Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 5

Capitulo 5: Batalla de las Minas de Mineral de Hioredo

Parte 1

Para la mayoría de los ciudadanos imperiales, el calor abrasador del verano era la norma. Sin embargo, el calor en los territorios orientales fue diferente. En pocas palabras, estaba muy húmedo. En comparación con el clima cálido y seco, el ambiente húmedo permitió que la vegetación floreciera mucho más. Después de que todo tipo de condiciones se unieron, el resultado fue una jungla tropical. El ecosistema diverso del bosque proporciona mucho a la humanidad, pero también crea todo tipo de problemas.

“Uwah, incluso se quedó en ese lugar, qué dolor.”

El mayor Sazaruf se quitó la bota y se subió los pantalones mientras gruñía. El rastrojo que se afeitó durante su tiempo en el centro había vuelto a la normalidad. Lo que estaba mirando con el ceño fruncido era una criatura marrón y suave que le chupaba el muslo.

“Es barro y de pantano donde quiera que vayamos. Voy a colapsar por anemia por toda la sangre perdida por las sanguijuelas.”

El espíritu de fuego que el Mayor tomó prestado de un subordinado estaba de pie junto a su pierna. Cuando la llama lamió la cola de la sanguijuela, vomitó la sangre que acaba de succionar y se cayó.

“Mayor general Saba, ¿no le parece?”

En la misma tienda, su superior que se encargó de las sanguijuelas antes que él gruñó en su asiento:

“… Insignificante. En lugar de anemia, deberíamos estar preocupados por la posibilidad de enfermedades por las sanguijuelas.”

Su habitual respuesta fría tranquilizó al mayor Sazaruf.

El mayor general Kubalha Saba fue nombrado comandante en jefe de la campaña para atacar las minas de mineral de Hioredo. Un hombre pulido con barba en la mandíbula y una expresión seria en su rostro. Con su personalidad silenciosa, era el tipo de persona que podía ejercer presión sin siquiera hablar.

Sazaruf estaba preocupado acerca de cómo debería comunicarse con su nuevo superior. Porque no importa qué tema planteó, sería derribado con la palabra “Insignificante”. Desde que comenzaron la marcha, Sazaruf no recordaba haber tenido conversaciones normales con él, aparte de los informes oficiales.

Bueno, solo somos un superior y un subordinado, no estoy tratando de hacer que todos los amigos con él ni nada.

Pensó Sazaruf mientras lo miraba. La cara de Saba seguía siendo seria sin ningún indicio de emoción.

Pero, aun así, realmente no puedo decir lo que está pensando. Eso no es bueno.

Para Sazaruf, no poder decir qué pensaba su comandante en jefe representa un problema grave. En los territorios del norte e incluso antes de eso, comprendería el carácter, la capacidad y las tendencias de su superior, y lo usaría como guía para actuar en consecuencia.

Con un superior que era capaz de todo, solo necesita seguir las órdenes. Pero si ese no fuera el caso, necesitaría encontrar una manera de guiar a su superior para modificar las órdenes. Para aquellos que eran más reservados, los alentaría a tomar una decisión, y le aconsejaría al tipo imprudente que cambiara de opinión. En cuanto a aquellos que se niegan a escuchar a los demás, él disimulará su consejo en forma de adulación. No importa qué, necesitaba entender qué tipo de persona era su superior.

Parecía un soldado competente, pero no parecía ser alguien que estuviera ansioso por obtener logros netos. En cierto sentido, eso era mejor que otro superior que tenía…

Sazaruf todavía recordaba claramente el tribunal militar que fue el final de su superior anterior. El mayor general Saba también estuvo presente, pero Sazaruf no lo recordó hablando. Si recordaba correctamente, Saba guardó silencio durante todo el juicio, similar a ahora.

Siento que le falta motivación o impulso, ¿qué debo hacer?…

Mientras Sazaruf pensaba mientras se secaba los pies, una voz que decía “¡informando!” Vino de la entrada de la tienda. El mayor general Saba dio su permiso en voz baja, y el joven mensajero entró en la tienda con una cara alegre:

“¡La segunda unidad de suministro del mar ha llegado! ¡La Tercera Princesa y los miembros de la orden de caballeros están con ellos!”

