Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 6: La Rebelión

Capitulo 6: Hombres Lobo

Parte 14

—Carta de Veight a Airia VII—

Querida Airia,

Empecé a cansarme de ver nieve. ¿Ha caído algo en Ryunheit? De todos modos, me imagino que te estás muriendo por noticias, así que seré breve. De una forma u otra, he logrado capturar al príncipe Woroy. Con esto, su ejército debería rendirse. Si todo va bien, podré capturar el Castillo Creech para Eleora sin tener que asediarlo.

En cuanto a cómo las cosas terminaron de esta manera, Eleora logró forzar a Woroy a retroceder al convencer a uno de sus principales partidarios, lord Bolshevik, para que lo traicionara.

La familia Bolshevik es la familia más influyente en Rolmund Norte después de los Doneiks, y están relacionados con la familia Doneiks por matrimonio. Eleora logró que lord Bolshevik se rindiera porque estaba convencido de que la derrota de Rolmund Norte era inminente.

A partir de ahí, ella solo necesitaba ofrecer buenos términos y él traicionó a sus aliados de toda la vida, los Doneiks. Eso puso trabas a los planes de Woroy y… bueno, logré capturarlo después de algunos incidentes menores. Estoy bastante seguro de que esta vez no hice nada demasiado imprudente. Lo digo en serio.

Normalmente Woroy sería ejecutado por sus crímenes, pero realmente no quiero ver morir a un tipo como él, así que espero encontrar una manera de salvar su vida. Es un gran hombre como para morir aquí. Además, es popular entre la gente. De hecho, diría que está más preparado para ser emperador que Eleora.

Es posible que termine siendo un rival político peligroso, pero escuché que él y Eleora solían ser muy cercanos hace mucho tiempo. Como ya lo sabes, Eleora es una mujer amable en el fondo. Si ella también pide que ejecuten a Woroy, tendré que renunciar a salvar su vida, pero estoy casi seguro de que no lo hará.

Por cierto, ¿qué piensa el consejo de mi decisión? Sé que se me ha otorgado plena autoridad en todos los asuntos relacionados con Rolmund, pero todavía me gustaría saber si los otros consejeros están de acuerdo conmigo o no. Woroy es alguien con derecho a heredar el trono. Incluso si lo despojamos de su título, la nobleza de su nacimiento no cambiará.

Una vez que Eleora se convierta en emperatriz, es posible que Rolmund se convierta nuevamente en el rival de Meraldia.

En ese caso, podría ser una buena idea traer a Woroy a nuestro lado para mantenerlo bajo control. Para ser honesto, esta es una idea que se me acaba de ocurrir mientras escribía esta carta.

Me doy cuenta de que estoy actuando según mis intereses personales aquí, pero haré todo lo posible para asegurarme de que mis intereses personales se alineen con los de Meraldia. Así que espero que aprueben que trabaje para salvar la vida de Woroy. Sé que esto es suave por mi parte, pero preferiría no matar a nadie fuera del campo de batalla.

***

Después de enviar esa carta, logré que los soldados del Castillo Creech abandonaran sus armas y se rindieran. Pero sobre todo, porque Woroy les había pedido que lo hicieran. Aun así, estoy seguro de que el ejército de Woroy sabe que ya no pueden ganar. Dudo que intenten algo violento.

Hice que las tropas que Eleora había dejado aseguraran el castillo una vez que fuera vaciado. Decidí mantener al ejército de Woroy dentro del castillo como prisioneros también. Sin sus armas, no eran una amenaza. Aun así, había muchos de ellos. Mantenerlos a todos en el castillo iba a ser difícil, pero todavía no podía permitir que volvieran a casa.

Algunos de ellos eran supervisores u hombres libres también, lo que significa que necesitaba tratarlos bien. Por un corto tiempo, fui inundado con tareas administrativas mientras luchaba por resolver la situación posterior a la batalla. Para empeorar las cosas, parecía que los nobles del príncipe Ashley querían interferir con mi trabajo.

