

En vez de eso, Saburou se calmó y decidió decir sólo lo que debía para corregir la situación. Sin embargo, desafortunadamente, esta respuesta no fue convincente para Shiina.

“Pero has entrenado en el pequeño gimnasio #2 ¿no?”

“… No fue un “entrenamiento”, sino un duelo. Y quien me entrenó, como dije antes, fue el presidente Aizu-senpai.”

Explicando esto, Saburou apartó la mirada de Shiina. Este comportamiento sólo alimentaba dudas. En ese caso, por muy cierto que fuera, sería imposible convencerla.

“Pero es cierto que estuviste allí con Chiba-senpai ¿verdad?”

“…es cierto.”

“Y escuché que fueron al gimnasio juntos.”

“… Eso fue todo. ¡Pero definitivamente no fue una cita!”

Como si notara su estupidez al mirar hacia otro lado, Saburou miró a Shiina, negando en voz alta ese tonto rumor. Una sonrisa surgió en la cara de Shiina, llena de la sensación de que había exagerado un poco.

“Bueno, no me malinterpretes. No estoy en contra de que Saburou-kun salga con Chiba-senpai. Creo que fue demasiado repentino, pero, en mi opinión, con normas adecuadas, dos años de diferencia no serán un gran problema.”

“Estoy diciendo que es un malentendido…”

Saburou quería caer exhausto sobre la alfombra. Pero si se rendía en este lugar, será imposible recuperarse. No es que fuera literalmente así, pero este sentimiento persistió en él de alguna manera. Reuniendo su fuerza de voluntad, Saburou miró a Shiina directamente a los ojos. Y ahora era el turno de Shiina de mirar hacia otro lado.

“… Entonces, ¿por qué fuiste al gimnasio con Chiba-senpai? Saburou-kun, no deberías tener ninguna conexión con Chiba-senpai ¿verdad?”

Pero después de esa pregunta, Saburou estuvo de nuevo a punto de cometer un error.

“Esto…. nos encontramos por casualidad, en el tejado…”

“¿Te invitaron a una sesión de entrenamiento, luego de una reunión accidental?”

“No, esto es…”

La situación era similar a un hombre siendo acusado de engaño frente a su amada. Tanto Saburou como Shiina fueron conscientes de esta semejanza.

“No pareciera ser la misma Chiba-senpai, de la que se habla en los rumores.”

Erika misma no sabía… o no le importaba, pero después del incidente de Yokohama, el nombre “Chiba Erika” también se extendió mucho más allá de la familia Chiba. La habilidad marcial de Erika, que literalmente aplastó a las tropas mecanizadas con una enorme espada, respaldada por la reputación de la “hija de la familia Chiba”, fue muy apreciada por el personal militar y de seguridad de alto rango que tuvo acceso a los detalles del incidente.

Por otro lado, la familia de Chiba, incluido el jefe Jouichirou, respondieron pasivamente a la fama de Erika, o incluso, al contrario, intentaron ocultarla. Por lo tanto, entre la gente había muchos rumores a medias sobre Erika como “el arma secreta de la familia Chiba”, “Princesa de la espada ilusoria de los Chiba”, etc.

Los Diez Clanes Maestros también estaban entre “los que tienen acceso a los detalles del incidente de Yokohama”. Mitsuya Gen compartió algunos conocimientos sobre Erika con la hija que entraría en la primera preparatoria, y Saburou también escuchó esta historia junto con ella, porque se esperaba que él siguiera a Shiina.

Después de todo, la fuente de información de Shiina no era sólo su padre. Tuvo la oportunidad de escuchar historias no sólo de Kasumi e Izumi, sino también de Mayumi. Mayumi cuidó de Shiina como amiga de sus hermanas.

El intercambio de información no solo se daba entre los Diez Clanes Maestros, sino también entre las cien familias. Aunque no parecía algo propio de la alta sociedad, Shiina obtuvo más información entre conversaciones normales entre chicas de los “Números”, que la que había escuchado de su padre.

Por lo que Shiina había escuchado de Erika, no era el tipo de persona que activamente ayudaría a los estudiantes más jóvenes, más bien actuaria indiferente y solo daría una mano si podían ganarse su confianza.

“…Se lo pregunté.”

Saburou dijo, y entonces Shiina le devolvió una mirada fría diciendo: “Lo sé…”

“¡Pero no estaba coqueteando con ella! Conociendo sus habilidades, le pedí que me entrenara.”

“Pero Chiba-senpai es muy hermosa.”

“Bueno, ¡quizás lo sea! ¡Pero ese no es el punto!”

“Hmm…”

Saburou continuó justificándose desesperadamente, pero los ojos de Shiina permanecieron fríos.