El espíritu de Sazaruf se levantó mucho cuando escuchó ese informe. Metió los pies que todavía estaban húmedos en su bota y se levantó:

“Esos tipos están aquí, ¿eh …! ¡Oh, debería darles la bienvenida!”

Miró a su superior en busca de aprobación, pero el mayor general Saba seguía en silencio. Incluso si es solo una farsa, al menos debería fingir ser más feliz, Sazaruf replicó en su corazón y le propuso matrimonio a su comandante:

“Mayor general, la Tercera Princesa nos ha honrado con su presencia. Escuché que los jóvenes héroes están con ella, lo cual es una buena oportunidad para levantar la moral. Los otros oficiales de alto rango están fuera de servicio, ¿deberíamos ir a recibirlos?”

Sazaruf dijo preocupado, y se preguntó qué debería hacer si fuera despedido con otro “Insignificante”. Sin embargo, el viejo soldado no era tan denso. Él asintió levemente y se levantó de la silla un poco letárgico.

“Pero no tenemos buenas noticias para compartir con ellos.”

El mayor general murmuró antes de salir de la tienda. Al darse cuenta de que acaba de decir “Insignificante” de una manera diferente, Sazaruf solo pudo suspirar.

El terreno de las minas de mineral de Hioredo se dividió aproximadamente en cuatro elementos. La jungla a su alrededor; Una cadena montañosa que alcanzó hasta 600m de altura; un gran agujero en forma de cuenco excavado desde la montaña; y un asentamiento que rodeaba el agujero. El asentamiento de minas de mineral tenía la forma de una rosquilla.

***

Similar a los antiguos territorios orientales en general, esta mina de mineral de Hioredo era un lugar muy disputado entre el Imperio y Kioka. Por lo tanto, el Imperio también contribuyó a su terreno actual. Mantener la función de las minas de mineral y aumentar su capacidad de defensa, después de que ambas partes trabajaron en este lugar con este objetivo común en mente, este fue el resultado final.

“Fácil de defender y difícil de atacar. Es confiable como una base militar, pero será problemático si las tortugas enemigas se encuentran en su interior.”

Ikta observó con su telescopio en una cresta mientras masticaba un plátano silvestre que recogió en el camino.

“Somos los que atacamos esta vez, y como se esperaba, estamos en un punto muerto.”

Los otros que miraban a través de su telescopio asintieron con la cabeza. El ejército imperial había rodeado las minas de mineral de Hioredo con un camino que rodeaba el bosque. El enemigo en la cima de la montaña estaba aislado, y solo podía mantenerse a la defensiva y enfrentarse al ejército imperial en escaramuzas.

Mientras los seis evaluaban la situación, dos oficiales vinieron de la base situada delante, con un gran grupo de hombres a cuestas. Uno de ellos era un soldado de mediana edad pulido, y el otro era alguien con quien la orden de caballeros estaba muy familiarizada.

“¡Gracias por venir con refuerzos! ¡Debe haber sido difícil pasar por una batalla naval antes de llegar aquí! ¡Como se esperaba del famoso cuerpo de caballeros!”

El mayor Sazaruf comenzó con un saludo y formalidades. Cuando esto contrastaba con su tono casual habitual, Matthew y Haro abrieron los ojos sorprendidos. Los otros cuatro entendieron la situación con una mirada. Probablemente estaba tratando de ordeñar esta situación para elevar la moral de las tropas, por lo que habló lo suficientemente fuerte como para que todo el campamento lo escuchara. Cuando la batalla llegó a un punto muerto, los soldados tendieron a relajarse demasiado.

“Gracias por recibirnos, Mayor General Saba, Mayor Sazaruf. Llegamos más tarde de lo programado, así que esperamos compensar eso.”

“¡Ohh, estás realmente motivado, primer teniente Yatorishino! ¿No es eso confiable, Mayor General?”

El mayor buscó el consenso de su superior a su lado, y el mayor general Saba lo ignoró como si fuera algo natural. Luego se arrodilló ante la princesa Chamille:

“… Mis disculpas por molestarlo para que visite la primera línea, Su Alteza. Lamento informar que no hemos tomado las minas de mineral. Podríamos estar fuera de su campo de tiro, pero tenga cuidado con los rebotes.”

