Jinrou E No Tensei Maou no Fukukan (NL)

Volumen 2: La Amenaza del Héroe

Capitulo 2: Las Alcantarillas se Tiñen de Rojo

Parte 8

Eso era un trozo de sal cristalizada, halita.

“Si lo que necesitas es sal, ¿no podrías conseguir un poco del mar al sur?

¿Por qué ir hasta Krauhen para comprarla?”

Mao se encogió de hombros y respondió, “La sal de roca y la sal de mar tienen diferentes sabores. Tomaré la sal recolectada de las salinas aquí en el norte y regresaré con su sal de roca. Ya que solo llevaré sal en las dos etapas del viaje, puedo ahorrar mucho tiempo y esfuerzo en el frente logístico.”

“Supongo que tienen un sabor diferente, pero…”

El trozo de halita en las manos de Mao olía ligeramente a azufre. Incluso en mi forma humana, mi sentido del olfato mejorado captó esos detalles.

“Esta sal se utiliza mejor como condimento para la carne. Una vez que se asa la carne, se desvanece el desagradable olor a azufre y el sabor de la sal mejora enormemente. Los restaurantes de clase alta y los nobles compran sal de roca a precios altos.” ¿En serio?

“Por cierto, ¿tienes alguna conexión en Shardier?”

“Me temo que no. Mis principales rutas comerciales van de norte a sur… La sal marina refinada no alcanza buenos precios en Shardier. He visitado la ciudad ocasionalmente para vender sal de roca, pero hasta ahí llegan mis relaciones con la ciudad.” Qué tipo tan inútil.

“Sin embargo, lord Aram, el virrey, es conocido por ser un gourmet. He llevado a cabo órdenes personales de conseguirle sal una o dos veces. Si deseas una audiencia con él, creo que podría arreglar una.”

“Eres un gran comerciante, ¿lo sabías?”

Eso era más que suficiente para mí. Dicho esto, no quería pasar más tiempo del necesario hablando con este sinvergüenza.

“En ese caso, arregla una lo antes posible.”

“Entendido. ¿Qué debo decirle exactamente a lord Aram?”

Sonreí, “Solo dile que iré visitarlo.”

“Como desees.”

Después de delegarle todos mis deberes a Airia, comencé a hacer los preparativos para mi viaje a Shardier. Ya que necesitábamos cruzar el desierto del este para llegar a Shardier, se convertiría en un viaje algo largo. Honestamente, preferiría ir solo, pero si le dijera eso a los otros hombres lobo, todos me gritarían que no fuera imprudente. Hmm, supongo que llevaré al escuadrón de Hamaam conmigo. Hamaam y sus hombres solían convivir con los nómadas del desierto, por lo que estaban acostumbrados a las duras temperaturas.

“Cuento contigo, Hamaam.”

“Sí, señor.”

Solicité un carruaje para el viaje, ya que iría en calidad de embajador oficial del ejército demoníaco. De ahí el porqué una simple carreta o montar a caballo no serviría. El carruaje no era especialmente ostentoso, pero era resistente y serviría para mis propósitos. Teniendo en cuenta lo caros que eran los carruajes en este mundo, tener uno personal era como tener un jet privado.

Incluso si olía a estiércol de caballo y traqueteaba todo el tiempo, era lo mejor que este mundo tenía para ofrecer. Si bien los carruajes eran una excelente manera de mostrar el estatus de uno, también eran blancos principales para los bandidos.

“Señor, hay una nube de polvo adelante.”

Hamaam llamó a mi puerta y asomé la cabeza por la ventana.

“Parece que hay unos diez de ellos…”

“Están haciendo todo lo posible para moverse sigilosamente, así que sospecho que hay más que eso. Trece, tal vez catorce.”

Hamaam era el experto en el desierto, así que si eso era lo que él pensaba, entonces confiaba en él. Hamaam y dos de sus compañeros se prepararon para pelear. Agarró la empuñadura de su cimitarra y preguntó, “¿Debemos transformarnos?”

Si nos transformáramos, una docena de caballería no sería un problema, pero había demasiados de ellos para vencer en nuestras formas humanas. Esto era un dilema. Tal vez debería haber traído más guardias conmigo después de todo. Entrecerré los ojos y traté de ver mejor exactamente a qué nos enfrentábamos.

“Esos sí que son bandidos.”

“Técnicamente, son guerreros que pertenecen a la tribu nómada gobernante de esta región.”

