Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 4

Capitulo 17: La Fiesta del Té de los Aristócratas

Parte 3

Lo primero que dijo su madre fue…

“Fia, elige uno de estos.”

“¿¡…!?”

Empujados frente a ella había varias carpetas cubiertas de cuero, todas las cuales habían sido apiladas en su escritorio el día de hoy.

Frose tomó una de las docenas de carpetas y la abrió para que Tesfia la echara un vistazo. La portada era gruesa, pero en el interior había una simple extensión de dos páginas.

“¡¡¡…!!!” En el momento en que Tesfia vio el interior, se quedó sin palabras y sus ojos se abrieron de par en par.

Lo que vio fue un documento hecho de pergamino. Detallaba un árbol genealógico y la historia personal. Era una propuesta de matrimonio. En un lado de la carpeta había una fotografía, con información detallada en el otro lado.

“¡¡Madre!!”

De hecho, como nobleza, había estado preparada para tener que casarse joven, pero Tesfia sentía el mayor resentimiento por no poder elegir a su propia pareja.

Frose sugeriría un compromiso de vez en cuando, pero Tesfia había asumido que quería decir un poco más adelante en la vida. Incluso entonces, pensó que la convencería una vez que llegara ese momento.

Entonces, teniendo las intenciones de su madre empujadas hacia ella de esta manera, junto con su actitud que no aceptaría un ‘no’ como respuesta, Tesfia entendió que ni siquiera se le daría la oportunidad de discutirlo.

“Ya tienes 16. No te presionaré para que te cases ahora mismo, pero cuanto antes te comprometas, mejor.” Su madre lo dijo como si fuera la cosa más natural del mundo. Su expresión era más fría y cruel que antes.

“Pero quiero hacerme un nombre…”

Hacerme un nombre como Maestra Mágica, asegurar mi propia posición y elegir a mi propia pareja como lo hiciste tú… es lo que quería decir antes de que la interrumpiesen.

“Cuando tenía tu edad, ya estaba comprometida con tu padre. Si quieres hacerte un nombre, no será demasiado tarde hacerlo después de que te gradúes y tengas hijos.” Frose debe haber seguido el mismo camino, ya que no había dudas en sus palabras. “Todavía tienes una gran demanda, así que elige antes de que ocurra algo inesperado. Elegí algunos candidatos.”

Tesfia se mordió el labio. Ser forzada a tomar una decisión por otra persona no era lo mismo que elegir por uno mismo. “Compromiso…”

De repente el destino de los nobles le sobrevino. En la mente de Tesfia, ese destino era una espada que amenazaba con cortar su corazón.

“Ahora, míralos.” Su clasificación como Maestros Mágicos se enfatizó en los perfiles, al igual que sus afinidades, los hechizos en los que se especializaron y la clasificación social que probablemente alcanzarían dentro de sus vidas.

Al principio, el texto era claro, pero pronto las palabras comenzaron a desdibujarse cuando Tesfia rompió a llorar. Incapaz de retenerlas por más tiempo, las gotas cayeron y mancharon los perfiles.

No era como si nunca hubiera pensado en el matrimonio, pero todavía lo había visto como algo lejano, o que al menos eventualmente se encontraría con su pareja ideal. Se imaginó que esa sería la mayor felicidad.

Así que desesperadamente se dijo a sí misma que el dolor punzante en su pecho era porque se dio cuenta de que su deseo nunca se haría realidad.

Quería creer que no era porque su madre le había dado la espalda a su futuro como Maestra Mágica.

Sin embargo…

Mal, mal, mal, mal… No sabía cómo se vería él, pero creía que algún día conocería a su pareja ideal.

Tesfia no pudo soportarlo más y salió furiosa del estudio de su madre. No recordaba lo que había hecho con la pila de carpetas, ni tenía la compostura para detenerse y pensar en ello.

Con Tesfia huyendo, Frose miró el espacio vacío más allá de la puerta con una mirada fría.

Fue entonces cuando Selva, que llevaba té, entró. “Maestra Frose, así que le dijiste a la joven señorita.”

“Sí, pero no pensé que ella lo tomaría tan mal.”

“Pero por supuesto que sería el caso.” Selva expertamente sirvió un poco de té y silenciosamente lo dejó delante de Frose.

