Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 6: La Rebelión

Capitulo 6: Hombres Lobo

Parte 15

Antes de que pudiera seguir pensando en el pasado, Eleora se inclinó y preguntó, “Entonces, ¿por qué sigues insistiendo en que ninguno de estos logros es tuyo?”

“Por favor, deja de leer mi mente.”

Sí, ella es muy perspicaz. Más importante aún, ella nunca se echó atrás.

“Esta excesiva humildad tuya es algo que solo otra persona podría haberte inculcado. Pero por lo que sé de tu pasado, eso nunca sucedió. Algo no cuadra aquí.”

Maldición, está a un paso de darse cuenta de que me he reencarnado. De vuelta en mi antigua vida, yo… En realidad, no importa. No quiero recordarlo. Sudando profusamente, respondí, “No deseo mentirte Eleora, así que por favor no hagas más preguntas inquisitivas.”

Probablemente podría inventar una mentira a medias, pero dudaba que pudiera engañar a Eleora de todos modos. Eleora me sonrió con tristeza y dijo, “Lo siento. No quise meter las narices donde no me corresponde.”

“No, soy yo quien debería disculparse.”

No había nada malo en decirle la verdad a Eleora, pero sería difícil hacer que me creyera. Pero lo más importante, no quería recordar mi pasado. Eleora silenciosamente empujó una taza de té hacia mí. Era el té que ella misma había preparado.

“Gracias”, le dije con un leve asentimiento.

Tomé un pequeño sorbo mientras los recuerdos que intentaba no pensar giraban alrededor de mi cabeza. Al darse cuenta de mi expresión sombría, Eleora dijo, “Eres alguien que solo mira hacia adelante. Alguien que no tiene interés en glorias y victorias pasadas. Lo único en lo que piensas es en lo que necesitas hacer a continuación. Pretenderé que es así de sencillo y punto.”

“Gracias…”

Para ser honesto, este no era realmente el momento para recuerdos dolorosos de todos modos. Estábamos en medio de una guerra.

“Por cierto, Eleora, me gustaría hablar contigo sobre lo que quiero hacer a continuación. Me gustaría salvar la vida del príncipe Ryuunie.”

Eleora volvió a suspirar.

“En el momento en que escuché que vendrías, pensé que ese sería el caso. Incluso si lo haces, será difícil convencer a Ashley de que lo perdone.”

“Lo sé. Pero esa era la condición de Woroy para cooperar conmigo. Supongo que no hay inconvenientes en romper mi palabra, pero por el bien de mi propia conciencia, así como por tu honor, me gustaría mantener mi promesa.”

Sabiendo lo que sabía de Rolmund, así como la propia historia de la Tierra, no había ningún precedente sobre salvar la vida del hijo de un rebelde. Sin embargo, el príncipe Ryuunie no era culpable de nada, ni era responsable de detener los complots de su padre. Era simplemente injusto que tuviera que morir por los crímenes del príncipe Iván. Me tragué el té y le di a Eleora una sonrisa malvada.

“Si logramos mantenerlo con vida, podremos sumergir a Rolmund en un caos aún mayor. No lo olvides, esa es la verdadera razón por la que estoy aquí.”

Con esto, tenía una excusa perfecta para querer salvar al príncipe Ryuunie. Solo tenía que interpretar el papel del consejero villano, manipulando a la desventurada princesa para traer más conflictos al imperio. Soy bastante bueno actuando como un tipo malo, si se me permite decirlo. Pero a pesar de mi explicación, Eleora sonrió.

“Realmente nunca cambias, ¿verdad?”

Espera, ¿qué?

“Siempre eres así… Aunque supongo que por eso puedo confiar en ti.”

En serio, ¿de qué estás hablando? Eleora pasó su dedo por el borde de su taza de té y agregó, “Si vas en serio con esto, entonces no es como si pudiera detenerte de todos modos. Así que, como tu aliada jurada, bien podría ayudarte también. Reuniré a todos los expertos legales de la familia Origina que traje conmigo. Una vez que lo hayas salvado, discutiré su caso por ti.”

“Gracias. Estoy en deuda contigo, Eleora.”

Dentro de Rolmund, todos creían que Eleora era mi jefa. Así que sería una gran ayuda tenerla apoyando mi plan. Me puse de pie y dije, “Una vez que termine esta batalla, comenzará nuestra batalla con la facción del príncipe Ashley. Traer a los miembros restantes de la familia Doneiks a nuestro lado nos ayudará en el futuro.”