Así que, bandidos. Pedir un peaje para que se les otorgue un paso seguro a través de sus tierras no era diferente al bandidaje.

“Qué dolor.”

Matarlos sería fácil, pero estábamos en una misión diplomática. Quería evitar cualquier problema innecesario. Al darse cuenta de mi dilema, Hamaam dijo, “¿Podrías dejarme esto a mí? Puedo sacarnos de esto sin pelear.”

Hamaam no era originario de nuestro pueblo. Se mudó allí justo cuando me convertí en un mago y estaba pensando en unirme al ejército. Antes de eso, había estado viviendo en este desierto. Definitivamente sabía más sobre esta área que yo, así que no tuve ningún problema en dejarle manejar la situación.

“Está bien, seguiré tu ejemplo.”

“Gracias. En ese caso, asegúrate de seguirme la corriente.”

¿Seguirle la corriente con qué? Antes de que tuviera la oportunidad de preguntar, los soldados montados rodearon nuestro carruaje. La suposición de Hamaam había sido acertada. Había exactamente 13 de ellos. Todos estaban vestidos con ropa suelta de nómada, y tenían arcos y cimitarras colgados en la espalda. Un hombre de mediana edad que parecía ser su líder se sacudió un poco de arena de su barba y gritó, “¡Esta tierra pertenece a los Srujaaf! ¡Los que deseen pasar deben ofrecer un tributo de dos ovejas!”

¿Estás bromeando? Ni siquiera tenemos ovejas. Sin esperar una respuesta, el hombre continuó, “¡Si no tienen ovejas, deben pagar cinco monedas de plata por cada miembro de su caravana!”

Así que eso es lo que realmente están buscando. Como éramos cinco, tendríamos que pagar 25 monedas de plata. Eso era aproximadamente equivalente a 25,000 yen. Para ser honesto, era un precio que podía pagar fácilmente, sin embargo, parecía que Hamaam nos salvaría de tener que gastar incluso eso. Dio un paso adelante y dijo, “Cuánto tiempo sin vernos, hermanos.”

Los nómadas se volvieron sorprendidos a Hamaam.

“¿Eres tú, Hamaam?”

“¡¿Sigues vivo?!”

¿Qué clase de pasado tenía Hamaam? Él asintió y dijo, “Sí, logré escapar de alguna manera. Ahora sirvo a este hombre. No puedo revelar cuál es exactamente nuestro negocio, pero basta con decir que es alguien de estatus noble.”

¿Lo soy? Hamaam se volvió hacia mí y me miró fijamente. Oh, esto es lo que quiso decir con seguirle la corriente. De acuerdo, puedo hacer esto.

Enderecé un poco mi postura y asentí solemnemente.

“Gente de Srujaaf, es un honor conocerlos. Soy un diplomático oficial de

Ryunheit. Hamaam me ha servido bien como guardaespaldas.”

Nuestro carruaje tenía la cresta de Ryunheit blasonado en él, por lo que esa historia debería ser lo suficientemente creíble. Los nómadas intercambiaron miradas y luego bajaron de sus caballos. Luego se llevaron las manos al pecho y se inclinaron respetuosamente.

“Tienes nuestra eterna gratitud por salvar a nuestro compañero de las fauces de la muerte y tomarlo bajo tu cuidado.”

Parece que estos tipos son más razonables de lo que pensaba. Parecía que pensaban que yo era el que había salvado a Hamaam de cualquier problema en el que se había metido. Aunque en realidad, Hamaam fue el que me salvó en este momento. Asentí de nuevo y dije, “Actualmente me dirijo a Shardier por asuntos oficiales. Como tengo prisa, lamentablemente no puedo quedarme, pero si lo que necesitan son las monedas de plata, con mucho gusto se las daré.”

Los nómadas sacudieron apresuradamente la cabeza.

“¡Nunca se nos ocurriría pedirle al salvador de nuestro amigo que pague un peaje!”

“¡Un acto tan deshonroso sin duda ganaría la ira de la luna que duerme en lo alto!”

Al parecer, los nómadas eran seguidores de Mondstrahl. Uno de ellos desató una bolsa de cuero en su cinturón y me la tendió. A juzgar por el olor, contenía alcohol.

“Te lo ruego, por favor cuida a nuestro preciado hermano.”

Acepté la bolsa con una sonrisa y dije, “Te prometo que haré todo lo que pueda para mantenerlo a salvo. Que la luz de la luna los guíe en su camino.” Los nómadas se inclinaron de nuevo, luego volvieron a montar.

