Tokyo Ravens (NL)

Volumen 14: La Llegada Del Emperador

Capitulo 5: Advenimiento, Trasciende

Parte 1

El flujo espiritual que conectaba los cielos con la tierra y que se extendía desde dentro del territorio del Santuario Kanda desapareció.

El hechizo que componía el altar del ritual del Tenchuuu Chifu se deshizo y la energía mágica desapareció. Harutora se mordió el labio cuando su cara palideció. Miró hacia un lado mientras llevaba a Natsume.

El sol se había puesto completamente y los colores de la noche ya teñían el cielo. Pero el fuego seguía ardiendo en el camino del santuario que se había convertido en un campo de batalla mágico. Los mechones de llamas se dirigieron hacia el final del camino en ruinas.

El Zuishin-mon del Monasterio Kanda fue iluminado desde el interior. La distinta oscuridad que había cubierto la puerta ya no existía. Aunque una luz magnífica venía del otro lado de la puerta, estaba acompañada por un poderoso poder espiritual.

A veces, las partículas de luz se elevaban hacia arriba como copos de nieve flotando en el viento.

El terror ya se había convertido en un reino divino – un mundo secreto que esa “entidad” en el centro podía sentir claramente incluso desde lejos. Más exactamente, no era que esta `entidad’ estuviera en el centro del mundo secreto, sino que el mundo secreto se estaba expandiendo desde la `entidad’.

Una misteriosa entidad como la época en que se había realizado el Ritual Taizan Fukun, que existía en todos los lugares cercanos y lejanos. Una entidad similar se estaba revelando lentamente dentro del territorio.

Tanto la gente que estaba luchando como los heridos en el suelo miraron hacia Zuishin- mon. El poder espiritual emitido por esa `entidad’ no podía ser ignorado, ni siquiera desde lejos.

El poder de un dios. “Maldita sea…”

Si el aura del dios no se detuviera dentro del territorio, cambiaría instantáneamente la naturaleza espiritual de los alrededores.

…como él había pensado…!

Los incontables flujos espirituales que se habían encauzado hacia el territorio comenzaron a vibrar de forma inquietante. Harutora conocía muy bien el significado de esta actividad.

Se agarró su fatigado brazo con una fuerza que ni siquiera sabía que tenía.

…….Qué……..

La chica anterior a él estaba alojando a un dios.

No había otra forma de fingir. Era como si la verdad se le hubiera metido directamente en la cabeza. El poder divino alrededor de su cuerpo aterrorizó el alma de Otomo. Esto puede ser un sentimiento aún más primitivo que el instinto.

Ohtomo se quedó girado sobre el pedestal, sosteniendo el arma apuntando hacia Takiko. Todavía había balas en la pistola, y Kurahashi ya había caído. A esta distancia, definitivamente no fallaría.

Pero no podía disparar.

El dedo que oprimía el gatillo no se movía en absoluto. Por supuesto, no era magia. ¿No podía mover su dedo por una razón más profunda?

Entonces…

Takiko miró a Ohtomo.

Una chica pelirroja, con un traje negro de miko. Su silueta parecía estar brillando ahora mismo. Aura emitió una luz que flotaba alrededor de la chica. Su pelo rojo sumergido en la luz del aura parecía una llama ardiente, y los ojos que miraban a Ohtomo parecían gemas de un dios.

“Ohtomo Jin.” Dijo Takiko.

Se formó piel de gallina por todo el cuerpo de Ohtomo. “¿Esperas mi destrucción? o la seguridad de sus estudiantes?” Ohtomo no podía decir nada.

Instantáneamente, el aura que surgió del territorio aumentó, convirtiéndose en una tormenta de energía mágica.

“¿¡Ugh!?”

Golpeó una pared del altar y cayó al suelo.

“¡Mierda!” Gozu cayó de rodillas, mirando hacia arriba con los dientes apretados, y Mezu le siguió.