“¿Los nobles quieren reunirse conmigo?” le pregunté a Mao, que había venido al castillo a entregar suministros. Había pasado un tiempo desde la última vez que lo había visto. Mao revisó los recibos que había recibido por su entrega de vino con los registros en su chequera y asintió.

“Sí. En la superficie, solo quieren felicitarte oficialmente por tu victoria, pero es probable que realmente quieran establecer conexiones contigo.”

“¿Por qué se molestarían en hacer conexiones conmigo?”

Hasta donde todos sabían en Rolmund, yo era solo uno de los asesores de Eleora. No tenía ninguna autoridad real propia. Haciendo una mueca, Mao se encogió de hombros.

“La rebelión de los Doneiks casi ha sido sofocada, así que probablemente están en pánico porque no han contribuido en absoluto. Lo más probable es que quieran que les des algún deber de baja categoría como vigilar el castillo o vigilar a los prisioneros.”

“Quieren un pretexto para decir que también pelearon en el frente, ¿eh?”

Sí que eran unos sinvergüenzas. Mientras nosotros arriesgábamos nuestras vidas, ellos estaban sentados cómodamente en sus castillos. Honestamente, no me importaba si se llevaban mi crédito, pero no sería justo para mis hombres que les quitaran su mérito delante de sus narices. Sobre todo, porque algunos de mis cuerpos de magos habían muerto ayer en la batalla.

“De ninguna manera les voy a dar nada. Las únicas personas a las que se les permite entrar en el Castillo Creech son las tropas de Eleora y los magos que el príncipe Ashley me prestó.”

A diferencia de las tropas que habían estado luchando continuamente hasta ahora, los soldados bajo el mando de los nobles serían todos flojos e inexpertos. No había forma de saber lo que harían en aras de ganar más méritos, por lo que no los quería cerca del castillo.

“Además, la razón por la que hago que mis tropas se queden aquí es para proteger al ejército de Woroy del de Ashley. En este momento, esos tipos son más problemáticos que nuestros oponentes.”

Si el ejército de reserva de Ashley llegaba aquí, lo más probable era que ejecutaran a los prisioneros e incendiaran el castillo, solo para que pudieran decir que “participaron en la guerra”. Despreciaba la destrucción sin sentido de esa manera, por eso había ocupado el castillo tan rápido como pude. No podría mirar a la cara a Woroy si dejaba que alguno de sus hombres fuera ejecutado.

Mao me sonrió y dijo, “En ese caso, me imagino que tampoco les permitirás marchar hacia el norte contigo cuando te unas a la princesa Eleora.”

“Por supuesto no. De ninguna manera van a venir.”

No traerían nada más que problemas. Como técnicamente no estarían bajo mi mando, no podría evitar que saqueen pueblos cercanos. Y no había duda de que harían exactamente eso.

“Mao, encuentra alguna forma de detenerlos. No podemos enemistarnos abiertamente con ellos, pero realmente no quiero conocer a ninguno de esos nobles.”

“Sabía que dirías eso. Afortunadamente, he comenzado a hacer preparativos para esta situación.”

Mao parecía extrañamente complacido por mi pedido. Le mostré la carta más reciente que Eleora me había enviado.

“Eleora casi ha terminado de conquistar el Castillo Kinjarl. Ha logrado desarrollar una nueva herramienta mágica para localizar los acuíferos subterráneos de los que el castillo extrae el agua y bloquear sus pozos.”

Ella había enviado una muestra junto con su carta. Parecía una pequeña joya azul unida a una cadena. Ella había bautizado la joya que había hecho de magia como “Gema Zahorí”. Le ofrecí la joya a Mao y él asintió apreciativamente.

“Ahhh, entonces esto es lo que hizo con las joyas que pedí para ella. Fue bastante difícil obtener la cantidad que quería sin que nadie lo notara.”

“Realmente puedes conseguir cualquier cosa, eh.”

“Simplemente tengo cierta familiaridad con el comercio de minerales, ya que está muy relacionado con el comercio de sal. También logré establecer algunas conexiones con el gremio minero de aquí cuando llegué por primera vez.”

