Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 3: La Unificación del Sura

Capitulo 3: Nueva Virreyna

Parte 14

Le conté a Petore sobre la condición actual del ejército demoníaco, nuestra alianza con Ryunheit y nuestra relación con las otras ciudades del sur. Terminé mi discurso diciendo, “El Señor Demonio desea formar una alianza con todas las ciudades del sur de Meraldia. Es consciente de la brecha entre el norte y el sur, y está dispuesto a ayudar a las ciudades del sur a mejorar su infraestructura ya que el norte no lo hará.”

Petore absorbió todo con una expresión tranquila, un marcado contraste con su actitud bulliciosa anterior. Después de una cuidadosa consideración, preguntó, “Lo haces parecer una propuesta atractiva, pero esto significará que tendremos que cortar los lazos con el norte.”

Como esperaba, él no compró mi presentación inicial de ventas tan fácilmente. Supongo que tendremos que hacerlo de la manera habitual. Sonreí maliciosamente.

“Pareces estar equivocado.”

“¿Cómo es eso?”

“No estarás cortando lazos con Meraldia porque el ejército demoníaco tiene la intención de borrar a Meraldia del mapa.”

“¡¿Qué?!”

Naturalmente, me refería a Meraldia como nación. No estaba planeando destruir físicamente todas sus ciudades.

“El ejército demoníaco desea que las ciudades del sur declaren su independencia de Meraldia y se alíen con nosotros. Nuestro objetivo es construir una nueva nación donde los humanos y los demonios puedan vivir juntos en armonía.”

Un indicio de nerviosismo cruzó la expresión de Petore.

“Esa es una afirmación bastante audaz. ¿Entiendes el caos que podrían traer sus acciones?”

“Los únicos que sufrirán ese caos son los del norte. Por lo que entiendo, las ciudades del sur no desean ver sobrevivir a Meraldia.”

“Hmm…”

Petore se limpió una gota de sudor de la frente y preguntó, “¿Qué harán una vez que hayan unificado el sur?”

“Nuestro objetivo final es forzar a las ciudades del norte a aceptar también nuestra autoridad y unir las diecisiete ciudades en un solo país que reciba tanto a los humanos como a los demonios. Sin embargo, teniendo en cuenta el tiempo y el esfuerzo que tal esfuerzo requeriría, sospecho que serán mis sucesores los que lo completen.”

Después de cuántos civiles asesinó el segundo regimiento, dudaba que alguien actualmente vivo en el norte diera la bienvenida a los demonios. Tomaría mucho tiempo erosionar esos recuerdos de derramamiento de sangre y dudaba que todavía estuviera vivo cuando ocurriera la unificación final. Dependiendo de cómo salieran las cosas, podría tomar hasta un siglo.

“Hmmm…”

Petore arrugó las cejas y reflexionó sobre mis palabras.

“Creo que entiendo su posición ahora. Pero antes de darte mi respuesta, hay dos cosas que debo confirmar. En primer lugar, sus habilidades. En segundo lugar, su fiabilidad.”

Esos dos ciertamente eran importantes de saber. Petore continuó, “Con respecto a sus habilidades, he escuchado mucho de los diversos exploradores y espías que he esparcido por toda la nación. Su control sobre Ryunheit parece sólido y la gente no está resentida con su gobierno, por lo que estoy dispuesto a creer que son capaces.”

“Espera, ¿tienes espías, viejo?”

Petore se volvió hacia Garsh y suspiró.

“Si no sabes lo que está pasando en la habitación contigua a la tuya, ¿cómo puedes dormir tranquilo? Incluso tengo espías en Beluza.”

“¿En serio?”

Petore sacudió la cabeza y se volvió hacia mí.

“En cuanto a su confiabilidad, creo que es más probable que cumplan su palabra que en el norte. Está claro que el Senado de Meraldia nos está ocultando algo a los sureños. A pesar de eso, solicitan unilateralmente nuestro apoyo. Y eso me irrita.”

Afortunadamente, el ejército demoníaco tenía a Airia para responder por su confiabilidad. El hecho de que hubiera estado dispuesta a cortar lazos con Meraldia demostró cuánta fe tenía en nosotros. Sin embargo, todavía había algunas sospechas en la mirada de Petore.