***

Incluso después de entrar en el tercer año, Tatsuya continuó visitando el templo de Yakumo casi todas las mañanas. Y a pesar de que cuando ingreso a la preparatoria siempre perdía todos los duelos, en la actualidad el número de victorias ha alcanzado el 50%.

Sin embargo, Tatsuya no creía que sus habilidades estuviesen a la altura de las Yakumo. Inicialmente, las fortalezas de Tatsuya y Yakumo eran diferentes, y Tatsuya sabía que, en áreas útiles, como la recopilación de información, el reconocimiento y la lucha, su habilidad era muy inferior a la de Yakumo.

Incluso si limitas la comparación al combate cuerpo a cuerpo, Tatsuya puede competir a la par con Yakumo sólo en los casos en que la batalla haya comenzado desde una posición en la que se vean entre sí. Si la batalla fuera a muerte, Tatsuya habría ganado, pero a costa de grandes pérdidas. Pero no tiene sentido tal victoria, que consiste solo en matar al enemigo.

Sin embargo, Tatsuya no se acercó a Yakumo con la esperanza de dominar alguna técnica que hiciera que la batalla no tuviera sentido.

Tatsuya no es un estudiante de Yakumo, sino un compañero de entrenamiento. Aunque Tatsuya era más débil, era el único que entrenaba con Yakumo, pero ahora que las habilidades de combate se han equilibrado, podemos decir que sus ejercicios se han vuelto mutuamente beneficiosos.

Después de completar la última pelea matutina que termino en derrota, Tatsuya se despidió y estaba a punto de irse.

“Ah, Tatsuya-kun. Espera un momento.” – Yakumo le detuvo. “¿Qué sucede?”

Tatsuya sintió que la atmósfera había cambiado inmediatamente después de su respuesta. No en sentido figurado. Tatsuya y Yakumo estaban envueltos en una pared de aire que impedía el paso del sonido.

“Barrera a prueba de Sonido… Difiere de las técnicas que conozco.”

Involuntariamente queriendo aprender la secuencia mágica, Tatsuya se recompuso y cambió su atención a las palabras de Yakumo.

“¿Ya has recibido la invitación de la familia Juumonji? ¿Quiénes asistirán?”

“¿Ya lo sabe…?”

Tatsuya recibió la invitación anoche. Ni siquiera ha pasado medio día. Sin embargo, esto no le sorprendió, conociendo la increíble habilidad de Yakumo para reunir información. Era algo digno de admirar.

“Porque soy un shinobi.”

La frase favorita de Yakumo, como siempre, no explicaba nada, pero Tatsuya no preguntó más, sabiendo que solo perdería el tiempo.

Esto aún no es seguro, porque no he recibido el permiso del jefe de la familia, pero voy a ir solo.

“Perfecto. Será mejor que así sea.”

Escuchando la respuesta de Tatsuya, Yakumo de alguna manera estuvo de acuerdo.

“¿Hay algún signo de amenaza?”

“Por el momento, parece que no hay planes para este tipo de actividad, en la que se pueden causar daños directos.”

Aparentemente, Yakumo ya tenía algunas pistas.

“¿Eso significa que alguien comenzó un ataque indirecto?”

Sabiendo que no recibiría una respuesta directa, Tatsuya intentó obtener información de todas formas.

“No estoy diciendo que los ataques no estén planeados.”

“¿Es eso cierto?”

Sintiendo que de alguna manera entendía lo que Yakumo quiere decir, Tatsuya dejó de hacer conjeturas irrazonables y vagas. Temía desviarse del tema.

“Si hay algún peligro, será sólo después del final de la reunión.”

“Entiendo. Seré cauteloso.”

Si el ataque es en contra del propio Tatsuya, no habrá necesidad de temer atacar al atacante. Tatsuya pensó que podría ser necesario pedir ayuda a la casa principal para reforzar la seguridad de Miyuki.

“Tatsuya-kun, no deberías tomarlo tan a la ligera”. El monstruo llamado sociedad no tiene colmillos ni garras, pero fácilmente devorará a una sola persona. Yakumo le advirtió inesperadamente. Tatsuya de repente sintió como si lo hubieran rociado con agua helada.”

“… Lo recordaré.” – Respondió casi por inercia, sin entender completamente el significado de las palabras de Yakumo.

***

La mañana de Yotsuba Maya no comenzó tan temprano. Gracias a jornadas laborales más cortas y al trabajo en casa, incluso los trabajadores de oficina no eran tan tontos como para levantarse temprano, pero comparándose con ellos, Maya tenía una mañana libre de preocupaciones.

Hoy se levantó tarde, a las 8:30 y terminó su desayuno después de una hora. Habiendo elegido el momento adecuado, el hombre detrás ella, Hayama le habló con un tono cortés.

