Saikyou Mahoushi (NL)

Volumen 4

Capitulo 17: La Fiesta del Té de los Aristócratas

Parte 1

Tesfia estaba dando su triste despedida a Alice en la entrada del dormitorio.

Ella estaba enfrentando su mayor desafío… regresar a casa, donde su madre esperaba.

Cuando se fue a casa durante las vacaciones de verano, su estadía se vio truncada cuando el Instituto fue atacado.

Ayer, recibió un mensaje de su madre para volver a casa, ahora que el incidente había terminado. Según la personalidad de su madre, Tesfia imaginó que quería más que un simple informe sobre la situación actual. Ella no podía ocultar su tristeza. Solo estar con su madre fue doloroso.

Su madre, Frose, había sido una comandante general de Maestros Mágicos en misiones de exterminio a gran escala. Después de eso, ella había servido como instructora, entrenando Maestros Mágicos para combate en vivo.

Por eso era particularmente estricta con los que viajaban por el camino de la magia; ella ni siquiera mostró misericordia hacia su propia hija.

Se había retirado cuando su carrera llegó a un buen punto de parada. Según Frose, fue porque había entrenado a un buen reemplazo.

Pero desde el punto de vista de Tesfia, pensó que probablemente era porque su padre había perdido la vida en una misión en el Mundo Exterior. Como resultado, quedaron reducidos a una familia de dos, y probablemente por eso su madre era tan estricta.

Tesfia tenía su orgullo como miembro de la nobleza, y había hecho esfuerzos dignos de su apellido, pero no importaba cuánto lo intentara, ella podía contar la cantidad de veces que su madre la había acariciado suavemente la cabeza con una mano. No importa cuán bien le fue en el Instituto, nunca fue suficiente para su madre.

Últimamente, se había vuelto aún más dura con Tesfia. Por eso Tesfia era reacia a volver a casa por segunda vez.

“Muy bien, entonces… me voy.”

“Pero al menos no hubo problemas con tus calificaciones cuando volviste a casa la primera vez. ¿Cierto?”

“Sí, pero ella hizo muchas preguntas…”

“Ya veo. Después de todo, no podemos hablar de Al.” Dijo Alice. Había aprendido de primera mano lo estricta que era Frose. Si Frose preguntaba persistentemente acerca de Alus, entonces Alice podía imaginar que Tesfia cedería ante su madre.

Pero en realidad, Alus no era lo único por lo que Tesfia debía preocuparse.

Tesfia sacudió ligeramente la cabeza, aún con una expresión sombría, ante la preocupación de su amiga. “Pero ya sabes, eso no es todo… en realidad, no importa. ¡Te veo luego!” Actuando lo más alegre que pudo, Tesfia entró en el Puerto Circular.

A diferencia de su primera visita a casa, no necesitaba llevar mucho equipaje. Todo lo que trajo con ella esta vez fue su katana. A partir de aquí, viajaría por varias ciudades y cambiaría a un automóvil a mitad del viaje. Por supuesto, la fuente de energía de ese auto era maná artificial.

Si bien este tipo de vehículo se había convertido en algo común recientemente, todavía eran caros y solo los ricos podían pagarlos.

Después de pasar por varios Puertos Circulares, Tesfia dejó escapar un suspiro por enésima vez en el día; estaba preocupada sobre qué informarle a su madre sobre el incidente. Cuanto más se acercaba a la mansión Fable, más de su vitalidad se escapaba con sus suspiros.

Al principio, había sido capaz de animarse caminando por los animados paisajes urbanos…

pero a medida que se acercaba a Babel, esa visión comenzó a cambiar.

Viajar a través de otros dos o tres Puertos Circulares la llevó a la ciudad más septentrional del distrito de clase media, un área repleta de lujosas tiendas. Fue, sin embargo, donde vivían las filas inferiores de los ricos.

Dicho esto, todavía tenía una gran cantidad de farolas dignas de un vecindario rico, iluminando a la gente que caminaba por las calles nocturnas.

Las casas fueron diseñadas para mostrar la clase y el prestigio de quienes vivían allí, y los jardines estaban muy bien cuidados.

La vista de este vecindario pesaba sobre Tesfia, y la inquietud que sentía se convirtió en una ansiedad más profunda.