Aunque dije eso, no estaba del todo seguro de que realmente fueran de alguna ayuda. En todo caso, eran fuentes potenciales de rebelión. Aun así, haría todo lo posible para asegurarme de que sirvieran a la causa de Eleora. Tenía una responsabilidad con Eleora, con Woroy y con Meraldia para asegurarme de que así fuera. Para ser honesto, me estaba ahogando bajo tanta responsabilidad que realmente no tenía tiempo para recordar mi vida pasada.

***

La última fortaleza de la familia Doneiks, el inexpugnable Castillo Kinjarl, estaba en llamas. Y yo estaba dentro.

“Imposible… ¿Lord Veight?”

El príncipe Iván me estaba mirando en estado de shock. En el poco tiempo que no lo había visto, se había vuelto muy demacrado. Su salud realmente estaba mal, al parecer. Aunque incluso si no hubiera estado enfermo, sus días seguían contados.

“Ha pasado mucho tiempo, príncipe Iván.”

Me incliné ante el príncipe Iván, eligiendo no sacar mi espada de su vaina.

“Ngh…”

El príncipe Iván miró a su alrededor, pero sus seguidores no se veían por ningún lado. Todos se habían rendido o habían sido asesinados. Volviendo su mirada hacia mí, el príncipe preguntó, “Lord Veight, ¿cómo llegaste aquí?”

“A través de tu pasadizo secreto, Su Alteza.”

Usando las nuevas Gemas Zahorí de Eleora, examinamos cada cavidad hueca alrededor del Castillo Kinjarl. Después de una búsqueda exhaustiva, finalmente descubrimos el pasadizo subterráneo que estábamos buscando. Desafortunadamente, el pasadizo había sido un laberinto desconcertante. El camino oculto no solo había estado plagado de trampas, sino que incluso había estado protegido por golems mágicos, un raro artilugio. Si no hubiera sido por la fuerza mejorada y los sentidos aumentados de mi forma de hombre lobo, no habría podido desplazarme con seguridad. El príncipe Iván suspiró.

“Pensar que incluso lograste descubrir el pasadizo secreto del castillo. No solo eso, lograste abrirte paso a través de él tú solo. Me has vencido, lord Veight.”

“Oh, me halagas.”

Si quisiera matar al príncipe Iván, podría hacerlo en dos segundos si me transformara.

Pero no había venido aquí para asesinarlo. Diablos, probablemente se desplomaría en unos días sin que yo tenga que hacer nada. Me acerqué al comandante del ejército contrario y me paré a su lado. Sin decir una palabra, me volví hacia la ventana abierta. Numerosas banderas ondeaban en el patio de abajo. La mayoría llevaban la cresta de Eleora.

En el transcurso de esta feroz campaña del norte, la mayoría del ejército del príncipe Ashley había cambiado de bando y había jurado lealtad a Eleora. Tenía sentido, considerando que el ejército de Eleora tenía una tasa de supervivencia mucho más alta.

“Qué vista, lord Veight.”

“Qué vista de hecho. Y las únicas personas que están aquí para verla somos tú y yo.”

Sonreí y el príncipe Iván me devolvió la sonrisa débilmente.

“Cierto… ¿Pero por qué no me has matado?”

Mi expresión se volvió seria y me volví para encontrar la mirada del príncipe Iván.

“Hay algo que quería preguntarte. ¿Por qué tenías tanta prisa por comenzar esta rebelión?”

“Seguramente ya te has dado cuenta. No me queda mucho tiempo. Y entre la realeza de Rolmund, soy el único que entiende la crisis que enfrenta este imperio. Esta rebelión fue mi única oportunidad de alejar al imperio de un camino a la ruina.”

Los humanos tenían la mala costumbre de ignorar las crisis hasta que esas crisis estuvieran en sus narices. Especialmente cuando esas crisis involucraban sus propios futuros. La sonrisa de Iván se tornó triste.

“Creía que tenía las tropas necesarias para tomar la corona por la fuerza. Pero juzgué mal a la familia Originia y a Eleora… no, tu fuerza, lord Veight. Nunca imaginé que serías capaz de cambiar las tornas tan fácilmente.”

El príncipe Iván se alejó de la ventana y se sentó en su sofá. Su respiración era inestable. Me indicó que me uniera a él, así que también me senté.

