Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 3: La Unificación del Sura

Capitulo 3: Nueva Virreyna

Parte 18

La habitación se había convertido en un tumulto entre personas que llevaban los mismos uniformes, así que no tenía idea de a quién desconfiar.

Para empeorar las cosas, todavía quedaban unos pocos ballesteros. Realmente era demasiado peligroso quedarse en esta habitación. Además, los asesinos iban tras Airia y Shatina. Si lograban matar a Shatina, el Senado podría fortalecer su control sobre la ciudad. Mi conjetura era que su plan había sido este:

Primero, asesinarían al virrey de Zaria, que simpatizaba con el ejército demoníaco. Luego me culparían por el asesinato. Shatina entonces juraría venganza sobre el ejército demoníaco y Zaria invadiría Ryunheit.

Pero ya que Shatina supo la verdad, el plan del Senado terminó en un fracaso. Así que habían cambiado al plan B. En lugar de solo asesinar al virrey, eliminarían a toda la familia del virrey y tratarían de hacer que pareciera que todo era culpa mía.

Luego nombrarían a su propio lacayo como virrey, dándoles el control total de la ciudad. Luego reorganizarían el ejército de Zaria e invadirían Ryunheit como se había planeado originalmente.

De alguna manera, el Senado probablemente había estado esperando este desarrollo. En todo caso, logrando esto les daría más control. Sin embargo, estos tipos realmente son deshonestos.

Este mundo no tenía internet ni imprenta. Incluso los eventos más importantes se difunden solo como rumores a través del boca a boca. Además, debido a la gran autoridad que Meraldia ejercía sobre sus ciudades, podía controlar fácilmente el flujo de información. Incriminar al ejército demoníaco por una masacre en Zaria sería una tarea fácil.

La única forma de evitar que eso suceda sería que mantuviera a Shatina a salvo y la llevara a nuestro lado. Si ella estuviera dispuesta a declarar mi inocencia, sería imposible que se difundieran rumores dañinos.

Por esa razón, necesitaba defender a Airia y Shatina con mi vida. Lo que significa que ya no tenía la libertad de intentar proteger a los miembros leales de la guarnición de Zaria que todavía luchan aquí.

Necesitaba sacar a Shatina y Airia de aquí. Aunque despreciaba clasificar algunas vidas como más o menos importantes que otras, como comandante al mando, no tenía otra opción. Lo siento, chicos. Espero que salgan vivos de esto.

“Lady Airia, Shatina, vamos a escapar. Agárrense a mí.”

Airia se agarró de inmediato, pero Shatina vaciló.

“Pero mi padre… y mis hombres…”

Para alguien tan joven como ella, abandonar el cadáver de su padre y los soldados que luchaban para protegerla era más de lo que podía soportar. Desafortunadamente, no tenía tiempo para que ella resolviera sus sentimientos.

“Si mueres aquí, ¿qué crees que le sucederá a Zaria? Solo traerás a la gente que te ama tristeza mientras toda la ciudad sufre.”

“Ugh…”

Shatina se mordió el labio. Sin embargo, le tomó solo unos segundos superar su reticencia. Ella me miró, con una mirada decidida.

“¡Sir Veight, por favor, llévame a un lugar seguro!”

“Bien, ese es el tipo de determinación que un virrey debería tener.”

Levanté a Shatina y corrí hacia la ventana. Mientras corría, me di la vuelta y vi a uno de los leales guardias de Shatina caer al suelo. Sangre comenzó a acumularse debajo de su estómago. Lo siento, no pude salvarte… Pero juro que mantendré a tu señora a salvo. Apreté mi agarre sobre Airia y Shatina y luego salté por la ventana.

“¡Hyaah!”

Shatina gritó mientras caíamos. No podía culparla, este era el cuarto piso. La gente normal moriría si cayera desde esta altura. Aunque Airia logró contener su grito, ella todavía se aferró a mí con todas sus fuerzas. Avancé por la calle de abajo y salté cuidadosamente hacia la ventana del siguiente edificio.

Esta parecía ser una casa normal. Me preocupaba que alguien me disparara mientras estaba en el aire, pero parecía que el escuadrón de Hamaam había logrado suprimir a los ballesteros. Suspiré aliviado mientras me ponía de pie.

Sin embargo, parecía que los asesinos notaron que habíamos escapado de inmediato. Puse mi oreja en una de las paredes y escuché a un grupo de personas subir las escaleras.

