Haken no Kouki Altina (NL)

Volumen 12

Capitulo 4: Liderando Hacia el Sur

Una semana más tarde–

Año 851 del Imperio, 20 de Agosto.

El Cuarto Ejército dirigido por la Généralissime Marie Quatre Argentina de Belgaria partió desde la capital imperial de Versailles.

Eran aproximadamente 8.000 soldados fuertes.

Además de los 500 jinetes y 4.000 soldados de infantería del Fuerte Volks, se les unieron 2.000 mercenarios y 1.500 soldados regulares provenientes del sur.

Las largas filas de soldados marcharon a lo largo del camino. Regis estaba sentado dentro de un carruaje blanco.

“… ha sido un tiempo.”

“En efecto.”

Clarisse estaba sentada frente a él. Solo estaban los dos en este momento.

Altina estaba a la cabeza de la formación, montando en su Karakara*. Eddie y Eric estaban a su lado como guardias. *(El nombre de su caballo por si no recuerdan)

Abidal Evra dirigía la caballería que estaba al frente de la formación.

En la parte posterior estaba el grupo de mercenarios “Renard Pendu”. Un contrato aún no se había formalizado con ellos.

Simplemente estaban siguiendo el camino porque creían en Regis cuando dijo que el Rey Mercenario Gilbert vendría al sur.

Una semana no era suficiente para hacer llegar una carta al Fuerte Volks y recibir una respuesta. Incluso Regis no estaba seguro de cómo respondería Gilbert, si lo aceptaría.

La líder de la banda de mercenarios Jessica y su hermana de 10 años, Martina, viajaron juntas.

Franziska todavía no se había recuperado debido a la distrofia, y tuvo que quedarse en la capital. Bastian estaba cuidándola.

Detrás de ellos–

Elise montaba en otro carruaje.

En el campo de batalla, el invitado tenía que permanecer en la retaguardia mientras el estratega permanecía en el centro– esa fue la razón oficial por que él dio.

Regis quien se dio cuenta de la verdadera identidad de Elise, estaba preocupado porque otros descubrieran quién era, y no quería que ella supiera información innecesaria, por lo que la puso en cuarentena.

Clarisse miró en dirección a la capital. “Ella es muy reacia a verte partir”

“¿Hmm? Ahh, te refieres a Miss Fanrine. Mucho ha sucedido después de todo…”

Debido a que viajaba con Regis, se encontró en peligro que amenazaba su vida. Apuntados por asesinos, los soldados les apuntaron las espadas y viajaron durante varios días por las traicioneras colinas.

¿Por qué Fanrine no odia a Regis?

¿No era ese el mayor misterio? Qué insondable.

Clarisse entrecerró los ojos. “Sí, muchas cosas”

“Sí.”

“¿Incluyendo el travestismo?”

“Ughh… Seré feliz si puedes olvidarte de eso”

“Si quieres borrar mi memoria, entonces tendrás que taparla con otras más fuertes, Sir Regis.”

“¿Qué quieres que haga, Miss Clarisse?”

“¿Qué tal vestirse como una sirvienta?”

“No estoy interesado en travestismo”

“Sólo bromeo.”

“No usaré faldas tampoco”

Probablemente supuso que Regis respondería de esta manera, por lo que Clarisse dirigió su mirada hacia la ventana.

“… Es una pena, ya hice la preparación”

“¿¡Ya has hecho la preparación!?”

Finalmente notó que en el techo del vagón blanco donde se guardaban las pertenencias personales de Altina, había algo más escondido allí.

“D-de todos modos… Es genial que Miss Fanrine se haya unido a la Oficina del Généralissime. Ella es capaz y tiene una amplia red social.”

El personal de la Oficina del Généralissime se quedó en la capital por el momento. Después de todo, ya fuera personal, suministros o inteligencia, todos estos se centrarían en la capital.

El edificio dentro del palacio donde el Ministerio de Asuntos Militares estaba usando había sido ocupado por oficiales administrativos del Primer Ejército de Latreille.

La Oficina del Généralissime de repente perdió su base de operaciones… Inmediatamente después de que surgió este problema, Gauchen encontró una mansión propiedad de un noble cuya casa estaba en declive.

La administración del Cuarto Ejército que se convertiría en un caos sin Regis finalmente podría funcionar normalmente.

Han contratado a unos 150 ex oficiales del antiguo Ministerio de Asuntos Militares. La mayoría de ellos eran plebeyos o nobles que no eran primogénitos, y todos eran jóvenes.

Como el Ministerio de Asuntos Militares tenía más de 2.000 empleados, este número parecía realmente bajo. Pero como Gauchen dijo que esto sería suficiente, se lo dejaría a él por ahora.

Regis también necesitaba aprender a utilizar a sus subordinados.

Era un oficial administrativo de primer grado en el Imperio, pero no tenía subordinados directos. Solo los oficiales retirados y Regis eran así.

Clarisse devolvió su mirada a Regis.

“Por cierto… ¿has enviado una carta a tu familia?”

“Debería estar bien, ¿verdad? Hablando de eso, ¿ha vuelto a casa mi cuñado Enzo?”

“No, todavía está en el Fuerte Volks… Al menos lo estaba cuando partimos”

“¿Está realmente bien? Él ya ha salido de casa por tanto tiempo.”

“¿Qué hay de ti, Sir Regis?”

¿Por qué está preguntando otra vez, hay algún significado detrás de esto?– Pensó Regis.

Después de que se separó de Altina, la notificación que le enviaron a su hermana fue…

“¿¡Ah, mi notificación de muerte en acción fue enviada a mi hermana!?” Clarisse asintió.