“Sin embargo, esto no es algo que pueda ser evitado.” La creencia de Frose de que la nobleza debería casarse joven y tener hijos temprano para proteger su apellido no cambiaría. Incluso aquellos con talento corrían el riesgo de ser marginados dentro de la sociedad noble si perdían su oportunidad. Los nobles que no se casaron… fueron vistos como si abandonaran sus apellidos. Eso era algo que Frose no podía pasar por alto, y por eso había elegido a los principales candidatos para su hija por consideración a ella.

Era irónico que lo que Frose pensaba que era el mejor curso de acción era lo contrario de lo que Tesfia deseaba.

“… La joven señorita se parecía mucho a una joven Maestra Frose.”

“¿Y qué se supone que significa eso?”

“Me sentí un poco mal por ella. ¿Hablaste con la joven señorita?”

“No hay necesidad de eso. Fia no lo entenderá en este momento, no importa cuánto lo explique. Pero pensar que te has suavizado tanto, Selva.”

Selva rechazó su comentario con una pequeña sonrisa.

“Me comprometí bastante por su bien, ya sabes.”

“Quizás eso fue lo que estuvo tan mal.” Selva recogió las carpetas que habían sido esparcidas por el suelo. Solo él se dio cuenta de la trágica razón de por qué esta madre y su hija no se veían cara a cara.

Que la nobleza se casara para proteger el apellido era el destino, en cierto sentido. Era inevitable que Frose, como el actual jefe de familia, eligiera algunos “candidatos principales”.

Pero Frose no creía que hubiera ningún engaño involucrado por su parte. De hecho, ella pensó que era una amabilidad. Estas fueron acciones tomadas con los mejores intereses de Tesfia en mente.

Si bien Selva se dio cuenta de esto, no pudo decirlo en voz alta. Era una línea clara que no podía cruzar como mayordomo. Sin embargo, no pudo evitar notar que esta situación era la misma, incluso en circunstancias, en la que una joven Frose se había encontrado una vez.

En ese momento, Selva también era joven, y no había podido hacer nada para salvar a Frose.

Entonces quizás no estaba en un lugar para juzgar.

Desde el día en que decidió servir y proteger a la familia Fable, Selva nunca se había equivocado en cuanto a su orden de prioridades. Salir de sus límites no equivaldría a nada más que lastimarse a sí mismo. Pero aun así, ahora la situación y las circunstancias eran diferentes.

Con un suspiro, dejó las carpetas de los candidatos en el escritorio.

Frose sacudió la cabeza, como si no le preocuparan las preocupaciones del anciano mayordomo. No, no era que ella no estuviera preocupada. En su mente, ya estaba decidido.

“Ella no tiene mucho tiempo. Puede que haya sido demasiado pronto para ella, pero tendrá que decidirse durante su estancia.”

“Eso es así.” Selva no planteó ninguna objeción, pero como mayordomo familiar quería dar su franco consejo. “… No todo es igual que antes. La joven señorita ha llevado una vida en un tiempo diferente al de la Maestra Frose. ¿Por qué no al menos hablar con ella, no como la cabeza de la familia, sino como su madre?”

“… ¿Cómo su madre? Eso es lo que todo el tiempo he estado haciendo.”

El comentario inusual del fiel mayordomo pareció provocar algo. Ella había respondido claramente, pero Selva sacudió la cabeza cuando sintió que su lado terco se tambaleaba un poco. “… Maestra Frose, si va a hablar con la joven, creo que debe esperar hasta que se haya calmado un poco más.”

“… Es verdad. Necesita tiempo para resolver las cosas.” Frose echó un vistazo a las carpetas de los candidatos, y apoyó la barbilla en su mano mientras cerraba los ojos.

Para ella, nacida como nobleza, lo ideal era mantener una posición social estable y preservar el apellido Fable. Incluso ahora ella deseaba lo mismo para su hija.

Sin embargo… debido a las palabras de Selva, ella comenzó a sentir una ligera vacilación.

***

La chica se limpió la vista borrosa con los dedos. Sin embargo, las lágrimas de tristeza continuaron desbordando.

Habiendo salido del estudio de Frose, Tesfia se dirigió directamente a su propia habitación.

El sonido de la puerta cerrándose hizo eco, llenándola de una sensación de impotencia.