“Planeabas usar tácticas de bombardeo para aplastar al ejército del príncipe Ashley antes de que él pudiera alargar la guerra y usar sus recursos superiores para aplastarte a través del desgaste, ¿verdad? Yo solo me aseguré de que la guerra se alargara.”

Fue solo porque había alargado las cosas que Woroy había sido presionado para desafiarme a un duelo uno a uno, lo que resultó en su rendición total. Las llamas que rodeaban el castillo se habían vuelto más fuertes y volutas de humo comenzaron a entrar en la habitación desde la ventana abierta. Había suficiente para que incluso la nariz de un humano pudiera captar el olor ardiente. Pero a pesar del peligro inminente, los dos seguimos conversando con calma. Suspirando, el príncipe Iván se llevó una mano a la frente.

“Mi hermano murió por lo mal que juzgué tu fuerza. Supongo que al menos es un consuelo que cayera a manos de un general famoso como tú.”

Parecía que el príncipe Iván no sabía que había tomado prisionero a su hermano. Sonriendo, sacudí la cabeza.

“No temas. Woroy todavía está vivo.”

“¡¿En serio?!”

El príncipe Iván me miró en estado de shock y yo le sonreí.

“En efecto. Está formalmente bajo mi protección como invitado.”

“¿Por qué harías algo tan peligroso como mantenerlo con vida?”

“Porque él puede ser útil para mí. Tengo una política de no matar personas con valor.”

Si Rolmund fuera a matarlo, lo dejaría trabajar para mí en Meraldia. Los nobles de Rolmund podían quejarse todo lo que quisieran; yo no era un rolmundiano y, por lo tanto, no tenía que seguir sus leyes. Por eso podía hacerle esta promesa al príncipe Iván con confianza.

“Juro por mi honor como consejero meraldiano que yo, Veight Gerun Friedensrichter, mantendré a Woroy a salvo.”

“Oh…”

Lágrimas se formaron en las esquinas de los ojos del príncipe Iván. Debe haber estado realmente preocupado por su hermano. Esta parecía una buena oportunidad para mencionar la razón por la que estaba aquí.

“También planeo salvar la vida del príncipe Ryuunie, tu hijo. ¿Dónde está él?”

El príncipe Iván me dio una sonrisa triste.

“Hace unos momentos, lo envié fuera del castillo junto con ser Barnack a través de una ruta de escape. Por supuesto, estoy seguro de que los perseguidores los alcanzarán en poco tiempo. Pero aunque sabía que no tenía sentido, quería prolongar su vida el mayor tiempo posible.”

Debo haberlos pasado por alto entonces. Si no me hubiera perdido en esa parte…

“No temas. Rescataré al príncipe Ryuunie. Incluso si eso significa oponerse a la princesa Eleora.”

Sorprendido, el príncipe Iván escrutó mi expresión.

“Estoy agradecido de que vayas tan lejos por mi hijo, pero ¿por qué? A diferencia de mi hermano, él no tiene valor para ti.”

Él tenía razón. Decidí responder honestamente.

“Es cierto que no me será de utilidad en la guerra actual. E incluso en las batallas venideras, no será más que una carga.”

Los Doneiks ya estaban acabados y Ryuunie no me ayudaría a derrotar al príncipe Ashley.

“Sin embargo, se convertirá en una potente carta de triunfo mucho más adelante en el futuro. Eso es todo.”

Tener a Ryuunie bajo mi protección después de que terminara esta serie de guerras civiles me daría una gran ventaja política. Probablemente… El príncipe Iván entrecerró los ojos, tratando de discernir la veracidad de mis palabras de mi expresión.

“Ya veo. ¿Pero eso es realmente todo? Puede que esté en las puertas de la muerte, pero no soy tonto, Esgrimista Astral.”

Él realmente era el heredero de la línea Doneiks. Su perspicacia no debía ser subestimada. Bien, supongo que puedo decírtelo.

“Bueno, dado que no anhelas este mundo, supongo que al menos puedo darte un poco de tranquilidad diciéndote la verdad.” Sonriendo, dije claramente, “No me gusta ver morir a los niños.”

Todavía escudriñando mi expresión, el príncipe Iván preguntó con voz confundida, “¿Esa es la única razón?”

“Así es.”

El príncipe Iván suspiró.

“Es extraño. Pensando en ello lógicamente, esa respuesta debería ser una mentira, pero no parece que me estés mintiendo.”

Eso es porque no estoy mintiendo. Esos son mis verdaderos sentimientos. Mientras respirara, me negaba a dejar que algún niño muriera bajo mi vigilancia. El príncipe Iván se puso de pie.