Regis se tomó la cabeza. ¿¡También le enviaron el cuerpo y las cosas personales!?

¡Pero pertenecían a otra persona!

“Oh no… Nunca pensé poner los asuntos de mi muerte en orden. No, ¿alguien le envió un aviso de que esto era un error?”

“¿Me pregunto…?”

“¡Buenos, los que enviaron la notificación de duelo… fue el Ministerio de Asuntos Militares, que se ha disuelto!?”

¿Qué hay de los trabajos pendientes? Los suministros logísticos, las promociones y las asignaciones habían sido asumidas por el Primer Ejército y la Oficina General del Estado.

¿Qué pasa con la cancelación de la notificación de duelo? Regis estalló en sudor frío.

“¡V-voy a ser sermoneado! ¡No puedo hacer nada por el error, pero no me comuniqué con ella durante más de una semana a pesar de que estaba bien! P- papel… Bolígrafo…”

“Aquí, Sir Regis. Por favor cálmate.”

“S-s-sí.”

“Hay un dicho en este mundo, ‘demasiado pequeño demasiado tarde’.”

“¡Eso no es un consuelo en absoluto!”

Regis imaginó cómo sería sermoneado la próxima vez que se encontrara con su hermana mientras escribía rápidamente dentro del tambaleante carruaje.

Clarisse lo miró con una sonrisa amable. “……”

“¿Q-qué ocurre?”

“Estoy muy contenta de que Sir Regis haya vuelto sano y salvo”

“La persona a la que amas molestar está de vuelta, por lo que ya no te aburrirás, ¿verdad?”

“Ara… Incluso tendré momentos en los que me sienta completamente feliz. Después de todo, la persona que me gusta mucho ha regresado sana y salva”

“Estas diciendo esas cosas de nuevo…” Regis suspiró.

Ésta debía ser otra trampa. Regis adoptó una actitud defensiva, pero ella sonreía mientras miraba hacia él. Al final solo se miraban el uno al otro.

“Fufufu… ¿Cuál es el problema, Sir Regis? Si quieres algo dulce, tengo algunos bocadillos azucarados aquí”

“Ah, no… ¿Dónde está el final?”

“No es nada. Estoy muy feliz de que Sir Regis, quien tanto me gusta, haya regresado a salvo”.

“Eh…”

“¿Sir Regis piensa que es un desperdicio estar un poco feliz de verme de nuevo?”

“No, eso me hace feliz también.”

“Bueno, estoy muy contenta de escuchar eso.”

Incluso después de esperar un tiempo, ella no siguió con ninguna palabra burlona. Las mejillas de Clarisse estaban teñidas de un tono rojo.

La cara de Regis se estaba calentando.

Se sintió tímido y le devolvió la mirada a la carta. Le temblaban las manos, pero eso no tenía nada que ver con el temblor del carruaje.

“Espera… Miss Clarisse… Esto es vergonzoso.”

“No. Estaba realmente preocupada por ti, Sir Regis. Realmente me gustas.”

“Uwahh.”

No pudo escribir más. Regis sintió que su cerebro era un desastre.

***

En el 3er día de su viaje al sur–

Mediodía.

Hubo un informe de exploración.

Un comerciante con una caravana que venía del sur deseaba reunirse con el ejército.

Regis se cruzó de brazos.

“Mmm… No tenemos tiempo para las negociaciones comerciales… Pero como vino del sur, tal vez podamos sacarle algo de información sobre la guerra. Bien, nos encontraremos con él. Por favor, dile a la princesa que tomaremos un descanso durante 30 minutos.”

“¡Entendido!”

El mensajero saludó.

Después de eso, el comerciante envió un mensaje de que deseaban visitar la base. Parece que la otra parte solo quería encontrarse con Regis.

Incluso si se tratara de una negociación comercial, Altina simplemente le diría a Regis “Te lo dejo a ti”, y ella ya estaba cansada de la marcha.

Después de una breve espera, una dama salió de en medio de las tropas.

Su cabello negro como la tinta cubría su vestido negro. Regis pensó que sería un hombre ya que el visitante era comerciante, y no esperaba una dama tan joven.

Una joven con un vestido blanco la seguía. Ella tenía una sombrilla con cordones en sus manos para evitar que el sol brillante dañara la piel de la dama. Como ella no estaba vestida como una sirvienta, esa joven probablemente era una sirvienta.

Lo que más le diferenciaba de un comerciante era su falta de equipaje.

La impresión que dio fue de una dama aristocrática en un paseo. ¿Por qué informaron los exploradores que ella era comerciante de una caravana?

Apartó el velo ante su rostro, y sus ojos tan obscuros como obsidiana miraron a Regis.

“¿Parece que todavía estás vivo, Regis?”

Era una voz seductora, pero el tono era como un hombre. Regis tragó saliva.

“¿¡Ehh!? ¿¡Miss Eleanor!?”

El visitante fue Eleanor Ailred Winn de Tiraso Laverde. La hija de una casa de Duque, era una dama capaz conocida como “La Renarde du Sud”.

Regis se preguntaba por qué no la vio en el banquete hace unos días, y ahora se encontraba aquí.

Eleanor dijo con voz temblorosa:

“… Regis, ha pasado un tiempo, pero lo que voy a decir me duele mucho”

“¿Qué pasa?”

“Por favor ayúdenos.”

Una ráfaga repentina que fue más fuerte que el viento sopló, barriendo la sombrilla en las manos de la joven en el cielo.