Nejimaki Seirei Senki (NL)

Volumen 5

Capitulo 5: Batalla de las Minas de Mineral de Hioredo

Parte 2

“Finalmente estás aquí, hum. Hemos estado esperando.”

La voz que los saludaba se detuvo por alguna razón. Al mismo tiempo, Ikta y Yatori se detuvieron en seco y se congelaron.

Había una gran mesa en el centro de la amplia carpa. Se colocaron tres sillas vacías una al lado de la otra cerca del grupo de Sazaruf, y su contraparte tenía la misma cantidad de sillas. Un soldado de pelo blanco estaba sentado en la silla en el medio, con las sillas a su lado vacantes. Un hombre pulido y una dama de aspecto sensato estaban a cada lado de él. Sin embargo…

“”””””¡Ahh!””””””

En el instante en que sus miradas se encontraron, el grupo gritó al mismo tiempo. Esta fue la segunda reunión entre el “la Pereza” y el “Insomne”. Esto fue registrado en los libros de historia como un evento importante, pero comenzó de una manera tonta.

Habían pasado cinco minutos desde que todos tomaron asiento, pero nadie había hablado aún. El silencio opresivo se cernía sobre la mesa de reunión, y el primero en ceder a la atmósfera fue el Mayor Sazaruf.

“… Ah ¿no es interesante? Los representantes de ambos lados son diferentes esta vez…”

“… En efecto. Soy el coronel Jean Arkinex del ejército de Kioka. He tomado el mando de las minas de mineral de Hioredo.”

Sazaruf abrió los ojos con sorpresa cuando supo el nombre de su contraparte. Durante los disturbios del norte, Ikta y Yatori fueron los únicos que lo conocieron, así que este fue el primer encuentro del Mayor con el famoso “General el Insomne Brillante.”

“Suspiro … No debería haber venido … Eres demasiado, Mayor. Esto no es un rompecabezas en absoluto.”

Sazaruf se preguntaba cómo debería responder cuando Ikta, que descansaba ambos codos sobre la mesa, se quejó perezosamente. El oficial de cabello blanco le lanzó una mirada acusatoria, luego dijo sarcásticamente:

“Hah * … Mayor Sazaruf, uno de tus miembros parece carecer de modales. Su presencia no es apropiada para esta solemne reunión, así que ¿puedes enterrarlo en alguna parte?”

“Hablando de modales, ¿qué te parece servir un poco de té, chico blanco bonito? La idea de que caminé hasta aquí para ver esa taza tuya me hizo sentir ganas de llorar. ¿ Cómo vas a compensar la sensación de inutilidad en mi corazón?”

El joven de cabello oscuro respondió de inmediato. La cara de Jean siguió temblando mientras respondía:

“Hablar contigo es un dolor. ¿Me hace preguntarme qué tipo de ambiente nutre tu personalidad que solo es bueno para agitar a los demás?”

“Si te sientes así, eso significa que ya estás agotado mentalmente. ¿Por qué no dedicar su vida a demostrar que la falta de sueño provoca ansiedad y frustración?”

“Alguien que habla así definitivamente se queda dormido a menudo. ¿Qué tan crudo tienes que ser para mantener la calma mientras desperdicias el tiempo limitado que tienes?”

Intercambiaron palabras sarcásticas como un tiroteo, yendo y viniendo sin ningún descanso. La chica de pelo bermellón levantó una mano para detener la conversación inútil y mediar:

“Calmaos, los dos. No estamos aquí para pelear.”

El comportamiento tranquilo y firme de Yatori restableció el orden en la escena. Después de que Ikta y Jean se callaran, alguien más habló:

“Primer teniente Yatorishino Igsem, hay algo que me gustaría preguntarte.”

La dama que servía como ayudante de Jean miró a Yatori con sus agudos ojos detrás de sus lentes. Yatori desvía su atención hacia esa dama:

“… Eres la primera teniente Miara Gin, ¿qué quieres preguntar?”

“Durante los disturbios del norte, debería haber un guerrero llamado Nirva Gin que te desafió a un duelo. Me gustaría saber el resultado de esa pelea.”

La dama preguntó con una expresión tensa. Yatori miró el kodachi en su cintura y asintió:

“… Ya veo, ¿es él tu familia? Pensé que eso sería posible ya que ambos comparten el mismo apellido.”

“¡No importa eso, por favor dime el resultado!”