Mao colgó la joya de su cadena y la vio balancearse. Allá en la Tierra, había visto personas que usaban métodos similares para leer la fortuna. Aparentemente, Eleora había hecho que sus magos las usaran para rastrear todas las reservas de agua que usaba el Castillo Kinjarl. Una vez que las encontró, hizo que sus ingenieros bloquearan las corrientes que abastecían a los acuíferos, lo que provocó que se agotaran rápidamente. Como resultado, el Castillo Kinjarl actualmente no tenía medios para obtener agua fuera de la acumulación de nieve.

“Kite puede hacer algo similar, pero probablemente le tomaría años descubrir dónde se encuentran todos los pozos de un castillo.”

“De hecho, sería difícil replicar tal hazaña con la tecnología de Meraldia.”

Solo Rolmund tenía la tecnología y la población necesaria para producir en masa herramientas como estas a escala práctica. Era por eso que el cuerpo de magos había tenido tanto éxito aquí.

Mientras tanto, Meraldia solo confiaba en algunos magos altamente talentosos para ejecutar sus sistemas más vitales. Necesitaba cambiar la forma en que Meraldia trataba la magia, de lo contrario nos encontraríamos rezagados tecnológicamente.

Justo cuando estaba pensando eso, Kite entró en la habitación con una mirada cansada en su rostro. Había un montón de papeles en sus manos.

“He terminado de inspeccionar todo. No hay nada inusual que informar.”

“Buen trabajo.”

Si bien la magia de tiempo de Kite era extremadamente útil, el problema era que no había nadie que pudiera hacerse cargo de su trabajo si estaba cansado o necesitaba un descanso.

“Kite, tómate el resto del día libre. Haré que Parker y mis hombres lobo se encarguen del resto. Ve a tomar un té y relájate.”

“¿Estás seguro?”

Después de todo, no quería dirigir el ejército demoníaco como una compañía japonesa. Mao, Kite y yo compartimos una taza de té tostado y hablamos sobre la nueva herramienta que Eleora había desarrollado. Kite tomó la joya en sus manos y la miró fijamente.

“¿Sabes? Esto en realidad no reacciona al agua ubicada bajo tierra. Busca cavidades huecas bajo tierra.”

“Ah, ¿conque así es?”

Mao de repente parecía muy interesado.

“Las Gemas Zahorí verdaderas que encuentran agua no son muy precisas y a menudo dan falsos positivos. Sin embargo, una piedra encantada que solo reacciona a las cavidades vacías es mucho más fácil de hacer y mucho más precisa.”

Asentí en acuerdo.

“Sí, aunque no siempre hay una garantía de que una cueva subterránea hueca contenga agua. Aun así, esto significa que la versión de Eleora es mucho más versátil.”

Kite asintió.

“Sí. Cuando trabajaba para el Senado, tuve que explorar muchas cavernas subterráneas. Muchas empresas sospechosas las usan para ocultar sus activos y evitar tener que pagar impuestos sobre sus ganancias.”

Mao frunció el ceño. Parecía que él mismo estaba usando exactamente ese método. Al ver la incomodidad de Mao, Kite sonrió y agregó, “Tampoco tienes que usarlas solo para buscar cavidades huecas en minas o bajo tierra. También puedes usarlas para encontrar pasajes ocultos o escaleras secretas.”

Mao frunció aún más el ceño. ¿También tienes de esos? Eso es realmente genial. Como no era un recaudador de impuestos, no tenía que preocuparme por quién estaba escondiendo los fondos. Había más usos interesantes para esta herramienta en mi mente.

“¿No significa eso que puedes usarla para encontrar pasadizos secretos para entrar y salir de castillos?”

“Sí, probablemente podrías.”

Muy bien, definitivamente vamos a hacer nuestras propias gemas en Meraldia.

“En ese caso, debería pedirle a Eleora un informe sobre lo que encontró con estas cosas. Podríamos aprender algo importante sobre el Castillo Kinjarl.”