El lag se esparció sobre sus cuerpos. Esto se debía al vendaval de antes, en realidad, el vendaval había sido un ataque dirigido contra ellos dos, y Ohtomo acababa de quedar atrapado en él.

Respirando con dificultad, el oni miró fijamente a Yashamaru, que se había liberado de la ilusión.

El joven, con su cuerpo delgado y aristocrático, parecía completamente recuperado. Igual que un maestro le dio a su shikigami su energía mágica, Takiko estaba derramando fuerza en Yashamaru. Ahora, el familiar defensivo había obtenido su fuerza y el aura divina de su cuerpo, como un dependiente.

Gozu estaba bloqueando el camino. Yashamaru le envió volando con un golpe, y caminó hacia la plataforma de piedra, frente a su señor. Se arrodilló y bajó la cabeza.

“Princesa”.

Dijo reverentemente, levantando la cabeza y manteniéndose arrodillado. Una expresión de felicidad llenó su rostro, como si su violencia de hace un momento hubiera sido una mentira.

“Princesa Masakado, ¿cómo te sientes?”

Takiko sonrió ante la pregunta del familiar defensivo. “Todavía nada.”

“¿Nada? ¿Qué quieres decir?”

“No he venido a este mundo en mucho tiempo. Mis sentimientos humanos aún no han regresado, y quién sabe si todavía pueden regresar…. En otras palabras, mis sentimientos se han convertido en los sentimientos recogidos después de la muerte”.

“De hecho……”

Contestó felizmente Yashamaru. Pero ésta era una alegría anormal, que parecía desequilibrada e inestable.

Pero…

En cualquier caso, eso ya no era un problema. ¿Qué era normal y qué era una locura? Esos fundamentos ya se estaban transformando aquí. Esto ya no era algo que los humanos supieran. Ya era una cuestión de “mundo”.

Porque los dioses eran seres entre los humanos y el mundo. La gente conocía el mundo a través de los dioses, y cambió el mundo a través de la oración a los dioses. La gracia natural fue  seguida  por  la  formación  de  conceptos  profundos,  la  confianza  en  los  dioses  y  la comunicación con los dioses. Eso fue lo que sucedió en la era antigua y en el pasado reciente.

Ahora, los humanos rezaban a los dioses y cambiaban el “conocimiento del mundo” que poseían. Eso era lo que la gente llamaba “magia”.

Ahora mismo, un dios había descendido al mundo. Era natural que el mundo cambiara.

…¡Maldición!

El movimiento producía un dolor intenso. Sus costillas estaban rotas o fracturadas. Además, el daño mágico fue extremadamente grande. Había sido un solo golpe, y él sólo había sido un daño colateral, pero fue un golpe sorpresa del que no había sido protegido.

…Cierto. ¿Qué hay de Tenma-kun!? ¡Y esa coneja!

Lo confirmó apresuradamente. Tenma estaba congelado de pie, mirando el descenso del dios. Pero no se lastimó. No había sido volado por el vendaval en este momento.

Por otro lado, la conejera que había estado con Natsume y los demás seguía tendida en el mismo lugar en el suelo. Pero la barrera que la cerraba se rompió. Parecía que la barrera había actuado como un escudo para bloquear el vendaval.

Ella, como Tenma, estaba congelada. Sólo las orejas de conejo de su cabeza se balanceaban a diestra y siniestra como si estuvieran estimuladas.

Pensó en lo que Tenma acababa de decir. Había venido a detener a Ohtomo para evitar el resultado que Kyouko había adivinado. Y aunque Ohtomo había sido detenido, ¿este resultado fue bueno o malo?

“El flujo del espíritu parece perturbado, pero la princesa Masakado no parece enfadada.”

“Este lugar se está convirtiendo poco a poco en un lugar adecuado para la princesa Masakado. Pero… no es suficiente. No estoy seguro de qué hacer”.

“No importa. Tokio es el reino de la Princesa Masakado. Cualquier cosa se puede hacer por la Princesa”.