Miara golpeó la mesa con ambas palmas, y después de ver lo preocupada que estaba con la respuesta, Yatori respondió directamente:

“Gané. Él desafió a un Igsem como guerrero, y cayó en la batalla.”

“¡Ughh!”

“Era un enemigo formidable, no habrá muchas oportunidades para que pelee con alguien de su calibre nuevamente. No olvidaré la emoción que sentí durante mi duelo con él.”

Yatori respondió respetuosamente. Miara se recuperó lentamente de su sorpresa, luego bajó la cara con hombros temblorosos. Al siguiente momento, pateó su silla y se levantó.

“¡No mientas!”

Con una mirada asesina en sus ojos negros, puso su mano derecha sobre la empuñadura de su kodachi. Yatori asumió una postura de lucha en el mismo momento, pero antes de que ninguno de ellos desenvainara sus espadas, los otros dos miembros de Kioka restringieron a su colega.

“¡Espera, Miara! ¡Cálmate!” “¡No saques tu espada tan de repente!”

Incluso con los dos hombres restringiendo sus manos, las emociones agitadas de Miara continuaron a fuego lento. Ella quiere librarse de ellos y atacar a su enemigo jurado, pero Jean la retuvo desesperadamente y le gritó al oído:

“¡Eso es tan bueno como suicidarse! ¡Sabes muy bien que tu habilidad con la espada no es tan buena como la de tu hermano!”

Sus palabras reinaron en el corazón desbocado de Miara. Respiró lenta y profundamente para calmarse, y relajó su agarre sobre su empuñadura. Sus dos oficiales superiores finalmente la obligaron a volver a su asiento.

“… Entiendo que esta es una reacción normal, pero ser acusado de mentir todavía deja un mal sabor de boca.”

Yatori murmuró mientras retiraba su mano de su empuñadura. Ya no estaba tensa cuando volvió a sentarse, y el silencio cayó sobre la mesa de reuniones después de que se evitó la crisis.

En este momento, Sazaruf, que no había hablado mucho todo esto mientras tosía intencionalmente, como para llamar la atención sobre su presencia.

“… Bueno, ¿cómo debería poner esto? Parece que ambas partes habían elegido a los

representantes equivocados.”

El Capitán Harrah miró a los furiosos Jean y Miara, luego asintió con una cara preocupada:

“Sí, estoy de acuerdo … ¿Por qué no aplazamos y volvemos a intentarlo la próxima vez?”

“¡No! ¡No hay necesidad de eso, Harrah!”

“Eso es lo que dijo mi jefe… Estoy bien con eso, pero si vamos a continuar, déjame ser yo quien hable. Si se convierte en una disputa, no progresaremos; si Miara saca su espada, entonces podrían derramarse sangre.”

Después de escuchar este razonamiento sólido, el oficial de cabello blanco solo pudo dar su consentimiento silencioso. Por otro lado, Sazaruf estaba considerando si debían continuar en otro momento… Pero al pensarlo desde otra perspectiva, esta podría ser una buena oportunidad ya que conoció al comandante enemigo que parecía haber perdido la calma. Con eso en mente, volvió a enderezar su postura:

“Entendido, entonces seré el representante principal y continuaré la discusión.”

“Hablando con mayor precisión, estamos comenzando la discusión ya que aún no deliberamos nada… Oh, olvidé presentarme. Soy el Capitán Taznyado Harrah del ejército Kioka. Ya aprendí su nombre de nuestro predecesor, por lo que puede omitir su presentación.”

“Muchas gracias. Bueno, entonces, Capitán Harrah, vayamos directamente al grano… ¿ Realmente no tienes intenciones de rendirte?”

“¡Nyatt de nyatt!”

“Cálmate, Jean. Simplemente agregue las preguntas que no puedo responder… De todos modos, esa es nuestra respuesta. Debe saber sin necesidad de preguntar. Si nos vamos a rendir, no habríamos entrado en nuestro globo.”

“Eso podría ser así, pero ¿entiendes en qué desventaja estás? Hemos tomado Port Nemong y asegurado nuestras líneas de suministro, y en contraste, sus fuerzas están aisladas y cortadas. Continuar esta pelea no nos hará ningún bien a todos.”

“Estamos sorprendidos por la derrota de Lady Elulufay… Pero aún podemos arreglárnoslas, así que no tienes que preocuparte.”