“Dicho esto, si nos comprometemos con ustedes, las ciudades del sur inevitablemente se verán envueltas en un conflicto con el norte. Nos veremos obligados a derramar sangre para mantener nuestra alianza. Cuando llegue ese momento, ¿qué van a hacer?”

Esa era una pregunta difícil de responder. En términos de resolución, por supuesto estábamos resueltos a luchar junto con el sur. Pero actualmente, al ejército demoníaco le quedaban pocas tropas. Si el frente de guerra creciera demasiado, no podríamos cubrirlo todo.

Dependiendo de la situación, algunas áreas solo tendrían humanos luchando. Es por eso que no podía simplemente prometer que echaríamos una mano.

Sabía que esto era engañoso por mi parte, pero mi única opción real era eludir la pregunta. Después de pensarlo por unos minutos, finalmente respondí, “Planeamos intentar negociar primero con el norte. El poder militar es solo otra faceta de la diplomacia, una que podemos usar como una amenaza en lugar de una promesa. Y da la casualidad de que eso es lo que mejor hacen los demonios.”

Los hombres lobo, los vampiros y los gigantes eran razas que los humanos temían. Podríamos usar su propia imaginación contra ellos y esparcir las semillas del terror sin mover un dedo.

“Naturalmente, si el norte insiste en luchar, no les mostraremos misericordia. Arrasar una ciudad es una tarea sencilla para el ejército demoníaco.”

Si bien tomaría mucha preparación y nos costaría muchas vidas, podríamos hacerlo si realmente tuviéramos que hacerlo. Sin embargo, dudo que nos veamos forzados a llegar así de lejos.

“El ejército demoníaco… no, no solo ellos. Todo lo que los demonios queremos de los humanos es un lugar para vivir en paz. Solo queremos comida caliente, un techo sobre nuestras cabezas, buenos amigos y no tener que temer que un ejército humano venga a eliminarnos.”

Petore pareció algo sorprendido, pero continué.

“Pero si queremos todo eso, necesitamos integrarnos en la sociedad humana. Afortunadamente, Ryunheit ha comenzado a aceptar demonios en sus muros. Estoy seguro de que si las ciudades del sur de Meraldia reciben a los demonios con los brazos abiertos, tanto los humanos como los demonios prosperarán. Así que, por favor, te lo ruego, ábrenos las puertas de Lotz.”

Petore, una vez más, preguntó, “Permíteme preguntarte otra vez: si el norte invadiera, no se quedarán sin hacer nada y observarán mientras somos invadidos, ¿verdad? Como virrey de Lotz, esto es algo de lo que debo estar seguro.”

“No nos tomes a la ligera, Petore. Somos demonios.”

Chasqueé los dedos y los hombres lobo que estaban detrás de mí se transformaron. Los soldados de Lotz temblaron al ver a ocho hombres lobo colocarse sobre ellos. Sonriendo con confianza, dije, “No tienes idea de cuánto esfuerzo se necesita para evitar que estos tipos se salgan de control. Nunca perderían la oportunidad de ir a la guerra.”

A diferencia de sus soldados, Petore se mantuvo tranquilo. Él asintió y dijo, “Ya veo, así que sus mordidas coinciden con sus ladridos.”

“Por supuesto. Pero no importa cuán afilados sean nuestros colmillos o nuestras garras, no nos darán un lugar cálido para vivir. Es por eso que planeamos actuar con integridad y construir un vínculo de confianza entre los demonios y los humanos. Te juro que nunca traicionaremos a nuestros aliados.”

Cuando terminé mi discurso, los hombres lobo detrás de mí volvieron a sus formas humanas. Me alegré de que su entrenamiento finalmente estuviera dando sus frutos. Petore escudriñó mi expresión durante unos minutos y finalmente asintió.

“Puedo decir que eres un hombre de palabra. Todo lo que me dijiste coincide con la información que trajeron mis espías. Además, si los rechazáramos, Lotz estaría rodeado de enemigos. Ya se han ganado las ciudades cercanas. A decir verdad, no tenemos más remedio que unirnos a ustedes.”