“Gracias por ser honesto conmigo. Espera aquí un momento, lord Veight. No te preocupes, no voy a huir.”

Asentí y él desapareció en una habitación contigua. En menos de un minuto, regresó. En sus manos traía un caballo ornamental de madera. Había sido tallado en la famosa madera de Rolmund Norte. El caballo se parecía a una pieza de caballo de ajedrez. Aunque la figura decorativa era claramente antigua, había sido diseñada con una habilidad exquisita. El príncipe Iván me sonrió.

“Como el último de una línea de maquinadores, siento que es apropiado intentar una última estratagema antes de enfrentar mi fin.”

“¿Crees que puedes jugármela?”

“Así es.”

Ahora las cosas se están poniendo interesantes. El príncipe Iván me ofreció el caballo de madera.

“Por favor, entrégale esto a Ryuunie. Puedes examinarlo con magia todo lo que quieras, pero te lo diré ahora, no encontrarás nada. Solo mi hijo entiende qué es esto y qué significa. Si logras entregárselo de manera segura, su contenido será de gran utilidad para ti.”

Mi curiosidad se despertó. Tomé al caballo y le sonreí maliciosamente al príncipe.

“De acuerdo, lo tomaré. ¿Es esta tu forma de asegurarte de que no cambie de opinión?”

“Para nada, lord Veight.”

El príncipe Iván sacudió la cabeza, con una sonrisa sorprendentemente sincera.

“Simplemente te estoy confiando todas mis cargas. Nada más y nada menos.”

¿Qué diablos se supone que significa eso? Antes de que pudiera preguntar, el príncipe Iván dijo, “Bueno, supongo que ya es hora de disculparme con mi esposa y mi padre. ¿Serás tú quien tome mi cabeza? Ganarás mucho mérito por ello.”

Sacudí la cabeza.

“No estoy interesado en el mérito. No te deshonraré.”

Asintiendo, el príncipe Iván alcanzó el pomo de la puerta. Me dio la espalda y dijo, “Me alegro de haberte conocido. Adiós.”

Con eso, abrió la puerta y desapareció dentro de la habitación. Unos segundos después, el olor a sangre penetró en el aire. Me volví hacia la puerta de madera y me incliné. Luego miré al caballo de madera en mis manos. Parecía que mis responsabilidades se habían multiplicado una vez más. Ah, bueno. Así es la vida.

***

—El Santo de la Espada y el Hombre Lobo—

Mientras igualaba mi ritmo con el del maestro Ryuunie, miré hacia atrás. Los árboles estaban tranquilos y cargados de nieve. Notando el cambio en mi expresión, el maestro Ryuunie se volvió preocupadamente hacia mí.

“Tío, ¿qué pasa?”

Esquivar la pregunta solo preocuparía más al joven maestro. Y así, le dije la verdad.

“Hay cinco hombres persiguiéndonos.”

“¿Son perseguidores enviados por Eleora?”

Aunque el maestro Ryuunie trató de poner una cara valiente, sus labios temblaron. Su miedo era comprensible. A la tierna edad de 12 años, había perdido a toda su familia y su único vasallo restante era este viejo espadachín. Y ahora lo perseguían. Aunque no habría sido sorprendente si la desesperación y el terror lo hubieran congelado, continuó caminando decididamente hacia adelante. Gracias al cielo, Su Alteza el príncipe Woroy le enseñó al maestro Ryuunie los conceptos básicos de la marcha.

Lo más gentilmente posible, le dije al joven príncipe, “No sé para quién trabajan. Pero a juzgar por lo cautelosos que son, probablemente sean cazadores y no soldados. Lo más probable es que sean asesinos.”

“Y-Ya veo.”

Me desabroché la capa y me preparé para pelear.

“Cúbrete la cara con la capucha y asume la postura de zorro de nieve que te enseñé. Hagas lo que hagas, no levantes la vista hasta que yo te lo diga.”

“D-De acuerdo.”

El maestro Ryuunie se tumbó de bruces en la nieve y se acurrucó en una bola. Gracias a su capa blanca, era difícil de detectar en la nieve. Y dado que se estaba escondiendo bajo la sombra de un árbol cercano, era poco probable que alguna flecha perdida o una espada errante lo alcanzara. Desenvainando mi espada, me retiré a la seguridad del mismo árbol en el que se escondía el maestro Ryuunie.