El capitán Harrah respondió con una sonrisa confiada. Sazaruf frunció el ceño ante la actitud inquebrantable de su contraparte. Sazaruf cree que estaba faroleando, pero su actitud parecía demasiado relajada. Sazaruf tuvo que asumir que su oponente confiaba en la victoria.

“… ¿No se apresuraron ustedes solos aquí?”

Mientras el Mayor pensaba en qué decir a continuación, el joven de cabello oscuro soltó esta línea. Con los tres miembros de Kioka mirándolo, Ikta continuó hablando con su palma apoyando su cabeza:

“No sé lo que estás planeando, pero esta base ha sido rodeada por las fuerzas imperiales. No creo que el alto mando de Kioka tome la peligrosa decisión de arrojar a oficiales de alto rango sin escoltas. Al menos no haré un movimiento tan arriesgado, ya que conseguir oficiales útiles asesinados por nada es estúpido.”

“¿Y no crees que esto sea un signo de confianza? Eso podría ser cierto para un comandante normal, pero nuestro comandante es el “General el Insomne Brillante”. Salvar una unidad aislada rodeada por el enemigo… Es natural que el alto mando tenga grandes expectativas de él, ya que puede lograrlo fácilmente.”

“Si eso es cierto, entonces solo puedo expresar mi simpatía por la vida que tiene… Pero sigo pensando que el ejército de Kioka es un grupo de optimistas. Así que haré una deducción negativa y decidiré que esta situación es el resultado de que ustedes tres actúen por su propia cuenta.”

La esquina del ojo de Jean se contrae, y el joven continuó su monólogo mientras percibía esa reacción:

“Si tuviera que clasificar, la decisión táctica de su alto mando estaría más cerca del juicio del Mayor Sazaruf, ¿verdad? En lugar de ordenar la defensa de las minas de mineral de Hioredo a toda costa, probablemente te hayan dado instrucciones para que consideres la opción de abandonar la base en el momento en que cayó Port Nemong,

¿correcto? Ese juicio tiene más sentido. Incluso si esto se convierte en una batalla de desgaste, cuando llegue su refuerzo, se convertirá en una batalla total por las minas de mineral que involucra a decenas de miles de soldados de ambos lados. En este momento, no creo que Kioka quiere escalar la guerra a una escala tan grande.”

El Capitán Harrah mantuvo una cara de póquer mientras escuchaba a Ikta. Ikta se dio cuenta de que tomaría mucho esfuerzo romper su expresión, y cambió de táctica:

“… Por cierto, hay algo que me molesta. Kioka ha sido muy pasivo para esta guerra. Si te has enterado de nuestra invasión, entonces las defensas tanto en el mar como en tierra son inadecuadas. Solo puedo adivinar que su red de inteligencia había fallado…”

Esto fue solo una diversión para cambiar de tema, pero el joven de cabello oscuro también tenía curiosidad por esto. Dada la alta posición del Fantasma que se infiltró en la marina, parecía extraño que no transmitiera la información a sus aliados antes de que el imperial lanzara su campaña. ¿Su limitado número de palomas no pudo regresar a su nido, o le faltaron otros medios de comunicación … Esto también podría ser el resultado de que la estrategia imperial contra el espionaje funcionara según lo previsto, pero todo se sentía mal.

“… En cualquier caso, continuaré con mi suposición de que ustedes tres vinieron por su propia cuenta. Por lo tanto, la pregunta será: “¿vendrá realmente el refuerzo?” ¿ Cuánto apoyo te brindarán tus aliados, dado que lo hiciste sin consultarlos?”

El Capitán Harrah tenía una leve sonrisa en sus labios, como si se estuviera burlando de los inútiles intentos de sondeo de Ikta.

“El refuerzo vendrá, primer teniente Ikta Solork, ya has dado la razón. Es de sentido común que cualquiera lo haga, ya que dejar “oficiales útiles asesinados por nada es estúpido.”

“De hecho, dado que ese chico bonito y blanco ascendió al rango de Coronel en el corto tiempo después de los disturbios del norte, es obvio que Kioka piensa muy bien de él. Como dijiste, el refuerzo vendrá a salvarlo. Y él está tratando de enfatizar ese punto al aparecer en esta reunión, ¿verdad?”