“Señora, ha llegado un mensaje de vídeo de Tatsuya-sama.”

“¿De Tatsuya-san? ¿Tan temprano por la mañana?” Con unos ojos ligeramente sorprendidos, Maya le pregunto a Hayama. Por supuesto, Hayama no se permitió ser tan grosero como para aclararle que en realidad “no era tan temprano”.

“Llegó anoche, después de que la señora se fue a la cama.”

“Espero que no sea un asunto urgente.”

“No. Tatsuya-sama dijo: No me importa si lo ven a la mañana siguiente.” Al escuchar esta respuesta, Maya, por el contrario, se interesó. “Entiendo. Echaré un vistazo aquí.”

“Como desee.”

Hayama señaló a las criadas que esperaban en la esquina de la habitación. Las criadas con experiencia limpiaban los platos, mientras que las criadas relativamente jóvenes preparaban una pantalla frente a Maya. Habiendo terminado todos los asuntos, las criadas se alinearon frente a Maya e hicieron una reverencia. Al ver el asentimiento de Maya, Hayama ordenó a todas que se retiraran.

Hayama, cerrando todas las puertas, pulsó el interruptor, bajando los muros a prueba de sonido. Luego insertó la tarjeta de memoria con el mensaje descifrado en el reproductor automático.

El mensaje en video fue corto, menos de tres minutos. Luego de ver hasta el final, Maya se río un poco: “Hu-huh-hu.”

“Tatsuya-san también puede hacer cosas tan lindas, como pedirme permiso para esas cosas insignificantes.”

Maya miró a Hayama con una mirada que requería acuerdo. “Sé que es preferible para la señora que así sea.”

“Es verdad” -Pero Maya fácilmente estuvo de acuerdo con las palabras de Hayama, que podrían parecer una amonestación.

“Pero después de presentar a Tatsuya-san como mi hijo, quería darle más libertad. ¿No lo entendió?” – dijo Maya con una cara inocente, inclinando la cabeza inquisitivamente.

“Mi opinión es que Tatsuya-sama se adhiere al orden natural establecido para la gente de la familia Yotsuba.”

“Es posible”. – Maya murmuró en un tono animado. Parecía que Hayama no quería estropear la atmósfera, por lo que no respondió con sus bromas habituales.

“Por cierto, señora. ¿Qué hará con la solicitud de Tatsuya-sama?”

“Por supuesto que le responderé. Le doy permiso a Tatsuya-san para que actúe libremente como mi hijo.”

Con esta justificación, Maya dio permiso a Tatsuya para asistir a la reunión organizada por Katsuto.

“En ese caso, se lo diré.”

“Oh, y por favor agregue que en el futuro no es necesario pedir mi permiso para tales casos.”

“Entendido”. -Después de inclinarse, Hayama mostró su acuerdo con las palabras de Maya sobre permitir que Tatsuya actuara libremente.

***

Una carta del jefe de la familia Juumonji llegó a la casa de la familia Kudou poco antes del mediodía, un día después de que Tatsuya recibiera la misma. Kudou Minoru miró con indiferencia, como si estuviese tras una pantalla de televisión, mientras sus hermanos se preocupaban por una inesperada invitación.

Hoy, un día entre semana, a esta hora debería estar en la escuela. Sin embargo, Minoru tenía fiebre desde ayer por la tarde y hoy no fue a la escuela.

La condición del vicepresidente de la Segunda Preparatoria, Minoru, empeoró debido a la fatiga acumulada por los ocupados días asociados a la ceremonia de entrada.

Minoru no estaba contento de que él, un miembro del concejo escolar, tuviera que ausentarse al comienzo del nuevo año. Minoru, que no sabía la verdad, estaba convencido de que nadie era culpable de su débil cuerpo, incluido él mismo. No culpaba a nadie, porque no sabía por qué había nacido enfermo. No podía culpar a nadie.

Sin embargo, Minoru se reprochó a sí mismo por no poder pasar la responsabilidad a los demás. Con un poder mágico adecuado para los Diez Clanes Maestros, no pudo demostrar este poder debido a su predisposición a estar en cama. Para Minoru esto parecía peor que no tener el poder mágico del nivel de los Diez Clanes Maestros.

Y el hecho de que la familia Kudou dejase los Diez Clanes Maestros solo aumentaba su auto desprecio. Minoru no estaba involucrado en la pérdida del estatus de uno de los miembros. No tenía ninguna responsabilidad. Sin  embargo, siendo el heredero de la familia Kudou, Minoru pensó que, si hubiese podido participar en eventos sobresalientes, como la Competencia de las Nueve Escuelas, no habrían abandonado los Diez Clanes Maestros.