Después de conocer a Alus, se dio cuenta de lo bendecida que era y lo despreocupada que había sido su vida. Apuesto a que la mayoría de la gente aquí ni siquiera ha visto un Fiend. Tomando prestadas las palabras de Alus de aquella vez, Tesfia pensó esto para sí misma.

“Siento haberte hecho esperar, joven señorita.”

De repente oyó una voz familiar. La sobresaltó, pero ya había esperado que él estuviera allí.

Era el mayordomo de la familia Fable, Selva Greenus. El viejo mayordomo con su expresión suave, cabello gris y traje negro colocó su mano elegantemente sobre la puerta del auto para abrirla.

“Gracias por darme la bienvenida, Selva.”

Este hombre había servido a su familia desde antes de que naciera Tesfia, y sabrías que era mayor solo por mirar su cabello gris. Además, tenía arrugas profundas en la cara, un signo de su avanzada edad y toda una vida de experiencias.

Tenía una figura alta y delgada, y su espalda siempre era recta, la imagen de un mayordomo refinado. Aunque su cabello gris mostraba su edad, solo sirvió para acentuar la elegancia que exudaba.

Selva fue una vez un Maestro Mágico. O más bien, su posición era algo especial; podía usar magia, pero nunca había tomado el título oficial de Maestro Mágico.

Al principio, había sido contratado como guardia de la familia Fable, pero a medida que pasaba el tiempo recibió deberes adicionales, hasta que finalmente se instaló en una posición de mayordomo. Por ahora, el deber de guardia era solo una función secundaria de su trabajo.

De cualquier manera, Selva se especializó en luchar contra la gente; y aunque ya había pasado su mejor momento físico, su estilo de lucha con magia seguía tan pulido como siempre. Este viejo era mucho más capaz que un joven guardia de cara fresca.

“Escuché que el incidente que ocurrió fue desastroso. Pero afortunadamente, nada grave parece haber sucedido.”

Al ver a Tesfia agachar la cabeza, Selva se acarició la barba y la miró suavemente. “Oh, está bastante bien. Solo estoy feliz de que no haya pasado nada… Estoy seguro de que está cansada, por favor entre.”

Al entrar en el coche mágico, Tesfia se sintió flotando. Como el automóvil usaba maná para obtener potencia, el sistema era increíblemente suave, evitando que uno sintiera temblores. Los neumáticos eran cosa del pasado, ya que gracias al maná artificial, el chasis del automóvil se cernía ligeramente sobre el suelo.

En el dominio humano, hubo inventos y bienes futuristas mezclados con tecnología más antigua.

Si bien la aparición de los Fiends había llevado a una disminución de la civilización humana, en el curso de la investigación de formas de combatirlos mejor, se hicieron muchos descubrimientos tecnológicos nuevos. Aun así, todavía se utilizaba alguna tecnología antigua, lo que le daba a la cultura una mezcla encantadora de lo viejo y lo nuevo. Por ejemplo, los caballos todavía fueron utilizados por los Maestros Mágicos para viajar por el Mundo Exterior.

Joven señorita, en su última visita, le dije que se había vuelto muy hermosa. Y que sus rasgos faciales se vuelven más hermosos a medida que pasa el tiempo, al igual que la Maestra Frose…”

“Sí… pero ¿no estás exagerando? Solo he estado en el Instituto por unos meses.”

Dejando de lado las dudas de Tesfia, Selva, que había servido a la familia Fable desde su juventud, sonrió. Parecía un abuelo regocijándose por el crecimiento de su nieta.

Mientras tanto, Tesfia parecía inquietarse en el momento en que se mencionó el nombre de su madre, ya que su expresión parecía deprimida.

Sintiendo sus sentimientos, Selva dijo con calma: “No, incluso entonces. Lo sé muy bien… los jóvenes crecen rápido, y Lady Tesfia está madurando de una manera diferente a como lo hizo una vez la Maestra Frose. Por eso estoy realmente feliz.”

Selva le dirigió una sonrisa significativa y agregó: “Este es un secreto de la Maestra Frose.” Con un guiño y un dedo levantado.

“… Gracias.” Como era de esperar, Tesfia no pudo ocultar su angustia del viejo mayordomo.