Ikta se encogió de hombros cuando sonó su acuerdo. Pero al momento siguiente, sus ojos se volvieron agudos:

“Sin embargo, ese es el problema principal aquí. Si el objetivo no es “defender las minas de mineral”, entonces la escala de los refuerzos será diferente. Es difícil justificar la movilización de un ejército de diez mil por el simple hecho de rescatarte.

“Eres libre de pensar lo que quieras, primer teniente Solork. ¿Pero no es tu deducción demasiado optimista?”

“De vuelta a ti. Actúa por tu cuenta sin tener en cuenta la situación táctica, y termina esperando a tus aliados que están preocupados por rescatarte con un enorme ejército, que ya está más allá del optimismo y que solo está siendo delirante.”

Después de responder sarcásticamente a ese comentario sarcástico, Ikta finalmente dejó de hablar. Harrah observó a Jean, que estaba listo para contraatacar, y suspiró.

“… Tu miembro disparando su boca está empujando a mi jefe al borde de un estallido. Mayor Sazaruf, ¿no es usted el representante principal?”

“¿Huh? Oh, lo siento.”

“¿Estoy robando el centro de atención? Dejaré el resto al comandante entonces.”

Ikta no estaba obsesionado con la tarea, y simplemente lo dejó en su superior. Sazaruf organizó la información en su mente frenéticamente:

“… Erm ¿cómo debería poner esto? En pocas palabras, no estás aquí como parte de la gran estrategia de Kioka, has decidido defender las minas de mineral de Hioredo por tu cuenta por alguna razón. El refuerzo que viene a buscarte no es demasiado grande… eso es lo que establecimos justo ahora, ¿correcto?”

“Eso es solo la divagación de ese tipo, eres libre de creerle si lo deseas.”

“Es valioso considerar su teoría como una posibilidad” y si tiene razón, entonces plantea una pregunta. ¿Hay alguna razón para defender las minas de mineral de Hioredo a costa de ir en contra de la gran estrategia de Kioka?”

El Mayor miró al trío con la cabeza inclinada. No hay forma de responder una pregunta basada en una suposición errónea: se quedaron en silencio para enfatizar este punto. Sin embargo, el joven de cabello oscuro rompió este silencio:

“… Sus camaradas que habían sido rodeados están pidiendo ayuda. Creo que esa es razón suficiente… para que ese héroe actúe imprudentemente.”

Ikta declaró hacia el oficial de pelo blanco. Las palabras de Ikta que parecían implicar que había visto a través de Jean hicieron que el oficial de cabello blanco se levantara bruscamente de su silla, como si ya no pudiera soportar ser amonestado de un lado y estuviera preparado para tomar represalias…

“Muy bien, ese es el final de la reunión.”

Sin embargo, las palabras firmes del Capitán Harrah impidieron que el joven héroe se saliera de control. Ikta chasqueó la lengua. El soldado de gran tamaño que había acumulado años de experiencia pisó el freno en el momento adecuado.

“Entonces, ¿cuál es la conclusión? ¿Cuál sería una estimación adecuada del refuerzo del enemigo?”

En el camino de regreso a su base, Sazaruf le preguntó a sus dos subordinados. El joven de cabello oscuro negó con la cabeza:

“Nadie puede decir cuál podría ser la escala. Ese chico bonito blanco probablemente estaba tratando de aumentar los números, y el alto mando enemigo probablemente todavía esté preocupado por esto. Descarté la noción por completo, pero aún existe la posibilidad de que tuvieran órdenes de “defender las minas a toda costa”.”

Ikta se negó a llegar a una conclusión clara, y la chica de pelo bermellón a su lado asintió con la cabeza.

“Podemos hacer deducciones negativas, pero lo único de lo que podemos estar seguros es que el “General de Insomne Brillante” vino aquí en aras de proteger las minas de mineral de Hioredo… Por cierto, ¿qué tan seguro está de que hicieron eso por su propia cuenta, Ikta?”

“Bueno. Creo que es muy posible… Será diferente si vinieran con una compañía de soldados de la fuerza aérea, pero un Coronel corriendo con solo un par de ayudantes es claramente anormal. O no tuvieron tiempo de reunir sus tropas, o esta acción no fue sancionada por el alto mando en primer lugar. En cualquier caso, vinieron aquí a toda prisa, y si esto último es cierto, entonces están arriesgando sus vidas como un medio para convencer a su alto mando.”