“Oh … Sí, lo entiendo.”

“Me honra tu presencia. Bueno, entonces, permíteme volver a mis deberes. Mayor Sazaruf, le dejaré el resto a usted.”

El mayor general Saba se volvió antes de esperar una respuesta y caminó hacia la base. Sazaruf se volvió hacia la princesa que estaba mirando a Saba irse aturdida e intentó aligerar el estado de ánimo:

“T-El Mayor General está muy ocupado, y a pesar de cómo se veía, ¡está realmente feliz de conocer a todos! A-De todos modos … ¡comencemos la entrega de los suministros!”

El comandante cambió el tema con fuerza, por lo que Yatori y los demás dejaron la incómoda atmósfera detrás de ellos y llamaron a sus subordinados parados detrás de ellos. Los soldados dudaron de la actitud fría del mayor general, pero a medida que se ocuparon en la procesión de entrega, tales sentimientos disminuyeron. Después de unos 30 minutos, terminaron sus tareas.

“Muy bien, ¡gracias por tu arduo trabajo! Hemos preparado carpas en el lado oeste de la base. Puedes dejar que tus tropas descansen allí y esperar sus próximas órdenes.”

“Eso es genial ¿escuchaste eso, Suya? ¿Puedo dejarte eso?”

“¡Sí señor!”

Suya se fue con sus órdenes y comenzó a reunir las tropas. Los otros diputados la imitaron y comenzaron a hacer arreglos para acampar. El batallón asignado a Ikta y los demás se mudaron al campamento, dejando atrás a los miembros de la orden de caballeros, la Princesa y Sazaruf.

“Espero que puedas explicar la situación … con respecto a muchas cosas.”

Después de que el joven de cabello oscuro hizo esta solicitud, el Mayor Sazaruf se rascó la cabeza un poco incómodo.

“… Como puedes ver, hemos rodeado al enemigo, pero sus defensas son demasiado fuertes. Es demasiado peligroso atacar precipitadamente, por lo que estamos pensando en acosarlos y hacer de esto una batalla de desgaste.”

“Eso es cierto… en esta situación, obligando al enemigo a agotar sus recursos atacándolos continuamente y presionándolos desde múltiples caminos para obligarlos a rendirse. Esa es la táctica más común.”

Torway dio su opinión. Al atacar una fortaleza o fortaleza defendible alta, eso requeriría una fuerza varias veces mayor que el enemigo y varios meses de tiempo, o incluso años, si su suerte era mala. Así de difícil era atacar al enemigo escondido en una gran estructura defensiva. Por lo tanto, normalmente apuntarían a los puntos débiles del enemigo.

“Dado que el cerco está completo, eso significa que la ruta de suministro del enemigo se ha cortado. Si continuamos con el asalto, sus recursos como comida, agua y municiones se agotarán tarde o temprano, ¿correcto?”

Matthew preguntó con optimismo, y el mayor se cruzó de brazos con una cara agria:

“… ¿Tarde o temprano? Eso es cierto, pero el problema es que no sabemos cuándo. La base enemiga tiene una fuente de agua independiente, y probablemente habían almacenado bastante alimento para tales emergencias. Otro problema es que su base es un asentamiento de mina de mineral que tiene las instalaciones para procesar acero.”

“Ya veo, para que el enemigo pueda producir sus propias balas y flechas… Eso será un problema. En ese caso, lo único que se les puede acabar es la comida.”

Yatori pensó con la mano en la barbilla. Un momento después, Ikta a su lado dijo:

“Ya sea comida, agua o municiones, cortar sus suministros alejará mentalmente al enemigo, ¿correcto? En ese caso, no tenemos que apegarnos a un método, hay muchas maneras de hostigar al enemigo que se había escondido. Podemos arrojar cosas que pueden causar enfermedades, o burlarse de ellas con una gran cantidad de tropas, o celebrar un banquete frente a ellas para alardear de la cantidad de exceso de recursos que tenemos…”

“¿Una fiesta? Esa es una buena idea … Estoy de acuerdo con usted, proceda con ese plan, primer teniente Ikta. Sin embargo, tendrás que convencer al comandante en jefe.”