Se había tirado en su cama sin siquiera encender las luces, su mente giraba.

Sabía que el matrimonio era inevitable.

Sin embargo, sintió un dolor punzante como si hubiera sido abandonada.

Se había fijado la meta de obtener una clasificación notable como Maestra Mágica, por lo que se sintió lastimada cuando su madre ignoró eso a favor de encontrarle un prometido. Parecía que su madre había renunciado a su talento como Maestra Mágica.

Para Tesfia, un novio podría venir más tarde. Prefiere convertirse en una Maestra Mágica de pleno derecho y producir resultados. Era el camino en el que había pensado para sí misma, pero ahora, de improvisto, se había interrumpido. Por la fuerza, ante eso, por su poderosa madre.

Acostada, con los ojos cerrados, sus pensamientos negativos seguían corriendo, todo lo que podía ver eran los peores resultados y futuros para ella.

Se cuestionó a sí misma, y cuando sus pensamientos llegaron a un punto muerto, levantó la cabeza y la sacudió de lado a lado. ¿Tengo que rendirme? ¡No, no puedo! Eso es lo único que no puedo hacer…

Devastada, y tratando de no pensar más, Tesfia se cubrió con su edredón y creó su propio pequeño espacio personal. Si no lo hacía, sentía que incluso la poca resistencia que le quedaba la abandonaría. Tenía que continuar rechazándolo o la situación de la tragaría. Tenía miedo de ceder y aceptar la situación actual.

Sus ojos estaban rojos por el llanto, y cerró sus labios temblorosos mientras se acurrucaba en una bola en su cama.

Pensando en ello, podría haber sido una objeción egoísta. No podía aceptarlo, pero no tenía el coraje de salir de la casa y de su madre.

No, ella creía que su madre llegaría a entender. Como dijo Selva, podía hablar con su madre y hacerle entender lo que quería, y luego…

Finalmente Tesfia entendió que todo se debió a su ingenuidad.

Mientras apretaba las lágrimas contra la almohada, pensó en sus recuerdos en el Instituto para tratar de distraerse de la realidad. Le habían hecho darse cuenta de que era inmadura en todos los sentidos como Maestra Mágica, pero esos días aún eran satisfactorios. Había recibido orientación de Alus, y finalmente estaba empezando a ver una mejora.

Mientras tanto, ella también entendió que solo se parecía a una niña haciendo un berrinche desde el punto de vista de Frose.

Pero podía sentir su propio crecimiento, por lo que era tan doloroso… quería pensar y elegir por sí misma.

Ahora sabía que su proclamación de querer convertirse en una gran Maestra Mágica era solo hablar en grande. Hasta ahora, nunca había sabido cómo era un verdadero Maestro Mágico, por lo que no podía negar que había sido una tontería.

Pero ahora ella nunca diría que ser un Maestro Mágico era un trabajo noble. Después de todo había visto a un verdadero Maestro Mágico de cerca…

Por eso quería creer en sus propias posibilidades. Ahora tenía una base para hacerlo. Había visto el potencial dentro de ella y lo reconoció.

En ese caso…

Gradualmente los pensamientos en su cabeza se convirtieron en una firme determinación. Entonces, cuando levantó lentamente la cabeza de la almohada, ya no había lágrimas en sus ojos hinchados.

De hecho, no encontraría la verdadera felicidad si se contuviera.

Tesfia se sentó en su cama y se limpió con fuerza las mejillas húmedas.

De repente, un golpe ordenado llegó a la puerta. Sorprendida por lo repentino, no pudo reaccionar.

“Fia, voy a entrar.”

El sonido del pomo de la puerta en movimiento llegó a sus oídos, y la luz del pasillo se derramó.

“¡¡…!!”

Con un suspiro, Frose presionó el botón al lado de la puerta para encender las luces. Ella bajó la cabeza por un momento cuando vio ojos rojos e hinchados de su hija, pero en el siguiente segundo ella puso una sonrisa tranquila.

Eso fue porque pudo ver una fuerte voluntad lista para enfrentar la situación en la cara de su hija. Estos ya no eran los ojos débiles de una niña que rompió a llorar.

“¡Madre…! Lo siento.” Tesfia se disculpó por no responder a la llamada de su madre. Por supuesto, sus palabras podrían tener más significado detrás de ellas, considerando lo que diría a continuación.