“Esa es la parte que no entiendo. ¿Por qué el “General el Insomne Brillante” está actuando tan imprudentemente? ¿Es firme en la defensa de las minas de mineral de Hioredo, o solo confía en que puede lograrlo?”

“Creo que son ambas cosas, y ese tipo siente que tiene la obligación de defender esa mina. Este es un tren de pensamiento común compartido por personas que se llaman héroes.”

Ikta dijo con condescendencia. Durante esta breve pausa en su conversación, el suboficial Lucanti a su lado murmuró deprimido:

“No puedo seguir esta conversación en absoluto…”

“No se preocupe, no espero que dé su opinión sobre esto, Suboficial Lucanti. Solo mira desde un lado y aprende.”

“Mi cabeza se está calentando…”

“Es una fiebre por ejercer demasiado tu cerebro. Cuídate y descansa adecuadamente.”

Sazaruf despidió a la niña y sigue pensando. Unos minutos más tarde, Ikta aplaudió como si estuviera señalando que deberían comenzar de nuevo:

“No tiene sentido construir suposiciones por encima de las suposiciones, así que volvamos a lo básico. Necesitamos encontrar una manera de lidiar con el enemigo que se esconde en las minas de mineral.”

“Sí, eso es verdad. ¿Qué tal invitar a esos tres a un banquete?”

“Si estoy en su lugar, definitivamente no asistiré bromas aparte, pensé en un plan. Puede que no sea un plan perfecto, pero coincide con mi estilo. Específicamente.”

***

“No podemos bajar la guardia frente a ese niño, vio a través de nuestra situación.”

Dentro del gran pozo excavado en la montaña, en el centro del campamento base de Kioka. Dentro del cuartel general que estaba oscuro porque todas las ventanas y puertas estaban cerradas, el Capitán Harrah apoyó su gran cuerpo en la pared y gruñó:

“Incluso sabe que estamos actuando por nuestra propia cuenta, eso es impresionante. Dejamos que Jean asistiera a la reunión para hacer que los Imperiales sobreestimaran cuánto valora Kioka las minas de mineral de Hioredo, pero tuvo el efecto contrario, está bien, ¿qué deberíamos hacer ahora?”

Suspiró, y unos segundos después, el oficial de cabello blanco sentado más adentro de la habitación dijo:

“… Lo siento, me equivoqué. No tuve cuidado.”

“No, yo soy el culpable… Hice algo tan desagradable ante el enemigo.”

Miara, que estaba al lado de Jean, se mordió los labios con fuerza. El Capitán Harrah miró a sus dos jóvenes soldados reflexionando sobre sus acciones, y dijo asintiendo:

“Mientras lo entiendas. Ambos son buenos soldados, pero aún son jóvenes, por lo que es natural que actúen precipitadamente de vez en cuando. Esa es la razón por la que estoy aquí para acompañarte.”

El mayor del grupo les dijo. Después de escuchar todo eso, Jean apretó los puños con fuerza:

“¡Ikta Solork…! Su presencia en la reunión es el mayor error de cálculo.”

“Sí, eso es correcto. Todos tienen una persona con la que no son buenos para tratar, pero usted y él la llevaron a otro nivel. Ha pasado mucho tiempo desde que te vi tratando de mantener la calma y fallando.”

El oficial de cabello blanco asintió con una cara agria. Miara le puso una mano en el hombro suavemente y dijo:

“Jean … Jean, no dejes que el incidente durante la última batalla te moleste. Tuviste la iniciativa durante los disturbios del norte y la ventaja a nivel estratégico. Lo único que hizo fue poner algo de resistencia al final.”

“Nyatt … sólo que el último bit de la resistencia detuvo el ejército Alderamin Santa de aprovechar con éxito los territorios del norte… Más importante aún, hemos perdido la Unidad Fantasma, dirigida por su hermano. Eso solo es una pérdida grave para nosotros.”

“…… ¡Ughh!”

“Miara, sé cómo te sientes. Por el honor del clan Gin, renunciar a vengar a tu hermano no es una opción. Pero eso es exactamente por qué tengo que darle esta orden. Nunca debes desafiar a Yatorishino Igsem a un duelo. No importa cuánto pueda manchar mi nombre, no puedo perderte.”