Proclamó tranquilamente Yashamaru. Takiko no parecía estar en contra de la declaración de su shikigami defensivo. Quizás su mente estaba cambiando lentamente. Al igual que su cuerpo espiritual, que se sintió como algo completamente diferente después del ritual.

“En cualquier caso, no hay nada de qué preocuparse, princesa. Más bien, debe estar cansada. No puedes ignorar la carga de tu cuerpo. Por qué no descansas por ahora.”

Yashamaru habló con extremo respeto, volviendo a bajar la cabeza.

El deseo de Souma de muchos años se había realizado. Pero nadie necesitaba saberlo para darse cuenta de que esto no era normal. La situación ya no es normal. Pero la situación empeoraría con el tiempo.

Pero Takiko agitó la cabeza ante las palabras de su familiar defensor. “Estoy bien. En cambio, deseo que hagas algo por mí”.

Yashamaru levantó la cabeza. “Trae a Harutora aquí”.

Dijo Takiko. Ohtomo estaba desconcertado.

Yashamaru no preguntó la razón. Él sonrió alegremente y respondió “Como desees”.

Ohtomo chasqueó su lengua.

…La seguridad de sus alumnos…

Estaba muy claro lo que debía hacer ahora. Ohtomo se puso un hechizo sanador, quitándose las heridas de la magia mientras estaba de pie.

“¡Gozu! ¡Mezu! ¿Están bien?”

“Oye, oye, debes estar bromeando.”

“¡No puedes darme órdenes!”

Los dos leones se desmaterializaron en el momento en que Kurahashi murió. Los únicos enemigos eran Takiko y su shikigami. Pero Gozu y Mezu estaban claramente asustados por la presencia del oponente. Pero eso era obvio, ya que el oponente era tan aterrador.

Ahora que se trataba de esto, sólo podía confiar en…

“Qué divertido, qué divertido. Y pensar que podía ver algo tan curioso”.

Doman apareció frente a Ohtomo. Había bajado de la azotea del Salón de Adoración en algún momento. Miró cuidadosamente a la miko que estaba de pie en la plataforma de piedra mientras decía,

“Ya veo. Aunque he visto a un dios descender para poseer a alguien antes, esta es la primera vez que he visto a un dios aparecer en un cuerpo. Aunque lo imaginé, esto es bastante problemático. Bueno, a los ‘dioses’ no les importan los demás. Ah, qué divertido. Esto es realmente un espectáculo.”

Doman se rió alegremente, inusualmente emocionado, mientras hablaba.

Hablando de eso, Doman era un ara-mitama. Pero en este tipo de momentos inusuales era una bendición que fuera confiable. “¡Sacerdote, ayúdame a detenerlos!”

“Jeje, dices que los detengamos, pero esos tipos son algo que ‘existe'”.

“¡No hagas excusas, tenemos que detenerlos aquí pase lo que pase!”

Takiko había preguntado si su deseo era su destrucción o la seguridad de sus alumnos.

Pero sus estudiantes no podrían estar a salvo si Takiko fuera dejada a su suerte.

Pero,

“Parece que has malinterpretado algo, Ohtomo-kun.” Le dijo Yashamaru a Ohtomo. Ohtomo se preparó.

“No le haremos nada a Harutora-kun nunca más. Al menos mientras no representes una amenaza para la vida de la Princesa. El mundo ya está cambiando. Ella y yo seremos dioses. Si quiere que sus estudiantes permanezcan a salvo, ¿no debería pedir nuestra protección? Sería más seguro no hacer nada”.

“……”

Ohtomo apretó los dientes.

Qué tontería, no podía decirlo. Imponer a un dios para evitar el desastre. Era algo muy natural de hacer. Ese es el tipo de cosas que eran los ‘dioses’. Como él dijo, ya eran ese tipo de entidades.

Sentía como si su cerebro se estuviera deformando. “¡Sensei!”

Tenma gritó. Miró hacia atrás, preocupado. En la azotea que bordeaba el Salón de Adoración había un joven bañado en la luz que llenaba el territorio.