A pesar de la culpa, también miraba con desprecio a sus hermanos y hermanas. Hermanos, hermanas y padre, cuyo puro poder mágico era inferior a la fuerza de su abuelo, Kudou Retsu, de su prima, Fujibayashi Kyouko, y también a su propia fuerza.

Amaba a Kyouko Fujibayashi como a una hermana de verdad, y estaba seguro de que estaba buscando un método para curar su cuerpo, pero hasta ahora no ha habido progreso. Él mismo no podía ni siquiera participar en importantes discusiones en las que quizás se estaba desciendo el futuro de la familia Kudou. No quería convertirse en un oponente en una disputa entre sus hermanos y hermanas que tenían un poder mágico mediocre, y sólo le quedaba sentarse lentamente en un lugar aparte…

Minoru no se dio cuenta de que esta desesperación se lo estaba comiendo.

No dijo nada (de hecho, no le pidieron su opinión), y se decidió enviar al hermano de Minoru, un poco mayor que él, a la reunión, a la que había sido invitado por el jefe de la familia Juumonji. Aunque se dijo que era un poco mayor, la diferencia entre ellos era de 7 años.

En ese momento, Minoru se preguntó qué hacían aquí sus hermanos. Los hermanos mayores deberían estar trabajando, y las dos hermanas mayores ya estaban casadas y deberían estar con sus hijos. Sólo él debería haberse quedado en casa.

Entonces, ¿qué está haciendo aquí? Con pensamientos tan vagos, Minoru recordó que estaba comiendo. Como su condición mejoró un poco, pidió a los sirvientes que le prepararan la cena en el comedor. Cuando todo estaba listo, y llegó, encontró a sus hermanos y hermanas en la mesa.

Delante de ellos sobre la mesa había una gran variedad de platos abundantes. Por otro lado, Minoru recibió gachas de arroz con muchos suplementos dietéticos para los enfermos. Ya que su plato era pequeño, Minoru ya había terminado de comer. Decidiendo que ya no había necesidad de quedarse en el comedor, se levantó.

Prestando atención al sonido de la silla, el último de los hermanos mayores se dirigió a Minoru.

“Minoru, ¿ya vas a volver?”

“¿Cómo te sientes?” – Por primera vez en el día, la segunda hermana habló con Minoru.

“Todavía tengo un poco de fiebre, así que estoy pensando en ir descansar.” Contestó Minoru poniéndose de pie, mostrando abiertamente su deseo de volver a su habitación lo antes posible.

“¿Es eso así? Es una lástima. Si no fuera por tus problemas de salud, estaba pensando en llevarte conmigo a Tokio.”

Sin embargo, estas palabras no perturbaron a Minoru, que permaneció quieto en el lugar.

“¿Minoru conoce a la próxima líder del clan Yotsuba? Si tu salud mejora, deberías de visitarla para renovar su vieja amistad.”

“Correcto. Si hay una oportunidad, por supuesto que lo haré.” -Dijo Minoru, e inclinándose un poco, salió del comedor. Los pensamientos de su hermano mayor eran obvios. Está claro que la familia Kudou, tras perder el estatus de uno de los Diez Clanes Maestros, quería recuperar su fuerza, y para ello, al parecer, querían involucrar a la familia Yotsuba en su causa. Y pensaron en usar a Minoru para esto. Sin embargo, a partir de este plan tan ingenuo, Minoru se sintió repentinamente nostálgico.

Conoció a los hermanos (ahora prometidos) de los Yotsuba hace seis meses, en el otoño del año pasado. Pasaron juntos unos días. Como hubo días en que actuaron por separado o él estuvo indispuesto en cama debido al empeoramiento de su condición, entonces se puede decir que en realidad pasaron juntos sólo dos días.

Sin embargo, el recuerdo de estos dos días fue un rayo de luz en la memoria de Minoru.

Cómo les mostró la ciudad de Nara y cómo al pie de la montaña Kasuga ayudó a enfrentar a los oponentes que resultaron ser los peones de un mago extranjero. Mientras caminaban por Kioto en busca de este mago extranjero, Zhou Gongjin.

Esos dos días significaron mucho para él, ya que se comportó exactamente como el mago que debería ser. Después de eso, se enfrentó con el propio Zhou Gongjin e impidió su fuga, un trabajo sencillo. No era un oponente difícil, y para Minoru era algo común.

Ahora eran buenos recuerdos, a pesar de la vergüenza por él día en que tuvo que quedarse en la cama en la habitación del hotel bajo la supervisión de Minami. Minoru, francamente, envidiaba a Tatsuya y Miyuki, que tenían amigos como Minami.

Si viajaba a Tokio, podría volverse a encontrar con Tatsuya, Miyuki y Minami. Sería muy agradable, incluso teniendo en cuenta las oscuras intenciones de sus hermanos mayores. Eso fue lo que pensó Minoru.