“No me importa. Aparte de eso, hablemos un poco.”

Frose parecía preguntarse cómo comenzar. Torpemente se sentó en la cama al lado de Tesfia. Aunque fue ella quien lo mencionó, no habló de inmediato mientras miraba alrededor de la habitación como si fuera su primera vez aquí.

Y eso fue natural. Habían pasado años desde la última vez que entro a la habitación de Tesfia.

“Qué extraño. Has crecido tanto, pero parece que es la primera vez que vengo a tu habitación…” Frose suspiró. “Al final, es justo como dijo Selva.” Dijo lo que pensaba, ahora convencida de algo. “Quizás esto es lo que merezco por centrarme en el trabajo y dejar tanto en manos de los sirvientes.”

Tesfia escuchó, nerviosa, pero no pudo soportarlo más mientras alzaba la voz. “Eso es porque estabas haciendo todo lo posible para proteger a la familia… y criarme.” Al final su voz disminuyó.

No tenía muchos recuerdos de su madre, pero había concluido para sí misma que era inevitable. Por eso Tesfia tenía un vínculo con su madre y la familia Fable que había protegido. No era algo que ella pudiera tomar a la ligera.

Sin embargo, su deseo de atesorar su propia forma de vida era otra cuestión.

A pesar de sentarse una al lado de la otra, no se miraron. Tesfia no sabía qué estaba mirando su madre o qué estaba pensando.

Y después de un breve silencio, de repente Frose preguntó: “Fia, ¿odias la idea de estar comprometido con alguien de inmediato?”

“… ¡¡Sí!!” Incluso si fue una pregunta repentina, su respuesta fue inmediata.

“Pero como nobleza, entiendes que necesitas elegir rápidamente a alguien para el matrimonio, ¿no?”

Tesfia lo sabía, y se mordió ligeramente el labio para contener sus amargas emociones, y asintió. “Madre, yo… quiero alcanzar la grandeza como Maestro Mágico y ser como tú. Por supuesto, no creo que esté bien poner fin al apellido y la historia de la familia Fable. Por eso me las arreglaré para hacer ambas cosas.”

Sus ideales ignoraban la crueldad de la realidad y tenían una pureza que Frose no tenía. O más bien, una pureza que había perdido hacía mucho tiempo.

Al darse cuenta de eso, Frose pensó para sí misma que Selva tenía razón. Su hija era muy diferente a ella.

No, ella se había cambiado por el bien de la familia, pensando y actuando en consecuencia, y Tesfia era una de las pocas alegrías absolutas que había tenido en su vida. Y esta era la primera vez que veía a su hija intentar desesperadamente salirse con la suya.

Frose dejó escapar otro suspiro y se volvió para mirar a Tesfia. “Entiendo. Iba a hacerte elegir un prometido durante tu estadía, pero podemos esperar y ver el momento.”

Ella no había aprobado nada. Y definitivamente ella también tenía algunos motivos calculadores.

En realidad, Tesfia tenía un mal presentimiento sobre todo el enfoque de ‘esperar y ver’. En otras palabras, esto no era más que un compromiso. La vaguedad del término era la razón por la que todavía estaba rígida por el nerviosismo.

Al ver esa duda obvia en el rostro de Tesfia, Frose sonrió y reveló lo que estaba pensando. “Fia, no es que no crea en ti, pero si eliges el camino de un Maestro Mágico, deberás defenderte en una competencia feroz para proteger nuestro orgullo como nobles. Como alguien que lleva el apellido Fable, no es aceptable terminar tu carrera entre los rangos más bajos. Y mientras lo haces, perderás el tiempo que de otro modo podrías pasar en matrimonio. Para que pueda poner esto en espera, debes darme una base para creer en ti.”

“Base…” Tesfia reflexionó sobre eso en su mente, pero tampoco sabía cómo resultaría su futuro. ¿En este momento sería capaz de proporcionarle algo más que sus calificaciones? Si la determinación de hacerlo fuera suficiente, ella podría decir lo mismo que antes.

Entonces, Frose le sugirió algo a Tesfia, que estaba dudando por un momento. “Alus Reigin…”

“¿¡…!?”