Ugh. Ohtomo gimió aún más dolorosamente. Fue Kumomaru. Kumomaru, que había ido al Juggernaut Blindado, había regresado con el permiso de su señor.

“…¡Princesa!”

Kumomaru miró hacia la plataforma de piedra mientras su cuerpo temblaba de alegría. “Aunque… Llego tarde… Finalmente…. les doy la bienvenida…”

Se arrodilló, como si no pudiera soportarlo.

Ignorando los sentimientos del familiar defensor, Ohtomo empezó a sudar.

Ni siquiera sabía lo que Takiko podía hacer sola, y también estaban los dos Yase Doji. “¿Qué debemos hacer, mi amo?”

Doman se inclinó y miró hacia atrás.

“Puede que no sea malo sólo escuchar su propuesta.”

“¿¡Qué!? ¿¡Sacerdote!?”

“Estaría muy emocionado si se enfrentasen a nosotros como Onmyouji, pero con ellos como rivales sería agotador y aburrido. Además, unirnos a ellos nos permitiría acercarnos más a las profundidades de la “magia”. E incluso seríamos capaces de averiguar qué viene antes de la ‘magia'”.

Diciendo eso, Doman se rió.

De repente, una escena surgió en la mente de Ohtomo: la escena en la que se enfrentaba a Doman en la academia.

En aquel entonces, Ohtomo había adivinado su verdadera forma, y Doman le había invitado a venir a su lado. Algo sobre sumergirse juntos en las profundidades de la “magia”.

“Lo que están haciendo es algo así como adorar a Dios. Desafiando los límites de la “magia”. Me siento muy bien al respecto. Si los deseos de mi maestro pueden ser realizados, ¿entonces qué es lo que no le gusta?”

Doman habló alegremente. Esa voz tenía el mismo tipo de locura que la de Yashamaru de antes. Pero eso fue todo. La alegría de Doman cuando usaba magia era como la de Yashamaru, la alegría de un excéntrico. Así era él.

Y ahora que el mundo ha cambiado de normal a anormal, puede que ya no sea correcto denominar sus anormalidades como tales. Tal vez sus formas se volvieron normales, como el sentido común.

Su cabeza se sentía aturdida. Quería hacer juicios tranquilos, pero su base para la toma de decisiones y sus valores ya habían empezado a cambiar.

¿Qué puedo hacer por los estudiantes? ¿Qué era lo correcto?

¿Han sido correctas mis decisiones desde el principio? Los estudiantes se habían encontrado con el peligro, y él los había dejado salir del campo de batalla.

Pero los estudiantes que originalmente se habían mantenido al margen habían luchado con su propio poder y se habían encontrado con bastantes crisis. Entonces, ellos y Ohtomo se habían involucrado en varias aventuras y llegaron aquí y ahora.

Sus pies crujieron como si fueran a desmoronarse. Sentía como si estuviera perdiendo el equilibrio. La sensación que había tenido recientemente de que su aura se estaba volviendo caótica definitivamente no era su imaginación. Era la verdad. El aura de Ohtomo se estaba viendo afectada poco a poco por estar dentro del territorio. Ya estaba empezando a cambiar.

¿Qué debe hacer? Los pensamientos de Otomo se perdieron en un laberinto. Entonces,

“Por ahora, huye.”

Una voz cálida y refinada. Una voz alabando a la luna en una excelente noche de primavera.

No estaba muy alto, pero la voz llegó a todos los que estaban dentro del territorio. Fue porque esa voz no pertenecía a nadie presente.

Esa voz no sonaba como si tuviera miedo del dios que estaba aquí o de sus dependientes.

Dicho esto, tampoco podría llamarse incivil.

Era extremadamente “natural”. Ya estaba acostumbrado a entidades como los dioses. Era Akino.

Pero Akino seguía tendida en el suelo, los ojos bajo sus gafas abiertos de par en par con sorpresa, y sus manos cubriendo su boca.