Mientras Eleora buscaba acuíferos, debió tropezar con una o dos cavernas vacías que no contenían agua. Probablemente había asumido que eran depósitos de agua que se habían secado, pero era posible que en realidad fueran pasajes secretos.

“Oh sí, Kite. Tú y Lacy no tienen que venir a Rolmund Norte si no quieren. Si se quedan aquí, tendré un punto de contacto de confianza en el Castillo Creech. Además, ustedes dos se han ganado un descanso.”

“Pero yo…”

Puse una mano sobre el hombro de Kite y le sonreí.

“Pelear en territorio extranjero te ha dejado más exhausto de lo que crees. No te esfuerces demasiado.”

Kite y Lacy no eran soldados. Ver tanta violencia probablemente les había impuesto una carga emocional mayor de lo que creían. Lacy podría haber experimentado algunas batallas cuando había fingido ser una santa, pero no en ningún lugar donde los humanos lucharan contra los humanos. De mala gana, Kite asintió.

“Bien… Lo admito. Me he estado sintiendo un poco mal recientemente. Perdón por preocuparte, Veight.”

“No, esto es mi culpa. He estado confiando demasiado en ustedes. No debería haberlos traído al campo de batalla, no importa lo útil que sean.”

“Pero Veight, si no vamos, ¿no tendrás poco personal? No tendrás a ningún humano de Meraldia contigo.”

Le di a Kite una sonrisa tranquilizadora.

“De qué estás hablando. Tengo uno aquí mismo. ¿No es así, Mao?”

“¡¿Quieres que vaya?!”

Mao hizo una mueca, pero fingí no notar su renuencia.

“Estás acostumbrado a ver los horrores de la guerra, ¿verdad?”

“En realidad, no me gusta ver el derramamiento de sangre…” Mao comenzó a protestar, pero cuando vio la expresión en el rostro de Kite, se calló con un suspiro. “Dicho esto, supongo que estoy más acostumbrado a la guerra que Kite. Estoy de acuerdo en que no deberías traerlo contigo.”

No importa qué tan disciplinado estaba el ejército de Eleora, el hecho de que estuvieran en guerra significaba que terminaríamos presenciando al menos algunas atrocidades en Kinjarl. Además, ella no tenía autoridad total sobre las tropas del príncipe Ashley que la habían acompañado. No había forma de saber lo que habían hecho estas últimas semanas. Era muy posible que hubieran empezado a violar y saquear. Definitivamente no quería que Kite o Lacy tuvieran que ver esos horrores. Le di unas palmaditas en el hombro a Mao y le sonreí.

“Entonces está resuelto. Contaré contigo, mi sinvergüenza.”

Mao me miró molesto y luego me dio la espalda.

“Bueno… si insistes. Te ayudaré con lo mejor de mis escasas habilidades.”

Bien. Será un alivio tenerte cerca. Rápidamente resolví la situación en el Castillo Creech y luego partí hacia el norte con Mao, mis hombres lobo y las doscientas tropas de caballería que Eleora me había prestado.

***

—Respuesta de Airia V—

Querido Veight,

Discutí tus planes para el príncipe Woroy con el consejo. Si bien no sabemos qué tipo de persona es, estamos de acuerdo en que, si deseas salvarlo, entonces es alguien digno de nuestra confianza.

Aunque algunos de los consejeros tienen dudas sobre salvar a alguien que se opone políticamente a lady Eleora, todos hemos decidido dejar las cosas a tu juicio. Haz lo que dicte tu corazón. Creemos que no importa lo que elijas, seguirás trayendo paz a Meraldia.

Personalmente hablando, creo que estás haciendo la elección correcta, Veight. Después de todo, es solo gracias a esa “suavidad” tuya que todavía estoy viva hoy. Nunca olvidaré la expresión de pánico en tu rostro cuando tú, un hombre lobo, trataste apresuradamente de impedir que me quitara la vida tontamente. Sinceramente, creo que es tu amabilidad la que traerá la paz a este turbulento continente.