“¿Te refieres al Mayor General Kubalha Saba? Por lo que veo antes, no pareció darnos la bienvenida demasiado.”

La princesa Chamille, que habló directamente con el mayor general, murmuró, y el mayor Sazaruf bajó rápidamente la cabeza para disculparse:

“Mis disculpas si te molestó, Su Alteza. Permítanme explicar, el general mayor trata a todos de la misma manera, y me había estado ignorando después de mi misión aquí… Nunca lo había visto sonreír antes.”

Sazaruf explicó con una sonrisa incómoda. Una mujer oficial que notó la conversación aquí se acercó:

“Disculpe, por casualidad escucho su conversación… permítame disculparme en nombre del Mayor General, Su Alteza. He escuchado las hazañas suyas y de los miembros de la orden de caballeros, y su refuerzo me alienta.”

La mujer oficial sonrió suavemente después de decir eso. Tenía unos 30 años y su insignia de rango en el pecho era la de un comandante. Sazaruf, que tenía el mismo rango que la dama, de repente agitó sus manos ansiosamente:

“¡M-Mayor Melza…! No, no quiero degradar al Mayor General … General.”

“Está bien, Mayor Sazaruf, sé cómo se siente. Tampoco puedo entender al mayor general. Como eres el héroe de los disturbios del norte, debes estar frustrado por esta situación, ¿correcto?”

Expresó su comprensión con calma, y Sazaruf no pudo decir nada. La mayor Melza le sonrió, luego volvió su mirada a los miembros de la orden de caballeros:

“Disculpe mi presentación tardía, soy el Mayor Minai Melza, espero que me recuerden. Como serás incluido bajo el comandante Sazaruf, no me reportarás directamente…”

“¡No, tu hermoso nombre ya ha sido grabado profundamente en mi mente! Por cierto, Melza-san, ¿sigues soltera? Uwah!”

Ikta entró en modo de coqueteo de inmediato y se estaba acercando a la dama cuando el Mayor Sazaruf de repente agarró la cabeza de Ikta con ambas manos por detrás.

“Jajaja, este chico es mi lindo subordinado, es tan lindo que no puedo dejarlo ir.”

“Espere… ¿Qué está haciendo, mayor…! Mi cráneo se romperá, ¿en serio? Uwahhh!”

Sazaruf sujetó al luchador Ikta mientras le mostraba la sonrisa de un caballero a la mayor Melza. Ella sonrió al ver su interacción, luego suspiró como si pensara en algo:

“El general mayor solía ser alegre … Pero se volvió así después de que el teniente general Rikan falleciera.”

El nombre familiar hizo que los miembros del cuerpo de caballeros abrieran mucho los ojos. Después de un rato, Yatori y Torway asintieron con una actitud iluminada.

“… Así es, al general de división Saba se le asignó la defensa de los territorios orientales hace dos años también.”

“Recuerdo que al final de la Guerra de dos frentes, el mayor general Saba era el comandante de la unidad en retirada. Y al final, él fue el único general que sobrevivió…”

“Eso es correcto… Con esa experiencia en mente, fue nombrado comandante en jefe para la invasión de los territorios orientales. Como Mayor General, no podía rechazar esta asignación, pero debe sentirse muy en conflicto al respecto. El alto mando le encargó la misión de recuperar las minas de mineral. En ese caso, ¿por qué no le ordenaron que defendiera los territorios adecuadamente en primer lugar…?”

En este punto, la Mayor Melza cerró la boca. Probablemente notó que podría terminar criticando a la familia real si continuaba. La mayor sacudió ligeramente la cabeza y luego se volvió hacia los miembros de la orden de caballeros:

“Solo te pido que me creas cuando digo esto; No importa qué pensamientos complicados estén preocupando al Mayor General Saba, él no tomará sus deberes a la ligera… Mientras siga siendo un soldado, nos guiará hacia la victoria. Lo entenderás algún día, Mayor Sazaruf.”