Me dirigí a Shatina y dije, “De aquí en adelante, asumiré que cualquier humano que encontremos es nuestro enemigo y, si llevan armas, atacaré. Si alguno de ellos es un aliado, dímelo de inmediato.”

“E-Entendido.”

Ruborizándose un poco, Shatina asintió. Al mismo tiempo, dos hombres patearon la puerta de la habitación en la que estábamos. Como los otros asesinos, estaban empuñando dagas. Shatina permaneció en silencio, por lo que confirmó que eran enemigos. Me ignoraron y se dirigieron directamente hacia Shatina y Airia. Parece que ni siquiera están tratando de pelear conmigo. Saben que soy tan mortal como el resto de ustedes, ¿verdad?

“¡Tú, demonio!” Airia gritó mientras galantemente desenvainaba su sable y golpeó a su enemigo. Ahora que lo pienso, ella tuvo el coraje de intentar enfrentarme a mí sola. Unos asesinos probablemente no la asustarán. Shatina se apresuró a sacar su propia espada corta, pero ella claramente no estaba acostumbrada a luchar. Airia se dio cuenta de eso también y se movió para cubrir a Shatina.

Desafortunadamente, Airia no era experta con la espada. Ella no era capaz de igualar a un grupo de asesinos profesionales. No podía permitir que la batalla se prolongara, así que rápidamente despaché a los dos hombres.

A uno lo apuñalé en el corazón con mis garras, mientras que al otro le di una patada contra la pared. Se estrelló contra ella tan fuerte que la pared se rompió junto con su columna vertebral y tosió un montón de sangre antes de caer sin vida al suelo. La batalla duró solo un segundo.

Los asesinos estaban ligeramente armados, por lo que no eran una gran amenaza para mí.

Además, tenían que ponerse al alcance de mis garras para usar sus dagas cortas, lo que hacía mi trabajo aún más fácil. El problema era que necesitaba mantener a Airia y Shatina a salvo mientras luchaba.

Cogí una de las dagas del asesino para ver si también estaba envenenada. Después de descubrir que así era, me dirigí a las dos chicas y dije, “Voy a conjurar magia de desintoxicación en ustedes dos. Para hacer eso, necesitaré tocar el lado derecho de sus estómagos.”

“Entendido.”

Airia asintió sin dudarlo y se subió su túnica. Puse mi mano en su abdomen, ahora solo cubierto por su camiseta, e induje mi mana en su hígado. Mientras durara mi hechizo, Airia aumentaría su resistencia al veneno.

“Shatina, tú también.”

Shatina se estremeció cuando me dirigí a ella.

“¿N-Necesitas tocarme?”

“El lado derecho del estómago de una persona contiene un órgano que lo protege del veneno. Necesito inyectarle mana para fortalecer sus habilidades.”

“Y-Ya veo. Muy bien. Dame un momento.”

Shatina aspiró profundamente. Luego cerró los ojos y agarró el dobladillo de su camisa.

“¡Hazlo!”

Ella levantó su camisa, revelando su piel desnuda. Eh, no tenías que levantar también la camiseta, solo necesito tener un contacto decente. Traté de calmar a Shatina mientras colocaba mi mano en su estómago e induje mi mana en ella.

“De acuerdo, eso debería bastar.”

“G-Gracias.”

Shatina me miró aturdida, pero luego sacudió la cabeza y se calmó.

“¡V-Vámonos! ¡Puedo guiarte fuera!”

“De acuerdo, contaré contigo. El resto de mis hombres lobo están esperando fuera de la ciudad. Salir por la puerta sur de la ciudad sería lo mejor, pero si eso es imposible podemos desviarnos.”

“¡Está bien, déjamelo a mí!”

¿De dónde sacó toda esa energía?

***

Corrimos por las laberínticas calles de Zaria, siguiendo las instrucciones de Shatina. Hablando estrictamente, Zaria tenía dos laberintos, uno en el suelo y otro arriba. La mayoría de los edificios estaban conectados entre sí a través de pasarelas aéreas, o tenían sus balcones a corta distancia entre sí.

Como los caminos superiores fueron hechos en su mayoría por los residentes por conveniencia y se desviaban todo el tiempo, en realidad eran más confusos que el laberinto que eran las calles de la ciudad.

“Este, veamos… después de llegar a la cubierta ciruela, debes subir las escaleras de la rata roja y… no, espera, primero debes cruzar la calle del hacha oxidada.”