Para enfatizar la importancia de esta orden, Jean miró obstinadamente a su ayudante que estaba mirando hacia abajo y apretando los dientes. Su intención fue transmitida un poco más tarde, mientras la mandíbula de Miara se movía un poco hacia arriba y hacia abajo. Harrah que estaba viendo su interacción sonrió:

“Ustedes dos finalmente han vuelto a la normalidad, el tiempo para la reflexión ha terminado, comencemos la discusión oficialmente. Nuestro enemigo es un tipo problemático, ¿qué debemos hacer?”

“Continuaremos peleando una batalla defensiva. Como Ikta Solork está con ellos, la situación será la opuesta a nuestro encuentro anterior. Defenderse del asalto del enemigo con nuestros pequeños números… ¿no lo logró cuando luchó contra mí? No hay razón para que no pueda hacer eso. ¡No, tengo que hacerlo!”

“Hmm … no creo que debamos preocuparnos demasiado por nuestro enemigo, pero tienes razón. Antes de que lleguen los refuerzos, tenemos que evitar al enemigo.

Tenemos que llevar a nuestros aliados a casa de manera segura y evitar desplazar la frontera nacional más hacia el este. Más importante aún, esto es por el bien de Kioka.”

“Yah, sé que nos hemos alejado de la gran estrategia del alto mando, pero si puedo defender este lugar, podemos salvar esta base. Como eso está claro para mí, tengo la obligación de actuar de acuerdo con mi teoría. Porque ese día, cuando perdí todo, ya hice un juramento a las personas que nunca volverán. No dejaré que una vida que puedo salvar se escape de nuevo.”

El “General el Insomne Brillante” dijo suavemente como si se estuviera advirtiendo a sí mismo, luego se levantó y miró por la ventana con una mirada intensa.

“Solo hay una cosa que estoy seguro de que sucederá después. No tengo ninguna base para decir esto, pero ese tipo definitivamente jugará una mano que encontraré extremadamente repugnante.”

***

“Insignificante.”

La voz profunda resonó por toda la tienda. El mayor general Saba reaccionó de la manera habitual ante la idea que Sazaruf planteó en nombre de Ikta.

“¿De verdad crees que este es un plan adecuado? Un movimiento equivocado. No, incluso sin cometer errores, esto seguirá beneficiando al enemigo. Suponiendo que de alguna manera tenga éxito, aún seremos interrogados después del hecho. Si falla, incluso seré calificado como un traidor.”

El mayor general Saba dijo solemnemente a los tres subordinados que estaban frente a él. El joven de cabello oscuro escuchó junto a Yatori y Sazaruf, pero su rostro estaba extrañamente tranquilo.

“Erm … ya veo, pero dado que estaremos agotando una parte de los recursos del enemigo, entonces en ese sentido, este es un buen plan…”

“Superficial. Cualquiera puede proponer conversaciones vacías poco prácticas.”

Sazaruf quedó estupefacto después de ser derribado con tanta firmeza. Parece que la propuesta sería rechazada. Sazaruf miró impotente a ambos lados para expresar esa opinión, pero Ikta sacudió la cabeza.

“¡Está equivocado, Mayor! ¡Todo lo que el Mayor General Saba ha dicho hasta ahora

es solo sus comentarios iniciales!”

El joven declaró eso en voz alta, como si fuera una verdad indiscutible. Sazaruf abrió mucho los ojos, mientras que el mayor general Saba frunció el ceño con cara de duda. Solo Yatori estaba sonriendo irónicamente.

“Es natural que exista una opinión contraria a cualquier propuesta. Después de todo, un plan perfecto no es algo que pueda pensarse tan fácilmente. El mayor general Saba está probando cuán fuertemente nos sentimos sobre nuestra idea. ¿Hasta dónde lo hemos pensado? ¿Qué tan bien podemos manejar cualquier oposición? Después de evaluarnos, nos exigirá que presentemos una propuesta de mayor calidad. Por favor, comprenda la intención del general.”

Ikta dijo con una lengua simplista mientras daba un paso hacia el comandante en jefe. No importa cuántas veces lo vio, Sazaruf no pudo evitar sentirse impresionado por la audacia de Ikta.

“Dado que hemos recibido una refutación severa, siguiendo las reglas, tenemos que retractar nuestra propuesta y pulirla aún más. Sin embargo, me gustaría pedir permiso para omitir este paso. Después de todo, un tipo problemático se había entrometido para actuar como el comandante enemigo, por lo que quiero ahorrar el mayor tiempo posible.”

“… Ya escuché sobre ti, pero realmente eres un lingüista astuto. ¿Estás tratando de convencerme con tu lengua simplista?”