Después de saludar a todos, la Mayor Melza dejó el lugar. El grupo permaneció en silencio con sentimientos complicados, y Yatori de repente habló:

“Mayor … Mayor Sazaruf, si sigues haciendo eso, tu ropa se ensuciará.”

“¿Eh?”

Sazaruf, que estaba mirando al Mayor Melza alejarse, bajó la mirada cuando escuchó

eso. El joven de pelo negro que estaba estrangulando en sus brazos hacía espuma en la boca.

“… ¡Woahh! ¡S-lo siento! ¡Usé demasiada fuerza!”

Después de dejarse llevar por el pánico, Ikta colapsó y comenzó a tener espasmos. Después de hacer eso por un tiempo, recuperó la conciencia. Apoyándose del suelo fangoso con ambas manos, dijo con los labios temblando de ira:

“¡No solo nos dejaste solos en los territorios del norte, sino que ahora me tratas de esa manera …! ¡No toleraré esto!”

“S-Lo siento, es mi mal. Así que no te enojes tanto.”

“¡No pienses que puedes proteger la castidad del Mayor Melza hasta el amanecer!”

“… ¿Eh? ¿De qué estás hablando? ¿Vas a asaltar la base del enemigo hoy?” “¡Oh no, que alguien los detenga! ¡Sus ojos son serios!”

“¡No comiences tu propia guerra en un lugar como este!”

Matthew y Haro estaban frenéticos y querían detenerlos, pero los dos se negaron a retroceder mientras se miraban fijamente con una sonrisa rígida. El sujeto en cuestión no estaba al tanto de esto, pero una batalla sin sentido estaba a punto de estallar en este momento, algo chocó en la espalda de Ikta, enviándolo a volar como un pedazo de basura.

“¡Misión cumplida! ¡Mayor, informando!”

La persona que levantó una ola de lodo se detuvo ante Sazaruf e hizo un saludo perfecto de libro de texto. Llevaba una ligera armadura sobre su uniforme, tenía una espada de dos manos en la cintura y un largo cabello castaño rojizo le caía por la espalda y las orejas. Esta figura galante que parecía proceder de una época atrás, y la hinchazón en su pecho era la única indicación de su género.

“¡Hemos enviado a todos desde la unidad a cortar leña del bosque por dos días! Estamos dejando que se seque bajo el sol, ¡inspecciónalos cuando estés libre!”

“Ahh … Gracias por tu arduo trabajo … Debes estar cansado, ¿por qué no descansas en tu tienda…?”

“¡Jajaja! ¡Seguramente bromeas! ¡No me sentiré cansado de recoger leña! Por favor, deme su próximo pedido, ¡mayor! ¡Mi espíritu caballero está a punto de estallar!”

La niña apretó el puño en una muestra de valor. Esta aura intimidante y la determinación de vivir como un caballero sacudió los recuerdos de los miembros de la orden de caballeros:

“¿Cómo debería decir esto … este sentimiento…”

“Tengo una impresión de esto…” “Esto se siente familiar…”

Matthew, Haro y Torway entrecerraron los ojos y miraron a la niña. En este momento, su compañero espíritu de agua se despidió de su bolsa. La respuesta pasó por la mente del trío… y unos segundos después, el mayor Sazaruf dijo:

“Ah, déjame presentarte… Este es el Suboficial Lucanti Hargunska, el líder de mi escolta de caballería ligera. Bueno, como puedes ver por su nombre…”

“Ella es la hermana menor del suboficial Deinkun.”

“Sí, puedo decirlo. Cuánto tiempo sin verte, Niki.”

La princesa Chamille y Yatori asintieron. El suboficial Lucanti finalmente notó a los miembros de la orden de caballeros, y se arrodilló con los ojos bien abiertos ¡La Tercera Princesa nos ha honrado con su presencia!

“Por favor, relájate. Se ensuciará la ropa. Póngase de pie, Suboficial Lucanti.”

La princesa se inclinó y le ofreció la mano, y las lágrimas brotaron de los ojos de la niña.

“¡Eres demasiado amable con alguien tan insignificante como yo…! ¡Yo, Lucanti, estoy llorando por estar tan conmovida, y no puedo levantar la cabeza!”