Shatina estaba teniendo dificultades para dar direcciones. Para empeorar las cosas, las leyes de Zaria prohíben que las calles o intersecciones tengan nombres o puntos de referencia distintivos. Así que sin la guía de Shatina, no podría distinguirlos.

Y los asesinos ya se habían dado cuenta de que estábamos tratando de huir. Hamaam había aullado hace unos momentos que algunos de los enemigos habían escapado de su escuadrón. Si habían abandonado el campo de batalla, significaba que nos estaban siguiendo.

Ya que estaban más familiarizados con el área que yo, fueron capaces de alcanzarnos a pesar de mi velocidad superior. Cada vez que mis oídos captaban cualquier ruido sospechoso, le dije a Shatina la dirección de dónde venían y ella ajustaba nuestro rumbo en consecuencia. Pero no importa cuánto nos desviáramos, nuestros perseguidores seguían alcanzándonos.

***

Una lluvia de flechas se disparó hacia mí mientras corría por una pasarela que conectaba dos edificios. Aunque logré derribarlas todas, una vez más me recordaron el hecho de que mis oponentes estaban apuntando exclusivamente a Airia y Shatina.

Antes de que los asesinos pudieran recargar, salté al techo y los maté a todos. Cuatro ballesteros cobardes cayeron al suelo, derramando sangre de sus pechos.

Eso hace 23… no 24. Hombre, son tantos que no puedo llevar la cuenta. ¿Cuántos asesinos hay? Desde hace algún tiempo, todos los asesinos que habíamos encontrado habían estado equipados con arcos o ballestas. Esas eran las armas con las que más odiaba lidiar, ya que mi único ataque de largo alcance era mi aullido. En el caso de los otros hombres lobo, ni siquiera tenían eso, por lo que estos asesinos se convirtieron en enemigos problemáticos. Consideré indicarle al resto de mis hombres lobo que vinieran a ayudar, pero en una ciudad tan tergiversada como esta, donde era imposible saber quién era amigo o enemigo, tendrían dificultades para luchar a su máximo potencial.

“Maldición, aquí también hay enemigos.”

Usé el espejo que había recogido en el camino para ver lo que había más allá de la siguiente esquina. Sacudiendo la cabeza, me volví hacia mis compañeras.

Al final de este corredor había dos edificios y en cada edificio había dos arqueros. Aunque su uniforme no tenía ninguna afiliación, obviamente eran enemigos.

Si bien podría pasar corriendo sin problemas si estuviera solo, será más difícil mientras llevo a estas dos, y tampoco podía permitirme perder el tiempo matándolos. No había manera de eliminarlos a todos simultáneamente y, a menos que hiciera eso, pedirían refuerzos y estaríamos rodeados.

Todavía sosteniendo su sable, Airia se limpió una gota de sudor de su frente.

“Parecen decididos a matar a lady Shatina.”

“Bueno, ella es la heredera del virrey.”

La posición de virrey no era algo que cualquiera pudiera alcanzar.

Ser un gobernador hábil no era suficiente. También necesitabas influencia, popularidad y una medida de confianza de tus ciudadanos. Además, también necesitabas estar bien versado en cultura, historia y geografía locales.

Por esa razón, los candidatos habituales para un nuevo virrey terminaban siendo el heredero o discípulo del antiguo virrey. Por eso Shatina era una persona tan importante para Zaria.

A este ritmo, escapar hacia donde estaban mis hombres lobo fuera de la ciudad sería imposible. Debido a que todos los edificios de Zaria se hicieron altos para utilizarse como torres de vigilancia, no importaba a donde corriéramos, nos encontrarían eventualmente.

El laberinto de Zaria no solo era una medida para evitar que los intrusos causaran demasiado daño, sino que también evitaba que los intrusos escaparan con vida.

E incluso si tuviéramos suerte y escapáramos, en el momento en que saliéramos de la ciudad estaríamos en un peligro aún mayor. Más allá de la ciudad había un páramo desolado y no habría cobertura. Después de sopesar mis opciones, decidí no escapar de la ciudad. Era demasiado arriesgado.

“Shatina.”

“¿S-Sí?”

La miré y le dije, “Como la futura virreina de esta ciudad, necesito que me digas si hay algún lugar en la ciudad que cumpla con los criterios que voy a describir. Y si lo hay, necesito que nos guíes allí.”

“D-De acuerdo.”

***

Una vez más comenzamos a abrirnos paso a través de la ciudad laberíntica. Después de recorrer una serie de calles cada vez más estrechas, finalmente nos detuvimos frente a una puerta. De un vistazo, la puerta parecía conducir a otra casa.