El corazón de Tesfia dio un vuelco cuando escuchó su nombre. Dejando de lado sus complicados sentimientos por él, el Instituto le había dicho que se callara sobre él. Y estaba claro que este era también el deseo de los militares.

Su cuerpo se puso rígido mientras se preparaba para este tema. No podía darse el lujo de revelar su secreto. Y considerando su clasificación, tenía que tener cuidado, especialmente porque era su madre la que hablaba de él. Tenía que evitar dejar que se le escapara la más mínima información. Tesfia cerró los labios con fuerza, para que no se abrieran por accidente.

Fue entonces cuando Frose levantó uno de sus delgados dedos. “Sobre este compañero de clase suyo, el Sr. Alus… Me gustaría conocerlo. Es verdad que tus habilidades como Maestra Mágica han mejorado notablemente en un corto período de tiempo. Esto tampoco es una exageración…”

“¡E-Espera un momento, madre!”

“Por supuesto, no estoy tratando de menospreciar tus esfuerzos. Entonces, considerando eso y una reunión con él, reconsideraré que te comprometas ahora mismo.”

“E-Eso es…”

En el pasado Frose había estado a cargo de entrenar nuevos reclutas. Es por eso que no creía que el ‘compañero de clase’ de Tesfia y el dueño de ese palo de entrenamiento que la había entrenado en tan poco tiempo fuera alguien normal.

Mientras había dejado el ejército, todavía tenía conexiones, y tenía interés en la magia y la tecnología que lo rodeaba, por lo que le encantaría reunirse con él. Parecía que todavía era un estudiante, pero podría ser un activo valioso para el futuro de Alpha.

Y considerando los logros y contribuciones reales de Alus, ella estaba en lo cierto.

“Recuerda, podría haber dicho que el matrimonio podría retrasarse para más tarde, pero como tu madre me gustaría que te decidieras por un novio.”

“… Entiendo.”

Tesfia no tuvo más remedio que aceptar. Era su última esperanza restante y la única forma de, aunque fuera temporalmente, evitar la cuestión del compromiso. Si el asunto del compromiso se llevara más lejos, su vida en el Instituto estaría en juego. Frose incluso podría hacer que abandonara por completo.

“Entonces invitemos al Sr. Alus. Y mientras estamos en eso, ¿por qué no hacer que la Sra. Loki también venga, Fia?”

“Madre… no creo que Alus Reigin acepte una invitación. Él, uhm, no piensa demasiado en la nobleza… o, por supuesto, ¡creo que es por su propio prejuicio!” Tesfia dijo tímidamente, mientras observaba cuidadosamente a su madre.

Si era honesta, quería evitar que conociera a Alus. Teniendo en cuenta sus personalidades, comenzó a deprimirse solo imaginando lo que sucedería.

También estaba el precedente de Alice. Frose tenía una tendencia a obsesionarse con aquellos que consideraba que tenían talento. Definitivamente habría una pelea. Si al menos no consultara con él antes de tiempo, algo terrible sucedería. Por supuesto, no había garantía de que aceptaría reunirse con Frose.

“Oh, entonces no le gusta la nobleza. Bueno, hay gente así. Después de todo, hay quienes abusan de su posición para proteger los intereses creados. Pero es por eso que existen los niveles superiores de nobleza que se encargan de administrarlos. ¿No crees que sería una buena oportunidad para que él aprenda eso?”

“P-Pero él tiene sus propias circunstancias. Estoy segura de que no puede venir de inmediato…”

“Bueno, supongo que sería demasiado descortés obligarlo a hacer algo que no quiere en la primera reunión.”

Frose parecía estar cediendo. Aunque sabía que no era noble, aprender que no era un gran fan de los nobles debió ser inesperado.

Por supuesto, si él tuviera un linaje noble, entonces Frose habría podido usar sus conexiones para obtener información sobre él, y para empezar esta situación nunca habría ocurrido.

En cualquier caso, Tesfia logró escapar de su situación. Frose era una ex militar, y en cierto sentido era la superior de Alus. Si solo iban a hablar un poco, podría funcionar de alguna manera. Dicho eso, ella todavía necesitaría inclinarse y rogarle.

Si me presento para mediar y hacer que hable con mamá un poco..