Pero al final, todo lo que pudo darle fue una sonrisa amarga.

Selva, en el asiento del conductor, miró rápidamente a Tesfia por el espejo retrovisor. “No soy solo yo. La Maestra Frose también se preocupa cada vez que pasa algo.”

“¿¡De verdad!?”

En realidad, Tesfia y Frose no siempre habían estado en malos términos. Debido a la posición de Frose en el ejército, ella era simplemente estricta cuando se trataba del tema de la magia.

Sin embargo, eso fue suficiente para que Tesfia comenzara a pensar negativamente sobre su madre. Cuando escuchó algo así de Selva, no pudo evitar ser feliz, a pesar de que era natural que una madre se preocupara por su hija.

Gracias a eso, la atmósfera opresiva en el automóvil comenzó a disminuir, y Tesfia hizo a un lado los desafíos que seguramente enfrentaría cuando llegara a casa llevándolos a un rincón de su mente. Se había animado debido a la conversación alegre con Selva, pero no tenía forma de saber que esto era gracias a su dominio del arte de la conversación.

Una vez que estuvieron lo suficientemente cerca como para ver la Mansión de la familia Fable, Selva se aclaró la garganta y cambió de tema. “Entonces, señorita, sobre ese tema…”

De repente la expresión de Tesfia se congeló.

“La Maestra Frose lo mencionó porque se preocupa por usted. Por supuesto, ella también es consciente de su razón para inscribirse en el Instituto…”

“¡Lo sé! Lo sé… ¡Entiendo que esto es algo que no puedes evitar al pertenecer a la nobleza! ¡Pero…!” Dijo ella con voz temblorosa. Todo lo que tenía que hacer era convertirse en una Maestra Mágica consumada y asumir el cargo de cabeza de familia.

Sin embargo… cuando su madre había la había llamado para que hiciese su primera visita a casa, Tesfia sabía que no esperaba nada de ella.

Mientras estos pensamientos giraban por su cabeza, el auto mágico pasó por las puertas que conducían a la mansión Fable. El auto mágico tenía una carretera especialmente diseñada para él, con árboles que bordean la carretera a ambos lados. Se parecía bastante a otras propiedades que uno vería en los distritos de clase media y alta.

Dicho esto, la mansión en sí estaba tan lejos que no se podía ver desde las puertas. La razón de esto fue porque la herencia de la familia Fable era aproximadamente la mitad del tamaño del Segundo Instituto Mágico.

Cuando apareció la mansión, un edificio casi tan grande como la estructura principal del Instituto, ya no había conversación en el automóvil. Una atmósfera cuestionable tomó su lugar, y fue Tesfia quien la responsable de ello. Su pecho hormigueaba de dolor por haber levantado la voz hacia Selva.

Selva detuvo el auto en la entrada, y la puerta trasera del auto se abrió.

Los sirvientes se alinearon para darle la bienvenida a Tesfia, inclinándose en perfecto orden… pero eso fue todo.

Frose no se veía por ninguna parte. Tampoco le había dado la bienvenida a Tesfia la primera vez.

Al presentar su mano, Selva llamó a Tesfia. “Por eso, joven señorita, creo que sería mejor para usted tener una relación sincera con la Maestra Frose.”

“Si, gracias. Lamento lo de antes, Selva.” Cuando Tesfia tomó su mano y salió, una amplia sonrisa apareció en la arrugada cara de Selva.

En poco tiempo, los sirvientes abrieron las grandes puertas dobles de la mansión. Las luces deslumbrantes en el interior eran una vista nostálgica, recordando a Tesfia que había vivido aquí durante años hasta hace solo unos meses.

La mansión tenía habitaciones no solo para Tesfia y Frose, sino también para Selva y el mayordomo que habían estado con la familia durante muchos años. Los otros sirvientes vivían en un edificio separado conectado a la mansión por un corredor.

Había muchas habitaciones libres, por lo que la mansión era demasiado grande, y estaba sola y silenciosa por la noche.

En el extremo este de la mansión había un pasillo que daba a una terraza, que a menudo se usaba para fiestas de salón y similares. Había sido usado para construir una amplia red social para la familia, así como mostrar su noble estatus.