Ella misma estaba más sorprendida que cualquiera que la mirara.

Además, Akino mantuvo su expresión de sorpresa, apartó las manos que cubrían su boca, y volvió a decir,

“Doman. Creo recordar que todavía tienes ese favor de nuestra competencia de magia. Me gustaría que me lo devolvieras ahora.”

Ella habló de nuevo. Esta vez, la voz educada estaba llena de bromas. Pero no era la voz de Akino.

Entonces, “Oh, jeje.”

De repente, Doman se rió a carcajadas. En el cuerpo de su hijo pequeño, se cubrió el estómago y dio un puñetazo, agachándose de risa.

Se rió tanto que no podía hablar.

“Vaya, vaya. Llevo muerto mil años, ¿y ahora quieres eso? Aunque te has unido a las filas del Yaoyorozu no Kami [Término formal que expresa’incontablemente muchos dioses’.], ¿cuán codicioso puede ser uno? De verdad, hasta yo siento que  elegí desafiar a un problemático.”

¿Qué demonios fue eso? Doman continuó riéndose, dejando al confundido Ohtomo fuera de juego. Yashamaru miró fijamente a Akino como si notase algo.

Takiko miró al cielo, “Taizan Fukun, huh.” Ella sonrió sin sentido. Doman seguía riéndose.

“Maestro, no tengo suficiente poder por mi cuenta. Yo también tomaré tu poder espiritual, Maestro”.

“Espera, sacerdote”.

“Tomo prestado a Gozu y a Mezu también. Las cosas finalmente se han puesto interesantes, así que te mantendré vivo. Muy bien.”

“¡Sacerdote!”

Mientras Doman refinaba la energía mágica, el cuerpo de Ohtomo perdió su energía poco a poco. Doman estaba chupando su poder espiritual. Como ni siquiera tenía su bastón, Ohtomo se desplomó como si la sangre hubiese salido de su cuerpo.

…¿Qué pasó hace un momento, y qué estaba haciendo Doman?

A medida que Ohtomo se fue agotando, la energía mágica de Doman subió a pasos agigantados. “Qué cosa tan insignificante me estás haciendo hacer.” Mientras se quejaba, su presencia espiritual aumentó hasta un poderoso nivel de ara-mitama.

Ara-mitama, una forma de dios. Mientras los oni aplaudían, las caras de los Yase Doji se volvieron sombrías. Los dos dioses se enfrentaron dentro del territorio del Santuario Kanda.

“Ashiya Doman”.

Dijo Takiko.

“Quiero hablar con ‘él’, no interfieras.”

“No te recomiendo que hagas eso.” Contestó Doman.

“Es alguien que usaría de buena gana a dioses o demonios. Su marca es la campanilla,

¿no? ¿O estás indignado por haber sido traicionado, y esta vez quieres vengarte de Seimei?” Doman se rió, su pequeño cuerpo lleno de energía mágica bordeando lo divino.

“¡Doman!” Gritó enfadado Yashamaru, pero a Doman no le importó en absoluto. Chupó el aura de Ohtomo sin ningún cuidado en el mundo, refinando una aterradora cantidad de energía mágica muy rápidamente. Entonces, el cuerpo de Doman, el cuerpo del joven que Doman poseía, se derrumbó.

El ara-mitama llamado Ashiya Doman había abandonado el cuerpo que poseía. Pero Doman dijo una última cosa con el cuerpo caído.

“Nos volveremos a ver, Ohtomo Jin.”

Luego, aún más del aura de Ohtomo fue absorbida, y lentamente perdió el conocimiento.

***

Ella tuvo la misma sensación cuando intervino “Full Moon” que ella misma había confiado a Harutora.

Akino también conocía a la entidad que hablaba con su boca. Cuando Harutora había hablado a larga distancia a través de Full Moon, ‘él’ había hablado de Natsume usando magia.

Pero el hecho de hablar sin preparación previa la asustó muchísimo. En realidad, es posible que alguien esté “asustado hasta la muerte”. Especialmente para ella. Ella quería un descanso de esto.