“No, incluso si dices eso, es problemático si no te levantas…”

Ante el reiterado impulso de la problemática princesa Chamille, el suboficial Lucanti se secó las lágrimas con el dorso de la mano y luego se levantó. Después de saludar a la princesa, se volvió hacia el espadachín de pelo bermellón.

“¡Debes ser el primer teniente Yatorishino Igsem! ¡Mi hermano mencionó que había estado bajo tu cuidado en los territorios del norte!”

“Soy yo quien estaba a su cuidado. En el campo de batalla que se vuelve más duro con cada momento, tu hermano se aferró a sus ideales de caballeros. Su figura decidida y pura nos había dado mucha salvación.”

Yatori dijo eso sinceramente. Cuando escuchó esto, la niña comenzó a llorar de nuevo:

“B-Antes del estallido de los disturbios, recibí una carta de mi hermano. Mencionó que tuvo un duelo con el primer teniente Yatorishino, quien fue recientemente asignado a su unidad, y sufrió una pérdida completa… También dijo que eres una persona más allá de sus expectativas, y sintió que la pelea fue un honor a pesar de que perdió. Esperaba poder conocerte algún día.”

“Me siento honrado de escuchar eso.”

“P-Pero me siento frustrada por la pérdida de mi hermano… No puedo aceptar lo indefenso que estaba mi hermano ante la pérdida, y tardé en responder. Y mientras todavía era infantil al respecto, estallaron los disturbios… y mi hermano se dirigió al campo de batalla.”

“… Entiendo…”

“Antes de que la carta que envié en pánico lo alcanzara, mi hermano cayó en la batalla. Durante mi largo período de duelo, siempre me preguntaba los últimos momentos de mi hermano… He escuchado sobre eso muchas veces, pero todavía espero que pueda contarme en persona, el primer teniente Yatorishino. Mi hermano… Deinkun Hargunska, ¿luchó valientemente como un caballero hasta el final?”

Yatori asintió sin dudar a su pregunta:

“Lo juro por mis cuchillas, Deinkun Hargunska terminó su vida admirablemente. Era un caballero que amaba a su nación y a sus compatriotas, y vivió sin manchar su reputación. Si alguien se atreve a hablar mal de su forma de vida, no lo toleraré, aunque otros lo hagan.”

La Caballero Imperial colocó sus manos sobre la empuñadura de sus dos cuchillas y juró solemnemente. No estaba claro en qué estaba profundamente emocionado el Suboficial Lucanti cuando escuchó eso, y se dio la vuelta y salió corriendo a toda velocidad.

“¡Woaahhh!”

Regresó menos de un minuto después con dos espadas de práctica de madera en sus manos. Ofreció uno de ellos mientras se inclinaba y suplicaba sinceramente:

“¡Por favor dame tu guía! ¡Espero llorar por mi hermano entrenando contigo!”

El mayor Sazaruf, que estaba mirando desde un lado, intervino frenéticamente al ver este desarrollo:

“H-Hey, Suboficial Lucanti. Entiendo cómo te sientes, pero hay un momento y lugar para esto…”

“No me importa, mayor. Con su permiso, me gustaría practicar con mi entusiasta junior.”

Yatori buscó aprobación con su mirada. Como convirtió esto en una sesión de entrenamiento oficial, Sazaruf no tenía ningún motivo para rechazarla. Volvió la cabeza y comprobó su entorno:

“… Olvidalo entonces. Por favor hazlo rápido. Si causas conmoción y llega a oídos del mayor general Saba, seré yo quien me meta en problemas.”

“Entendido. Bueno, entonces, comencemos ahora mismo. Puedes atacar como quieras, Suboficial Lucanti.”

Yatori levantó su espada con su mano derecha e instó a su oponente. El suboficial Lucanti saludó y adoptó una posición de guardia central, usó la punta de su espada para tocar la punta de la espada de Yatori, y luego se adelantó repentinamente con un ataque:

“¡Perdóname!”

El golpe de apertura estaba dirigido a la muñequera. Para evitar que Yatori contraatacara, la joven caballero continuó su ataque. A pesar de la embestida de golpes rápidos y precisos, la espadachina roja esquivó con ágil juego de pies y movimiento corporal.