“¡Haremos saber a nuestros hermanos que dejen pasar su carruaje sin ser molestados! ¡No debes temer ser abordado en su viaje de regreso!”

Asentí por tercera vez.

“Mi más sincero agradecimiento.”

Cuando se dieron la vuelta para irse, su líder miró por encima del hombro y preguntó, “¿Sería tan amable de decirme su nombre, Diplomático?”

Quería completar este viaje en secreto, pero si ya nos habían visto, supongo que no importaba demasiado. Hamaam me dirigió una mirada severa, pero sentí que el respeto de este hombre merecía un respeto igual. “Me conocen como Veight. Rezo para que nos encontremos de nuevo.” Cuando oyeron mi nombre, los nómadas se congelaron.

“¡¿Veight?! ¡¿Quieres decir… ese Veight?!”

“¡¿El honorable general hombre lobo Veight?!”

“¡¿El mismo comandante que conquistó Ryunheit en un día?!”

“Y mató a un ejército de cuatro mil herejes…”

En serio, chicos, solo eran 400. Dejen de agregarle ceros. De cualquier manera, esto era malo. Todos me miraban con una mezcla de miedo y admiración. Me dirigí al conductor del carruaje y le dije, “Vámonos de aquí.”

“Ah, sí, señor.”

Nos apresuramos a alejarnos de los nómadas. Una vez que nos alejamos un poco, Hamaam se acercó y susurró, “¿No crees que fue imprudente decir tu nombre?”

“Sí…”

Había perdido todo interés en preguntarle a Hamaam sobre su pasado y me recosté en mi asiento con un suspiro de agotamiento.

El resto de nuestro viaje transcurrió sin incidentes y llegamos a Shardier sin ningún problema. La ciudad comercial de Shardier había sido construida al borde de un lago. En realidad, como todavía estaba en una parte del desierto, técnicamente sería un oasis. Su cultura era completamente diferente de la de Ryunheit. Shardier tenía un aire más árabe. Su virrey, Aram, era conocido por ser un gourmet y a menudo pedía especias y salsas de tierras lejanas. Gracias a eso, se abrieron muchos restaurantes y puestos extranjeros, y las calles estaban llenas de los olores de un centenar de especias diferentes.

“Este lugar me está dando hambre”, murmuré. Todos asintieron. Aunque tanto Shardier como Ryunheit prosperaban en el comercio, Shardier se centraba más en la atención de las caravanas y los viajeros. Había muchos más bares y puestos aquí que en Ryunheit. Era el paraíso de un hombre lobo.

En contraste, el comercio de Ryunheit se centraba en pedidos a granel de productos y tiendas locales establecidas. Al parecer, Shardier incluso tenía un distrito de entretenimiento. Tenía un poco de curiosidad sobre cómo era. Este mundo no tenía internet ni televisión, así que me preguntaba qué tipo de cosas hacían las personas para divertirse. Aunque ya que este era un territorio técnicamente enemigo, dudo que tuviera la oportunidad de visitarlo.

Cuando me anuncié en la puerta principal, los soldados se pusieron rígidos. Puede que solo fuéramos cinco, y puede que no lleváramos armas, pero seguíamos siendo los embajadores del ejército demoníaco. Sin embargo, el propio virrey apareció en los muros y mitigó el malestar de los soldados. No tenía la apariencia de un guerrero, pero era claramente un líder capaz. En ese sentido, se parecía mucho a Airia. Sin embargo, a diferencia de Airia, se parecía más a un nerd que a un lord digno.

“Es un placer conocerte. Soy el virrey de Shardier, el vizconde Aram

Sukh Shazaf. He estado esperando este encuentro.”

“Soy Veight, el vicecomandante del primer regimiento del Señor

Demonio. Me disculpo por solicitar esta reunión en tan poco tiempo.” Ahora era el momento de ver qué tipo de hombre era Aram.

Me llevaron a la mansión del virrey y me condujeron a una habitación amplia y lujosa. Por su aspecto, esta era la sala de audiencias del virrey.

“Sus asistentes pueden esperar en esta habitación aquí.”

“En realidad, nosotros…”

Hamaam negó con la cabeza, pero extendí una mano para detenerlo.

“No hay necesidad de preocuparse por mí. Ustedes deben descansar aquí.”

Él levantó una ceja, pero sabía que no debía cuestionar mi autoridad frente al virrey.