“No he terminado.”

De repente habló, y ella saltó sorprendida otra vez.

“Yo también tengo mucha prisa. Pero, por favor, perdóname por haberte causado problemas antes”.

Hablaba con calma, como antes. ¿Pero de dónde salió la voz? Desde dentro de ella.

Hablando de eso, cuando ella habló con Harutora, su voz sonaba como si hubiera salido de su interior.

En ese momento, un choque chocante de energía mágica ocurrió dentro del territorio. Parecía que una espectacular batalla de magia estaba comenzando. Miró hacia fuera,

viendo las figuras de Takiko en el altar con su aureola de luz, y un gigantesco y desconocido señor de los demonios de pie ante ella. Aunque Akino se recostó apresuradamente en el suelo, el suelo también temblaba. La llama se arremolinó, los vendavales estallaron, la electricidad corrió y las explosiones rugieron.

Akino se cubrió la cabeza boca abajo con ambas manos, convirtiéndose en una pelota. Las dos orejas de conejo que salían de los espacios entre sus manos estaban rígidas.

Dentro de todo eso hay uno de los Doce Dioses, del que también forman parte ‘Yo’ y Taizan Fukun. Su presencia es extremadamente densa de cerca. Por eso puedo hablar así. Por supuesto, esto es sólo temporal, ya que has olvidado cómo operar continuamente.

Habló en tono de burla.

Pero ella no podía entender el noventa por ciento de lo que él decía. En cualquier caso, ahora no era el momento de hablar de esas cosas. Estaba tan tranquilo incluso en esta situación.

“U-Um, ahora mismo no es el momento de hablar de esas cosas, ¿verdad?”

Aunque Akino estaba acurrucada con las manos en la cabeza, la magia se desataba muy cerca de ella, una magia que se sentía increíblemente poderosa. Podría quedar atrapada en ellos y morir en cualquier momento. Por la forma en que `él’ habló hace un momento, quizás `él’ era un superhombre extremadamente poderoso, pero Akino no lo era. Ni un poquito. Ella era un personaje menor que no tenía ninguna relación con este lugar, este lugar donde los dioses existían.

Pero,

“Está bien”.

Calmó calurosamente a la atemorizada Akino. Levántate y ve a ayudar, valiente niña. “¿Eh?”

Akino levantó inadvertidamente la cabeza. Estaba en la esquina del territorio.

Viendo eso,

“¡Eh! ¡Orejas de conejo!”

Una grulla de papel shikigami del cielo nocturno pasó a través de la magia volando de un lado a otro, descendiendo en planeo.

Fue Suzuka. “!!”

Suzuka la miró directamente, ignorando por completo el peligro que había cerca. En el momento en que vio esa mirada, algo cálido tomó forma en el corazón de Akino.

Fue valentía.

Akino dejó de temblar y se levantó. El shikigami de Suzuka se precipitó. Akino salió corriendo.

Corrió rápidamente y saltó. Luego, voló hacia el cielo, y en su cúspide, el shikigami de Suzuka atrapó a Akino en el aire.

Se levantó rápidamente.

Mientras su visión se nublaba y se desviaba y su sentido del equilibrio se desordenaba,

Akino se agarró desesperadamente al brazo extendido de Suzuka. Magia desde el interior del territorio constantemente estalla hacia arriba como si fuera a derribar el shikigami que sube rápidamente.

Cuando lograron escapar

La aceleración se detuvo repentinamente y su cuerpo comenzó a volar ligeramente.

Akino abrió los ojos que ella había cerrado en algún momento. A su lado estaba el cielo. Igual que cuando había saltado al aire cargando a Natsume antes, pero en aquel entonces no había tenido la oportunidad de mirar a su alrededor así.

Podía ver la luna. Podía ver el horizonte. Mirando hacia afuera, podía ver a lo lejos los altos edificios y el paisaje nocturno que se extendía ante ella.