El estudio de Frose estaba en el segundo piso del extremo oriental. Normalmente, cuando Tesfia tenía asuntos que atender, no se dirigía al estudio. Pero ahora no podía salirse con la suya.

Con pasos pesados, subió las escaleras y se detuvo frente al estudio de su madre, respiró hondo antes de llamar a la puerta. Ya había preguntado a Selva sobre el paradero de su madre.

“Es Tesfia. Ya estoy de vuelta.”

“Entra.”

Normalmente un sirviente abría la puerta, pero no había nadie alrededor porque era una reunión entre madre e hija. EL confiable Selva a veces estaba presente, pero esta vez había leído el estado de ánimo y no se veía por ninguna parte.

Tesfia giró la perilla con cuidado para no hacer ruido y entró. Luego hizo lo mejor que pudo para cerrar silenciosamente la puerta detrás de ella.

“Bienvenida a casa. Escuché que pasaste por mucho. Debes estar cansada, así que siéntate.” Dijo Frose, sin siquiera levantar la cabeza de su trabajo.

Tesfia miró a su madre por un rato. Al igual que ella, su madre tenía el cabello rojo brillante que le caía por la espalda. Llevaba un vestido elegante digno de la cabeza de la familia Fable.

Con 37 años, Frose se había retirado a una edad temprana. Y su belleza solo se había vuelto más refinada a medida que envejecía.

Había montones de documentos en el gran escritorio de madera, y también una pila de carpetas de cuero que contenían lo que podrían ser documentos particularmente importantes en el lateral.

Y Frose estaba completamente dedicada a su trabajo. Eso, además de su fuerza de voluntad y su hermosa apariencia, podría haber sido lo que atrajo a su difunto padre.

Recordar a Selva diciéndole que era como su madre hubiera hecho feliz a Tesfia en este momento, si no fuera por la agitada preocupación en su pecho. Con ese pensamiento en mente, Tesfia se sentó torpemente en el sofá.

Finalmente, Frose pareció alcanzar un buen punto de parada en su trabajo y se puso de pie. Se dirigió a la mesa auxiliar, preparó algo para beber y dejó un vaso sobre la mesa frente al sofá.

Luego, Frose se sentó en el sofá frente a Tesfia, cuidando que su vestido no se arrugara. “Ten, bebe.”

“Muchas gracias.”

Tesfia ni siquiera se dio cuenta de lo sudorosas que estaban sus manos, mientras examinaba el estado de ánimo de su madre. El ambiente era pesado, como si fuera una invitada en su propia casa.

La última vez, había hablado sobre sus calificaciones y cómo estaban mejorando sus habilidades; y aunque no le dieron palmaditas en la cabeza, fue elogiada por una vez.

Sin embargo, el siguiente tema que se había planteado hizo que Tesfia se congelara. Con una expresión pálida, se llevó el vaso a la boca y recordó el compromiso al que se refería Frose en aquel entonces. Esa conversación había tenido lugar en este mismo estudio.

“Ya es hora de que lo pienses.” Había dicho Frose, mirando a su hija.

La mente de Tesfia se quedó en blanco por un momento, pero se las arregló para salir de la situación de alguna manera.

Después de eso, ella había pasado distraídamente su entrenamiento habitual de control de maná, pero se olvidó de guardar el palo de entrenamiento, que su madre encontró. Le pregunto sobre el palo, incluido de quién lo había sacado.

Si bien no reveló la identidad de Alus, el extraño estudiante que mencionó dejó una gran impresión en Frose.

Cuando parecía que Frose la interrogaría más cerca, ocurrió el ataque al Instituto y Tesfia lo usó como una excusa para escapar de la casa.

Entonces se vio obligada a encontrar su resolución cuando esta vez su madre la llamó para que regresara. Si el compromiso volviera a aparecer, ella esquivaría la pregunta diciendo que deberían discutirlo más tarde. Y ella seguía teniendo que ocultar la identidad de Alus.

Frose era un ex soldado, y Tesfia no sabía qué tipo de influencia seguía poseyendo. Además, la directora le había dicho que mantuviera oculta la identidad de Alus, y el mismo Alus probablemente estaría de acuerdo.