“Convencer … Eso no es realmente así. Si tengo que clasificar esto, lo que estoy haciendo es engañarte.”

El joven dijo con una sonrisa alegre. A pesar de que el joven estaba actuando demasiado familiar, el mayor general Saba todavía se niega obstinadamente:

“Insignificante, eso no es posible.”

“Eso no es cierto. En el pasado, había al menos una persona que logró hacer eso,

¿verdad?”

Ikta sacudió la cabeza y corrigió las palabras del mayor general. El mayor general endureció los labios.

“… ¿Qué estás tratando de decir?”

“Como dije, solo estoy tratando de hacer algo interesante en esta guerra sin sentido. ¿Y no es realmente divertida nuestra propuesta? No solo podremos ver la cara estupefacta de nuestros enemigos, sino que también podemos trabajar hacia una victoria con un derramamiento de sangre mínimo si funciona … Sí, podríamos ser interrogados después del hecho, pero si lo pensamos desde una perspectiva diferente, no es ¿No es esto una cosa maravillosa?”

“¿Qué quieres decir?”

“Porque “lograr resultados incluso si tienes que recurrir a medios poco ortodoxos” es el estilo que más te conviene, Mayor General Kubalha Saba de las “Joyas Gemelas del Sol”.”

El joven dejó en claro que tenía buenas intenciones cuando dijo eso. El mayor general fue tomado por sorpresa. Su apodo nostálgico que vino de repente rompió su estatua como cara de póker.

“… Estás sacando una etiqueta antigua.”

“Así es, ¿por qué no aprovechas esta oportunidad para limpiar el polvo y usarlo en tu pecho? Puede agregar esto detrás de la etiqueta de nombre, “la autoconservación no es su estilo en absoluto”.”

En el momento en que Ikta dijo que, “Ha” escapó del Mayor General Saba, a pesar de que nunca había mostrado buena voluntad hasta ahora. No era ruidoso, pero sonaba sinceramente alegre.

“Ya veo, así que esta es la estafa a la que te refieres.”

El mayor general Saba, que finalmente entendió el significado detrás de estas palabras, miró a su oponente con una sonrisa, e Ikta le devolvió la sonrisa. Los dos soldados con un gran abismo tanto en rango como en edad se habían acercado inesperadamente después de su breve intercambio.

“…… Ikta Solork, ¿eh?”

El mayor general Saba repitió este nombre. Su mirada parecía estar descansando sobre una figura parada detrás de ese joven. Un momento después, el comandante en jefe volvió sus ojos al trío que tenía delante y dijo:

“Pula su propuesta en un plan ejecutable y envíela nuevamente. Decidiré si quiero que me engañen después de escucharla.”

***

Por la tarde, tres días después, el problema que Jean esperaba finalmente estaba aquí.

“¡C-Coronel, un informe!”

Cuando el mensajero irrumpió en la sede, el oficial de cabello blanco se había preparado para las malas noticias. Sin embargo, el informe que escuchó fue lo contrario.

“¡Un pelotón de soldados aliados ha llegado a nuestra base y solicita unirse con nosotros! ¡Parecían ser la unidad de nuestro oeste que se enfrentó al ejército imperial antes!”

“¿Qué dijiste?”

Jean se levantó de su silla con la cara rígida. Su compañero que fue derrotado había logrado escapar del enemigo en la superficie, está definitivamente era una buena noticia. Sin embargo, era demasiado bueno para ser verdad.

“Nuestro campamento base está completamente rodeado, no hay espacios para que nuestros aliados se escapen. ¿Es esa unidad el enemigo disfrazado de fuerzas amigas?”

“No, definitivamente son nuestros aliados. Hay muchos soldados en esta base que se habían retirado aquí desde el oeste, y reconocen a sus antiguos camaradas allí. Hemos verificado la identidad de su líder de pelotón, por lo que es poco probable que el enemigo se infiltre en…”

Como esto implicaba el bienestar de sus camaradas, el mensajero estaba nervioso cuando hizo su informe. Al ver que Jean era incapaz de decidir y cayó en una profunda reflexión, su ayudante femenina levantó la mano:

“Jean, iré a echar un vistazo. Podríamos resolver los detalles si entrevistamos a su líder de pelotón.”

“… * Syah. Comprueba si hay trampas o juego sucio, Miara. Podemos dejar que su líder de pelotón ingrese a la base y entrevistarlo primero.”