“¿Es este realmente el lugar?”

“Sí. Se ajusta a todos los criterios que solicitaste, sir Veight.”

“¡De acuerdo, entonces vamos a resolver las cosas aquí!”

Junto con Shatina y Airia, entré en el edificio. Una vez que lancé la magia necesaria sobre ellas, hice que se escondieran cerca. Ahora bien, todo depende de mí.

Por si acaso, también me lancé magia de desintoxicación. Para mi tranquilidad, también lancé un hechizo de protección contra flechas.

Cada vez que algo se acercaba a alta velocidad, el hechizo desencadenaba ondas de choque de mana para desviar el objeto que se acercaba. Funcionaba de manera similar a como lo hacía la armadura reactiva en la Tierra. Sin embargo, requería una gran cantidad de mana y solo servía para detener una sola flecha, por lo que no podía confiar en ello mucho.

Dependiendo de la velocidad y el ángulo de la flecha, es posible que ni siquiera la desvíe. Confiar en que me salvaría no era una buena idea.

Por último, lancé una magia amortiguadora de sonido sobre mí mismo. Mientras estuviera activa, yo, junto con las cosas cercanas a mí, dejarían de hacer ruido. El inconveniente era que no podía conjurar ningún hechizo que requiriera un encantamiento verbal, pero rara vez usaba tales hechizos para empezar. Una vez que terminé mis preparativos, esperé a que aparecieran nuestros atacantes.

Después de unos minutos, la puerta se abrió de golpe. Para proteger de la luz solar los documentos almacenados en el interior, el lugar donde nos habíamos escondido no tenía ventanas.

Las pocas ventanas cerca del techo habían sido tapiadas con tablas gruesas y la sala de almacenamiento estaba completamente a oscuras.

Debido a eso, los atacantes se detuvieron para encender algunas antorchas antes de caminar más adentro de la habitación. Todo iba según lo planeado.

Me escabullí, escondiéndome en las sombras. Le pedí a Shatina que me encontrara un espacio oscuro y cerrado.

Preferiblemente uno con un diseño complejo. Y este edificio encajaba perfectamente.

Era la biblioteca de Zaria. El edificio era tan grande como un gimnasio y las altas estanterías ocupaban la mayor parte del espacio.

El interior de la biblioteca era más laberíntico que las calles de la ciudad. Sin embargo, en este mundo que carecía de técnicas avanzadas de impresión, debería haber sido imposible para una ciudad pobre como Zaria poseer tantos libros.

La existencia de este edificio era antinatural.

En realidad, la mayoría de los libros contenidos aquí eran falsos. Aunque los estantes parecían estar llenos, en realidad solo eran disfraces para esconder habitaciones y armarios secretos.

Esta biblioteca era en realidad una ruta de escape hecha para los virreyes de Zaria. También era un lugar conveniente para atraer a los enemigos para acabar con ellos.

Este lugar también era conocido como los colmillos de Zaria. Solo los virreyes y su familia conocían la verdadera naturaleza de la biblioteca. Los virreyes de Zaria eran conocidos por tener los labios apretados y cuando abrían la boca era para revelar sus colmillos antes de devorar a sus enemigos.

Una vez que el grupo de avanzada confirmó que no había una amenaza inmediata, hicieron una señal detrás de ellos y otro grupo entró al edificio. Parecían ser comerciantes y peregrinos comunes, pero ninguna persona normal vendría aquí. Mantuve un ojo en toda la habitación desde encima de una estantería, asegurándome de mantenerme envuelto en la oscuridad. El grupo de asesinos se separó y comenzó su búsqueda. Debido a lo estrechos que eran los pasillos, probablemente decidieron que no era una buena idea permanecer unidos.

Hora de cazar. La caza era, después de todo, la especialidad de un hombre lobo. Entre el laberinto de estantes, solo había una ruta que no conducía a un callejón sin salida. Pero esa ruta era tortuosa, así que decidí enfocarme en matar a los enemigos más cercanos a mí antes de abordar a los que habían encontrado el camino correcto. Además, si dejaba cadáveres en los caminos falsos, más enemigos serían atraídos hacia ellos.

Me dejé caer silenciosamente detrás de un hombre que estaba vestido como un peregrino. Un segundo después, separé su cabeza de sus hombros y se desplomó silenciosamente en el suelo. La antorcha que había estado llevando se apagó con su propia sangre. Entonces, una vez más me escabullí entre las sombras.