En poco tiempo, nuestros perseguidores aparecieron a la vista. Como supuse, solo eran cinco. Todos ellos estaban equipados para viajar en la nieve.

Sus botas estaban tachonadas para evitar que se resbalaran también. Estos atacantes tenían experiencia. Aun así, estaba seguro de que podría reducir sus números. Me desabroché la vaina del cinturón de espada y saqué una honda de mi bolsillo, que sujeté a la vaina.

Era una honda simple, hecha de cuerdas y cuero, pero se volvía exponencialmente más poderosa cuando estaba unida a un objeto largo como una vaina. Cargué algunas rocas afiladas en la honda y moví mi vaina hacia adelante.

“¿Gah?”

La cabeza de uno de los asesinos se abrió y salpicaduras de sangre mancharon la nieve mientras caía al suelo. Si mis habilidades no se hubieran deteriorado, esas rocas deberían haber penetrado directamente en su cerebro. Ahora solo quedaban cuatro oponentes.

Todos estaban equipados con ballestas, pero no tenía la intención de darles tiempo para cargarlas. Al darse cuenta de que simplemente serían derrotados si intentaran usar sus armas a distancia, los asesinos me atacaron.

“¡Hmph!”

Corté al primero de ellos y luego tacleé su cadáver para usar su espalda como escudo. El muro de carne bloqueó el golpe del segundo atacante y también lo corté. Sin embargo, los dos asesinos restantes eran bastante hábiles.

“¡Haaah!”

“¡Hiyaaaah!”

Atacaron simultáneamente, uno apuntando a mi cuello mientras que el otro a mi espalda baja. No había forma de bloquear ambos ataques a la vez. Pero no había necesidad de bloquear. Salté hacia atrás para evitar ambos cortes, luego giré y ataqué a uno de los asesinos restantes.

Pero no había acortado la distancia entre nosotros tan bien como pensaba y él me esquivó ágilmente. Una vez más, los dos asesinos me atacaron desde lados opuestos al mismo tiempo. Cuanto más se prolongara esta pelea, menos posibilidades tendría de ganar, ya que era viejo y lento. Saqué una daga del bolsillo de mi abrigo y se la tiré a uno de los asesinos.

“¡¿Whoa?!”

El asesino se inclinó hacia atrás y desvió la daga con su espada. Pero la daga cumplió su propósito de ocupar momentáneamente su atención. Mientras él estaba ocupado, me volví hacia el otro oponente y los apuñalé por la garganta.

“¡Maldito!”

Maldiciendo, el oponente restante me atacó. Detuve hábilmente su golpe y le corté la muñeca. La espada encantada que había recibido de lord Doneiks, Man-Eater, era capaz de cortar la armadura como un cuchillo caliente a través de la mantequilla.

“Ga—”

Antes de que pudiera terminar su grito, blandí mi espada hacia arriba y le corté la cabeza. Aunque mis músculos se habían atrofiado con la edad, las propiedades especiales de mi espada encantada hacían que fuera más fácil cortar cosas.

Después de confirmar que todos mis oponentes estaban muertos, finalmente me relajé.

“Maestro Ryuunie, es seguro ahora.”

El joven príncipe levantó la vista tímidamente y jadeó cuando vio los cadáveres tendidos en la nieve.

“¿Están todos muertos?”

“Sí. Los maté.”

El maestro Ryuunie examinó los cadáveres durante unos segundos, luego respiró hondo y se volvió hacia mí.

“Gracias, tío. Me has salvado.”

Realmente era un príncipe fuerte. No pensé que tendría la fortaleza mental para agradecerme después de ver cadáveres por primera vez.

“Lo importante es que estés a salvo, maestro Ryuunie. Ven, debemos apurarnos.”

Mi ciudad natal, el pequeño pueblo norteño de Petka, no estaba lejos de nuestra ubicación actual. Pero al examinar mi entorno, me di cuenta de que aún no estábamos fuera de peligro.

“Maestro Ryuunie, me temo que tendré que pedirte que seas paciente un poco más. Parece que más perseguidores se dirigen hacia aquí.”

Los cinco que nos siguieron inicialmente habían sido simples exploradores. Los peones desechables utilizados para medir nuestra reacción. Y mientras me mantenían ocupado, 20 nuevos rivales habían venido hacia nosotros. Las cosas no se veían bien.