Además, podía “ver” que el aura comenzaba a moverse. Ella inconscientemente dudó de sus propios ojos. El flujo espiritual que normalmente fluye bajo tierra no podría ser “visto” sin una concentración enfocada. Pero ahora, podía ver un siniestro flujo de espíritu enredado que se superponía con las calles.

Era bastante grande en cantidad. “¿Qué es eso…?”

Inconscientemente agarró la mano de Suzuka. Aunque ella no sabía lo que había pasado, esta era una escena extraordinariamente siniestra.

“¡Orejas de conejo! ¿¡Estás herida!?” gritó Suzuka.

Sin duda alguna, era ‘orejas de conejo’. Ella giró la cabeza apresuradamente. La cara de Suzuka estaba justo ahí. Akino contestó a esa linda y bonita cara.

“¡N-No!”

Contestó en voz alta, y un instante después, pensó en esos dos. “¡Tenma-kun! ¡Y esa persona llamada Ohtomo!”

“¡Están bien!”

“Eh.”

Cuando escuchó eso, miró hacia abajo apresuradamente. Pero el territorio estaba cubierto por el viento negro, las llamas y el humo azotado por la batalla mágica, así que no tenía ni idea de lo que estaba ocurriendo allí abajo. Lo único que consiguió `ver’ desde el aura dentro del territorio fue lo mismo que Akino había visto antes, la figura del señor de los demonios y la lucha de Takiko.

Al igual que ‘él’ había pedido, estaba devolviendo un favor. Solo. Entonces,

No hay nada de qué preocuparse. “Ese tipo hace lo que quiere”.

Ella escuchó su voz. La voz parecía mezclarse con la exasperación y la intimidad esta vez, quizás eran conocidos cercanos. Pero lo que más le interesaba era que la voz parecía lejana y muy débil.

Instintivamente, ella entendió débilmente la razón. Probablemente porque se estaban alejando lentamente del territorio. Ella parecía recordar a “él” diciendo que algo así como que el área era muy espesa. Probablemente fue porque se fueron que los efectos habían disminuido.

Pero ‘él’ parecía despreocupado. Ustedes se escapan con los otros.

Al momento en que dijo eso, ella vio a dos onis salir volando de Zuishin-mon. Eran los shikigami de Doman. El oni gordo llevaba al inconsciente Ohtomo sobre su espalda, y la mujer oni sostenía el confundido Tenma.

Entonces, el oni gordo respiró con dificultad. “¡Chicos, corran!”

Su voz resonó por el cielo. Era extremadamente ruidoso. Entonces,

“Tch! “¡Ya empezó!”

Suzuka chasqueó la lengua. Entonces, antes de que Akino pudiese preguntar sobre ello, sucedió. Alrededor del territorio, el aura yin se solidificó y se convirtió en miasma. Entonces, llegando a sus límites, el miasma se convirtió en un desastre espiritual. Y esto sucedió en todas partes.

“¡Tenemos que irnos! ¡No puedo ayudarte si te caes!”

Descendieron rápidamente cuando Suzuka dijo eso. Akino se escuchó gritar. El mundo se nubló. Pero por alguna razón, no se asustó en absoluto.

Si.

Ella pareció sentir a ‘él’ asintiendo con gran satisfacción.

Bueno, entonces, volvamos a vernos la próxima vez que las estrellas se acerquen…. “Pero no olvides lo que te dije”.

Puedes lograrlo si te apuras.

Diciendo eso, ‘su’ presencia voló hacia la distancia. Akino fue incapaz de responder adecuadamente mientras se aferraba a Suzuka para su querida vida.

Así que al final, me preguntó mentalmente qué era lo que siempre le había despertado más curiosidad.

¿Quién es usted?

Entonces, ‘él’, algo sorprendido por lo que dijo Akino, sonrió y contestó a Akino tan burlonamente como cuando había hablado con Doman.

“Dios”. Entonces…

Akino volvió a descender al campo de batalla.