Aparte de eso, me alivia profundamente saber que has ganado tus batallas y que ya no estás en peligro. Todo lo que queda ahora es que lady Eleora gane su propia batalla en el Castillo Kinjarl. Ese castillo es la fortaleza de la familia Doneiks, ¿verdad? Rezo para que el castillo caiga rápidamente y que esta guerra civil llegue a su fin. Tanto por el bien de Rolmund como por el tuyo.

***

Los bordes norteños de Rolmund se veían exactamente como esperaba que se vieran. Aunque las aldeas y pueblos por los que pasamos estaban intactos, muchos de los castillos y fortalezas de nuestra ruta mostraban signos de combates recientes. Además, algunos campos y edificios abandonados habían sido arrasados.

También había grandes montículos donde los muertos sin duda habían sido enterrados recientemente. Partes de los bosques cercanos también habían sido cortados para obtener madera de emergencia y muchos puentes habían sido destruidos. Era difícil saber qué ejército había hecho qué.

“El daño no se ve tan grave como esperaba”, murmuró Mao mientras inspeccionaba sus alrededores. Parecía algo aliviado. Asentí en acuerdo y agregué, “Por supuesto, no todos los horrores de la guerra son fácilmente visibles. Solo espero que el ejército de Eleora no haya robado o dañado a los aldeanos.”

Mao me miró fijamente, con una extraña sonrisa en su rostro.

“Eres un hombre extraño, ¿lo sabes?”

“¿Qué te hace decir eso?”

“Estamos en medio de territorio enemigo. En mi experiencia, los soldados tienden a ser felices cuando ven las tierras de sus enemigos arrasadas.”

Supongo que no soy un soldado de corazón. Encogiéndome de hombros, respondí, “No me interesan las guerras entre humanos. Soy un hombre lobo, después de todo.”

“¿Así es como es?”

“Así es como es.”

Espero haber logrado engañarlo.

***

Eleora había dejado atrás varias guarniciones pequeñas para garantizar la seguridad de las ciudades y castillos que había conquistado. Fue gracias a ellos que pudimos llegar al Castillo Kinjarl sin temor a ser atacados en el camino. El castillo principal de la familia Doneiks se encontraba en la cima de una montaña particularmente escarpada. Todos los pueblos cercanos eran parte del dominio de los Doneiks, pero Eleora hacía tiempo que los había subyugado. Después de saber que Eleora estaba apostada en la línea del frente, Mao y yo entramos en su campamento para buscarla.

“Ha pasado un tiempo, lord Veight.”

Las semanas de feroces combates habían convertido a Eleora en una veterana endurecida. Su comportamiento imponente creó un marcado contraste con su aspecto llamativo.

“Veo que te has convertido aún más en una guerrera en nuestro corto tiempo de separación, Eleora.”

Me sentí un poco mal por haberme tomado las cosas con calma en la retaguardia. Sin embargo, Eleora solo sonrió con pesar y dijo, “¿A quién crees que tengo que agradecerle eso? Has acumulado tantos logros ejemplares en la retaguardia que he necesitado ser más audaz para no perder la cara.”

¿En serio? Mientras hablábamos, los nobles más jóvenes que apoyaban a Eleora comenzaron a reunirse a nuestro alrededor. Las brillantes armaduras con las que habían partido ahora estaban cubiertas de rasguños y abolladuras. Parecían verdaderos soldados ahora, en lugar de niños fingiendo serlos.

“¡Lord Veight, ha pasado mucho tiempo!”

“¡Felicitaciones por capturar al príncipe Woroy!”

“¡Hemos estado protegiendo a Su Alteza la princesa Eleora con todas nuestras fuerzas!”

Todos se ven tan experimentados ahora. La guerra sacaba las facetas de las personas que de otro modo nunca saldrían a la luz. Entre los partidarios de Eleora, había nobles que habían derrotado a los generales enemigos en combates individuales, nobles que habían derrocado fortalezas con solo su escuadrón de soldados personales y nobles que habían convencido a los partidarios de la familia Doneiks para que cambiaran su lealtad. Sin embargo, otros habían demostrado que eran excepcionalmente competentes en las tareas más mundanas de dirigir un ejército, como administrar líneas de suministro o gobernar el territorio conquistado. Todos estos nobles serían buenos candidatos para puestos importantes en el nuevo gobierno de Eleora.