“… Así es, era así en ese entonces también…”

La princesa Chamille murmuró mientras miraba la pelea. Para ella, los recuerdos de la guerra anterior parecían ser de toda la vida: el pasado se había ido para siempre, y no importaba cuán similar fuera esta escena a lo que vio la última vez, el suboficial Deinkun todavía estaría muerto.

“¡Hyaa!”

El movimiento del suboficial Lucanti creció en intensidad. Su cintura y pies deben haber recibido un entrenamiento extraordinario para que ella pueda realizar la impresionante hazaña de siete golpes consecutivos. Yatori estaba impresionada mientras lidiaba con cada ataque, pero no se perdió la apertura en el último golpe: el centro de gravedad de su oponente estaba ligeramente desbalanceado.

“¡Hmm!”

Yatori paró el golpe que no tenía toda la fuerza del cuerpo de su oponente detrás, y la punta de su espada cortó la muñeca de Lucanti. Con un impacto de entumecimiento de huesos, la espada de madera cayó de la mano del Suboficial Lucanti.

Con el partido decidido, ambas partes dejaron de moverse. Después de un momento de silencio, el retador sonrió.

“… Ahora lo entiendo. Estoy lejos de ser tu rival, y mi hermano no podría haberte derrotado.”

“Soy el que está sorprendido. Eres mejor de lo que esperaba y tienes una habilidad con la espada más fuerte que tu hermano… Esto puede sonar condescendiente, pero si continúas mejorando, tendremos una combinación aún mejor en cinco años.”

La espadachina roja le entregó primero la espada prestada a la empuñadura de su oponente y le ofreció palabras de aliento a su menor. Para la caballera pura, este cumplido directo fue demasiado estimulante. El suboficial Lucanti estaba tan conmovida que temblaba y se inclinó con mucha fuerza:

“¡Es un honor! ¡Ahhh, el camino del caballero es increíble!”

Después de gritar algo dudoso, el Suboficial Lucanti cargó hacia la base. Los miembros de la orden de caballeros miraron aturdidos y Sazaruf aplaudió para llamar su atención:

“Muy bien, eso es todo por ahora. Solo deja tus maletas en el campamento por ahora. Primer teniente Ikta y primer teniente Yatorishino, por favor vengan a la sede después de hacerlo, necesito que me ayuden con algo.”

“¿Trabajar justo después de venir aquí? Qué dolor, como si viniera a trabajar aquí.”

“No lo hagas sonar como si ese no fuera el caso. Tanto tú como yo… Primero escoltaré a la princesa Chamille a sus habitaciones. Su Alteza, por aquí por favor.”

Yatori le ofreció su mano derecha con una sonrisa, y la princesa quería tomar la mano por reflejo. Pero ella retiró su mano como si hubiera cambiado de opinión. Esta acción desconcertó a la niña de pelo bermellón, y la princesa Chamille se volvió como si estuviera evitando la mirada de Yatori:

“… N-No es necesario, también tengo otras acompañantes. Puedo repasarme si conozco el lugar.”

Después de anunciar que, en un tono rígido, la princesa le pidió a Sazaruf que le indicara cómo llegar a su habitación y se dirigió rápidamente al campamento. Sus acompañantes se apresuraron a alcanzarla.

Yatori, que había sido rechazada de forma indirecta, alterna su mirada entre la espalda de la princesa que se alejaba y su propia mano extendida.

“Quiero que me acompañes para negociar con el enemigo.”

Después de que Ikta y Yatori resolvieron las tareas administrativas que tenían a la mano, el Mayor Sazaruf fue directo al grano.

“Como saben, en esta situación, la importancia de la guerra psicológica es tan crítica del combate directo. Una táctica común es impulsar las conversaciones, y el enemigo está dispuesto a hacerlo. Ya nos encontramos con el comandante enemigo tres veces.”

“En ese caso, has intentado presionarlos para que se rindan. ¿Cuál es su respuesta?”