Y fue Frose quien fue la primera en hablar finalmente en esa atmósfera opresiva. “Una vez más, escuché que pasaste por muchas cosas. Pensar que el Instituto sería atacado… pero Alice estaba bien, ¿no? He recibido informes de que no hubo heridos.”

Una apertura inesperada. Frose debió haber querido evitar ir directo al grano. Pero este también era otro tema complicado.

Incluso después de retirarse… o más bien, porque se había retirado… Frose estaba haciendo un uso completo de las conexiones que había hecho durante su tiempo en el ejército, y sería prudente no subestimar hasta dónde llegaban sus oídos.

“… Sí.” El corazón de Tesfia latía a un ritmo alarmante. ¿Cuánto sabía su madre?

Ciertamente Alice no había sido lastimada durante el ataque. Pero había sido secuestrada durante el incidente y, debido a una serie de eventos, Tesfia había ayudado en su rescate.

Ambas resultaron heridas durante ese evento, pero después de ser sanadas por el ejército ya no tenían signos visibles de que habían sido heridas. Entonces, técnicamente, ella no estaba mintiendo. Esto era simplemente algo de lo que no podía hablar, ni siquiera a su madre.

Sin embargo…

“Dime, Fia. Escuché que los estudiantes del Instituto estuvieron involucrados en una serie de incidentes que ocurrieron después del ataque…”

Por la forma en que Frose estaba hablando, Tesfia asumió que todavía no había llegado al meollo del asunto. Pero no había forma de que Tesfia pudiera mirar directamente a Frose, por lo que dejó que sus ojos se desviaran.

Intentó desesperadamente encontrar una excusa plausible. “M-Madre. Tal vez fue la Sra. Felinella quien…”

“Ah, está bien, Fia. No estoy buscando culpar a nadie. Solo estaba preocupada de que te haya pasado algo.” Frose interrumpió a Tesfia, como si hubiera visto a través de ella.

Incluso Tesfia entendió que su madre no se refería a su bienestar cuando mencionó estar preocupada.

O tal vez ella realmente estaba preocupada. Si algo le sucediera a Tesfia, entonces todo por lo que Frose había trabajado sería en vano, y sería un gran golpe para el futuro de la familia Fable.

El tono de voz que la madre estaba usando contra su hija simplemente gritaba “circunstancias adultas”.

Frose se llevó el vaso con elegancia a la boca y lo inclinó hacia atrás. Incluso el sonido de su bebida hizo que el estómago de Tesfia latiera.

“Entonces, Fia, te quedarás por el día, ¿no?”

“S-Sí… pero estaba pensando en volver al Instituto mañana.” A pesar del hecho de que estaba tratando con su propia madre, Tesfia estaba mirando sus rodillas. No solo no podía no levantar la cabeza, sino que incluso tenía miedo de ver la expresión de Frose.

Los ojos que la miraban no eran los de la madre que la elogió por ser la segunda en su año, ni eran los mismos que la madre que la elogió por sus habilidades mágicas.

Y Tesfia tenía miedo de confirmar eso. Sabiendo que la madre que vería no era ninguna que conociere sentía terror.

De repente, todo tipo de recuerdos pasaron por su cabeza, de su madre en el pasado, cuando sonreía tan a menudo. Incluso después de que el padre de Tesfia falleció y Frose estaba sola, ella se retiró por el bien de su hija y protegió a la familia.

¿Cuándo dejó la emoción los ojos de su madre? ¿Cuándo había dejado de ver y hablar con Tesfia como su hija?

Ah… fue esa vez.

Tesfia recordó cuando era joven y recibió educación especial, y su madre incluso la entrenaría personalmente. El resultado de eso fue que su habilidad mejoró visiblemente. Su cuerpo joven estaba tenso hasta sus límites, y constantemente sufría contusiones. A pesar de eso, ella respetaba a Frose más que nadie, y deseaba convertirse en una Maestra Mágica como ella.

Entonces, una vez, cuando tenía doce años…

En aquel entonces, Tesfia había adquirido minuciosamente Icicle Sword, que era un hechizo transmitido a través de la familia Fable.

Cuando se lo mostró a su madre… Frose no mostró alegría ni sorpresa. Todo lo que le dijo a Tesfia fue: “Es natural que puedas hacer algo así”, como si dijera no me hagas perder el tiempo.