“Veo que todos están sirviendo bien a la princesa Eleora. Es gracias a sus esfuerzos que puedo descansar tranquilo.”

Todos me dieron miradas dudosas. No, en serio, me lo he estado tomando con calma. La única razón por la que podía concentrarme en el príncipe Woroy era porque confiaba en que el ejército de Eleora no lo arruinaría.

“Oye, Lekomya…”

“Sí, lo sé. Aún no hemos logrado nada.”

“Pequeños logros como estos no son suficientes para satisfacer a lord Veight.”

“Deberíamos haber luchado aún más duro.”

Las cosas van bien, chicos, no necesitan forzarse. Eleora se aclaró la garganta para llamar la atención de todos y luego dijo, “¿Parece que tu mal hábito ha vuelto a despertar, lord Veight?”

“¿Qué mal hábito?”

Eleora dio unos pasos hacia mí y respondió con el ceño fruncido, “Tu mal hábito de minimizar tus logros y habilidades. De hecho, me parece que tus hábitos han empeorado.”

No sentí que ese pudiera ser el caso, pero si tanto Woroy como Eleora lo decían, podría haber un núcleo de verdad en sus palabras. En retrospectiva, el anterior Señor Demonio solía decirme eso también todo el tiempo.

“Bueno… supongo que no puedo negarlo, si eso es lo que todos dicen.”

“Entonces, ¿por qué no admitirlo? Deberías estar orgulloso de tus logros por una vez.”

Hmm… Solo había llegado tan lejos gracias al conocimiento que heredé de mi vida anterior, así como a mis habilidades como hombre lobo. No solo eso, había sido bendecido con una maestra de magia excepcional y tanto mis superiores como mis subordinados eran muy competentes.

Dadas todas estas ventajas, cualquiera podría lograr lo que yo hice. Ninguno de estos logros trascendentales se debía a mi propio mérito. Sí, realmente no veo de qué debería estar orgulloso. Al ver mi expresión, Eleora suspiró.

“Me parece que tienes tus propios estándares para juzgarte a ti mismo. Y parece que esos estándares son increíblemente altos.”

“…Puede que tengas razón allí.”

Eleora asintió y luego despidió a sus nobles.

“Realizaremos un consejo de guerra pronto. Asegúrense de completar las tareas que tienen asignadas para entonces.”

“¡Sí, señora!”

Una vez que estuvimos solos, Eleora suspiró y me ofreció una silla.

“Sé más sobre ti que la mayoría de la gente aquí, por eso tengo que preguntar. ¿Me estás ocultando algo?”

Eso me tomó por sorpresa. Ella es perspicaz. Eleora colocó dos tazas de té frente a nosotros y luego me miró a los ojos.

“Naciste en lo profundo del bosque y protegiste tu aldea de los monstruos varias veces. Más tarde, comenzaste a aprender magia y te uniste al ejército demoníaco, después de lo cual conquistaste Ryunheit. ¿Correcto?”

“Sí.”

Hombre, eso me trae recuerdos.

“A partir de allí convenciste a la ciudad para que se uniera al ejército demoníaco y finalmente unificaste a todo el sur de Meraldia. Traté de unir al norte para subyugar a esa nueva nación, pero me derrotaste, me tomaste prisionera y unificaste a Meraldia.”

“Así es.”

La mayor parte de eso sucedió recientemente, pero se sintió como si hubiera ocurrido hace una década. Eleora volvió a suspirar.

“Lo que significa que has ganado más batallas en el lapso de un año que la mayoría de los generales en la vida. Normalmente, las personas con tu nivel de éxito dejarían que eso se les subiera a la cabeza. E incluso si no lo hicieran, al menos estarían orgullosos de lo que han logrado.”

Pensando en ello, era realmente un milagro que todo hubiera resultado tan bien como había sucedido. Por supuesto, la mayor parte de eso fue gracias a otras personas y no a mí.