Nihon E Youkoso Elf-san (NL)

Volumen 2: Capítulo de la Dragona Mágica

Capitulo 4: El Pulso de la Dragona Mágica

Parte 1

Después de ser rescatado de los bandidos, Mewi de la tribu Neko quedó en una situación complicada. Las Piedras Mágicas aún eran un misterio y él era el único que podía refinar los catalizadores mágicos en este momento.

Y aunque los seres mitad bestia se habían mezclado libremente con los humanos, aún se clasificaban como monstruos y no podían ser expuestos a los ciudadanos hasta que no se conocieran los detalles. Por lo tanto, fue trasladado a un taller por el río lejos del área residencial después de que se completó su recuperación.

Al estar cerca del río, había todo tipo de vegetación desconocida para nuestra región, como árboles que tenían hojas y troncos increíblemente delgados y aquellos que parecían palmeras. Caminamos a través del campo de arena mientras escudriñábamos nuestro entorno.

“Oh, el viento está un poco más fresco aquí”, dijo Marie. “¿Tal vez es más cómodo en esta área?”

“Debe ser porque hay menos luz solar directa ya que estamos en la parte trasera de la pendiente y hay un río cerca. Sin embargo, definitivamente sigue haciendo calor.”

Tiré del cuello de mi camisa con un dedo y abaniqué mi sudoroso cuello, pero no pude detener el sudor. Sentía como si pronto fuera a producir sal pura.

En cuanto a Marie, ella parecía sentirse bastante bien con su nuevo atuendo y sugirió fríamente que me pusiera un turbante alrededor de la cabeza.

“Sí, el pelo negro tiende a absorber la luz solar, por lo que podría ser una buena idea. Sin embargo, me gustaría que hubiera un diseño un poco más elegante.”

“Oh, es una pena. Probablemente me habría reído mucho si te hubiera visto con un traje así.” La chica se rió y decidí en silencio no usar un turbante después de todo.

El taller hecho de piedras talladas era acogedor, pero bien construido. Me sorprendió descubrir que tenía su propia vía de agua privada, con un pequeño molino de agua a su lado. Mirando hacia arriba, encontré una gran chimenea en el techo, que probablemente estaría bombeando humo si algún día se llevara a cabo un refinamiento mágico. Pero realmente no sabía cómo funcionaba el refinamiento, así que eso fue solo una conjetura por mi parte.

Había dos guardias de aspecto severo en la entrada. Les hablé con cautela y aparentemente ya habían sido informados de nuestra llegada y nos dejaron entrar de inmediato.

“Están aquí. Ah, eso es muy encantador. No esperaba que llegara una elfa vestida con el atuendo de nuestro reino.”

Cuando la puerta se abrió con un chirrido, Hakam nos estaba esperando en la mesa. Notó el cambio de ropa de Marie de inmediato y se levantó lentamente como un oso.

“Gracias por esas amables palabras. Las telas en este reino son muy ligeras y elásticas, por lo que es fresco y fácil moverse en estas ropas.”

“Me alegra que parezca que te gustan. Los ciudadanos seguramente estarán felices de verte vestida así, así que me encantaría que anduvieras por ahí con ese traje durante tu estancia.”

Nos hizo pasar con una sonrisa sorprendentemente amable. Había innumerables heridas de batalla en su piel bronceada por el sol y mientras estaba de pie con una postura militar, tenía una forma de hablar que me decía que era de buen carácter.

Alguien más estaba en la habitación―un Neko que era lo suficientemente pequeño como para ser completamente invisible detrás del cuerpo de Hakam. Los bandidos le habían cortado a Mewi los tendones de sus pies, pero él se levantó de la silla y caminó con pasos firmes. Me agaché para saludarlo y él extendió los dedos que parecían buñuelos para agarrar mi ropa.

“Hola, Mewi. Parece que todas tus heridas están curadas.”

“Señor Kazuhiho. Muchas gracias por salvarme del peligro.”

Inclinó la cabeza y noté que era un mitad bestia bastante educado. Escuché que una vez habían pasado tiempo mezclándose con los humanos, así que tal vez sus modales se habían transmitido desde aquellos tiempos pasados.

Miré hacia la mesa donde estaban descansando antes, notando un objeto del tamaño de un puño que estaba allí, envuelto en un pedazo de tela. Debieron haber ido directamente a inspeccionar la muestra de la Piedra Mágica que recuperaron de las antiguas ruinas. La razón por la que pudimos asistir a una reunión que podría afectar el futuro de todo un reino… no fue porque fuimos los primeros en descubrir las ruinas.