Fue entonces cuando Tesfia notó que su madre esperaba más talento de ella… y que había perdido interés en ella.

Frose siempre solía decir que aquellos sin talento no deberían esforzarse por convertirse en Maestros Mágicos. Por eso no quería que Tesfia caminara por ese camino.

Sin embargo, un día… seguramente su madre la reconocería.

Cuando a Tesfia le habían enseñado magia, su madre siempre la enfrentaba en serio en los entrenamientos. Y a menudo la alababa…

Mientras Tesfia no escatimara en sus esfuerzos e hiciera algo de sí misma como Maestra Mágica, seguramente su madre la reconocería.

Mientras ese pensamiento pasaba por la cabeza de Tesfia…

“Fia, no pude preguntarte sobre tus calificaciones la última vez que volviste.”

Escuchar eso hizo que una expectativa ansiosa se elevara dentro de ella.

“Eras la segundo en el año. Entonces, ¿quién fue el primero?” Frose puso una sonrisa genérica, una que dirigiría a cualquiera, ya que esa persona despertó su interés.

Tesfia, incapaz de ocultar su decepción, respondió: “Alguien que se transfirió, que ya era un Maestro Mágico de tres dígitos.”

Ella reconoció los talentos de esa chica. Esa chica incluso se hizo cargo de Alus y le dio entrenamiento a Tesfia en un momento dado. Anticipándose a lo que su madre diría a continuación, Tesfia tragó saliva.

“¿Qué se supone que significa eso, Fia?”

Como era de esperar, la mirada aguda de Frose la atravesó. Tesfia no pudo evitar esa mirada, un fuerte recordatorio de lo mal que estaba manejando a su madre.

Y con el tema alejándose de ella, Frose ya no miraba a Tesfia. Prueba de que su interés estaba en las personas con talento para la magia. Como todavía tenía conexiones con el ejército, era un tema que Frose no pasaría por alto.

Frose frunció el ceño, sin considerar en absoluto los sentimientos de Tesfia. “¿De qué familia noble es? ¿Es un chico?”

Pero antes de que Tesfia pudiera responder, su madre continuó: “Cuando se trata de hombres Triples en Alpha, estamos hablando del hijo de Rimfuge, o el segundo hijo de la familia Womruina… no, él todavía era un Cuad. Pero ambos serían más fuertes que tú. Sin embargo, no tienes ninguna conexión con la familia Womruina, además… Entonces, ¿la familia Rimfuge? Pero no escuché que ninguno de sus hijos se inscribiera en el Instituto.”

Mientras su madre reflexionaba sobre la respuesta, Tesfia la introdujo. “Ella no es noble ni un chico, madre.”

“¡¡…!!” Frose miró a Tesfia, como si pidiera más detalles.

“Es una chica llamada Loki Leevahl.”

“Por el nombre, no parece que sea de una familia noble reconocida. Ya veo, entonces esa chica se transfirió.”

Con las conexiones de Frose, mentiras al azar no funcionarían en ella. Sabiendo que se descubriría si mintiera, Tesfia entregó la información por su propia cuenta para mostrar que no estaba tratando de ocultar nada. “Supuestamente ella hizo misiones en el Mundo Exterior antes de inscribirse.”

“Ya veo, así que alguien así entró.” Frose, por supuesto, se dio cuenta de lo anormal que era esto.

Si bien no fue suficiente para ella, Tesfia todavía era una Maestra Mágica de cuatro dígitos y la segunda en su año. Entonces, tener una compañera de clase que era Dígito Triple claramente no era normal.

Además, entrar al servicio militar después de graduarse era la norma. Incluso con excepciones como la lección extracurricular, casi nadie entró en el Mundo Exterior antes de ingresar al Instituto.

La única excepción serían las familias excéntricas como los Socalents, pero incluso con entrenamiento práctico y circunstancias familiares, la hija de esa familia solo estaba ayudando con las misiones.

“Si recuerdo bien, obtuviste ese palo de entrenamiento tuyo de ese… Alus… Él también estaba en el mismo año que tú, ¿verdad?”

Tesfia estaba visiblemente conmocionada cuando su madre mencionó a Alus. Se suponía que no debía recordarlo, pero Frose lo menciono en voz alta con convicción.