No podían estar seguros de sí un asesino se había infiltrado en ese grupo, por lo que sería peligroso para Jean irse. Miara, quien asumió esta tarea en su nombre, saludó y salió corriendo de la sede. El oficial de cabello blanco vio a su ayudante irse, y sintió una extraña sensación de inquietud creciendo en su corazón.

Después de correr un poco por el campamento en forma de cuenco hacia el oeste, Miara notó un gran grupo de soldados reunidos cerca de la cima de la pendiente, con una enorme figura familiar entre ellos. Cuando la vio, esa figura le habló.

“Oh, ¿estás aquí? Un mensajero debería haber ido, entonces, ¿qué piensa Jean sobre esto?”

El Capitán Harrah estaba cubierto de tierra, probablemente por patrullar la zanja. Miara sacudió la cabeza:

“Él es muy sospechoso de toda esta situación, pero se ha reservado el juicio hasta que eche un vistazo a la situación.”

Miara respondió mientras salía del muro defensivo hecho de tierra y observaba la situación al otro lado mientras se mantenía en guardia contra los disparos. Vio a más de 40 soldados de Kioka acostados con rostros llenos de preocupación. Miara le preguntó a Harrah quién acudió a ella un momento después.

“… Escuché que la identidad del líder del pelotón ha sido verificada. Por favor dime su nombre.”

“Segundo teniente Calone Munjiha. Ese hombre de cara corta y redonda que sostiene la bandera de nuestra nación frente a ellos.”

Después de escuchar esa respuesta, Miara inmediatamente encontró el tema en cuestión y gritó:

“Segundo teniente Calone Munjiha! Deseo preguntarle los detalles específicos, ¡venga solo a nosotros!”

El líder del pelotón trepó rápidamente por el muro de tierra según las instrucciones. El soldado de mediana edad bajó al campamento con la ayuda de una cuerda que Harrah le arrojó. Miara saltó del muro de tierra y le habló:

“Bienvenido a las minas de mineral de Hioredo. Lamentablemente, no tenemos tiempo para dejarlo descansar, así que infórmenos rápidamente. Queremos dejar entrar a los soldados lo antes posible también.”

“Ah, ¡sí…! Pero … Erm … ¿Dónde debería comenzar…”

“Puedes comenzar en orden cronológico, después de la batalla con el ejército imperial.

¿Qué pasó y cómo llegaste aquí?”

Harrah presionó para obtener más detalles. El segundo teniente Munjiha resolvió sus pensamientos y comenzó a responder:

“… Después de recibir informes de la invasión imperial, mi unidad partió desde la base hacia la fortificación defensiva en el oeste para interceptar al enemigo. Sin embargo, nos superaron en número y nos rendimos sin lograr nada notable. Mis subordinados y yo fuimos hechos prisioneros por el Imperio.”

“¿Fuiste hecho prisionero …? Entonces, ¿cómo escapaste de ellos?”

“Esta es la parte que no entiendo, no hicimos ningún intento de escapar. Los imperiales nos sacaron del campo de prisioneros y nos dejaron al pie de la montaña.”

“¿Y huiste aquí después de allá?”

“No … Como dije, no escapamos. El ejército imperial nos liberó al pie de la montaña, y fuimos abandonados en la naturaleza sin ninguna explicación. No podemos volver a nuestra base en el oeste, así que establecemos el rumbo hacia la base aliada más cercana, que está aquí.

El segundo teniente Munjiha explicó mientras sacaba una carta oficial de una carpeta de cuero y se la mostró a los dos:

“Por la presente liberamos al teniente segundo del ejército de Kioka, Calone Munjiha, y a los 37 soldados bajo su cargo de la obligación de trabajar en la cárcel.” este contenido, junto con la fecha, la hora y el sello, se escribieron en esta carta oficial. Una oscura oscuridad se cernía sobre las caras de Miara y Harrah.

“Es una versión simplificada, pero sigue siendo un documento oficial… No hay nada sospechoso sobre el contenido. Parece un documento legítimo que se adhiere a las leyes de la guerra.

“… En otras palabras, ¿el enemigo liberó a los prisioneros de un lado? ¿No pidieron nada a cambio y nos los entregaron?”

“Así es como es. También estoy desconcertado por esto, y tampoco puedo ofrecer ninguna explicación…”