“Gracias por venir aquí antes de regresar a casa. No hay muchos que puedan hablar el idioma de los mitad bestia… con el dialecto de los Neko, además. Tendré que confiar en ustedes hasta que él pueda aprender el lenguaje universal.”

“Oh, no es ningún problema en absoluto. Queríamos venir a ver a Mewi también.”

Terminamos siendo invitados aquí porque habíamos estado cuidando a Mewi hasta hace unos días. En otras palabras, no se nos buscó por nuestra habilidad para explorar laberintos, sino simplemente para actuar como traductores. Por supuesto, probablemente nos estaban tomando a la ligera porque parecíamos que teníamos quince años, pero dudaba que dejaran que se filtrara cualquier información importante.

“Pedí por su protección, pero nunca esperé un taller tan bueno… Un momento, ¿eh? Mewi se ve un poco cansado…”

Lo miré mejor y noté que su pelaje parecía un poco deslucido en comparación con antes. Tenía los ojos redondos como los de un gatito, pero ahora… eran como los de un gato viejo con la sabiduría de toda una vida. Echando un vistazo a la mesa, noté que había varios libros sobre el lenguaje universal y estaba claro que había pasado por mucho desde que se había recuperado de sus heridas.

“Oh cielos, Mewi se ve un poco decaído. Esto no me gusta. Vamos, ven aquí.”

Marie no podía hablar su lengua, pero como una ávida amante de los gatos, lo levantó de ambas axilas sin preocuparse por la barrera del idioma. Mewi quedó suspendido en el aire y dejó salir un “grrow”. Casi parecía un gato normal.

“Espero que no te importe si me siento a tu lado, Comandante Hakam. Entonces, ¿cómo van los estudios sobre el lenguaje universal?”

Hakam y Mewi negaron con la cabeza en respuesta a la pregunta de la chica. Ambos miraron por la ventana y soltaron un suspiro al mismo tiempo. Parecía que se llevaban bien.

El hombre se desplomó sobre sus hombros, luego me hizo un gesto para que me sentara también.

“En cualquier caso, me gustaría proceder con la evaluación de la Piedra Mágica. Eso me recuerda que mencionaste que todos habían visto la Piedra Mágica en persona. Me gustaría preguntar, ¿se ve así?”

Hakam alcanzó el objeto sobre la mesa y retiró la tela que lo cubría, revelando una piedra turquesa que recordaba al mar. Era como una gema sin pulir y era lo suficientemente pequeña como para ocultarla completamente si la envolvía con mi mano.

Marie, Mewi y yo acercamos nuestros rostros y miramos la piedra. No era un usuario de magia, pero sentí que era algo más que una simple piedra. Era como si hubiera algún tipo de energía filtrándose, como un pulso acelerado.

“Hmm…” Reflexioné ante la vista. “Es similar, pero creo que brilló cuando Mewi la tocó esa vez.”

“Mewi, ¿te importaría tocarla de nuevo?” preguntó Marie amablemente.

Mewi tocó la piedra, a pesar de ser incapaz de entender una palabra de lo que ella decía. Tal vez él sabía instintivamente lo que ella quería, como los gatos normales.

Su mano peluda agarró la piedra y comenzó a frotarla. Entonces, pareció como si la piedra comenzara a brillar, como pensé.

“Oh, voy a cerrar las ventanas.”

Después de pararnos y cubrir las ventanas con tablas de madera, finalmente pudimos ver los cambios en su totalidad. Una fosforescencia blanca azulada llenó la habitación, iluminando débilmente las caras alrededor de la mesa.

“¿Es… verdadera? Marie, ¿cómo se ve desde la perspectiva de una hechicera?”

“Puedo sentir magia dentro de ella. Pero es débil… ¡Ah! ¿La piedra está… cambiando?”

Justo en ese momento, la piedra emitió un ligero brillo delante de nosotros. La magia pareció estabilizarse y la luz previamente vacilante se convirtió en un brillo constante. Marie la tocó con su dedo, luego forzó sus oídos para escuchar la voz de la piedra.

“Ha sido refinada… Está extrayendo magia al cambiar su esencia a otra cosa. Se llama catalizador mágico, una herramienta que permite que incluso un aficionado pueda usar magia.”

Hmm, entonces los catalizadores mágicos eran algo así como baterías entonces.

“¿Se siente como la piedra de antes, Mewi? Tal vez solo lo estoy imaginando, pero parece mucho más débil.”