“Como desee.”

Hamaam se dejó escoltar a regañadientes, dejándonos solo a mí y a Aram en la habitación. El virrey sonrió y me ofreció una taza de algo similar al té de jazmín.

“Honestamente estoy bastante sorprendido. Nunca esperé que tú, uno de los principales oficiales del ejército demoníaco, viniera a saludarme en persona, sir Veight.”

“Solo soy un vicecomandante.”

Bebí mi té sin dudarlo. Siendo el cobarde que era, ya había usado magia

para asegurarme de que no había sido envenenado. Con ese conocimiento en mente, era mejor beber con audacia para mostrar que los trucos de Aram serían inútiles contra mí. Y aunque no tenía idea de qué hojas había usado, el té estaba delicioso. En cualquier caso, parecía que muchos rumores desagradables habían comenzado a difundirse sobre el tipo de persona que era. Entonces, para parecer abierto y amigable, decidí comenzar con una pequeña charla.

“Este té es bastante fragante. ¿Lo importaste de alguna parte?”

“En efecto, lo hice.”

El té no solo era bueno, sino que el juego de té en el que lo había servido era obviamente valioso. Esta debe ser su forma de mostrar el poder económico de su ciudad. Aram era más astuto de lo que parecía. Aun así, el té realmente estaba delicioso. Nunca había bebido algo así en Japón. Tal vez debería preguntarle de dónde lo sacó.

“Si es posible, me gustaría intentar beber este té frío también.”

“En ese caso, podríamos prepararte algo más tarde.”

“Me imagino que sabría muy bien con hielo.”

“¿Hielo?”

La expresión de Aram se puso rígida.

“Hielo… y-ya veo…”

Mierda, no debería haber dicho eso. La refrigeración no existía en este mundo. El norte tenía invernaderos para almacenar hielo durante todo el año, pero el sur era tan cálido que ni siquiera había nieve. De hecho, era posible que Aram nunca hubiera visto hielo en su vida; probablemente solo haya leído sobre eso. Debido a que la Maestra a menudo hacía hielo incluso en verano, estaba tan acostumbrado que había olvidado que la gente normal no lo veía a menudo. La mayoría de los días, después de que terminaban nuestras clases, ella creaba un enorme pilar de hielo y lo cortaba en pequeños bloques para ponerlos en nuestro jugo o té. Eran buenos tiempos… Espera, ahora no es el momento de recordar eso.

“Tomar té con hielo mientras te relajas en el oasis de Shardier ciertamente suena como una forma agradable de pasar la tarde…”

Aram suavizó su incomodidad con una sonrisa. O al menos lo intentó; su sonrisa era bastante rígida. Parecía que había terminado lastimando su orgullo. Lo siento. Sinceramente, este tipo estaba resultando ser un dolor de cabeza. No estaba tratando de dar a entender que la cultura de Shardier era atrasada ni nada. Había venido aquí para hacer amigos, no enemigos. Hasta el momento no había sido nada más que educado conmigo, así que pensé que también podría felicitarlo por algo para mejorar su estado de ánimo. Oh sí, puedo hablar de su juego de té.

“Aparte de eso, este exquisito juego de té realmente realza el sabor. Tanto el grosor como la curvatura del vidrio generan una sensación tranquilizadora.”

“¿Eh?”

Aram palideció de nuevo. ¿Qué hice esta vez?

“Ya veo, nuestro vidrio parece… grueso y curvado para ti…”

Oh sí, lo olvidé totalmente. Cuando rompí las ventanas de la mansión de Airia, eran el mismo vidrio grueso y combado. Incluso el vidrio de reemplazo que habíamos traído para reparar las ventanas había sido el mismo. El vidrio grueso y borroso era conveniente para mí ya que preferiría que no me escucharan o espiaran durante las reuniones, pero pensándolo ahora, no era como si el vidrio se hubiera hecho de esa manera a propósito.

“Sé que no está a la altura, pero… me alegra que lo aprecies…”

Podía escuchar su voz hundirse cuando dijo esas últimas palabras. No dejo de meter la pata. Honestamente, me gustaba el diseño. Allá en Japón, un juego de té como este habría valido fácilmente un par de miles o incluso diez mil yenes. En este momento, se me estaban acabando las cosas por las que podía felicitar a Aram, así que decidí renunciar a todas las cortesías y empezar a presionar.

“Por cierto, veo que hay otras personas en la habitación detrás de la nuestra.”