“Sí, sobre eso… Nos dispararon por completo la primera vez, y reaccionaron un poco durante la segunda vez. Después de que les dijimos noticias de tu victoria en la batalla naval, fueron claramente sacudidos. Probablemente no quieran prolongar una batalla perdida, así que pensé que podría haber una posibilidad…”

En este punto, Sazaruf frunció el ceño y se rascó la cabeza.

“… Ayer, un globo voló desde el este y aterrizó en la base enemiga. Nos reunimos por tercera vez justo después de eso, pero su actitud cambió por alguna razón… y expresaron con confianza que no tenían planes de rendirse. Están listos para aguantar hasta que el refuerzo los alivie, y nos aconsejan que nos rindamos y nos vayamos a casa. Mi expectativa se volcó por completo, por lo que solo pude volver a la base deprimido.”

“¿Qué pasa con las tropas enemigas? Si solo están faroleando, las tropas en la línea del frente deberían mostrar signos de baja moral.”

“Lamentablemente, no mostraron tales signos en absoluto. De hecho, su moral parecía más alta de lo que peleamos por primera vez. Ese globo es probablemente la razón por la cual el enemigo se había endurecido mentalmente a pesar de su situación desventajosa.”

Ikta y Yatori pensaron en las observaciones de sus superiores, y Sazaruf continuó:

“Aunque ya no es posible que se rindan, todavía quiero descubrir la “razón” detrás de su cambio de opinión. Eso es lo que necesito que descubras. Primer teniente Ikta, ese es tu campo, ¿verdad?”

“Hmm … Mayor, ¿me estás confundiendo con un estafador competente?”

“No creo que esté equivocado acerca de eso, hablando de eso, ¿me estás pidiendo que actúe como escolta para la próxima reunión, Mayor?”

“Asignarte al servicio de acompañante es un factor importante. Podríamos estar protegidos por las leyes de las guerras, pero la negociación con el enemigo sigue siendo peligrosa… Sin embargo, la razón principal es que tenerlos a los dos juntos será de gran ayuda. En lugar de actuar solo, tener a los dos en equipo producirá mejores resultados. Eso es lo que pienso, así que ¿qué tal?”

Sazaruf dijo con una leve sonrisa. Los 2 primeros tenientes se miraron y saludaron en el mismo momento.

El Imperio estableció su campamento alrededor del pie de la montaña, mientras que la base del enemigo estaba en la cima de la montaña. Por lo tanto, el lugar de sus conversaciones estaba en un camino entre ellos. Durante su ascenso allá arriba, Ikta se quejaba.

“Ahh, qué molestia. Subir una colina es tan agotador que lo odio. Ya subí lo suficiente durante toda mi vida durante mi temporada en la montaña Arfatra…”

“Guarda tu fuerza para tus pies. En comparación con las escaleras de Dios, esto no es diferente de una pendiente suave.”

“¡Así es! ¡Y mostrar tu debilidad en un sendero de montaña como este no es bueno! Primer teniente Solork, ¡únase a mí todas las mañanas para practicar mil golpes de espada cada mañana para entrenar!”

El suboficial Lucanti que acompañaba al mayor Sazaruf y dirigía su sección de escoltas gritó enérgicamente. El joven de cabello oscuro disminuyó el paso con una cara exhausta:

“Por favor, no me fuerces esa visión psicológica no científica… Me cansará incluso antes de llegar a nuestro destino.”

Ikta estaba lleno de quejas, pero esta no era una montaña trechourous, por lo que el grupo llegó a su destino fácilmente mientras conversaban. En un espacio abierto y plano cerca del sendero había una tienda de campaña rodeada de banderas a cuadros rojas y blancas, que simbolizaba el lugar para que ambos lados negociaran. Las leyes de la guerra prohíben pelear en ese lugar, o la eliminación de estas banderas sin el consentimiento de ambas partes.

“Soy el mayor Senpa Sazaruf del ejército imperial, ¡aquí para conducir la cuarta ronda de negociaciones! Dos de mis subordinados se unirán a mí, ¿eso será aceptable contigo?”

Un momento después, el soldado enemigo que estaba de guardia en la tienda informó que su solicitud fue aceptada. El grupo de Sazaruf asintió el uno al otro y salió. El suboficial Lucanti y sus hombres se quedaron en la entrada, mientras el trío entraba en la tienda…