“Gracias. En cuanto a los detalles de la alianza, estoy seguro de que podemos llegar a un acuerdo con el que ambas partes estén satisfechas.”

Petore me dio una sonrisa incómoda.

“Desafortunadamente, hay algunas cosas que todavía me preocupan. Pero con lo mucho que has ayudado a mantener nuestros mares seguros, casi no puedo rechazarte.”

Supongo que tomará un tiempo antes de que realmente confíes en nosotros. No te preocupes, te mostraremos que será útil tenernos cerca.

***

Después, comenzamos a discutir los detalles de la alianza. Todo lo que Petore solicitó fue que Lotz permaneciera en libertad para pescar y comerciar como le fuera conveniente, así que le concedí todas sus condiciones. A cambio, ofreció abrir sus áreas residenciales a los demonios y, si fuera necesario, enviar ayuda militar.

“La población oficial de Lotz es de unos cinco mil habitantes, pero en realidad tenemos más de veinte mil personas viviendo aquí. Además de la guarnición oficial, tenemos mil pescadores veteranos que pueden servir como lanzadores de arpones.”

Aparentemente, si alguna vez necesitamos ayuda, Petore enviaría a sus arponeros. Como eran maestros de armas a distancia, en realidad demostrarían ser muy útiles para defender las murallas de la ciudad. Además, Petore pudo reunir entre 3000 y 4000 milicianos en corto tiempo, por lo que era un aliado confiable.

Las negociaciones concluyeron sin problemas y Petore me invitó a almorzar con él. Aunque dudaba que intentara envenenarme en este punto, no estaba demás tener cuidado. Pero cuando sacó un plato humeante de pasta de mariscos con aceite de oliva y salsa de ajo rociados por todas partes, todos los pensamientos de realizar una prueba veneno salieron de mi mente.

El apetitoso aroma de las especias y los mariscos asados ​​llenaron mis fosas nasales. Una comida extravagante como esta me costaría fácilmente más de 2000 yenes en Japón. Pero eso no era todo lo que Petore tenía para ofrecer.

También sacó una bullabesa de pescado y luego una bandeja surtida de pescado a la parrilla. La joya más preciada de la comida era el cangrejo cocinado en vino. No podía creer que todos estos platos elegantes se sirvieran solo para el almuerzo.

Sonriendo, Petore dijo, “Esta es la comida tradicional de Lotz. Estamos muy lejos de esos campesinos de Beluza. Come todo lo que quieras, tenemos mucho más.”

“¡¿Qué mierda acabas de decir, viejo?!”

Petore y Garsh comenzaron a discutir sobre los méritos respectivos de sus platos. Personalmente, me gustaban ambos, así que no me importaba de ninguna manera.

Como no podría disfrutar de una comida como esta una vez que regresara a Ryunheit, me aseguré de comer lo suficiente. Devoré cinco platos de pasta antes de darme cuenta de que probablemente también debería comer algo de cangrejo.

Mientras todos disfrutaban del banquete, Parker miró tristemente la comida. Como era un esqueleto, no podía comer. Aunque hizo un esfuerzo por conversar con las personas que lo rodeaban, finalmente se levantó para irse.

“Voy a ver cómo están las sirenas. No te importa si me voy, ¿verdad?”

“Sí, adelante. Probablemente ellas también quieran compañía.”

Petore interrumpió su discusión y se volvió hacia mí.

“¿Acabas de decir sirenas?”

Su expresión era seria. Uh oh, ¿pasa algo malo? Me preocupé momentáneamente, pero cuando le expliqué la situación a Petore, él sonrió alegremente.

“¡Así que incluso salvaste a las sirenas, ¿eh?! La familia Fikartze, no, la totalidad de Lotz cree que son guardianes del mar, ¿sabes?”

¿En serio?

“Nuestros antepasados ​​solo pudieron llegar de manera segura a este continente porque las sirenas los ayudaron. No solo nos mostraron qué rutas eran seguras, sino que utilizaron sus canciones para mantener alejados a los monstruos.”

La sonrisa de Petore se ensanchó.

“Sabes, una sirena me salvó la vida cuando era joven.”

“¡¿De ninguna manera?! ¡Es la primera vez que oigo eso, viejo!”