“Sí, creo que es muy débil. Pero se siente muy familiar. El olor también.” Olfateó la piedra mientras respondía mi pregunta.

Así que eso hacía muy probable que fuera una Piedra Mágica. Pero no había necesidad de que confirmáramos tanto. Mientras descubriéramos su valor, respondería a la pregunta de si valía la pena conquistar el laberinto o no.

Le dije a Hakam eso y él asintió profundamente.

“Ya veo. Entonces le dejaré el resto a Aja. Me excusaré ahora, pero me gustaría que lo ayudaran con sus estudios, si no les importa. En ese caso, podrán visitar este lugar cuando quieran.”

En realidad, estaba pensando en preguntar eso, así que me sorprendió recibir el permiso primero. Estaba claro las altas expectativas que tenían en Mewi al observar el taller que se le había dado.

La razón por la que nos permitió entrar fue probablemente porque vio a la chica acariciando suavemente al ronrroneante Neko. Tal vez él era más amable de lo que parecía.

Se levantó de su asiento, recogió la piedra y salió del taller.

***

Cuando el hombre de autoridad se fue, se sintió como si finalmente pudiéramos relajarnos. Los tres dejamos escapar un suspiro colectivo y finalmente tuvimos la oportunidad de echar un vistazo cuidadoso alrededor del lugar.

La luz del sol que entraba entre las ramas de los árboles afuera iluminaba el interior de la habitación. Alguien debe haber usado alguna vez las diversas herramientas alquímicas que estaban almacenadas allí, pero las paredes y el techo estaban bien conservados.

“Te dieron un taller acogedor y bien iluminado, ¿no es así?” dijo Marie. “Es el lugar perfecto para almorzar y parece un lugar cómodo para vivir.”

“Me sorprendió mucho que me dieran una casa tan bonita. No puedo agradecerle lo suficiente al señor Kazuhi… purrr…”

Me miró a los ojos y trató de agradecerme, pero se detuvo tan pronto como la elfa comenzó a frotar la parte posterior de su cuello. Sus ojos inocentes ahora estaban cerrados, su pequeña nariz rosada se contraía periódicamente.

“No, me alegra que todo haya salido bien. Incluso tienes guardias aquí, así que debes estar a salvo de cualquier peligro. Oh, hablando de almuerzo, ¿ya has comido?”

Mewi miró la cesta junto a la ventana en respuesta a mi pregunta. Un pan negro se asomaba por debajo de la tela y cuando la levanté, debajo había una sopa roja llena de especias.

“No soy bueno con las comidas picantes… así que solo he estado comiendo pan.”

Las tribus de bestias casi nunca cocinaban, por lo que sus lenguas puede que sean muy sensibles. Habíamos traído un poco de bento, así que decidí compartirlo con él.

Abrí la tapa de la caja de bento, revelando el inarizushi con una paleta de colores tenues. Probablemente se veía extraño para un mitad bestia, pero la nariz de Mewi se contrajo en reacción al aroma ligeramente dulce.

Eso me hizo pensar, ¿podían los gatos comer arroz? Había oído que no debían comer demasiados granos, pero él dijo que había estado comiendo pan… Lo más importante aquí era el sabor.

Marie tomó uno de los inarizushi y lo llevó a la boca de Mewi. “¡Vamos, abre grande!”

“Puede que no lo parezca, pero sé cómo usar un tenedor. Puedo errar a veces, pero…mmgg…mmgg…mmf, ¡oof!”

Los ojos de Mewi se abrieron de golpe y él dejó escapar un extraño grito. Jugos agridulces se filtraban con cada bocado y la fragancia del ajonjolí pasaba por su nariz mientras tragaba. El increíble y suave sabor, afortunadamente, parecía coincidir con el paladar del Neko y cuando Mewi me miró… Bueno, era difícil explicar la expresión de su rostro. Era como si estuviera preguntando, “¿Estás seguro de que puedo comer esto?”

Queríamos que él disfrutara la comida con nosotros, por supuesto, y aún estaba un poco lleno de la comida francesa de la noche anterior para ser honesto. Por ello, asentí en respuesta y los ojos de Mewi brillaron como la Piedra Mágica. Luego agarró el dedo de Marie con ambas patas y comenzó a comer con entusiasmo.

Parecía que no era suficiente para el Neko y la elfa se estaba divirtiendo mientras él lamía los restos de la comida de sus dedos. Marie se volvió hacia mí y sus brillantes ojos parecían gritar, “¡Qué lindo!” Sonreí y asentí. Ambos me parecieron lindos.