Con la resistencia que me quedaba, podría luchar como máximo contra tres o cuatro oponentes más. Incluso cuando había estado en mi mejor momento, no habría podido enfrentarme a 20 a la vez. Pero no importaba cuán bajas fueran mis posibilidades de victoria. Mi deber era matarlos a todos. Desenvainé mi espada y el joven príncipe volvió a acostarse en la nieve. Aprendió rápido.

Necesitaba proteger al maestro Ryuunie, tanto por lord Doneik como por el bien del príncipe Iván. Yo era lo único que se interponía entre la extinción completa de la línea Doneiks.

Era un honor ser la última línea de defensa para el futuro de la familia Doneiks. Cualquiera que creyera lo contrario no era un verdadero caballero.

Estabilicé mi respiración. Estábamos parados en la cima de una pequeña colina. Nuestros oponentes tendrían que escalar esa colina, lo que los agotaría y dificultaría que todos mantuvieran el mismo ritmo. Gracias a la densa maleza, tampoco podían dispararnos flechas. Como esperaba, las filas del enemigo se disolvieron rápidamente a medida que los asesinos ascendían a diferentes velocidades.

“¡Raaaaah!”

Con un grito de batalla feroz, corté horizontalmente al primer asesino que nos alcanzó. Como el primero en llegar a nosotros era el más rápido de todos, era imperativo que lo matara o no podríamos escapar. A partir de allí corté, apuñalé y me abrí camino a través de todos los enemigos que subían por la ladera.

Naturalmente, también sufrí heridas en los combates. Ocasionalmente, los enemigos pasaban mi guardia y me cortaban el torso, solo para ser rechazados por la cota de malla que llevaba debajo de mi capucha.

Confiando en la armadura encantada para protegerme, me concentré completamente en la ofensiva. Pero con el paso del tiempo, el cansancio comenzó a aparecer y mi respiración se hizo más difícil. Mis ataques se volvieron más torpes.

Nuestros oponentes estaban acostumbrados a pelear en terrenos como este y continuaron manteniendo el cerco mientras se acercaban a nosotros. A pesar de lo peligroso que era permanecer aquí, no tenía más remedio que quedarme y luchar para proteger al maestro Ryuunie.

“¡Ngh!”

Uno de mis oponentes me apuñaló con todas sus fuerzas y me protegí demasiado tarde. Mi cota de malla no pudo atenuar el golpe y la espada del atacante atravesó mi hombro izquierdo.

“¡Hrmph!”

Abrí la cabeza del hombre, pero me tomó más fuerza que antes hacerlo. La magia dentro de mi espada se estaba desvaneciendo. Cuando saqué la espada del hombre muerto de mi hombro, una fuente de sangre brotó. Si no detenía el sangrado pronto, perdería demasiada fuerza para seguir luchando.

Aunque mi espíritu todavía ardía ferozmente, mi cuerpo estaba viejo y herido. Todavía quedaban alrededor de una docena de oponentes. Esta batalla acababa de empezar. No me falles ahora, maldito cuerpo viejo. Aunque no me arrepentía de morir en batalla, había alguien a quien necesitaba proteger.

Mientras intentaba desesperadamente formular una estrategia para escapar de esta situación, una gran onda expansiva se extendió por el aire. Fue un sonido. Un sonido verdaderamente percutor. La onda expansiva envió a los enemigos restantes volando. ¿Eso fue un aullido de lobo?

El sonido explosivo se sintió más como una explosión de espíritu de lucha que otra cosa. Había escuchado historias de cómo los verdaderos maestros de las artes marciales podían derrotar a los enemigos solo con su espíritu de lucha. Por supuesto, entender lo que había sucedido no era importante en este momento. Esta era mi única oportunidad de victoria.

“¡HRAAAAAAAAH!”

Luché con total desenfreno, empujando mi espada en el cuello de un aturdido enemigo. Luego giré y partí la cabeza de otro enemigo con un corte hacia abajo. Necesitaba matar a tantos enemigos como fuera posible mientras aún estaban desorientados.

Pero cuando levanté la vista de mi segundo asesinato, me di cuenta de que todos los enemigos habían sido eliminados.

También los habían matado de maneras increíblemente horripilantes. A algunos les habían arrancado el corazón del pecho, mientras que a otros les habían destrozado la cabeza, o les habían arrancado las extremidades. Ni siquiera un oso pardo podría hacer tanto daño a un cuerpo humano tan rápido.

¿Podría este misterioso aliado haber matado realmente a más de diez hombres en el tiempo que me había llevado matar a dos? Me tomó solo un momento descubrir quién había perpetrado esta matanza.