Si ella usaba su licencia para llamarlo, podía discutir las cosas con él de antemano, y también podía escuchar a escondidas la llamada. “Entiendo, hablaré con Al…”

Habiendo relajado su guardia después de escapar de su crisis, accidentalmente Tesfia dejó escapar algo que Frose no se perdió.

“Oh, Al, ¿verdad? Si lo llamas por un apodo, debes llevarse bien… ahora, ¿qué tipo de relación tienen?”

Cuando Tesfia se dio cuenta, su madre ya tenía una sonrisa significativa en su rostro. Era el tipo de sonrisa con la que no podía lidiar, aunque para los extraños sería una discusión normal entre madre e hija.

Miró en otra dirección, pero podía sentir la presión implacable de su madre que le provocaba escalofríos en la espalda.

“Este ‘Al’ tuyo, Alus Reigin, es alguien a quien me cuesta leer. Estoy muy interesada en él. Entonces, Fia, déjame verlo cuando le convenga. Decidiré sobre las cosas una vez que lo vea por mí misma, así como también cómo ve tu espacio para el crecimiento y el talento.”

“Entiendo.”

Al ver a su hija asentir mansamente, Frose sonrió con ironía e hizo una nota mental. Parece que saldrías corriendo de la mansión en cualquier momento si yo decidiera lo contrario.

Teniendo en cuenta la determinación de Tesfia, Frose sintió que podría haber sido demasiado imprudente al apresurar a Tesfia para elegir un prometido. Al mismo tiempo, ella también se sintió algo feliz al ver la fuerza en su hija, algo que ella misma no había poseído.

Con eso, Frose se movió para salir de la habitación. Cuando abrió la puerta, miró por encima del hombro a Tesfia para confirmar algo. “Fia, ¿cuál es su rango?”

“… Lo siento.” Todo lo que obtuvo en respuesta fue una respuesta rígida.

“Está bien. Buenas noches.”

Debido a que estaba enseñando a Tesfia, no había forma de que Tesfia no supiera su rango. Si hubiera dicho que no sabía, la mentira se descubriría de inmediato. Por eso había respondido en el ámbito de lo que estaba permitido.

Pero cuando Frose volvió a mirar hacia adelante, sus labios se curvaron en una sonrisa misteriosa. “Buenas noches, Fia.”

“Buenas noches madre.”

El cabello rojo de Frose se balanceó cuando desapareció detrás de la puerta cerrada.

Finalmente Tesfia estaba sola en la habitación.

La tensión que la sostenía desapareció, y ella se derrumbó sobre su cama. Por el momento, su mayor preocupación había sido aliviada. Además, esta era la primera vez en mucho tiempo que hablaba tanto con su madre. Y ella había podido decir lo que pensaba.

La felicidad llenó su corazón para tomar el lugar de esa parte que faltaba.

Se sentía como si esa parte faltante en su corazón se estuviera llenando gradualmente.

Pero estoy un poco cansada… creo.

Estar de pie se sintió como una molestia, por lo que se quitó la ropa mientras estaba en la cama. Ella no podría concentrarse en el entrenamiento de hoy. Al dijo que tampoco tenía sentido entrenar sin motivación, así que mañana haré el entrenamiento de hoy…

Finalmente habiendo alcanzado la tranquilidad, los ojos de Tesfia se cerraron mientras se quedaba dormida. Ahora que sus preocupaciones habían desaparecido, no tenía forma de resistir la somnolencia que la asaltó.

Realmente había pasado tanto tiempo desde que se olvidó del tiempo mientras hablaba con su hija, pensó Frose para sí misma, después de cerrar lentamente la puerta de la habitación de Tesfia.

Todavía tenía trabajo que hacer, pero el agotamiento que se había acumulado desapareció como si solo hubiera estado en su mente. Se sentía como si por primera vez hubiera podido tratar con su hija como madre en lugar de como la cabeza de la familia Fable.

Frose, que normalmente actuaba con un comportamiento estricto como cabeza de familia, tenía una expresión pacífica en su rostro.

Pero cuando pensó en algo de repente sus pasos se detuvieron.

El nombre de antes pesaba en su mente.

Alus… Al… siento que ya he escuchado ese nombre…

Su expresión se transformó en una de reflexión, y buscó irritantemente sus recuerdos tratando de encontrar la causa de las extrañas sombras que podía ver en las profundidades del mar.