De un vistazo, no había ninguna puerta en la pared posterior de esta sala. Pero mi mejorado sentido de la audición y el olfato me hicieron saber que había una habitación oculta detrás de Aram. Era menos una ruta de escape y más un pequeño espacio para ocultar a los soldados. Aram tenía guardias escondidos esperando en una emboscada. Sudor comenzó a caer por la frente de Aram y él sonrió torpemente.

“E-Esas personas son solo, este… c-criadas. Están limpiando las habitaciones interiores… mis disculpas por no informarte.”

Realmente no me importaba si estaba escondiendo soldados cerca. De hecho, era un curso de acción natural considerando que se estaba reuniendo con el enemigo. Sin embargo, si esos soldados realmente me atacaran, habría sacrificios innecesarios, así que pensé que era mejor advertirle de la idea.

Fingir que esos soldados eran criadas solo iba a dificultarle las cosas.

“¿Criadas, dices? Aunque parecen tener un distintivo aroma masculino para ellas. Y nunca he oído hablar de criadas con armadura.”

Mis oídos pudieron captar con facilidad el débil roce de metal contra metal. Me di cuenta de que habían acolchado sus armaduras para amortiguar el sonido, pero eso era inútil contra mis sentidos. Aram hizo una mueca y una vez más me dio esa torpe sonrisa.

“Bueno… ya sabes… es solo… Ajajaja…”

Viendo que mis indirectas no llegaban a ninguna parte, decidí simplemente decírselo directamente.

“No importa cuánta armadura uses para vestir a tus criadas, solo seis de ellas no serán rival para mí. Además, la distancia entre tú y ellas es demasiado grande para que puedan ser de alguna utilidad.”

“¡¿Qué—?!”

La fuerza de su aroma y el débil sonido de sus pasos hicieron que sea fácil saber cuántos eran. Además, estaban a unos dos metros de distancia de la posición de Aram. Incluso si Aram se precipitaba hacia la pared en el momento en que sus soldados salieran, todavía sería capaz de agarrarlo y romperle el cuello antes de que lo alcanzaran. Naturalmente, no tenía ninguna intención de hacerlo, pero el punto era que podía. Para efectos prácticos, Aram estaba solo frente a mí. Así que le convenía no intentar nada. Retenerse lo suficiente para no matar a nadie era difícil.

Sin embargo, ¿soy realmente tan malo comunicándome con las personas? Supongo que no tengo derecho a juzgar a la Maestra o a Lacy… Ya no tenía sentido tratar de ser cordial. Era mejor continuar con las negociaciones.

“En cualquier caso, sigamos con la razón por la que vine a verte hoy, lord

Aram.”

“¿Y cuál es?”

El sudor se aferraba a la ropa de Aram y su expresión era tan rígida como una tabla. Estaba obviamente bajo mucho estrés. Pero bueno, estaba frente a un hombre lobo impredecible cuyos hechos habían sido exagerados más allá de lo que se podía creer. Si nuestros roles se invirtieran, me habría meado encima. Compadecí al pobre chico, así que decidí ser breve en mi explicación.

“¿Considerarías romper tu alianza con la Federación Meraldiana y formar

una nueva con el ejército demoníaco?”

“¡¿Qué—?!” Aram se puso de pie con un grito. “¿Quieres que traicione a

Meraldia?”

“Vamos, cálmate. Eso no es lo que estoy pidiendo.”

Necesitaba explicar esto con cuidado. Las negociaciones solo eran posibles si ambas partes veían beneficio en ellas. Era imperativo mostrar lo que podía ganar al unirse a nuestro lado. La intimidación era una forma de expresar eso. Simplemente podría amenazarle diciéndole que si no lo hacía, haríamos una redada en sus caravanas, pero ese era el último recurso. Escogiendo mis palabras con cuidado, expliqué en voz baja, “¿Tiene algún sentido jurar tu lealtad a una nación condenada?”

“¿Condenada?”

Todos los imperios, no importa cuán poderosos fueran, eventualmente colapsaban. Si hubo algo que aprendí en la clase de historia, fue eso. Durante el resto me la pase durmiendo. En cualquier caso, el punto era que si Shardier quería sobrevivir como ciudad-estado, necesitaba adaptarse a los tiempos. Para usar una frase más contemporánea, Meraldia era el modelo viejo y destrozado, mientras que el ejército demoníaco era el nuevo carrazo.

Aram escudriñó mi expresión con un rostro pálido.