Garsh le lanzó a Petore una mirada dudosa, con la boca llena de cangrejo. Petore hinchó el pecho con orgullo y dijo, “Soy un rompecorazones, para que lo sepas.”

Era posible que fuera guapo en su juventud, pero ahora mismo dudaba que pudiera atraer a una mujer. Garsh miró hacia abajo y murmuró para sí mismo, “Hombre, si lo hubiera sabido, no me habría preocupado de que las sirenas estuvieran atacando nuestros barcos…”

Petore abofeteó a Garsh en la cabeza.

“¡Por supuesto que no atacarían los barcos, imbécil! ¡Si las sirenas fueran peligrosas, te lo habría dicho cuando eras niño!”

“¡Owww! Podrías haberme dicho que ellas tampoco eran peligrosas, ¿sabes?”

“¡Debes decidir por ti mismo si alguien es peligroso o no, y no confiar en las palabras de otras personas!”

“¡Entonces tuve razón al tener cuidado de ellas!”

“¡Cállate, idiota!”

Ahí van de nuevo. Mientras los dos virreyes discutían, yo continuaba devorando la comida. Mientras bajaba mi comida con una taza de té negro, Petore se cansó de discutir con Garsh y se volvió hacia mí.

“Veight, ¿crees que podrías dejarme conocer a esas sirenas, si no es demasiado problema? Me gustaría saber qué pasó con la que me salvó hace tantos años.”

“Claro, no veo por qué no.”

La oportunidad de poner a Petore en deuda conmigo acababa de caer en mis manos.

***

Cuando llegamos al muelle, Parker parecía estar en medio de contarle a las sirenas otra de sus horribles bromas.

“Pero verán, Veight confundió la cantidad de medicina que se suponía que debía usar y…”

Pensé que estaba contando una broma, pero resultó que les estaba diciendo algo mucho peor. Corrí, tomé a Parker y lo arrojé a los hermanos Garney.

“Desháganse de él.”

“D-De acuerdo.”

“¡E-Esperen! Justo cuando Veight estaba a punto de mezclar los ingredientes, Melaine entró y—”

Los hermanos Garney se llevaron a Parker antes de que pudiera completar su historia. Petore miró a las sirenas, aturdido. Después de unos segundos, caminó reverentemente hacia el borde del muelle.

“Disculpen, señoritas. ¿Alguna de ustedes recuerda quién soy?”

Las sirenas intercambiaron miradas, luego sacudieron la cabeza.

“Lo siento, pero no sabemos quién eres.”

“Ya veo… Supongo que no es demasiado sorprendente. Fue hace casi cincuenta años.”

Teniendo en cuenta el promedio de vida de las sirenas, supongo que pocas vivían tanto. Pero Petore no estaba dispuesto a rendirse todavía.

“Soy Petore, el marinero. ¿Alguna de ustedes conoce a una sirena llamada Reena?”

Una de las sirenas levantó la mano.

“Reena es mi tía abuela, señor.”

“Oho.”

Petore caminó hacia la sirena y le preguntó, “¿Ella está bien?”

La sirena negó con la cabeza y dijo tristemente, “Ella murió de una enfermedad cuando yo era joven. Eso fue hace unos veinte años.”

“Oh…”

Al escuchar la respuesta abatida de Petore, la sirena agregó, “Pero ella me contó todo sobre usted, señor Petore. Dijo que se encontró con un joven y valiente marinero humano en medio de una feroz tormenta.”

Petore miró fijamente a los ojos de la sirena durante unos minutos, luego asintió para sí mismo.

“Ya veo… así que todavía se acuerda.”

Parecía que había una historia aquí.

Garsh miró a Petore con recelo y le preguntó, “¡Oye, viejo! ¿Qué pasó entre tú y esa sirena? ¿Es algo que necesito contarle a Ma?”

“¡Tonto! ¡Esto sucedió cuando todavía estaba soltero! ¡Y además, era un mocoso! Será mejor que no le digas nada a Tanya, ¿me oyes?”

Probablemente no era una historia para nuestros oídos. Parecía que Petore tenía muchas cosas de las que quería hablar, así que decidimos darle algo de espacio.