“¿Así que planean destruir Meraldia después de todo?”

“Dependiendo de cómo nos movamos, la federación puede caer, sí.”

Si el ejército demoníaco tomara el control de toda Meraldia, su estructura ciertamente cambiaría. Afortunadamente, sin embargo, Meraldia no era una monarquía. Si el Senado estaba dispuesto a aceptar la soberanía del Señor Demonio, incorporarlos no sería demasiado difícil. Sin embargo, a juzgar por la expresión de Aram, parecía haber malinterpretado algo.

“Por favor, no me malinterpretes. No tenemos interés en ahogar al país en un mar de sangre. Las tres ciudades bajo nuestro control, incluida Ryunheit, están funcionando normalmente con su población humana intacta.”

“¿Q-Quieres decir… que si nos aliamos con ustedes… no seremos destruidos?”

“Pero por supuesto. Asumiendo que te alíes con nosotros.”

No es como si estuviera planeando destruir la ciudad si él no lo hiciera.

Pero decirle eso no sería exactamente una buena táctica de negociación. Aram se mordió el labio y miró hacia el suelo. Dado que sus malentendidos parecían estar creciendo, pensé que era hora de cambiar a la persuasión en lugar de a las amenazas.

“Sabemos que las ciudades del sur, incluida Shardier, no tienen amor por el norte de Meraldia. Es por esa razón que hemos elegido atacar el norte mientras ocupamos pacíficamente el sur.”

Eso era una completa mentira. La razón por la que el segundo y tercer regimiento tenían políticas diferentes con respecto a las ciudades conquistadas era porque el segundo regimiento había armado un alboroto durante las batallas iniciales de esta guerra. Los demonios eran un grupo de palurdos que vivían en bosques y montañas lejos de la civilización. No había manera de saber de antemano sobre la lucha interna de la federación, pero no importaba si estaba diciendo la verdad o no. Todo lo que importaba era que Aram me creyera.

“Bernheinen, Thuvan y Ryunheit ya están en posesión del ejército demoníaco. Además, los virreyes de Bernheinen y Ryunheit han desertado voluntariamente a nuestra causa.”

Sin embargo, el virrey de Bernheinen se había convertido en un vampiro, por lo que no tenían otra opción en el asunto. Por supuesto, Aram no tenía forma de saber eso.

“De las ocho ciudades que conforman el sur, aún quedan cinco. El ejército demoníaco está dispuesto a recompensar a los que se unan a nuestro lado lo más pronto posible.”

Es mejor convencerlo de que hay más en esto para que se una voluntariamente que para que sea conquistado.

“Shardier nos interesa especialmente. Aunque está lejos de nuestras posesiones actuales, es la ciudad hermana de Ryunheit y otro centro de comercio. Cuanto antes podamos convertirnos en aliados, mejor.”

La expresión de Aram se suavizó y el color volvió a su rostro. Ya no estaba aterrorizado y en cambio estaba calculando los costos y beneficios de mi propuesta. Me di cuenta de que esto era lo más lejos que debía presionar por ahora. Shardier era miembro de la Federación Meraldiana desde hace mucho tiempo. La traición conllevaba un gran riesgo.

Si Shardier declaraba la independencia y Meraldia decidiera retomar la ciudad por la fuerza, no podría reforzarla. Por mucho que quisiera, no tenía tropas de sobra. Honestamente, si Aram pensara solo en su ciudad, la opción más ventajosa sería negarse, incluso si eso significaba su muerte. Sin embargo, si rechazara mi oferta aquí, no podría entrar en ninguna otra negociación, lo que sería un problema. Así que me puse de pie y le di a Aram una leve reverencia.

“Por supuesto, no tienes necesidad de responderme de inmediato. Sé muy bien que la confianza es algo que toma tiempo construir. Volveré por tu respuesta otro día.”

Aram dejó escapar un audible suspiro de alivio.

“Entiendo. Por favor, dame un tiempo para considerar tu propuesta.”

“Con mucho gusto. No tengo prisa. Ahora bien, me voy a marchar.”

Antes de dejar Shardier, hice un rápido recorrido por la ciudad. El comercio estaba en auge, probablemente gracias al lago al norte. Vi mercaderes vestidos con todo tipo de ropa descansando alrededor de los bares y posadas. Si bien la ciudad parecía animada y el nivel de vida promedio era sorprendentemente alto, no vi demasiados guardias ni soldados de guarnición.